Alguien acariciaba mi cabello, con demasiada sutileza, esa caricia se sentía tan bien, sentía tranquilidad y paz con ese leve toque tan delicado, tan especial, que me hacía sentir escalofríos, me deje apapachar por esas manos que me hacían sentirme así, como una niña pequeña.

-Eres muy bonita – era la voz de él. Llegue a pensar que soñaba con ese toque – Tu cabello es suave – hablaba conmigo como si estuviera despierta - Ya me es difícil tenerte aquí, tan cerca.

Me removí en la cama, el aparto su mano, abrí mis ojos y sus ojos estaban en mí. Había mucha oscuridad en aquella habitación, pero fuera de la oscuridad podía ver sus ojos.

-¿Qué haces aquí? – dije adormilada.

-Perdón si te desperté.

-No te preocupes, ¿Qué hora es?

-Las cuatro de la mañana – me senté en la cama, frotando un poco mis ojos, cuando iba a prender la luz, el me lo impidió – No.

-¿Por qué no? – su toque me quemaba.

-Por qué no traigo mi mascara.

-¿No la traes? – trate de acostumbrarme a la oscuridad y tratar de verlo, pero no podía ver muy bien su rostro - ¿Por qué no?

-Ya te lo he dicho es cansado traerla todo el día.

-Me gustaría verte a la cara.

-¿Por qué?

-Porque, quiero ver si tu rostro es como lo imagino.

-No creo, ¿Cómo crees que es?

-No te lo diré – hubo un corto silencio - ¿Cómo eres? Por favor dime un poco.

-Las chicas dicen que soy muy guapo y no es por alardear, pero eso es lo que dicen.

-¿Y tú que dices?

-Que soy un chico normal, no me considero guapo, solo normal.

-¿Qué es normal para ti?

-No lo sé Bella –dijo frustrado –Pareces una niña de seis años.

-Soy muy preguntona ¿verdad?

-Solo un poco, pero lo suficiente para sacarme de mis casillas.

-Lo siento pero así soy.

-Lo sé y así me gustas.

-¿Perdón?

-Nada, ¿No quieres dormir?

-No.

-¿Ya no tienes sueño?

-No, se me fue ¿y tú?

-No, también se me fue.

-¿Por qué estabas aquí?

-No tenía sueño y quería ver si estaba todo bien contigo.

-¿Por qué te quedaste?

-¿Ves lo que te digo? – Soltó una risilla – Porque me agrada verte dormir, pareces un ángel.

-¿Ya me has visto antes dormir?

-Sí, desde que llegaste aquí te he visto dormir.

-¿Cuántos días ya han pasado?

-SI mal no recuerdo, ya va como una semana.

-Que rápido

-SI lo sé, espero que ya todo esto se solucione.

-¿Crees que soy bonita?

-Me escuchaste

-Así es, tus palabras me despertaron a la realidad.

-Si eres muy bonita, una belleza completamente natural y no solo eso, si no que hermosa por dentro.

-¿De verdad piensas eso?

-¿Por qué no pensarlo? ¿Tú no piensas eso de ti?

-Solo a veces.

-¿Cómo que a veces? – sentí que se acomodaba en la cama.

-¿Has visto a las demás chicas? – hice como que me acercaba a su oído, pero no estaba segura de haberlo hecho.

-Si claro que las he visto, ¿Qué tienen?

-Son mucho más bonitas que yo.

-Te afecto que tu novio te dejara por otra ¿no?

-Solo un poco.

-¿Solo un poco?

-Bueno si en afecto, me hizo pensar que no soy lo suficientemente bonita.

-Eres una tonta al pensar eso

-¿Me dijiste tonta?

-Si, por que tú eres hermosa, no deberías de estar pensando en eso, eres mucho más bonita que todas las chicas que andan por ahí.

-¿Lo crees?

-Claro que lo creo. No importa la envoltura, si no el contenido, nunca lo olvides

-¿Tú te fijarías en mí?

-Sin dudarlo dos veces. ¿Y tú?

-No conozco tu rostro.

-¿Y te importa?

-No la verdad no. Importa el contenido, no la envoltura.

-Cierto

-Pero, es evidente que me gustaría conocer por lo menos el rostro de la persona de la que estoy enamorada.

-Dudo que eso pase.

-¿Por qué lo dudas?

-Somos dos personas completamente diferentes, aparte soy tu secuestrador.

-Pareces todo menos un secuestrador.

-Acaso quieres que te tratemos como a una secuestrada.

-No por supuesto que no, me gusta cómo me tratas.

-Demasiado blando, ¿Verdad?

-Me haces creer que eres una buena persona y de buenos sentimientos, cuéntame tienes alguna pretendiente por ahí, alguna novia, estás enamorado o algo.

-No tengo novia, pretendientes muchas, pero no llenan los requisitos y enamorado sí creo que sí, estoy enamorado.

-¿Quién es la chica?

-Una de mi escuela.

-¿Estudias?

-Si claro que estudio, bueno interrumpí mis estudios porque ya no los pude pagar, problemas económicos.

-¿Qué estudiabas?

-Medicina.

-Aburrido.

-No lo es, bueno no para mí.

-Es aburrido para mí, pero debo suponer que es tu pasión.

-Así es, lamentablemente ya no tengo para pagar mis estudios.

-¿Por eso hiciste esto?

-No, como te lo dije es para salvar la vida de mi padre.

-¿Qué paso con él?

-Supimos que tiene un tumor en la cabeza, han tenido que internarlo quirúrgicamente, necesitamos el dinero para todos los gastos médicos.

-¿Son pobres?

-Ahora lo somos, no lo éramos, no entrare en detalle.

-Ok, ¿Cómo está tu padre ahora?

-Mejor que antes. Ya lo han operado y parece ser que todo ha dado buenos resultados, tenemos que esperar, pero tenemos que pagar.

-¿Tus hermanos no trabajan?

-Los tres lo hacemos, pero es demasiado dinero lo que necesitamos.

-¿Por qué yo?

-¿Por qué no?

Ambos suspiramos al mismo tiempo. Hubo un silencio agradable, la corriente eléctrica se sentía entre nosotros a pesar de la distancia que había entre nosotros.

-Quiero ver tu rostro – susurre, pero él me escucho.

-¿De verdad?

-Si me da curiosidad.

-Puedes tocarlo e imaginarlo.

-¿Me dejarías tocarlo?

-Por supuesto.

Los dos nos acomodamos en la cama, uno frente al otro, sus ojos lo único que podía ver.

-Puedes hacerlo, no te morderé.

Mis manos temblaron y lentamente se acercaron a su rostro, su piel era tan suave, mis manos recorrieron cada parte de su rostro, sin perderse algún detalle de él, toque sus labios, sus mejillas, su mentón, ojos, todo de él, hasta me atreví a pasar mis manos por su cabello.

Esto era tan mágico e inexplicable.

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Nuevo capitulo como lo prometí...sigan visitando