Amor Bandido

Autor: belibeli
Género: Romance
Fecha Creación: 11/04/2015
Fecha Actualización: 17/09/2015
Finalizado: NO
Votos: 6
Comentarios: 13
Visitas: 28189
Capítulos: 22

Un secuestro cambio mi vida por completo. ¿Quién iba a pensar que me iba a enamorar de quien me robo mi libertad?. Es de locos creer esto, pero asi fue me enamore de el. Se convirtió en mi amigo durante el tiempo que estuve encerrada; cuando fui libre lo único que quería era volver a su lado, pero por cuestiones de la vida no fue asi, seguí con mi vida, dejando atrás ese episodio, que para muchos seria traumático, pero para mi fue lo mejor que me pudo haber pasado. Todo iba en orden en mi vida, pero de repente tuvo un giro de 180º grados cuando el reapareció, ¿Quién iba a pensarlo no? Quien iba a pensar que la vida lo pondría frente a mi de nuevo. Fue en ese momento cuando vi su rostro por primera vez. Parecía que todo esto era un amor real, sincero y perfecto, no me importaba que el hubiera sido mi secuestrador, yo lo amaba con cada fibra de mi ser y el lo hacia de la misma manera, solo eso bastaba para ser felices. Pero todos fueron crueles con el, a nadie le importo que esto fuera un amor verdadero, me destrozaron el corazón. Se decía que era un “AMOR BANDIDO”

Quiero agradecer a Looree Rojas♥ por permitir que publique su historia, los créditos son para ella y su pagina(https://www.facebook.com/pages/Estoy-irrevocable-e-incondicionalmente-enamorada-de-la-saga-Twilight/150005105103464) visiten y ayuden con un Me Gusta.

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Capítulo 18: Espera

 

Una semana entera encerrada en mi habitación, no me podía mover mucho y mucho menos con mi pie así. Dolía un poco, ya no tanto como en un principio que no soportaba los dolores.

Ya esperaba con demasiadas ansias el día de mi cita con el médico, quería verlo, quería afrontarlo, hablar con él, contarle tanto, pero a la vez reclamarle el por qué me abandono así de la nada cuando decía que me quería.

Mi cita era a las 2 de la tarde, me tome más tiempo del habitual arreglándome, quería verme bien, que él me viera.

-¿Es necesario que te arregles tanto? – mire por el espejo, Alice estaba recargada en el lumbral de la puerta.

-Tenía ganas de hacerlo, llevo una semana encerrada.

-¿No será por el doctor? - rodé los ojos.

-Hablaste con Jake.

-Así es – se sentó en la cama.

-¿Por qué estás en contra mía? ¿Por qué lo defiendes tanto?

-Es como mi hermano. ¿De verdad Bella? Lo dejaste por alguien que acabas de conocer.

-Ya conocía al doctor.

-Así que lo admites.

-Si lo admito, fue por él.

-¿De dónde lo conoces? Yo no lo conozco de tu lista de amigos.

-Lo conocí por medio del trabajo, es amigo de uno de los de ahí.

-Jake está sufriendo mucho.

-Lo lamento, pero yo no puedo hacer nada por él. Él no se merece alguien que no lo ame y yo no merezco estar con alguien que no ame.

-En fin – se levantó – No insistiré, como tú desees, es tu vida y tú haces lo que quieras con ella.

-Así es – termine de retocar mis labios con labial rojo.

-¿Puedo decirte algo?

-Claro

-¿Ya olvidaste a tu secuestrador? Por qué hace una semana aun pensabas en él. Hasta le dedicaste tu columna.

-Si ya lo he dejado atrás. Fui con el psicólogo.

-¿Cuándo?

-Este fin de semana que paso.

-No me entere.

-No tienes por qué enterarte de cada paso que doy Alice. Fui y por fin entendí todo lo que no quería entender.

-Ya era hora de que lo hicieras – le sonreí a través del espejo – Me gusta tu short – los mire por inercia, eran de color rojo.

-Gracias.

-Sabes el doctor es demasiado guapo – sentí escalofríos – Puedo entender por qué te llama la atención.

-¿Crees que tenga un hermano que me presente? – reí para mis adentros. Claro que tenía hermanos y dos justamente, no los conocía. Lo que se me hacía completamente ilógico, es ella saliendo con uno de ellos, siendo secuestradores.

-No lo sé, supongo que sí.

-¿Me acompañaras?

-Si, por supuesto.

Me ayudo a levantarme de la silla. Ella fue quien condujo yo aún no podía muy bien hacerlo.

Alice era un peligro al volante, manejaba terriblemente mal. Gracias a dios llegue sana y salva al hospital.

-Buenas tardes – le dije a aquella rubia que vi la otra vez en el despacho de él. Me miro por encima de sus lentes, con arrogancia, era bonita definitivamente, pero mucha superficialidad ahí.

-¿Qué se le ofrece? – dijo en tono seco.

-Eh venido a ver al doctor Cullen.

-Edward se encuentra ocupado - ¿Edward? ¿Quién era Edward?

-¿Disculpe? – aparto la mirada de la computadora y su mirada azul, me atravesó.

-Edward, el doctor Cullen se encuentra ocupado en estos momentos – despego su vista. Así que mi Anthony así se llamaba, Edward, un nombre muy poco común.

-Tengo cita con él.

-No importa, él se encuentra muy ocupado.

-Oye no seas tan arrogante – intervino Alice molesta.

-¿Y tú eres? – alzo ambas cejas, las dos se desafiaban.

-Esperare al doctor.

Tome a Alice de los hombros y a como pude la moví de ahí. Nos sentamos en las sillas que estaban ahí cercanas.

-¿Qué le pasa a esa tipa?

-No lo sé Alice, ha de tener un pésimo día.

-Eso no la justifica – se cruzó de brazos como una niña chiquita.

-En fin tenemos que esperar.

-Espero que no demore, tengo cosas que hacer.

-¿Qué tipo de cosas? – Sonrió – Ir a vagar por las tiendas, no tienes remedio.

Una hora esperando a que el famoso doctor pudiera desocuparse, me sentía completamente frustrada, cansada, enojada, quería verlo ya. La señorita que si mal no recuerdo se llama Tanya, iba de un lado a otro, y de vez en cuando nos echaba miradas asesinas. Llego de repente un hombre a recepción. Era un hombre güero, alto, delgado y de poca musculatura, nos daba la espalda, no podía ver quien era.

-¿Se encuentra mi hermano Tanya? – Así que él era uno de mis secuestradores, ahora más que nunca me pico la duda.

-Si está en su consultorio.

-Entrare a verlo

Sin más ni menos, aquel hombre entro al consultorio, ¿Qué no estaba ocupado? Alice estaba por ir a protestar, pero se lo impedí, él tenía que salir de un momento a otro. Diez minutos después el salía de su consultorio, junto con su hermano, ambos se parecían un poco, pero su hermano no era tan guapo como él. Los dos se quedaron estáticos cuando me vieron sentada ahí, Edward me miraba como sorprendido, mientras que su hermano miraba de un lado a otro, me di cuenta de que miraba a mi hermana y ella a él. Este le susurro algo a su hermano en el oído este solo asintió.

-Buenas tardes señoritas – se limitó a decir, antes de marcharse.

Solo escuche a Alice suspirar como una tonta, cuando paso por enfrente de ella. Amor a primera vista, eso fue lo que paso.

-Puede pasar al consultorio señorita Swan – me levante rápidamente escuche mi nombre – Quiero entrar sola.

-Sí, iré a dar una vuelta por ahí – lo iría a buscar, la conocía.

Entre al consultorio, él ya se encontraba detrás de su escritorio viendo unos papeles, me miro de soslayo y me ofreció la silla de enfrente, obedecí.

-¿Cómo se ha sentido señorita Swan? – dijo muy profesional.

-Mucho mejor, ya no me duele tanto el pie, ha disminuido la inflamación.

-Ha sido un esguince leve, por eso evoluciono rápido. Necesito checarlo.

Me ayudo a levantarme y a sentarme en la cama que había ahí. Quito el vendaje que traía y analizo mi pie detenidamente. Lo movió de un lado a otro y eso dolió.

-Eso es normal, después de que no tuvo mucho movimiento durante una semana, se le quitara pronto.

-¿Esta bien mi pie?

-Si ya todo está en orden, solo le pediré que comience a mover su pie, para que ese dolor se le quite pronto.

-Por supuesto.

Me ayudo a bajar y al hacerlo, quedamos frente a frente, ambos mirándonos directo a los ojos, el desconecto nuestras mirados, al irse casi corriendo detrás de su escritorio.

-¿No se encontraba ocupado doctor? – me senté de nuevo.

-No, esperaba mi última cita del día, que es la de usted – lo veía garabatear en una de las tantas hojas que tenía en su escritorio.

-Su secretaria o lo que sea, me tuvo esperando un poco más de una hora – eso inmediatamente lo hizo voltear.

-¿La mantuvo esperando?

-Así es, dijo que estaba ocupado y que tenía que esperar.

-Le agradezco que me lo diga, hablare con ella. Eso es toda señorita Swan, su pie se encuentra perfecto.

-¿Es todo? – dije completamente desilusionada.

-Así es. Ha sido un gusto – me tendió su mano y no me quedo más que estrecharla.

-Igual y muchas gracias.

Resignada y decepcionada me di media vuelta para salir. ¿Eso había sido todo? ¿Eso era lo que había quedado después de la amistad que tuvimos por dos meses? ¿Del propio amor que él decía tener por mí? Esta persona que veía frente a mí, en definitiva era la que había conocido, tal vez él ya había dado vuelta a la página, mientras yo seguía estancada en el mismo capítulo. Me sentía triste, tanto tiempo esperando por este momento y ni siquiera había sido como tantas veces lo soñé, era completamente diferente y triste. Abrí la puerta, pero antes de hacerlo, su voz me detuvo.

-No te vayas Bella – no pude evitar sonreír y darme media vuelta.

 

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Disculpen la espera, pero ya estoy de vuelta....sigan visitando el fic =)

Capítulo 17: No fue mi culpa Capítulo 19: Te extrañe

 
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