-No puede ser-. Las cejas de Edward subieron ante el desalentado susurro de Isabella D'Aumesbery, su futura esposa. Hacia unos minutos, ella había estado afectuosa y voluntariamente en sus brazos, y ahora ella parecía estar completamente horrorizada. Con la boca curvándose hacia abajo, él le confirmó ,
- Soy yo-.
-No, no puedes ser el Diablo de Donnachaidh,- ella le aseguró . - El es el … el diablo en persona . Todos saben eso. Y vos… - Ella lo miró fijamente. -Vos sos guapo y dulce y tienes ojos amables. Y me hiciste sentir … - Ella hizo una pausa y negó firmemente con la cabeza. -No puedes ser el Diablo-.
La expresión de Edward se suavizó con sus palabras. Ella lo encontraba guapo? Podía prescindir de los disparates dichos sobre sus ojos amables, pero le agradó que ella pensase que era guapo.
-Qué te hice sentir ? - él gruñó, moviéndose más cerca para deslizar una mano sobre su brazo, reprimiendo una sonrisa de satisfacción cuando ella tembló y jadeó ante ese contacto leve.
-Mi lady !- Edward se paralizó y casi insultó en voz alta ante la interrupción cuando percibió el sonido de cascos de caballos acercándose a ellos. Frunciendo el ceño, él lanzó una mirada al hombre atrevido que irrumpió en el claro montando un alazán.
-Billy -. No había modo de no notar el alivio en su voz cuando Isabella se apartó y fue a saludar al hombre.
- Ahí estabas . Comenzaba a preocuparme. Yo ... -Las cejas de Edward se arquearon cuando las palabras del hombre murieron y su expresión se oscureció con ferocidad. Edward siguió la mirada de él hacia Isabella e inmediatamente entendió la situación. La mujer estaba completamente desaliñada. El vestido todavía estaba húmedo y roto en al menos tres lugares; El peor del cual fue un largo corte desde el hombro a la cintura. La tela del costado del vestido se abría dándole una imagen perfecta de la magulladura de la cintura, visible sobre la tela transparente de la camisa. Si eso no era suficiente para convencer al hombre que su ama había sido atacada, también estaban el moretón oscuro en su mentón, los labios hinchados por los besos, la masa desordenada de su cabello , y la mirada aturdida en la cara de ella.
La furia en la expresión del hombre hizo a que Edward estuviese seguro que iba a poder hacer algo ejercicio que le permitiría descargar la energía insatisfecha que todavía circulaba por su cuerpo, pero luego notó que el hombre no tenía una espada. Era un criado entonces, él se dio cuenta.
-Usted es el Donnachaidh, entonces - El hombre preguntó, su voz temblando de furia.
-Si -. Edward contestó, suponiendo que sus hombres debían haber llegado al castillo antes que ese hombre enloquecido hubiera partido. Si ellos habían mencionado haber encontrado una mujer en el bosque y que su lord se había quedado con ella, podría ser la razón por la que ese hombre había salido a buscar a su ama . Eso Sugería que él la protegía, y que no un cobarde si estaba dispuesto a enfrentar al infame Diablo de Donnachaidh por su ama.
Como él tomó a Isabella por el brazo y la llevó hacia su yegua, Edward consideró tranquilizar la mente del hombre explicándole que él no había sido el causante de ninguna de sus lesiones, pero luego se decidió en contra de hacer eso . Rara vez se molestaba en explicar. Edward prefería dejar que las personas se formasen sus propias opiniones sobre las cosas, lo cual en parte era la razón por la que tenía una reputación tan temible. Dejados a su libre albedrío , las personas casi siempre escogían las explicaciones más rebuscadas a los acontecimientos. Eso usualmente funcionaba para su propio beneficio .
Era bastante útil ser considerado el cruel y despiadado Diablo de Donnachaidh. Su reputación le había asegurado ganar más de una batalla, aun antes que comenzaran. Se había dado cuenta de que no había mejor arma en el mundo que el miedo inspirado por los relatos ridículos del Diablo de Donnachaidh.
-Gracias,- Isabella murmuró, cuándo él la alzó sobre la yegua. Edward la observó para darse cuenta que ella lo observaba con una expresión que era preocupada y perpleja. Por alguna razón quiso besarla otra vez … y fue lo que hizo. Ignorando al criado vigilante, Edward la tomó por la nuca y tiró hacia abajo su cabeza para darle un beso firme y breve que la hizo quedarse sin aliento por la sorpresa. Luego la soltó, y ella se acomodó en la montura. Aparentemente, la acción no había sido no tranquilizadora ella. Pues ella se veía aún más preocupada y más perpleja.
Las mujeres son así , Edward pensó mientras tomaba las riendas de la yegua y la conducía hasta su caballo . Siempre pensando, siempre preocupándose, y nunca usando la lógica, pero era para eso que Dios había creado a los hombres, para proteger a esas criaturas tontas de los peligros creados por ellas mismas.
Edward se subió al caballo y giró para mirar al criado . El hombre pasaba la mirada de él hacia su ama, luego apretó los dientes y guió a su caballo para cruzar el claro . Edward lo siguió, llevando la yegua de Isabella detrás de él .
Con cualquier otra mujer él no le habría prestado más atención que esa, pero Edward se encontró mirando repetidas veces por encima de su hombro mientras cabalgaban. No podía contener ese impulso. Cada vez que miraba hacia atrás, era para encontrarla devolviéndole una mirada fija, y su expresión era diferente cada vez. Azorada, preocupada, prudente, inquisitiva … Cuando Edward miró hacia atrás nuevamente fue para encontrar una sonrisa suave en su cara, era demasiado para él. Detuvo el caballo, luego detuvo la yegua que se puso a la par de su caballo, y extendió las manos para alzarla y colocarla sobre su caballo , delante de él .
-Quién es él? - Edward preguntó mientras espoleaba el caballo a ponerse en marcha nuevamente.
-Billy ,- ella contestó. -Es nuestro jefe de establos … y un amigo-. Edward contempló la nuca canosa del hombre, pero rápidamente decidió que él no era una amenaza. El jefe de establos no tenía un interés amoroso en la muchacha , estaba seguro de eso . El interés del hombre probablemente era de una naturaleza paternal. Por su falta completa de delicadeza cuando la había besado por primera vez, le pareció obvio que su prometida nunca antes había sido besado. Pero había aprendido rápidamente, Edward pensó con satisfacción y deslizó la mano que tenía alrededor de su cintura para colocarla debajo de uno de sus pechos. Ella lo complacería en la cama. No tenía duda.
-El piensa que te violé ,- él anunció, y ella se sobresaltó en sus brazos.
- Qué? ? No! ? Por qué pensaría eso - Ella preguntó, girando para mirarlo.
Edward simplemente curvó una ceja, su mirada rápidamente recorrió el cuerpo de ella. Isabella siguió la dirección de su mirada y gimió como notó el estado en se hallaba, entonces tomó el la tela suelta del desgarrón de su vestido y procuró inútilmente taparse Suspirando, ella renunció al intento, y preguntó,
-Por qué no le explicaste? - Edward se encogió de hombros y rozó el pecho femenino.
- Soy el Diablo de Donnachaidh-.Isabella lo miró silenciosamente, y Edward se sintió repentinamente incómodo bajo esa mirada fija. Sospechaba que había dado a conocer más de lo que pretendía con esas palabras. Frunciendo el ceño, que él cerró la boca y volvió su mirada al camino más adelante. Era por eso exactamente que no le gustaba hablar.
Edward guardó silencio por el resto del trayecto, pero a Isabella no le importó . Estaba concentrada en sus pensamientos, pero le resultó algo difícil concentrarse con la mano de él rozándose continuamente contra su pecho. Cada vez que lo hacía , una oleada de anticipación la invadía mientras su cuerpo recordaba el placer que él le había dado en el río .
Y eso era un problema. Isabella estaba muy confundida. El Diablo de Donnachaidh, o el Cullen como él continuaban llamándose a sí mismo, no era para nada lo que ella había esperado. No había sentido el menor miedo por ese hombre. Aún cuando había aparecido en el prado por primera vez, no había tenido miedo, sólo un sobresalto por la sorpresa. Isabella no había tenido mucho tiempo para pensar en el matrimonio con el Diablo Donnachaidh, pero estaba segura que nunca se habría imaginado que él podría inspirarle pasión como lo había hecho . El Diablo – supuestamente – tenía que ser frío, despiadado, y cruel. Se suponía que había asesinado su padre y su tío para obtener el título de jefe de su clan. También Se suponía que había matado a su primer esposa porque ella no le había dado herederos. Quizá Isabella fuese ingenua, pero le pareció que un hombre como ese debería tener una apariencia cruel y despiadada. Debería causar miedo a cualquier persona en el mismo momento en que unos ojos se posaban en él, y no debería causar la conmoción y pasión que Isabella había experimentado en el claro del bosque.
Pero esa era solo una de sus preocupaciones. La otro era que temía después de su comportamiento licencioso en el claro que el hombre pudiera pensar que podía usar libremente su cuerpo . Incluso podía pensar que ella no era simplemente una muchacha lasciva sino también la clase de mujer que le sería infiel como esposa. Porque - de alguna manera- le había sido infiel como prometida. Quizá no en términos técnicos, pues Isabella no había sabido que él era su prometido cuando se había dejado besar tan apasionadamente y hacer todas esas otras cosas. Ahora sentía vergüenza y miedo de lo que él pudiese pensar de ella.
El pulgar de Edward repentinamente acarició su pecho, distrayendo a Isabella nuevamente. Mirando hacia arriba, ella notó que habían llegado a d'Aumesbery y que cruzaban el puente levadizo. Su mirada se elevó hacia los hombres en los muros , y ella frunció el ceño mientras notaba que silenciosas estaban y que sombrías eran sus expresiones. Obviamente, ellos habían visto su estado de desaliño y pensaban lo peor.
Sintiéndose sonrojarse de vergüenza, Isabella se mordió el labio para reprimir el impulso de anunciar a los gritos que no había sido violada , pero simplemente irguió su cara hacia adelante mientras atravesaban el patio del castillo.
Renne los estaba esperando en la puerta de la fortaleza . Cinco hombres envueltos en plaids escoceses estuvieron parados al alrededor de ella.
-Tus hombres? - Isabella preguntó . Todos eran más altos que Renne, y Renne no era pequeña. Su madrastra era al menos cuatro centímetros más alta que ella . Los hombres estaban parados con los brazos cruzados sobre sus pechos y con expresiones serias en sus caras. No se los veía particularmente contentos de estar allí.
Renne, por otra parte, parecía un gato que se había comida la crema. Su sonrisa se ampliaba con cada de paso que el caballo de Edward daba y mucho más cuando pudo ver mejor el estado en que su hijastra estaba. Isabella no dudaba que la mujer había sacado las mismas conclusiones que Billy , sólo que su madrastra - aparentemente - disfrutaba esas conclusiones. No estaba muy sorprendida. Renne nunca le había querido a Isabella y había sido muy clara al expresar eso . Sin duda ella había convencido al rey de elegir al Diablo de Donnachaidh como el prometido de Isabella con la esperanza de asegurarle un futuro miserable.
De hecho, Isabella sospechaba que Renne probablemente estaría muy molesta si supiese lo que realmente había ocurrido. Si esa mujer odiosa descubriese que Isabella se había ganado las magulladuras no de mano de ese hombre sino por una caída en el río, o que el Cullen la había besado y peor aún que ella había disfrutado esos besos y acaricias, Renne podría buscar el modo de terminar con ese compromiso matrimonial.
Esa idea hizo que Isabella se detuviese para reflexionar . Cuando ella había salido del castillo con la idea de encontrar la manera de terminar con si compromiso matrimonial con el Diablo de Donnachaidh había estado convencida que esa era la única salida a la situación . Pero, lo era todavía?
Ella giró para mirar al hombre detrás suyo . El mentón de Edward estaba alto , sus ojos fijos en la gente en los escalones de entrada , su expresión tan severa como la de sus hombres … excepto que Isabella recordaba las palabras suaves que él había dicho a su caballo y la palmada cariñosa que le había dado al animal. Sus besos habían sido apasionados, mientras que sus caricias y contactos había sido agradables. Y cuando ella había comenzado a forcejear, él la había soltado inmediatamente, aunque como su prometido él en realidad no tenía obligación de hacerlo.
Todo eso hacía que Isabella se preguntase ahora cuanto de los terribles cuentos sobre él eran simplemente eso: Cuentos. Quizás debería dejar que as personas asumiesen lo que había sucedido entre ellos . Isabella aún no estaba muy segura respecto a ese hombre, pero una sola cosa era segura. No sentía miedo pór él. Sus instintos le decían que estaba a salvo en sus manos.
También estaba segura que no deseaba que Renne averiguase la verdad de las cosas. No iba a arriesgarse a que la mujer pusiese un fin a ese compromiso matrimonial, sólo para casarla con alguien a quien Isabella le temiese , o alguien que le resultase absolutamente repulsivo. Y Isabella estaba realmente segura de que no tendría ese problema con este hombre. El ya había avivado sus pasiones, unas pasiones que ella no sabía que existían . No, Isabella decidió, dejaría que Renne y todos los demás pensasen lo peor … y que su madrastra la casase con este hombre.
Cuando Edward frenó el caballo y desmontó por la parte trasera del caballo, Isabella inmediatamente comenzó a deslizarse fuera de la montura sin ayuda, pero él ya estaba allí para tomarla por la cintura antes de que sus pies tocasen el suelo . Sus ojos se encontraron brevemente como la colocó suavemente en el suelo, y ella casi le agradeció con una sonrisa, pero se acordó de Renne y lo miró severamente . Isabella vio destello sorpresa en la mirada de Edward y casi se disculpó . Entonces murmuró ,
- Perdóname , mi lord , por lo que está a punto de suceder . Te lo explicaré más tarde. Sólo compórtate como el Diablo de Donnachaidh, tal como te comportaste con Billy -.
Para su alivio, él no exigió ninguna explicación. Simplemente una ceja se arqueó ligeramente, y esa fue la única reacción que mostró. Ella giró y caminó , sus pasos eran lentos y poco rígidos cuando las magulladuras Machucado comenzaron a dolerle o. Sin duda el dolor empeoraría en las próximas horas .
Su mirada fue hacia Renne para que ver la mujer estaba en un estado de éxtasis mientras la observaba acercarse. Escondiendo el enojo que sintió, Isabella forzó su cara a permanecer solemne y sin ninguna emoción se detuvo delante de su madrastra. No estuvo sorprendida cuando Renne la ignoró completamente y en lugar de eso lanzó una sonrisa amplia y aprobadora a Edward.
-Lord Donnachaidh,- Renne saludó. - Ya veo que has conocido a nuestra Isabella. Espero que estés satisfecho con el compromiso matrimonial -.
-Si ,- Edward gruñó , y Isabella notó la manera en que sus ojos fueron hacia sus hombres . Cada uno le devolvió la mirada y una especie de mensaje tácito pareció circular entre ellos. Isabella no podía leer ese mensaje pero sospechaba que tenía algo que ver con Renne.
-Bien, bien-. Su madrastra sonrió ampAroente, luego rápidamente moderó la sonrisa para esconder sus dientes faltantes y enlazó su brazo en el de él para llevarlo hacia la puerta de la fortaleza . - Debo decirte que fui yo quien te escogió para casarte con nuestra Isabella, y admiro a los hombres determinados. No debes tener piedad por esta muchacha. Pégale tan a menudo como te parezca necesario . Ella es saludable y fuerte y puede resistir muchas golpizas. De hecho, es tan fuerte que a menudo me pregunto si no hay sangre campesina en alguna parte de su ascendencia -. Ella terminó de expresar ese pequeño insulto con una risa que desapareció inciertamente cuando intentó conducir a Edward hacia la puerta de la fortaleza sólo para descubrir que él no se movía.
-Su sacerdote,- Edward gruñó cuando ella mostró una expresión confusa en la cara. Sus cejas se arquearon.
- El Padre Saunders? -
- Vaya a traerlo . Nos casamos y partimos -.
- Tan pronto? Yo ... - Renne hizo una pausa, entonces, aparentemente decidiendo que a ella le gustaba la idea de deshacerse de Isabella tan rápidamente como fuese posible , su sonrisa amplia volvió. -Lo enviaré a buscar inmediatamente- .
Edward asintió con la cabeza, tomó a Isabella por el brazo, y ambos pasaron por al lado de Renne para entrar a la fortaleza . Isabella se mordió el labio para reprimir la protesta de que no podría estar lista para partir tan rápidamente. En vez de eso, intentó pensar en cómo ella podría lograr empacar todas sus pertenencias en tan poco tiempo. La idea de dejar d'Aumesbery era al mismo tiempo una perspectiva dolorosa y un placer por venir. Había muchos personas y cosas que perdería. Había crecido con esta gente y ahora las abandonaría . Pero la idea de librarse de Renne era agradable, Isabella pensó, mientras Edward la dejaba al pie de las escaleras y ella comenzaba a subirlas .
No fue hasta que subió los escalones que se dio cuenta que las lesiones causadas por la caída eran un gran problema . Mientras caminar le causaba dolor, levantar las piernas para subir las escaleras le hizo contener la respiración mientras el dolor se extendía desde la cadera hasta las rodillas. Oh sí, viajar iba a ser algo muy complicado, ella pensó con un suspiro.
Apretando los dientes, Isabella se obligó a ignorar el dolor y continuar hacia arriba, diciéndose que se le pasaría. Uno o dos días y estarían bien. Podría tolerar ese dolor hasta que su cuerpo se recuperase. Pero sabía que el dolor empeoraría durante las siguientes horas . La idea de tener que apresurarse para armar el equipaje no era agradable, pero la idea de montar después de la ceremonia era suficiente para traerle las lágrimas a los ojos.
Su cuarto estaba vacío cuando entró. Isabella postergó el acto de cambiarse de ropa por el momento y comenzó a hacer el equipaje, tan rápidamente como pudo . No había crecido mucho desde que tenía dieciséis años y siempre había sido muy cuidados con sus vestidos , entonces aunque Renne se había rehusado a permitirle tener vestidos nuevos desde la muerte de su padre, Isabella tenía un montón de ropas usables . La mayoría de ellos estaban algo viejos y descoloridos, y un poco deshilachados aquí y allá, pero todavía podían ser usados . Lentamente doblando uno de esos vestidos cuando la puerta de la habitación se abrió repentinamente y Sue entró rápidamente.
- Oh, mi lady ! Billy me contó ... Dios del cielo, - la criada jadeó, se detuvo cuando Isabella se enderezó y giró para enfrentarla. Sólo entonces Isabella recordó su estado desaliñado y sus moretones . Rápidamente le aseguró a la criada ,
-Edward no me hizo esto-.
-No, el Diablo con quien se supone que debes casarte lo hizo,- Sue dijo con disgusto .
-No, yo ... –
- Billy me contó todo. No te preocupes, tenemos un plan, - ella le aseguró . - Nos escaparemos. No estamos lejos de Abbey. Podemos ... -
-Edward es el Diablo,- Isabella interrumpió, dando un paso atrás cuando la mujer la alcanzó , entonces se dio cuenta de que no se había expresado correctamente - Digo, él no es en realidad el Diablo. Sino que Edward es Lord Donnachaidh, - ella dijo finalmente, exasperada consigo misma . - Y él no me hizo esto. Me caí en el río -.
-Oh, si -. Sue se detuvo delante de ella, había incredulidad en su cara. -y caerse en el río desgarró tu vestido y tu camisa dejándote expuesta, verdad?
-No,- ella admitió. -Edward hizo eso-. Sue asintió con la cabeza y la agarró por el brazo. - Escaparemos. Billy está preparando tres caballos ahora mismo -.
-No,- Isabella gritó, tirando de su brazo, pero la criada estaba decidida a salvarla y se mantuvo firme. -El no tuvo intención de desgarrar el vestido, él solamente estaba tratando de quitárselo… de su cara,- ella resumió rápidamente, cuándo Sue chasqueó la lengua disgustada. Eso la hizo detenerse. Volviéndose con ojos horrorizados, ella preguntó,
- El es uno de esos raros ? El estaba queriendo ponerse su vestido ? -
-No,- Isabella jadeó , conmocionada con la mera idea . Realmente, no podría imaginarse a Edward o a ningún otro hombre usando un vestido. - Estaba enredado en su cabeza-. Esa explicación no apaciguó a Sue. Es más , pareció ser exactamente lo que ella esperaba.
- Diablo canalla!- Ella dijo disgustada , comenzando a empujarla nuevamente. - Abriéndose paso a la fuerza por debajo de tu falda en el primer momento de conocerte ! Y ustedes dos ni siquiera se han casado aún !-
- Sue !- Isabella gritó exasperadamente . -No es lo que piensas ! Te pido que me dejes explicarme. Todo esto es simplemente un malentendido . En realidad él no me lastimó -.
- Puedes explicarme eso en el camino a los establos. Es ... - Su voz murió cuando abrió la puerta sólo para encontrarse con varios sirvientes cargando una bañera y baldes de agua.
-El Diab ... Lord Donnachaidh le mandó un baño , mi lady ,- uno de los hombres cargando la bañera anunció . - Dijo que debíamos traer agua tan caliente como podrías soportar. Eso va a calmar sus los dolores de la caída -.
-Ves! -. Isabella empujó su brazo del asimiento de Sue y se alejó un par de pasos para estar segura de que ella no lo agarraría nuevamente. - Te dije que me caí-. Sue vaciló, entonces le dio a los hombres instrucciones de colocar la bañera cerca del fuego, antes de acercarse a Isabella.- Entonces él no te golpeó? Ninguno de esos magullones que tienes son de sus puños ? -
- No. Fue la caída en el río lo que me lastimó, aunque creo que él piensa que me caí de mi caballo como le pasó a él , - Isabella le aseguró en un susurro, mirada moviéndose nerviosamente hacia los hombres ahora vaciando balde tras balde para llenar la bañera. No quería que ellos escuchasen y posiblemente le informasen a Renne. Llevando a Sue a un rincón lejano del cuarto, Isabella rápidamente le susurró la cadena de acontecimientos que la había conducido al estado en que estaba.
-Entonces su cabeza no estaba debajo de tu falda - Sue dijo lentamente, una vez Isabella hubo terminado.- él no te tocó de ninguna manera ? -
-Pues bien- Isabella se sonrojó y evitó su mirada . Entonces viendo desconfianza en la cara de la mujer, suspiró y admitió, -él me besó.- Sue silenciosamente miró Isabella y arqueó una ceja.
- Y ? - Isabella vaciló, pero supo si no convencía a su criada que todo estaría bien, Sue y Billy arriesgarían sus propias vidas para intentar hacerla escapar , y en realidad ella tenía pocas ganas de escaparse de ese matrimonio a esa altura. De hecho, Isabella comenzaba a sentir la primera chispa de esperanza para su futuro, cosa que no había tenido en mucho tiempo. Sería la lady de su casa, sin Renne presenta para hacerle vida miserable, y verdaderamente, comenzaba a tener esperanza que podría ser tratada aceptablemente por Edward.
-El realmente ha mostrado buen corazón,- Isabella le aseguró en voz baja y solemne. - Y no siento miedo por él. Tiene ojos amables y ... - Isabella suspiró profundamente, y admitió - ... disfruté de sus besos … Muchísimo, - ella agregó cuando Sue vaciló, todavía mostrándose incierta. -Además, es muy prudente, fíjate que ordenó preparar un baño para que yo me alivie de los dolores,- ella señaló. -Él no es como su reputación afirma que es , Sue, del mismo modo en que Renne no es la dulce y comprensiva madrastra que todos en la corte piensan que es-.
Un suspiro lento fue saliendo de los labios de la criada, luego miró a los hombres mientras terminaban su trabajo. Los observó salir del cuarto antes de volverse a Isabella y sugerir,
- Metete en la tina. Iré corriendo a los establos para asegurarle a Billy que todo está bien … por ahora. Aunque, si cambias de idea, aún podemos ... -
- No cambiaré de idea,- Isabella le aseguró , y estaba muy segura que no lo haría. Entonces le advirtió, - Asegúrate que no haya nadie cerca cuando le cuentes a Billy la verdad de lo que ocurrió. No quiero que Renne sepa nada de esto antes que el matrimonio se lleva a cabo -.
- No, claro . Esa vieja vaca probablemente encontraría un modo de romper el compromiso matrimonial y obligarte a casarte con otro, - la criada murmuró, confirmando los pensamientos de Isabella al respecto. -Te ayudo con el vestido? -
Isabella abrió la boca para rechazar la oferta, pero luego vaciló . No era solamente la pierna que sentía rígida . También Había notado que el brazo comenzaba a dolerle mientras preparaba el equipaje, y sospechaba que entre eso y las costillas amoratadas, desvestirse no sería tarea fácil
- Sí. Gracias, - ella murmuró. Sue asintió y se puso a trabajar, quitándole el vestido rápidamente. Pronunció al vestido como irreparable y lo lanzó a un rincón, luego la ayudó a quitarse la camisa , jadeando con preocupación cuando las magulladuras quedaron a la vista .
-No puedes cabalgar así, mi lady ,- Sue dijo frunciendo el ceño mientras la hacía entrar en la bañera. -Estarás muerta de dolor-.
- Espero que el baño ayude,- Isabella dijo suavemente, respingándose cuando el agua caliente pareció quemar su piel. Lanzó un jadeo cuando ella se metió completamente en la bañera, pero pronto se hizo más tolerable, y comenzó a aliviar los dolores casi inmediatamente.
- Puedes pedirle quedarse uno o dos días para curarte? Si él es tan amable como dices? Sin duda te lo permitiría... - Isabella se mordió el labio , pero luego negó con la cabeza.
- El ya ha visto los magullones y sin embargo desea partir inmediatamente. Debe tener sus razones. Además, qué es soportar unos pocos dolores comparado con el placer de librarse Renne - Isabella preguntó secamente.
Sue le sonrió reticentemente y suspiró.
- Pondré un poco de tónico en tu aguamiel para que bebas. Hará el viaje más tolerable -.
- Gracias. Te agradecería eso, - Isabella respondió. Sue asintió y se marchó.
- Traeré el aguamiel y el tónico cuando regrese de hablar con Billy. Sólo relájate y quédate en el agua -. Isabella asintió con la cabeza , sus ojos se cerraron mientras dejaba que el agua obrase u magia. Debió haberse quedado dormida en el agua caliente, pues lo siguiente que supo, era que Sue estaba de regreso, con tres criadas siguiéndola y que el agua de la tina ahora estaba tibia.
-El padre Saunders está aquí, y tu prometido te quiere de inmediato allá abajo para realizar la boda,- su criada chilló con pánico. Lanzó su bolsa con medicinas sobre el baúl cerca de la cama, luego corrió a la tina, donde Isabella se obligaba a sentarse derecha. - Ven. Tenemos que lavarte la cabeza y vestirte -.
- Cuánto tiempo he estado en el agua - Isabella preguntó con una mirada cansada mientras notó que su piel estaba arrugados por el agua. Sue le ladró a las otras tres criadas que se pudiesen a hacer el equipaje, luego contestó,
- Un buen Rato. Me llevó más tiempo de lo que esperaba para convencer a Billy de que todo estaba bien, luego Renne demandó que primero hiciera unas cosas para ella -. La criada sacudió la cabeza disgustada, mientras tomaba un balde y lo volcaba sobre la cabeza de Isabella para humedecer el cabello.
- No sentiré mucho el poder deshacerme de esa mujer-. Isabella murmuró en acuerdo y cerró los ojos mientras Sue comenzara a lavarle la cabeza con jabón aromático. Oyó la puerta volver a abrirse y abrió los ojos, arriesgándose a que el jabón entrase en sus ojos, para ver a una criada entrar apresuradamente, con una gran taza en su mano.
- Traje el aguamiel, Sue,- la mujer dijo, apresurándose en dirección a ellas.
- Pon un poco de mi tónico en él, Alice,- Sue ordenó. Ella asintió con la cabeza yendo hacia el baúl cerca la cama. Está en mi bolsa con remedios. En una pequeña bolsita de cuero marcada con una x -. La criada hizo lo que se le ordenó , y Isabella cerró los ojos otra vez cuando Sue volcó otro balde para enjuagar su cabello.
- Estoy segura que estaré bien sin el tónico, Sue,- ella dijo una vez que la criada terminó de verter el agua.
- El tónico ayudará. Es mejor se precavido que llorar , - ella le aseguró , vertiendo otro balde sobre su cabeza. Isabella no se molestó en seguir protestando. Supuso que no le haría mal tomar el tónico.
- Listo . Levántate. Tenemos que secar el cabello y vestirte -. Sue envolvió una toalla alrededor de su cuerpo mientras Isabella se paraba, luego la llevó hacia una silla cerca del fuego.
-Alice, dónde está ... Oh bien ,- Sue murmuró cuando la criada se acercó con el aguamiel con el tónico. Dándoselo a Isabella, ella dijo, -Bebe el tónico mientras pienso en lo que deberías llevar puesto-. Isabella tomó el jarro con una sonrisa de agradecimiento a Alice, luego lo acercó él a su nariz e inhaló el olor Eso fue suficiente para decirle que ese iba a ser uno de esos tónicos que causaban más dolor en el estómago que lo que calmaban los dolores corporales . Consideró negarse a beberlo, pero en vez de discutir con Sue, se tapó la nariz e inclinó la taza sobre sus labios. Esa medida no sirvió mucho para cubrir el sabor apestoso del brebaje, pero Isabella respiró fuertemente y tragó .
-Ajjjjjjj, Sue, esta cosa es horrible , - ella murmuró con un estremecimiento. Sue separó los vestidos que buscaba apresuradamente para negar con la cabeza.
-No lo es . Apenas deberías sentirle el sabor -. Eso era lo que la mujer siempre decía para obligarla a beber las medicina, y Isabella lanzó su usual bufido de incredulidad , luego se tapó la nariz y bebió el resto .
-Tengo que tomar estas cosas que están flotando en el líquido - Ella preguntó reticentemente cuando encontró en el fondo de la taza pedazos de pequeñas de hojas y palitos.
- Qué? - Sue repentinamente se acercó , arrebatándole la taza. Miró fijamente el contenido, maldijo y fue rápidamente hacia Alice.- Qué pusiste aquí dentro, muchacha?!- Isabella sintió un temor recorrer su columna ante el pánico en la voz de la mujer.
- Yo ... lo que usted dijo. Marcada con la x, - la desventurada Alice dijo jadeando, después que Sue corrió a agarrar la bolsa con medicinas y volcar su contenido sobre la cama.
- Cuál usaste ? Ella preguntó.
-ese -. la muchacha agarró una pequeña bolsita de cuero.
- No !- Sue jadeó por el horror.
- Hice mal ? Usted dijo marcada con la x , - Alice casi lloró con desasosiego.
-Esta no es una x, es una cruz, - Sue gruñó . Luego miró la taza frunciendo el ceño, y preguntó, - Cuánto pusiste?
-Yo ... Usted dijo un poco ... ,- Alice contestó evasivamente .
-Si , hice, pero la bolsita estaba llena y ahora está medio vacía-.
-Bien, se me volcó un poquito mientras la echaba,- la muchacha dijo disculpándose .
-Dios Santo ,- Sue jadeó.
- Qué era eso, Sue - Isabella preguntó, alarmada cuando su voz salió muy lenta y dificultosa. Intentó agarrar la toalla alrededor de su cuerpo para ponerse de pie y cruzar el cuarto, pero encontró que sus manos no podían sujetar la tela. El material simplemente se escabullía de sus dedos como arena.- Qué me ... ? -
-Está bien, - la criada dijo reconfortantemente mientras se volvía atrás en dirección a Isabella, aunque la preocupación en su voz era notoria . -No te va a matar . Simplemente... - Sue se apresuró para atajarla cuando Isabella comenzó a deslizarse fuera de su asiento.
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AQUI COMIENZA UNA NUEVA AVENTURA, GRACIAS A TODAS GUPAS POR ACOMPAÑARME, ESTA ES UNA HISTORIA DIVERTIDA, LLENA DE AVENTURA, PASION, AMOR, INTRIGA.
ACTUALIZACIONES: UN CAPITULO DIARIO.
BESITOS GUAPAS.
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