Amor Bandido

Autor: belibeli
Género: Romance
Fecha Creación: 11/04/2015
Fecha Actualización: 17/09/2015
Finalizado: NO
Votos: 6
Comentarios: 13
Visitas: 28182
Capítulos: 22

Un secuestro cambio mi vida por completo. ¿Quién iba a pensar que me iba a enamorar de quien me robo mi libertad?. Es de locos creer esto, pero asi fue me enamore de el. Se convirtió en mi amigo durante el tiempo que estuve encerrada; cuando fui libre lo único que quería era volver a su lado, pero por cuestiones de la vida no fue asi, seguí con mi vida, dejando atrás ese episodio, que para muchos seria traumático, pero para mi fue lo mejor que me pudo haber pasado. Todo iba en orden en mi vida, pero de repente tuvo un giro de 180º grados cuando el reapareció, ¿Quién iba a pensarlo no? Quien iba a pensar que la vida lo pondría frente a mi de nuevo. Fue en ese momento cuando vi su rostro por primera vez. Parecía que todo esto era un amor real, sincero y perfecto, no me importaba que el hubiera sido mi secuestrador, yo lo amaba con cada fibra de mi ser y el lo hacia de la misma manera, solo eso bastaba para ser felices. Pero todos fueron crueles con el, a nadie le importo que esto fuera un amor verdadero, me destrozaron el corazón. Se decía que era un “AMOR BANDIDO”

Quiero agradecer a Looree Rojas♥ por permitir que publique su historia, los créditos son para ella y su pagina(https://www.facebook.com/pages/Estoy-irrevocable-e-incondicionalmente-enamorada-de-la-saga-Twilight/150005105103464) visiten y ayuden con un Me Gusta.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 11: Volver a casa

 

POV. BELLA

En cuanto vi su carro desaparecer de la nada, me deje caer de rodillas y llorar como una completa loca. Me sentía como una estúpida, como una niña que había perdido su juguete preferido, la soledad y el vacío se incrustaron en mi pecho, yo me había enamorado de él y el de mí, ¿en qué momento había pasado? ¿Por qué el? De tantas personas en las que pude enamorarme tuvo que ser exactamente mi secuestrador, y es que simplemente él era tan especial, su forma de tratarme, cuidarme, todas esas horas que compartimos en estos casi dos meses, fueron suficientes para que él se ganara mi corazón por completo.

Pero ahora, ¿Qué había ahora? Solo había un corazón en busca de amor y cariño, algo que se había llevado aquella persona, que solamente sabía su nombre, pero casi nada de él, ¿y el de mí? Él lo sabía todo de mí, ¿se atrevería a buscarme para luchar por el amor que siente por mí? La respuesta fue negativa en cuanto recordé sus últimas palabras “TE DESEO LO MEJOR” todo estaba dicho en esa corta y triste frase, el no volvería a mi vida una vez más.

Permanecí ahí tirada, llorando toda mi frustración, ni siquiera me había entusiasmado ya la idea de saber que era libre, que todo volvería a ser como antes, ¿de verdad todo volvería a ser como antes? No por supuesto que no, mi vida ya no volvería a ser la misma que antes, nada volvería a ser como antes, ya no era libre, mi corazón ya no era libre como hace dos meses atrás, ahora estaba atado a un hombre con mascara, un hombre que me había enamorado con su mirada.

El atardecer ya se estaba asomando por el horizonte, yo ya no podía permanecer ni siquiera un segundo más aquí en este lugar solitario, tragándome aun las lágrimas que se aferraban por salir, me levante de ahí, limpiando bruscamente las pocas lagrimas que había por mi rostro, sacudí un poco mi ropa, estaba completamente sucia.

Camine por horas y horas, en un principio me perdí por las calles de Londres, perecía como una turista que no sabía por dónde andar, me encontraba tan perdida, la gente que pasaba a mi alrededor me miraba como su fuera una loca o una vagabunda, pero no lo era, simplemente quería llegar a mi hogar.

Tras un largo y extenuante viaje llegue a mi destino, todas las luces de mi casa estaban encendidas, podía verse mucho movimiento dentro de ella, llego la nostalgia, parecía que llevaba años fuera de ella, la veía diferente, no la veía igual a la última vez en que la vi.

Toque, pero ni siquiera toque dos veces y ya me estaban abriendo la puerta. Fue mi madre la que me abrió, se quedó perdida observándome, parpadeando un par de veces. Mi hermosa madre se veía tan demacrada, sus ojos hinchados y rojos, unas enormes ojeras en sus ojos. Me sentí culpable por ello, porque yo pensando en no volver a casa, en quedarme con él, con quien robo todo de mí.

-¿Eres tu mi cielo? – me acaricio mi mejilla. Su calor, su cariño, ahí me di cuenta de cuanto había extrañado el cariño de mi madre.

-Soy yo mamá – mi voz salía a penas.

-¿No es un sueño? – cerro fuertemente los ojos.

-No mamá, aquí estoy de nuevo a tu lado – me aferre a sus brazos, necesitaba sentirla conmigo, necesitaba saber que ella estaría a mi lado, que me ayudaría a salir de este dolor que había en mi pecho. Nos abrazamos fuertemente, hasta casi sentir que nuestros brazos se nos desgastaron, lloramos como dos pequeñas.

-Te extrañe mucho mi niña hermosa, estos dos meses han sido un verdadero martirio sin ti – se separó de mí, para mirarme a los ojos – Dime que no te hicieron nada malo.

-No me lo hicieron madre – conteste rápidamente, pero ella me quedo mirando, solo la vi negar.

-Tus ojitos se ven diferentes, brillan, pero no con la misma calidez de antes.

No le dije absolutamente nada, ella podía darse cuenta de tantas cosas, con tan solo mirarme a los ojos. Entre más a la casa y había más gente de la que pudiera recordar, mi hermana, mi padre, Rosalie, Jake y un par de personas más que no recordaba o no conocía. Me vinieron a recibir rápidamente y cada uno lloro en mi hombro, yo los acompañe en las lágrimas.

-Volviste mi Bella – me dijo Jake separándose de mis brazos.

-Tenía que volver ¿no?

-Han sido unos días muy largos y dolorosos, nos has dado un gran susto.

-Estoy de vuelta – me limite a decir, encogiéndome de hombros.

-Hija – hablo papá – Los policías quieren hacerte un par de preguntas, por favor acompáñanos.

-Lo siento Jake, ahora vuelvo.

Fui al despacho de mi padre, ahí adentro había unas personas con sus uniformes de policía, me puse nerviosa rápidamente, sabía lo que venía, pero ¿sería capaz de decir lo poco que sabía de ellos?

-Señorita Swan un gusto tenerla de vuelta soy el detective Jenks – estrechamos nuestras manos.

-Mucho gusto señor.

-Me gustaría hacerle un par de preguntas señorita.

-Claro detective.

-¿Vio el rostro de alguno de sus secuestradores? – Negué - ¿Escucho algo? ¿Un nombre? ¿Algo?

-No todo el tiempo me tuvieron excluida, casi nunca estaban conmigo – trate de estar calmada, que los nervios no se notara cuando hablaba.

-Bien. ¿Vio a qué lugar la llevaron?

-Todo el tiempo permanecí con mis ojos vendados, no tenía noción del tiempo.

-¿Segura que nunca vio nada?

-Completamente segura

-Le mostrare unas fotos – saco unas cuantas fotos de su portafolio y me las tendió, mire con cautela cada una de ellas - ¿Cree que podría ser alguno de ellos? Por favor si vio el rostro, algún tatuaje, simplemente algo, díganos, es de suma importancia saber todo, tenemos que encontrarlos – me perdí viendo las fotos, no ninguno era, no era como la persona que yo había imaginado, mi vista se clavó en una foto, era un hombre con unos ojos verdes, como los de él, pero su mirada se veía tan maligna, con odio, esa no era la mirada de Anthony. El investigador vio que me quede viendo aquella foto y la tomo en sus manos - ¿Es él? – me puso la foto frente a mí.

-No lo sé. No le digo que nunca vi su rostro, ¿Cómo sabré si es el o no?

-¿Por qué algo me dice que estas mintiendo muchacha?

-No tengo por qué hacerlo. Me privaron de mi libertad, ¿Cómo podría guardarme información importante?

-Dímelo tú.

-He dicho todo lo que se, papá me iré a mi habitación.

No espere a que el me dijera si podía salir o no, simplemente Salí de ahí enojada a más no poder. Frustrada. Todos me quedaron mirando al verme salir así, pero no me importo, solo me dirigí a mi habitación y me encerré ahí, apenas abrí la puerta, recordé el último momento que estuve ahí. Cerré los ojos. Él estuvo aquí, en mi habitación.

Me deje caer en la cama y llore, tanto, deje que mis ojos se descargaran, llore mares de lágrimas de desolación, por todo esto, por el amor que sentía y que no podía decir, por un amor que simplemente no era y que ya no iba a existir más que en mi memoria.

-¿Puedo pasar? – toco Alice a mi habitación.

-Adelante – me acomode en mi cama, limpiando las lágrimas, se sentó a un lado mío, solo mirándome.

-Eh visto antes esos ojitos tristes – limpio las lágrimas que salían aun - ¿Quieres decirme algo?

-Creerás que estoy loca.

-Puedes contarme lo que sea – tomo mi mano entre las suyas - ¿Qué paso halla Bella?

-Conocí a la persona más hermosa del mundo – lo dije en un susurro no quería que alguien me escuchara. Alice se tensó cuando me escucho decir aquello.

-¿Qué dices?

-Me enamore Alice, parecerá una locura, pero así fue.

-¿Quieres decir que te enamoraste de tu secuestrador?

-Por dios Bella, ¿Cómo pudo suceder eso?

-No lo sé – la solté de las manos y las pase por mi cabello – Ni siquiera yo misma se cómo pudo suceder aquello.

-Quiero que me cuentes todo, absolutamente todo.

Le conté todo a Alice, sin brincarme algún detalle, bueno no, me ahorre unas cositas, como su nombre y todo lo referente a su familia; a veces reía, se enojaba o simplemente se confundía más por todo lo que le estaba contando.

-Definitivamente tú estás enamorada de ese chico Bella. Pero ¿Cómo? Ósea Bella, nunca le viste el rostro, solo haz visto sus ojos y haz platicado con él.

-Yo me enamore del contenido, no de la envoltura, para mí él es hermoso, aunque no sepa como es.

-Supongo que no le dijiste nada de esto al investigador.

-Claro que no, ¿Qué dirán de mí? Pensaran que soy una loca.

-Es que lo eres Bella.

-Sabes que es lo peor del caso.

-¿Qué?

-Que él también se enamoró de mi – abrió sus ojos como platos – Pero seguramente él lo dejara pasar y no luchara por el amor que siente por mí.

-¿Tú le dijiste lo que sentías?

-Claro que no, porque no me dio tiempo.

-¿Crees que algo hubiera cambiado?

-Sí, yo digo que sí, no lo sé.

-¿Qué hay de Jake?

-Por favor Alice – me pare de la cama – No me hables de él, no se siquiera lo que siento o quiero y tú me hablas de él.

-Solo quiero que seas razonable Bella, puede ser que no estés enamorada de ese chico.

-Pero tú dijiste que… -me interrumpió.

-Me puedo equivocar.

-Déjame quiero estar sola.

-Papá y mamá quiere que hagas tus maletas.

-¿Para qué?

-No piensan tenerte aquí después de lo que paso. Solo será un corto tiempo, hazlas no los hagas enojar con que no quieres, ya suficiente tuvieron estos dos meses – se escuchaba molesta – Puedo entenderte a veces hermana, pero no puedo entender cómo es que preferías estar allá encerrada con ese que no conoces nada, a estar con tu verdadera familia.

Salió enojada, tenía razón en estar, sin decir nada o protesta hice lo que Alice me dijo guarde todas mis cosas, me di un baño rápido y Salí. Papá y mamá ya me esperaban, con unos grandes hombres, que me escoltaron a la puerta.

Salí de ahí destrozada, triste, devastada, como la vida te cambia en un segundo. Mire a la calle, un carro pasaba lento por el frente de mi casa, mi corazón se aceleró, por un momento creí que era el, algo me decía que era, lo podía sentir. No él no era, negué una y otra vez. ¿Oh si? Mi corazón podía sentir que sí y de ser así esa fue la última vez que lo vi.

 

 

-----------------------------------------------------------------------------------

Pobre bella.

Alice tendra mucho que ver en parte de la historia.

 

saludos.

Capítulo 10: No lo pude evitar Capítulo 12: Nada es igual

 
14437306 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10756 usuarios