quien sera el extraño chicas, jejej pues es nuestro chico pero se puso otro nombre ya veran porque...!!

Bella...

Lo que más llamaba mi atención no era la extraordinaria vista que se aproximaba conforme íbamos avanzando en el auto, sino la hermosa figura de un hombre masculino que salía del mar mostrando todo su cuerpo con gotas de agua escurriendo, con una  piel blanca a pesar de estar en una playa con un traje de baño que parecía como una segunda piel y su pelo como de un color entre cobrizo y café claro, vaya que ese hombre es sumamente sexy.

-El motor del auto se detuvo haciendo que dejara de pensar.

-Vaya, guaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa… que hermosa vista. –Ángela lo decía mientras miraba a la misma dirección que yo.

-Ángela por favor, detente quieres compórtate además estas casada.

-el simple hecho de que este casada no significa que no pueda ver el hermoso paisaje que se encuentra enfrente de nuestros ojos.

-Pues no lo creo porque vamos a estar trabajando y no saldremos de la casa solo para lo necesario.

-Lamento decirte que lo veremos porque el extraño acaba de entrar a la casa que alquilamos.

-La mire con los ojos abierto. –Si Bella el extraño entro a la casa pero no te preocupes cuando rentamos la casa de la compañía, me explicaron que quizás estaría gente del servicio haciendo trabajo de mantenimiento ya que después de que el dueño (ósea nuestro jefe) la abandono  esta paso a ser parte de la compañía. Así que entremos a ver a nuestro hombre de servicio.

-Por Dios Ángela, como se supone que voy a realizar entrevistas por no decir “citas” discretas para buscar marido con tanta presencia masculina alrededor?? ¿Por favor eso es ilógico?

 -Me miro con cara de asesina.

-No Ángela ese chico tiene que irse no podre hacer mis entrevistas si él está presente en esta casa, además el es un simple empleado él lo entenderá.

-Cerré la puerta del carro y me dirigí a la entrada con mi maleta en mano.

La propiedad de la empresa que había alquilado para todo este mes, estaba un poco asilada en los Cabos San Lucas, Baja California, además según nos había dicho estaba disponible bueno según ellos pero ya veo que no.

La sorpresa de que podía llegar a ser la presidenta de la empresa Wester S.A., había sido un tanto precipitada pero no dejaba de alegrarme aunque esto había hecho que tomara decisiones precipitadas en cuanto a conseguir marido.

-Además la mentira que habíamos dicho de que estaba comprometida para casarme en un mes me hizo tomar la decisión improvisara de realizar entrevista para buscar hombres dispuestos a casarse, ya que si no lo lograba se me iba a ir de las manos el puesto que tanto anhelaba.

Por lo tanto no iba a permitir que eso pasara ya que me había entregada en cuerpo y alma a este trabajo y merecía la presidencia la merecía, nadie estaba a mi altura, era la más capacitada de todos ellos, pero sin embargo siempre escogían a hombres viejos, lentos  casados con hijos, en  pocas palabras a hombres casados y nunca iba a escoger a una soltera y más si es mujer pero no iban a vencerme si es necesario movería el cielo y la tierra con tal de conseguirlo.

Así que ese empleado de mantenimiento es mejor que no se cruce en mi camino ya que dispongo de un mes para encontrar a un hombre apropiado para casarme y no iba a permitir que ese sexy hombre (lo reconocí), destroce mis proyectos.

-Ángela tenemos que seguir con lo que habíamos planeado te lo pido por favor,

es lo que mas anheló y ese empleado no va a poder distraerme además

si el trabajo para la empresa entonces yo puedo ser

su jefe así que le voy a pedir que se marche.

-No deje que contestara, deje mi maleta, y camine rumbo a buscarlo.

-Baje por las escaleras a un lado de la casa, que guiaban a la playa, después de pasar un sendero y una zarca de madera me percate que había una pequeña cabaña a un costado del mar era vieja pero muy rustica y exquisita.

-lo mire a lo lejos y seguía sin camisa, pero esta vez traía un pantalón de tela blanca que casi podría asegurar que era trasparente porque se veía con un dios.

-Camine rumbo al extraño, el al verme a lo lejos se detuvo y dejo la brocha que tria en el suelo y dejo de pintar el porte de la cabaña, directamente fijo sus ojos verdes topacio en mi pero después puso sus manos en la cintura como si mi presencia le incomodara y como si la intrusa fuera yo. –Que descaro de este empleado me dije.

-Que descaro que me mires de esa manera. –Le dije sin medir mis palabras algo de él me hacia irritar a lo mejor era por sus aires de grandeza que emanaba.

-Me miro de frente sin quitar sus pose, después su miraba baja hasta mis pies y subía lentamente.

-Que deseas. –Me dijo secamente.

-Qué demonios, me trataba como si fuera el dueño de la casa que se cree.

-Yo soy la inquilina de esta casa así que tu debes de ser el de mantenimiento.

-Empezó a reír, con descaro provocando mi ira.

-Ja ja, así que tu eres la inquilina. –Me repito lo que le había dicho como si jugara con mis palabras.

-Si lo soy además, dime cuanto tiempo vas a estar aquí la casa tiene que estar lista para el lunes temprano y después te puedes marchar.

-Le dije tajantemente el no iba a quedarse aquí no lo iba a permitir, nadie tenía que saber lo de las citas que había agendado con un sinfín de hombre para buscar marido.

-Dejo de reír en cuanto escucho mis palabras.            

-Se acerco lentamente as mí quedando sumamente cerca.

-Pues te gusto a no, me voy a quedar un mes aquí.

-Pues no, yo la alquile para estar trabajando aquí pero SOLA. –Le recalque la palabra casi gritando.

-Además esta casa es de la compañía y no creo que te la rente a ti. –Le dije con una risa de burla.

-Así pues pregunta porque esta casa durante años ha estado reservada para…. (Se quedo pensando un momento y respondió)… para mantenimiento y no me voy a ir hasta que termine mi trabajo.

No te quedaras yo alquile esa casa para realizar mis entrevistas y viene gente de lejos a verme y no puedo cambiar la dirección que les di.

-Pues ni yo puedo irme. –Me  miro como desafiándome y cruzo los brazos.

-Quedo un momento de silencio entre los dos y ninguno baja la mirada.

-Entonces que. –el extraño después de un momento me hablo.

-Que de que..??? –Le respondí rápido el no iba  a desafiarme sin recibir una revancha.

-Me pareció ver una sonrisa dibuja en su rostro pero no debió de ser cierto ya que el coraje me estaba haciendo alucinar.

-Lo mire de arriba abajo, no tenia zapatos además su ropa no era de muy buena calidad (sin dejar de ver que casi no traía ropa y la poca que traía no dejaba nada a la imaginación). Pude ver que el al igual que yo era obstinado y no iba a dejar su trabajo además a lo mejor tendría que llevar comida a su mesa y yo le estaba quitando ese derecho.

-Me voy. –Lo dije y me marche sin decir más.

-Muy bien entonces nos estaremos encontrando. –Me grito.

-Sin pensar me regrese tenía que saber cuál era su nombre.

-Oye tu cómo te llamas. –Me miro se quedo un tiempo en silencio como descifrando mi rostro, su mirada era encantadora con un toque de seducción que me provoco nerviosísimo pero no iba a bajar la guardia.

-Mi nombre es Anthony Owen. –Me lo dijo de golpe. –Ahora si me lo permite señoríta empresario déjeme trabajar.

-Se dio la media vuelta y camino. –Que insolente su comportamiento tan insensible y falto de modales me hizo enfurecer, pero no deje que me afectara me di la vuelta y  me dirigí a la casa.