EL DIABLO (+18)

Autor: lololitas
Género: Aventura
Fecha Creación: 08/08/2013
Fecha Actualización: 17/11/2013
Finalizado: SI
Votos: 20
Comentarios: 63
Visitas: 61967
Capítulos: 18

"FAN FIC FINALIZADO"

UN MARIDO DE POCAS PALABRAS ... Y UNA ESPOSA MUY INQUIETA

Edward, Lord de Donnachaidh, conocía  las falsas acusaciones que  se murmuraban a sus espaldas , pero  no hacía  nada para refutarlas. All he knows is that he has to marry an agreeable lady to bear him the sons he needed. Todo lo que sabía era que tenía que casarse con una dama acorde a su título  para que le diese  los herederos  que  necesitaba. Any lady will do as long as he can keep the peaceful life he leads. Cualquier mujer  le serviría  siempre y cuando pudiese adaptarse a la  vida pacífica que él  llevaba. And he thinks he found it in Evelinde. Y Edward  piensa que   encontró ha esa mujer en  Isabella. Only, she wasn't the perfectly pleasant wife he thought her to be. Pero  ella no es la esposa perfectamente adaptable que él precisaba . She was much more. Era mucho más.

ISABELLA HA ESCAPADO A UNA MADRASTA MALVADA  , PERO DEBE ENFRENTAR UNA SERIE DE PROBLEMAS ... UN MARIDO DE ESCASAS PALABRAS , UN TORO FURIOSO , Y TRES CRIMENES SIN RESOLVER.

Though she should take heed of the rumors, Evelinde d'Aumesbery agreed to marry the notorious Scottish Lord to escape her evil stepmother's guardianship. A pesar de que debería tener en cuenta los rumores, Isabella de Aumesbery acuerda  casarse con un  famoso  lord escocés  para escapar  de la tutela de su malvada madrastra. She has seen his true gentle and good side and knows she will be safe with him. Ella ha conocido la   cara amable y  bondadosa de él  y sabe que estará segura con él.

 

 

adaptacion con los personajes de crepusculo del libro "el diablo de las Highlands - lynsay sands"

 

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Capítulo 6: SEIS

Isabella abrió sus  ojos,  sonrió mirando el  lugar donde su marido había dormido, y se desperezó complacida.  Decidió que realmente le gustaba el matrimonio. Era la aventura más excitante y revigorizaste  que  alguna vez hubiera conocido. Al menos lo era con Edward.  Estaba tan  complacida consigo misma ,  con su marido, y con  el matrimonio, que  pensó que  si  Renne estuviese allí en ese mismísimo momento,  podría sentirse tentada de abrazarla   y de darle  un gran  beso de agradecimiento.

 

Bien, quizá eso era un poco extremo, pero una carta para  agradecer  podría ser suficiente. Una carta muy  alegre   probablemente   haría que  la mujer se tirase del cabello fuera y tuviese un  ataque de rabia. Ese  último pensamiento hizo que  Isabella frunciese el ceño, y   decidió que  no lo  haría . Si Renne supiese cuan  feliz era,  se pondría furiosa  se desquitaría con  la gente de d'Aumesbery. Isabella arrugó la nariz ante esa idea . No quería que  nadie pagase por su felicidad. Tendría  que privarse de compartir su alegría con su madrastra.

 

 Isabella rodó felizmente  en la cama, luego  hizo una pausa y movió la pierna mientras se daba cuenta  que apenas le dolía. No sabía si era el bálsamo, o el masaje de su marido , pero se sentía mucho mejor.

 

 Era  un día maravilloso, Isabella decidió, y se levantó para ir  a su baúl , sólo para detenerse  cuando se acordó que  no tenía ninguno. Había llegado con solamente el vestido que tenía puesto . Y  ni siquiera tenía ese vestido , Isabella notó con súbita desilusión, porque Esme  se lo había llevado para lavar.

 

 Su sonrisa lentamente se desvaneció.  Y se quedó  allí por varios minuts,  pérdida respecto  a  que hacer. No tenía muchas opciones.  No podía pasearse por  Donnachaidh desnuda. Tomó una toalla  y se envolvió en ella.

 

Se sentó  en la cama  sintiéndose bastante entumecida ,  triste  … y encerrada. Haciendo una mueca, Isabella se puso de pie  y comenzó a caminar por  el cuarto, su mirada  yendo  con desinterés hacia  los pocos objetos esparcidos en la gran habitación . Aparte de la cama y de las dos mesas pequeñas,  realmente no había  mucho para distraerse, salvo tres arcones.

 

Su mirada  se posó en el  más grande, y Isabella lo  contempló silenciosamente. Realmente no estaba bien que fuese a  fisgonear  los baúles de su marido, lo sabía, pero podría haber algo allí  que se pudiera poner; Una de las camisas de su marido, por ejemplo. Sería mejor que quedarse ahí encerrada envuelta en una toalla .

 

 Moviéndose  hacia el baúl más grande,  se arrodilló para abrirlo, sus ojos se ampliaron cuando vio  su  contenido. Estaba lleno de vestidos. Si ese era el baúl de su marido, él tenía  costumbres muy extrañas,  Isabella pensó, y sonrió débilmente cuando  recordó haber intentado  explicar que Edward le  había desgarrado el  vestido al intentar quitárselo  de sí mismo y Sue le había  preguntado si él lo había estado llevando puesto. La criada se divertiría mucho viendo  todos estos  vestidos , Isabella pensó, y sintió  una puntada por la mujer que había sido su doncella  por la mayor  parte de su vida.

 

La iba a extrañar mucho. Suspirando, Isabella tomó  un vestido de la parte superior de la pila. Lo desdobló fuera y lo  inspeccionó.  Era de un hermoso azul profundo. Con el  corazón  acelerándose  ante ese descubrimiento, Isabella llevó el vestido a la cama  y lo extendió , luego  regresó al  arcón  a buscar  una camisa.

 Encontró una rápidamente y se la puso estando  parada al lado del  baúl, arrugó la nariz por  el olor rancio de la  prenda cuando pasó por  su cara. Era obvio  que había estado guardada durante largo tiempo. esas ropas probablemente habían  pertenecido  a la primera esposa de Edward y simplemente nunca habían sido tocadas después de su muerte. Ese pensamiento,  la hizo hacer  pausa y considerar  que él podría enojarse si  vestía  las ropas de su esposa muerta. Casi se quitó la camisa, pero la  perspectiva de quedarse atrapada  en el dormitorio no le resultaba atractiva. Si el hombre  le hubiera traído sus pertenencias , ella no tendría que  ponerse  esa ropa , Isabella se dijo a si misma, enderezando  los hombros .

 

Satisfecha  , Isabella estudió la  camisa que llevaba puesta.  Era  bastante grande . La primera esposa de Edward obviamente había sido más alta que ella , sin mencionar que había tenido  mucho  mas  busto, Isabella pensó  notando  el escote boquiabierto. Era  evidente que  tendría que achicar  los  vestidos  si  pensaba usarlos, pero  por ahora tendría que conformarse  . Comenzaría a trabajar en los  vestidos  esa noche. Pero por el momento  deseaba  conocer su nueva casa .

 

 Moviéndose hacia   la cama, Isabella se puso el vestido, mordiéndose  el  labio  cuando descubrió que la pechera y el escote tan  flojos como los de la  camisa. También le quedaba muy largo . Probó recoger la tela  del vestido en la  espalda  para ver si eso mejoraba el  asunto . Dándose cuenta  que era así , Isabella entonces miró a su  alrededor buscando algo que sirviese como alfiler  , pero  no vio nada útil. Finalmente, ella se arrodilló delante del baúl  y revolvió su  contenido. Cuando  no encontró nada útil ,  fue  hacia los dos baúles más pequeños. El primero contenía las ropas de su marido; plaids escoceses  y  camisas blancas. Pero el último arcón   contenía un surtido extraño de artículos, algunos de los cuales  que tenían  poco sentido.

 

 Isabella sacó una flecha con  plumas blancas y oscuras en el  extremo, haciendo una mueca cuando notó en que estaban manchadas con sangre seca . Isabella siguió revolviendo el baúl  hasta que  encontró un  grande broche  entre el resto de los objetos.  Era similar al que  su marido usaba para sujetar el  plaid   sobre el  hombro.

 

Cerró  la tapa del baúl,   recogió la tela  del vestido en la  espaldas   y – con un poco de esfuerzo – logró sujetarla con  el broche.

 

 Isabella miró a su  alrededor con la idea de encontrar un cepillo  o peine para arreglarse el cabello,  pero por supuesto,  no  encontró ni lo  uno ni lo otro. Se arrodilló delante  del baúl de Edward otra vez y revolvió entre los cuchillos y otros contenido en busca de un cepillo, pero no pudo encontrar uno. Isabella se enderezó exasperadamente ,  luego cerró el baúl nuevamente.  Verdaderamente, ella estaba muy contenta por  estar lejos  de Renne, pero ...

 Ningún pero,  ella se dijo a sí  misma. Todo estaría bien. Achicaría  los  vestidos  de la  primer  esposa, y encontraría  un cepillo, pues seguramente él debía tener uno en alguna parte. Su marido  tenía cabello largo y no andaba con una masa de nudos en la cabeza,   debía  tener uno.  Todo saldría  bien, Isabella se  aseguró . Esos  simplemente eran  pequeños  inconvenientes en su camino  hacia la felicidad, y verdaderamente  no tenía  mucho de que  quejarse . Esos problemas  menores eran mucho  mejor que  tener un marido cruel   que no estuviese interesado  en darle  placer en la cama.

 

Aferrándose a esos pensamientos, Isabella se puso de pie  y se pasó las manos por el  cabello.  Luego, esperando verse presentable,  fue hacia la puerta. Era  hora de  empezar a explorar.

 

 Cuando Isabella  salió de la habitación , fue para encontrarse en un pasillo muy oscuro. Eso explicaba por qué su  marido no había tenido  dificultad  en  llegar al  cuarto en medio de la oscuridad la noche anterior . Sin ventanas, el corredor  casi había estado   tan  oscuro como ahora. Obviamente él  estaba  acostumbrado a atravesar el vestíbulo con poca luz . Recordándose  que debería  sugerir iluminar con antorchas  vestíbulo durante el día, Isabella cuidadosamente fue hacia  la parte superior de las escaleras.

 

Para su alivio, la luz allí era mejor  . Isabella había alzado  las faldas voluminosas del vestido para evitar  tropezarse  y había  empezado a bajar la escalera  cuando las puertas de la fortaleza se  abrieron y que Carlisle entró.  El hombre no la vio en las escaleras,  sino que  cruzó   rápidamente  el gran salón . Sus largas piernas  recorrieron  la distancia mientras se acercaba a la puerta que ella creía llevaba a la cocina  . Una vez que él atravesó la puerta, el gran salón  quedó  otra vez vacío.

 Isabella entonces empezó a bajar la escalera , pareciéndole muy extraño  que el  gran salón  estuviese desierto. En d'Aumesbery el gran salón  siempre parecía tener  a alguien en él. Cuando la gente y sirvientes no estaban apretujados alrededor de las mesas para una comida, había  criados limpiando, o un grupo de caballeros  tomando  una cerveza antes de regresar a la vigilancia del muro ,  o Renne sentada cerca del fuego … La lista de posibilidades parecía ser infinita.

 Al bajar  las escaleras, Isabella vaciló, insegura sobre qué  hacer. Como lady  allí … Ella se mordió el labio , reconociendo que ella no tenía idea  de las  responsabilidades que le cabían. Había sabido que cosas hacer en  su casa pero no tenía  ni idea de como abordar las  tareas en  Donnachaidh.

 Isabella miró  hacia la puerta que  pensaba conducía  a la cocina , dio un paso hacia ella, e hizo una pausa nuevamente.  En su  casa, uno de sus deberes había sido hablar con la cocinera  acerca de las  comidas y las provisiones que se  necesitaban y cosas así , pero probablemente, Donnachaidh ya estaba funcionando  bastante bien antes de que ella hubiera llegado. No sabía   quien  hacía  tales tareas y no  quería interferir con el trabajo  de  nadie .

 

 Chasqueando la lengua impacientemente, Isabella deseó  haberle  preguntado a Esme algunas cosas mientras la mujer la había estado ayudando con el baño. Lo haría la próxima vez , Isabella se prometió, y  también le  preguntaría a su marido lo que se esperaba de ella . Por el momento, ella  exploraría su nueva casa .

 Sintiéndose mejor ahora que tenía  un plan, Isabella alzó  su falda y cruzó el gran salón  hacia la puerta  por donde  Carlisle había desaparecido. Como esperaba,  se encontró en la cocina  cuando   entró. Lo que no había esperado era encontrar que estaba  completamente ocupada por mujeres. La cocina en d'Aumesbery tenía  criados masculinos y femenino . Además del regordete cocinero  , había  varios ayudantes  varones   para hacer los  trabajos mas pesados. De cualquier manera  no  había ni  un solo varón a la vista  en la cocina  de Donnachaidh. Incluso  Carlisle se había marchado. Obviamente, había otra puerta de salida de la cocina .

 

 La mirada  de Isabella recorrió el cuarto, pasando por varias  mujeres de diferentes  edades hasta que se posó en Esme. Para su sorpresa ,  la mujer que había actuado como su doncella era quien realmente  se  encargaba  de la cocina . Al menos, era ella quien   agitaba   un gran cuchillo  y daba órdenes a las otras mujeres .

 

 Un repentino  haz de luz del sol atrajo su atención hacia la puerta por donde  Carlisle debía haber  salido , y Isabella observó  como un hombre delgado  entraba. El miró  hacia Esme, luego  casi pareció caminar en puntas de pie a lo largo de esa pared de la cocina hasta  alcanzar lo que parecía ser una bandeja con dulces.

 

 -Apártate  de esas masas, Scatchy, o  perderás un dedo,- Esme gruñó  sin mirar hacia arriba. -Carlisle ya las ha probado , y no tengo paciencia para tratar con ustedes , los hombres esta mañana-.

 

 El viejo Scatchy  observó tristemente  la bandeja  y volvió una mirada severa  hacia Esme. -Sos una mujer cruel, mi lady , haciendo estas  exquisiteces y no dejándonos tocarlas-.

 

 Isabella se sobresaltó  con el título. Mi lady ? Su mirada  volvió  a Esme,  y   sus ojos se abrieron enormemente cuando vio  el vestido de la criada. Todo lo que  había notado al entrar en la cocina  era el delantal, Isabella no había prestado atención  al vestido que llevaba  debajo, el cual era demasiado  rico  como  para ser de una criada.  Quién diablos era ella y qué estaba haciendo actuando como  una criada  en la cocina ? Isabella se preguntó. Su marido no había mencionado a ninguna pariente  mujer. pero tampoco había mencionado a  ningún pariente  masculino , sin embargo ella sabía que tenía  un primo llamado Jasper, o  al menos  pensaba  que Jasper era el primo. Uno de los pocos  comentarios  que  Carlisle había hecho  en el viaje a Donnachaidh  había sido que tal vez   no deberían haber dejado  atrás al primo Jasper con el resto del grupo  porque el hombre era propenso a  engancharse con  la primer  mujer que se cruzase en su camino  y  que probablemente se olvidaría para volver a Donnachaidh . Edward hubo gruñido y había dicho que los otros hombres mantendrían bajo control a Jasper.

 

 -Podrás  comer masas al mediodía  con todos los demás,- Esme dijo sin nada  compasión. -Ahora vete   y vuelve a los establos  antes que te confunda con  uno de los pollos -.

 

 Ella le añadió énfasis  al comentario dando un golpe con el  cuchillo  y partiendo limpiamente una pata de pollo. Sacudiendo la cabeza , el hombre  fue hacia  a la puerta, desacelerando su paso para ofrecerle a Isabella una sonrisa amplia y  desdentada.

 

 -Vete ! - Esme gritó, y miró hacia arriba para lanzarle una mirada severa  al hombre, la cual fue reemplazada por  una de sorpresa cuando a vio a Isabella cerca de  la puerta.

 

- Muchacha !-  Colocando el  cuchillo en la mesa , la mujer se limpió las manos en el delantal y corrió  a su lado. - Te levantaste . Edward pensó que  dormirías hasta la  tarde  -. Isabella  trató  no  sonrojarse.

 

- No. Dormí  durante  la mayor parte del viaje  hasta aquí -.

 

 - Oh. Pues bien, Te  gustaría tomar el desayuno ? -

 

 -Si  no es problema, - Isabella dijo.

 

 -No es ninguna  molestia,- Esme le aseguró  . - Sólo  ve a sentarte  a la mesa, y mandaré a una criada con algo  aguamiel y masas.  O preferirías  algo de queso y   pan ? -

 

 - Las masas se ven  deliciosas, pero no hay necesidad de enviarlas al salón . Comeré aquí. Tengo algunas preguntas para  hacerte si no te molestaría, - ella explicó .

 - Por supuesto que debes tener  preguntas. Ven  acá entonces -. Esme la llevó de regreso hacia donde ella había estado trabajando .  Su mirada   fue hacia  una joven criada rubia picando  trocitos de verduras.-  Mary! Trae ese banco aquí  -.

 La muchacha dejó  de picar   para tomar el banco y apresurarse  con él mientras Esme le  gritaba   a otro criado que sirviese masas y aguamiel .

 

 -Ahí está  ,- Esme dijo que una vez  Isabella se sentó  . - Puedes preguntar  lo que  quieras saber . Yo continuaré trabajando si

no te molesta  -.

 

 - No me molesta ,- Isabella le aseguró  , luego vaciló sobre como  expresar  su pregunta  . Finalmente,  ella simplemente balbuceó, -Quién eres?

 

 Esme hizo una pausa y la miró con  ojos sorprendidos, y dijo, -  Yo me presenté, muchacha. Soy Renne Cullen, te  olvidaste ?   O los  golpes afectaron tu  cabeza?-.

 

 -No, no, estoy bien,- Isabella le aseguró   rápidamente . - No me  olvidé  de tu nombre, es simplemente que  Scatchy  te llamó  mi lady , y no me di cuenta ...  – digo, cuando  me ayudaste  con el  baño pensé que eras  una criada, y  luego  vengo y veo que estás a  cargo   de la cocina , pero Scatchy te llamó a mi lady . Además  mi marido no mencionó ninguna  pariente  mujer . Tampoco  mencionó  parientes masculinos  En verdad, él  me ha hablado muy  poco  excepto para darme órdenes, - ella  comentó irritadamente .

 

 Entonces, se dio cuenta que Esme se había quedado  mirándola  silenciosamente  y  con  los ojos muy  anchos  ,entonces Isabella dijo como disculpándose  - Nada de eso es  asunto mío pero temo que no estoy segura de quién eres-.

 Muy para su asombro  , Esme – o Lady Esme – pareció esforzarse para  no reírse.  Isabella no podía pensar que podía ser  tan divertido. Ella misma se avergonzaba  terriblemente por su falta de conocimiento   aunque estaba un  poco enojada con su marido por  dejarla en ese estado de ignorancia.

 

 -Come las masas , muchacha,- Esme dijo  finalmente, logrando mantenerse seria.

 

-  Te explicaré  todo mientras comes-. Soltando un  suspiro , Isabella tomó el aguamiel y bebió un sorbo mientras  la mujer comenzaba a hablar.

 

- Soy la tía de Edward,- Esme anunció   mientras  iba a tomar el  cuchillo nuevamente.  -Jasper es mi hijo, y Caius fue mi marido-. Los ojos de Isabella se abrieron  incrédulamente mientras reconocía  el nombre del tío , de quien se decía que  Edward  lo  había matado. Se mordió el labio  y observó silenciosamente como  la  mujer  cortaba  pedazos un  pollo .- Entonces,  por qué estás  trabajando en la cocina ? –

 

 Esme sonrió abiertamente. -Lo  haces sonar como  alguna especie de castigo-.

 -Pues bien- Isabella miró a su  alrededor, sin querer  insultar a las mujeres de allí al  decir  lo que  pensaba , pero su expresión debió haber   hablado por ella, porque Esme se rió.

 

 - Me gusta cocinar,- ella le aseguró    divertida  . - Siempre me ha gustado. Solía  venir frecuentemente a la cocina , fastidiando a nuestro cocinero  MacFarlane cuando era   niña. Por supuesto, mi madre deploraba esa costumbre e intentó quitármela , y lo  logró hasta que tuve  mi  casa propia . Entonces regresé para molestar  al cocinero de aquí . Ella me enseñó algunas cosas para que lo  dejase en paz  … y porque   no tenía otra  opción ,  pues yo era la lady, - ella comentó . -y a través de los años he venido cada vez más a la cocina -.

 

- Y a tu marido no le molestaba ?  -  Isabella preguntó curiosamente. Su padre habría estado horrorizado de saber  que  su madre estaba trabajando en la cocina .

 -A mi marido no le importaba  lo que  hacía siempre y cuando  y o fuese  feliz y no estuviese  fastidiándolo a  él,- ella dijo con una mueca.

 

 -Oh,- Isabella murmuró .

 -y resultó que  mis masas y algunos de mis otros platos son   buenos, al menos ninguno de los hombres protesta ,- Esme  dijo  con una sonrisa abierta, luego agregó  más seriamente, - No estoy en la cocina  todo el tiempo. simplemente  doy  una mano en ciertas ocasiones, o  reemplazo  a la cocinera cuando  necesita  viajar . Ahora mismo  está ausente por un par de días , visitando a su hija -.

 

 -Oh,- Isabella dijo otra vez, entonces  aclaró su garganta , y agregó , -Bien,  entonces muchas gracias por ayudarme con el  baño-.

 

 Esme se rió ahogadamente.-  Qué más podía hacer? Había despachado a los sirvientes. Además, eso me dio una oportunidad para conocerte  un poco mejor .  Ahora  ... - ella agitó el  cuchillo señalando , y ordenó   -  .... come. Tu  cuerpo  necesita alimentarse y curarse , y las masas son mi especialidad -.

 Isabella logró sonreír  y tomó  una masa. Suspiró como el sabor se sintió en su boca con el primer bocado , el dulce  pareció derretirse  en su lengua. - Oh, son  deliciosas, mi lady , -.

 

 Esme se sonrojó ante   el cumplido. - Es mi especialidad. Todos  en Donnachaidh las aman . Especialmente Carlisle. Por eso viene  aquí  al  menos diez veces al día intentando  robarse masas. Se acaban rápidamente ,  pero me   aseguraré de mantener  una par separadas para vos   cada vez que haga masas -.

 

 -Si , por favor ,- Isabella murmuró , entonces tomó otro bocado .  Siempre había pensado que la cocinera  en d'Aumesbery era bueno, pero él nunca había preparado nada como esas masas .

 

- Quieres más ? -  Esme preguntó, cuando  Isabella terminó la primera.

 

 -Sí, pero  yo la  buscaré ,- Isabella dijo rápidamente. De pie, 

ella fue  hacia donde estaba  la bandeja de masas , tomó una  y regresó al  banco. Antes de comer un bocado,   preguntó, - Eres quien maneja  el castillo ,  entonces,  mi lady ? -

 

 -Esme,- ella insistió,  sus ojos azules brillaron . - O Tía Esme , si quieres -.

 

-Gracias …  Tía Esme,- Isabella dijo tímidamente , y le pareció un gesto de muy buena aceptación.  Esme asintió con la cabeza  satisfecha, y dijo,

 

- Sí. Fui la lady  aquí cuando mi marido fue el  lord  . Cuando él murió, y Aro

 

 – el padre de Edward, ... -ella hizo una pausa antes de continuar,- la esposa de Aro había muerto  hacía mucho tiempo antes  que eso, y él nunca se   volvió  a casar,  entonces  permanecí como lady  del castillo. Y luego continué    cuando él murió, y Edward se convirtió en lord.  Fue así hasta que él se casó,  y entonces la pequeña Tanya fue el ama aquí -.

 

 - Te molestó mucho ser desplazada ? Isabella preguntó,  preocupada  porque ahora ella  estaba a punto de desplazar a esa mujer.  Esme se mostró  asombrada con  la pregunta, luego se rió , sacudiendo la cabeza .

 

-A decir verdad ,   disfruté estar  libre de las  responsabilidad  durante esos dos años. Pude pasar más tiempo en la cocina . Aunque ... , -ella admitió con una mueca de disgusto, -La  pequeña Tanya odiada que  hiciese eso. Pensaba  que era una tarea muy menor  para mí -. Esme hizo una mueca , y dijo solemnemente, - Pero créeme,  muchacha, ninguna tarea es menor  si la disfrutas . Me causa placer   hacer una buena  comida fina,  y que todos estén complacidos  , - ella le aseguró  . -Es mucho más satisfactorio que darle  órdenes a los sirvientes o  tratar con los  comerciantes-. Isabella asintió con la cabeza .  Miró hacia abajo  , al vestido  demasiado grande que llevaba puesto,  entonces volvió  a Esme , mientras lanzaba las presas del pollo a en una olla.

 

-La Pequeña Tanya ? -  Esme se rió con la pregunta.

 

- No. La mujer era enorme; Alta, redonda, y con mucho busto. Pero ella era más menuda que su madre, Tanya la grande, por unos pocos  centímetros ,   por eso   era  ' la pequeña Tanya.' -

 

-Oh-. Isabella murmuró .

 

 - Estoy segura que tu  madre  te entrenó   bien para ser la castellana del castillo, pero si  necesitas  ayuda,  muchacha, o si tienes  alguna  pregunta ,  sólo tienes que preguntar. Yo me mantendré lejos  de la cocina  si tu  familia  viene a  visitarte  , así no tendrás de que  avergonzarte  -.

 -Gracias,- Isabella murmuró , - Pero eso no será necesario. Mis padres están muertos. Mi madre murió hace algunos años y mi padre  dos años atrás. Tengo  un  solo  hermano y mi  madrastra  -.

 

 -Oh, lo siento,  muchacha,- ella dijo sinceramente. No hay nada más duro que perder a un ser querido-.

 

 -Si -. Isabella frunció el ceño cuando vio pena en  la cara de la mujer mayor, sospechando que ella pensaba en su marido . Buscó  en su mente algo para  decir para cambiar de tema , mientras mordía la masa, - Además, no veo  nada  de malo en  que trabajes aquí  si  quieres . Especialmente si vas a hacer  masas como  estas -.

 

 Esme sonrió, la pena se borró , -Así será, muchacha-.

 

 Isabella observó  a las mujeres trabajando en la cocina , entonces preguntó , - Por qué no  hay ningún   hombre en la cocina ? En d'Aumesbery tenemos  hombres para ayudar con el trabajo pesado -.

 

 -Carlisle nos da una mano si  está en la cocina ,- Betty dijo, entonces añadió , - Y él está muy a menudo en la cocina . El hombre es delgado como una vara , pero siempre está  comiendo algo -. Las cejas de Isabella se arquearon ligeramente en el humor irónico en la cara de la mujer.

 

 - Sería una bendición tener un par de hombres aquí permanentemente,- Esme continuó . - Desafortunadamente, son mantenidos ocupados protegiendo los muros  y entrenando  para batallar . Y las mujeres tenemos que atender  todo lo demás -.

 

- Hay tan pocos hombres? -  Ella preguntó sorprendida  .

 

 - No. Pues bien ....  -Esme hizo una pausa, y luego  dijo,-  ... hay menos hombres que mujeres aquí en Donnachaidh, eso es cierto. Demasiados buenos hombres se han perdido en  batallas, pero  no estamos  tan mal  como solíamos  estarlo. Aro trabajó duramente para hacer alianzas tras la muerte de Caius, y Edward ha  continuado  con esos esfuerzos. Apenas tenemos batalla de vez en cuando . Y  entonces muchas de las hijas del clan  que  se han  casado  con hombres de otros clanes   han  vuelto  a Donnachaidh con ellos, lo cual ha aumentado el número de varones. Probablemente en un tiempo habrá   igual cantidad de hombres y mujeres otra vez -.

 

 Isabella asintió con la cabeza lentamente antes de  preguntar , - Si los hombres  rara vez  son  necesitados para las batallas, entonces,  por qué algunos de ellos no las ayudan  en la cocina ?  Entiendo   que todavía deben entrenarse, pero seguramente un o dos no haría diferencia , y sería más fácil tener hombres aquí dentro para hacer   tareas pesadas y cosas así  -.

 Esme hizo una pausa en su tarea a mirarla  sorprendida  , y finalmente dijo, -Bien, sí, pero es el modo en que  siempre han  sido las cosas -.

 

 Isabella se olvidó del asunto pero lo guardó en su mente como algo para conversar  con Edward. Es el modo en que  siempre han  sido las cosas , una razón para continuar aunque hubiera una mejor forma de hacer las cosas. No entendía por qué un par de hombres no podían echar  una mano con el trabajo pesado de la cocina .

 

- Entonces, los hombres están  todos ocupados protegiendo los muros  o practicando en el patio exterior  del castillo -  Ella preguntó, colocando la  taza  vacía en el mostrador.

 

 Esme bufó ante esa  sugerencia. - No.  están todos ocupados celebrando tu casamiento -. Isabella levantó las cejas sorprendida  , y preguntó,

 

 - Celebrando nuestra boda ? –

 

 -Si -. Esme sonrió abiertamente ante  su desconcierto. - Están bebiendo cerveza y provocando al viejo Angus. El es un toro, - ella explicó  antes que Isabella pudiese preguntar. - Una especie de  toro viejo con un carácter fácilmente irritable .  Cada vez que celebran, los hombres se llevan un par de barriles de cerveza a  y se divierten provocando al  pobre  hombre. -.

 

- Esa  es  su idea  de  celebrar ? -Ella preguntó con asombro. Esme se rió, y dijo,

 

- Son hombres,- como si eso explicase todo. Isabella sacudió la cabeza, y preguntó, 

 

- y qué hacen las mujeres para celebrar? -  Esme hizo una pausa otra vez,  con  sorpresa otra vez en su cara.

 

- No tenemos tiempo para celebraciones, muchacha. Tenemos demasiado trabajo  que  hacer  aquí para perder el tiempo -. Isabella frunció el ceño.

 

-Entonces los hombres practican con sus  espadas o celebran mientras las mujeres hacen todo el trabajo?-

 -Si -. Esme asintió con la cabeza y se volvió para dar  unos  golpes al  pollo. -Es el modo en que es siempre ha sido -.

 

-Ya veo,- Isabella murmuró,  -Mi marido está allá celebrando también? -

 

-Sin duda,- Esme dijo.  - El llevaba uno de los barriles de cerveza cuando  salió-.

 

-Creo que  iré a hablarle, pero cuando regrese que probablemente te fastidiaré con más preguntas, ¿está  bien? Fui la castellana del castillo en d'Aumesbery desde la muerte de mi madre, pero cada castillo es diferente, y yo  ... -

 

- Tu madrastra tomó el papel de lady  del castillo cuando  se casó con tu padre  -  Esme  la interrumpió sorprendida  . Isabella arrugó la nariz.

 

-Renne prefiere ser una dama de ocio-.

 

 -Ah-. Esme asintió con la cabeza entendiendo. - Bien, te doy  la bienvenida a Donnachaidh, muchacha. No tenemos damas de ocio aquí pero nos alegra  tenerte a  vos.  Y Estaré  más que feliz de ayudarte a adaptarte a este lugar  . Ven a mí con las preguntas  cuando estés  lista -.

 

 -Gracias-. Isabella apretó el hombro de la mujer en un gesto de aprecio cariñoso mientras se ponía   de pie, luego dejó  la cocina . Su mirada  recorrió el gran salón  mientras lo cruzaba. Para ser una fortaleza  mantenida en su mayor parte por mujeres, era muy básica , con comodidades que sólo cubrían algunas necesidades. No se veía  particularmente invitante . Y ese era  el gran salón . Aunque había  paja fresca  en el piso,  no había  ningún tapiz en las paredes y tuvo que preguntarse si la primer esposa de Edward realmente lo había preferido así, o si había sido más acogedor  mientras ella había vivido y luego  había sido vaciado de decoración.

 

 La imagen de las paredes áridas le recordó  dos tapices que  había dejado atrás. Su padre los había comprado para su madre durante su matrimonio. El primero mostraba a Adán y Eva en el paraíso terrenal, y el segundo presentaba  un unicornio y una dama. Ambos habían estado colgados en el gran salón  en d'Aumesbery hasta la llegada de Renne. Al darse cuenta de que habían sido regalos para su esposa anterior , la mujer  había insistido para que fuesen quitados. Ella se había deshecho de cualquier cosa  que tuviese  ver con la primer lady  d'Aumesbery .

 

 El padre de Isabella no había discutido. Simplemente había ordenado que los tapices  fuesen retirados  y guardados, diciéndole a Isabella que ella  podría llevárselos  cuando  se casase y se mudase  a su nueva casa.

 Era una lástima que  no hubiera podido traerlos, Isabella pensó tristemente. Se habrían visto preciosos en la pared aquí y habrían alegrado el lugar. También estaban   los almohadones  que ella y su madre había cosido  una noche. Ellos habrían hecho  que las sillas ubicadas cerca del fuego  fuesen  más  acogedoras. Y también ...

 

 Isabella cortó esos pensamientos, sabiendo que era inútil lamentarse por  cosas que  no podía tener. Siempre se podía hacer  algo mejor , Isabella se dijo  mientras salía por  las puertas de fortaleza  y  iba  hacia las escalones de entrada que llevaban  al patio exterior  del castillo. Por supuesto,  no podría bordar un tapiz  ella misma. No tenía ni la habilidad ni el tiempo para semejante empresa, y mucho menos un telar en el cual  realizar la tarea. Los tejedores del tapices  siempre  eran hombres, y podía llevar hasta dos meses para que  dos hombres tejiesen simplemente un metro cuadrado de un tapiz.

 

 Isabella frunció el ceño, alzó  el borde  las voluminosas faldas  y bajó los escalones , dejando esas preocupaciones de  lado  para  que no se sumasen a  otras  pequeñas molestias  que ella tenía que conversar con su marido . Esa lista de problemitas parecía aumentar en su mente.  Y eso que  apenas habían estado casados  por sólo tres días.

 

 Isabella se detuvo a mirar atentamente  el patio del castillo  mientras bajaba los escalones. Estaba  tan vacío como el  gran salón había estado, con simplemente algunas mujeres caminando en diferentes direcciones con alguna tarea u otra.  Sabía  exactamente dónde encontrar a los hombres. el corral .

 

 Se acordaba de la dirección en la cual Carlisle había llevado  los caballos la noche anterior  y supuso que  el corral  debía estar junto a los establos. La encontraría  fácilmente. Todo lo que  necesita hacer  intentar escuchar  voces masculinas .  En su experiencia los hombres se ponían gritones y revoltosos al -celebrar,- y  no tenía duda de que los oiría mucho antes que   los viese.

 Isabella se encontró  inspeccionando  los establos  mientras iba  caminando.  Por la rápida imagen  que consiguió ver , parecía tan bien cuidado como el establo de  Billy en d'Aumesbery.

 

Lady  habría sido bien atendida aquí, Isabella  pensó, luego rápidamente apartó ese pensamiento. No  deseaba   acercarse a su marido enojada, pues eso rara vez  lograba  mucho excepto  causar una discusión . Siempre era mejor abordar un tema  serenamente y mientras ambas partes estaban de buen humor.

En  su mente, su marido debería estar de buen humor en ese mismo momento . Ciertamente ella misma se  había sentido bastante alegre después de consumar el matrimonio, al menos hasta   que los pequeños  problemitas  habían comenzado a surgir … como la falta de sus pertenencias .

 

 Edward, por supuesto, no querría hablar  ese asunto, pues estaba  celebrando Pero  parecía  el momento  perfecto para preguntarle   que  deseaba  que  ella hiciese como su esposa. Al menos fue eso  lo que Isabella se dijo . Aunque ,  a decir verdad,  esa  conversación podría   esperar  hasta esa noche después de la cena . Pero  Isabella se encontraba ansioso por ver a su nuevo marido , y también estaba segura que  él estaría encantado de verla. Sin duda él le sonreiría, y le  abriría los brazos, dándole la bienvenida,  luego la besaría  y ....

 

 Isabella detuvo su ensueño cuando   oyó  una carcajada. Como esperaba ,  había oído a los hombres antes de verlos. Deteniéndose para  mirar a su  alrededor,  se dio cuenta que  había alcanzado una serie de caballerizas que se extendían  hasta el muro. El primer compartimento estaba vacío, y  fue a otro y a otro. Los hombres estaban reunidos   la siguiente caballeriza, observando alguna actividad  que se desarrollaba adentro.

 

 Su mirada  pasó por alto una masa de cuerpos, para  ir en busca de su marido como otro estallido de risas se oyó. Sintiéndose curiosa,  Isabella  volvió su atención a el corral  en si  misma. Sus ojos se  ensancharon  con espanto cuando  se dio cuenta de que los hombres  habían provocado  -al  pobre  viejo Angus- . Para  su  diversión lo habían  hecho  montar a pelo en un caballo embravecido. Verdaderamente, el caballo parecía enloquecido. Estaba corcoveando, retorciéndose, y dando saltos, haciendo todo en su poder para voltear  al hombre que aferraba a su lomo .

 

 Isabella decidió  que el hombre en el lomo de la bestia debía estar tan loco como el caballo justo  cuando el caballo se dio vuelta, y ella  notó  que el loco era su marido.

 

 Por un momento, Isabella simplemente se quedó parada  allí intentando aferrarse

al poste de una cerca, abriendo la boca con espanto. Las imágenes comenzaron a bailar en su cabeza : su marido volando fuera de la bestia y siendo pisoteado hasta morir. La idea de quedarse  viuda  tan  poco tiempo después de descubrir las alegrías de  la vida matrimonial  casi la hizo   desmayarse. Y  entonces su marido efectivamente  voló  por el aire, lanzado del lomo de la  bestia y caía sobre una pila de basura.

 

 Un chillido de horror se escapó de sus labios, Isabella inmediatamente comenzó a trepar la cerca. Estaba decidida a llegar a su marido tan rápidamente como  pudiese . Pero  falda tenía  otras ideas,  y se enganchó  en la madera. Isabella  tironeó   impacientemente de la tela  y  oyó un rasgón,  entonces quedó  libre, cayendo de  barriga al suelo  .

 

 Gruñendo por  el impacto, Isabella se puso de pie , agarró la falda mientras corría a través de el corral . A pesar del ruido que hacían, varios de los hombres aparentemente la oyeron  gritar el nombre de su marido y empezó a observarla  atravesar rápidamente el corral . El horror en sus caras hizo  oprimir el corazón acelerado de ella . Isabella no había visto a su marido aterrizar, pero obviamente  algo no había salido bien, ella se percató, cuando los hombres comenzaron a gritarle.

 

 Esperando  que  no estuviese  muy  mal herido , Isabella comenzó a que tratar de recordar  todo  lo que Sue le había enseñado  acerca de curaciones  mientras corría . El probablemente tendría un hueso roto o dos … o más.  Los huesos necesitaban soldarse. Pero la cabeza fue su  primera preocupación , y  Isabella  hizo  una plegaria  silenciosa que  él se  hubiese protegido  la  cabeza cuando  caía . El hombre apenas se estaba sanando  de su última caída de  caballo. En qué estaba  pensando, al montarse  sobre esa bestia loca? Le preguntaría eso, Isabella pensó, tan pronto como considerase que estaba suficientemente saludable como para responderle.

 

Los gritos de los hombres habían aumentado y casi eran  frenéticos. Ellos hacían gestos y señas  con las manos . Isabella  trató  que  su imaginación  no le dijese que  Edward no tendría salvación. No puede ser, ella se dijo . Dios no puede ser tan cruel.

 

- Isabella !- Alarmada al  reconocer la voz de Edward, ella dejó de lado  las preocupaciones y se vio más de cerca de la gente del  otro lado de la cerca. Su corazón se sobresaltó con alivio cuando  vio a Edward abriéndose paso a empujones a través de los hombres amontonados  contra  la cerca.

 

- Maldición ,  ¡mujer, muévete!-  Edward gritó , comenzando a trepar la cerca para llegarle a ella. Isabella notó  la furia en su cara y repentinamente no estuvo del  todo segura de  deseaba verlo sano y salvo  después de todo. No tenía idea  de lo que  había hecho para causar semejante  furia, pero  estaba definitivamente segura de que  no quería verlo  hasta que él tuviese la  posibilidad de calmarse.

Fue entonces  que dio vuelta la cabeza hacia el camino por donde había venido  y  vio el toro. Si su corazón se había  detenido cuando había visto a Edward se expulsado  del caballo, eso no era  nada comparado con la respuesta de su cuerpo cuando  vio al toro  Angus corriendo  en dirección a ella.

 

 Isabella nunca había sido una  persona física. No se esperaba eso  de una dama. Le gustaba montar  y nadar  en el río, pero esas eran todas sus actividades físicas . Igualmente  ser perseguida por  toro  bufando  era un motivador maravilloso para desarrollar nuevas habilidades físicas. Isabella alzó las faldas y se lanzó en una carrera hacia su marido. Corría  tan rápidamente  que sus pies apenas parecían   tocar el suelo. De hecho,  no habría estado sorprendida si alguien le dijese que estaba volando como  un ángel . Isabella se movió tan rápidamente  que alcanzó la cerca antes que  Edward  hubiese acabado de treparla.

 

El modo en que Isabella se subió a la cerca,  fue un capítulo  completamente aparte . No podía trepar y  sostener alzada la falda al mismo tiempo. Isabella pudo oír  el sonido las pezuñas avanzando detrás de ella y en verdad pudo  sentir el aliento caliente de los  bufidos feroces de Angus en su espalda. Nunca treparía  la cerca antes  que él estuviese sobre ella. Iba a ser corneada, y él entonces la lanzaría al aire y la aplastaría  donde ella aterrizase, Isabella pensó   deprimentemente  al mismo tiempo  que su mano se  acercaba  a la   madera de … y  entonces apareció  Edward en  la parte superior de la cerca, la arrebató por la tela  del vestido, y la alzó en el aire .

 

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COMIENZAN LOS MISTERIOS, TANTAS MUERTES AL REDEDOR DE ESA FAMILIA, DIOSSSSSSS, POR ALGO LLAMAN A EDWARD EL DIABLO, AUNQUE NO CREO QUE SEA TAN MALO. Y QUE TAL LA DESPISTADA DE ISABELLA, JAJAJA, VALLA COSA JAJAJA.

 

GRACIAS A TODAS POR ACOMPAÑARME EN ESTA AVENTURA.

 

ACTUALIZACIONES: UN CAPITULO DIARIO

BESITOS GUAPAS.

 

 

Capítulo 5: CINCO Capítulo 7: SIETE

 
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