UN MES DESPUES.

El tiempo ya no parecía transcurrir tan lento como lo era un principio. Desde que Anthony y yo nos hicimos amigos todo cambio en absoluto, los días aquí se me iban demasiado rápido, no parecía que el tiempo iba transcurriendo con suma rapidez.

¿Es normal llevarte de maravilla con tu secuestrador? No claro que no es normal, miles de veces había leído que cuando te secuestraban te trataban mal la mayoría del tiempo, te tenían en la suciedad, entre otras cosas, pero estar aquí a veces era como esta en casa.

Nos fuimos conociendo cada vez más, había derribado esa barrera que él puso entre nosotros y ahora conocía más de su historia, era una persona fantástica. Las mariposas cada vez crecían más, mi corazón parecía salirse de mi pecho con su cercanía, todo parecía ser tan irreal en ocasiones.

-¿En qué piensas Bella? – me perdí en un punto fijo de aquella habitación.

-En mi familia, ya tengo mucho tiempo de no verla.

-¿Los extrañas?

-Más de lo que puedes imaginar, ¿Sabes algo de ellos? ¿Cómo están o algo?

-Están bien dentro de lo que cabe Bella, no te preocupes, pronto saldrás de aquí, ya se está completando la negociación.

-¿Podría hablar con mi madre por lo menos?

-Ya no puedo hacerlo Bella, hace dos semanas lo hice y me metí en problemas, lo sabes.

Era cierto dos semanas atrás su hermano mayor se dio cuenta de que hablaba por teléfono con mi madre y fue una discusión entre él y Anthony, yo termine llorando por la forma en la que lo trato.

-Si es cierto lo siento.

-No te preocupes – acaricio mi mano.

-¿Cómo está el día de hoy?

-Está lloviendo.

-¿De verdad? No se escucha.

-Es apenas una brisa, pronto se vendrá el aguacero.

-Hace mucho que no veo la luz del sol, ¿Cuánto tiempo ya llevo aquí?

-Mes y medio.

-¿Muy rápido no?

-Demasiado.

-¿Tus hermanos están en casa?

-No han salido.

-¿Podría salir a observar el paisaje?

-Bella

-Por favor Anthony, sé que te puedes meter en problemas, pero ya me harte de estar aquí encerrada, llevo un mes sin ver el exterior, por lo menos un momento.

-Solo un momento Bella

Me llevo al jardín de aquella casa. Se sintió tan bien volver a ver el cielo una vez más, este estaba completamente nublado, una ligera lluvia caía y mojaba mi rostro, por el leve aire que se sentía, se escuchaban los truenos, me hacían estremecer.

-¿Te gusta la lluvia? – lo sentí a un lado mío.

-Solo si no truena, odio los truenos – cerré mis ojos y me deje llevar por la dulce sensación -¿Cuándo crees que me valla de aquí?

-No lo sé, ¿ya te quieres ir?

-Si extraño mi vida, odio todo esto.

-Ya es momento de regresar Bella – dijo un poco molesto.

No dije nada simplemente lo seguí de regreso a mi habitación, donde me dejo encerrada, él no se quedó conmigo como era costumbre.

Los siguientes tres días Anthony ya no me vino a ver, a platicar, ni mucho menos, el único que venía era uno de sus hermanos y simplemente era para venir a darme la comida del día.

-¿Ya no vendrá el? – le pregunte al joven cuando estaba por salir de la habitación.

-Mira muchacha – entro a la habitación – Sera mejor que dejes esto así, no aturdas a mi hermano.

-Yo no le he hecho nada.

-Eso crees tú – lo dijo con desprecio, antes de salir. Más y más días encerrada en esas cuatro paredes, me sentía completamente triste, vacía, desolada, lo necesitaba a él, necesitaba que el volviera a estar aquí a un lado mío a hacerme compañía como lo hizo durante todo este tiempo. Solo quería creer que él estaba demasiado ocupado con lo de su padre y por eso no podía venir a verme, pero conforme pasaban los días me iba dando cuenta de que eso no era posible, algo más le había pasado para que no me viniera a visitar por lo menos. Estaba todo en completa oscuridad, solo quería que ella me acompañara en mi dolor, en mis lágrimas, no podía dejar de llorar y sollozar. Las luces de la habitación se prendieron repentinamente aturdiéndome y ocultando mi rostro con mis manos.

-¿Estas llorando? – era su voz de nuevo, alce la vista y estaba ahí parado como si nada.

-¡ERES UN IDIOTA! – Me pare de golpe de la cama, para llegar a su lado y comenzarlo a golpear en el pecho – CREI QUE ALGO MALO TE HABIA PASADO, ¿POR QUÉ TE DESAPARECISTE TANTOS DIAS?

-¿Llorabas por eso? – me separo un poco de su cuerpo para mirarme a los ojos.

-En parte, me he sentido demasiado sola, he necesitado a mi único amigo aquí y se desaparece por días enteros.

-Lo siento anduve demasiado ocupado.

-No te vallas de nuevo –lo abrace por la cintura, el respondió a mi abrazo.

-Lo siento – acaricio mis cabellos – No fue mi intención, pero no seré quien se valla esta vez.

-¿No? – me separe de su cuerpo.

-No Bella, serás tú la que ya se va de aquí.

-¿Ya se arregló lo de mi rescate?

-Así es Bella, ya todo ha quedado claro entre tu familia y la mía, llegamos a un acuerdo y ya es momento de que te vallamos a entregar.

-¿Tan pronto? – me separe bruscamente de su cuerpo.

-Bella, estuviste aquí casi dos meses, ¿se te hace poco?

-La verdad ni siquiera sentí que estuve aquí dos meses– me tuve que sentar, me sentía confundida por la forma en como me sentía.

-Los estuviste – se sentó a un lado mío y tomo mi mano –Eso es lo que tu querías no, volver con tu familia cuanto antes.

-Si pero…- calle – Si eso es lo que quería – tenía que dejar de lado ese absurdo sentimiento de tristeza de saber que ya no lo volvería a ver.

-Es hora de irnos.

-¿Tú me llevaras?

-Si quiero estar contigo los últimos minutos.

-Me parece bien.

-Ponte esto – me dio una venda.

-¿Es necesario?

-Es por mis hermanos no por mí.

-No pensaras salir con mascara por las calles verdad.

-No claro que no, es por eso que también te tienes que poner eso.

-Bien

No proteste más y me puse la venda. Él me estuvo guiando por todo el camino hasta llegar al auto, solo lo sentí arrancar y avanzar.

De nuevo escuchaba el sonido de los autos, de la gente, de todo. El camino fue más o menos largo, solo sentí el carro parar y el bajándome delicadamente del auto. Estaba por quitarme la venda pero él no me dejo hacerlo.

-Espera no.

-¿Por qué no?

-No tengo la máscara.

-Quiero verte por favor – hice un nuevo intento por quitármela pero él no me dejo hacerlo de nuevo.

-No Bella.

-Déjame una imagen de ti por favor, solo eso pido.

-Creo que eso no podrá ser – acaricio mi mejilla – Antes de irme y darte este adiós, hay algo que debo decirte.

-¿Qué es?

-No pensé decirlo – su voz tembló – Oh mucho menos sentir esto, pero uno no controla los sentimientos – lo sentí acercarse más a mí – Me enamore de ti Bella – susurro en mi oído; me quede estática, no pude contestarle, ¿se había enamorado de mí? No lo esperaba – No espero que tú me contestes algo, pero solo quería que lo supieras, ahora no puedo irme sin hacer otra cosa importante – antes de preguntar que era, sus labios se estamparon con los míos, solo fue un corto y casto beso, pero fue lo suficiente para que todas las mariposas revolotearan como locas, sus labios eran suaves – Te deseo lo mejor – esas fueron las últimas palabras que escuche, antes de sentirlo correr y prender su coche, me quite la venda rápidamente, pero era demasiado tarde él ya iba lejos, me quede con el “YO TAMBIEN ME ENAMORE DE TI” atorado en mi garganta.

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Y llego el momento de decir adios... no se pierdan el proximo capitulo besos.