DOS AÑOS DESPUES.

Nada fue como lo esperaba, ¿y quién dijo que lo seria? Me he llevado una gran decepción en mi vida, no lo encontré por ninguna parte, fue como si se lo hubiera tragado la tierra, no sabía mucho de él y era imposible encontrarlo sin datos.

Así que los primeros seis meses, me dedique rotundamente a buscarlo hasta por debajo de las piedras, como una loca, parecía una obsesionada. Nada absolutamente nada de él. Hace un año y medio me di por vencida y decidí dejar eso que sentía, me hice la idea de que era una ilusión o inclusive un capricho mío.

Fui a psicólogos como mamá me había pedido, pero no dio resultados, no me gustaba hablarles de mis problemas a personas desconocidas, solo dure dos semanas yendo, después mamá no insistió.

Termine mi carrera afortunadamente y ahora me encontraba trabajando para un exitosa revista, tenía mi propia columna, con un rotundo éxito.

-Creí que nunca llegarías – Jake me saludo con un beso en la mejilla.

-Lo siento mucho Jake, he tenido demasiado trabajo – me excuse como siempre.

-Claro entiendo que tienes mucho trabajo, ¿Cómo te fue?

-Bien muy bien, me han dicho que mi columna en la revista ha dado resultados positivos.

-Eres genial escribiendo – acaricio mi mejilla.

-¿Qué te puedo decir? Amo lo que hago con todo mi corazón.

-No es necesario que lo digas, cuando hablas de lo que haces tu mirada se ilumina.

-Mi sueño hecho realidad

-Por cierto, leí tu columna de la semana pasada – casi me atraganto con el café que tomaba en ese momento, no pensé que el la leería, se suponía que estaba de viaje.

-¿La leíste?

-Nunca me he perdido ninguna columna tuya.

-¿Qué tiene mi columna de la semana pasada?

-Me ha dejado pensando mucho.

-¿En qué?

-¿De verdad? ¿Amor por tu secuestrador?

-Solo lo escribí Jake ¿Qué tiene de malo?

-Me hizo pensar en ti mientras leía aquello.

-¿Por qué?

-Al leerlo se sentía tan tú.

-No estas equivocado. Yo no me enamore de mi secuestrador Jake. Esa pequeña historia la escribí por una carta que recibí mira – de mi bolso saque una carta. Esa carta fue hecha por mí, la cuartada perfecta, pensé mucho antes de escribirla. El la leyó completa.

-Es totalmente ilógico todo esto – me devolvió la carta.

-No tiene nada de malo, es una simple chica que se enamoró de su secuestrador.

-Creo que tenemos diferentes puntos de vista.

-Si ya veo que sí.

Nos quedamos conversando de cualquier cosa. Jake y yo ya hace rato que estábamos demasiado unidos, sabía que en cualquier momento iba a pedirme que fuera su novia y en cuanto me lo pidiera le diría que, quería una oportunidad con él.

-¿Qué harás esta noche Bella?

-Nada, ¿Por qué?

-Quiero invitarte a salir esta noche

-Por supuesto, ¿a qué hora?

-¿Te parece a las 7?

-A las siete está bien

-Pasare por ti.

-Si está bien – mire mi reloj – En ese caso me voy.

-Aún es temprano.

-Son las cuatro, una chica se toma demasiado tiempo arreglándose, ¿quieres que me vea bonita?

-Tú eres bonita así.

-Gracias, pero de todas formas. Te veo por la noche.

-Igual.

Nos despedimos con un beso en la mejilla. Camine por la cafetería dispuesta a salir de ahí para marcharme a casa, pero cuando pase exactamente por una mesa, escuche una voz.

-Por favor Irina eso es ilógico – voltee rápidamente, cuando escuche esa voz. El chico me daba la espalda, él tenía una acompañante una joven muy bonita, güera de ojos azules. Quería ver el rostro de él. Su voz era idéntica. No él no podía ser, él ya había desaparecido del mapa, el ya no era nada, me gire sobre mis talones y me marche a casa para arreglarme.

POV. EDWARD

Habían pasado dos años llenos de una verdadera tortura en los que solo podía ver, pero no tocar. Ella cada día que pasaba se veía mucho más hermosa de lo que recordaba, había cambiado un poco su aspecto, su cabello marrón fue remplazado por una melena en color güera, no le iba nada mal, pero definitivamente me gustaba más como lo tenía antes.

Fue demasiado difícil tener que alejarme de su lado, pero tenía que hacerme a la idea de que todo era mucho mejor así, ella por su lado y yo por el mío. El primer año después de que fue liberada me encargue de vigilarla, de seguir sus pasos y asegurarme de que ella estuviera bien, este último año me aleje por completo de su vida, al darme cuenta de que nadaganaba siguiéndola a todos lados, que eso no cambiaría absolutamente nada, así que ahora sí, me dedique por completo a mis estudios, por suerte los había terminado hace unos meses atrás.

Lo bueno de todo esto, era saber que ella era feliz y pude verlo los últimos meses en la que la vi, ella estaba sonriente, reía por todo y eso era una alegría para mí, aun sabiendo, que quien la hacía sonreír era su amigo. Mi situación económica ya había mejorado y gracias a que mis hermanos y yo ya teníamos un buen trabajo, mi padre invirtió lo poco que nos quedaba en unos negocios y hemos salido a flote.

-¿Por qué la urgencia en hablar conmigo Irina? – me senté en una silla, mientras la observaba fijamente. Ella era mi pareja desde hace seis meses atrás.

-¿Enojado o qué? – se cruzó de brazos.

-Estaba en el trabajo.

-Necesitas despejarte un poco, tanto trabajo te agota.

-Es mi vida – rodé los ojos.

-Si pero tienes una novia a la cual atender.

-Sabes que mi trabajo requiere de muchas horas en el hospital

-Sí, pero un poco de tiempo para mí, no creo que no lo tengas.

Me puse a escucharla detenidamente, no era nada interesante, más que una discusión que había tenido ella con sus padres. Solo la oía pero no escuchaba.

Me perdí observando a la gente de la cafetería, hasta que alguien llamo mi atención, a lo lejos estaba ella, sentada conversando con Jake, mi corazón se alboroto como un loco en cuanto la reconocí, un poco más de un año sin verla y de repente ahí estaba enfrente de mi tan hermosa como siempre, su cabello ahora tenía un cambio drástico, era negro y la hacía lucir mucho más sexy. Como extrañaba mis conversaciones con ella.

-¿Me estas poniendo atención Edward?

-Lo siento, ¿Qué decías Irina? – ahora si le puse un poco de atención, pero de reojo la observaba.

-¿Se puede saber que te ocurre? Andas muy extraño últimamente.

-Tengo mucho trabajo – pase una mano por mis cabellos, me estaba desesperando.

-¿Seguro que es eso?

-¿Comenzaras de nuevo con eso?

-Solo estoy preguntando Edward, te comportas muy extraño.

-No tengo nada.

-¿Acaso hay otra?

-Eso es ilógico Irina. – dije ya frustrado, siempre la misma cantaleta de siempre.

-¿Conoces a esa tipa? – señalo a alguien detrás de mí, cuando gire solo pude verla a ella saliendo del lugar.

-No la conozco, ¿Por qué?

-Te estaba mirando.

-No la vi bien.

-Ella parecía conocerte, se te quedaba viendo mucho.

-Lo dudo, de ser así, me hubiera dicho algo.

-¿Dónde sea tienes amiguitas Edward?

-Ya estoy harto Irina.

-Yo también lo estoy.

-Entonces si tú lo estas y yo también, será mejor que dejemos las cosas hasta aquí.

-Perfecto – se levantó de la mesa aventando la silla – Terminamos entonces.

Salió echando chispas por todos lados, yo me sentía libre por fin.

Me quede todavía un rato sentado ahí, quería descansar un poco antes de volver al trabajo, hoy era una jornada muy larga. Me termine mi café y cuando me levantaba de mi silla, me topé con él.

-Lo siento amigo – dijo disculpándose.

-No te preocupes, está bien.

Me aleje del cuanto antes. No podía tenerlo cerca. Me caía mal por tener él lo que yo tanto quería. Dos años y la volvía a ver. Tan cerca pero lejos a la vez.

------------------------------------------------------------------------------------

Bella y Edward tan cerca pero a la vez tan lejos, veamos que pasa en el proximo cap.

GRACIAS X LAS VISITAS =)