POV BELLA

Llegue a casa aturdida, haber escuchado aquella voz tan parecida a la de él, me era un poco perturbador, en esta paz que ya sentía en mi interior.

-¿Te ocurre algo Bella? – Alice apareció frente a mí de la nada – Te vez muy pálida, ¿viste un fantasma o qué?

-No. Todo bien – le sonreí caminando directo a mi habitación.

-¿Qué tal con Jake? – de repente ya la tenía a un lado mío siguiendo mis pasos.

-Se puede saber cómo es que sabes que estaba con él– me detuve en la puerta de mi habitación.

-Uno se entera de todo – me guiño un ojo, entrando después de mí.

-¿Están confabulados tú y Rose cierto? – no contesto, solo me miro – Si ya creo que sí, demasiadas coincidencias en tantas cosas.

-No te enojes, pero es que Rose y yo morimos por verlos juntos cuanto antes.

-¿Cuál es la urgencia por aquello?

-Bueno Bella, tú y el hacen una excelente pareja.

-¿Siempre la tratas de hacer de cupido?

-Solo cuando le veo futuro a la pareja.

-Deberías tratar de no meterte en la vida de los demás

-¿Te molesta lo que hago?

-Creo que tú y Rose deberían darnos nuestro tiempo a mí y a Jake, las cosas se irán dando poco a poco.

-¿Tiempo? Bella por favor el lleva intentándolo desde hace como cinco años y tu simplemente nada.

-Por qué no se puede forzar algo.

-¿Cómo le hizo él? – Me pare en seco, sabia a lo que se refería – Solo te tuvo dos meses y le fueron suficientes para tenerte como una loca, buscándolo por todos lados.

-No lo sé y Alice, no lo menciones, eso ya fue algo del pasado.

-¿Aun te duele cierto? Aun te duele no haberlo encontrarlo.

-Solo fue un capricho, no significo nada.

-Puedo ver que aun piensas en el ¿Me equivoco?

-No, no te equivocas, pero simplemente es la curiosidad la que me pica.

-¿Curiosidad?

-Curiosidad no tener el rostro de él.

-¿Solo eso?

-Así es.

-¿Qué harías si lo encontraras de nuevo?

-¿Cómo sabré que lo encontré de nuevo? No tengo su rostro Alice.

-Pero platicaste con él por horas, reconocerías su voz.

-Su voz siempre estaba distorsionada, nunca reconocería su voz.

-Sus ojos, me dijiste que sus ojos eran inconfundibles.

-Exacto, pero pensándolo bien, hay muchas personas con ojos verdes.

-Así que tiene ojos de color verde. Interesante.

-Alice por favor ¿a qué viene el interrogatorio?

-Solo quiero saber cómo ha sobrellevado esa situación

-Son dos años Alice, pienso que la he sobrellevado bien.

-Y qué manera de hacerlo, que saturándote de trabajo.

-Me gusta lo que hago.

-Tu columna.

-¿Tú también?

-Ya te lo pregunto Jake

-Sí y no tiene nada de malo mi columna

-A mí no me salgas con que es una carta, de alguna lectora tuya.

-Para que negártelo, si tú sabes la verdad.

-Así es. ¿Lo hiciste para que el la leyera?

-No lo hice pensando en él. Solo quería desahogarme y lo hice por ese medio. Ahora yo quiero saber algo.

-¿Qué cosa?

-¿Rose sabe todo lo que te he contado?

-No claro que no – dudo mientras me lo decía.

-Quiero la verdad Alice, ¿la sabe?

-Solo un poco de la verdad.

-¿Por qué le dijiste? ¿Qué no te dije que era un secreto?

-Ella quería saber el porqué de tu cambio con su primo y le dije.

-Espero pronto llegue el día en que no se entrometan en mi vida. Me iré a bañar que tengo una cita con Jake.

-Yo te buscare lo que te pondrás – salió directo a mi closet.

No le impedí que lo hiciera, me fui directo a darme un baño. Necesitaba relajarme. Me tomo más de lo normal aquel baño. Salí en toalla y Alice caminaba de un lado a otro, en mi cama estaba un vestido que no había visto nunca en mi closet.

Era negro completamente, largo, el cuello era en forma V y tenía una gran apertura en mi pierna izquierda, un cinturón de piedras por debajo de mi busto.

-¿Qué es esto Alice? – tendí el vestido frente a mí, era una vestido hermoso y espectacular, pero no iba conmigo, era demasiado.

-¿No es evidente? Un vestido para ti.

-Esto no es mío

-Te lo compre

-Alice por dios

-No reniegues, te lo pondrás y punto final, muévete que se hará tarde.

Tome el vestido de mala gana y termine poniéndomelo, un hermoso vestido, sin duda alguna, se adhería perfectamente a mi figura, me gustaba como me quedaba. Alice comenzó con mi peinado y no hizo mucho, lo tenía apartado por un lado y con pequeñas ondas. El maquillaje un poco natural, pero remarco mis labios con labial rojo.

-Listo – dijo dando brinquitos – Te ves hermosa causaras más de un infarto cuando te vean.

-¿Qué me pondré de zapatos?

-Lo olvidaba – salió corriendo y me trajo unos zapatos de color negro, demasiados altos – Estos te quedaran bien.

-¿Me quieres matar?

-Al único que queremos matar aquí es a Jake – me guiño un ojo. Me puse los zapatos y todo estaba ya en completo orden, no parecía ser yo – Hermosa hermana.

-Gracias a ti.

-Ahora espera, Jake llega en media hora.

Me quede sentadita esperando a que me dijeran que ya había llegado, pero me sentía demasiado nerviosa y no dure mucho tiempo sentada, me fui a asomar por la ventana. ¿Cuántos días no pase horas aquí parada esperando a ver su auto estacionado afuera de la casa? ¿Cuántas veces no soñé por volver a verlo metiéndose en mi habitación? ¿Por sus pláticas? Por todo de él. Me perdí en mis recuerdos, que me traía una soledad abrazadora.

-Jake está aquí – susurro Alice desde la puerta.

-¿Ya paso la media hora?

-Te pierdes muchacha.

Con un fuerte respiro Salí de mi habitación y baje. Jake está perfecto con su traje negro, lucia muy apuesto, sus ojos casi se salieron cuando me vio bajar. Me tomo de la mano y deposito un beso en el dorso de ella.

-Te ves espectacular.

-Gracias – dije avergonzada.

-¿Nos vamos?

-Por supuesto.

Condujo por las calles de Londres. Era una noche realmente espectacular y hermosa. Llegamos a uno de los restaurantes más prestigiados y elegantes de todo Londres.

Me ayudo a bajar del auto, pero yo estaba profundamente nerviosa, los sentidos me fallaban por completo, mis piernas temblaban, sabía a qué venia toda esta cena y me daba miedo dar ese paso, aunque lo quería para salir del hoyo.

No daba el paso firme, me aferraba al brazo de Jake. Pero sucedió rápido. Mi pie se me torció al no pisar bien y antes de que pudiéramos entrar al restaurante, yo ya me encontraba de rodillas contra la banqueta del dolor que sentía en mi pie.

-¿Qué te paso Bella? – tenia a Jake en cuclillas frente a mí.

-Me he torcido mi pie y me duele mucho – me tragaba las lágrimas, pero en verdad que me dolía mucho.

-¿Quieres que te lleve al hospital?

Solo asentí, no era capaz ya de hablar. Trate de caminar, pero el dolor no me dejo, me tuvo que cargar y llevarme de vuelta al auto, condujo como un loco y en 10 minutos ya estábamos en el hospital.

Una de las enfermeras me hizo pasar a un consultorio, no sin antes haberme hecho unas radiografías de mi pie, para ver si no me lo había fracturado.

-Matare a Alice cuando la vea.

-¿Qué tiene que ver ella aquí? – acariciaba el dorso de mi mano, para tranquilizarme.

-Me obligo prácticamente a ponerme todo esto.

-No te preocupes no será nada – acaricio mis cabellos, pero dejo de hacerlo, cuando la puerta del consultorio se abrió.

Quede en completo shock, morí y reviví un par de veces. Era el. Definitivamente y sin ninguna duda podía decir que lo tenía de nuevo frente a mí. Eran sus ojos y la forma en como me miraba decía más que mil palabras. Por fin lo había encontrado o eso creía. ¿Y ahora qué?

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Por fin se encontraron, que pasara ahora.