Solo Importas Tú +18

Autor: GiulyTwilight
Género: + 18
Fecha Creación: 15/12/2012
Fecha Actualización: 21/06/2013
Finalizado: NO
Votos: 38
Comentarios: 127
Visitas: 88451
Capítulos: 19

Edward un importante empresario con una familia realmente famosa, el siempre sintio que esta destinado a estar solo, pero su pensamiento se ve juzgado al conocer a la nueva administradora de finanzas de su empresa, Isabella Marie Swan.

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Capítulo 15: Juntos ante y por todo..

¡SI QUERES EL PROXIMO CAPITULO TENEMOS QUE LLEGAR A LOS 30 VOTOS! (:

 

Hola! ¡Hola!

aqui estamos de nuevo, e vuelto y para quedarme, les traigo el nuevo captulo que espero que lo disfruten y me dejen sus COMENTARIOS.

Como siempre cualquier duda o pregunta recurren a mi ASK, como han hecho ya varia de las chicas! (:

http://ask.fm/PaginaRobertPattinsonyKristenStewart

SALUDOOOOOS, LAS QUIERO.

Giu

Capitulo.

BELLA POV.-

El llanto de Edward seso durante la noche, la posición en la que nos encontrábamos era exactamente la misma, su rostro en mi pecho derramando, ahora, pocas lagrimas, mientras yo acariciaba su suave pelo, mi corazón se afligía al sentir su apriete en mi cintura provocado por sus brazos, pero al mismo tiempo el dolor, las palabras de su propia hermana lo lastimaron en lo mas profundo, en lo mas profundo de su alma, hace meses que trabajo con Edward pero días que empezamos nuestra relación, pero ese tiempo me basto para darme cuenta que Edward no habría sus sentimientos a cualquiera, era una persona difícil de hacer llorar pero muy fácil de lastimar, la sala ahora lacia en un silencio profundo solo se escuchaban pasos de personas por el pasillo del fino edificio, seguramente alguien de seguridad, los autos de la enorme avenida que se veía desde el gran ventanal de la sala, sumado a todo esto la suave respiración de Edward, supuse que estaba dormido.

El teléfono comenzó a sonar y lo atendí rápidamente para no despertar a Edward, el seguía dormido en mis brazos sobre el sillón.

Hola – atendí en un susurro.

Hola? – respondió una voz femenina, suave pero firme al mismo tiempo, no era Alice esta voz no tenia nada que ver.

En que puedo ayudarla? – pregunte.

Lo siento, me eh equivocado, disculpe – corto.

Luego de dejar el teléfono a un lado del sillón volví a acariciar el suave cabello de Edward dejando suaves besos en el, o en aquellos lugares donde podía, su mentón, su mejilla, su nariz.

El estúpido teléfono volvió a sonar, ¿es que no se van a cansar hasta despertarlo?.

Hola? –

Okey, Emett eres idiota? Acaso no sabes marcar un número bien? – reto aquella voz nuevamente.

Lo siento e marcado mal – agrego, ahora si sabia de quien se trataba, Rosalía.

Oh no, no, has marcado bien – susurre acariciando los parpados de Edward.

Tengo dos opciones niña, oh marque mal o eres Edward y has decidido convertirte en travesti – dijo la mujer con tono de gracia.

Osita ella es Bella – grito una voz al otro lado del teléfono.

Bella? Tía Bella? La que casi te mata por pegarle a tu hermano? – pregunto la mujer indignada.

Oh lo siento, enserio no quise gritarle – me disculpe.

Pues no lo sientas Bells, Emett se merece un par de gritos de ves en cuando – susurro bajo Rosalía, la acompañe con una carcajada.

Soy Rosalía la Esposa de Emett la madre de tus sobrinas – dijo aquella, ahora, alegre voz.

Eh oído hablar mucho de ti – reí.

Si no te imaginas las cosas que e escuchado de ti, “tía Bella esto, Tía Bella aquello” enserio les has caído de maravilla a mis hijas – me felicito.

Son niñas realmente excelentes y hermosas – sonreí.

Salieron al padre – se alegró la mujer.

Seguro – agrega.

En fin quería… quería saber como esta Edward? Me e enterado lo que ah pasado con Alice –

Que como esta?, pues como crees? Destrozado, no hace otra cosa mas que llorar y llorar, en este momento lo tengo dormido sobre mi pecho, no se como me contuve para no agarrar el teléfono y gritarle un par de cosas a esa persona que se hace llamar “hermana” – escupí con bronca.

Wow, enserio eres ruda –

No es de ruda, odio que hagan sufrir a Edward, las cosas que le ha dicho enserio se fue de boca, no sé qué es lo que le pasa a tu amiga, solo sé que si me la llego a cruzar no dudare en gritarle un par de verdades –

Alice? Alice Cullen mi amiga? Es que estas loca? Alice y yo no nos llevamos bien, al menos no desde que se junta con la rubia cara de acelga, no sé qué es lo que le pasa ella no era así, un momento… dijiste Durmiendo sobre mi pecho? – repitió la frase con indignación.

Si, porque? –

Es que Edward JAMAS  ah llorado delante de una mujer debe tener demasiada confianza en ti –

Solo quiero apoyarlo y estar con el, me parte el alma verlo así – susurre acariciando el golpe de su labio.

Supongo, entonces, que en tus brazos esta bien, solo llamaba para disculparme por el idiota de mi marido y sus estúpidos impulsos –

Oh no ah pasado nada, Edward esta bien, le ah sangrado un poco, pero con un par de mimos se le fue el dolor – sonreí para mi misma.

Enserio lo quieres –

Mas que a mi vida –

Oye, muero por conocerte, debes, debes ser una excelente mujer mañana tienes libre? – pregunto

No, estoy trabajando, pero que les parece si vienen a cenar, supongo que a Edward no le molestara –

Créeme que se, ah ese hombre le dicen las palabras “tus sobrinas vienen” se entrega en cuerpo y alma –

Si lo eh visto con las pequeñas, me fueron a ver a la clínica – sonreí.

Bella me gustaría que mañana nos podamos conocer mejor, presiento que seremos buenas amigas, con respecto a Alice no le des demasiada bola, supongo que se calmara, cuida a Edward, como dices tu seguramente en tus brazos esta tranquilo –

De eso ni te preocupes, lo cuidare, bueno Rosalíe los espero mañana a las nueve te parece? –

Perfecto, hasta mañana entonces Bells –

Nos vemos Rose –

Corte el teléfono despacio, para no despertar a mi ángel, Rosalía era realmente dulce, oh al menos su voz y simpatía eso demostró, me quede tranquila al ver como alguien mas aparte de sus hermanos a excepción de Alice, se preocupaban por Edward, suspire con cansancio.

Sabes?... suenas muy bien en tu papel de protectora – escuche una voz adormilada en mi pecho, me sobresalte y sentí sus brazos apretándome contra el.

Quieres matarme? Acaso no me puedes dar una señal de que estar despierto? – pregunte sonriendo, al ver como levantaba su rostro apoyando su mentón en mi pecho.

Si lo hubiera hecho no podría haber terminado de escuchar la conversación – rio.

Eres un chismoso – sonreí

Te amo – corto.

Te amo – conteste mientras tomaba su rostro entre mis manos, uní nuestros labios en señal de que estaba con el, ahora y siempre, nuestros labios se movieron con delicadeza uno sobre el otro, disfrutando de esa esencia que salía del aliento del otro, empuje de su cuerpo para ponernos de pie y así lo hizo, enrede mis manos en su cuello mientras el me apretaba por mi cintura contra su cuerpo.

Necesitaba cubrir esa herida, protegerlo de aquel daño, demostrarle que no estaba solo, ahora estaba yo para el.

Sin despegar mis labios de los suyos, comencé a desatar cada uno de los botones de su blanca camisa, el sin embargo, filtro sus manos debajo de mi remera acariciando mi cálida piel, en la sala solo se escuchaban los suspiros de ambos y el suave ruido que provocaba el juego de nuestros labios.

Caminamos a través de el largo pasillo, besándonos suavemente y delicadamente, su camisa se la quite de camino al igual que él lo hizo con mi remera, nada importaba ahora, solo el y yo, antes de llegar a la habitación sus manos se deslizaron por mis muslos, pegue un salto enredando mis piernas en su cintura, reí sobre sus labios al sentir lo excitado que estaba, ojo yo no me quedaba atrás.

Abrí la puerta de la habitación con la mano sin soltar sus labios, él se encontraba de espalda a ella, se separo para tomar aire y se sumergió en mi cuello, besándolo con devoción, necesidad, desesperación, por mi parte mis manos lo apretaban más contra mí, caímos sobre el colchón de aquella manera en la cual yo me encontraba sobre el, quito la parte de arriba de mi ropa interior dejando a exposición mis pechos, ahora duros.

Sus labios comenzaron a bajar dejando un hermoso y placentero camino de besos, con mucha delicadeza los acaricio y beso provocando en mi gemidos mas fuertes, susurros de su nombre entrecortado, mientras mis caderas se movían sobre el de manera circular, haciendo que aquel rose de las intimidades se intensifique, provocando así, que el placer sea mutuo.

Cuando dejo de jugar con mis pezones, me dedique a besar su cuello con devoción, mientras me volteaba y se posicionaba arriba mio, luego comenzó a recorrer absolutamente todo mi cuerpo con besos hasta llegar a mi bajo vientre, allí pude sentir su lengua demasiado cerca de los botones de mi pantalón, lo maldije de las mil formas posibles, pero la espera puedo asegurar que valió la pena.

Sus dedos muy delicadamente comenzaron a bajar mi pantalón junto con la ultima prenda que quedaba en mi cuerpo, sus labios comenzaron a bajar, a bajar lentamente, posicionando su cabeza entre mis piernas, sus labios jugaron con mi botón al igual que sus dedos con mis pliegues, volviendo así que mi paciencia se acabe, me retorcije de todas las maneras necesitaba sentir aquel placer pero mucho mas profundo, mis manos jalaron de su cabello.

Oh… Ed-Edward – llame apretando más su rostro a mi intimidad, cuando sentí por fin que toque el cielo, la respiración era brusca, y ese fuego cayo en líquidos, Edward subió hasta mis labios acariciando y besando cada rincón de mi cuerpo.

Sabes? – susurro mordiendo el lóbulo de mi oreja.

Dime – conteste encontrando mi voz, Mientras con mis pies mi encargue de dejarlo en las mismas condiciones que yo, desnudo.

Te amo – contesto abriendo mis piernas con muchísima delicadeza.

Te amo – sonreí tomando su rostro entre mis manos, acaricie sus mejillas con mi pulgar y lo atraje hacia mi juntando nuestros labios, mientras al mismo tiempo sentía como entraba en mí, gemí contra sus labios quienes se encargaron de hacerlo mas suave, sus manos acariciaban el costado de mi cuerpo mientras mis manos acariciaban toda la amplitud de su espalda.

Los movimientos eran suaves, tranquilos, sin prisas, disfrutando cada jadeo, cada nombre salir suavemente de los labios del otro, la atmosfera era cálida y sensual.

Cuando no pude mas, me arquee contra su cuerpo, mientras el bajaba sus labios a mi cuello al mismo tiempo que yo me encargaba de morder, besar y soplar la piel sensible de su oreja, el gemía contra mi cuello, mientras los movimientos comenzaron a hacerse mucho más rápidos, rápidos, salvajes, en la oscura habitación solo se escuchaban gritos de placer, gemidos de satisfacción, palabras de amor, respiraciones inexistentes y el ruido que provocaban nuestras intimidades al chocar.

Nuestros cuerpos estaban con una fina capa de sudor, ahora su mejilla se pegó a la mía mientras su respiración se sentía en mi oído.

Pase…Pa-pase, l-lo que, que Pa-pase n-no te a-alejes de m-mi, Por, por fa-favor – susurro con voz jadeante y placentera.

J-jamás – respondí mirando sus ojos acuosos, nos besamos con devoción, con locura cuando sentimos como nuestros cuerpos se derrumbaban provocando así nuestro placentero orgasmo, aquellos líquidos cayeron de los cuerpos de ambos, al igual que él lo hizo sobre mi, mis uñas se clavaron en su espalda acompañado de un grito, su rostro cayo sobre mi hombro, los cuerpos jadeantes, acaricie su espalda con mis uñas hasta su perfecto trasero mientras el con sus pulgares acariciaba mis costados.

Luego de unos minutos las reparaciones tomaron su perfecta sincronización, el salió de mi cuerpo posicionándose alado mío, paso uno de sus brazos por mis hombros mientras que yo escondí mi rostro entre el costado de su perfil y su hombro de tal manera de poder mirarlo, nuestras piernas se enredaron sintiendo el calor del otro, mientras él nos tapaba con una fina sabana, mi mano acaricio su pecho mientras el hacia lo mismo con mi cabello.

Es lindo tenerte así, de esta forma – susurro luego de un silencio profundo.

Edward… me prometes algo? – pregunte.

Dime princesa – me sonrió.

Quiero que sea la ultima vez, la ultima que te dejes maltraer como lo hizo esa persona, no se si aguantaría otra vez verte llorar, verte así de destrozado, sabes que siempre estaré contigo, pase lo que pase siempre estaré de tu mano, puedo decirte una y otra vez que cuentes conmigo amor, siempre estaré – susurre besando su mejilla.

Supongo que el miedo se aferro a mi una vez más – respondió.

No entiendo –

Vos, así como te vez, con esos ojos color café con el cabello suelto y suave, SOS la persona por la que hoy mas que nunca tengo ganas de tener un mañana, de ver un futuro, por que esto que tenemos, este amor es sano, nuestro amor es lo que mi importa en este momento, si bien las palabras de mi hermana me lastimaron, solo hay una persona que puede matarme en vida – explico.

Quien? –

Tu, bella eres la única persona que me puede dañar –

Te amo –

Te amo – respondió besándome.

Nuestro cuerpos se abrazaron con más fuerza, mientras nuestros labios seguían una sincronía perfecta de ternura.

Estar así contigo, de esta manera apretada contra mi cuerpo, con tus caricias siento que llego al cielo, que estoy en el, eres como el sol en el primer día de verano lo sabias? Siento que tu compañía es un gran regalo de la vida, del destino, eres lo mejor que tengo bella, no quiero perderte nunca – murmuro con nuestra mirada unida.

A tu lado puedo ser yo misma Edward, eso es lo que más cómoda me hace sentir, estar contigo unidos así, con tus besos, tus abrazos tu voz, es que cada aburrido día sea diferente sabes? Siempre tienes algo con que sorprenderme, una frase, un abrazo, un beso, eres esa fuerza que me empuja para seguir adelante, para demostrarme que vale la pena vivir, es como un sueño, un sueño del que no quiero despertar – conteste juntando nuestras frentes.

Mi familia siempre creyó que era la persona más frías de todas, y es verdad soy duro, soy frio me cuesta aceptar mis sentimientos, pero desde que te vi en mi oficina no pude reprimir las ganas de tenerte cerca todo el tiempo posible – me explico, las caricias eran continuas, los alientos chocaban con el rostro del otro.

Edward… -- quise decir.

Déjame terminar amor, no sé qué es lo que hiciste conmigo, pero te amo, te quiero, ese amor que me demuestras con la mirada me hace feliz, me hace feliz tenerte cerca, me hace feliz que me sonrías, me hace feliz que me beses, me hace feliz que me valores, por que tu, mi princesa de ojos color café, eres realmente valiosa, eres una persona excelente, tienes un corazón enorme y solo quiero tenerte conmigo, para siempre… por que te amo, por que te quiero como esa estrella que jamás se apagó en el cielo, sé que tenemos muchísimas cosas por adelante, pero juro que mi amor te guiara solo déjate llevar, solo confía en mi –

Prométeme que estarás siempre conmigo Edward, júrame por dios que no creíste las palabras de tu hermana – suplique.

Mi padre, mi hermana, mi madre y mi hermano siempre juraron que Tanya no era la persona indicada para mi vida, jamás los escuche, mi relación con esa mujer se basaba en un hola y un adiós por las mañanas, en sonrisas falsas a personas, empresarios, pero sabes algo? Cuando te vi en mi oficina, fue cuando me di cuenta que tu eras para mi, entiendo si en algún momento piensas que las cosas van muy deprisa, solo no quiero que me cambies, viví mi vida en un intercambio bella – explico con su sonrisa débil.

No tengo corazón, ni ojos para nadie Edward, solo para ti, SOS todo lo que pedía, lo que no conocía pero aquí contigo lo descubro, lo que mis sueños buscaban, llegaste a encender cada parte de mi alma Edward, llegaste a mi vida en el momento justo, cuando mas lo necesite, sabes algo? Eres el amor de mi vida, cariño, el destino lo sabia perfectamente, cada vez que miro al pasado a lo que fue la relación incorrecta con Jacob, lo que fue mi adolescencia estúpida, y me di cuenta de algo, estoy destinada a estar contigo, a vivir para ti, a respirar por ti – los sentimientos salían a flotes cuando vi por la mejilla de Edward rodaba una delicada lagrima.

Te quiero bella, te quiero demasiado – murmuro besando mi frente.

Yo también – respondí hundiéndome junto con el en un beso profundo pero tierno, en un beso que a ambos nos hiso bien, los sentimientos ya habían salido a flote, nuestros corazones se habían unidos de la misma manera que nuestros cuerpos, volvimos a entrelazar nuestros cuerpo cayendo ambos en un profundo sueño en los brazos de la persona que mas amaba.

EDWARD POV –

Me removí en la cama al sentir el maldito despertador, siete y media marcaba, busque a mi lado a la dueña de el aroma a fresa que inundaba la habitación y la encontré, rodé sobre mi costado pegando toda la parte de atrás de su cuerpo a la parte frente del mío, hundí mis labios en su cuello, ambos teníamos que ir a trabajar.

Comencé a besar su cuello, comenzando por su oreja luego todo el cuello, se removió pero no quería despertarse.

Buenos días – susurre en la parte de atrás de su oreja y una sonrisa bailo en sus labios.

Buenos días – respondió girando sobre su cuerpo, quedando ambos enfrentados.

Tenemos que ir a trabajar – le sonreí mientras besaba sus labios.

Hash… no quiero – se quejó acurrucándose mas contra mí.

El jefe se enojara si no vamos – bromee.

Oh, tienes razón y tenemos que volver temprano por que tu hermano viene a cenar junto con su esposa y tus sobrinas – me explico apuntando mi pecho.

Desde cuando organizas cenas con mi cuñada sin mi consentimiento? – bromee de manera seria, sentí como su cuerpo se tenso.

L-lo s-siento, no creí que te molestara – su voz era suave y bajo su mirada, me reí de ella.

Tonta Bella! Que te eh dicho sobre ello? NUESTRA CASA, NUESTRA FAMILIA puedes invitar a quien quieras y cuando quieras – sonreí besando su frente.

Eres un idiota – se quejo haciendo ese puchero, de tal forma que su labio inferior sobresalió hacia afuera, tentador lo tome con mis dientes aprisionándolo con mis labios comenzando así el mejor beso de la mañana.

Ya Edward – ordeno entre el beso – tienes que bañarte – beso – tenemos que bañarnos – beso – desayunar – beso – e ir a trabajar.

Menos mal que tu eras la que no se quería levantar, almorzamos juntos cierto? – pregunto, sabiendo que obviamente si, trabajábamos entre las cuatro mismas paredes.

Oh, no se si el señor Cullen me lo permitirá, tengo entendido que es muy exigente – susurro de manera sexual.

Bella no juegos, sabes que la oficina no es un lugar que me impida tomarte sobre mi escritorio – conteste guiñándole un ojo.

Si mal no recuerdo tú me echaste de tu escritorio – me recordó.

Supongo entonces que tendremos que mudar todo de nuevo – sonreí mordiendo su cuello.

Y estar juntos, todas las hora de trabajo? – pregunto.

Es tentadora la idea cierto? – pregunto.

Es tentadora la idea cierto?

No tienes idea lo que me gusta… pero tengo una condición – dijo contra mis labios.

Dime princesa –

Bésame ahora, quiero un beso de buenos días – dijo con los ojos cerrados, mientras que sus labios golpeaban los míos a medida que hablaba.

Eso no lo tienes que pedí, lo sabes – reí.

Lentamente me acerque a ella, cuando nuestros labios estaban a menos de un centímetro respire profundo, para luego atacarlos, su labio relleno jugo con los míos, sentí sus manos en mi cabello, tras que las mías vaciaban por su cuello y costado de su cuerpo, sentir su calor, el calor de su cuerpo, el calor de su aliento, las lenguas entraron en contacto jugando una danza apasionada, me aferre mas a ella, al igual que ella a mi, nos sentíamos quietos, completos.

Sé que te lo repito cada segundo, pero te amo – me sonrió.

Me encanta que me lo recuerdes por que yo también lo haría, te amo – conteste, dejando un casto beso mientras me ponía de pie, mire como Bella se quedaba mirándome de arriba abajo.

Te gusta lo que vez? – pregunte, mientras ella se ponía de pie.

Más de lo que tú crees – contesto, corrió al baño y yo baje a la cocina para comenzar el desayuno.

Mientras deje todo preparado corrí al otro baño del departamento pegándome una ducha refrescante, Salí de este para vestirme con mi traje negro y vi una corbata color azul que realmente me gusto, cepille mis dientes y baje.

En la cocina me encontré con mi sensual novia, una pollera tuvo color negra apretaba su figura con una camisa, exactamente del mismo color de mi corbata, azul, unos toco aguja negros y como punto final se pelo húmedo y suelto.

Oh por dios, no sé si seré capaz de trabajar con una secretaria así – murmure mientras la tomaba de la cintura acorralándola contra la mesada.

Edward convinimos – rio acomodando mi corbata en un nudo perfecto.

Puedo acostumbrarme a esto –

A que? – pregunto terminando el nudo de mi corbata.

El despertarme contigo a mi lado, que me acomodes la corbata, desayunemos juntos entre otras cosas –

Es una linda rutina – sonrió contra mis labios, luego nos hundimos en un beso suave y tierno.

Te llevas bien con Rosalía – saque el tema de conversación una vez en el auto camino a la empresa.

Parece una buena mujer, sacando que tiene dos ángeles de hijas – contesto poniendo su mano encima de la mía que estaba sobre la palanca de cambios.

Siento las cosas que tuviste que escuchar ayer sobre Alice, ella no era así –me disculpe recordando el altercado de la noche anterior.

Edward ya hablamos sobre esto, entiende que no quiero que te lastimen, podremos olvidarlo, disfrutar que estamos juntos? – pidió entrelazando nuestros dedos.

Te amo – sonreí mientas veíamos la luz roja del semáforo, bella aprovecho y dejo un casto besos en mis labios.

Te amo – respondió, luego de unos minutos de silencio en los cuales disfrutamos de nuestras manos unidas y los besos que bella me regalaba cuando el auto se detenía en la señal del semáforo, llegamos a la empresa.

Edward donde esta mi identificador? – pregunto cuando le abrí la puerta para bajarnos del auto.

Oh fíjate en la guantera eh olvidado el mío también – pedí, ella hizo lo solicitado y antes de entrar al gran edificio me lo coloco para luego acomodarse el de ella.

Edward que les diremos a todos? Nadie sabe que estamos juntos – explico con miedo.

Que tengo el mejor romance del mundo con mi administradora de finanzas – sonreí entrelazando nuestros dedos y caminando a la oficina.

Las miradas se empezaron a sentir sobre nosotros, los murmullos y por algunos sonrisas alegres, si bien estaba en pareja eso no significaba que la seriedad no existiera y menos en mi piso.

Cuando el ascensor sonó avisando que estábamos en el último piso, como siempre el silencio se hizo presente, haciendo que solo se escucharan las teclas de las computadoras y los teléfonos sonar, bella apretó fuerte mi mano y salimos del bendito ascensor.

Al salir bella se pegó a mi cuerpo y comenzamos a caminar hacia la puerta grande que daba lugar a mi oficina, el silencio se hizo tenso “Edward y su empleada en un romance” eso seguramente ocupaba la mente de todos.

Buenos días señor Cullen – escuche una voz masculina, Eric.

En que momento te contrate a ti? – pregunte, mientras seguía tomado de bella caminando a la oficina.

Me han puesto en remplazo de Ángela, por lo menos hasta que ella vuelva – explico con voz temblorosa.

Algún reporte? –                                      

Demasiados, Ángela llamo esta mañana para mandarle muchos saludos y que se cuide, también ha llamado Tanya para avisar que hoy quería presentarse en la empresa para resolver asuntos de los bienes que poseían juntos, el grupo de inversionistas de Alemania nos han avisado que las trasferencias de dinero ya se han realizado, algunos de los empleados ya han entrado en vacaciones, debido a las fechas, usted comienza sus vacaciones la semana que viene –

Alto ahí Eric, quienes entran en vacaciones a el mismo tiempo que yo? – pregunte.

Bueno el Señor Hale, Karaoke, Walt, Gol, La señorita Funí, Plata y como punto final Blow – Enumero, inmediatamente me puse demasiado rígido.

Creí que había dejado claro que la señorita Swan salía de vacaciones conmigo – susurre.

Lo siento señor Cullen, inmediatamente hago los cambios --- se interpuso de inmediato.

Bien, algo más? –

Si, el viernes tiene una fiesta de empresarios en Roma, el hotel ya esta reservado al igual que su coche, necesito que me avise si va a ir acompañado, según la invitación lo esperan con su mujer, lo que se festeja es la sucursal nueva de allí, en fin la confirmación tiene que ser exactamente antes del medio día – finalizo.

Amor quieres un café? – le pregunte a Bella, Erik abrió los ojos y los que estaban a nuestro alrededor que escucharon también.

Si vida – respondió, sonriendo.

Quiero en cinco minutos dos cafés en mi despacho, mas los contratos de Isabella y sus cosas la oficina del fondo la empacan y va a mi oficina nuevamente, al igual que los que se tratan sobre la fiesta en roma, listo – finalice caminando a mi oficina y arrastrando a bella conmigo.

Al entrar a la oficina le detuve la puerta para que pase, luego de eso cuando por fin la cerré, la acorrale entre la pared y mi cuerpo.

Y… Que dices? Me acompañas a conocer Roma y empezar unas vacaciones por el mundo? – pregunte sonriente, sus ojos brillaban y una larga sonrisa se extendió por sus labios, no respondió simplemente me regalo un hermoso y dulce beso.

¡Roma nos espera!

Bella por-º

Esto es genial, se me rompió la carpeta – murmure sentada en el escritorio, luego de que llegamos y avisamos que viajaríamos a Roma, unos empleados volvieron a acomodar mis cosas en la  oficina de Edward.

Siempre dije que eras bruta – escuche su voz, levante la mirada para encontrarlo leyendo una carpeta en su escritorio.

No me provoques – conteste.

Oh señorita Swan disculpe – sonrió sin quitar la vista de sus papeles e hizo una mueca de dolor, mire mi reloj ya estaba entrando el medio día.

Que te pasa? – pregunte poniéndome de pie.

No se porque, pero me duele el cuello – explico frotando su cuello con la mano izquierda.

Edward desde que llagamos estas en la misma posición, es obvio que vas a tener dolor de cuello – rete me acerque a él rodeando el escritorio, hasta llegar a posicionarme detrás de él.

Quiero terminar todo, así podremos irnos las semanas que queramos a Roma y disfrutar de otros países – explico, puse mis manos en sus hombros.

Edward quiero tu salud bien, antes que cualquier viaje – rete comenzando a masajear sus hombros y cuello.

Ahuché… mmm… que lindo se siente – susurro dejando caer sus brazos a los costados de su cuerpo.

Estas todo contractura do – me queje masajeando su cuello, terriblemente duro.

 Espero que hoy en la noche, mi novia me haga unos buenos masajes – bromeo, haciendo lugar entre el escritorio y su cuerpo, clara señal para que me siente en su regazo.

Suerte entonces – reí.

Ven – dijo estirando sus brazos me senté en su regazo y una de sus manos encerró mi cintura tras que la otra jugaba con mis dedos.

Quieres que pida la comida? – susurre, mientras el cerraba los ojos, ante mis caricias.

Ajan – se limitó a contestar.

Me estire sobre el escritorio de tal manera de quedar frente al teléfono, marque el interno de Eric.

Señor Cullen – dijo el muy firme de Eric.

Eric soy Isabella, puedes pedir comida italiana? El señor Cullen se encuentra con dolores y decidimos comer aquí en la oficina – respondí.

Si señorita Isabella, pido el menú de siempre? –

Claro que si Erik, por favor – pedí.

Enseguida se lo dejo –

Gracias – respondí cortando la llamada.

Me das un beso? – pregunto cuando envolví mis brazos en su cuello.

Lo iba a hacer – reí acercando nuestros labios para fundirnos en un beso tranquilo y suave.

Señor Cullen, lamento la interrupción – dijo Eric entrando a la oficina, pensé que Edward se iba a acomodar pero no lo hizo, mire el reloj dándome cuenta que estábamos en horario de almuerzo por lo tanto éramos libres de hacer lo que queramos.

Dime Eric – ordeno, acariciando mi mano nuevamente.

Tiene… tiene visitas – murmuro nervioso.

Eric el señor Cullen esta en horario de almuerzo, no puede recibir ahora visitas – dije en tono firme.

Pues a mi me recibirá – dijo como si nada esa voz, si.. La de la rubia oxigenada.

Tanya – dijo en tono seco Edward, apretándome más contra su cuerpo.

 

 

 

Capítulo 14: Impulsos. Capítulo 16: Rosalie y Emett.

 
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