Solo Importas Tú +18

Autor: GiulyTwilight
Género: + 18
Fecha Creación: 15/12/2012
Fecha Actualización: 21/06/2013
Finalizado: NO
Votos: 38
Comentarios: 127
Visitas: 88446
Capítulos: 19

Edward un importante empresario con una familia realmente famosa, el siempre sintio que esta destinado a estar solo, pero su pensamiento se ve juzgado al conocer a la nueva administradora de finanzas de su empresa, Isabella Marie Swan.

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Capítulo 9: Un Lo siento, un Te quiero.

ESTOY FELIIIIIIIIIIIIIIIIIIIZ!!!!!!!!...

Tenemos el doble de votos que de capitulos, encerio GRACIAS!

Espero que este capitulo les guste gracias a todas las que comentaron las nombrare una por una en la proxima nota.

espero sus comentarios y votitos.

nos leemos mañana.

Giu.

 

 

Los personajes pertenecen a SM la historia de mi mente! ;) SE PROHIBE la copia del Fic sin autorización de la Autora.

 

 

BELLA POV.-

Aquella luz apareció en mi oscuridad, solo pude escuchar mi nombre, pero mi cuerpo… mi cuerpo dolía… mi cabeza igual, pero mis ojos… mis ojos no se querían abrir, suspire varias veces, esperando poder tener la suficiente fuerza, pero nada… absolutamente nada.

La oscuridad se apodero de mi nuevamente, me rendi al darme cuenta que no habia caso de que la luz vuelva a mi.

Unos minutos después pude ver una puerta al final del pasillo, esa puerta que parecía ser una salida, llegue a ella y la abri con seguridad, el lugar yacia en silencio.

Bella?... Bella! – pude ver a mi abuela, si aquella ansiana que me habia criado, aquella persona que te consiente en lo que tus padres no te dan, esa persona que te mira a los ojos y te saca una sonrisa, la cual mueres por darle un abrazo sin importar el por que, se encontraba parada en e medio de una habitacion completamente blanca, como la extrañaba, ella era como mi segunda madre.

Abuela? – pregunte, mi voz salio un poco extraña, como haciendo eco.

Hola mi niña! – respondio abriendo sus brazos a los cuales corri sin dudarlo, necesitaba ese abrazo, necesitaba que ella estuviera conmigo, necesitaba tenerla.

Que… que hago aquí? Por, por que estoy aquí? Que paso? – comencé a preguntar mientras ambas nos sentábamos en el suelo, ella inmediatamente me acurruco contra ella, acariciando mis cabellos tal cual como era pequeña.

Digamos que has tenido un accidente – susurro besando mi frente.

Eso quiere decir… quiere decir que estoy … muerta? – pregunte con asombro.

No… tu hora no llega dentro de unos cuantos, lejanos y muy, muy largos años – rio.

Entonces? – pregunte.

Simplemente es una visita, pero mas que nada vengo a mostrarte, mejor dicho a contarte y acosenjarte algo – explico.

De que trata abuela? –

Desde donde estoy… siempre te prometi quedarme a tu lado y estar contigo… bueno eso hice este tiempo… te segui y estuve en tu mente, escuchando que pensabas y que sentias – murmuro.

No entiendo –

Hablo de la persona que ah ocupado tu corazón estos últimos días, meses… esa persona que tienes en esta cabecita y sonries al escuchar su nombre – sonrio, inmediatamente me sonroje, sabia de quien me hablaba.

No hace falta que lo nombre, se que sabes de quien hablo, y por eso o mejor dicho por el estoy aquí, por el tu estas aquí, Bella se que tu vida no es lo que tu esperabas, no tienes una madre cerca no tienes un padre del ejemplo, pero digamos que es hora de crecer, es hora de buscar tu destino amorcito – me acaricio la mejilla.

De que hablas? – pregunte.

Hablo de que es hora de que Busques, encuentres y disfrutes del mejor regalo que te esta dando la vida, necesito que cuando despiertas corras a el Bella, el te quiere es tu turno de aceptarlo –

Eso es imposible, tan solo lo has visto? … tiene un fortunal de dinero, vive la vida como quiere, puede tener a cualquier chica detrás de el, puede hacer lo que quiera… yo solo soy, solo soy una empleada mas y esta enojado conmigo, lo ultimo que le dije lo irio – murmure con tristeza, di hay algo de lo que estaba segura era que con el tiempo me estaba dando cuenta que estaba completamente enamorada de mi jefe, Edward Cullen.

Pues debo admitir que te fuiste de boca pero De que le sirve el dinero Bella? Tan solo lo has visto? Observa como sonríe cuando esta a tu lado, observa el brillo de sus ojos, aprende a mirar Bella, pero apresurate el tiempo corre rápido – dijo poniendoce de pie.

Y si me rechaza?... si no me quiere?... si tan solo… si tan solo soy nada – dije nerviosa.

Por dios Hija!, date cuenta que eres una mujer super valiosa, eres una mujer hermosa, pero lo mas importante eres la persona que le puede dar la luz a su oscuridad, como él es tu protector, como él es tu ángel, tu Bella, tu eres su sol – murmuro mientras besaba mi frente.

No… espera! No te vayas quiero quedarme contigo, me haces mucha falta abuela! – la abrace fuerte.

Claro que no hija, no puedes quedarte conmigo, tu tiempo allí es mas largo de lo que tu piensas, tu destino te llama bella, solo aprende a escuchar – me susurro en el oído.

Nos tomamos de la mano y ambas nos quedamos mirando, su sonrisa me trasmitió tranquilidad, cuando comenzó a sonar una voz en aquella habitación …

“Bella?... Bella… Bella amor por favor no te vayas, no me dejes… no ahora, no ahora que es cuando mas te necesito, por favor… por favor despierta”

Si era esa voz, esa voz aterciopelada pero se la notaba triste, se escuchaban sollozos por cada palabra, pero no lograba verlo, un momento… ¿Amor?¿No me dejes?¿Necesito? acaso… acaso Edward… Edward, o no no eso es imposible él es él es…

Él es la persona que mas te necesita Bella – susurro mi abuela con una sonrisa tranquilizadora acariciando mi mejilla.

Te quiere mucho niña, no lo dejes escapar – sonrió.

Le dije lo peor que jamas me ubiera imaginado, tenias que ver su rostro transformarse cuando le dije aquella frase, lo lastime… lo lastime mucho –

Hija… escucha lo que te voy a decir, se que eres media tonta, pues debes cuidar tus palabras antes de hablar, solo es cuestión de aclarárselo a el, el también sufre cuando te ve de la manera en la que tu te encuentras ahora, Bella cuando uno se enamora y aquella persona esta en peligro lo que menos importa es el pasado, Edward se siente culpable – explico mi abuela acariciando mis cabellos-

Culpable? Pero… pero si el no tiene nada que ver… no, no entiendo – repeti.

Ve y averígualo tu misma –

Y… y si es tarde? – pregunte.

Jamás se es tarde a la hora de amar, corre a tu destino hija, corre que te llama – me señalo una puerta detrás mio.

Te quiero abuela – conteste con una sonrisa, Edward me quería al igual que yo a él.

Yo mas pequeña, pero vamos… ve, ve apúrate que el tiempo vale oro y dile que lo quieres, siempre estaré aquí cuidándote, ahora corre! – me alentó luego de un abrazo fuerte me di media vuelta y comencé a correr, a correr sin rumbo, pero necesitaba encontrarlo.

El corazón me latía fuerte, mi mundo se ponía de cabeza, desde aquel primer día que lo vi, desde aquel primer día en el cual me perdí en sus ojos, el ocupo cada parte de mi cuerpo, el me dio todo lo que necesite para reír durante estos últimos meses, mi alma se merecía otra oportunidad al amor, mi corazón necesitaba que él se quedara conmigo para siempre.

Sé que es difícil de entender, pero aun me sentía mal, recuerdo que lo trate tan mal… pero escuche que me dijo AMOR, que hermosa sonaba esa palabra de sus labios, pero era hora, era hora de dejar el pasado donde tiene que estar, atrás.

Era hora de darme una oportunidad, era hora de darnos una oportunidad, yo seria el sol que le alumbre la oscuridad y la seria mi ángel, ese ángel que ocuparía cada segundo de mi vida.

Mi cuerpo comenzó a doler fuertemente, mi aire comenzó a faltar, mi corazón latía fuerte, fuerte, mis parpados pesaban y así volví a caer en la oscuridad.

Sentía un peso no conocido sobre mi mano, sentía que se me partía la cabeza, pero al fin mis parpados ya no pesaban, los abrí lentamente, la luz de la ventana se filtraba en la ventana dándole un ambiente natural, era todo completamente blanco, de fondo se escuchaba un “Pi” cada segundo que pasaba, una vez que logre enfocar mi vista, respire profundo y un aroma muy conocido lleno mis fosas nasales, ese aroma que me sacaba una sonrisa.

Baje mi mirada a aquella mano que me pesaba para encontrarme con una gran sorpresa.

Él… Edward estaba dormido con su rostro hacia el mio, se notaban unas terribles ojeras debajo de sus ojos, su tez era el doble de blanca que siempre, me llamo la atención que debajo de una de sus mejillas nuestras manos tenían sus dedos entrelazados, como no queriendo soltarme, pues yo jamás lo haría.

Sonreí al verlo, era tan hermoso cuando dormía, tenia su cabello desordenado, su boca semi abierta respiraba profundo, su rostro reflejaba preocupación en sueños.

Cuando preste atención su otra mano estaba sobre mi cintura, como queriendo abrazarme, sin darme cuenta lleve mi mano libre a su mejilla y comencé a acariciar sus perfectas facciones.

Los minutos pasaron, cesaron… comenzó a removerse en mi mano mi corazón comenzó a palpitar mas fuerte, tenia ganas de decirle cuanto lo quería, cuanto lo necesitaba en mi vida para ser mi vida, cuanto necesitaba para vivir.

Pude percibir que sintió mi mano en su mejilla por que se tenso, pero comenzó a abrir esos ojos verdes lentamente, hasta que me vio…

Cuando me vio levanto su rostro inmediatamente, como asustado.

Bella? – me pregunto refregándose los ojos, apenas soltó mi mano me sentí vacía.

Si – conteste sonriendo.

Bella?... Bella! Bella por dios estas bien!? Te sientes bien? Te duele algo? Quieres que llame al medico? Oh por dios! – comenzó mirándome de arriba abajo.

Edward – llame.

Tienes sed?... te duele la cabeza? Pídeme lo que quieras! – relato.

Perdón – murmure.

Que? – pregunto extrañado.

Perdón… lo siento – repetí.

Sabes, no se que hago acá, no entiendo porque sigo acá – dijo en todo mas para si mismo, mi decepción cayo rápidamente.

Edward… no te vayas… por favor – rogué con mis ojos llenos de lagrimas.

Para que quieres que me quede? No necesito que me maltraten de nuevo, yo… yo simplemente me preocupe por ti, puse seguridad en los pasillos del hospital para que tengan vigilada, Black escapo, Ángela dijo que vendrá en cuanto pueda, después de lo que paso, no es lo mejor que yo este aca, si bien necesito estar a tu lado, tu te encargaste de alejarme – murmuro, con dolor.

Edward… lo siento, yo… yo estaba muy nerviosa, no, no sabia lo que decía – murmure.

No me refiero a eso – dijo en tono seguro.

Entonces? – pregunte.

Me vas a decir en que rayos estabas pensando en no informarme inmediatamente que tu ex te estaba amenazando? En que rayos pensabas al decir “Edward no sacaría de su seguridad para mi” – recito las palabras que le dije a Ángela.

Ángela – susurre.

Si, Ángela, sin ella yo no hubiera llegado a la oficina, pero esto es culpa mia, por no tenerte lo suficientemente controlada, por no cuidarte como tenia que hacerlo, solo… solo no se que hacer o decirte – discutió.

Nada de lo que paso es culpa tuya, Edward – dije en murmullos.

Dime en que rayos pensabas al poner en riesgo tu vida de esa forma? Es que no entiendo que es lo que quieres! – replico en tono de histeria.

Solo… no pido nada mas, solo que me abraces Edward – susurre mirando mi mano, sentí que el silencio se apodero de la habitación, para luego escuchar sus pasos acercarse.

Lo iba a hacer aunque no me lo hubieras pedido – susurro cuando paso sus brazos por mi cuerpo pegándonos a ambos, pude sentir como el calor envolvía mi cuerpo, ese calor que solo la persona que quieres te puede dar.

No me dejes Edward… nunca lo hagas – pedí, con lagrimas en los ojos.

Jamás me iría a algún lado si no es contigo – susurro en mi oído, su voz suave, se separo de mi y pego nuestras frentes – Pensé que te perdía… pensé que me dejarías, pensé que jamás volvería a ver tus ojos.

Lo siento – murmure.

Jamas, Bella, jamas vuelvas a ocultarme cosas como esas, me muero si te pierdo – susurro haciendo que su aliento chocase con el mio.

Me quedare para siempre contigo Edward – murmure acariciando su mejilla.

Necesito decirte esto ahora, se que no es el momento pero si no lo suelto en este momento morire, ese mundo negro que era para mi le brindaste el color necesario con tu sonrisa, tengo que decirte que te necesito en mi vida, te necesito conmigo bella, necesito tu luz para mi camino, cambiaste todo cuando apareciste en mi oficina, cuando me regalaste tu mirada, tu sonrisa, tu risa… yo te necesito conmigo Bella, por favor – susurro besando mi frente.

Edward ya no tengo corazón ni ojos para nadie… si no eres tu, por favor… quédate conmigo – susurra acercándome a él.

Siempre me quedare a tu lado… amor – completo cuando sus labios comenzaron a acercarse a los míos.

El mundo se detuvo por un momento, su aliento chocaba contra mi piel, erizándola, luego su mano se acomodó en mi nuca para realizar por fin, la acción que ambos esperábamos…

Besarnos, sus labios se juntaron con los míos, mis manos subieron a su cuello, mi mundo comenzó a pararse lentamente, mi corazón a acelerarse, todo era perfecto, sus efectos labios e movían en una sincronía perfecta con los míos, como si hubieran sido creados para eso, para estar unidos para toda la vida.

Te quiero – susurro pegando nuestras frentes mientras recuperábamos el aire.

Igual que yo a ti – respondí, sentí que sus labios dejaron un beso en mi frente y sonrió contra esta.

Que susto me has dado, por dios! – concluyo volviendo a su lugar.

Edward hace cuanto estoy así? – pregunte.

Cuatro días bella, según el medico has estado en un estado de Shock, por lo tanto no querías despertar, te han operado el brazo, en la discusión con Jacob te lo has lastimado – explico cuando el dolor en mi brazo, que antes no me había percatado, se hacia presente.

Que… que paso con Jacob? – pregunte con preocupación.

Se ah escapado, se puede saber en que rayos estabas pensando al creer que no contrataría seguridad para ti? – me discutió.

Solo soy una empleada mas – conteste mirando mis manos.

Una empleada más? Por todos los cielos bella, ambos sabemos que desde que entraste a la empresa no has sido una empleada mas… no sé que hubiera pasado si no hubiera llegado a tiempo – contesto pasando las manos por su cabello, desordenándolo por completo.

No te enojes – susurre haciendo un puchero.

No intentes comprarme con un puchero Isabella Swan – dijo con voz dudosa.

Lo lograría? – pregunte mientras él se acercaba.

Con tan solo mirarme logras lo que quieras – rio mientras juntábamos nuestros labios hundiéndonos, así en un beso profundo y compartido.

Llamare a las enfermeras me bañare en el baño de la habitación – susurro apretando el botón de la cama, una vez que nos separamos del beso.

Y la ropa? – pregunte.

Me la han traído del departamento, Ángela – sonrió alejándose.

Edward? – pregunte.

Si? – dijo de espalda a mi mientras de un pequeño bolso sacaba una muda de ropa.

Puedes acercarte un momento? – pregunte, el obedeció.

Que pasa? Te duele algo? – se preocupo.

Agáchate – ordene.

Te Quiero – murmure en su oído.

Me gusta oírlo, también te quiero mi bella – rio besándome nuevamente, si de algo estaba segura es que jamás me cansaría de sus besos.

Sé que es muy pronto para preguntarlo … pero – no me dejo terminar la frase que volvió a besarme.

Ya se a lo que te refieres pequeña, pero por lo general no acostumbro a realizar la pregunta, creo que con el beso te demostré que te quiero conmigo para siempre… o no? – me dedico su sonrisa feliz.

Solo quiero estar segura, no me permitiría el sufrir de nuevo – masculle.

Te cuidare… lo prometo, ahora Novia mía debo ir a bañarme mientras las enfermeras suben -- reímos ambos por el apodo y se dirigió a la puerta del baño.

Te quiero novio mio – conteste mientras escuchaba como abría la ducha.

Yo también novia mía – rio.

Era increíble lo que estaba pasando, Edward era una persona realmente perfecta mirando a una totalmente imperfecta, puesto así me denomino yo, pero como dice el dicho las imperfecciones de uno a veces pueden ser perfectas para otros, sé que a perfección no existe, solo hay que saber lograr llegar a ella, todavía no caía en lo que estaba pasando, Edward me quería al igual que yo a él, sé que soy una persona a la cual le cuesta el amor, digamos que no eh vivido las mejores experiencias, pero algo me decía que con Edward las cosas podrían cambiar, mi corazón latía fuerte cuando me percate de una sonrisa estúpida en mi rostro mientras miraba algún punto idiota de la pared, recordando los besos de hace unos minutos, lo tenia a pasos y ya lo extrañaba, no sabia que era lo que tenia Edward… pero si sabia que lo quería y lo necesitaba conmigo para toda la vida.

Señorita Swan… como se siente? – me percate de una enfermera en la habitación, era de una mediana edad tenia los ojos claros y era rubia, muy linda para agregar.

Muy Bien, no tengo tanto dolor – reí.

Deberíamos agradecerle a la persona que no se moviera de aquí hace cuatro benditos días? – me sonrió cálidamente la enfermera.

No se ah ido nunca? – pregunte incrédula.

No… siempre ah estado aquí, creo que hace aproximadamente dos noches que no come, solo bebe café, tendría que haberlo visto en la ambulacia, estaba desesperado, por cierto mi nombre es Julia soy tu enfermera personal – me dio una sonrisa cálida mientras cambiaba el vendaje de mi venda, pero un minuto… dijo ¿Personal?

Personal?... que es eso, pensé que en las clínicas las enfermeras eran de todos – interrogue

No cuando el dueño de la clínica y jefe de quirófano, cardiología y traumatología pide que se le de atención exclusiva, en realidad se les dice enfermeras vip nos pagan mas por dedicarnos solo a una persona, déjeme decirle que el señor Edward es una persona muy impaciente caminaba por las paredes al ver que usted no abría los ojos – conto con una sonrisa, pero yo solo me quede en el comienzo del relato.

¿Jefe de cardiología, quirófano y traumatología? Porque me ah pedido una enfermera? – pregunte.

Es que no sabes? Es tu suegro como no va a pedirte una enfermera? Te ah atendido el doctor Cullen, pequeña –

Un minuto… el doctor Cullen… ósea Carleslie Cullen? Una de las eminencias medicas mas conocidas del país? – pregunte con entusiasmo.

Em… Si? No entiendo porque te sorprendes – dijo con duda.

Jamás en mi vida pensé en conocerlo – reí.

Y si lo conocieras morirías, el doctor Cullen es una persona muy acogedora –

Un minuto usted sabe que es Edward Cullen? – pregunte al saber que Edward no daba su verdadera identidad.

En realidad soy la única de la clínica que lo conoce, aparte de su padre obviamente, lo que pasa que en la ambulación estaba tan nervioso que lo primero que hizo fue llenar la planilla, cuando lo hizo puso su nombre, me sorprendi al principio, pero luego el me lo confeso, quédate tranquila de aquí no sale nada – me guiño un ojo

Wow – fue lo único que dije.

 bien listo, ahora si todo terminado, cualquier cosa me llamas, adiós mándale saludos a Edward – se despidió saliendo con las vendas viejas.

Pasaron unos minutos en los cuales me quede pensando en donde estaba metida, estaba saliendo con uno de los empresarios mas famosos de todo L.A. su padre una eminencia medica, su madre una gran distribuidora de diseños internos, su hermana un conocidísima diseñadora y su hermano un excelente corredor de carreras ¿En que rayos estaba metida? Me pregunte con horror.

Quieres dejar de pensar tanto? Ni cuando estas en estado convalecientes dejas de hacerlo – me reto Edward quien ahora vestía una camisa azul, con sus dos primeros botones desabrochados, un pantalón de vestir haciendo juego con sus zapatos mientras secaba su pelo con una pequeña toalla.

Es inevitable – sonreí.

Tendrás que dejar de hacerlo por el momento – me devolvió la sonrisa acercándose, para juntar nuestros labios nuevamente desde que los habíamos probado ahora nos besábamos a cada rato.

Tienes sed? – me pregunto luego del beso mientras jugaba con mi cabello.

Si – susurre.

Camino hasta una de las mesas que se encontraba en un rincón de la habitación pude observar que esta repleta de vasos de cafés vacíos, una botella de agua minera, un paquete de galletas saladas, pañuelos y servilletas, volvió al instante con el vaso y me lo ofreció pero a tener un brazo herido y el otro con suero, me sentía un poco molesta moverlos, el dolor se hizo mas fuerte cuando me ajustaron la venda.

Vamos que te ayudo – dijo, cuando con una de sus manos me ayudo a que me sentara se sentó detrás mio extendiendo los pies por el lado derecho de la cama, paso sus manos por mis hombros hasta llegar adelante, me recostó sobre su pecho y me ayudo a tomar, rápidamente me lo tome absolutamente todo.

Wow, tenías sed – rio al ver mi tranquilidad para volver a apoyar mi espalda en su pecho.

Estaba sedienta – conteste, cuando empecé a jugar con nuestros dedos teníamos nuestras manos entrelazadas en mi regazo.

Eres cómodo – asegure mientras me acomodaba muchísimo mejor en el.

Tengo cara de cama? – rio.

No, pero eres una buena compañía en ella – me sonroje, cuando escuche su risa, tomo la frase en los dos sentidos.

Gracias – se limito a contestar mientras con su mano libre jugaba con mis cabellos.

Vas a decirme por que te alimentaste solo de café? Acaso estas loco, sabes lo insalubre que es eso? – lo rete.

Estaba preocupado por ti, no me importaba nada, no me eh movido de aquí en ningún momento, eh hablado con Ángela ella viene por las tardes a traerme las cosas y a verte – explico besando mi cabeza.

Nos quedamos recostados así por unos minutos, era cómodo tenerlo así conmigo, sentía su respiración tranquila en mi espalda mientras me acariciaba el pelo y lo besaba de vez en cuando, yo me limitaba a cerrar los ojos y acariciar el torso de su mano.

Hueles a fresas – dijo luego de un silencio cómodo.

Fresia? – reí.

No te rías hablo enserio, es por eso que me encanta estar contigo, siento tu aroma que me envuelve en mi mundo junto contigo – admitió.

Creo que con tan solo mirarte me pierdo – confesé.

Que te parece si descansas? Debes estar súper cansada – amago a levantarse pero apreté fuerte su brazo.

Quédate así conmigo, por favor, quiero pensar que todo es real – murmure con miedo a que todo allá sido un simple sueño.

Duerme bella, estaré aquí cuando despiertes – dijo, dándome un beso para abrazarme fuerte y así poder hundirme e los brazos de la persona que hoy formaría parte de un futuro.

¿El tiempo vale oro? En eso no hay duda cada segundo de la vida hay que aprovecharlo, cada vida depende de cada minutos, segundo, día o año, que nosotros logremos aprovechar, cada segundo vale la pena.

Comencé a escuchar el ruido de algo que se abría y cerraba, sentí el pecho de Edward en mi espalda y sus manos todavía agarradas a las mías, nuestros dedos seguían entrelazados, al parecer él también estaba dormido su respiración estaba tranquila.

Ángela? – llame cuando la vi de espalda guardando las cosas en el bolso.

Bella?... oh bella como te sientes? – pregunto en susurros Edward dormía.

Bien… Gracias, que paso? – interrogue.

Venia a despedirme, se me presento un viaje a Londres, tengo que irme por unos meses, te dejo en buenas manos – me guiño un ojo y observe a Edward quien dormía plácidamente.

No vas a preguntar nada? –

Pues claro que no, sabia que se querían, sabia que el sentía algo por ti, el ah faltado a su trabajo por ti, ah dejado todo en un segundo plano, sé que te va a cuidar – me sonrió para luego despedirse.

Edward comenzó a removerse luego de unos minutos, apretando fuertemente mi cuerpo contra el suyo reí cuando aspiro mi aroma.

Deja de drogarte con mi aroma – reí en susurros, el levanto una de sus manos y froto su rostro evocando una perfecta sonrisa.

Lo siento… es inevitable – respondió con vos soñolienta.

Bien, pasare por la habitación de la Señorita Swan, controla el pasillo – escuche una voz masculina proveniente del otro lado de la puerta, inmediatamente me tense, Edward me apretó mas fuerte.

Adelante – ordeno Edward luego de escuchar un pequeño golpe de nudillos en la puerta.

La puerta se abrió dando lugar a un hombre de facciones perfectas, inmediatamente lo identifique como el padre de Edward, sabia como era su apariencia física por la tele, pero puedo asegurar que en persona era el doble de perfecto, su pelo era rubios claro mas confundible con los rayos de sol, su tés era blanca aun mas clara que la de Edward, sus ojos celestes sobresalían de su rostro asiendo así un hermoso contraste con su piel, inmódicamente supe de donde Edward abría sacado su perfección.

Tu madre va a matarme – lo señalo a mi novio, pero me sorprendió que no haya preguntado la posición en la que nos encontrábamos.

Porque? – pregunto Edward con una sonrisa.

Porque? Pues muy fácil, tus hermanos han llegado del exterior con tus sobrinas, ayer comimos todos juntos y tu no te presentaste, para colmo no le contestas el celular, se ah puesto histérica, no te ve hace cuatro noches y ya te extraña, y créeme que cuando Emett te vea a matarte al igual que las gemelas – rio mientras revisaba la carpeta que se hallaba al pie de la cama, Edward lo acompaño en risas.

Hoy por la noche la llamare –

Pues no tienes idea como están tus sobrinas – dijo el hombre sonriendo.

Que les pasa? – interrogo un preocupado Edward sin dejar de acariciar mis manos.

 Bueno ayer apenas entraron a casa gritaron tu nombre buscándote, cuando les dije que no te encontrabas se enojaron demasiado, hicieron un berrinche tremendo Maggie me dijo que si no las vas a ver no te hace mas dibujitos – Rio Carleslie.

Lo tendre en cuenta – rio Edward.

Muy bien vamos a lo importante, señorita… Isabella Swan, debo considerarte parte de la familia ya o no? – pregunto con una sonrisa, inmediatamente sentí como la sangre se acumulaba en mis mejillas y solo me limite a bajar la mirada.

 

Capítulo 8: Eclipse Capítulo 10: Te invito a mi vida.

 
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