Solo Importas Tú +18

Autor: GiulyTwilight
Género: + 18
Fecha Creación: 15/12/2012
Fecha Actualización: 21/06/2013
Finalizado: NO
Votos: 38
Comentarios: 127
Visitas: 88444
Capítulos: 19

Edward un importante empresario con una familia realmente famosa, el siempre sintio que esta destinado a estar solo, pero su pensamiento se ve juzgado al conocer a la nueva administradora de finanzas de su empresa, Isabella Marie Swan.

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 17: De rodillas.

Hooola chicas...

PRESENTE CON EL SIGUIENTE CAPITULO! (:

¿Cómo están todas? Gracias por los comentarios lindos que envían a diario y por los votos, esos votos que cada vez que los brindan me inspiran mas!

LLEGAREMOS A LOS 1OO COMENTARIOS? :O a comentar este capitulo que CREO es uno de los mejores.

Como sabes, si me quieren preguntar cualquier cosa, estoy en en mi cuanta de Ask, todo lo respondo rápidamente, tanto preguntas del fic como preguntar personales…

http://ask.fm/PaginaRobertPattinsonyKristenStewart

¡¡VISITENMEN!! DEJEN SUS VOTITOS Y COMENTARIOS.

SALUDOS!

Giu

CAPITULO 17.

“ de rodillas tu boca, al respirar un te quiero.

De rodillas a tus manos, al tocar mis secretos…”

BELLA .-

Camine por el pasillo con miedo mis piernas temblaba, sabia que Edward sonaba tranquilo, pero a veces eso daba mas miedo.

Edward? – dije cuando llegue a la habitacion, todo estaba en silencio y oscuro a el no se lo observaba por ninguna parte.

Edward – llame de nuevo, como respuesta sentí que la puerta se cerro y unas delicadas manos tiraron mi pelo hacia un costado.

Cuando… estabas… hablando… con las niñas… me di cuenta de algo – susurro contra la piel de mi cuello aferrando sus manos a mi cintura apoyando mi espalda en su pecho.

De que? – interrogue en susurros.

Que cada dia, minuto, segundo que pasa, me doy cuenta que te amo mas, que te quiero conmigo para siempre –

Yo también, amor –

Pero, cuando te escuche decirle a las niñas sobre lo de su primito… e estado pensado en algo – dijo en un tono sensual.

¡iba a matarme!

En que? – dije como pude tras que el dejaba besos por mi hombro, cuello, etcétera.

Si bien estamos juntos hace muy poco tiempo… podríamos practicar… mas segido… para cuando llegue el momento no tener que tardar – explico mientras escuchaba mi respiración jadeante.

Pensé… pensé que no te habia gustado la idea – susurre, inmediatamente me giro entre sus brazos.

Amor, sabes que no hay nada que ame mas que estes conmigo, obvio que mas adelante nos casaremos y tendremos una familia, pero ahora tendríamos que disfrutar que estamos juntos, no crees? – pregunto mirándo mis ojos.

¿Una familia con Edward?

¿Ser la mujer de Edward?

Te amo – sonreí abalanzándome sobre el.

Te amo – rio sobre mis labios besándonos apasionadamente, comencé caminar, al sentir lo pesado de su cuerpo contra el mio, hasta que mis rodillas tocaron el suave colchón haciendo que caiga sobre este.

El cuerpo caliente de Edward cayo sobre el mio, sus labios abandonaron mis labio, para empezar a recorrer mi cuello, el cual aprovecho para morder, para succionar, acariciar y besar, volviéndome loca, su simple tacto me volvia loca, desendio por mi clavicula, desabrochando con sus manos cada botón de mi camisa femenina, pero al mismo tiempo besando cada parte de mi cuando al fin mi camisa termino desabrochada, sus labios estaban jugando debajo de mi ombligo, haciendo que me arqueara, ya que el placer aumentaba, muy lentamente con sus suaves y largos dedos comenzó a desabrochar mis vaqueros volviendo a dejar besos, en el camino donde la tela salía.

Besos en mis piernas, en mis muslos, en mi intimidad por encima de la tela de mis bragas, lentamente me estaba volviendo loca.

Volvio a subir por todo mi cuerpo ero ahora pasando con su lengua, eso hizo que mi respiración se agitara aun mas y los jadeos se hicieron presentes, cuando volvió a atacar mis labios quite toda su ropa de un solo tiron, hoy era una mujer impaciente.

Filtro sus manos por debajo de mi espalda quitándome el corpiño, dejando a si, mis pechos a su mercer, los cuales no tardo en saborear, haciendo asi entonces que su nombre salga de mis labios en un jadeo.

Ed… Edward –

mmm… es parte del juego – solo respondio, cuando termino de entretenerse en auquellos montes desendio nuevamente quitando mis bragas.

Sentí un suve factor recorrer mi intimidad, volviéndome loca, su lengua se estaba deleitando en mi zona intima, mientras mis jadeos y respiración acelerada lo incentivaban aun mas a realizar la actividad, mi cuerpo comenzó a subir de temperatura, sentí adentro mio como ese calor se juntaba bajo mi vientre.

El sostenia mis piernas en sus hombros ya que por mi parte habia perdido la nocion de tiempo y espacio, no hacia otra cosa mas que removerme en la cama, tomada de la sabana en puños, jadeos, gritos y respiraciones dignas de la exitacion se presentaron, necesitaba sentirlo, a el.

Tome sus cabellos apretándolo aun mas a mi intimidad, cuando sentí que aquella pelota salio de mi interior, pude sentir como los lamia, mi orgasmo habia llegado recibiendo como premio un grito con el nombre de “Edward” y jadeos incontrolables.

Pagaras… pagaras, esto – me limite a decir tomándolo del cuello acercándolo a mi.

Alguna vez te dije que eres deliciosa? – me pregunto con una media sonrisa.

Varias – susurre en su oído mordiendo aquella carne sensible, el gemido que me dio como respuesta me insito mas a hacer, lo que sentía que tenia que hacer.

Con la poca fuerza que conservaba mi cuerpo lo empuje por los hombros, de tal manera de quedar sobre el, acomode mis piernas a cada lado de su perfecto cuerpo, obviamente antes quite la poca ropa que conservaba.

Su espalda se apoyo contra el cabecero de la cama, mientras que yo me dedique a devorar su cuello, no habia cosa mas suave que su cuello, el también hacia lo mismo con el mio, mientras que sus manos se dedicaron a acariciar todo el largo de mi espalda.

Gemidos eran la respuesta a cada caricia, cuando hice un camino de besos desde su cuello hasta sus labios, aprobeche para hacer movimientos circulares, logrando entonces que nuestras intimidades se rozacen, creciendo la exitancion el doble que lo anterior.

mmm… sien… siento tanto… tanto placer… haciendo esto – gemi contra sus labios mientras aumentaba el movimiento, haciendo que su enorme miembro jugase en mi entrada.

Bella – me advirtió con voz ronca, colocando sus manos en mis caderas.

Si? – pregunte en un jadeo.

No me respondio, apretó su agarre en mis caderas y me coloco en la cama, el sobre mi, sin ningún tipo de aviso me penetro de forma completa, ambos conteníamos la respiración, cuando comenzó a moverse, de manera lenta, comencé a gritar, gemir y pedir mas, no sabia que diablos me pasaba pero necesitaba mas, mas y mas. El gemia en mi oído dejando mordiscones por todo mi cuello al igual que yo en el de el.

Mas… neces… necesito mas – grite apretando mis manos en su fuerte espalda, ambos estábamos desesperados, ambos necesitábamos esto.

Recibi un gruñido como respuesta, una de sus manos tomo mi pierna y la llevo arriba de su hombro.

Oh… oh dios – dije en jadeos, ya que la posición hacia que las embestidas pudieran ser mas profundas.

Bel… bella – gemio Edward en mi oído, mientras que me embestia fuertemente.

Ra… rápido – le ordene apretando su fuerte pecho contra mi.

Las embestidas comenzaron a volverse frenéticas, intensas, pasionales, el calor de la habitacion volvió a subir al igual que nuestros gritos, jadeos, gemidos y ordenes.

Ambos disfrutábamos del placer que estábamos viviendo, ambos besábamos aquella parte del otro que tuviéramos cerca, ambos acariciábamos cada centímetro de piel del otro, ambos estábamos a punto de tocar el cielo.

Oh… oh Edward – grite cuando sentí que aquel calor comenzaba a caer y el como respuesta mordio mi cuello, entonces vi el cielo.

Edward – grite al sentirlo de esa manera, pude presedir un par de embestidas mas por su parte, fue entonces cuando me di cuenta que el también habia llegado al cielo.

Bella – me susurro con la poca respiración de sus pulmnes, quito con suvidad mi pierna de su hombro mientras se acomodaba sobre mi cuerpo, en ningún momento salio de mi cuerpo.

Te amo – confese con los ojos cerrados acariciando su ancha espalda con mis uñas.

Te amo – susurro haciendo que su suave aliento choque con la piel de mi cuello haciendome cosquillas, me abrazo fuertemente por la cintura apretándome mas a el, fue entonces como ambos caimos sobre los brazos de Morfeo.

.

.

.

Cuando me levante por la mañana, Edward salio del baño con una toalla en su cintura y todo su torso mojado, no debo olvidar el pequeño detalle de la toalla mojada secando sus cabellos, obviamente tentando mi suerte, ya que esa mañana volvimos a hacer el amor desesperadamente sobre la mesada del baño, luego de eso desayunamos entre risas, besos y planes para el viaje que haríamos hoy en la noche.

Edward como siempre lucia su traje negro pero esta vez su camisa era blanca y la corbata roja, la cual me encargue de acomodar como todas las mañanas.

Por mi parte lucia una camisa roja y una pollera tuvo negra, una coleta ya que era un dia de calor y unas chatitas negras, puesto que debido al poco sueño que habia tenido, era como jugar a quien se quiebra primero.

.

.

Amor no encuentro las carpetas de las finanzas – dijo Edward sacándome de mis pensamientos con la rutina.

No están aquí vida, las hemos mandado a pedir ayer por que te las olvidaste en el piso de diseño – avise sin quitar mi vista de los contratos que tenia que leer y revisar.

Edward eres un idiota – se susurro haci mismo poniendoce de pie.

Puedo ir yo si quieres – ofresi poniéndome de pie, apoyándome en la parte de delante de mi escritorio con los brazos cruzados debajo de mis pechos.

Te dije alguna vez que te amo? – pregunto acercandoce, colocando cada una de sus manos a ambos lados de mi cuerpo sobre el escritorio.

Si, pero me gusta que me lo recuerdes – sonreí en susurros posicionando mis manos alrededor de su cuello.

Te amo – murmuro apoderandoce de mis labios.

Te amo – conteste sobre ellos con una sonria.

Mmh… voy por esa carpeta asi nos vamos temprano nuestro vuelo sale mañana de madrugada – explico mordiendo mi labio inferior.

Aunch… eso duele – me queje, el rio dejando un casto beso en mis labios y arrimandoce a mis oídos.

No te quejabas ayer por la noche ni hoy a la mañana – dijo en tono sexy.

Ve antes de que te haga el amor aquí mismo – bromee volviendo a mi lugar.

Te amo – dijo antes de desaparecer.

Era increíble lo que mi vida habia cambiado, tenia novio, tenia un hombre a mi lado, un hombre que me protegia, que me cuidaba, que me ayudaba dia a dia, sabia que Edward era un hombre ejemplar un hombre que vivía y que me daba todo para mi y por mi, era el hombre que cualquier mujer queria para su vida, sabia que tendría que cuidarlo con uñas y dientes pero si de algo estaba segura era que absolutamente nadie me lo quitaría.

TIN .- El sonido de mi celular me saco de mis pensamientos.

El chat del Blackberry.

Edward dice: “Amor, tengo las carpetas voy a ir a Starbucks te llevo algo?”

Bella dice: “Tu hermoso trasero aquí” .- respondi a manera de chiste.

Edward dice: “Encerio es lindo? No entiendo que le ven siempre me dicen lo mismo” – quien por que?

Bella dice: “Edward Cullen trae tu trasero aquí, quien mas te lo dice?, por que? A quien le has permitido eso?”

Edward dice: “Solo era chiste, tengo una sola persona que mira y toca ;)”

Bella dice: “Me alegra ser yo (: , si vida me traes un café suave…” .-

Edward dice: “Café suave con doble de azúcar una dona sin glaseado y una botella de agua sin gas” – Agrego describiendo el pedido que realizaba todas las mañanas.

Bella dice: “Vaya que me conoces, gracias cielo!”

Edward dice: “ Tienes los mismo gustos que la mujer que amo ;)”

Bella dice: “Te amo”

Edward dice: “Termino de pagar y subo, te amo”

Deje mi celular nuevamente alado de la computadora y volvi a leer, firmar y encarpetar los contratos esperando a Edward.

El sonido de un golpe en la puerta me saco de mis pensamientos.

Adelante – avise.

Disculpe señorita, el señor Cullen donde se encuentra? – pregunto una mujer de baja estatura, con cabellos cortos y un cuerpo pequeño, lucia excelentemente vestida, tenia un gusto muy bueno, puesto que llevaba una camisa blanca y unos pantalones negros, acompañados de unos taco aguja de ultima moda, sabia quien era la mujer, era mi mayor enemiga.

El señor Cullen esta en la cafetería – corte de una manera fría, esta mujer no se merecía ni el menor de los respetos.

Le molesta si lo espero aquí – pregunto señalando el sillón.

Como quiera – conteste encuadrando los hombros, ella se sentó y observo el despacho.

Señorita Swan, el abogado Hale esta aquí – dijo por el intercomunicador Eric, vi de reojo a Alice que se tenso rápidamente.

Hazlo pasar, Eric necesito que vengas a la oficina también – ordene.

Bella – saludo Jasper entrando a la oficina con su traje, al igual que Edward traía una corbata roja.

Hola Jasper – salude con una sonrisa.

Señorita Swan – entro Eric.

Eric necesito que me hagas un favor, me preparas un sobre de madera con pasaporte visa, tramites, datos de los autos, datos del hospedaje, también necesito que me dejes absolutamente todas las carpetas que tenemos que llevar, por favor necesito no olvidarme ninguna, necesito todo antes de las seis con Edward decidimos volvernos temprano todavía no hemos preparado nada – ordene, estaba de espalda a Alice y Jasper no se había percatado de su presencia.

Ya se lo preparo – me sonrió el muchacho yéndose por la puerta.

Es un genio – sonreí mientras Jasper se sentaba.

Pues le han pegado al elegirlo, mira lo que te traje – dijo mostrando las carpetas.

Te he dicho que me has salvado la vida? Gracias! – grite abrazándolo, puesto que las carpetas era una de las ultimas que me faltaban para el viaje.

Si lo se, me ah costado conseguirla, pero escucha lo que tienes que hacer, en la reunión mostraras los avances de la empresa, necesito que por favor escuche lo que nos ofrecen si vez que no llenan nuestros requisitos no lo acepten – me sonrió.

Bien – asentí

Edward te ayudara peque – me dijo guiñándome un ojo.

Si lo hará, de lo contrario no quedar saber lo que le pasara – bromee.

Hablando de Edward, donde esta? –

Salió a buscar unas carpetas pero cuando subió al ascensor se tentó y bajo a buscar un par de cafés y donas, no tienes idea lo estresados que estamos por todo el viaje – mentí recordando que el tiempo libre lo gastábamos en hacer el amor.

Me imagino – me sonrió, giro para agarrar algo y se percato de Alice, pero lo que paso nunca lo imagine, Jasper ni se inmuto, tampoco la saludo.

Oh Bells, avísale a Edward que esta noche pasare a saludar, Emett me llamo para avisar que las gemelas los quieren volver a ver antes de irse, comprare cervezas y Emett llevara las pizzas – dijo con una sonrisa, yo solo asentí y volví a mi lugar.

Dale, los esperamos – sonreí cuando lo vi desaparecer tras la puerta.

El silencio se hizo presente nuevamente en la sala, Alice no dejaba de observarme y eso me estaba poniendo muy nervioso.

Bien café suave, con dona sin glaseado y una botella de agua sin gas, amor no entiendo por qué la pides sin glaseado no tiene sentido – rio la voz de mis sueños entrando a la oficina, sin percatarse de la presencia de la hermana.

Vida sabes que no es lo mismo mis caderas se ensanchan – reí cuando puso frente mio el pedido dejando un casto beso en mis labios.

Lo que digas princesa – rio.

Gracias – susurre dándole otro beso, tenia que tener en cuenta que su hermana estaba allí, pero no quería que Edward caiga por su presencia.

Has pedido las cosas a Eric cierto? – pregunto, apoyándose en mi escritorio de manera que quede a la altura de sus caderas.

Si por qué? – pregunte dándole un sorbo a mi café.

Por qué esta afuera, gritando desesperadamente que consigan, impriman, le saquen fotocopia y exfolien los papeles – rio tomando su café.

Es un genio – repetí riendo.

Tenias hambre? – me pregunto al ver como tomaba mi café.

En realidad no, pero has tardado mucho y la ansiedad de tenerte me la abrió – reí cuando el estiro su mano y entrelazo nuestros dedos tiernamente.

Yo también te e extrañado – me sonrió de manera tierna.

Yo te extrañe mas – reí besando sus nudillos.

Mire detrás de la espalda de Edward y recordé a Alice, quien me miraba con su boca abierta.

Oh olvide, tienes visitas – sonreí señalando a la persona que detestaba, Edward giro su cabeza y se tenso.

Que haces aquí? – le pregunto de forma dura mientras caminaba a su escritorio y se sentaba en su sillón.

Yo… yo necesitaba hablar contigo – contesto la pequeña mujer, Edward me miro e inmediatamente camine hasta allí, poniendo mi mano en su hombro, el subió la del entrelazo nuestros dedos y las dejo sobre su hombro.

Pensé que cuando hable contigo la ultima vez, fue suficiente como para avisarte que no quería verte de nuevo – explico de forma dura.

Necesitaba hablar contigo, contarte lo que paso para que mi mente reaccionara de esa manera – dijo la mujer, se la notaba apenada.

Alice no me voy a pelear contigo nuevamente, todavía no se me ah olvidado lo que has hecho ni tampoco creo olvidarlo, mejor espera a que se me vuelva del viaje y mi mente este fría – le explico Edward masajeando, con la mano libre, su cien.

Edward yo necesito hablar contigo, necesito tu apoyo, me eh quedado sola, no tengo a Jasper, papa no me habla, tu que me haces esto, Emett no me quiere ni ver, mis sobrinas no me acompañan de compras, Edward por favor – rogo, me estaba dando pena, Edward suspiro.

Alice – murmuro Edward.

Edward sabes perfectamente lo que las niñas significan para mí cierto? No me hablan, no me llaman, no me saludan, mama es la única que me habla y muy poco porque me atreví a hablarte de la manera que lo hice –

Se perfectamente que las quieres a Maggie y a Charlotte, pero ellas te escucharon cuando hablaste de su tía con mama, no sé qué es lo que esta pasando contigo Alice o lo que paso, pero no estoy preparado para hablar, no aun – quiso continuar pero pequeños toques en la puerta nos distrajeron.

Adelante – ordene, la puerta se abrió liberando dos pequeñas niñas, nuestras sobrinas, Charlotte traía un solero a rayas horizontales tras que Maggie con líneas verticales, tenían una larga trenza en su cabellos y unas sandalias acompañaba su vestimenta una canchera campera de jean.

Tía Bella, Tío Edward! – grito Charlotte abrazándose a mi pierna, mientras que Maggie abrazaba a Edward quien seguía en su lugar.

Como están nuestras princesas? – les pregunto Edward mientras yo me sentaba en una de las piernas de Edward con Charlotte en mi brazos, mientras que Maggie seguía en la pierna libre de Edward.

Bien, vinimos a buscarlos – dijo una de ellas.

Por qué? – pregunte.

Iremos de compras! – gritaron ambas al mismo tiempo.

De compras? – preguntamos todos al mismo tiempo.

Belli Bells! – grito Emett entrando a la oficina seguido de una sonriente Rose.

Un momento alto allí Emett, no te atrevas a cercarme, estoy con mis sobrinas – sonreí poniendo la mano en alto.

Que haces aquí? – pregunto Rosalíe, mirando fijamente a Alice quien miraba la escena.

Vine… vine a hablar con Edward – tartamudeo.

Para que? Para decirle todas las estupideces que le has dicho antes? – encaro una muy enojada Rosalíe.

No, vine a disculparme… pero, pero veo que no es necesario que me quede – dijo con voz apenada, sabia que estaba arrepentida su mirada lo decía, camino arrastrando los pies hasta la puerta con su mirada baja, Edward la miraba y podía ver en sus ojos como el sufría ante el estado de su hermana.

Me aclare la garganta cuando tomo el pomo de la puerta, todas las miradas se posaron en mí, pero si había algo que sabía seguro era que nunca hay que rebajarse a la altura de otros.

No soy nadie para juzgar, e entrado en este circulo hace muy poco tiempo, pero tampoco creo que podamos perdonar lo que has hecho, yo fui la que tuvo que tener a Edward toda la noche llorando por tu estúpido impulso de descarga contra el, no la conozco señorita Alice pero si de algo estoy segura es que odio, odio, detesto, que lastimen a la persona que amo, pero si hay algo de lo cual estoy segura es que ante todo hay que tener dignidad y no rebajarse, tuve que soportar que me llamara de la manera que lo hizo sin conocerme, pero también sé que todos nos merecemos una segunda oportunidad por eso, si a usted le parece y tiene ganas podría acompañarnos de compras con toda la familia – cada palabra la había pensado, cada palabra la dije con tranquilidad, Edward me apretó mas a su cuerpo aunque las niñas estén en nuestro regazo, Rosalíe miraba atenta, Jasper atónito y Emett sin ninguna expresión.

En… enserio? – pregunto aquella muchacha de baja estatura.

Señor Cullen – interrumpió Eric entrando a la oficina, sonrió ante la escena de sus sobrinas y yo en su regazo.

Dime Eric – autorizo.

Vengo a traerle los pasajes, los pases para los hoteles, las invitaciones a eventos durante su estadía en los países relatados y por última a desearle unas excelentes vacaciones – termino dejando sobre la mesa un sobre de madera.

No sé qué haría sin ti ni Ángela – rio Edward a la par de todos.

Para usted Señorita Swan traigo un mensaje de su madre “Si no me llamas dentro de dos días, apareceré en tus pesadillas” y también su visa, pasaporte, sus pasajes están adjuntos con los de el señor Cullen – me explico.

Excelente – sonreí.

Y como ultimo detalles como usted ordeno señor Cullen, las cuentas bancarias ya están habilitadas y abiertas para cualquier tipo de compra, estos son los papeles de la cuenta de Isabella y los de usted están en el sobre – extendió hacia mi una hoja con  nombre de cuenta, banco, saldo, etc.

Un momento…

Cuenta bancaria? – pregunte con los ojos abiertos como platos.

Amor, necesitaras una, tendremos varios eventos y es importante que estemos presentables tendrás que comprarte vestidos, zapatos, joyas, maquillaje, etcétera – dijo.

Que horror! – susurre.

Dime Eric, los pasajes de los guardaespaldas también están? – pregunto Edward haciendo referencia a Max y a Demetria.

Claro que si, como también los pasajes de corto fin de semana para su familia, como se van por unos meses usted dijo que tendríamos que juntarlos con su familia una vez a la semana, las fechas y lugares de estadía ya están listos, los días libres de ellos son exactamente dos, para poder disfrutarlos con sus respectivas familias – termino.

Bien creo que no hay nada mas que decir, Eric al mando de la empresa queda mi padre, cualquier cosa se la preguntas a él, Jasper tus sales de vacaciones hoy también – lo apunto Edward, el aludido sonrió y asintió.

Edward por dios te quedan minutos en la empresa, pide lo ultimo quiero ir a comprar y después a casa – susurre mordiendo el lóbulo de su oreja disimuladamente.

Eso es todo, nos vamos – fueron sus cinco palabras más rápidas, reí, las niñas se bajaron de nuestro regazo.

Llevare a las chicas al bar de enfrente para que coman algo, mientras esperamos que terminen los últimos detalles – sonrió Rose.

Oh si comida! – festejo Emett alzando a sus dos hijas y saliendo del despacho.

Dentro de una hora y media en los autos – nos apuntó rose con el dedo y sus ojos entrecerrados.

Nos vemos – sonreí.

No puedo creer que vaya a ser libre por un par de semanas! – rio Jasper.

Eres un exagerado – bromeo Edward.

Iré a mi despacho, nos vemos en los autos – sonrió, a punto de salir de la oficina, Alice levanto la mirada y me dedico una débil sonrisa, sabia que ella y Jasper tenían que hablar.

Jasper – llame.

Si Bells – me respondió.

Por qué no acompañas a Alice a la cafetería, de paso pasas por administración y dejas estas carpetas – sonríe dándole aproximadamente ocho carpetas distintas.

Edward camino hasta la puerta, mientras que yo me apoye delante del escritorio, Jasper asintió y Alice me sonrió en forma de agradecimiento, Edward les abrió la puerta, ambas personas salieron del despacho quedando Edward y yo completamente solos.

Su mirada se torno oscura, cuando cerro la puerta escuche como la trancaba y caminaba hacia mí en paso felino.

Asique tengo que dar la ultima orden – dijo en tono autoritario, cuando se acercó a mi pego nuestros cuerpos, poniendo sus dos manos apoyadas en el escritorio quedando acorralada entre su cuerpo y el mueble.

Señor Cullen, usted es el jefe, yo solo una simple empleada – murmure clavando mis ojos en los de él.

Mph – se limitó a ron roñar cuando ataco mi cuello en besos y mordidas, volviéndome loca.

Que… que hace? – pregunte en forma de juego cuando sus manos posesivamente me subieron al escritorio y él se colocó entre mis piernas, como instinto enrolle mis piernas atrayéndolo mas contra mi nuestro sexos se rozaron ambos gemimos ante tal contacto.

Quiero… mejor dicho le ordeno que cumpla la fantasía de su jefe en este preciso instante – susurro mordiendo fuertemente la parte mas débil de mi cuello, provocando entonces que la locura se desate…

Con mis manos presionando su nuca apretándolo mas contra mi cuello, el cual devoraba, mordía, besaba y disfrutaba, comencé a levantar mis caderas instintivamente logrando que aquel rose se hiciera aun mas duro de lo que era, tire de su cabello fuertemente mientras las respiraciones y gemidos se hacían mas fuertes, logrando encontrarme con sus labios tome su labios inferior entre mis dientes y tire de él.

Mis manos comenzaron a desabrochar cada botón de su camisa dejando con mis labios besos mojados en su desnudo pecho, tras que él se limitaba a acariciar mis pachos por debajo de mi camisa, nos estábamos volviendo locos del placer.

Cuando termine de desabrochar su camisa sus manos comenzaron a levantar mi pollera poniéndola a la altura de mi cintura…

Recuéstate – me susurro en el oído mordiéndolo nuevamente, caí hacia entras en el escritorio arrugando papeles que había debajo mío, un lapicero cayo al piso al igual que el teléfono que se desconecto rápidamente.

Su cuerpo se recostó sobre el mio, comenzó a besar mis labios con pasión, con locura, luego bajo por mi cuello, hombro, hasta que llego al monte de mi cuerpo allí estuvo minutos besando, mordiendo y tirando de mis pezones, haciendo que mi cuerpo se retorciera bajo el suyo, mi garganta gemía sin control mientras que mis manos acariciaban su ancha espalda, quite su camisa como pude necesitaba el contacto de su piel, comenzó a descender besando mi vientre luego llego a mi ombligo el cual beso y disfruto por un rato.

Ed… Edward – me queje cuando lo sentí jugar muy cerca de aquella parte mía que necesitaba su atención.

No sabes… lo que me excita que me llames – susurro hablando sobre mi parte mas intima, me agarre fuertemente de un papel necesitaba agarrar fuertemente algo, cuando su lengua comenzó a lamer mis labios inferiores disfrutando de mis pliegues, puso mis piernas sobre sus hombros y su lengua comenzó a embestir en aquella parte.

Oh… oh… oh dies, ed… Edward, te… te necesito – dije como pude al sentir como mi cuerpo comenzaba a hervir.

Mmmh – fue su respuesta cuando uno de sus dedos comenzó a masajear aquel punto haciendo que grite y gema su nombre con éxtasis.

Edward… Edward me… me vengo – dije con fuerza, cuando acompañada de su lengua dos dedos se filtraron en mi embistiendo, gemidos, jadeos y gritos eran lo único que podía decir.

Va… vamos amor, vente… vente para mi – me pidió, cuando no pude mas e inmediatamente me derrame en su boca, limpio toda la zona mientras que yo trataba de focalizarme en algo ya que el orgasmo me había dejado casi inconsciente.

Se relamió sus labios y cuando vi que se iba a llevar sus dedos que tenían mi líquido a su boca le tome la mano.

Déjame probar – susurre llevándome sus dedos a mi boca los cuales lamí bajo su mirada.

No debiste haces eso – me dijo con sus ojos oscuros me subió a sus caderas desabrochando su pantalón y bajándolo al igual que sus boxes.

Me pego más a él y camino conmigo hasta el sillón donde me sentó en su regazo y entro en mí de un solo salto.

Oh – dije de sorpresa cuando tomo mis caderas y comenzó a marcarme un ritmo rápido.

Bella – susurro mi nombre en mi oído me peje mas a su cuerpo haciendo que su respiración ausente chocase contra mis senos

Mientras lo cabalgaba fuertemente él se dedicaba entretenido a morder cada parte de mi cuerpo a la cual tenia alcance.

El movimientos nos estaba volviendo locos a ambos, cada embestida era un gruñido, un grito, un jadeo, un nombre, llevo una de sus manos a nuestra unión frotando aquel punto que me volvía loca.

Ed… Edward – grite cuando sentía que aquella bola de fuego formada en mi vientre quería desarmarse.

Bella… vamos … vente conmigo – me susurro embistiendo cada vez mas fuertes.

Los siguientes minutos fueron gritos y temblores ya que el orgasmo se había desatado en nuestros cuerpo, su figura cayo contra el respaldo del sillón, mientras mi nombre salía de su garganta en un grito ahogado, mientras que mi cuerpo cayó sobre el de él quedando mi rostro acurrucado en su cuello, deje un tierno beso allí mientras sentía como nuestras respiraciones se regulaban.

Te amo – susurro acariciando mi espalda.

Te amo – respondió con una sonrisa.

Luego de unos minutos abrazados y de siendo solamente palabras de amor uno con el otro, el reloj marcaba que nos quedaban unos quince minutos para encontrarnos con sus hermanos, nos acomodamos la ropa y acomodamos la oficina, fuimos al baño personal a acomodarnos y perfumarnos obviamente todo entre besos de ternura y abrazos solo de amor.

Definitivamente no veré esta oficina de la misma manera – sonrió cuando ya todo estaba listo.

Creme que yo tampoco – reí toman su mano tras que en la otra llevaba todos los papeles para el viaje, listos caminamos hacia la cochera donde sus hermanos nos estarían esperando.

Capítulo 16: Rosalie y Emett. Capítulo 18: Compras.

 
14444276 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10761 usuarios