EL DIABLO (+18)

Autor: lololitas
Género: Aventura
Fecha Creación: 08/08/2013
Fecha Actualización: 17/11/2013
Finalizado: SI
Votos: 20
Comentarios: 63
Visitas: 61983
Capítulos: 18

"FAN FIC FINALIZADO"

UN MARIDO DE POCAS PALABRAS ... Y UNA ESPOSA MUY INQUIETA

Edward, Lord de Donnachaidh, conocía  las falsas acusaciones que  se murmuraban a sus espaldas , pero  no hacía  nada para refutarlas. All he knows is that he has to marry an agreeable lady to bear him the sons he needed. Todo lo que sabía era que tenía que casarse con una dama acorde a su título  para que le diese  los herederos  que  necesitaba. Any lady will do as long as he can keep the peaceful life he leads. Cualquier mujer  le serviría  siempre y cuando pudiese adaptarse a la  vida pacífica que él  llevaba. And he thinks he found it in Evelinde. Y Edward  piensa que   encontró ha esa mujer en  Isabella. Only, she wasn't the perfectly pleasant wife he thought her to be. Pero  ella no es la esposa perfectamente adaptable que él precisaba . She was much more. Era mucho más.

ISABELLA HA ESCAPADO A UNA MADRASTA MALVADA  , PERO DEBE ENFRENTAR UNA SERIE DE PROBLEMAS ... UN MARIDO DE ESCASAS PALABRAS , UN TORO FURIOSO , Y TRES CRIMENES SIN RESOLVER.

Though she should take heed of the rumors, Evelinde d'Aumesbery agreed to marry the notorious Scottish Lord to escape her evil stepmother's guardianship. A pesar de que debería tener en cuenta los rumores, Isabella de Aumesbery acuerda  casarse con un  famoso  lord escocés  para escapar  de la tutela de su malvada madrastra. She has seen his true gentle and good side and knows she will be safe with him. Ella ha conocido la   cara amable y  bondadosa de él  y sabe que estará segura con él.

 

 

adaptacion con los personajes de crepusculo del libro "el diablo de las Highlands - lynsay sands"

 

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Capítulo 3: TRES.

 -No puede   ser-. Las cejas de Edward subieron ante el desalentado susurro de Isabella D'Aumesbery, su futura esposa. Hacia unos minutos, ella había estado afectuosa y voluntariamente en sus brazos, y ahora ella  parecía estar completamente horrorizada. Con la boca curvándose hacia abajo, él le confirmó ,

 

- Soy yo-.

 

-No, no puedes  ser el Diablo de Donnachaidh,- ella le aseguró . - El es  el  … el diablo  en persona . Todos saben eso. Y vos… - Ella lo miró fijamente. -Vos sos  guapo y dulce y tienes ojos amables. Y  me hiciste  sentir … - Ella hizo una pausa y negó firmemente  con la cabeza. -No puedes  ser el Diablo-.

 

La expresión de Edward se suavizó  con sus palabras.  Ella lo encontraba  guapo? Podía prescindir de los disparates  dichos sobre sus ojos amables, pero  le agradó que ella  pensase que era guapo.

 

-Qué  te hice  sentir ? -    él gruñó, moviéndose  más cerca para deslizar una mano sobre su brazo, reprimiendo una sonrisa de satisfacción  cuando ella tembló y jadeó  ante ese contacto  leve.

 

-Mi lady  !- Edward se paralizó  y casi insultó  en voz alta ante  la interrupción cuando percibió  el sonido de cascos de caballos acercándose a ellos. Frunciendo el ceño, él lanzó una mirada  al hombre atrevido que irrumpió en el  claro  montando  un  alazán.

 

 -Billy -. No había modo de no notar el alivio en su voz cuando Isabella se apartó  y fue a saludar al hombre.

 

- Ahí estabas . Comenzaba a preocuparme. Yo  ... -Las cejas de Edward se arquearon cuando las palabras del hombre murieron y su expresión se oscureció con ferocidad.  Edward  siguió la mirada de él hacia  Isabella e inmediatamente entendió la situación. La mujer estaba completamente desaliñada. El  vestido todavía estaba   húmedo y roto en al menos tres lugares; El  peor del cual fue un largo  corte  desde el  hombro a la cintura. La tela del costado  del  vestido se abría  dándole  una imagen perfecta de la magulladura   de la  cintura, visible sobre la tela  transparente de la camisa. Si eso no era suficiente para convencer al hombre que  su ama había sido atacada,  también estaban el moretón   oscuro en su mentón, los labios  hinchados por  los besos, la masa desordenada de su cabello , y la mirada   aturdida en la cara de ella.

 

La furia en la expresión del hombre hizo a que Edward estuviese seguro  que  iba a poder hacer algo ejercicio que le  permitiría descargar  la energía insatisfecha  que todavía circulaba por su cuerpo,  pero luego  notó que el hombre  no tenía  una espada. Era un criado  entonces,  él se dio cuenta.

 -Usted  es el Donnachaidh,  entonces -  El hombre preguntó, su voz temblando de furia.

 

-Si -. Edward contestó, suponiendo que sus hombres  debían haber llegado al castillo antes que ese hombre enloquecido  hubiera partido. Si  ellos habían mencionado haber encontrado una mujer en el bosque y  que su lord se había  quedado  con ella,  podría ser la razón por la que ese hombre  había salido a buscar a su ama . Eso Sugería que él la protegía, y que  no un cobarde si estaba  dispuesto a enfrentar al infame  Diablo de Donnachaidh por su ama.

 

Como él tomó a Isabella por el brazo y la llevó hacia su  yegua, Edward consideró   tranquilizar la mente del hombre explicándole  que él no  había sido  el  causante de  ninguna  de sus lesiones, pero luego  se decidió  en contra de hacer eso .  Rara vez  se molestaba  en explicar. Edward prefería  dejar que las  personas se formasen sus propias opiniones sobre las cosas, lo  cual   en parte era la razón por la  que tenía  una reputación tan temible. Dejados   a su libre albedrío , las personas casi siempre escogían las explicaciones más rebuscadas a los  acontecimientos. Eso usualmente  funcionaba  para su propio beneficio .

 

Era bastante útil ser considerado el cruel y  despiadado   Diablo de Donnachaidh. Su reputación le había asegurado ganar  más  de una  batalla,  aun antes que  comenzaran.  Se había dado cuenta de que no había mejor arma en el mundo que el miedo inspirado por los relatos ridículos del Diablo de Donnachaidh.

 

-Gracias,- Isabella murmuró, cuándo él la alzó sobre la yegua. Edward  la observó   para darse cuenta que ella lo  observaba con una expresión que era preocupada y  perpleja. Por alguna razón  quiso  besarla otra vez … y fue lo que  hizo. Ignorando al criado vigilante, Edward la tomó  por la nuca y  tiró hacia abajo su cabeza para  darle un beso  firme y  breve que la hizo  quedarse sin aliento por  la sorpresa. Luego la soltó, y ella se acomodó en la montura.  Aparentemente, la acción no había sido no tranquilizadora ella.  Pues ella se veía aún  más preocupada y más perpleja.

 

 Las mujeres son así , Edward pensó  mientras tomaba las riendas de la yegua   y la conducía hasta   su caballo . Siempre  pensando, siempre preocupándose, y nunca usando la  lógica, pero era para eso  que Dios había creado a los hombres, para proteger a esas criaturas tontas de los peligros creados por  ellas mismas.

 Edward   se subió  al caballo y giró para mirar  al criado . El hombre pasaba la mirada de él  hacia su ama, luego apretó los  dientes  y guió a su caballo para cruzar el  claro . Edward lo siguió,  llevando la   yegua  de Isabella detrás de él .

 

 Con cualquier  otra mujer él no le habría prestado  más atención  que esa, pero Edward se encontró mirando repetidas veces  por encima  de su hombro mientras cabalgaban. No podía contener ese impulso. Cada vez que  miraba hacia atrás, era  para encontrarla devolviéndole una  mirada fija, y su expresión era diferente cada vez.  Azorada, preocupada, prudente, inquisitiva  … Cuando Edward miró hacia atrás nuevamente  fue para  encontrar una sonrisa suave en su cara, era demasiado para él. Detuvo el caballo,  luego detuvo la  yegua que se puso a la par de su caballo,  y extendió las manos para alzarla y colocarla  sobre su caballo , delante de él   .

 

-Quién es él? -  Edward preguntó mientras espoleaba  el caballo a ponerse en marcha  nuevamente.

 

-Billy ,- ella contestó. -Es nuestro jefe de establos  … y un amigo-. Edward contempló la nuca  canosa del hombre, pero rápidamente decidió que él no era una  amenaza. El jefe de establos  no tenía un interés amoroso en  la muchacha , estaba seguro de eso   . El interés del hombre probablemente era de una naturaleza paternal. Por su  falta completa de delicadeza cuando  la había besado por primera vez,  le pareció obvio  que su prometida nunca  antes había sido besado. Pero  había aprendido rápidamente, Edward  pensó con satisfacción y deslizó la mano que  tenía alrededor de su cintura para colocarla debajo de uno de sus pechos. Ella lo complacería en la cama. No tenía duda.

 

-El piensa que te  violé ,- él anunció, y ella se sobresaltó  en sus brazos.

 

- Qué? ? No! ? Por qué pensaría eso - Ella preguntó, girando para  mirarlo.

 Edward simplemente curvó una ceja, su mirada rápidamente recorrió el cuerpo de  ella. Isabella siguió la dirección de su  mirada  y gimió como  notó   el estado en se  hallaba, entonces tomó el  la tela suelta del desgarrón  de su vestido y procuró inútilmente  taparse  Suspirando, ella renunció al intento, y preguntó, 

 

-Por qué  no le explicaste? - Edward se encogió de hombros y  rozó el pecho femenino.

 

- Soy el Diablo de Donnachaidh-.Isabella lo miró silenciosamente, y Edward se sintió repentinamente incómodo bajo esa mirada fija.  Sospechaba que  había dado a conocer más de lo que pretendía  con esas palabras. Frunciendo el ceño, que él cerró la boca  y volvió su mirada al camino más   adelante. Era por eso  exactamente que no le gustaba hablar.

 

Edward guardó silencio por el resto del trayecto, pero a Isabella no le importó . Estaba concentrada  en sus pensamientos, pero le resultó algo difícil  concentrarse con la mano de él  rozándose continuamente contra su pecho. Cada vez que lo  hacía , una oleada de anticipación la invadía mientras su cuerpo recordaba  el placer que él le había dado en el río .

 

Y eso era un problema. Isabella estaba muy confundida. El Diablo de Donnachaidh, o el  Cullen como él continuaban  llamándose a sí mismo, no era para nada lo que ella había esperado. No había sentido el menor  miedo por ese hombre. Aún cuando  había aparecido en el prado por primera vez,  no había tenido miedo, sólo un sobresalto por la sorpresa. Isabella no había  tenido mucho  tiempo para pensar en el  matrimonio con el Diablo Donnachaidh, pero  estaba segura que nunca se  habría imaginado que él podría inspirarle   pasión como  lo había hecho . El Diablo – supuestamente – tenía que ser frío, despiadado, y  cruel.  Se suponía  que había asesinado su padre y su tío para  obtener el  título de jefe   de su clan.  También Se suponía que  había  matado  a su primer  esposa porque ella no le había dado  herederos. Quizá Isabella fuese ingenua, pero le pareció que  un hombre como ese debería tener una apariencia  cruel y despiadada. Debería causar miedo a cualquier persona  en el mismo  momento en que  unos ojos se posaban  en él, y   no debería  causar la conmoción y  pasión  que Isabella había experimentado en el  claro del bosque.

 

 Pero esa era solo una de sus preocupaciones. La otro era que  temía  después de su comportamiento licencioso en el claro  que  el hombre  pudiera pensar que podía  usar libremente su cuerpo .  Incluso  podía pensar que ella no era simplemente una  muchacha lasciva sino también la clase de mujer que  le sería infiel como esposa.  Porque  - de alguna manera-  le había  sido infiel como prometida. Quizá no  en términos técnicos, pues Isabella no había sabido que  él era su prometido cuando se había  dejado besar  tan apasionadamente y hacer   todas esas otras cosas. Ahora  sentía  vergüenza y miedo  de lo que él pudiese  pensar  de ella.

 

El pulgar de Edward repentinamente acarició  su pecho, distrayendo a Isabella nuevamente.  Mirando hacia arriba, ella notó que habían llegado a  d'Aumesbery y  que cruzaban el puente levadizo. Su mirada se elevó  hacia los hombres en los muros , y ella frunció  el ceño  mientras notaba que  silenciosas estaban y que  sombrías eran  sus expresiones. Obviamente, ellos habían visto su estado de desaliño  y pensaban lo peor.

 

 Sintiéndose  sonrojarse de vergüenza, Isabella se mordió el labio  para reprimir el impulso de anunciar a los gritos que  no había sido violada , pero  simplemente irguió  su cara  hacia  adelante  mientras atravesaban  el patio  del castillo.

 Renne los estaba esperando en la  puerta  de la fortaleza . Cinco hombres envueltos en plaids escoceses  estuvieron parados al alrededor de  ella.

 

 -Tus hombres? -  Isabella preguntó . Todos eran más altos que Renne, y Renne no era pequeña. Su madrastra era al menos cuatro centímetros más alta que ella . Los hombres estaban  parados con los  brazos cruzados sobre sus pechos y  con expresiones serias en sus caras. No se los  veía  particularmente  contentos de estar allí.

 

 Renne, por otra parte,  parecía un  gato que se había comida la crema. Su sonrisa se ampliaba  con cada de paso que el caballo de  Edward daba  y mucho más cuando pudo  ver mejor el estado en que su hijastra estaba. Isabella no dudaba  que  la mujer había sacado  las mismas conclusiones que  Billy  , sólo que  su madrastra  - aparentemente - disfrutaba esas conclusiones.  No estaba muy  sorprendida.   Renne nunca le había querido a  Isabella y había sido  muy clara al expresar eso  . Sin duda ella había convencido al rey de elegir al Diablo de Donnachaidh como el  prometido de Isabella con la esperanza  de asegurarle  un futuro miserable.

 

De hecho, Isabella  sospechaba  que Renne probablemente estaría muy  molesta si supiese lo que  realmente había ocurrido. Si esa mujer odiosa descubriese que Isabella se había ganado las magulladuras no de mano de ese hombre sino por una caída en el río, o que el Cullen  la había besado y  peor aún  que ella había disfrutado esos besos y acaricias, Renne podría buscar el modo de  terminar con  ese compromiso matrimonial.

 

Esa idea  hizo que Isabella se detuviese para reflexionar . Cuando ella había salido  del castillo con  la idea de encontrar la manera de terminar  con si  compromiso matrimonial con  el Diablo de Donnachaidh había estado convencida que esa era la única salida a la situación . Pero, lo era  todavía?

 

Ella giró  para mirar al hombre detrás suyo . El  mentón de Edward estaba  alto , sus ojos fijos en la gente en los escalones de entrada , su expresión tan severa  como la de  sus hombres  … excepto que  Isabella  recordaba   las palabras suaves que  él había dicho a su caballo y la palmada cariñosa que le  había dado al animal. Sus besos habían sido apasionados, mientras que sus  caricias y contactos  había sido agradables. Y cuando ella había comenzado a forcejear, él la había soltado  inmediatamente, aunque  como su prometido  él en realidad  no tenía obligación de hacerlo.

 

 Todo eso hacía que  Isabella se preguntase ahora cuanto  de los terribles cuentos sobre  él   eran  simplemente eso: Cuentos. Quizás debería dejar que as personas asumiesen  lo que  había  sucedido entre ellos  .  Isabella  aún no estaba  muy  segura  respecto a ese hombre, pero  una sola  cosa era segura. No sentía  miedo pór  él. Sus instintos le decían   que  estaba a salvo en sus manos.

 

También estaba segura que  no deseaba  que  Renne averiguase  la verdad de las  cosas.  No iba a  arriesgarse a que  la mujer  pusiese  un fin a ese compromiso matrimonial, sólo para  casarla con alguien a quien Isabella le temiese , o alguien  que le resultase  absolutamente repulsivo.  Y Isabella estaba realmente segura de  que  no tendría ese problema con este hombre. El ya había avivado  sus pasiones, unas pasiones  que ella no sabía que  existían . No, Isabella  decidió,   dejaría que  Renne y todos los demás pensasen  lo peor … y  que  su madrastra  la casase con este hombre.

 

 Cuando Edward frenó el caballo y desmontó  por  la parte trasera del caballo, Isabella inmediatamente comenzó a deslizarse fuera de  la montura  sin ayuda, pero él  ya estaba allí para tomarla por la cintura antes de que sus pies tocasen el suelo . Sus ojos se encontraron brevemente como  la colocó suavemente en el suelo, y ella  casi le agradeció  con una sonrisa, pero  se acordó de Renne y lo  miró severamente . Isabella  vio destello sorpresa en la mirada de Edward  y casi se disculpó . Entonces  murmuró ,

 

- Perdóname , mi lord , por  lo que está a punto de suceder . Te lo explicaré más tarde. Sólo compórtate como el Diablo de Donnachaidh, tal como te comportaste  con Billy -.

 

Para su alivio, él no exigió ninguna explicación. Simplemente  una ceja se arqueó ligeramente, y  esa fue la única reacción que mostró. Ella giró y caminó , sus pasos eran lentos y  poco rígidos cuando las magulladuras Machucado comenzaron  a dolerle o. Sin duda el dolor   empeoraría  en las próximas  horas .

 Su mirada fue hacia  Renne para  que ver  la mujer estaba en un estado de éxtasis mientras la  observaba   acercarse. Escondiendo el enojo que sintió, Isabella forzó su cara a permanecer solemne y sin  ninguna emoción se detuvo delante de su madrastra. No estuvo sorprendida cuando Renne la ignoró completamente y en lugar de eso lanzó una sonrisa amplia  y  aprobadora a  Edward.

 

 -Lord  Donnachaidh,- Renne saludó. -  Ya  veo que has conocido a nuestra Isabella.  Espero que estés  satisfecho con el compromiso matrimonial -.

 

-Si ,- Edward gruñó , y Isabella notó la manera en que sus ojos fueron hacia  sus hombres . Cada uno le devolvió la mirada   y una especie de mensaje tácito  pareció circular entre ellos. Isabella no podía leer ese mensaje pero  sospechaba  que tenía  algo que ver con Renne.

 

-Bien, bien-. Su madrastra sonrió ampAroente,  luego  rápidamente moderó la sonrisa para esconder sus dientes faltantes  y enlazó su brazo  en el de  él para llevarlo hacia la puerta de la fortaleza . -  Debo  decirte  que  fui yo quien  te escogió para casarte con nuestra Isabella, y admiro a los  hombres determinados. No debes  tener piedad por  esta muchacha. Pégale  tan a menudo como te parezca necesario . Ella es saludable y fuerte y puede resistir muchas golpizas. De hecho,  es tan fuerte que a menudo me pregunto si no hay sangre  campesina  en alguna parte de su ascendencia -. Ella terminó de expresar  ese pequeño  insulto con una risa que desapareció inciertamente cuando  intentó  conducir a Edward hacia  la puerta de la fortaleza  sólo para  descubrir  que él no se  movía.

 

 -Su  sacerdote,- Edward gruñó cuando ella  mostró una expresión confusa en  la  cara. Sus cejas se arquearon.

 

- El Padre Saunders? -

- Vaya a traerlo . Nos casamos y partimos -.

 

-  Tan pronto? Yo  ...  - Renne hizo una pausa, entonces, aparentemente decidiendo que a ella le gustaba  la idea de deshacerse de Isabella tan rápidamente como fuese posible , su sonrisa amplia  volvió. -Lo  enviaré a buscar  inmediatamente- .

 

 Edward asintió con la cabeza, tomó a Isabella por el brazo, y ambos  pasaron por al lado  de  Renne  para  entrar  a la fortaleza . Isabella se mordió el labio  para reprimir la protesta de que  no podría  estar lista para partir  tan rápidamente. En vez de eso,   intentó pensar en  cómo ella podría lograr empacar todas sus  pertenencias  en tan  poco tiempo. La idea de dejar d'Aumesbery era al mismo tiempo  una perspectiva dolorosa y un placer por  venir. Había muchos personas y cosas  que  perdería. Había crecido con esta  gente  y ahora las abandonaría . Pero la idea de librarse  de Renne  era  agradable, Isabella pensó,  mientras Edward la dejaba al pie  de las escaleras y ella comenzaba a subirlas .

 

No fue hasta que  subió  los escalones que  se dio cuenta que las  lesiones causadas por la caída eran un gran problema . Mientras caminar le causaba dolor, levantar las piernas para subir  las escaleras le hizo contener la respiración  mientras el dolor se extendía desde la  cadera hasta las rodillas. Oh sí, viajar iba a ser algo muy complicado, ella pensó con un suspiro.

 

Apretando los  dientes, Isabella se obligó a ignorar el dolor y continuar hacia arriba, diciéndose  que se le pasaría. Uno o dos días y  estarían bien.  Podría tolerar ese dolor hasta que su cuerpo se recuperase. Pero sabía que el dolor    empeoraría durante las siguientes horas . La idea de tener que apresurarse para armar  el equipaje no era  agradable, pero  la idea de montar  después de  la ceremonia era suficiente para traerle  las lágrimas a los ojos.

 

 Su cuarto estaba vacío cuando  entró. Isabella postergó el acto de cambiarse de ropa  por el momento  y comenzó a hacer el equipaje,  tan rápidamente como pudo . No  había crecido mucho  desde que tenía  dieciséis años   y siempre había sido muy cuidados  con  sus  vestidos , entonces  aunque  Renne se había rehusado a permitirle  tener vestidos nuevos desde la muerte de su padre, Isabella  tenía un montón de ropas usables . La mayoría de  ellos estaban  algo viejos y descoloridos,  y un poco deshilachados aquí y allá, pero todavía podían ser usados . Lentamente doblando uno de esos vestidos  cuando la puerta de la habitación se abrió repentinamente  y Sue entró rápidamente.

 

-  Oh, mi lady !  Billy  me  contó   ...  Dios del  cielo, - la criada jadeó,   se detuvo  cuando Isabella se enderezó y giró  para enfrentarla. Sólo entonces Isabella recordó  su estado  desaliñado  y  sus moretones .  Rápidamente le aseguró  a la criada ,

-Edward no me  hizo esto-.

 

-No, el Diablo con quien se supone  que debes casarte lo  hizo,- Sue dijo con disgusto .

 

-No, yo ... –

 

- Billy  me contó  todo. No te preocupes, tenemos un plan, - ella le aseguró . - Nos escaparemos.  No  estamos lejos de Abbey. Podemos ... -

 

-Edward es el Diablo,- Isabella interrumpió, dando un paso atrás cuando la mujer la alcanzó , entonces se dio cuenta de que  no  se había expresado correctamente - Digo, él no es en realidad el Diablo. Sino  que  Edward es Lord Donnachaidh, - ella dijo finalmente, exasperada consigo misma . - Y él no me  hizo esto. Me caí en el río -.

 

 -Oh, si -. Sue se detuvo delante de ella, había  incredulidad en su cara. -y caerse en el río desgarró tu vestido y tu camisa dejándote expuesta,   verdad?

 

-No,- ella admitió. -Edward hizo eso-. Sue asintió con la cabeza y la agarró por el brazo. - Escaparemos.  Billy está  preparando  tres caballos ahora mismo -.

 

-No,- Isabella  gritó,  tirando de su brazo, pero la  criada estaba decidida a salvarla y se mantuvo firme. -El no tuvo  intención de desgarrar el vestido, él solamente estaba  tratando de quitárselo… de su cara,- ella resumió rápidamente, cuándo Sue chasqueó la lengua  disgustada. Eso la hizo detenerse. Volviéndose con ojos horrorizados, ella preguntó,  

 

- El es uno de esos raros ? El estaba queriendo ponerse  su vestido ? -

 

-No,- Isabella jadeó , conmocionada con la mera idea . Realmente,  no podría imaginarse a Edward o a ningún otro hombre usando  un vestido. - Estaba enredado  en su cabeza-. Esa explicación no apaciguó a Sue. Es más , pareció ser exactamente lo que ella esperaba.

 

- Diablo canalla!- Ella dijo disgustada , comenzando a empujarla  nuevamente. -  Abriéndose paso a la fuerza  por debajo de  tu falda en el  primer  momento de  conocerte !  Y  ustedes dos ni siquiera se han  casado  aún  !-

 

- Sue !-  Isabella gritó exasperadamente . -No es lo que piensas ! Te pido que  me  dejes  explicarme.  Todo esto es  simplemente un malentendido . En realidad  él no me lastimó -.

 

 - Puedes explicarme eso  en el camino a los establos. Es  ... - Su voz murió  cuando   abrió la puerta sólo para encontrarse con varios sirvientes cargando una bañera y baldes de agua.

 -El Diab  ...  Lord Donnachaidh le mandó un baño , mi lady ,- uno de los hombres cargando  la bañera anunció . -   Dijo que debíamos traer agua tan caliente  como podrías soportar.  Eso va a calmar  sus los  dolores de la  caída -.

 

-Ves! -. Isabella empujó su brazo del asimiento  de Sue y se alejó   un par de pasos para estar segura de que  ella no lo agarraría nuevamente.  - Te dije que  me caí-. Sue vaciló, entonces le dio a los hombres instrucciones de colocar la bañera cerca  del fuego, antes de acercarse  a Isabella.-  Entonces  él no te golpeó?  Ninguno  de esos magullones  que  tienes son de  sus puños ? -

 

- No. Fue la caída en el río  lo que me lastimó, aunque creo que  él piensa que me caí de mi caballo como le pasó a él , - Isabella le aseguró  en un susurro, mirada  moviéndose nerviosamente hacia los hombres ahora vaciando balde tras balde para llenar la  bañera.  No quería que ellos  escuchasen  y posiblemente le informasen  a Renne. Llevando a Sue a un rincón  lejano  del cuarto, Isabella  rápidamente  le susurró la cadena de acontecimientos que la había conducido al estado en que estaba.

 

-Entonces su cabeza no estaba debajo de tu falda -  Sue dijo lentamente, una vez Isabella hubo terminado.- él no te tocó de ninguna  manera ? -

 

-Pues bien- Isabella se sonrojó y evitó su mirada . Entonces viendo desconfianza en la cara de la mujer,   suspiró y admitió, -él me besó.- Sue silenciosamente miró  Isabella  y arqueó  una ceja.

 

-  Y ? - Isabella vaciló, pero supo si   no convencía a su criada que  todo  estaría bien, Sue y Billy   arriesgarían sus propias vidas  para intentar hacerla escapar , y  en realidad  ella tenía pocas ganas de escaparse de ese  matrimonio a esa altura. De hecho, Isabella  comenzaba a sentir la  primera  chispa de esperanza para su futuro, cosa que no había tenido en mucho tiempo. Sería la lady de su casa, sin Renne presenta para hacerle  vida miserable, y verdaderamente,  comenzaba a tener esperanza que  podría ser tratada aceptablemente por  Edward.

 

 -El realmente ha  mostrado buen corazón,- Isabella le aseguró   en  voz baja y solemne. - Y no siento miedo por él.  Tiene ojos amables y  ... - Isabella  suspiró profundamente, y admitió   -  ...  disfruté de sus besos … Muchísimo, - ella agregó cuando Sue vaciló, todavía  mostrándose  incierta. -Además,  es muy prudente, fíjate que ordenó preparar un baño para que yo me  alivie de los dolores,- ella señaló. -Él  no es como  su reputación afirma que es , Sue, del mismo modo en  que Renne  no es la  dulce y comprensiva  madrastra que  todos  en la corte piensan que  es-.

 

Un suspiro lento fue saliendo de los labios de la criada,   luego miró  a los hombres mientras terminaban su trabajo. Los observó salir del cuarto antes de volverse a Isabella y  sugerir,

-   Metete en la tina. Iré corriendo a  los establos para asegurarle a  Billy  que  todo  está bien … por ahora. Aunque,  si  cambias  de idea,  aún podemos  ... -

 

- No cambiaré de idea,- Isabella le aseguró  , y estaba muy segura que no lo haría. Entonces le advirtió, - Asegúrate que no haya  nadie  cerca cuando le cuentes a  Billy  la verdad de lo  que ocurrió. No quiero  que  Renne sepa nada de esto  antes que el  matrimonio  se lleva a  cabo -.

 

- No, claro . Esa vieja vaca probablemente encontraría un modo de  romper el compromiso matrimonial y obligarte a casarte con otro, - la criada murmuró,  confirmando los  pensamientos de Isabella al respecto.  -Te ayudo con el vestido? -

 

Isabella abrió la  boca para rechazar la oferta, pero luego  vaciló . No era solamente la  pierna que sentía rígida .  También  Había notado que el  brazo comenzaba a dolerle mientras preparaba el equipaje, y  sospechaba que  entre eso y las costillas amoratadas, desvestirse no sería tarea fácil 

 

- Sí. Gracias, - ella murmuró. Sue asintió  y se puso a trabajar, quitándole  el vestido rápidamente. Pronunció al vestido como irreparable  y lo  lanzó a un rincón, luego la  ayudó a quitarse la camisa , jadeando  con preocupación cuando  las magulladuras quedaron a la vista .

 

-No puedes cabalgar así, mi lady ,- Sue dijo frunciendo el ceño mientras la hacía entrar en la bañera. -Estarás muerta de  dolor-.

 

- Espero  que el baño ayude,- Isabella dijo suavemente, respingándose cuando el agua caliente pareció quemar su piel. Lanzó un jadeo  cuando ella se metió completamente en la bañera, pero pronto se hizo más tolerable, y  comenzó a aliviar  los dolores casi   inmediatamente.

 

-  Puedes    pedirle   quedarse uno o dos días para  curarte? Si él es tan amable como dices? Sin duda te lo  permitiría... - Isabella se mordió el labio , pero luego  negó con la cabeza.

 

- El ya ha visto los magullones  y sin embargo  desea  partir inmediatamente.   Debe tener sus razones. Además,   qué es soportar unos pocos  dolores comparado  con  el placer de librarse  Renne - Isabella preguntó secamente.

 Sue le sonrió reticentemente y suspiró.

 

- Pondré un poco de tónico en tu aguamiel  para que bebas.  Hará el viaje    más tolerable -.

 

 - Gracias. Te agradecería eso, - Isabella respondió. Sue asintió  y se marchó.

 

- Traeré  el aguamiel y el tónico cuando regrese de hablar con  Billy.  Sólo  relájate  y quédate en el agua -. Isabella asintió con la cabeza , sus ojos se cerraron mientras dejaba  que el agua  obrase u magia. Debió  haberse quedado dormida en el agua caliente, pues lo  siguiente que supo,  era que Sue estaba de regreso, con tres criadas siguiéndola  y que  el agua de la tina  ahora  estaba tibia.

 

 -El padre Saunders está aquí, y tu prometido te quiere de inmediato  allá abajo para realizar  la boda,- su criada chilló con pánico.  Lanzó su bolsa con medicinas  sobre  el baúl  cerca de  la cama, luego corrió a la tina, donde Isabella se obligaba a sentarse derecha. - Ven. Tenemos que lavarte  la cabeza y vestirte -.

 

- Cuánto tiempo   he estado en el agua - Isabella preguntó con una  mirada cansada mientras notó que su piel  estaba  arrugados por el agua. Sue le ladró a  las otras tres criadas que se  pudiesen  a hacer el equipaje,  luego contestó,

 

- Un buen Rato. Me llevó más tiempo de lo que esperaba para  convencer  a Billy  de que  todo  estaba bien,  luego Renne demandó  que  primero  hiciera unas  cosas  para ella -. La criada sacudió  la cabeza disgustada, mientras tomaba  un balde y lo  volcaba  sobre la cabeza de Isabella para humedecer el cabello. 

 

- No sentiré mucho el poder  deshacerme  de esa mujer-. Isabella murmuró en  acuerdo y cerró los  ojos mientras  Sue comenzara a lavarle la cabeza con jabón aromático. Oyó la puerta volver a abrirse y  abrió los ojos, arriesgándose a que  el jabón entrase  en sus ojos,  para ver a una criada  entrar apresuradamente, con una  gran taza  en su  mano.

 

- Traje el aguamiel, Sue,- la mujer dijo, apresurándose en dirección a ellas.

 

- Pon  un poco de mi tónico en él, Alice,- Sue ordenó. Ella asintió con la cabeza yendo hacia  el baúl  cerca la cama. Está en mi bolsa con   remedios. En una  pequeña bolsita de cuero  marcada con una x  -. La criada hizo lo que se le ordenó , y Isabella cerró los  ojos otra vez cuando  Sue volcó  otro  balde para enjuagar su cabello.

 

- Estoy segura   que estaré bien sin el tónico, Sue,- ella dijo  una vez que la criada terminó de verter el agua.

 

- El tónico ayudará. Es mejor se precavido que llorar , - ella le aseguró , vertiendo otro balde sobre su cabeza. Isabella no se molestó en seguir  protestando. Supuso que no le haría mal  tomar el tónico.

 

- Listo . Levántate. Tenemos que secar  el cabello y vestirte -. Sue envolvió una toalla  alrededor de su cuerpo  mientras  Isabella se paraba, luego la llevó  hacia una silla cerca del fuego.

 

-Alice, dónde está ...  Oh bien ,- Sue murmuró cuando  la criada se acercó   con el aguamiel con el tónico. Dándoselo  a Isabella, ella dijo,  -Bebe el  tónico mientras pienso en lo  que  deberías  llevar puesto-. Isabella tomó el jarro con una sonrisa de agradecimiento  a Alice,  luego  lo acercó él a  su nariz e inhaló el olor  Eso fue suficiente para  decirle que ese  iba a ser uno de esos tónicos que causaban  más   dolor en el estómago  que lo  que calmaban los dolores corporales . Consideró negarse a beberlo, pero en vez de discutir con Sue, se  tapó la  nariz e inclinó la taza sobre sus labios. Esa medida no sirvió mucho para cubrir el sabor apestoso del brebaje, pero  Isabella  respiró fuertemente y tragó .

 

-Ajjjjjjj, Sue, esta  cosa  es  horrible , - ella murmuró  con un estremecimiento. Sue separó  los  vestidos que  buscaba apresuradamente para negar con la cabeza.

 

-No lo es . Apenas deberías sentirle el  sabor -. Eso era lo que  la mujer siempre decía  para obligarla a beber las medicina, y Isabella lanzó  su usual  bufido de incredulidad , luego se  tapó la nariz y bebió el resto .

 

-Tengo que  tomar  estas cosas que están flotando en el líquido - Ella preguntó reticentemente  cuando   encontró en  el fondo de la taza pedazos de  pequeñas de hojas  y palitos.

 

- Qué? -  Sue  repentinamente se acercó , arrebatándole  la taza. Miró fijamente el contenido,  maldijo y fue  rápidamente hacia Alice.- Qué pusiste  aquí dentro, muchacha?!-   Isabella sintió  un temor  recorrer  su columna ante   el pánico en la voz de la mujer.

 

- Yo  ...  lo que  usted dijo. Marcada con la x, - la desventurada Alice dijo  jadeando, después que  Sue  corrió a agarrar la  bolsa con  medicinas y volcar su contenido sobre  la cama.

 

- Cuál usaste ? Ella preguntó.

 

-ese -. la muchacha agarró una  pequeña bolsita de cuero.

 

- No !-  Sue jadeó  por  el horror.

 

-  Hice  mal ? Usted dijo marcada con la x , - Alice casi  lloró con desasosiego.

 

-Esta no es una x, es  una cruz, - Sue gruñó . Luego  miró   la taza frunciendo el ceño,  y preguntó,  - Cuánto  pusiste?

 

-Yo ...  Usted dijo  un poco ... ,- Alice contestó  evasivamente .

 

-Si , hice, pero la bolsita  estaba llena y   ahora está  medio vacía-.

 

-Bien, se me volcó un poquito  mientras la echaba,- la muchacha dijo disculpándose .

 

-Dios Santo ,- Sue jadeó.

- Qué era eso, Sue -  Isabella preguntó, alarmada cuando su voz salió muy lenta y dificultosa. Intentó agarrar la toalla alrededor de su cuerpo para ponerse  de pie  y cruzar el cuarto, pero encontró que  sus manos  no podían sujetar la tela. El material simplemente se escabullía de sus dedos  como   arena.- Qué  me ... ? -

 

-Está  bien, - la criada dijo reconfortantemente mientras se volvía atrás en dirección a Isabella, aunque la preocupación en su voz era notoria . -No te va a  matar . Simplemente...  - Sue  se apresuró  para atajarla cuando  Isabella comenzó a deslizarse fuera de su  asiento.

 

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AQUI COMIENZA UNA NUEVA AVENTURA, GRACIAS A TODAS GUPAS POR ACOMPAÑARME, ESTA ES UNA HISTORIA DIVERTIDA, LLENA DE AVENTURA, PASION, AMOR, INTRIGA.

 

ACTUALIZACIONES: UN CAPITULO DIARIO.

BESITOS GUAPAS.

Capítulo 2: DOS Capítulo 4: CUATRO

 
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