Isabella abrió sus ojos, sonrió mirando el lugar donde su marido había dormido, y se desperezó complacida. Decidió que realmente le gustaba el matrimonio. Era la aventura más excitante y revigorizaste que alguna vez hubiera conocido. Al menos lo era con Edward. Estaba tan complacida consigo misma , con su marido, y con el matrimonio, que pensó que si Renne estuviese allí en ese mismísimo momento, podría sentirse tentada de abrazarla y de darle un gran beso de agradecimiento.
Bien, quizá eso era un poco extremo, pero una carta para agradecer podría ser suficiente. Una carta muy alegre probablemente haría que la mujer se tirase del cabello fuera y tuviese un ataque de rabia. Ese último pensamiento hizo que Isabella frunciese el ceño, y decidió que no lo haría . Si Renne supiese cuan feliz era, se pondría furiosa se desquitaría con la gente de d'Aumesbery. Isabella arrugó la nariz ante esa idea . No quería que nadie pagase por su felicidad. Tendría que privarse de compartir su alegría con su madrastra.
Isabella rodó felizmente en la cama, luego hizo una pausa y movió la pierna mientras se daba cuenta que apenas le dolía. No sabía si era el bálsamo, o el masaje de su marido , pero se sentía mucho mejor.
Era un día maravilloso, Isabella decidió, y se levantó para ir a su baúl , sólo para detenerse cuando se acordó que no tenía ninguno. Había llegado con solamente el vestido que tenía puesto . Y ni siquiera tenía ese vestido , Isabella notó con súbita desilusión, porque Esme se lo había llevado para lavar.
Su sonrisa lentamente se desvaneció. Y se quedó allí por varios minuts, pérdida respecto a que hacer. No tenía muchas opciones. No podía pasearse por Donnachaidh desnuda. Tomó una toalla y se envolvió en ella.
Se sentó en la cama sintiéndose bastante entumecida , triste … y encerrada. Haciendo una mueca, Isabella se puso de pie y comenzó a caminar por el cuarto, su mirada yendo con desinterés hacia los pocos objetos esparcidos en la gran habitación . Aparte de la cama y de las dos mesas pequeñas, realmente no había mucho para distraerse, salvo tres arcones.
Su mirada se posó en el más grande, y Isabella lo contempló silenciosamente. Realmente no estaba bien que fuese a fisgonear los baúles de su marido, lo sabía, pero podría haber algo allí que se pudiera poner; Una de las camisas de su marido, por ejemplo. Sería mejor que quedarse ahí encerrada envuelta en una toalla .
Moviéndose hacia el baúl más grande, se arrodilló para abrirlo, sus ojos se ampliaron cuando vio su contenido. Estaba lleno de vestidos. Si ese era el baúl de su marido, él tenía costumbres muy extrañas, Isabella pensó, y sonrió débilmente cuando recordó haber intentado explicar que Edward le había desgarrado el vestido al intentar quitárselo de sí mismo y Sue le había preguntado si él lo había estado llevando puesto. La criada se divertiría mucho viendo todos estos vestidos , Isabella pensó, y sintió una puntada por la mujer que había sido su doncella por la mayor parte de su vida.
La iba a extrañar mucho. Suspirando, Isabella tomó un vestido de la parte superior de la pila. Lo desdobló fuera y lo inspeccionó. Era de un hermoso azul profundo. Con el corazón acelerándose ante ese descubrimiento, Isabella llevó el vestido a la cama y lo extendió , luego regresó al arcón a buscar una camisa.
Encontró una rápidamente y se la puso estando parada al lado del baúl, arrugó la nariz por el olor rancio de la prenda cuando pasó por su cara. Era obvio que había estado guardada durante largo tiempo. esas ropas probablemente habían pertenecido a la primera esposa de Edward y simplemente nunca habían sido tocadas después de su muerte. Ese pensamiento, la hizo hacer pausa y considerar que él podría enojarse si vestía las ropas de su esposa muerta. Casi se quitó la camisa, pero la perspectiva de quedarse atrapada en el dormitorio no le resultaba atractiva. Si el hombre le hubiera traído sus pertenencias , ella no tendría que ponerse esa ropa , Isabella se dijo a si misma, enderezando los hombros .
Satisfecha , Isabella estudió la camisa que llevaba puesta. Era bastante grande . La primera esposa de Edward obviamente había sido más alta que ella , sin mencionar que había tenido mucho mas busto, Isabella pensó notando el escote boquiabierto. Era evidente que tendría que achicar los vestidos si pensaba usarlos, pero por ahora tendría que conformarse . Comenzaría a trabajar en los vestidos esa noche. Pero por el momento deseaba conocer su nueva casa .
Moviéndose hacia la cama, Isabella se puso el vestido, mordiéndose el labio cuando descubrió que la pechera y el escote tan flojos como los de la camisa. También le quedaba muy largo . Probó recoger la tela del vestido en la espalda para ver si eso mejoraba el asunto . Dándose cuenta que era así , Isabella entonces miró a su alrededor buscando algo que sirviese como alfiler , pero no vio nada útil. Finalmente, ella se arrodilló delante del baúl y revolvió su contenido. Cuando no encontró nada útil , fue hacia los dos baúles más pequeños. El primero contenía las ropas de su marido; plaids escoceses y camisas blancas. Pero el último arcón contenía un surtido extraño de artículos, algunos de los cuales que tenían poco sentido.
Isabella sacó una flecha con plumas blancas y oscuras en el extremo, haciendo una mueca cuando notó en que estaban manchadas con sangre seca . Isabella siguió revolviendo el baúl hasta que encontró un grande broche entre el resto de los objetos. Era similar al que su marido usaba para sujetar el plaid sobre el hombro.
Cerró la tapa del baúl, recogió la tela del vestido en la espaldas y – con un poco de esfuerzo – logró sujetarla con el broche.
Isabella miró a su alrededor con la idea de encontrar un cepillo o peine para arreglarse el cabello, pero por supuesto, no encontró ni lo uno ni lo otro. Se arrodilló delante del baúl de Edward otra vez y revolvió entre los cuchillos y otros contenido en busca de un cepillo, pero no pudo encontrar uno. Isabella se enderezó exasperadamente , luego cerró el baúl nuevamente. Verdaderamente, ella estaba muy contenta por estar lejos de Renne, pero ...
Ningún pero, ella se dijo a sí misma. Todo estaría bien. Achicaría los vestidos de la primer esposa, y encontraría un cepillo, pues seguramente él debía tener uno en alguna parte. Su marido tenía cabello largo y no andaba con una masa de nudos en la cabeza, debía tener uno. Todo saldría bien, Isabella se aseguró . Esos simplemente eran pequeños inconvenientes en su camino hacia la felicidad, y verdaderamente no tenía mucho de que quejarse . Esos problemas menores eran mucho mejor que tener un marido cruel que no estuviese interesado en darle placer en la cama.
Aferrándose a esos pensamientos, Isabella se puso de pie y se pasó las manos por el cabello. Luego, esperando verse presentable, fue hacia la puerta. Era hora de empezar a explorar.
Cuando Isabella salió de la habitación , fue para encontrarse en un pasillo muy oscuro. Eso explicaba por qué su marido no había tenido dificultad en llegar al cuarto en medio de la oscuridad la noche anterior . Sin ventanas, el corredor casi había estado tan oscuro como ahora. Obviamente él estaba acostumbrado a atravesar el vestíbulo con poca luz . Recordándose que debería sugerir iluminar con antorchas vestíbulo durante el día, Isabella cuidadosamente fue hacia la parte superior de las escaleras.
Para su alivio, la luz allí era mejor . Isabella había alzado las faldas voluminosas del vestido para evitar tropezarse y había empezado a bajar la escalera cuando las puertas de la fortaleza se abrieron y que Carlisle entró. El hombre no la vio en las escaleras, sino que cruzó rápidamente el gran salón . Sus largas piernas recorrieron la distancia mientras se acercaba a la puerta que ella creía llevaba a la cocina . Una vez que él atravesó la puerta, el gran salón quedó otra vez vacío.
Isabella entonces empezó a bajar la escalera , pareciéndole muy extraño que el gran salón estuviese desierto. En d'Aumesbery el gran salón siempre parecía tener a alguien en él. Cuando la gente y sirvientes no estaban apretujados alrededor de las mesas para una comida, había criados limpiando, o un grupo de caballeros tomando una cerveza antes de regresar a la vigilancia del muro , o Renne sentada cerca del fuego … La lista de posibilidades parecía ser infinita.
Al bajar las escaleras, Isabella vaciló, insegura sobre qué hacer. Como lady allí … Ella se mordió el labio , reconociendo que ella no tenía idea de las responsabilidades que le cabían. Había sabido que cosas hacer en su casa pero no tenía ni idea de como abordar las tareas en Donnachaidh.
Isabella miró hacia la puerta que pensaba conducía a la cocina , dio un paso hacia ella, e hizo una pausa nuevamente. En su casa, uno de sus deberes había sido hablar con la cocinera acerca de las comidas y las provisiones que se necesitaban y cosas así , pero probablemente, Donnachaidh ya estaba funcionando bastante bien antes de que ella hubiera llegado. No sabía quien hacía tales tareas y no quería interferir con el trabajo de nadie .
Chasqueando la lengua impacientemente, Isabella deseó haberle preguntado a Esme algunas cosas mientras la mujer la había estado ayudando con el baño. Lo haría la próxima vez , Isabella se prometió, y también le preguntaría a su marido lo que se esperaba de ella . Por el momento, ella exploraría su nueva casa .
Sintiéndose mejor ahora que tenía un plan, Isabella alzó su falda y cruzó el gran salón hacia la puerta por donde Carlisle había desaparecido. Como esperaba, se encontró en la cocina cuando entró. Lo que no había esperado era encontrar que estaba completamente ocupada por mujeres. La cocina en d'Aumesbery tenía criados masculinos y femenino . Además del regordete cocinero , había varios ayudantes varones para hacer los trabajos mas pesados. De cualquier manera no había ni un solo varón a la vista en la cocina de Donnachaidh. Incluso Carlisle se había marchado. Obviamente, había otra puerta de salida de la cocina .
La mirada de Isabella recorrió el cuarto, pasando por varias mujeres de diferentes edades hasta que se posó en Esme. Para su sorpresa , la mujer que había actuado como su doncella era quien realmente se encargaba de la cocina . Al menos, era ella quien agitaba un gran cuchillo y daba órdenes a las otras mujeres .
Un repentino haz de luz del sol atrajo su atención hacia la puerta por donde Carlisle debía haber salido , y Isabella observó como un hombre delgado entraba. El miró hacia Esme, luego casi pareció caminar en puntas de pie a lo largo de esa pared de la cocina hasta alcanzar lo que parecía ser una bandeja con dulces.
-Apártate de esas masas, Scatchy, o perderás un dedo,- Esme gruñó sin mirar hacia arriba. -Carlisle ya las ha probado , y no tengo paciencia para tratar con ustedes , los hombres esta mañana-.
El viejo Scatchy observó tristemente la bandeja y volvió una mirada severa hacia Esme. -Sos una mujer cruel, mi lady , haciendo estas exquisiteces y no dejándonos tocarlas-.
Isabella se sobresaltó con el título. Mi lady ? Su mirada volvió a Esme, y sus ojos se abrieron enormemente cuando vio el vestido de la criada. Todo lo que había notado al entrar en la cocina era el delantal, Isabella no había prestado atención al vestido que llevaba debajo, el cual era demasiado rico como para ser de una criada. Quién diablos era ella y qué estaba haciendo actuando como una criada en la cocina ? Isabella se preguntó. Su marido no había mencionado a ninguna pariente mujer. pero tampoco había mencionado a ningún pariente masculino , sin embargo ella sabía que tenía un primo llamado Jasper, o al menos pensaba que Jasper era el primo. Uno de los pocos comentarios que Carlisle había hecho en el viaje a Donnachaidh había sido que tal vez no deberían haber dejado atrás al primo Jasper con el resto del grupo porque el hombre era propenso a engancharse con la primer mujer que se cruzase en su camino y que probablemente se olvidaría para volver a Donnachaidh . Edward hubo gruñido y había dicho que los otros hombres mantendrían bajo control a Jasper.
-Podrás comer masas al mediodía con todos los demás,- Esme dijo sin nada compasión. -Ahora vete y vuelve a los establos antes que te confunda con uno de los pollos -.
Ella le añadió énfasis al comentario dando un golpe con el cuchillo y partiendo limpiamente una pata de pollo. Sacudiendo la cabeza , el hombre fue hacia a la puerta, desacelerando su paso para ofrecerle a Isabella una sonrisa amplia y desdentada.
-Vete ! - Esme gritó, y miró hacia arriba para lanzarle una mirada severa al hombre, la cual fue reemplazada por una de sorpresa cuando a vio a Isabella cerca de la puerta.
- Muchacha !- Colocando el cuchillo en la mesa , la mujer se limpió las manos en el delantal y corrió a su lado. - Te levantaste . Edward pensó que dormirías hasta la tarde -. Isabella trató no sonrojarse.
- No. Dormí durante la mayor parte del viaje hasta aquí -.
- Oh. Pues bien, Te gustaría tomar el desayuno ? -
-Si no es problema, - Isabella dijo.
-No es ninguna molestia,- Esme le aseguró . - Sólo ve a sentarte a la mesa, y mandaré a una criada con algo aguamiel y masas. O preferirías algo de queso y pan ? -
- Las masas se ven deliciosas, pero no hay necesidad de enviarlas al salón . Comeré aquí. Tengo algunas preguntas para hacerte si no te molestaría, - ella explicó .
- Por supuesto que debes tener preguntas. Ven acá entonces -. Esme la llevó de regreso hacia donde ella había estado trabajando . Su mirada fue hacia una joven criada rubia picando trocitos de verduras.- Mary! Trae ese banco aquí -.
La muchacha dejó de picar para tomar el banco y apresurarse con él mientras Esme le gritaba a otro criado que sirviese masas y aguamiel .
-Ahí está ,- Esme dijo que una vez Isabella se sentó . - Puedes preguntar lo que quieras saber . Yo continuaré trabajando si
no te molesta -.
- No me molesta ,- Isabella le aseguró , luego vaciló sobre como expresar su pregunta . Finalmente, ella simplemente balbuceó, -Quién eres?
Esme hizo una pausa y la miró con ojos sorprendidos, y dijo, - Yo me presenté, muchacha. Soy Renne Cullen, te olvidaste ? O los golpes afectaron tu cabeza?-.
-No, no, estoy bien,- Isabella le aseguró rápidamente . - No me olvidé de tu nombre, es simplemente que Scatchy te llamó mi lady , y no me di cuenta ... – digo, cuando me ayudaste con el baño pensé que eras una criada, y luego vengo y veo que estás a cargo de la cocina , pero Scatchy te llamó a mi lady . Además mi marido no mencionó ninguna pariente mujer . Tampoco mencionó parientes masculinos En verdad, él me ha hablado muy poco excepto para darme órdenes, - ella comentó irritadamente .
Entonces, se dio cuenta que Esme se había quedado mirándola silenciosamente y con los ojos muy anchos ,entonces Isabella dijo como disculpándose - Nada de eso es asunto mío pero temo que no estoy segura de quién eres-.
Muy para su asombro , Esme – o Lady Esme – pareció esforzarse para no reírse. Isabella no podía pensar que podía ser tan divertido. Ella misma se avergonzaba terriblemente por su falta de conocimiento aunque estaba un poco enojada con su marido por dejarla en ese estado de ignorancia.
-Come las masas , muchacha,- Esme dijo finalmente, logrando mantenerse seria.
- Te explicaré todo mientras comes-. Soltando un suspiro , Isabella tomó el aguamiel y bebió un sorbo mientras la mujer comenzaba a hablar.
- Soy la tía de Edward,- Esme anunció mientras iba a tomar el cuchillo nuevamente. -Jasper es mi hijo, y Caius fue mi marido-. Los ojos de Isabella se abrieron incrédulamente mientras reconocía el nombre del tío , de quien se decía que Edward lo había matado. Se mordió el labio y observó silenciosamente como la mujer cortaba pedazos un pollo .- Entonces, por qué estás trabajando en la cocina ? –
Esme sonrió abiertamente. -Lo haces sonar como alguna especie de castigo-.
-Pues bien- Isabella miró a su alrededor, sin querer insultar a las mujeres de allí al decir lo que pensaba , pero su expresión debió haber hablado por ella, porque Esme se rió.
- Me gusta cocinar,- ella le aseguró divertida . - Siempre me ha gustado. Solía venir frecuentemente a la cocina , fastidiando a nuestro cocinero MacFarlane cuando era niña. Por supuesto, mi madre deploraba esa costumbre e intentó quitármela , y lo logró hasta que tuve mi casa propia . Entonces regresé para molestar al cocinero de aquí . Ella me enseñó algunas cosas para que lo dejase en paz … y porque no tenía otra opción , pues yo era la lady, - ella comentó . -y a través de los años he venido cada vez más a la cocina -.
- Y a tu marido no le molestaba ? - Isabella preguntó curiosamente. Su padre habría estado horrorizado de saber que su madre estaba trabajando en la cocina .
-A mi marido no le importaba lo que hacía siempre y cuando y o fuese feliz y no estuviese fastidiándolo a él,- ella dijo con una mueca.
-Oh,- Isabella murmuró .
-y resultó que mis masas y algunos de mis otros platos son buenos, al menos ninguno de los hombres protesta ,- Esme dijo con una sonrisa abierta, luego agregó más seriamente, - No estoy en la cocina todo el tiempo. simplemente doy una mano en ciertas ocasiones, o reemplazo a la cocinera cuando necesita viajar . Ahora mismo está ausente por un par de días , visitando a su hija -.
-Oh,- Isabella dijo otra vez, entonces aclaró su garganta , y agregó , -Bien, entonces muchas gracias por ayudarme con el baño-.
Esme se rió ahogadamente.- Qué más podía hacer? Había despachado a los sirvientes. Además, eso me dio una oportunidad para conocerte un poco mejor . Ahora ... - ella agitó el cuchillo señalando , y ordenó - .... come. Tu cuerpo necesita alimentarse y curarse , y las masas son mi especialidad -.
Isabella logró sonreír y tomó una masa. Suspiró como el sabor se sintió en su boca con el primer bocado , el dulce pareció derretirse en su lengua. - Oh, son deliciosas, mi lady , -.
Esme se sonrojó ante el cumplido. - Es mi especialidad. Todos en Donnachaidh las aman . Especialmente Carlisle. Por eso viene aquí al menos diez veces al día intentando robarse masas. Se acaban rápidamente , pero me aseguraré de mantener una par separadas para vos cada vez que haga masas -.
-Si , por favor ,- Isabella murmuró , entonces tomó otro bocado . Siempre había pensado que la cocinera en d'Aumesbery era bueno, pero él nunca había preparado nada como esas masas .
- Quieres más ? - Esme preguntó, cuando Isabella terminó la primera.
-Sí, pero yo la buscaré ,- Isabella dijo rápidamente. De pie,
ella fue hacia donde estaba la bandeja de masas , tomó una y regresó al banco. Antes de comer un bocado, preguntó, - Eres quien maneja el castillo , entonces, mi lady ? -
-Esme,- ella insistió, sus ojos azules brillaron . - O Tía Esme , si quieres -.
-Gracias … Tía Esme,- Isabella dijo tímidamente , y le pareció un gesto de muy buena aceptación. Esme asintió con la cabeza satisfecha, y dijo,
- Sí. Fui la lady aquí cuando mi marido fue el lord . Cuando él murió, y Aro
– el padre de Edward, ... -ella hizo una pausa antes de continuar,- la esposa de Aro había muerto hacía mucho tiempo antes que eso, y él nunca se volvió a casar, entonces permanecí como lady del castillo. Y luego continué cuando él murió, y Edward se convirtió en lord. Fue así hasta que él se casó, y entonces la pequeña Tanya fue el ama aquí -.
- Te molestó mucho ser desplazada ? Isabella preguntó, preocupada porque ahora ella estaba a punto de desplazar a esa mujer. Esme se mostró asombrada con la pregunta, luego se rió , sacudiendo la cabeza .
-A decir verdad , disfruté estar libre de las responsabilidad durante esos dos años. Pude pasar más tiempo en la cocina . Aunque ... , -ella admitió con una mueca de disgusto, -La pequeña Tanya odiada que hiciese eso. Pensaba que era una tarea muy menor para mí -. Esme hizo una mueca , y dijo solemnemente, - Pero créeme, muchacha, ninguna tarea es menor si la disfrutas . Me causa placer hacer una buena comida fina, y que todos estén complacidos , - ella le aseguró . -Es mucho más satisfactorio que darle órdenes a los sirvientes o tratar con los comerciantes-. Isabella asintió con la cabeza . Miró hacia abajo , al vestido demasiado grande que llevaba puesto, entonces volvió a Esme , mientras lanzaba las presas del pollo a en una olla.
-La Pequeña Tanya ? - Esme se rió con la pregunta.
- No. La mujer era enorme; Alta, redonda, y con mucho busto. Pero ella era más menuda que su madre, Tanya la grande, por unos pocos centímetros , por eso era ' la pequeña Tanya.' -
-Oh-. Isabella murmuró .
- Estoy segura que tu madre te entrenó bien para ser la castellana del castillo, pero si necesitas ayuda, muchacha, o si tienes alguna pregunta , sólo tienes que preguntar. Yo me mantendré lejos de la cocina si tu familia viene a visitarte , así no tendrás de que avergonzarte -.
-Gracias,- Isabella murmuró , - Pero eso no será necesario. Mis padres están muertos. Mi madre murió hace algunos años y mi padre dos años atrás. Tengo un solo hermano y mi madrastra -.
-Oh, lo siento, muchacha,- ella dijo sinceramente. No hay nada más duro que perder a un ser querido-.
-Si -. Isabella frunció el ceño cuando vio pena en la cara de la mujer mayor, sospechando que ella pensaba en su marido . Buscó en su mente algo para decir para cambiar de tema , mientras mordía la masa, - Además, no veo nada de malo en que trabajes aquí si quieres . Especialmente si vas a hacer masas como estas -.
Esme sonrió, la pena se borró , -Así será, muchacha-.
Isabella observó a las mujeres trabajando en la cocina , entonces preguntó , - Por qué no hay ningún hombre en la cocina ? En d'Aumesbery tenemos hombres para ayudar con el trabajo pesado -.
-Carlisle nos da una mano si está en la cocina ,- Betty dijo, entonces añadió , - Y él está muy a menudo en la cocina . El hombre es delgado como una vara , pero siempre está comiendo algo -. Las cejas de Isabella se arquearon ligeramente en el humor irónico en la cara de la mujer.
- Sería una bendición tener un par de hombres aquí permanentemente,- Esme continuó . - Desafortunadamente, son mantenidos ocupados protegiendo los muros y entrenando para batallar . Y las mujeres tenemos que atender todo lo demás -.
- Hay tan pocos hombres? - Ella preguntó sorprendida .
- No. Pues bien .... -Esme hizo una pausa, y luego dijo,- ... hay menos hombres que mujeres aquí en Donnachaidh, eso es cierto. Demasiados buenos hombres se han perdido en batallas, pero no estamos tan mal como solíamos estarlo. Aro trabajó duramente para hacer alianzas tras la muerte de Caius, y Edward ha continuado con esos esfuerzos. Apenas tenemos batalla de vez en cuando . Y entonces muchas de las hijas del clan que se han casado con hombres de otros clanes han vuelto a Donnachaidh con ellos, lo cual ha aumentado el número de varones. Probablemente en un tiempo habrá igual cantidad de hombres y mujeres otra vez -.
Isabella asintió con la cabeza lentamente antes de preguntar , - Si los hombres rara vez son necesitados para las batallas, entonces, por qué algunos de ellos no las ayudan en la cocina ? Entiendo que todavía deben entrenarse, pero seguramente un o dos no haría diferencia , y sería más fácil tener hombres aquí dentro para hacer tareas pesadas y cosas así -.
Esme hizo una pausa en su tarea a mirarla sorprendida , y finalmente dijo, -Bien, sí, pero es el modo en que siempre han sido las cosas -.
Isabella se olvidó del asunto pero lo guardó en su mente como algo para conversar con Edward. Es el modo en que siempre han sido las cosas , una razón para continuar aunque hubiera una mejor forma de hacer las cosas. No entendía por qué un par de hombres no podían echar una mano con el trabajo pesado de la cocina .
- Entonces, los hombres están todos ocupados protegiendo los muros o practicando en el patio exterior del castillo - Ella preguntó, colocando la taza vacía en el mostrador.
Esme bufó ante esa sugerencia. - No. están todos ocupados celebrando tu casamiento -. Isabella levantó las cejas sorprendida , y preguntó,
- Celebrando nuestra boda ? –
-Si -. Esme sonrió abiertamente ante su desconcierto. - Están bebiendo cerveza y provocando al viejo Angus. El es un toro, - ella explicó antes que Isabella pudiese preguntar. - Una especie de toro viejo con un carácter fácilmente irritable . Cada vez que celebran, los hombres se llevan un par de barriles de cerveza a y se divierten provocando al pobre hombre. -.
- Esa es su idea de celebrar ? -Ella preguntó con asombro. Esme se rió, y dijo,
- Son hombres,- como si eso explicase todo. Isabella sacudió la cabeza, y preguntó,
- y qué hacen las mujeres para celebrar? - Esme hizo una pausa otra vez, con sorpresa otra vez en su cara.
- No tenemos tiempo para celebraciones, muchacha. Tenemos demasiado trabajo que hacer aquí para perder el tiempo -. Isabella frunció el ceño.
-Entonces los hombres practican con sus espadas o celebran mientras las mujeres hacen todo el trabajo?-
-Si -. Esme asintió con la cabeza y se volvió para dar unos golpes al pollo. -Es el modo en que es siempre ha sido -.
-Ya veo,- Isabella murmuró, -Mi marido está allá celebrando también? -
-Sin duda,- Esme dijo. - El llevaba uno de los barriles de cerveza cuando salió-.
-Creo que iré a hablarle, pero cuando regrese que probablemente te fastidiaré con más preguntas, ¿está bien? Fui la castellana del castillo en d'Aumesbery desde la muerte de mi madre, pero cada castillo es diferente, y yo ... -
- Tu madrastra tomó el papel de lady del castillo cuando se casó con tu padre - Esme la interrumpió sorprendida . Isabella arrugó la nariz.
-Renne prefiere ser una dama de ocio-.
-Ah-. Esme asintió con la cabeza entendiendo. - Bien, te doy la bienvenida a Donnachaidh, muchacha. No tenemos damas de ocio aquí pero nos alegra tenerte a vos. Y Estaré más que feliz de ayudarte a adaptarte a este lugar . Ven a mí con las preguntas cuando estés lista -.
-Gracias-. Isabella apretó el hombro de la mujer en un gesto de aprecio cariñoso mientras se ponía de pie, luego dejó la cocina . Su mirada recorrió el gran salón mientras lo cruzaba. Para ser una fortaleza mantenida en su mayor parte por mujeres, era muy básica , con comodidades que sólo cubrían algunas necesidades. No se veía particularmente invitante . Y ese era el gran salón . Aunque había paja fresca en el piso, no había ningún tapiz en las paredes y tuvo que preguntarse si la primer esposa de Edward realmente lo había preferido así, o si había sido más acogedor mientras ella había vivido y luego había sido vaciado de decoración.
La imagen de las paredes áridas le recordó dos tapices que había dejado atrás. Su padre los había comprado para su madre durante su matrimonio. El primero mostraba a Adán y Eva en el paraíso terrenal, y el segundo presentaba un unicornio y una dama. Ambos habían estado colgados en el gran salón en d'Aumesbery hasta la llegada de Renne. Al darse cuenta de que habían sido regalos para su esposa anterior , la mujer había insistido para que fuesen quitados. Ella se había deshecho de cualquier cosa que tuviese ver con la primer lady d'Aumesbery .
El padre de Isabella no había discutido. Simplemente había ordenado que los tapices fuesen retirados y guardados, diciéndole a Isabella que ella podría llevárselos cuando se casase y se mudase a su nueva casa.
Era una lástima que no hubiera podido traerlos, Isabella pensó tristemente. Se habrían visto preciosos en la pared aquí y habrían alegrado el lugar. También estaban los almohadones que ella y su madre había cosido una noche. Ellos habrían hecho que las sillas ubicadas cerca del fuego fuesen más acogedoras. Y también ...
Isabella cortó esos pensamientos, sabiendo que era inútil lamentarse por cosas que no podía tener. Siempre se podía hacer algo mejor , Isabella se dijo mientras salía por las puertas de fortaleza y iba hacia las escalones de entrada que llevaban al patio exterior del castillo. Por supuesto, no podría bordar un tapiz ella misma. No tenía ni la habilidad ni el tiempo para semejante empresa, y mucho menos un telar en el cual realizar la tarea. Los tejedores del tapices siempre eran hombres, y podía llevar hasta dos meses para que dos hombres tejiesen simplemente un metro cuadrado de un tapiz.
Isabella frunció el ceño, alzó el borde las voluminosas faldas y bajó los escalones , dejando esas preocupaciones de lado para que no se sumasen a otras pequeñas molestias que ella tenía que conversar con su marido . Esa lista de problemitas parecía aumentar en su mente. Y eso que apenas habían estado casados por sólo tres días.
Isabella se detuvo a mirar atentamente el patio del castillo mientras bajaba los escalones. Estaba tan vacío como el gran salón había estado, con simplemente algunas mujeres caminando en diferentes direcciones con alguna tarea u otra. Sabía exactamente dónde encontrar a los hombres. el corral .
Se acordaba de la dirección en la cual Carlisle había llevado los caballos la noche anterior y supuso que el corral debía estar junto a los establos. La encontraría fácilmente. Todo lo que necesita hacer intentar escuchar voces masculinas . En su experiencia los hombres se ponían gritones y revoltosos al -celebrar,- y no tenía duda de que los oiría mucho antes que los viese.
Isabella se encontró inspeccionando los establos mientras iba caminando. Por la rápida imagen que consiguió ver , parecía tan bien cuidado como el establo de Billy en d'Aumesbery.
Lady habría sido bien atendida aquí, Isabella pensó, luego rápidamente apartó ese pensamiento. No deseaba acercarse a su marido enojada, pues eso rara vez lograba mucho excepto causar una discusión . Siempre era mejor abordar un tema serenamente y mientras ambas partes estaban de buen humor.
En su mente, su marido debería estar de buen humor en ese mismo momento . Ciertamente ella misma se había sentido bastante alegre después de consumar el matrimonio, al menos hasta que los pequeños problemitas habían comenzado a surgir … como la falta de sus pertenencias .
Edward, por supuesto, no querría hablar ese asunto, pues estaba celebrando Pero parecía el momento perfecto para preguntarle que deseaba que ella hiciese como su esposa. Al menos fue eso lo que Isabella se dijo . Aunque , a decir verdad, esa conversación podría esperar hasta esa noche después de la cena . Pero Isabella se encontraba ansioso por ver a su nuevo marido , y también estaba segura que él estaría encantado de verla. Sin duda él le sonreiría, y le abriría los brazos, dándole la bienvenida, luego la besaría y ....
Isabella detuvo su ensueño cuando oyó una carcajada. Como esperaba , había oído a los hombres antes de verlos. Deteniéndose para mirar a su alrededor, se dio cuenta que había alcanzado una serie de caballerizas que se extendían hasta el muro. El primer compartimento estaba vacío, y fue a otro y a otro. Los hombres estaban reunidos la siguiente caballeriza, observando alguna actividad que se desarrollaba adentro.
Su mirada pasó por alto una masa de cuerpos, para ir en busca de su marido como otro estallido de risas se oyó. Sintiéndose curiosa, Isabella volvió su atención a el corral en si misma. Sus ojos se ensancharon con espanto cuando se dio cuenta de que los hombres habían provocado -al pobre viejo Angus- . Para su diversión lo habían hecho montar a pelo en un caballo embravecido. Verdaderamente, el caballo parecía enloquecido. Estaba corcoveando, retorciéndose, y dando saltos, haciendo todo en su poder para voltear al hombre que aferraba a su lomo .
Isabella decidió que el hombre en el lomo de la bestia debía estar tan loco como el caballo justo cuando el caballo se dio vuelta, y ella notó que el loco era su marido.
Por un momento, Isabella simplemente se quedó parada allí intentando aferrarse
al poste de una cerca, abriendo la boca con espanto. Las imágenes comenzaron a bailar en su cabeza : su marido volando fuera de la bestia y siendo pisoteado hasta morir. La idea de quedarse viuda tan poco tiempo después de descubrir las alegrías de la vida matrimonial casi la hizo desmayarse. Y entonces su marido efectivamente voló por el aire, lanzado del lomo de la bestia y caía sobre una pila de basura.
Un chillido de horror se escapó de sus labios, Isabella inmediatamente comenzó a trepar la cerca. Estaba decidida a llegar a su marido tan rápidamente como pudiese . Pero falda tenía otras ideas, y se enganchó en la madera. Isabella tironeó impacientemente de la tela y oyó un rasgón, entonces quedó libre, cayendo de barriga al suelo .
Gruñendo por el impacto, Isabella se puso de pie , agarró la falda mientras corría a través de el corral . A pesar del ruido que hacían, varios de los hombres aparentemente la oyeron gritar el nombre de su marido y empezó a observarla atravesar rápidamente el corral . El horror en sus caras hizo oprimir el corazón acelerado de ella . Isabella no había visto a su marido aterrizar, pero obviamente algo no había salido bien, ella se percató, cuando los hombres comenzaron a gritarle.
Esperando que no estuviese muy mal herido , Isabella comenzó a que tratar de recordar todo lo que Sue le había enseñado acerca de curaciones mientras corría . El probablemente tendría un hueso roto o dos … o más. Los huesos necesitaban soldarse. Pero la cabeza fue su primera preocupación , y Isabella hizo una plegaria silenciosa que él se hubiese protegido la cabeza cuando caía . El hombre apenas se estaba sanando de su última caída de caballo. En qué estaba pensando, al montarse sobre esa bestia loca? Le preguntaría eso, Isabella pensó, tan pronto como considerase que estaba suficientemente saludable como para responderle.
Los gritos de los hombres habían aumentado y casi eran frenéticos. Ellos hacían gestos y señas con las manos . Isabella trató que su imaginación no le dijese que Edward no tendría salvación. No puede ser, ella se dijo . Dios no puede ser tan cruel.
- Isabella !- Alarmada al reconocer la voz de Edward, ella dejó de lado las preocupaciones y se vio más de cerca de la gente del otro lado de la cerca. Su corazón se sobresaltó con alivio cuando vio a Edward abriéndose paso a empujones a través de los hombres amontonados contra la cerca.
- Maldición , ¡mujer, muévete!- Edward gritó , comenzando a trepar la cerca para llegarle a ella. Isabella notó la furia en su cara y repentinamente no estuvo del todo segura de deseaba verlo sano y salvo después de todo. No tenía idea de lo que había hecho para causar semejante furia, pero estaba definitivamente segura de que no quería verlo hasta que él tuviese la posibilidad de calmarse.
Fue entonces que dio vuelta la cabeza hacia el camino por donde había venido y vio el toro. Si su corazón se había detenido cuando había visto a Edward se expulsado del caballo, eso no era nada comparado con la respuesta de su cuerpo cuando vio al toro Angus corriendo en dirección a ella.
Isabella nunca había sido una persona física. No se esperaba eso de una dama. Le gustaba montar y nadar en el río, pero esas eran todas sus actividades físicas . Igualmente ser perseguida por toro bufando era un motivador maravilloso para desarrollar nuevas habilidades físicas. Isabella alzó las faldas y se lanzó en una carrera hacia su marido. Corría tan rápidamente que sus pies apenas parecían tocar el suelo. De hecho, no habría estado sorprendida si alguien le dijese que estaba volando como un ángel . Isabella se movió tan rápidamente que alcanzó la cerca antes que Edward hubiese acabado de treparla.
El modo en que Isabella se subió a la cerca, fue un capítulo completamente aparte . No podía trepar y sostener alzada la falda al mismo tiempo. Isabella pudo oír el sonido las pezuñas avanzando detrás de ella y en verdad pudo sentir el aliento caliente de los bufidos feroces de Angus en su espalda. Nunca treparía la cerca antes que él estuviese sobre ella. Iba a ser corneada, y él entonces la lanzaría al aire y la aplastaría donde ella aterrizase, Isabella pensó deprimentemente al mismo tiempo que su mano se acercaba a la madera de … y entonces apareció Edward en la parte superior de la cerca, la arrebató por la tela del vestido, y la alzó en el aire .
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COMIENZAN LOS MISTERIOS, TANTAS MUERTES AL REDEDOR DE ESA FAMILIA, DIOSSSSSSS, POR ALGO LLAMAN A EDWARD EL DIABLO, AUNQUE NO CREO QUE SEA TAN MALO. Y QUE TAL LA DESPISTADA DE ISABELLA, JAJAJA, VALLA COSA JAJAJA.
GRACIAS A TODAS POR ACOMPAÑARME EN ESTA AVENTURA.
ACTUALIZACIONES: UN CAPITULO DIARIO
BESITOS GUAPAS.
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