Solo Importas Tú +18

Autor: GiulyTwilight
Género: + 18
Fecha Creación: 15/12/2012
Fecha Actualización: 21/06/2013
Finalizado: NO
Votos: 38
Comentarios: 127
Visitas: 88456
Capítulos: 19

Edward un importante empresario con una familia realmente famosa, el siempre sintio que esta destinado a estar solo, pero su pensamiento se ve juzgado al conocer a la nueva administradora de finanzas de su empresa, Isabella Marie Swan.

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Capítulo 8: Eclipse

Hola Hola!

GRACIAS por los comentarios :)

Espero que les guste este capitulo y les cuento que el proximo es decisivo para la relacion asique si llegamos a los 16 votos publico tres ya que la otra mata no la pudimos cumplir.

 

SALUDOOOOOOOOOOS GRANDES.

GIU.

 

Los personajes pertenecen a SM la historia de mi mente! ;) SE PROHIBE la copia del Fic sin autorización de la Autora.

 

EDWARD POV .-

MALDITO IDIOTA QUE HACES!? – Grite al entrar a la oficina, Bella estaba contra la pared y un hombre moroco de pelo corto pasaba sus sucias manos por debajo de su pollera, mire el rostro de Bella y lo único que vi fueron lagrimas, inmediatamente me abalance sobre su cuerpo la ira saco lo peor de mi.

Suéltame! – grito Jacob

VUELVES A ACERCARTE A ISABELLA Y JURO POR MI VIDA MATARTE! –Lo amenace tomándolo por el cuello de su remera.

Tú no eres nadie! – Me provoco, cuando no pude aguantar más y estampe mi puño en su sucia y asquerosa mejilla.

TE QUIERO LEJOS DE ISABELLA, QUIERO QUE TE ALEJES DE ELLA, VUELVES A TOCARLE UN PELO EN CONTRA DE SU VOLUNTAD Y JURO RECORDAR QUE ERES HUMANO POR QUE TE MATARE DE LA FORMA MAS TORTURABLE POSIBLE –

Ella es mía – mascullo entre dientes el infeliz, mire hacia atrás para encontrarme a Bella sosteniendo su cuerpo y tomando su cabeza, eso fue suficiente para darme cuenta que no era momento de tener compasión por el intento de ser humano llamado Jacob, nadie le hacia daño a Bella, nadie si yo podía protegerla.

ESCUCHAME BIEN MALDITO INFELIZ, LA HAZ PERDIDO HACE MUCHO TIEMPO Y ADIVINA QUE? AHORA YO SOY SU PAREJA Y TE LO REPITO TE VUELVES A ACERCAR A ELLA Y TE LLENARE EL CUERPO DE AGUJEROS – Dije entre dientes escupiendo su cara.

Eres bastante rapidita Bellita, me has dejado y te metes con un millonario – una sonrisa malvada en su rostro, esto era el colmo, no aguante mas y lo golpee nuevamente.

ANGELA!?... BEN!!??.... PUEDE ALGUIEN AYUDARME? – Grite con fuerza.

Edward que? – Ben, quien milagrosamente estaba en el piso, entro a la oficina.

Llama a la policía y pide una ambulancia, este maldito ah querido aprovecharse de bella, llévatelo de aquí –Ordene mientras soltaba a Jacob quien quedo en manos de Ben, baje mi cuerpo a Isabella.

Tranquila bella – Susurre mientras la envolvía en mis brazos, sus manos se ataron en puños a mi camisa, mientras apoyaba su rostro en mi pecho al mismo tiempo lloraba con fuerza, eso me partía el alma.

Tranquila bella… ya paso, estoy aquí –Dije despacio acariciando sus cabellos.

Edward –

Isabella por favor te lo pido no te duermas, escúchame bien, no cierres los ojos, mírame Bella por favor mírame –Pedí cuando sentí como su cuerpo se debilitaba y sus ojos se cerraban, entre en pánico.

Ed – susurro, pero la corte no podía hablar.

No, no hables Bella, tranquila necesito que por favor me mires, NECESITO LA AMBULANCIA! – Termine en gritos al ver que Isabella se ponía cada vez más débil.

Bella?... Bella por Dios abre los ojos, Bella! –

Bella, Bella puedes escucharme? – la llame una vez que callo en la inconciencia en mis brazos.

Señor necesitamos que nos de espacio, por favor – ordeno uno de los médicos que la introducía en la camilla.

Ángela, Ben?... que paso con el muchacho? – pregunte con un nudo en la garganta, me dolía el cuerpo y mi pecho me decía que todo iba a terminar mal.

Se ah… se ah escapado Edward – bajo la mirada Ben.

¡Como mierda se va a escapar si este maldito edificio esta lleno de guardias! – grite exasperado, observando como a bella le conectaban todo tipo de aparatos.

No se Edward, no tengo idea, hicimos lo que pudimos – murmuro, Ángela aun miraba a Bella quien no racionaba a los llamados del medico.

Ángela?... ANGELA? Necesito que mandes seguridad a la clínica!...? Ángela? Angelar acciona por dios! – trate, pero era imposible Ángela estaba totalmente blanca mirando a Bella.

Necesitamos que alguien nos acompañe, la paciente no puede ir sola – me distrajo uno de los médicos.

Yo iré con ella – respondí sin pensarlo.

Ben encárgate de avisarle a mi madre que estaré en la clínica el tiempo que sea necesario, manda a mis seguridades para allí – ordene mientras caminaba detrás de los enfermeros y Bella.

Bella… Bella…? Bella por favor abre los ojos – la llame desesperadamente apretando su flácida mano.

Bella por favor – llame por ultima vez mientras nos subíamos a la ambulancia, me senté a la izquierda de la camilla tomando su mano, no se por qué extraña razón la idea de que ella me dejara me dolía, sentía aquel sentimiento extraño en el pecho aquel sentimiento el cual te dice que sin ella tu vida seria la nada misma, aquel sentimiento que te muestra que por ella te atas al mundo.

Disculpe podría llenarme esto? – murmuro la enfermera sacándome de mis pensamientos.

Claro – conteste.

Comencé a llenar la planilla en la cual me pedía mi nombre, documento y firma mientras completaba algunos de los datos, también complete los de bella, su numero de teléfono lo recuerdo de memoria aunque nunca me atreví a llamarla siempre quise hacerlo, su dirección también me la sabia de memoria, esas ganas inmensas de correr a su departamento en las noches se hacían presentes siempre, pero nunca las llevaba a cabo.

Listo – conteste extendiendo la planilla hacia la joven enfermera, la tomo luego de terminar de colocar el suero en el cuerpo de Bella, la ambulancia seguía andando sobre el oscuro pavimento, las luces y ruidos de las sirenas inundaron la noche.

No puede ser … -- escuche que murmuro la enfermera, levante mi vista del rostro de Bella para encontrarme a la mujer leyendo la planilla con los ojos abiertos como platos, inmediatamente lo recordé, “Edward Cullen” firmaba la planilla.

Ed- Edward… cu… Cullen? – tartamudeo blanca como hoja de papel, y en ese instante me golpee la frente recordando lo estúpido que había sido, jamás firmaba planillas y las entregaba a desconocidos, me reconocerían luego.

Disculpe señorita… -- hice una señal para tratar de leer su nombre.

Julia… mi, mi nombre es, es Julia – contesto mirándome de arriba abajo.

Necesito que por favor JAMAS diga que me ah visto, NADA A NADIE de como soy y menos que menos donde me encuentro, esta claro? Le daré una gran suma de dinero si cumple con el trato – roge.

Descuide Señor Cullen su secreto se encuentra en buenas manos, simplemente me ah impactado, pero… no, no quiero plata solo le aviso que es realmente raro ver al hijo de mi jefe en persona – me sonrió.

Solo pido discreción – murmure bajando la mirada a Bella… a Bella quien seguía dormida y no despertaba, mi pecho todavía dolía mis ganas inmensas de llorar todavía estaban dentro, me di cuenta que mi vida cambiaba con este hecho… Ella era mi perdición, mi mundo, mi camino, mi destino.

Baje de mis pensamientos cuando la mano de Bella comenzó a temblar, temblaba fuertemente levante la mirada para darme cuenta que todo su cuerpo comenzaba a moverse desesperadamente, de arriba hacia debajo de izquierda a derecha, su rostro comenzó a palidecer aun mas de lo que ya estaba.

Maldición – escuche a la enfermera quien comenzaba a desesperarse.

Que?... que pasa?... Porque tiemble así?... que, que le pasa? – pregunte desesperado al ver su cuerpo vibrar aun mas.

Esta entrando en trance, ENTRO EN TRANCE ACELEREN! – Grito la enfermera golpeando aquella “pared” que nos separaba del conductor y otro enfermero, mi mundo se detuvo y todo comenzó a surgir en cámara lenta, la sirena de la ambulancia se hizo mas fuerte al igual que su velocidad, desde adentro se escuchaban las bocinas de los coches para que le den paso, la enfermera sacaba todo tipo de aparatos de uno de los armarios adherido a la camioneta, bella seguía temblando, la enfermera le gritaba al chofer cosas totalmente inentendibles para mi, yo solo estaba concentrado en Bella, un fuerte dolor se presento en mi pecho y esta vez no pude controlarlo.

Bella?... Bella, mi amor raciona por favor! – fue lo ultimo que dije cuando la camioneta dio una fuerte frenada y la sacaron de mi vista metiéndola en una sala donde hasta allí me dejaron introducirme, los nervios no daban abasto, mi pecho se oprimió, mi cabeza dolió y mi corazón se detuvo.

Mis pies caminaban de un lado a otro en la sala de espera, mis dedos se retorcían en mi cabellera tirando de el con fuerza sin presenciar el dolor, mi cuerpo, mi cuerpo pedía fuerza, pero yo… yo ya no las tenia.

Las horas comenzaron a pasar haciéndose infinitas, observe que las enfermeras corrían de un lado a otro, pero ninguna se detenía a decirme que rayos estaba pasando con Bella, me apoye en una de las paredes dado que la fuerza ya se había consumido por completo, apoye mi rostro en una de mis manos, especialmente la parte anterior a la nariz sobre mis dos dedos el índice y el mayor.

Apreté esa zona para apartar aquel dolor fuerte que se hacia presente sin ración alguna, sin resultado alguno, sin especificación alguno, fue así cuando me di cuenta que algo no andaba bien.

¿Qué hacia yo en el hospital con Bella?¿Que eran esas lagrimas que recorrían mis mejillas?¿Que era ese fuerte dolor en el pecho que me consumía?¿Que fue lo que me hizo racionar frente aquel hombre que toco a Bella?¿Porque se me olvido ocultar mi identidad a la hora de salvarla?¿Porque mi mundo se detenía cada vez que la miraba?¿Porque mis fuerzas se agotaban?¿Porque mi mundo giraba?¿Que eran estas lagrimas que corrían por mis mejillas? Solo había una sola respuesta para todas estas preguntas …

Hijo?... Edward – me llamo mi padre sacándome de mis pensamientos.

Padre, Padre la has visto? – pregunte, mirando el reloj hacia mas de 5 horas que no veía a Bella.

Vienes con ella? – pregunto mirándome de arriba abajo.

Como esta?... que le pasa?... salió del estado? Dime que si papa, dime que esta bien por favor! – rogué entre sollozos.

Edward, hijo, que pasa? Porque estas así? – me pregunto ignorando mis preguntas.

TAN SOLO RESPONDE LAS PREGUNTAS! – Exigí, Carleslie me miro extrañado, una sonrisa se asomo por sus labios y bajo la mirada inmediatamente.

Isabella Swan se encuentra bien, ah estado en Shock, por eso no raciona, sus signos vitales son estupendos, lo del trance a sido una alarma que el cuerpo nos ah proporcionado por no querer el racionar a los hechos, pero esta fuera de peligro, la señorita Swan esta bien – termino de afirmarme mi padre, eso fue todo lo que necesite para largar todo aquel aire que acumulaba en mis pulmones… ella… ella estaba bien.

Ven Edward siéntate aquí – me ordeno quitándole los guantes y ambos tomamos asiento en uno de los espacios de la sala de espera.

Que es lo que te pasa?... desde cuando estas tan desesperado por una mujer, que… que es lo que pasa, porque lloras? – pregunto mi padre, preocupado.

Eso es lo que pasa, no sé que pasa conmigo, no se por qué reaccioné así, no se por qué estoy aquí, no sé que es el dolor en el pecho, no se por qué sufrí tanto al pensar en perderla, no se por qué dolió tanto verla allí, no se por qué mi ira se destapo cuando vi a aquel hombre poniéndole las manos encima, no se por qué… simplemente quiero que ella este bien – explique frotando mi cien.

Edward… como tu padre sabes que me puedes tener también como amigo, pero es mi deber abrirte los ojos en estos casos, has vivido mas de 10 años en la completa oscuridad, solo has tenido una relación y jamás en mi vida te vi así por otra persona, pero quieres que te cuente algo? – susurro mi padre, asentí con los ojos cerrados.

Cuando conocí a tu madre yo me encontraba en el mismo lugar que tu, en la oscuridad, en el silencio, en el dolor sin comprensión, en la soledad, cada día que pasaba yo pensaba que mi destino era estar solo, que mi vida terminaría solitaria con muchos pacientes a mi alrededor, pero ninguno de ellos me daba aquello que yo necesitaba … comprensión, cariño, contención, sonrisa, alegría, ganas de vivir… pero lo mas importante amor – explico Carleslie mientras jugaba con su alianza.

Cuando la volví a ver en aquel restaurant después de tantos años me di cuenta el tiempo que perdí por ni haberle confesado mis sentimientos cuando estábamos en la secundaria, pero sabes algo? Después de estar lejos de ella tantos años, cuando volví a ver esos ojos, mi reacción era la misma, el brillo, el latido de mi corazón, todo se hacia mas intenso entonces descubrí que éramos destinados – sonrió perdiéndose en sus pensamientos.

Como Hiciste para darte cuenta de ello? – pregunte.

Esto hijo, esto que tienes aquí dentro – dijo tocando mi pecho – comienza a latir fuertemente cada vez que la tienes cerca nada importa cuando te pierdes en su mirada, cuando se ríe solo su risa se escucha aunque un tren te pase por alado, cuando la vez llorar solo piensas en matar en descuartizar a la persona que le hizo daño, cuando la vez solo, perdidas sos el primero en darle la mano para poder brindarle compañía, cuando estas cerca de ella y hueles su fragancia deseas poder estar con ella piel con piel, tienes raciones que nunca tuviste...

 Desde ese preciso instante algo se ató a mi, un sentimiento que hacia que mi pecho se encogiera, que mi corazón salte a lo loco por cada mirada, una sonrisa sin sentido cada vez que la veía, una especie de electricidad cada vez que la tocaba, una mirada que hacia que mi mundo se parara, un simple “Hola” me saco la sonrisa que el día me había quitado – susurro.

Pero luego de un tiempo admitir lo que me pasaba fue lo justo para darme cuenta de quien dependía el futuro de mi vida, de quien dependía mi sonrisa, mi aire, mis latidos, mi mirada, mis días felices, de quien dependía esas ganas inmensas de querer ser feliz y unirme a ella para toda la vida, de quien dependía las lagrimas que derrame una noche cuando casi la pierdo – termino.

De mi madre – conteste.

Exacto hijo, de ella… Esme supo como darme calor en los días de frio, darme apoyo en los días difíciles, darme amor en los días desolados, darme consejos en problemas sin solución, darme un abrazo en un simple desierto de cariño, darme un golpe por cada error… pero sabes que fue lo mas importante que me dio? – pregunto Carleslie mirándome expectante.

No – conteste.

Una familia, un hogar, miles de razones mas para querer vivir, para querer sonreírle al día, para querer gritar de felicidad a la hora de estar con ustedes, lleno nuestro corazón de risas de pequeños que hoy están muy creciditos, risas de pequeños que eran pequeños diablillos cuando se traían algo en mente, pero aquí tengo uno ante mis ojos y solo tengo algo que decirte que siempre espere encontrarlo en ti – me aconsejo él.

Que es? – no entendí.

Es hora, hijo, que te respondas todas esas preguntas que tu mente regula sin saber el por que, es hora que busques un poco de luz en tu vida y sepas que la oscuridad no es buena siempre, pero gracias a esa oscuridad siempre puedes encontrar la mas luminosa de las estrellas, esa estrella que te dirá, estas en lo correcto, estoy contigo, siempre estaré, enfrentaremos esto juntos, vivimos uno para el otro, eres mi mundo, mi luz, mi camino por recorrer, mi alma en cuerpo, mis ojos de ciego y la razón por que la que hoy tengo ganas de vivir – enumero frases, cuando mi mente comenzó nuevamente a funcionar estaba describiendo aquel sentimiento que el tenia por mi madre, pero al mismo tiempo el que yo tenia por alguien.

No volveré, no para permitir que me pase nuevamente la humillación que viví – masculle recordando a Tanya.

No todos son iguales Edward, a veces tenemos miedo, miedo a que las cosas vuelvan a pasar, miedo a que nuestro corazón se vuelva a frenar, miedo a morir solos sin nadie que te vele, sin nadie que te extrañe durante la vida, sin nadie que te deje un ramo de flores, sin nadie que te de un eclipse, ese eclipse al corazón ese corazón que vive en la oscuridad y que de repente aparece un sol queriendo iluminar, pero nuevamente el miedo interpone la oscuridad provocando algo… provocando ese eclipse al corazón – explico tocando mi corazón.

Cuando se va el miedo? – pregunte.

Cuando acepte lo que tu corazón te da, cuando aceptes que el mundo gira gracias a alguien, que tus sentimientos son correctos, que la vida tiene sentido gracias a esa persona, que tu respiración es gracias a ella, voy a decirte algo hijo y espero que sea la ultima vez, no pierdas el tiempo, Edward, recuerda que el tiempo vale oro y ese oro a veces es el que tu corazón necesita para latir, no esperes a que el tiempo se acabe, no cometas el mismo error que yo, no dejes que tu amor se vaya Edward, por que luego de un tiempo lo pierdes, yo tuve la suerte que tu madre me comprendió, pero tardo muchísimo tiempo en perdonarme por no confesarle mi sentimientos cuando tenia que hacerlo, quiero lo mejor para ti, pero necesito que saques ese sentimiento, búscalo, encuéntralo, suéltalo y disfrútalo, antes de que sea demasiado tarde – termino con una sonrisa y se puso de pie, me abalance sobre el para darle un fuerte abrazo, al que el correspondió sin ningún problema, mi padre era la persona que siempre me daba consejos, la persona que me daba palabras de aliento, pero el tenia razón el tiempo vale oro.

Gracias padre – sonreí con lagrimas en los ojos, mientras mis brazos se aferraban fuertemente a él.

Sabes que siempre estaré para ti, Edward, pero anda… ve, Isabella esta en el 4 piso habitación 131, no la dejes ir Edward, es muy hermosa – termino dándome un empujón al ascensor.

Te quiero padre – sonreí.

Y yo a ti hijo, yo a ti – se alejó por el pasillo ante la atenta mirada de muchas personas, claro esas personas no sabían que yo era Edward Cullen, seguramente se estaban preguntando que hacia abrazando a un simple paciente, pero ese simple paciente era su hijo, era yo.

Años viví en la oscuridad por miedo a salir, por miedo a que descubran quien era verdaderamente yo, por miedo a que se den cuenta quien era Edward Cullen y se lleven una total desilusión, viví engañado por Tanya ella quería plata pero jamás me dio amor, ella fue la persona por la cual el miedo se apodero de mi cuerpo, ella fue la persona por la cual me oculte de la mirada de los demás, cuando tome esa decisión me di cuenta que aquella “relación” se fue desgastando, ella solo quería fama y dinero, yo como un hombre estúpido se lo di, pero se lo saque al mismo tiempo.

Mi vida tomo mucho rumbo en estas ultimas semanas, Alice decía que me varia mas alegre, Jasper como siempre le daba la razón, Emett vivía cargándome que había debutado por fin, Rosalíe le pegaba por sus ocurrencias, mis sobrinas seguían esperando que les presentara por fin alguna nueva tía, mi madre esperaba siempre una novia para mi, mi padre solo se encarga de abrirme los ojos y lo ah hecho.

El timbre del ascensor sonó sacándome de mis pensamientos, camine por el largo pasillo, mirando con atención cada puerta, hasta que encontré el numero que buscaba 131, mire la ventana del pasillo el sol ya no estaba y la luna daba de lleno en las calles, las estrellas brillaban, pero detrás de la puerta que tenia enfrente estaba la persona a cual yo denominaba mi sol.

Detrás de la puerta se encontraba la persona la cual tenía que tener conmigo.

Tome la manija de la puerta suspirando varias veces, hasta que el valor se apodero de mi cuerpo y asome mi cabeza para encontrarla allí, plácidamente dormida, tenia una intervennos en su brazo izquierdo, una sabana blanca como la nube tapaba hasta su cintura, llevaba puesto una de las batas que te dan en la clínica, sus manos estaban fuertemente apretadas en puños, su ojos estaba cerrados y su boca con sus labios separados por la respiración, la habitación lacia en silencio, pero aquel aparato que controlaba su corazón estaba encendido, haciendo un simple “Pi” cada segundo, ella estaba en paz.

Descansaba en un sueño profundo, descansaba por fin…                            

Me acerque a ella en paso sigiloso, tome uno de los sillones, esos que están siempre en las habitaciones lo acerquen a su cama y me senté allí, sin tacto alguno, aun.

Respire profundamente llenando mis pulmones de su aroma, aun lejano, me puse de pie tomando su mano entrelazando nuestros dedos, pronto esos puños que formaban su manos se decidieron y se apretaron fuertemente ahora, a mi mano. Me acerque a su frete apoyando allí mis labios respire, ahora, su aroma mucho mas cercano y fuerte, fresitas ese aroma inconfundible, tan ella.

Me quede unos minutos disfrutando de su piel, con mis ojos cerrados, pensado en cada palabra de mi padre, en cada segundo que pasa, en cada día que pasa y en ese eclipse que mi corazón vivía en este momento.

Ella estará bien – susurro una voz conocida, gire mi cuerpo sin soltar la mano de bella, me encontré con la enfermera, Julia.

Eso espero – murmure volviendo la vista a mi sol.

Señor Cullen tengo que cambiarles unas vendas a la paciente – mostro la bandeja con vendas, cintas y agujas.

Necesita que me vaya? – pregunte.

Si le tiene terror a la sangre si, pero si no, pues puede quedarse dudo que la niña soporte mucho tiempo lejos de usted, se daría cuenta – rio entre dientes comenzando a destapar el brazo lastimado de bella.

Como? No entiendo – pregunte.

O… son pareja no? Pues ella mientras la calmaban la primera palabra que dijo fue “Edward” dudo que conozca a otro, o si? – pregunto realizando el trabajo con las vendas.

Enserio? – pregunte sorprendido.

No soy nadie para meterme Señor Cullen, pero parece que la muchacha lo quiere, o al menos eso muestran, dicen que los pacientes cuanto mas suero tengan encima o mas calmantes mas tontos se vuelven pero sueltan la verdad sin pensarlo, pero estar en una operación y nombrar a alguien es por que realmente te importa, se lo dice alguien que perdió el amor de su vida, y lo ultimo que escuche fue mi nombre salir de sus labios antes de que su corazón deje de latir – sonrió con tristeza perfeccionando uno de los aparatos.

Lo siento – susurre.

El tiempo vale oro señor, tan solo no lo desperdicie – giño un ojo y desapareció por la puerta luego de terminar de hacer su trabajo.

Volví a fijar la vista en mi sol, tome su mano fuertemente y me acorte en el sillón reposando mi cabeza en la mano donde nuestros dedos estaban entrelazando, se sentía tan lindo tenerla así, con su mano enredada con la mía, dándonos un calor que ambos teníamos, cerré mis ojos ante el cansancio ya podía respirar tranquilo, ella estaba fuera de peligro, ella estaba bien.

Era hora de responder todas esas preguntas que se me presentaron con el pasar del día, era hora de admitir que ese sentimiento era algo agradable.

¿Qué hacia yo en el hospital con Bella? Resguardando su seguridad.

 ¿Que eran esas lagrimas que recorrían mis mejillas? Dolor por su dolor.

¿Que era ese fuerte dolor en el pecho que me consumía? Miedo a perderla.

¿Que fue lo que me hizo racionar frente aquel hombre que toco a Bella? Celos, Bronca, posesión, deseo. Nadie la haría daño.

¿Porque se me olvido ocultar mi identidad a la hora de salvarla? Nada importa si ella no esta bien.

¿Porque mi mundo se detenía cada vez que la miraba? Porque ella era mi mundo

 ¿Porque mis fuerzas se agotaban? Por su sonrisa ausente.

Respondiendo todas estas preguntas, llegue por fin a una conclusión…

Estaba totalmente enamorado de Isabella Marie Swan, mi Administradora de Finanzas.

Era ella mi sol en el eclipse, mi sonrisa los días de tristezas, mi palabra de aliento los días difíciles, su mirada era mi vida, su sonrisa mi existencia, ella era la razón de que mi corazón latiera fuertemente, ella era la razón de que mi mundo girara, ella era la razón por la cual a partir de hoy me dedicaría a ser feliz junto a ella.

Solo esperaba que ella… que ella me acepte.

Luego, entrelace mas fuertes nuestros dedos y apoye mi mejilla arriba de nuestras manos contemplando su rostro, fue así entonces como mis ojos se cerraron y el sueño pego en mi.

Soñando nuevamente, con ella.

El sonido de mi celular me saco de mi trance…

Hola – conteste.

Señor Cullen habla Max –

Max dime que paso? – pregunte frotando mis ojos debido al sueño, levante la mirada y Bella seguía sin dar señales de haber despertado.

Bueno, como usted a pedido e mandado seguridad a la clínica, tiene su volvo en el estacionamiento, dentro puse un cambio de ropa que a mandado Ángela, tenemos por los pasillos de la clínica agentes de seguridad haciéndose pasar por visitantes, en la puerta estoy yo con uno mas de mis apoyos, necesitamos que nos comunique cada uno de sus movimientos – explico.

Me parece perfecto lo que haz hecho Max, quédate tranquilo que no me moveré de esta habitación, necesito que consigan un auto con seguridad que me siga discretamente si es que en algún momento salgo de aquí – pedí.

Señor de eso ya me encargue hemos puesto un Reno 19 para que pase desapercibido –

Que se sabe de Black? –

El muchacho escapo por una de las puertas de servicio, revisamos el edificio y el personal lo ah confirmado, pusimos el doble de agentes en la empresa, para proteger a los empleados también, si bien Black quiere a Isabella sabemos que podría atacar en la empresa por un estilo de venganza –

Esta bien Max, gracias – agradecí tomando el puente de mi nariz.

Tengo mas noticia señor –

Habla –

Me ah llamado Ángela, su madre se ah comunicado con ella, esta pidiendo hablar con usted, eh de avisar que también pusimos mas seguridad en la casa de sus padres y hermanos, preferimos estar prevenidos, la señora Rosalíe también se ah comunicado para avisar que sus sobrinas quieren verlo, hasta ahora nadie sospecha nada – comunico.

Me gusta eso, necesito la suma discreción para mi familia, con mi madre y Rose me comunicare yo luego, muy inteligente también el poner seguridad a la familia, me sorprende tu trabajo Max – sonreí, al pensar que no me había equivocado al elegirlo como seguridad.

Para servirle señor – contesto en tono autoritario.

Bien, necesito también que consigas uno de tus mejores apoyos, le pondré un guardaespaldas a Isabella, al igual que tu serás para mi –

Yo?... su… su guardaespaldas? – pregunto asombrado.

Max trabajas hace años como seguridad de la empresa, confió en ti mas que en nadie, sé que eres una persona de buen corazón, y brindas buena protección, busca a la persona que te pedí y comunícate conmigo, quiero estar lo mas protegidos posible no quiero que ese enfermo se vuelva a acercar a Bella – comente.

Si me permite señor, desde mi humilde lugar, le digo que no la deje ir – comento.

A que te refieres? – pregunte.

El tiempo vale oro, señor Cullen, y la señorita Isabella se ah metido rápidamente en su corazón, solo no la deje ir, cuídela por que sin quererlo es ella la que lo cuido a usted últimamente –

Como? –

Sacándole una sonrisa todos los días, mostrándole un poco de luz en el destino, Señor Cullen yo seré discreto pero por lo que mas quiera… juéguesela por ella, es una muchacha que vale la pena –

Wow… enserio eres genial Max, pues no te preocupes eso are, gracias por el consejo, y recuerda para ti soy Edward – sonreí.

Lo siento… Edward… es la costumbre – rio.

Quítatela entonces – ordene.

Tratare… como se encuentra la señorita? – me pregunto, levante la mirada para observarla dormir, pero aun su mano unida a la mía.

Hable con mi padre, cuando estábamos en la ambulancia entro en un transe, le pregunte a Carleslie que significaba y me dijo que es una señal que manda el cuerpo como para avisar que no quiere despertar, o lo intenta y no puede, según dice ella escucha pero no reacciona a los estímulos, la han sacado del estado de Shock, pero aun no despierta – explique.

Porque no despierta? –

Bueno… el trance aun no se ah ido del todo y su cuerpo ahora esta relajado, la han revisado y no hay signos de que fue violada, el maldito perro salvaje no llego a eso gracias a dios, juro por mi vida que si lo vuelvo a ver le vuelo los casos – explique.

Tranquilo Edward, todo estará bien –

Muchísimas gracias, Max – agradecí.

A sus servicios Edward, lo dejo intente dormir un rato se lo escucha agotado – se despidió.

Lo intentare, hasta luego – corte la llamada.

Tome la mano de Isabella, recostando mi frente en ella para volver a quedarme dormido…

Soñando nuevamente con Bella.

 

 

 

Capítulo 7: Sustos Capítulo 9: Un Lo siento, un Te quiero.

 
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