EL CISNE NEGRO
Tranquilo. Ellos no viven conmigo. Los tiene mi tia y el marido de ésta.
-Ven a ducharte conmigo. Me importa un bledo el imbécil de Erick Northman. Ven.- La alzó de la cama en volandas y se la llevó al baño adjunto que tenia Bella en su habitación.
Antes de abrir el grifo de la ducha, él acarició con premura aquella cicatriz; con una sombra de tristeza en los ojos.
-Siento tanto, haberte hecho pasar por esto sola ;Bella. No soy digno de ti. ¿Cómo se llaman?
Bella sonrió y acarició su torso desnudo, algo ruborizada.
-Edward y Jacob.
Edward frunció el ceño y maldijo entre dientes…
-Son iguales que tú, Edward. Tanto; que me dolia tan solo mirarlos.
CAPITULO 31
-Oh…Bella…me faltará vida para amaros…- susurró él, acariciando con premura su mejilla, sin dejar de mirarla a los ojos…-Quiero verlos. ¿Es eso posible; mi amor?.- preguntó, muy cerca de sus labios, hinchados de tantos besos frenéticos.
-Dame tiempo; Edward; todavía tengo que aceptar el hecho de que estes aquí conmigo; de que me ames…..¿Que va a ser de nosotros ahora? Tú tienes una esposa..
-No.- selló los labios de ella, con sus dedos mojados, mientras la alcachofa de la ducha los mojaba.- Ella comprenderá…siempre supo que estuve enamorado de ti; que no te olvidé.- La abrazó con fuerza.-¡Dios mio,Bella! ¿Esto no es un sueño, verdad? Tengo miedo de despertar y que te desvanezcas entre mis brazos. Dime que no lo es. Dimelo.
Ella se puso de puntillas y lo besó con pasión.
-Esto no existe en los sueños, Edward Cullen.- dijo seria; mientras que, avariciosa, acariciaba el trasero fuerte y torneado de él, mandando olas de lujuria a su bajo vientre y pechos.- Aunque tú lo seas; mi amor…
No habia mañana para ellos; ahora.
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-¡Mamá! ¡Coge el el maldito teléfono! ¡No deja de sonar!.- Leah,, oyó los pasos de su madre; arrastrados y el teléfono dejó de sonar.
Se puso los calcetines de hacer deporte a trompicones mientras salía a pata coja de la habitación donde estaba el vestidor.
Sue, estaba lívida y Leah, corrió a coger el teléfono; que amenaza de desprenderse de la mano de su madre, por inercia.
La miró con ojos interrogantes y Sue; como en estado catatónico, se quedó parada al lado de su hija, sin respirar.
-¿Quién es?
-¿Bella?.- la voz telefónica; era histérica y a Leah comenzó a galoparle el corazón; como si de centenares de caballos se tratara.
-No soy Bella. Pero soy Leah…¿Eres tú; Sarah?
-Sí. ¿Y Bella? ¿Y porque se ha llevado a sus hijos sin decirme nada? Cuando fui a buscarlos a la guardería, la directora me dijo que habia venido su madre a recogerlos. Me dio la descripción detallada de Bella y me quedé mas tranquila. Pero te aseguro Leah, que me va a escuchar…te lo juro….Jake esta que saca humo por las orejas…He llamado a su casa; pero no me coge el teléfono. He pensado que quizás estuviese ahí contigo. ¿Esta?
Leah, tragó en seco y miró a su madre, que caminaba hacia el sofá , como un autómata y se sentaba; mirándola con los ojos aterrorizados.
-No. Tranquila. Debe de haber salido al parque con los niños o algo.¿Sarah? ¿Sabes si la directora les dio personalmente los niños a Bella?
-Sí. Estaban dormidos. Por lo visto a mi sobrina le dio la perrera de llevárselos de improviso.
-Ya. .- volvió a tragar y notó que comenzaban a temblarle las manos.- En cuanto vea a Bella le digo que te llame¿si?.
-Por favor; Leah.
-Si. Tranquila.
Leah, colgó y como un peso muerto; cayó al suelo; destruida…
-Sabia que algo parecido pasaría algún dia. Lo sabia .- Sue, tenia la mirada perdida y dos gruesas lágrimas recorrían sus mejillas arrugadas y casi sin vida.- Bella ha estado jugando con fuego demasiado tiempo- Vosotras creeis que yo soy tonta. Y no lo soy; soy vieja y os llevo muchos años de ventaja. ¿Leah, Bella estaba en su casa cuando volviste no?
Leah, asintió levemente , limpiándose la cara mojada por las lagrimas.
-¿Quién odia a Bella tanto, como para llevarse a sus hijos?
-No lo sé mamá.
- Y lo mas importante, saber que ella tiene dos hijos. Un ser poderoso que le ha seguido los pasos en silencio; sin hacer ruido. Pero sabiendo muchas cosas de ella…
-Ha sido una mujer mamá.- Leah, abrió mucho los ojos, y como una aparición le vino a la mente la joven esposa de Edward Cullen , caminó a gatas hacia su madre, para cogerle el rostro entre las manos.- Mamá….la mujer de Edward Culllen. ¿Quién mas podría odiar a Bella? Es una mujer herida…tenemos que llamar a la policía…y lo mas importante, llamar a Bella.
-Ojala y no le haga daño a los niños…- susurró Sue; con tristeza.
Leah, ya habia cogido el teléfono y llamaba a la policía…..
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-Jake, no es mamá.- susurró, el mas menudo de los hermanos al otro.
-Ya lo zé. ¿Pienzas que zoy tonto? He vizto muxhas vezes a mamá y ella no es. Ademaz. Mamá siempre esta triste cuando nos ve. Eza señora esta enfadada…
-¡Callaros de una maldita vez, hijos del demonio!¡Si no lo haceis, juro que ostiro por la ventanilla del coche!
Los niños se miraron asustados y comenzaron a llorar en silencio.
Jessica se quitó la peluca oscura en cuanto la odiosa directora del centro donde tenían a los pequeños hijos de la putita, los metió dentro del coche.
Los niños no habían preguntado nada y aquello la hizo violentarse aún más.
Queria verlos sufrir. Le importaba un bledo que fueran niños.
Lo mas importante es que eran los hijos de la maldita de Isabella Swan y de “ su marido”; porque Edward Cullen era su marido; pesase a quien pesase.
Habia tomado camino a Dempsey; un pequeño pueblo, donde su padre tenia un pabellón de caza.
Desde allí; llamaría a Edward y le haría ir para conocer y despedir a sus hijos.
Bufó disgustada; mientras se limpiaba las lagrimas que surcaban sus ojos.
Tenia a toda la policía de Londres y alrededores detrás de ella y aquello la ponía en una complicada situación.
Todo se acaba:…pero nunca pensó que se acabara tan pronto para ella…
….Claro que si acababa para ella; se acabaría para todos los que habían hecho de su vida un maldito infierno los últimos años.
Todo comenzó el dia que Edward le habló de ella.
Algo en su interior le dijo que aquella maldita zorra, estaba todavía en el mundo de los vivos…y decidió emplear todo lo que tenia en su mano para encontrarla y alejarla para siempre de Edward.
Rió como una loca, al recordar como la casualidad hizo que la encontrara.
Queria darle hijos a Edward; y antes de casarse quemó el ultimo cartucho que tenia a su alcance.
FLASH BACK
Habia una prestigiosa clínica privada en Carnaby .
Era de medicina familiar. Pero estaban muy avazados en tratamientos de fertilidad.
Mientras caminaba por los pasillos, antes de dar con el mostrador de la consulta de fertilidad; unos niños llamaron su atención.
Apenas tendrían tres años ; corrian nerviosos de un lado a otro, hasta que toparon con ella.
Los ojos de uno de ellos se encontraron con los de Jessica y ella notó que le faltaba la repiracion.
La voz de una mujer la devolvió al mundo real.
Alzó el rostro y la vió.
Pelo castaño chocolateado, menuda, piel blanca; tanto que parecía transparente….
-Mamá…
El niño despegó los labios para dirigirse a ella.
Jessica mantuvo su mirada fija y recorrió con los ojos la dirección de la mujer que llevaba a su hijo en los brazos.
Avanzaba hacia una sala de espera y decidió seguirla.
La mujer se sentó al lado de otra, una mujer de rasgos muy distintos a ella. Piel olivácea, con cabellos negros y ojos tan oscuros como el carbón.
Jessica se sentó en una de las sillas vacantes y esperó a que hablaran entre ellas.
-Es un simple resfriado, no te preocupes…todos los niños tienen que crear defensas; nena.
-Si; ya lo sé. Leah. Pero no puedo evitar preocuparme por ellos…son tan pequeños; y no están conmigo. Si todo fuera normal…
La mujer llamada Leah, cogió la mano a la castaña.
-Yo estoy contigo; tu tia está contigo, Jake, está contigo. ¿Qué mas quieres?
Ella se quedó un momento pensativa.
-Llevas razón; Leah.
-¿Cuántos días te quedaras con ellos, Bella?
“Bella”,
“Bella”
“Bella”
No era posible.
-¿Edward y Jake Swan?.- la voz de megafonía, se perdió en la mente de Jessica.
Vió como Bella se levantaba y cogia a sus dos hijos de la mano.
“Edward y Jake Swan”
Los hijos de Edward…de Edward…
Salió de allí como alma que lleva el diablo .
Supo todo de ella. Todo.
Pero no contaba con que Edward la encontrara de aquella manera; siendo el Cisne Negro.
Se rió recordando la cara de obtuso que puso al decirle la verdad sobre su amor. Honesto y tierno.
Pero aún y asi; algo le decía que Edward habia perdonado a Bella.
Que aquella mujer a la que odiaba con todas sus fuerzas, le habia dado todo lo que ella no habia podido: amor y semillas…
…Las semillas de él mismo germinando en ella.
Ella era una piedra. Una cosa yerma que no tenia nada en su interior.
FIN DEL FLASH BACK
Volvió a restregarse los ojos con el puño y dio un volantazo; perdiendo el control del coche por unos momentos.
Los niños gritaron y ella se giró; dirigiéndoles una sonrisa de lobo; hambrienta de maldad.
-Pronto veréis a vuestro padre.- les dijo, cambiando de marcha y conduciendo como una autentica tarada.
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Erick Nortman aparcaba su Sedán ultimo modelo, justo de frente al jardín de Bella.
Frunció el ceño, al ver otro coche estacionado en el mullido césped del interior.
Puso la alarma del auto y avanzó hacia la puerta de la entrada.
Picó al timbre y esperó pacientemente.
La puerta se abrió y al ver quien lo recibía, rechinó entre dientes.
-¿Qué mierdas haces aquí?.- le espetó duro; juntando su pecho con el de su contrincante.
-Algo que tú no harás jamás.- inquirió Edward; con la mirada llena de odio.
-¿Erick?.- la voz de Bella.
Edward se apartó y Erick la miró de arriba abajo; respiró hondo para dejar escapar el dolor que sentía su corazón.
Estaba diferente. Como un dia la vió, en aquella fiesta en casa de Cullen.
Hermosa, inocente y feliz. Muy feliz.
Comprendió en seguida; lo que significaba aquello, y le sonrió, creando un vinculo de conexión para que ella comprendiera.
El sonido del teléfono; los dejó solos a Edward y a él.
-No te la mereces.- dijo Erick, entrando al salón y mirando duramente a Edward.- Por muchos años que vivas; nunca te la mereceras. Has tocado las alas de un angel ; después de haber caído y has vivido para contarlo. ¿Sabes lo que te envidio, Edward Cullen?
Edward, miró por primera vez con respeto a aquel muchacho rubio. Bajó la cabeza con humildad y se abrazó a si mismo, incontrolado por la felicidad.
-Lo sé. Y me levantaré todos los días jurándole amor eterno. A ella y a mis hijos…
-¡Noooooo!.- la voz de Bella hizo que ambos corrieran hacia su encuentro.
Ella estaba en el suelo; con el teléfono en la mano y Leah, pegando gritos como una loca, al otro lado del auricular.
Erick cogió el aparato mientras Edward intentaba de reanimar a Isabella; que yacia en el suelo desmayada.
-¿Con quien hablo?. – Erick , hablaba con la vista puesta en el cuerpo inerte de Bella.
-¿Erick? Soy Leah. Jessica Cullen se ha llevado a los niños….ha raptado a los niños haciéndose pasar por Bella…¿Está el hijo puta de Edward Cullen ahí? ¡Desgraciado! ¡Porque tuvo que aparecer!....
Erick soltó el teléfono y caminó hacia Edward demente. Lo cogió por la pechera; lo levantó y le asestó un puñetazo en la mandibula, una patada; lo mando al otro lado de el salón dando tumbos.
Edward se revolvió ensangrentado y quiso defenderse. La voz de Bella; desconsolada y rota, no le dejó.
-Se ha llevado a los niños; Edward. Tu esposa ha secuestrado a mis hijos…
Continuará…..
Juuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!
Madre mia!! No me maten ok???
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