Solo Importas Tú +18

Autor: GiulyTwilight
Género: + 18
Fecha Creación: 15/12/2012
Fecha Actualización: 21/06/2013
Finalizado: NO
Votos: 38
Comentarios: 127
Visitas: 88450
Capítulos: 19

Edward un importante empresario con una familia realmente famosa, el siempre sintio que esta destinado a estar solo, pero su pensamiento se ve juzgado al conocer a la nueva administradora de finanzas de su empresa, Isabella Marie Swan.

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Capítulo 12: Seguridad.

Holaaaaa, capitulo nuevo $:

Como estan todas? espero que super bien, les dejo un capitulo mas para esta historia, espero comentarios y votos como siempre expresando opiniones e ideas.

AVISOS.

Si tenes un fanfic publicado en LunaNuevaMeyer dejame el nombre o el link, para poder comentarlo y dejarle mi voto seguro ;)

Ando necesitando una administradora con tiempo suficiente para mi pagina de internet en Facebook, si estan interesadas mandenmen un mensaje privado obviamente avisen con su comentario, la pagina tiene 6.555 fans.

No olviden para aquellas que aun no han leido mi otro fic, "amor gitano" (terminado) que aun sige publicado en la web a disponibilidad de sus ojitos.

Ahora si me despido dejando miles de besos ciberneticos y abrazos psicologicos.

las quiero.

Giu-

Los personajes le pertenecen a SM y la historia a mi mente.

Se prohibe publicar el fic en otros lados sin mi autorizacion.

 

CAPITULO:

BELLA POV .-.

La luz comenzó a filtrarse mediante el gran ventanal, sentí unos brazos alrededor de mi cintura y un caliente pecho contra mi espalda, unos dedos estaban entrelazados con los míos al igual que unas piernas se enredaban con las mías, sentía un respiración tranquila en mi nuca y un perfume de hombre inundo la habitación, dejando fluir por mi mente todos los recuerdos de la noche anterior, besos… caricias… sonrisas… nombres… respiraciones profundas… mas besos, pero lo más importante había perdido aquella barrera que mi cuerpo tenia, aquella barrera que las mujeres pierden cuando se entregan lo que sienten, me había entregado a Edward, me había entregado a la persona con la cual estaba dispuesta a luchar por un futuro… juntos, unidos.

Me apreté más fuerte a él, tenía la necesidad de tenerlo mas cerca, aunque entre nosotros no había espacio, estábamos piel con piel.

Buenos días – escuche su voz soñolienta, logrando que me sobresaltara.

Buenos días – conteste cuando me repuse.

Nos removimos un poco, hasta el punto de quedar enfrentados pero no nos separamos, enredamos nuevamente nuestras piernas, el filtro una de sus manos por debajo de mi cabeza tras que con la otra acariciaba mi piel desnuda de la cintura, una fina sabana tapaba nuestros cuerpos desnudos, nuestros cuerpos volvieron a quedar pegados y nuestros rostros estaban tan cerca que nuestras narices se tocaban.

No quise asustarte – hablo en susurros, me pareció muy tierna se voz de dormido.

Pensé que te había despertado – conteste con el mismo volumen de su voz, acariciando su mejilla mientras nos hundíamos en nuestras miradas.

Estaba despierto ya – sonrió con los ojos cerrados.

Tu respiración estaba tranquila –repuse

Es por que te tengo entre mis brazos, no tengo preocupación alguna – murmuro, dejando un beso en mis labios.

Que hora es? – pregunte suspirando mientras me apretaba más a él.

Son las tres de la tarde – contesto en susurros.

LAS TRES DE LA TARDE? – Grite sentándome en la cama, tapando mi desnudo pecho con la sabana.

Shhh! Es sábado – rio cuando tiro de mis hombros y nos enredo de la misma forma que antes.

Me parece a mi o estas vago? – reí dejando un largo beso en su mejilla.

Simplemente estoy disfrutando, después de 10 años, quedarme en la cama hasta tarde – murmuro acariciando mi cintura nuevamente.

10 años? Edward no me mientas, apuesto que tienes una larga lista de mujeres que han pasado por tus brazos – masculle, debía admitir que me daba celos, pero la que ahora pertenecía a esos brazos era yo, no otras, me asusto por que abrió los ojos de repente abalanzándose sobre mi quedando por completamente sobre mi cuerpo, inmediatamente se refugio en mi cuello.

Bella… ayer… oye antes que nada no vale reírse! – dijo contra mi cuello, yo nuevamente acaricie ahora su espalda ancha y suave.

Que? –

Ayer, ayer fue mi primera vez – susurro, mi mente no suprimía la información, es … ¿jamás tuvo sexo?¿jamás?¿yo era su primera mujer? ¡Oh Rayos! Esto era mucho para mí…

Me estas diciendo enserio? – pregunte indignada, como una persona tan… tan hermosa… jamás tuvo sexo.

Ah sido la primera vez para ambos – mordió el lóbulo de mi oreja, gemí como respuesta.

Aug! Te quiero, te quiero, te quiero! – reí dejando por cada palabra un beso en sus labios.

Yo también! – rio mientras nos hundíamos nuevamente en un profundo beso, ese beso que nos invitaba a ambos a hundirnos en nuestra profunda burbuja, en la habitación comenzaba a escucharse nuestros labios chocar y chocar continuamente, al igual que los suaves ruidos de las respiraciones aceleradas, sin perder tiempo levante un poco mi caderas para encontrarme con su lindo acompañante bien despierto frete nuestros cuerpo uno con el otro sin despegarme de sus labios, para empezar nuevamente con aquella ronda que supuestamente habíamos finalizado.

.

.

.

Edward que más hay que comprar? – luego de nuestra sesión de sexo por la “mañana” nos tomamos un baño, dando comienzo nuevamente a las caricias, luego me vestí con un vaquero azul, mis zapatillas y mi blusa blanca lisa, por su parte se puso un vaquero, también azul y una remera blanca,  él estaba revisando todos los muebles mientras yo estaba sentada en la mesa de la cocina con papel y lapicera en mano.

Amor, tendríamos que comprar medio supermercado, piensa que al vivir yo solo jamás cocine, me iba a la casa de mis padres – sonrió acercándose.

Bien, ahora tienes a tu mujer la cual tiene que llegar y cocinar, cosa que es imposible si no tengo mercadería – finalice tomando el ultimo trago de zumo de mi vaso, sobre la mesa, comencé a anotar nuevamente, cuando me di cuenta que seguía estático mirándome.

Edward?... amor estas bien? – pregunte, poniéndome de pie para llegar a él.

Repite lo que dijiste – susurro mirándome a los ojos.

Que necesito mercadería para cocinar? – me extrañe.

Lo anterior – pidió acariciando mi mejilla, comencé a analizar la frase hasta que lo descubrí “tu mujer”.

Ahora tienes… una mujer que te tiene que cocinar, cuidar, acompañarte y amarte – sonreí acercándome a sus labios.

Eres mi mujer – murmuro besándome con ternura, suavidad y amor, mientras enredaba sus brazos en mi cintura.

Ajan… tu mujer – conteste sobre sus labios, nos hundimos nuevamente en esos besos atrapante.

Que quieres hacer esta noche? – me pregunto Edward tomando de mi mano una vez ya listos en el auto.

Enserio me preguntas? – respondí.

Porque? No quieres salir? –

Quiero quedarme en mi casa con mi hombre mirando alguna película o haciendo alguna otra cosa – respondí segura, mirando la ventanilla.

Alguna otra cosa? – rio besando los nudillos de mi mano.

Ya lo sabremos – le sonreí mientras el teléfono de Edward comenzó a sonar.

Atiende – me ordeno con una sonrisa, “Irina” decía la pantalla, según tenia entendido Irina era una de las mejores amigas de Edward, o ex mejor amiga?.

Hola? – pregunte mientras lo ponía en alta voz.

Tanya amiga! Sabia que habías vuelto con el idiota de Edward, aun no puedo creer lo que has hecho con Jacob controlaste lo de tu atraso? No creo que sirva engatusarlo a Edward, sabemos que él es más inteligente – la voz monótona de la mujer se escuchaba, Edward por un momento apretó su agarre, ¿tenían pensado engatusarlo? ¡Que zorras!

Eu aparte de rubia sorda?... sigues allí? – pregunto, Edward asintió dándome la orden.

Antes que nada muchas gracias por adelantarme el plan para engatusar a Edward, pero te has equivocado no soy Tanya, soy Isabella – conteste tranquila.

Oh lo siento me eh equivocado de numero – se adelanto la rubia.

No te has equivocado Irina, soy Edward – interrumpió, su voz sonó fuerte, inmediatamente comprobé que estaba enojado.

Edward?... Edward, lo… lo siento, no, no sé qué, que has escuchado? – pregunto.

Lo suficiente como para no sorprenderme – la interrumpió.

Disculpa pero que es lo que quieres? – pregunte ya harta , me ponía de malas que le mientan a Edward.

Tu quien eres para hablarme así? –

Es mi novia, tiene autorización a hablarte como quiera, que quieres Irina? – me defendió Edward.

Tu novia?... pero, pero no volviste con tanya?... la engañaste! – cuando me quise dar cuenta Edward ya había aparcado en el supermercado.

Piensa lo que quieras – corto Edward, tomo el teléfono, lo apago y lo guardo en su bolsillo, nos quedamos unos minutos en silencio, así que tome la iniciativa me baje del auto cerrando la puerta detrás de mi y camine hacia su lado, abriéndole la puerta.

Bájate – le ordene, me miro confuso pero lo hizo.

No te muevas de aquí – le ordene, cerré la puerta de el volvo apagando todo antes quite las llaves y lo cerré con seguro, me pare enfrente de Edward lo empuje contra el auto y me lance a sus labios como si mi vida dependiera de ellos, no iba a permitir que una modelo que siquiera sabia teñirse el pelo con corrección arruina la tarde de mi perfecto sábado, enrede mis manos en su cabello y el me apretó fuertemente contra su cuerpo por la cintura, jugamos con nuestros labios mientras nuestras lenguas se enredaban y desenredaban, la tarde estaba cayendo y nada me importaba mas que sacarle una sonrisa a mi hombre.

Sabes que siempre confiare en ti cierto?... no dejes que arruinen el sábado si? Te quiero Edward eso es lo que importa ahora – susurre con nuestras frentes pegadas ya que tuvimos que frenar el beso para respirar.

Te quiero demasiado – sonrió y me beso nuevamente para luego tomarme de la cintura y caminar abrazados al supermercado.

Lo esencial ya esta, leche, azúcar, la harina, el aceite, la verdura, mi novio quiere algún capricho? – jugué Edward estaba detrás mio sujetando el carrito y al mismo tiempo me rodeaba con sus brazos.

Tenemos que ir por los chocolates, las gomitas y caramelos – susurro en mi oído.

Golosinas? –

Bueno cuando las niñas vienen a quedarse a dormir siempre les doy algo, pero los chocolates son para mi novia y para mi, nunca comes uno antes de acostarte debes en cuando? Son buenos para endulzar la vida – propuso mientras caminábamos al pasillo dicho.

No necesito endulzar mi vida, tengo un bombón en ella – sonreí, el entendió mi indirecta y beso mi cuello.

Comenzó a agarrar bolsas de gomitas de todas las formas y sabores al igual que los caramelos, ya sean rojos, verdes, azules blandos o duros.

Que tipo de chocolate te gusta amor? – me pregunto frente a los estantes.

El que te guste a vos, todo menos con almendras por favor, las detesto – susurre, mas para mi que para el.

Bien – sonrió y comenzó a llevar de todo, blanco con trozos de galletas, negro con nuez, rellenos, etc.

Que haces? – pregunte cuando metió el ultimo.

Dijiste “Todos menos con almendras” pues llevaremos todos menos el de almendras, no volveré al supermercado la semana que viene a buscar mas – finalizo sonriente.

Tienes un esposo muy atento pequeña – escuche una voz femenina alado mio, mientras veía como Edward seguía buscando chocolates.

En verdad que si – sonreí.

Cuídalo niña, no se consiguen muchos como el ahora, parece que enserio te quiere –

Ambos nos queremos de la misma forma, uno sin el otro no vive – finalice.

Pues felicitaciones para ambos, seguramente tendrán unos hijos preciosos – me guiño un ojo, tras que yo palidecí.

Gra..Gracias – tartamudee, mientras la anciana se alejaba con su chango.

Bien… creo que estos son todos menos los de almendras – sonrió Edward apuntando el chango.

Engordare por culpa tuya – lo acuse.

Eres muy aburrida amor – se quejo mientras volvíamos a la posición anterior y comenzábamos a caminar.

Así y todo me quieres – me burle de él empujando en chango.

Te quiero – sonrió mordiendo el lóbulo de mi oreja, estaba a punto de morir.

Te quiero – conteste acariciando sus cabellos.

Algún capricho para mi novia? – pregunto.

Edward me has llevado todos los estantes de chocolate, crees que voy a querer algo mas – rete.

Bueno, tendríamos que llevar baldes de helado, ya sabes siempre son buenos para mirar películas, a las niñas les encanta y me encantaría comer helado con mi novia, sentados en el sillón mientras nos reímos de una estúpida película, que dices? – propuso hablando sobre mi hombro.

Que me dieron ganas de comer helado – bromee.

Ambos comenzamos a caminar hacia la zona de Frigerio, heladeras repletas de distintas marcas, sabores, y formas de helado, desde en palo hasta en pote, desde bombón hasta de agua y así sucesivamente.

Bien… los de agua son feos – dijo señalado los helados de agua en una de las mil heladeras.

Edward por mas de que sean feos no te atrevas a darle eso a nuestras sobrinas, primero por que son puro azúcar y colorante, segundo por que se manchan y a veces no sale y tercero son pocos saludables – explique caminando nuevamente.

Me gusta como suena el “nuestra” o “nuestro” en realidad me encanta que adaptes la frase “lo tuyo es mio, lo mio es tuyo” – dijo antes de besarme.

A mi también – murmure.

Entonces que combinación? – pregunto.

Bueno a las niñas les deben gustar los comunes, ya sabes frutilla vainilla chocolate dulce de leche – explique mirando los baldes.

A Maggie le gusta vainilla y a Charlotte le gusta vainilla, son alérgicas al dulce de lecho y dicen que el chocolate es muy amargo – desarrollo mientras me pasaba ambos potes uno de vainilla otro de frutilla.

Amor… estas seguro que tu no eres el padre de esas niñas – pregunte riendo.

Esta loca – sonrió.

Pues te sabes del derecho y al revés sus gustos, alergias, horarios y otras cosas – dije, poniendo los potes en el chango, rápidamente sentí unos brazos en mi cintura y un aliento en mi oído.

Pues… se lo suficiente por ser su tío favorito – explico.

Serás un buen padre – susurre.

Mientras que la madre seas tú, lo seré – término girándome entre sus brazos, para después besarme profundamente, era hermoso cuando me decía aquellas cosas proyectando un futuro.

Y.. a ti… cuales te gustan – pregunte entre besos.

Los que le gusten a mi novia – susurro contra mis labios.

Bombones – respondí.

Con corazón de dulce de leche – agrego separándose de mí, mientras me sonreía.

Como lo sabes? – interrogue, ya que esos eran mis favoritos.

Son mis favoritos – explico tomando varias cajas.

Los míos también –

Lo sabia – dejo un beso en mis labios, mientras caminábamos hacia la caja el llevaba el carrito y yo tomaba su mano.

Edward… que, que hay de Irina? – pregunte, de repente se tenso, pero luego suspiro.

Bueno a Irina la conocí en la universidad, nos hemos hecho muy amigos desde entonces, ella era buena, considerada, comprensiva, le gustaba escuchar a las personas y estar siempre al pendiente de sus padres, hasta que comenzó a juntarse con Tanya, ambas son modelos asique fue muy fácil que comenzaran a llevarse bien, con el tiempo la Irina que era mi amiga comenzó a desaparecer ya no era todo aquello, ahora es egocéntrica, egoísta, maleducada, desconsiderada, en fin una replica mala de Tanya, según tengo entendido ella sabia perfectamente de el engaño de Tanya y la apoyo sin importarle nada y bueno aquí nos tienes, yo no eh vuelto a hablar con ella ni tampoco es algo que me interese– termino su explicación, me quede sorprendida por un momento, ¿había personas tan obsesivas? Justo en el momento que caminábamos pasábamos por el sector de electrodomésticos y sentí como Edward se quedo estático cuando vio el televisor.

“Tanya Denali y Edward Cullen dan por finalizada una relación que jamás resulto, según muchos medios. El hermano del hombre de la pareja ah confirmado que ya no existen lazos que los aten, a continuación la entrevista del día de ayer, cuando fue captado a la salida de su casa en directo a la búsqueda de sus hijas” – decía la locutora morocha de largas piernas, Edward me sujeto de la cintura y presto atención.

¿Emett puedes confirmarnos cual es la situación de tu hermano?

Mi hermano, Edward, esta en perfecto estado – se limito a contestar mientras intentaba salir de la ola de paparazzi.

Estamos en condiciones de admitir que su hermano esta soltero?

No, mi hermano no esta soltero, tiene pareja, pero no hay lazos que lo unan a Tanya

Edward Cullen tiene novia nueva?

Si, su nombre es Isabella, ahora si me disculpan tengo que marcharme – los guarda espaldas de Emett comenzaron a tapar las cámaras y daban lugar a un camino para Emett.

“Como escucharon, Edward y Tanya yo no tienen relación alguna, ahora tiene nueva novia cuyo nombre es Isabella, pues desde aquí les deseamos lo mejor” – finalizo la reportera, dando lugar a comerciales.

Todavía no puedo creer como no saben quien eres físicamente – susurre mirando el televisor.

Eso se llama vivir en las sombras, pero si no viviera así en este momento no estaríamos aquí – murmuro con una sonrisa besándome nuevamente, cuando estábamos a punto de caminar a la cola nuevamente un llanto provino de la pantalla.

“Usted afirma que Edward Cullen la maltrato?” – pregunto la locutora, en la pantalla Tanya Denali lloraba sin poder ser consolada.

No solo me maltrataba si no que me engañaba con miles de mujeres, es vicioso, poco caballero, no es una persona que merezca la vida – gritaba entre llanto, típico de mujer despechada.

“Es por esto que el famoso empresario Edward Cullen vive en la oscuridad?, por que se dedica a engañar y maltratar a las mujeres?... de ser así, la gran mayoría de la gente se llevaría una desilusión” – Edward se tenso a mi lado, gire entre sus brazos tome su rostro entre mis manos y comencé a besarlo, esa siempre era la solución.

Vamos Edward, vamos a casa – susurre besando su mentón, el bajo su mirada triste y empujo el carrito hacia delante donde una señora estaba pagando su compra.

Ese Edward Cullen me parece tan extraño, debe estar en cosas raras por eso se oculta – decía la mujer a la cajera, quien solo se limito a tomar el billete.

Sinceramente no debe ser fácil para ellos tener que vivir acosados por un par de cámaras, que te ocultes no significa que estés en cosas raras – metí bocado en la conversación, la señora me analizo unos minutos, tomo su vuelto y se fue, Edward me sonrió y beso el tope de mi cabeza, muchas personas hablaban y poco sabían.

Terminamos de pagar y emprendimos camino a casa, Edward no pronunciaba una sola palabra solo se mantenía mirando la carretera, la situación comenzaba a ponerme de mal humor, sabia que Edward era la mejor persona que cualquiera pudiera conocer, era caballeroso, era fiel, era coherente, dulce y educado, jamás le levantaría la mano a una mujer de eso estaba segura, pero también sabia que era muy sensible y eso casi siempre jugaba en su contra, siempre que dañaban su personalidad se afligía y se encerraba en su mundo, olvidando el afuera y todo aquello que lo rodea, me estaba comenzando a poner demasiado nerviosa.

Cuando llegamos a casa nos dedicamos a acomodar todo en silencio, divise que eran las once y media de noche, entre que nos habíamos acostado tardísimo nos levantamos tarde y nos quedamos en la cama como hasta las seis de la tarde, fuimos al supermercado y todo el altercado, el día se había pasado volando, Edward seguía fundido en sus pensamientos sin hablarme, el teléfono sonó, corrí a atender.

Hola? – pregunte.

Bella eres tú? – divise una voz masculina.

Emett? – dude.

Están en casa? – pregunto, su voz sonaba apagada.

Si, llamaste al departamento Emett – respondí rara.

Bien, escucha Tanya va para allí, quiere pelear no sabe que tu estas allí pero por favor te lo pido no permitas que mi hermano se derrumbe – rogo me quede estática.

Porqué? – pregunte.

Luego te cuento ahora no dejes que se derrumbe por favor! – rogo.

Tranquilo nada pasara – asegure corte la llamada y volví sobre mis pasos, Edward estaba sentado en el sillón mirando el techo, Tenia la incógnita en mi mente, que era lo que había pasado con Tanya? Porqué venia para acá?, antes de enfrentarla necesitaba comprobar una sola cosa…

Necesitaba comprobar que Edward, me quería a mi…

Así que saque mi mejor papel de actriz …

Que es lo que te pasa? – pregunte apoyada en el lumbral de la puerta.

Nada – corto.

Edward – advertí.

No me pasa nada – corto.

Sabes algo, si hay algo que odio desde que tengo uso de razonamiento es preguntarle a una persona que le pasa, que me diga nada y que este todo el MALDITO Y ESTUPIDO DIA SIN EXPRESIONES! – Rete.

Fue lo mismo que tu me hiciste el día que Black te ataco – me reprocho, tenia razón.

Sabes cual es la diferencia? Yo estaba ASUSTADA! – Le reclame.

En cambio TU, TU ESTAS INSEGURO!, ESTAS CONFUNDIDO, NO SABES SI ME QUIERES A MI O ELLA, VERLA DE NUEVO TE LLEGO DURO NO? – Le reclame, necesitaba estar segura que esta iba a ir enserio.

De que hablas?—pregunto indignado.

Hablo que la viste nuevamente y ahora no sabes para donde ir TIENES INSEGURIDAD! –

SI HAY ALGO QUE YO NO TENGO Y JAMAS TENDRE ES INSEGURIDAD! – Me reprocho.

DEMUESTRAMELO! DEMUESTRAME QUE ME QUIERES A MI Y QUE NO PERMITIRAS QUE LAS ESTUPIDECES DE ESA MUJER ARRUINEN TU MENTE! – Grite cuando levanto sus ojos que ahora estaban negros y corrió hacia mí juntando nuestros labios con pasión.

Mi cuerpo choco contra la pared del pasillo, haciéndome gemir de la sorpresa, sus manos se filtraron por debajo de mi camisa mientras que las mías tiraban de su cabello con pasión, el beso era desesperante, caliente, nuestras lenguas seguían un ritmo rápido, luego sus manos bajaron a mi trasero, sin despegarme de sus labios di un brinco y enrolle mis piernas en su cintura, separamos nuestros labios y el inmediatamente comenzó a morder, chupar y besar mi cuello con devoción mientras yo movía mis caderas de forma circular, camino torpemente hasta dejarme en el sillón donde me deposito y me quito la ropa desesperadamente.

Ambos estábamos hundidos en la pasión absoluta, las respiraciones era muchísimo mas veloces que el viento en tornado, nuestras manos jamás perdían contacto uno con el otro, sus labios bajaron por mi cuerpo, lamiendo y jugando con mis pezones, haciéndome gemir despacio y seguro, su mano se filtro dentro de mi pantalón y comenzó a acariciar de arriba abajo mi parte mas intima, luego sin dejar de tocarme subió sus labios y devoró los míos con locura, debía aceptar que desde que estábamos en el pasillo ya estaba lo suficientemente mojada, sentir su mano caliente en mi zona era la mejor experiencia de mi vida.

Uno de sus dedos comenzó a jugar en mi interior, haciendo que gritara su nombre y mi reparación se entrecortaba, mientras él se encargaba de hacer que sus largos dedos entren y salgan de adentro mio, dejaba chupones por mi cuello, hombro y mandíbula para luego volver a acariciar mis labios.

Cuando pude por fin reaccionar, baje mis manos y con torpeza desabotone su pantalón, su miembro estaba listo para mí, mi vientre comenzó a temblar mientras sus bombeos se hicieron más fuertes y frenéticos.

Estaba a punto de llegar al cielo, ya estaba en el casi, mis líquidos se derramaron y lo que paso luego me éxito el doble.

Con su lengua recorriendo mi vientre comenzó a quitar los restos de mis líquidos con su lengua, me retorcí en el sillón gritando y pidiendo por su nombre.

Ed.. Edward – dije entrecortadamente cuando subió hacia mi boca, beso mis labios y me deleite con mi sabor en su boca, delicioso.

Ahora era mi turno, empuje su pecho y lo deje sentado sobre el sillón, me coloque entre sus piernas y comencé besando su frente, parpados mejillas labios mandíbula mordisquee su piel haciéndolo gemir rudamente, luego seguí por su pecho y recorrí su abdomen con mi lengua, para después comenzar a jugar con el acompañante de todas las noches.

Luego de lamer y saborear su intimidad deleitándome de sus gemidos y gritos pidiendo por mi, se corrió en mi boca y como hizo el conmigo, lo bese mesclando como sabríamos los dos juntos, era dulce y salado al mismo tiempo, pero era la perdición.

Es delicioso – murmuro sobre mis labios.

Cier.. cierto – dije, colocándome a ahorcadas sobre el, bese su cuello y hombro mientras el acariciaba mi cuerpo luego empecé a hacer movimientos circulares sobre su intimidad, haciendo que roce con la mía enviándonos a ambos el placer mas placentero, luego de jugar unos minutos lo coloque en mi entrada y comencé a cabalgarlo, con firmeza y dureza, los gritos de ambos era perfectos en la sala, gemidos, nombres, respiraciones, y el choque desesperado de los cuerpos mas los ruidos de las bocas chocar una y otra vez daban lugar al ambiente perfecto.

Luego de que nos corrimos ambos al mismo tiempo, y ambos gritáramos el nombre del otro al mismo tiempo, me deje caer sobre su hombro y el contra el respaldo del sillón, mientras acariciaba mi espalda yo le acariciaba los cabellos de la nuca, las respiraciones comenzaba a tomar su lugar cada tanto levantaba mi rostro y dejaba un beso sobre sus labios el cual el correspondía suavemente.

Eres mas seguro de lo que pensé – reí dejando un beso en su cuello.

Definitivamente no volveré a ver este sillón de la misma manera – respondió en risas besando mis cabellos, para luego el silencio nacer.

Te quiero bella –rompió el suave silencio, levanto mi rostro y lo beso con ternura.

Te quiero – me puse de pie y camine al baño.

Pido unas empanadas? – pregunto mientras se colocaba su bóxer y buscaba el teléfono.

Si mi amor – grite desde el baño.                            

Bella? – grito desde abajo.

Que? – grite nuevamente, parecíamos locos.

TE AMO! – Grito, un minuto…. ¿Dijo que me amaba? ¡Dijo que me amaba!, desesperadamente tome una toalla y la ate a mi cuerpo, deje abierta el agua para que el baño se calentara y emprendí camino hacia debajo de prisa.

Una docena por favor… si, no hay demora?... buenísimo entonces, te pago con cambio, gracias, buenas noches – corto el teléfono luego de hacer el pedido.

Que haces allí? – me pregunto con una sonrisa.

Que has dicho? – pregunte con una sonrisa tonta en mis labios.

Una docena por favor? – rio llevándose la mano a su cabello.

Oh no te hagas el tonto Cullen – entrecerré los ojos acercándome a él.

No recuerdo – se hizo el chistoso mientras me tomaba de la cintura y se apoyaba en la mesada suspirando, mientras pegaba nuestras frentes y cuerpos.

Necesitas que te ayude? – murmure tomando su rostro entre mis manos.

Seria estimulación – sonrió, me lance a sus labios, necesitaba escucharlo de nuevo.

TE – beso – Amo – beso – Demasiado.

Te amo, te amo, te amo – repetíamos ambos entre besos, luego de dedicarle una sonrisa ambos fuimos a bañarnos juntos disfrutando de la suavidad del otro, entre besos y caricias terminamos de bañarnos cuando mi corazón se detuvo al escuchar el timbre, Tanya pensé rápidamente.

Edward envolvió una toalla en su cintura.

Yo voy – dejo un beso en mis labios, y desordeno su mojado pelo caminando hacia la entrada.

Yo por mi parte me enrolle en una toalla.

Eddiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiie! – escuche desde abajo.

Rápidamente me coloque frente al espejo, desordene mi pelo aun mas, estaba desnuda envuelta en una toalla y toda mojada, era hora de hacerle entender a esa tal Tanya que Edward ya tenia dueña…

 

 

Capítulo 11: Esto es el Cielo. Capítulo 13: No hay mal que por bien no venga.

 
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