Amor Bandido

Autor: belibeli
Género: Romance
Fecha Creación: 11/04/2015
Fecha Actualización: 17/09/2015
Finalizado: NO
Votos: 6
Comentarios: 13
Visitas: 28194
Capítulos: 22

Un secuestro cambio mi vida por completo. ¿Quién iba a pensar que me iba a enamorar de quien me robo mi libertad?. Es de locos creer esto, pero asi fue me enamore de el. Se convirtió en mi amigo durante el tiempo que estuve encerrada; cuando fui libre lo único que quería era volver a su lado, pero por cuestiones de la vida no fue asi, seguí con mi vida, dejando atrás ese episodio, que para muchos seria traumático, pero para mi fue lo mejor que me pudo haber pasado. Todo iba en orden en mi vida, pero de repente tuvo un giro de 180º grados cuando el reapareció, ¿Quién iba a pensarlo no? Quien iba a pensar que la vida lo pondría frente a mi de nuevo. Fue en ese momento cuando vi su rostro por primera vez. Parecía que todo esto era un amor real, sincero y perfecto, no me importaba que el hubiera sido mi secuestrador, yo lo amaba con cada fibra de mi ser y el lo hacia de la misma manera, solo eso bastaba para ser felices. Pero todos fueron crueles con el, a nadie le importo que esto fuera un amor verdadero, me destrozaron el corazón. Se decía que era un “AMOR BANDIDO”

Quiero agradecer a Looree Rojas♥ por permitir que publique su historia, los créditos son para ella y su pagina(https://www.facebook.com/pages/Estoy-irrevocable-e-incondicionalmente-enamorada-de-la-saga-Twilight/150005105103464) visiten y ayuden con un Me Gusta.

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Capítulo 3: La llamada

 

 

POV. BELLA

Dos días aquí encerrada. No sabía qué hacer, me sentía extremadamente estresada, al no poder salir de aquí, de no poder ver el sol y estar solamente en la oscuridad. Sabía que ya habían pasado tres días desde mi secuestro por que aquel muchacho que cuidaba de mí, me tenía informada de los días que pasaban, màs no me decía si era de día, tarde o noche, andaba un poco perdida. Él no hablaba, ya no me dirigía la palabra más que para lo necesario.

Me quedaba dormida, cuando escuche la puerta abrirse, mis sentidos se alarmaron rápidamente.

-¿Estas despierta? – dijeron desde la oscuridad.

-Estaba, tiempo pasado – dije molesta, me sentía agotada física y mentalmente.

-No quise despertarte lo siento.

Me quede callada, no quería hablar y mucho menos con él. Tenía tantas ganas de llorar, de sacar mi frustración, pero lo tenía atorado, no podía llorar.

-Hablaras con tus padres – dijo dudando un poco.

-¿De verdad? – no pude evitar que la emoción se hiciera notar en mi voz.

-Sí, pero solo por un momento.

Aguarde silencio, el único sonido que se escuchaba era el de él marcando el número, segundos después se escuchaba el tono de la línea. Esperaba impaciente, con los nervios de punta y el corazón latiendo a mil por hora, mi corazón se detuvo cuando escuche la voz de mi madre.

-¿Bueno? – podía escuchar la tristeza en su voz, me quede callada, la voz no salía - ¿Bella? ¿Hija? ¿Eres tú? – sonaba desesperada.

-Mamá – logre decir. Un solloso se me escapo.

-Oh hija… - mamá se descompuso y comenzó a llorar, me sentía demasiado impotente al escucharla de esa manera y no poder estar a su lado para abrazarla y consolarla, pero sobre todo ser yo la causante de ese dolor que está sintiendo - ¿Dónde estás mi niña? ¿Estás bien?

-No sé dónde estoy mamá… me tienen en un lugar muy oscuro.

-¿Te han hecho algo? ¿Te han tratado mal?

-No mamá, estoy bien me han trato bien.

-Mi niña….- callo

-Mamá por favor no llores, estoy bien dentro de lo que cabe, te prometo que pronto estaré de nuevo con ustedes… - la llamada se terminó, el teléfono ya no estaba en mis manos.

-Lo siento – dijo esa voz – Tenia que terminar la llamada.

-¿Por qué me hacen esto? Son unas personas miserables, son unos malditos, ¿privar de la libertad de alguien? Deberían ganarse la vida decentemente.

-Era necesario.

No conteste, no dije nada más, rompí en llanto, la amargura me atravesó el alma. Derrame todas esas lágrimas que me trague durante días.

Era tan contradictorio todo lo que sentía en este momento, por una parte sentía repulsión y un poco de odio hacia estas personas que me habían robado mi libertad, que me tenían en esta oscuridad, pero por otro lado también estaba esa tranquilidad, ¿Por qué me sentía tranquila en este lugar? ¿Por qué no tenía miedo a salir lastimada? Tal vez una parte de mí, me decía que ellos no se atreverían a hacerme daño, pero ¿Y si me lo hacían? No se podía confiar en estas personas, pero de cierto modo yo lo hacía.

-No llores por favor – sus manos acariciaron mi rostro, tratando de borrar las lágrimas que salían, su toque fue especial, delicado, como si temiera a hacerme daño, me acariciaba como si fuera una muñeca de porcelana que temiera romper, se sintió tan especial eso me dio miedo, porque sentí cariño, ¿Por qué sentí cariño por una personal como él? ¿Por qué sentir esa corriente que atravesaba toda mi espalda? No quería que el me tocara, que me abrazara, porque me sentía confusa, pero ahora solamente quería que alguien me consolara en esta tristeza, que ya hace tiempo no sentía, pero no quería que quien me consolara fuera el, ¿Contradictorio no? Si tal vez sí, no sabía que quería, pero deje que él me envolviera en sus brazos, descargue todas mis lágrimas sobre su pecho, era musculoso podía sentirlo. -¿Te sientes mejor? - Oía el susurro de su voz un poco lejos, a pesar de tenerlo tan cerca.

-¿Por qué me tratas así? – me separe de su cuerpo y sentí el vacío de nuevo - ¿Por qué me tratan bien, cuando me tienen secuestrada?

-No queremos hacerte daño – sentí que apartaba un mechón de cabello de mi rostro – De verdad que no queremos.

-Lo hacen – aparte bruscamente su mano de mi rostro – Lo hicieron desde el momento en que me apartaron de mi familia, desde el momento en que me robaron mi libertad – las lágrimas aparecieron de nuevo – Solo quiero salir de aquí, solo quiero irme.

-Solo será un corto tiempo.

-No me interesa, no quiero estar ni siquiera un segundo aquí.

-Entonces lo siento mucho – sentí que se levantaba – Tendrás que aguantarte por que tú de aquí no saldrás.

-¡TE ODIO!

-Que lamentable el odio no es mutuo.

El azote de la puerta me hizo saber que él ya me había dejado sola de nuevo. Me sentía derrumbada, ¿De nuevo sola? ¿De nuevo en la soledad y la oscuridad? Recuerdos de un pasado triste, regresaron, recuerdos que ya eran parte del pasado y no tenían nada que estar haciendo en mi presente. Aún recuerdo aquel accidente, como si hubiera sido ayer. Él se fue con ella, él me había engañado, murió y ninguna explicación tuve. Cerré fuertemente mis ojos. No tengo por qué pensar en eso, no ahora, él se fue de mi vida, él había muerto, no me quería y yo a él tampoco, no quedaba nada, ni una pizca de aquel amor que sentí por esa persona.

Me quede dormida con el frio recuerdo de él. Mas días pasaban, seguía aquí a ciegas. Sin ver el mundo exterior, sin saber de mi familia, sin saber nada de nada, el joven que me cuidaba ya no hablaba de nuevo conmigo, ahora solamente me traía mi comida y eso era todo, me hacía compañía un rato y ya.

-¿Ya no me vas a hablar? – no podía verlo, pero sentía su presencia y su mirada fija en mí.

-Dijiste que me odiabas, así que no pienso molestarte.

-Estoy frustrada, enojada, ¿Cómo te sentirías tu si te tienen encerrada? ¿Si te alejan de tu familia? ¿Tienes familia no?

-No es de tu incumbencia – dijo molesto.

-Ya lo sé, pero ¿Qué sentirías si te alejan de ella por mucho tiempo? – Se quedó callado – Ahora entiendes lo que yo siento.

-Solo de cierta manera te puedo entender.

-No me importa – volví a comer, estaba delicioso lo que comía.

-Tu padre no quiere pagar tu rescate – el tenedor se me callo de la mano.

-¿Qué dices?

-Lo que oyes no lo quiere pagar, tiene la esperanza de que la policía nos agarre y no tener que pagar ni un peso.

-Mi padre no haría eso – dije segura de lo que decía.

-Si claro ya lo veremos, tu padre es un tacaño, un ambicioso.

-Tú no lo conoces, así que no puedes decir eso.

-Claro que lo puedo decir, porque si conozco a tu padre – hablo con desprecio – Y lo conozco más de lo que tú lo conoces a él.

-No claro que no y ya no quiero hablar de eso. Ahora exijo que me lleves a un baño, tengo días encerrada aquí y quiero darme un baño, el baño que está aquí es verdaderamente asqueroso.

-Es el único lugar en el que te podíamos tener.

-Bueno me llevas a otro lugar, me urge darme un baño, me siento asquerosa.

-Iré a consultarlo.

Espere por un tiempo interminable a que el volviera. No volvía. Me sentía desesperada, ¿Tan difícil y complicado era llevarme a otro lugar donde pudiera asearme?

La puerta se abrió de golpe y por primera vez en varios días la luz entro a aquella habitación. Me dolieron mis ojos. La luz me cegó. Eso fue lo que les sirvió a ellos para poderme vendar los ojos.

-Es necesario – dijo su voz.

No puse resistencia. Me deje guiar por él, no sé dónde estábamos, pero definitivamente olia mucho mejor, a donde me tenían encerrada.

-¿Dónde estamos? – seguíamos caminando, había un silencio sepulcral y temeroso ahí.

-No te lo puedo decir.

-¿No saldremos de aquí verdad?

-No, es en el mismo sitio pero diferente lugar. Una puerta se abrió. Caminamos un poco más, casi caigo al tropezar con algo.

-Lo siento – hablo y continuamos caminando. Una puerta más se abrió – Siéntate aquí – me vi sentada en algún lugar – Te quitare la venda de los ojos.

-Ok

Deje que él me quitara la venda de los ojos, me costó un poco acostumbrarme a de nuevo a la luz, pero cuando lo hice quede en shock al ver esa mirada tan penetrante sobre mí. Una mirada verde que nunca antes había visto. Me atravesaba el alma.

 

 

 

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Bueno aqui traigo una nueva historia, espero que les guste y se las recomiendo.

espero sus comentarios, visitas y si les gusta la historia ayuden con un votito :) 

*Creo que saben quien es el secuestrador o no??

Capítulo 2: Oscuridad Capítulo 4: Sus ojos

 
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