Amor Bandido

Autor: belibeli
Género: Romance
Fecha Creación: 11/04/2015
Fecha Actualización: 17/09/2015
Finalizado: NO
Votos: 6
Comentarios: 13
Visitas: 28186
Capítulos: 22

Un secuestro cambio mi vida por completo. ¿Quién iba a pensar que me iba a enamorar de quien me robo mi libertad?. Es de locos creer esto, pero asi fue me enamore de el. Se convirtió en mi amigo durante el tiempo que estuve encerrada; cuando fui libre lo único que quería era volver a su lado, pero por cuestiones de la vida no fue asi, seguí con mi vida, dejando atrás ese episodio, que para muchos seria traumático, pero para mi fue lo mejor que me pudo haber pasado. Todo iba en orden en mi vida, pero de repente tuvo un giro de 180º grados cuando el reapareció, ¿Quién iba a pensarlo no? Quien iba a pensar que la vida lo pondría frente a mi de nuevo. Fue en ese momento cuando vi su rostro por primera vez. Parecía que todo esto era un amor real, sincero y perfecto, no me importaba que el hubiera sido mi secuestrador, yo lo amaba con cada fibra de mi ser y el lo hacia de la misma manera, solo eso bastaba para ser felices. Pero todos fueron crueles con el, a nadie le importo que esto fuera un amor verdadero, me destrozaron el corazón. Se decía que era un “AMOR BANDIDO”

Quiero agradecer a Looree Rojas♥ por permitir que publique su historia, los créditos son para ella y su pagina(https://www.facebook.com/pages/Estoy-irrevocable-e-incondicionalmente-enamorada-de-la-saga-Twilight/150005105103464) visiten y ayuden con un Me Gusta.

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Capítulo 21: Es mejor lejos

 

 

-¿Más tranquila? – Rose se separó de mis brazos, ese abrazo había sido muy reconfortante.

-Si ya estoy mucho más tranquila – limpio mi rostro, que seguramente ya estaba chorreado de maquillaje.

-¿Te hacía falta no?

-Si necesitaba sacar toda mi frustración.

-Cuenta conmigo – se levantó del sillón – Siempre estaré ahí para ti, no importa que tan alocada sea tu locura – me guiño un ojo.

-Pareces más tú mi hermana que Alice

-Aún le falta madurar mucho – se encogió de hombros – Entenderá cuando le toque enamorarse.

-Creo que ya lo está.

-¿De verdad? – Asentí - ¿De quién?

-Alice se volverá loca si se entera quien es verdaderamente él.

-¿Quién es él?

-El hermano de Edward, uno de mis secuestradores.

-¿Qué dices? ¿No dijiste que solo era uno?

-Omití información Rose; y si la tonta anda detrás de uno de sus hermanos, no quiero ni saber cómo se pondrá cuando se entere de quien es el.

-Pienso que lo mejor es que no se entere.

-Yo también lo creo, no quiero que habrá la boca y diga algo al respecto.

-Más bien, no quieres que Edward valla a la cárcel

-Efectivamente.

-¿No tendrá un hermano para mí? – Dijo en modo de burla – No es por molestar pero Edward, esta como quiere.

-Rose – le avente un cojín - ¡CALLATE!

-Bien, solo digo la verdad.

-Tonta – reí – Y contestando a tu pregunta si tiene otro hermano.

-¿Cómo es? – de repente ya la tenía sentada a un lado mío de nuevo.

-No lo sé Rose, solo conozco a Edward y a Jasper, me falta por conocer al otro.

-Bueno – se levantó – Cuando lo conozcas me lo presentas. En fin tengo que irme Bella.

-¿Te vas?

-Sí, tengo cosas importantes que hacer.

-Si entiendo, te veré después.

-Por supuesto, ahora mismo tengo una conversación muy severa con Jake.

-No me hables de él, que sigo molesta por lo que me dijo.

-El enojo nos hace decir cosas que no sentimos.

-Lo sé, pero me dolió, él nunca me había hablado de esa manera.

-Siempre hay una primera vez para todo, adiós pequeña – se despidió con un beso en la mejilla y se marchó.

Tenía que luchar como me decía Rosalie, no podía rendirme tan deprisa y solamente porque muchos juzgarían nuestra relación. Me hubiese gustado conocerlo en otras circunstancias, no en estas, porque de haber sido así yo hubiese podido estar más libremente con él.

Esperaba que el aún me amara, porque yo ahora estaba a punto de aventarme al precipicio y eso prometía una caída dolorosa, si no llevaba bien las cosas.

Ya había vuelto al trabajo, me sentía como en casa de nuevo. Esto era lo único que me hacía falta, para sentirme completa volver al trabajo, me sentía útil de nuevo.

Entre semana estuve demasiado ansiosa, estaba que la mano me picaba por marcarle a Edward y saber cuándo nos veríamos, pero no lo hizo, tenía que esperar, no quería parecer una desesperada.

-¿De nuevo perdida en tus pensamientos Bella? – mi jefe Aro, entro a la oficina, se recargo en el lumbral de la puerta.

-Lo siento Aro – me acomode en la silla.

-Andas muy distraída desde el lunes.

-Tengo cosas en que pensar – me puse a rebuscar entre los papeles.

-¿Cómo va tu pie? – se sentó en una de las sillas que hay tenia

-Bien ya no me duele nada.

-Que bien – se quedó perdido en sus pensamientos - ¿De qué tratara tu columna esta semana?

-Estoy por terminarla – le tendí la hoja, solo era el borrador.

-¿Qué es el amor? – Comenzó a leer – El amor es el arma a la destrucción, hacia todo lo desconocido, ¿Por qué destrucción? Porque simplemente el amor es un arma de doble filo, puedes ser feliz con él o puedes ser simplemente alguien que sufre por no tener a la persona que quieres a tu lado. En el amor pierdes o ganas es así de simple.

El amor nos lleva por lugares desconocidos, lugares que ni siquiera conocías antes de amar, amar es el sentimiento más hermoso que alguien puede sentir. ¿Pero quién dijo que esa persona al enseñarnos a volver, volaría con nosotros? Existe la decepción, el sufrimiento, crees que esa persona nunca te defraudara y sin embargo lo hace cuando menos lo esperas. No muchos tienen la fortuna de conocerlo y unas cuantas más ni siquiera se atreven a experimentarlo por el temor a sufrir, ¿Qué es una vida sin sufrimiento? Seria completamente aburrido… - dejo de leer y solo lo leyó para él solo, después de unos minutos me devolvió la hija.

-¿Qué opina?

-Vas bien Bella – se quitó los lentes – Hablas de amor, pero a la vez hablas de desamor, ¿Qué te inspiro a hacer esto? – “Edward” pensé.

-Tantas cosas que he visto.

-Me transmite muchas cosas, se siente muy tú.

-Se van los sentimientos mientras escribo.

-Vas bien, me gustaría ya verla terminada y corregida para mañana viernes.

-Estará lista.

-Eso espero, recuerda que se tiene que publicar para este próximo lunes.

-Claro señor.

Respire cuando lo vi marcharse, siempre me daba miedo cada vez que venía a leer como iba con mi columna.

La jornada de trabajo se fue demasiado rápido y ya para cuando mire el reloj, eran las 4 de la tarde por fin mi hora de salida. Tome mi bolso y me fui de ahí.

Pero ya no lo pude evitar más, había estado demasiado ansiosa, tenía que verlo ya, no podía aguantar otro día más sin verlo. Así que sin pensarlo dos veces, emprendí mi viaje a la clínica.

-Buenos días – me recargo en el enorme escritorio que está en el vestíbulo, la estúpida güera sigue ahí, me mira con desprecio.

-Buenos días

-¿Se encuentra el doctor Cullen?

-Si – contesta tajante.

-¿Podría decirle que estoy aquí?

-¿Tiene cita?

-No.

-Entonces tendrá que esperar a que se desocupe tiene un paciente en estos momentos.

-Bien, esperare.

Me fui a sentar. Miraba a todos lados, la oxigenada, no dejaba de mirarme de vez en cuando. Sonó su teléfono e inmediatamente contesto y a los minutos se paró y entro al consultorio de Edward, no tardo en salir al instante. Espere. Esta vez no tanto como la vez anterior solo escasos 15 minutos, cuando el salió de su consultorio, junto con una señora. Se despidieron con un beso en la mejilla.

-Adelante Isabella - ¿Isabella? ¿Ahora me llamaba Isabella? Estaba extraño, podía saberlo.

Un poco confusa y desorientada entre a su consultorio. Estábamos sentados frente a frente, pero podía sentirse esa tensión, entre los dos.

-¿Ocurrió algo? ¿Te duele tu pie?

-No estoy perfecta, te dije que te buscaría entre semana, habíamos quedado, ¿recuerdas?

-Si claro que lo recuerdo – parecía aturdido, distante a mí.

-¿Ocurre algo Edward? Te noto un poco extraño.

-Hay algo que debo decirte Bella, es muy importante que lo sepas.

-¿Qué pasa? – mi corazón ya se había disparado por sus palabras.

-No podemos estar juntos.

-¿Qué dices?

-Lo que escuchas – paso una mano por su cabello – No podemos estar juntos, no podemos ser amigos.

-Pero tu dijiste… - me interrumpió.

-Eh pensado las cosas en estos días y es lo mejor para los dos.

-¿Para los dos o para ti? – sentía mis ojos húmedos.

-No Bella, no quiero que lo mal intérpretes.

-Es lo que dicen tus palabras.

-Bella, hay muchas cosas de por medio – me levante resignada de la silla.

-¿Sabes? Entre tú y yo hay cosas de por medio lo sé – limpie bruscamente mi rostro a causa de una lagrima que se me escapo – Pero yo estaba dispuesta a dejarlas de lado porque me importabas tú, pero en vista de que yo a ti no, no tiene caso seguir aquí.

Me di media vuelta, resignada, dispuesta a dejar esto atrás. Escuche que me llamaba, pero lo ignore, él no me merecía y yo, no andaría detrás de él.

 

 

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Capítulo 20: Luchare Capítulo 22: Devastada

 
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