Solo Importas Tú +18

Autor: GiulyTwilight
Género: + 18
Fecha Creación: 15/12/2012
Fecha Actualización: 21/06/2013
Finalizado: NO
Votos: 38
Comentarios: 127
Visitas: 88445
Capítulos: 19

Edward un importante empresario con una familia realmente famosa, el siempre sintio que esta destinado a estar solo, pero su pensamiento se ve juzgado al conocer a la nueva administradora de finanzas de su empresa, Isabella Marie Swan.

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Capítulo 7: Sustos

Buenas tardes! (:

Bueno antes que nada PERDON por tardar en actualizar pero como eh terminado amor gitano me eh dado un descanso pero volvi!

Espero que disfruten el capitulo.

Como siempre GRACIAS!

Espero votos y comentarios!

Giuly.

 

BELLA POV.-

Bella puedes pasarme los papeles del escritorio de Edward? – pregunto Ángela.

Las semanas comenzaron a pasar desde mi estadía en la empresa, todo era normal, mi rutina era la misma, siempre, sin escusas, me levantaba sola en mi departamento, para tomarme un café a las apuradas y salir corriendo a la empresa, donde Ángela me esperaba en la puerta apenas salía de ascensor para entregarme las carpetas y derecho sin chistar comenzaba mi jornada laboral en mi oficina que compartía con mi sexi jefe.

Edward logro demostrarme en este poquito tiempo, que no era en absoluto mala persona al contrario se escondía tras una mascara para que nadie descubra su verdadero yo, nos habíamos hecho verdaderos amigos, todos los viernes cuando cerrábamos la ultima carpeta de contratos, nos quedábamos en el sillón de su oficina escuchando música clásica y conociéndonos cada vez mas, podía ver como sonreía o me miraba de reojo cada vez que me hacia la sin importancia o también como se distendía en sus pensamientos con su mirada clavada aun en mi.

Desde la primera semana que entre a la empresa me percate que este hombre tenia hechas unas locas a todas, obviamente era de saber el por que, siempre tan caballeroso y buen hombre, pero había algo en el que me decía que el simple hecho de quedarse solo lo aterraba, también con el pasar de la semana me di cuenta que Edward Cullen, mi jefe, ocupaba cada uno de mis sueños y fantasías, con el pasar de la semanas me di cuenta que su alejamiento me mataba y su cercanía me tranquilizaba, junto con el todo era muchísimo mas relajado y tranquilo, algo me decía que mi jefe me atraía pero no de manera física, si no… de otras, solo era cuestión de averiguarlo.

Bella amo que me escuches de la manera que lo haces – interrumpió Ángela mis pensamientos.

Lo siento… estaba pensando – conteste.

Isabella ah llegado esto para ti, no tiene de quien es, pero creo saber ya – extendió un sobre blanco el cual tome con mis manos temblorosamente.

Edward todavía no ah llegado? – desvié.

No, tenia que pasar por la sucursal centro a buscar unos papeles, llegara en minutos seguramente – aseguro mientras yo entraba al despacho, le pedí a Ángela dos cafés uno para mi y el otro para que Edward lo tenga sobre su escritorio cuando llegue.

Angie que voy a hacer con esto? – pregunte mostrando el sobre blanco, mientras ella tomaba asiento enfrente mio.

Isabella ya te dije lo que tenias que hacer, sabes que Jacob es una persona muy peligrosa, has recibido esos sobres blanco durante toda la semana, pero no has abierto ninguno, abre este por lo menos, tienes que hacer algo, es capaz de lastimarte por déjalo bella – reto mi amiga recordando la ruptura con Jacob.

Desde que comencé a trabajar en la empresa pasaba mas tiempo en ella que en mi propia casa, lo cual era un alivio para mi, ya que Jacob no podría matarme frente a miles de personas, la cosa comenzó una semana después de instalarme con Cullen & Co, sobres de color blanco con la inscripción “Isabella Swan” aparecían en mi escritorio de la mano del cartero, nunca me atreví a abrir ninguna, sabia de quien era la caligrafía que pintaba mi nombre y tan solo pensarlo me da terror.

Viene… viene… viene para aquí Isabella! – reto Ángela pálida como una hoja de papel mientras sostenía la hoja en sus manos.

Que? – susurre.

“ Te daré una pequeña visita hoy, espero que me recibas con los brazos abiertos mi amada bella” – resto la carta rápidamente, mi mundo se paralizo, mi cuerpo tembló y todo callo a mi alrededor

No puede ser – masculle una vez encontrada mi voz.

Bella, no puedes quedarte sola en esta oficina mientras el este aquí, necesitas un guardia alguien, sé que no se atreverá a hacerte nada aquí dentro, pero aprovechara cualquier oportunidad para hacerlo – lanzo.

No, nada pasara, dice algo más la carta? – pregunte llevando la mano para frotar mi rostro, todo tenia que ser una pesadilla, maldigo el día que me pusieron en pareja con este enfermo.

Solo dice eso y que te cuides, avisare a los guardias que estén pendientes de su acceso – mascullo poniéndose de pie, pero algo en mi cabeza salto.

Angie no creo que Edward este de acuerdo con que saques su personal de guardia para protegerme a mi, todo estará bien, tan solo procura avisarme si Jacob se encuentra aquí – susurre con terror ante la idea de tenerlo cerca luego de varias semanas.

No conoces a Edward es capaz de sorprendernos – dijo dispuesta a salir

No creo que le guste que se mueva todo el personal de seguridad por mi, es solo una estupidez, ahora ve Angie sigue con tu trabajo – sonreí tratando de trasmitir tranquilidad, pero es imposible trasmitir algo que jamás tienes.

Me concentre en mis papeles, mi cuerpo comenzó a temblar, mientras caían las imágenes de malos encuentros con Jacob, discusiones, gritos, golpes, peleas, llantos … todo caía en mi mente recordando noches en la cual me encerraba en el baño, debido a que se alcoholizaba y perdía el control, noches como esas mis sueños se llevaban a cabo dentro de una bañera, pero desde que me enfrente a él con el coraje de dejarlo supe desde un principio que seria libre por fin, o al menos eso creí hasta que las amenazas por carta comenzaron a llegar, al igual que por las noches me llamaba pero se quedaba en silencio del otro lado, el miedo se apoderaba de mi hasta llegar al limite de ni siquiera contestar el teléfono, patético si. Pero real.

Nadie sabia de estos altercados, en realidad nadie se preocupaba por mi asique decidí guardármelo para mi, tal vez es por eso que soy tan cerrada por el simple hecho de estar sola, mi madre a kilómetros y mi padre que siquiera se acuerda de mi, a la única que le conté fue a Angie quien inmediatamente quiso ponerme hasta un patrullero en la puerta de mi casa, el miedo me irritaba pero si de algo estaba segura era de que Jacob tenia sed de venganza.

Buenos días – interrumpió aquella voz que me alegraba mis mañanas, esa voz aterciopelada que me sacaba una sonrisa con tan solo hablar, entro por la puerta luciendo su típico traje negro con su maletín en la mano izquierda mientras con la derecha se despeinaba el cabello.

Buenos días – conteste en susurros todavía no me recuperaba del susto, y menos de los pensamientos, se acercó y se estiro por encima del escritorio depositando, como de costumbre, un beso en mi mejilla, recuerdo la primera vez que lo hizo, mi piel se erizo y mis pies temblaron, pero lo extraño era que aun sucedía, cada vez que rosaba mi piel con la de una ola de calor o lo que sea recorría mi cuerpo.

Cuando te escabulles en tus pensamientos me gustaría leer tu mente – susurro sentándose en su escritorio que ahora se encontraba frente al mio.

Créeme que te volverías loco – sonreí sin ganas.

Gracias por el café – mascullo dándole un sorbo al mismo.

Es un cumplido – volví mi vista a los papeles, el miedo me bloqueaba por completo.

Vas a decirme que es lo que te pasa o piensas hacerte la dura todo el día? – dijo luego de unos largos minutos de silencio, levante la vista para encontrarme con el prendiendo su ordenador y abriendo las carpetas.

Problemas, nada de lo que preocuparse – termine.

Si no me tuviera que preocupar, tan solo dime por que estas tan pálida, mueves continuamente la pierna de un lado al otro, te muerdes el labio inferior y como último detalle no dejas tus manos quietas … bella – explico describiendo con exactitud cada uno de mis movimientos.

Eres una persona muy observadora – susurre.

Estas en lo correcto – finalizo, cuando sentí que rodeo su escritorio y se sentó enfrente mio, con mi escritorio de por medio.

Vas a decirme que es lo que te pasa? – susurro.

Nada, enserio Edward estoy bien, tan solo tengo sueño no dormí nada ayer, tengo hambre pero al mismo tiempo no quiero comer, no sé que diablos me pasa! – termine en gritos revoleando la carpeta sobre el escritorio y frotando mi rostro con mis manos.

Bella que es lo que va mal? – pregunto por ultima vez, mi paciencia se agotó.

NADA VA MAL, MALDITA SEA COMO TE LO TENGO QUE DECIR? ESTOY BIEN…. BI EN PERFECTAMENTE CULLEN! – Grite descargando aquel miedo que invadía mi cuerpo y aquel nervio que me decía que en cualquier momento el hombre que mas me lastimo entraría por la puerta y yo no tendría en quien apoyarme.

Okey… en cuento estés mejor me avisas – corto con su ceño fruncido y poniéndose de pie, su rosto ahora estaba frio, sus ojos negros, inmediatamente me di cuenta de que me la estaba agarrando con la persona que no tenia que hacerlo.

Edward – llame para disculparme.

Intento ser Cortez contigo, intento saber mas de ti para que podamos estar cerca, trato de entender tus malditas reacciones, pensé por un momento que éramos amigos, me abrí a ti, sos la única persona con la que me desarrollo pero a ti no te interesa – su tono era frio demandante.

Edw – quise cortar.

Sabes que? No se ni siquiera para que intento ser amable contigo si poco te interesa, pensé que eras distinta, al menos creí que tenias la delicadeza de hablarme bien, ya que si mal no me contaste soy una de las pocas personas que se preocupa por ti, pero sabes algo? Ahora entiendo el por qué, si cada vez que alguien intenta acercarse a ti reaccionas de esta manera, créeme no volveré a acercarme. –

Oh pero mira quien ah hablado, el señor camino por los pasillos y los empleados tiemblan, eres el menos indicado para pedir la amabilidad – sabia que me estaba descargando con la persona que no debía.

Tú no tienes idea de lo que es mantener una empresa con el pasar de los días – dijo entre dientes.

No, pero al menos si tengo idea lo que es la amabilidad, cosa que tu perdiste hace muchísimo tiempo, creo que jamás la tuviste -- ¡Cállate estúpida!

No quieras ahora pasarme factura a mi de tus estúpidos cambios de humor – me apunto.

Tú me hablas de cambios de humor? JUSTAMENTE TU! Quien de noche es feliz y de día es un gruñón, frio, egocéntrico? – enumere, no sabia como callar mis palabras pero tenia tanto miedo que lo sacaba por lugares que no debía.

Por lo menos cuando se preocupan o me preguntan como estoy contesto educadamente – dijo entre dientes.

Ese es el problema nadie se preocupa por ti! Eres un hombre que se esconde para la sociedad, eres el prototipo de hombre cobarde, el que golpea a las mujeres y luego se esconde! – grite, y sus ojos mostraron dolor, analice cada una de mis palabras quedándome estática con lo que había dicho.

Recoge tus cosas y pídele a Ángela que te prepare la oficina que esta en el final del pasillo – fueron sus únicas palabras.

Yo.. Yo lo siento, discúlpame – susurre acercándome a él, para abrazarlo, inmediatamente se alejó hasta la salida.

Es la puerta negra al final del pasillo, pide que trasladen tu nombre de mi puerta a la tuya, déjame las carpetas de economía en el escritorio, tu horario de salida es a las siete, cada cosa que quieras decirme o contarme lo haces por medio de Ángela, procure que no quede nada en mi oficina Swan – esas fueron sus ultimas palabras para luego desaparecer dando un fuerte portazo.

Maldita sea, maldita, maldita sea! – me descargue revoleando todo lo que estaba en mi escritorio mientras me ponía de pie y caminaba por todo el despacho, si había algo que me faltaba en el día era pelearme con Edward, eso me ponía mas nerviosa aun, le había gritado sin el tener absolutamente nada que ver, me había descargado contra el sin pensar en que el solo estaba siendo cortes.

Que rayos has hecho? – pregunto Ángela entrando a la oficina.

Yo.. Yo, yo no medí lo que dije, lo… lo lastime, fue, fue no se – tartamudee mientras Ángela me abrazaba.

No puedo creer lo que le has dicho, golpeador? – pregunto Ángela indignada.

Como, como lo sabes? – pregunte extrañada

Me estas cargando? Todo el piso los ah escuchado, cuando Edward salió de la oficina estaba totalmente desencajado, me ah dicho que prepare la oficina de final del pasillo, ah pedido a uno de los empleados, Martin, que actué como intermediario, salió hecho una furia – explico Ángela.

Yo, yo, no se lo, lo que me paso – susurre comenzando a recoger mis cosas

Yo no puedo creer que por culpa de Jacob tu estés así – murmuro mientras ambas juntábamos todo en una de las cuantas cajas que habíamos mandado a pedir.

Me pone nerviosa que él pueda volver un día, hacerme daño, se como es Ángela, sé que no dejara de molestarme hasta conseguir lo que quiere – justifique cuando estalle en brazos de mi amiga por el llanto, tenia dolor pero no por lo que Jacob llegaría hacer si no por el daño que mis palabras le habían hecho a Edward.

Cuando termine de poner el ultimo porta papel en la caja la puerta de la oficina se abrió, revelando a un Edward frio, sin necia conciencia de su alrededor, el solo camino a paso firme hasta su escritorio y se sentó en su enorme sillón requintadle.

Ángela puedes mandarme a imprimir los balances de ventas del últimos mes – ordeno, Ángela terminaba de acomodar conmigo, mi amiga me miro extrañada al darse cuenta que el tema de los balances era asunto mio.

Señor Cullen yo no se si pueda hacer eso, no se como se hace – dijo Ángela.

Es muy fácil te metes en tu ordenador, buscas la carpeta de administración de este mes, luego prendes la impresora, lo imprimes, lo colocas en una de mis carpetas, me pides un café y me la traes – le explico sin sacar la vista de unos papeles que leía.

Enseguida se lo traigo señor – sonrió Ángela desapareciendo, dejándonos a Edward y a mi solos, el silencio de la habitación era tenso, intranquilo, cuando cerré la ultima caja me acerque hasta quedar frente al escritorio de Edward, necesitaba disculparme.

Edward…yo – quise continuar pero levanto su mirada fría clavándola en mi.

Vete, tienes que tener cuidado de enojar a un hombre como yo, podría pegarte – reino irónicamente, estaba dolido muy dolido.

Edward, yo… yo no quise decir eso – me excuse.

Pero lo has dicho, ahora señorita Swan retírese – las formalidades volvían.

Edward… lo lamento – susurren.

Discúlpeme yo no la estoy tuteando y tampoco se la razón por la que lo hace conmigo, le pediría que me respete como su jefe, Señor Cullen, para usted, así evitamos los malos entendidos creo que tendría que estar muy agradecida por el hecho que no la despedí, ahora si me disculpa tengo que trabajar – su vista bajo nuevamente a los papeles, tome varias bocanas de aire junto con la caja y Salí directo a lo que seria mi nueva oficina.

Cuando llegue a la oficina me quede estática, era pequeña apenas había lugar para hacer dos o tres pasos, olía a humedad y era oscura, sabia que era la ultima que quedaba en el piso, derrotada comencé a acomodar las cosas para comenzar con el infierno que en dos minutos se había convertido mi vida.

Luego de instalarme, el reloj marcaba las seis y media de la tarde unos minutos mas y podría ir a hablar con Edward, necesitaba hablar con el, poder arreglarme con el, me sentía desprotegida lejos suyo, me sentía vacía, incompleta, lo necesitaba a él.

Edward a mandado las carpetas para que las firmes – entre Angie con tres carpetas en sus manos.

Bien, ahora te las firmo – sonreí como pude.

El esta igual que tu – susurro Ángela, levante la mirada sin entender.

Edward – agrego.

Que tiene? – pregunte.

No ah salido de la oficina, no ah pedido café ni tampoco ah comido nada, solo ah firmado y leído todo el día – explico.

Lo lastime, fue un comentario estúpido – conteste.

Tal vez deberías hablar con el, sé que se queda hasta las ocho –

Lo hare – sonreí mientras la veía salir de la oficina.

Me quede unos minutos mas en la oficina, las demás oficinas comenzaban a apagarse y los portazos de los empleados daban al irse se escuchaban cada vez mas seguidos, tome aire y comencé a mirar el reloj solo unos minutos para hablar con Edward, mi pulso comenzó a temblar de tal manera que en un momento derrame todo el café en mi falda y todos los papeles.

Maldición, Maldición, maldición – me queje, el día cada vez se ponía peor.

Maldecir tanto esta mal pequeña Swan – escuche esa oscura voz a mis espalda.

Que es lo que quieres Jacob? – pregunte cuando lo vi parado sobre el lumbral de la puerta.

A ti – susurro cerrando la puerta detrás de él, pude mirar que en el piso no había nadie.

Donde están todos? – pregunte

Bueno digamos que el horario de trabajo comenzó a acabarse señorita Swan – rio acercándose a mí, mientras me acorralaba en contra de una de las paredes.

Jacob te pido por favor, aléjate de mi – susurre al sentirlo tan cerca.

O si no que? Me pegaras?... me dejaras? – rio.

Que es lo que quieres? – pregunte entre dientes, sentí como una de sus manos bajo por mi brazo, mi piel se erizo del miedo, lucia aterrador tenerlo tan cerca.

Tenemos que hablar Swan –

Yo no tengo nada que hablar contigo, sabes perfectamente que lo nuestro se acabó Jacob, solo quiero que te vayas, te lo estoy pidiendo de buena manera, quiero terminar de trabajar – susurre.

No… sabes perfectamente que ambos nos amamos todavía Bellita – murmuro acercándose.

Jacob aléjate, no te quiero cerca mio, entiende de una maldita vez que jamás sentí nada por ti, simplemente te vi como mi mejor amigo, como un hermano – conteste.

Tu, no tienes idea lo que es tenerte cerca y no poder tocarte, yo ya no soy un nene o un hermanito, entiende que eres una mujer eres mi mujer! – sus voz se elevo en las ultimas frases.

Yo no soy tu mujer, jamás lo fui! – espete con odio, el me miro con sus ojos negros furiosos.

Tú eres mi mujer y siempre lo serás! – grito acercándose a mi.

Quiero que te alejes Jacob y quiero que me digas que es lo que quieres, quiero que te retires y desaparezcas de mi vida – espete.

Digamos que tengo una fantasía, nunca lo eh hecho con una virgen, quisiera saber que se siente romper esa barrera y sabes algo? … conozco una persona virgen – murmuro besando mi cuello, mientras sus manos se filtraban entre mis piernas, mi pecho comenzó a doler, tenia ganas de gritar pero su mano me lo impedía ya que se encontraba en mi boca, trate de cruzar las piernas para no sentirlo, me sentía sucia, me daban nauseas.

 Ni siquiera lo intentes – amenazo al darse cuenta de mi pensamientos sobre morderlo, así fue entonces como uno de sus dedos se metió en mi interior, gemí pero no del dolor si no de la desesperación por que se alejara lo quería lejos míos, quería que se vaya, gotas de tristeza comenzaron a Salir de mis ojos, este se podría decir que era el final.

Comenzaremos con algo lento para editarte, luego pasaremos a lo salvaje para romper esa delicada barrera que ocupa mi paso en tu cuerpo – rio mientras sus manos ahora comenzaban a manosearme, tenia ganas de gritar, de llorar, de pegar, ganas de todo, pero su cuerpo era enorme sabia que cualquier movimiento en falso haría que me pegara.

Suéltame por favor – susurre cerrando los ojos con fuerza para lograr convencerme de que esto era una pesadilla.

Anda bella pórtate mal – reto, cuando comenzó ahora si a tocar todo mi cuerpo con sus mugrosos dedos.

SUELTAME! – Grite cuando sentí su mano nuevamente en mi intimidad.

Cállate! – me reto tirando de mi pelo para ahora, besar mi cuello.

SUELTAME POR FAVOR! – Grite entre llanto, cuando sentí como con una de sus manos desabrochaba el cinto de su pantalón.

JACOB SUELTAME, POR DIOS! – volví a sollozar entre lagrimas al darme cuenta que se estaba preparando para embestirme, era imposible soltarme de su agarre ya que sus manos sostenían las mías arriba de mi cabeza.

POR FAVOR JACOB NO ME HAGAS ESTO! – Grite cuando escuche la puerta abrirse de repente.

MALDITO IDIOTA QUE HACES!? – Escuche una voz masculina totalmente sacada, ya no sentí mas su agarre caí en el piso tapando mi cuerpo, me sentía sucia, sin fuerzas, cuando me di cuenta alguien tenia sujeto a Jacob por el cuello contra los estantes del lado de en frente.

Suéltame! – grito Jacob

VUELVES A ACERCARTE A ISABELLA Y JURO POR MI VIDA MATARTE! – Amenazo aquella persona, cuando levante la vista para ver quien era me di cuenta que Edward, Edward me estaba salvando la vida.

Tú no eres nadie! – lo provoco Jacob, cuando vi que este Edward sacado de sus cabales le dio un gran puñetazo a Jacob en su mejilla.

TE QUIERO LEJOS DE ISABELLA, QUIERO QUE TE ALEJES DE ELLA, VUELVES A TOCARLE UN PELO EN CONTRA DE SU VOLUNTAD Y JURO RECORDAR QUE ERES HUMANO POR QUE TE MATARE DE LA FORMA MAS TORTURABLE POSIBLE –

Ella es mía – mascullo Jacob, ahora la que lloraba era yo mientras intentaba sostener todas las partes de mi cuerpo.

ESCUCHAME BIEN MALDITO INFELIZ, LA HAZ PERDIDO HACE MUCHO TIEMPO Y ADIVINA QUE? AHORA YO SOY SU PAREJA Y TE LO REPITO TE VUELVES A ACERCAR A ELLA Y TE LLENARE EL CUERPO DE AGUJEROS -- ¿Un momento…. Mi pareja?

Eres bastante rapidita Bellita, me has dejado y te metes con un millonario – dijo con una sonrisa en su rostro cuando vi como Edward le promocionaba otro puñetazo dejándolo inconsciente en el piso.

ANGELA!?... BEN!!??.... PUEDE ALGUIEN AYUDARME? – Escuche los gritos de Edward.

Edward que? – dijo una voz muy parecida a la de ben.

Llama a la policía y pide una ambulancia, este maldito ah querido aprovecharse de bella, llévatelo de aquí – le ordeno Edward mientras el bajaba a mi altura y me embolia en sus brazos.

Tranquila bella – escuche su voz y cuando sentí sus brazos rodearme, sujete mis manos en su camisa, mientras mi cabeza la apoye en su pecho, el mejor lugar comencé a llorar desesperadamente mi cuerpo me dolía, mis ojos pesaban pero el llanto era mas fuerte.

Tranquila bella… ya paso, estoy aquí – escuche su voz pero no podía olvidar las manos de Jacob sobre mi cuerpo, no podía olvidar.

Edward –

Isabella por favor te lo pido no te duermas, escúchame bien, no cierres los ojos, mírame Bella por favor mírame – grito mientras daba pequeños golpes en mis mejillas, pero mi cuerpo dolía, dolía demasiado.

Ed – susurre.

No, no hables Bella, tranquila necesito que por favor me mires, NECESITO LA AMBULANCIA! – ataba pero su voz era cada vez mas lejana.

Bella?... Bella por Dios abre los ojos, Bella! – fue lo ultimo que escuche cuando todo se volvió completamente negro.

EDWARD POV –

Edward necesito hablar contigo – entro Ángela a la oficina cuando mi reloj marcaba las siete y media pasadas.

Adelante Ángela – ordene.

Vengo hablar contigo – murmuro nerviosa sentándose frente mio.

Dime, paso algo con la empresa? – pregunte.

No, en realidad no vengo a hablar como secretaria, vengo a utilizar el titulo de amiga, si es que me lo permite – dijo de manera educada.

Dime Ángela – autoricé, Ángela era como una hermana para mí, luego de todos los años que llevábamos trabajando juntos.

Se lo que ah pasado con Isabella – murmuro.

Enserio no tengo ganas de hablar sobre ello, Angie si sabes entonces también sabrás que no quiero recordar – la corte.

Es necesario que lo recuerdes Edward, tienes que saber que ella lo dijo en un estado nervioso, Bella se caracteriza por ello, habla, habla, habla y no tiene idea de lo que dice, en realidad hay algo que tú no sabes, la verdadera razón por la cual ella esta así de nerviosa – susurro.

Soy todo oídos – dije dejando la carpeta que estaba leyendo sobre la mesa.

Antes que nada quiero hacerte una pregunta –

Dime –

Que sientes por Isabella, en esta semana los eh visto muy cerca y puedo ver en ti cambios, sé que el amor no es tu fuente Edward, pero es importante para mi – murmuro dejándome helado.

Puedo confiar en ti Angie? – pregunte, era hora de confesar.

Para eso estoy Edward –

En realidad desde que Bella entro en la empresa se ah encargado de darme felicidad a cada uno de mis días, Isabella es una persona con la que puedo hablar fácil, puedo reír, confesar y estar con ella sin pensar en los intereses o cualquier tipo de cosa, pero cuando se pone así, le pregunte algo de buena manera y me contesto de esa manera no la entiendo enserio, trate de acercarme para poder confesar algo o estar cerca de ella, pero ella misma se encargo de alejarme y yo no me arrodilla ante nadie y tu lo sabes – susurre.

Espera un momento, Edward Cullen enamorado? – pregunto de manera irónica.

Ángela, así de frio como me vez y al mismo tiempo egoísta, también soy un hombre y tengo sentimientos, con Bella mi cuerpo y mente se desconectan de tal manera que me olvido del resto del mundo, por que cuando estoy con ella, solo me importa ella, Isabella – confesé girando mi silla quedando de espalda a Ángela mientras jugaba con un bolígrafo.

Nunca has pensado en hablarlo con ella, han pasado varias semanas desde que se conocieron y siempre se los ve bien cuando están juntos, Edward creo que es hora que le des una oportunidad al corazón y al mismo tiempo recuerda que el tiempo se acaba, al mismo tiempo tu envejeces al igual que ella, también ten en cuenta que no estará esperando por ti para toda la vida, si no te esfuerzas en ganártela, pronto otro ocupara ese lugar que aunque no lo creas ella esta guardando para ti – lo ultimo me tomo por sorpresa.

Para mí? –

Isabella esta realmente mal desde la discusión que tuvieron, e estado hablando con ella y me ah insinuado algo que a ti te instigara a seguir adelante –

Habla de una vez – ordene volteando.

Isabella esta enamorada de ti Edward, ella se siente igual que tu en momentos cuando esta contigo, no puedes dejar que la oportunidad se te vaya de las manos, ella… ella piensa que tu la vez nada mas que como una amiga, cosa que al ver tu cara cuando la miras me hace saber que no es eso solo lo que tienes pensado con ella –

La quiero Ángela… la quiero demasiado – murmure.

Entonces tengo que contarte esto – hizo una pausa.

Que pasa Ángela? – pregunte.

Recuerdas a Jacob Black? – pregunto.

Claro que lo recuerdo, fue el que se metió en la cama con Tanya y al mismo tiempo engaño a Bella – recordé.

Me encanta tu nivel de rapidez – rio.

Que paso con el Ángela? – pregunte.

Bueno últimamente Bella ah estado recibiendo cartas de él, no las abre por lo general las tira, en realidad las leo yo cuando reviso su basura luego que salga del trabajo – gire para mirarla su ceño estaba fruncido y miraba sus manos en su regazo.

Ángela… que decían las cartas? – pregunte frunciendo el ceño, pero el silencio fue su respuesta.

Ángela – advertí.

Black la esta amenazando Edward, estoy segura que algo le hará – dijo casi en susurros mi sangre se helo al saber que a Bella le podría pasar algo.

De que estas hablando? – pregunte.

Si bien Bella no ah abierto ninguna de esas cartas, yo me tome el atrevimiento de hacerlo, comencé a leerlas y Black sabe cada uno de los movimientos de Isabella, desde que se levanta hasta que se acuesta hoy eh hablado el tema con ella, le advertí que por favor hablara contigo que tu le pondrías seguridad –

Pero por supuesto que si, jamás la dejaría sola – susurre.

Pues su respuesta fue “dudo que Edward ponga seguridad para mí” – recito sus palabras.

Pero es estúpida? – dije indignado.

Lo se, yo también le he dicho lo mismo Edward, pero ella es terca, necia, es imposible hacer que me crea al menos una palabra, su autoestima es bajo, no se valora como la persona que es – explico.

Que ah pasado con la carta de hoy? – pregunte.

Bueno, cuando la recibió no la quiso abrir pero yo casi la obligue, cuando no me quiso hacer caso la abrí yo, Jacob vendrá por ella Edward, el advirtió en la nota que vendría a visitarla hoy, sé que faltan quince minutos para el termino de jornada pero la puede agarrar afuera Edward… tengo miedo por ella – me quede estático, no podía permitir que algo le pasara a Bella.

Tengo que hablar con ella – susurre, pero mi teléfono interno me detuvo.

Si? – pregunto al ver que el llamado era de los guardias de abajo.

Señor Cullen hablo de la garita número 6 de la entrada – dijo una voz demandante, Max era el jefe de seguridad de toda la empresa, estaba casado con una de las secretarias del piso de publicidad y tenía una hermosa niña.

Que pasa Max? – pregunte.

Pues hace aproximadamente unos quince minutos hemos recibido una visita – explico.

Que clase de visita? – pregunte extrañado, Ángela frunció el ceño.

Creo que era Black, ya sabe el secretario de la empresa enemiga, me ah dicho que quiere hablar con usted, pero lo seguí por las cámaras y se ah metido en la oficina del fondo del pasillo, no sé que hace allí ya que la oficina esta vacía, pero no ah salido aun, quería pedir su autorización para mandar gente de seguridad – dijo, inmediatamente me puse pálido.

Oficina del pasillo? Maldición, manda seguridad Max, apúrate! – ordene cortando el teléfono y Salí corriendo pude sentir los pasos de Ángela detrás mio.

Edward que paso?... Edward que pasa? – me preguntaba.

El maldito de Black se filtro en la empresa, llama a alguien Ángela, pide gente de seguridad – dije rápidamente corriendo a la puerta de la oficina de Bella.

JACON SUELTEME! – Escuche el grito inmediatamente entre perdiendo absolutamente todo mi autocontrol.

 

 

Capítulo 6: Impulsos Capítulo 8: Eclipse

 
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