a traves de tus ojos

Autor: darydeth
Género: + 18
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 03/01/2013
Finalizado: SI
Votos: 17
Comentarios: 17
Visitas: 45277
Capítulos: 20

 

Después de un terrible accidente, el mundo de Isabella Swan y todo lo que la rodea se convierte en una terrible oscuridad. Ella tendrá que aprender a ver el mundo de otra manera y lo lograra de la mano de un misterioso joven el cual guarda muchos secretos

 

 

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 10: Acercamiento

CAPITULO 10: Acercamiento

POV: BELLA



Durante los próximos días todos los Cullen estaban instalados en su casa. Lamentablemente, por mi culpa, ya no frecuentaban demasiado la casa de los Denali. Sin embargo, Carmen, Kathe y Eleazar, nos visitaban con frecuencia y me hacían ver que nuestra relación no había cambiado en nada. Kathe se disculpo por la actitud grosera e infantil de Irina y Tania, me apreciaba igual que al resto de la familia de Edward, pero igual, sabia que era duro para los Cullen alejarse de su otra familia.

Por un momento me decidí a marcharme a otro lado y no continuar imponiendo mi presencia en ese lugar. Edward se negó rotundamente, según el, yo era mas importante que el resto y no me alejaría de su lado por ningún motivo. Eso me hacia sentir bien y mal al mismo tiempo. Que yo fuera mas importante, que los Denali, a quienes conocían por décadas, me halagaba y me entristecía a la vez. Si no fuera por Edward, estaría perdida sin nadie a quien recurrir, absolutamente perdida.

En Forks todo estaba tranquilo. Mi padre se encontraba a salvo, bajo el cuidado de la manada y James no había vuelto a poner un pie ahí. Mi madre continuaba viajando con su esposo, por toda Europa y eso me tranquilizaba. El hecho que estuviera en movimiento facilitaba que James no la encontrara para hacerle daño.

En fin, parecía estar todo en orden. Claro, hasta que mi antiguo ex novio vampiro quisiera venir a visitarme aquí.
Alice no había visto nada claro, pero yo intuía que pronto tendríamos noticias de el. Los Cullen se mantenían activos y había escuchado sobre turnos para tácticas de lucha y enfrentamientos a cargo de Jasper. Al parecer el tenia bastante experiencia en esa rama. Conocí más de su mundo y todo lo que concernía a distintas clases de vampiros. Jasper había estado en la milicia y había comandado ejércitos de neófitos. Una clase de vampiros recientes o nuevos. Peligrosos, letales y difíciles de controlar. El hermano de Edward deseo explayarse más en ese asunto, pero con lo que ya había escuchado, era suficiente para un par de pesadillas.


Hoy, todos los hombres habían salido de caza. Esme, Rosalie y Alice me acompañaban en la sala y fui testigo, por primera vez, de las historias de la madre de Edward. Me sentí muy halagada cuando me invito a que escuchara de su propia voz como había entrado a la vida de Carlisle. Todo lo que el la había ayudado y como supero poco a poco su gran perdida. Su nueva familia, era su orgullo y estaba feliz de tener a sus hijos y a su compasivo esposo.

-Es sorpréndete que hayas sobrevivido a algo tan extremo.-murmure cuando hizo hincapié, en su caída en aquel acantilado.

-Si, todos creyeron que estaba muerta. Carlisle me trasformo y mi vida cambio completamente.

-Entonces la ponzoña puede curar todo?-susurre meditando las palabras de James.

“Puedo curarte”

-Podría decirse que si, cuando nos trasformamos nuestro cuerpo cambia y si hemos sufrido grandes heridas como en el caso de Esme, todo es restaurado-explico Alice.

-Recuperaría la visión-dije casi en un pequeño murmullo

-Acaso estas loca?, no sabes lo que dices-me gruño Rosalie.

Como siempre no fue agradable sentir el rechazo en su voz. Era obvio que ella no me quería, ni un poco. Lo había comprendido con el tiempo. Inmediatamente me sentí mal, me ponía muy nerviosa esa actitud hostil.

-Yo…yo solo pensaba que tal vez...

-Ese es tu problema Bella, no piensas-mascullo entre dientes

-Rose, no es necesario-intervino Esme

-Si lo es, por ella estamos aquí en medio de la nada, me gusta Forks y no quería venir aquí. Y ahora tengo que soportar que diga tonterías, como querer transformarse para dejar de ser ciega.

-No lo digo por eso-murmure nerviosa y enfadada por su hostilidad. Nunca le había echo nada malo, para que me tratara de esa forma.

-Sabes, deberías valorar lo que tienes. Yo no tuve esa posibilidad y no sabes como me gustaría poder estar en tu lugar. No me importaría ser ciega con tal de disfrutar muchas cosas que me son negadas por mi condición. Cambiaria todo por vivir muchas cosa, saber lo que es ser madre y tener mi propia familia. Si cambias, eso no será posible, acaso no te gustaría eso Bella?, no quisieras tener a tu propio hijo entre tus brazos?, tener tu familia, tu casa.-de repente bufo exasperada y pude distinguir su sufrimiento en su voz.

No había percibido mis lágrimas hasta que sentí los dedos helados de Alice en mi rostro. Tenía un nudo en la garganta y una opresión en el pecho que no me dejaba respirar.

-Perfecto Rosalie, tienes un tacto increíble-gruño Alice.

-No llores cielo-pidió Esme tomando una de mis manos.

Porque todo tenia que ser tan duro?. Acaso no tendría paz nunca?.

-Si…-susurre limpiando mis lagrimas-Si me gustaría tener mi bebe entre mis brazos, pero eso no va a suceder nunca.

-No si sigues con esa idea absurda-refunfuño Rose

-No puedo ser madre…el accidente también me quito esa posibilidad.-explique con la voz entre cortada.

La sala quedo en un silencio sepulcral. Solo era consiente del fuerte abrazo de Esme y las palabras de apoyo de Alice mientras me consolaban. No se porque pero las palabras comenzaron a salir de mi boca sin poder detenerse. Me explayé en aquel horrendo día en que mi mama, me confeso todas las malditas consecuencias de ese incidente.

Fue unos meses después de mi lenta recuperación. Aun no me resignaba a perder mis ojos y tuve que asimilar la nueva verdad. Mi útero había recibido un gran daño con el impacto que recibí, fue un verdadero milagro que no quedara inválida también. En ese momento, no sabia como reaccionar, ya para mi, resultaba un impedimento que algún muchacho se fijaría en una ciega, mucho menos ahora que no seria capaz de darle un hijo. Jamás sentiría como una nueva vida crecería en mi vientre, no tocaría el gran bulto en el que se volvería mi barriga, no habría pataditas, ni escucharía llamarme mama a ningún niño o niña. Seria infeliz por el resto de mis días.

-Lo siento Bella, no fue mi intención…no lo sabia, en serio-escuche a Rosalie mortificada

-No te preocupes, no lo sabe nadie, solo mis padres.-pronuncié limpiando mis lágrimas- Pero quiero dejar en claro que amo a tu hermano y no solo quiero transformarme por sopesar la posibilidad de recurar la vista. No, quiero envejecer mientras Edward no y ya lo decidí y quiero estar con el para siempre.

-Ese es un tema delicado que solo debes hablar con mi hijo Bella. Por mi parte ya sabes que te veo como una hija más y estoy feliz protegiéndote de James y de quien sea.

-Gracias Esme, también te quiero mucho. Agradezco que me consueles, sobre todo cuando extraño a mi madre y hay momentos en que me siento muy sola.

-Y a mi no me quieres?-pregunto Alice sonando ofendida.

-Claro que si, eres una de mis mejores amigas y lo sabes muy bien…como una hermana-dije intentando sonreír.

Alice me envolvió en un fuerte abrazo con sus esbeltos brazos. El aire casi se me escapa de mis pulmones. A pesar de notar su pequeña figura con mis manos, era muy fuerte.

-Necesito respirar-dije con dificultad

-Ups!-rió soltándome.

Me masajee ambos brazos, uniéndome a sus risas.

-Rosalie?

-Si?

-También te aprecio mucho, aun cuando no nos llevemos muy bien.-murmure, comprendiendo que tal vez a ella no le importara demasiado.

-Vamos a dar una vuelta, creo que necesitamos hablar-dijo utilizado un tono que denotaba su incomodidad al solicitarme aquello.

Me sorprendió que me pidiera eso. Hubo un pequeño silencio, antes de Alice se quisiera sumar a nosotras. Sabia que ella solo quería controlar que Rose no me perturbara, pero era necesario que habláramos a solas. Ella es hermana de Edward y si anhelaba que nuestra escasa relación mejorara, teníamos que aprender a escucharnos y conocernos más a fondo. Le pedí amablemente a Alice y Esme que no intervinieran en esto. Rose se exaspero un poco y dijo indignada que no me iba a comer, ni nada por el estilo.

Creí que iríamos afuera a hablar o que Esme y Alice se alejarían para darnos privacidad. Pero Rose insistió en ir a un lugar apartado.
Por un momento no me gusto la idea.
Pero no estaba bien de mi parte pensar en que ella me haría algo malo.

Alice me acompaño afuera y pidió que no nos alejáramos mucho.

-Vamos a un lugar, donde me gusta estar a solas-murmuro Rose tomándome en brazos.

Me sobresalte por su acción, ya que nunca habíamos tenido ningún contacto físico, como con Alice y Esme. Apenas me sostuvo, sentí la brisa en mi rostro. Estábamos corriendo, o mejor dicho corría con migo en brazos, a una velocidad increíble. Al igual que Edward, Rosalie no se fatigo, ni su respiración pareció alterarse. Unos minutos más tarde, me bajo con cuidado y me guío a una especie de roca donde dijo que me sentara. Ella continúo muy cerca y escuche el sonido de sus pisadas de un lado a otro. Parecía nerviosa, algo inusual en su comportamiento siempre seguro.

-Aquí he venido en algunas ocasiones cuando quiero estar sola. Ni siquiera Emmett me ha acompañado alguna vez.

No hable. Decidí que ella se explayara a su gusto y considerara el rumbo de nuestra conversación. A lo lejos se escuchaba el ruido de un río y algunos pájaros silvestres.

-Como te dije…extraño mi vieja vida, las posibilidades…poder escoger y tener un futuro diferente. No me gusta saber que estaré así… estancada para siempre, tampoco quiero que Emmett se sienta mal por ello. Después de todo el no tiene la culpa de nada y siendo lo mas importante que tengo, no me gusta que se preocupe.

Ella se sentó a mi lado, mientras yo jugaba con mis manos de una forma nerviosa.

-Siempre vengo aquí y recuerdo mi vida, cuando era una humana ordinaria. Rememoro los planes que tenia y con los cuales soñaba, que algún día se harían realidad. Quería tener infinidad de niños y una gran casa, para vivir con mi marido y ellos. Envejecer y seguir viendo bebes nacer, poder jugar alguna vez con mis nietos y bisnietos.
No obstante, solo son sueños, siempre seremos Emmett y yo. La realidad es esa y por eso me enfado escucharte decir eso. Intuía desde la primera vez que te vi con Edward que no tardarías en considerar esa posibilidad. Me daba mucha rabia y envidia que tiraras por la borda todas y cada una de tus oportunidades.

-Pero es lo que quiero hacer, lo amo-murmure.

-Lo se, pero si te transformas no habrá marcha atrás. Aun cuando ahora se que lamentablemente no serás madre, hay otras cosas que perderás como tu familia y amigos.

-Entiendo… pero es la única forma de estar con el para siempre. Además puedo ser fuerte y no necesitar que me cuiden todo el tiempo. No sabes lo que significa sentirte que eres una carga para las personas que amas. Saber que se preocupan por ti todo el tiempo, que no son libres de tener su propia vida. Eso es muy injusto. Me costo mucho confiar en tu hermano y de alguna forma entregarle mi corazón, James me hizo mucho daño y tampoco quería ser una carga para el. Pero Edward, me gano poco a poco, y lo amo y no quiero vivir sin el.

Rosalie me sorprendió al tomar mi mano, de forma algo titubeante.

-Te entiendo-murmuro apretando mi mano con suavidad. Luego me soltó inmediatamente.

-También creí que Royce me amaba, pero no era así. Emmett me enseño el verdadero amor.

Las palabras de Rosalie salieron a borbotones al relatar su cruel historia. Fue muy doloroso oír su primer desengaño amoroso y la forma en que murió. O por lo menos creyó que así seria, antes de que Carlisle la encuentre. Edward ya me había mencionado algo, pero no con tantos detalles. No comprendía porque algunas personas podían ser tan crueles con otras.

-Lo siento

-No lo hagas, me encargue que no volvieran hacer lo mismo a otra persona…jamás.

En ese aspecto no intente preguntar, pero no era complicado deducir las consecuencias.

-Rosalie…yo solo quiero que nos llevemos bien. Siento que todos ustedes, estén envueltos en todo esto por mi culpa. Nunca fue mi intención, sacarlos de Forks, ni ponerlos en peligro a ninguno.

-Nosotros no estamos en peligro Bella. No me gusta estar aquí, pero tampoco sueño ver a Edward destrozado. Es mi hermano y Esme mi madre, todos nos sentiremos mal si el sufre, sobre todo ella. Y si te pasa algo, el no será el mismo. Es una persona completamente diferente desde que te conoce y me agrada más que la anterior. Ahora sonríe y no se pasa todo el tiempo encerrado entre cuatro paredes, leyendo algún nuevo libro.

Bien eso me hacia sentir bien, pensé

-No soy como Alice. Impulsiva y demostrativa todo el tiempo, como te habrás dado cuenta. Pero…te protegeré igual que el resto, e intentare cambiar.

-Gracias

-Con respecto a tu transformación, no estoy de acuerdo. Pero es tu decisión y la de mi hermano. Solo dejare en claro que no es porque te unirás a mi familia definitivamente. Ello ya lo haz hecho. Es solo que aun tienes esa posibilidad, recuérdalo, luego no hay marcha atrás.

-Lo se, pero ya tome la decisión y lo hablare con Edward.

-Suerte con eso-dijo apenas divertida.

De nuevo me tomo en brazos y emprendimos el camino de regreso. Cene y me contuve cuando Alice me interrogo sobre mi conversación con Rose. Ella era muy chismosa cuando se lo proponía. Edward aun no había llegado, algo un poco raro, se había tardado más de la cuenta. Aunque el mas que nadie, se alimentaba mas, para poder pasar menos tiempo alejado de mi.

Luego de tomar un baño, me coloque mi pijama y me acosté en mi cómoda cama. La casa ya tenia un buen sistema de calefacción y mi cuarto tenia la temperatura ideal para no dormir con tantas frazadas, ni tanta ropa. Entre la enorme cantidad de almohadones, estaba metido mi celular. Fue todo un reto hallarlo solo con mis manos. Llame a Nessie, para saludarla y saber como iban las cosas allí. Por suerte todo continuaba igual, sin nada malo rondando por allí. La novedad, fue que hable con Jacob, luego de más de un mes sin poder escuchar su voz. Mi mejor amigo dejo por unos minutos los prejuicios y me relato las novedades de la manada. Embry se había imprimado de una nueva joven que había venido a vivir a la reservación. Como nuevo lobo “enamorado”, todos tenían que vivir con sus incómodos pensamientos.

-Vendrán a visitarme?-pregunte emocionada cuando escuche a Nessie gritarlo.

-Solo si los chupas…los Cullen, no les molesta.

-Claro que no, pero no les digas así-dije enojada.

Jacob se rió y oí como lo regañaba Renesmee, del otro lado de la línea.

-Bien adiós-refunfuñe aun escuchando su exasperante risa.

Por dentro me gustaba que mi amigo volviera a ser el mismo. Sin embargo, cuando comenzaba con sus bromas era otro tema.

-Porque frunces el ceño de esa forma?-escuche a Edward no muy lejos- Siento haber llegado tarde-me susurro un segundo después al oído.

Aun era toda una novedad para mi, que el fuera tan sigiloso cuando se aproximaba. Instintivamente lleve las manos a su hombro y rodee mis brazos alrededor de su cuello.

-Te extrañe-dije mientras lo abrazaba.

-También yo, pero ahora no iré de caza en muchos días. Aseguro hundiendo su cabeza en mi cuello.

Sus labios fríos, desparramaron suaves besos en mi piel, logrando que esta se me erizara completamente. Siempre me olvidaba de todo cuando estábamos juntos. Mi cabeza volaba y solo me enfocaba en sentir su duro y helado cuerpo junto al mío. Estaba completamente segura que podía hacer esto eternamente, lo deseaba con todo el corazón. Deseaba estar con el para siempre…

“Díselo, dile que quieres que te transforme”, pensé cuando su boca busco la mía.

La lengua helada de Edward, envolvió la mía y la acaricio a un ritmo frenético. No pude evitar, perderme en su beso y compenetrarme con sus caricias. Últimamente, se había comportado un poco distante, en lo que refería a nuestro contacto físico. Siempre era cariñoso, me besaba y acariciaba en todo momento. Pero no permitía que llegáramos lejos, aun cuando lo deseaba constantemente como ahora.

Tal vez el hecho de que su familia, estuviera con nosotros era el motivo. Después de todo con los sentidos súper desarrollados de los vampiros, me daría mucha vergüenza que oyeran lo que hacíamos en mi cuarto. No obstante, sintiendo la forma en que me besaba y apretaba, ponía en duda mis conclusiones.

El se aparto un poco con pequeños besos en mi mandíbula. En el fondo agradecí poder tomar algo de aire.

-Que hiciste en todo el día?

-Nada importante…bueno hubo algo…hable con Rosalie y creo que ahora nos llevamos mejor-sonreí tocando su rostro.

-Me alegro-murmuro besando mis dedos.

Bien…ahora como se lo decía?

-Es tarde Bella, creo que es mejor que duermas-pronuncio algo tenso, en tanto me cubría con una fina frazada.

-Quiero hablar contigo.

-Mañana-medio gruño

-No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy-lo rete con una sonrisa.

-Puedo esperar y quiero que descanses-insistió con más firmeza.

Que le pasaba?. Ahora no me iba a dejar hablar y me mandaría a dormir como niña pequeña?. Pues se lo diría y punto.

-Edward yo quiero que tu…

Quede a media frase cuando sus labios cubrieron los míos con furia. Me besaba como si estuviera enojado. Pero no por eso, dejo de ser un beso increíble. Su actitud me desconcertaba y no entendía porque ahora se mostraba tan apasionado, como para no permitirme hablar, ni tener tanto cuidado al tocarme

-Edward…

Sonó como un gemido reprimido y mi cabeza dio vueltas buscando la interpretación de su cambiante actitud. Mis manos fueron a sus cabellos cuando coloco un poco de su peso sobre mi cuerpo. El deseo, poco a poco, tomaba control de todo mi ser. Volvía a desearlo de una forma poderosa, pero quería que el supiera mis inquietudes. Que me prometiera que estaríamos juntos para siempre y el tomara la iniciativa de convertirme.

Con este ultimo pensamiento. Lo sentí tensarse y dejo de besarme de forma abrupta. Solo escuchaba mi respiración agitada y los frenéticos latidos de mi corazón, mientras el se apartaba un poco.

-Porque…te apartaste?

-Lo siento, no quiero hacerte daño-mascullo entre dientes.

-Entiendo-sonreí débilmente-Y creo que tengo solución para eso.

El colchón se hundió a mi lado con su peso. El acaricio mi mejilla con su temblorosa mano.

Temblorosa?, el nunca temblaba, pensé tomándola entre mis dedos.

-No hay solución para eso Bella-dijo tenso.

-Si la hay Edward, tu…

-Shss-coloco un frío dedo en mi boca.

-No quiero hablar de eso.

-Porque no, solo escúchame y…

Definitivamente sabía como acallar mis quejas. Y quien no se queda muda cuando literalmente te despojan de todas tus prendas en segundos. Las manos veloces de Edward trabajaron sobre mi cuerpo de una forma asombrosa. Me quede en shock cuando sentí una leve brisa en mi cuerpo. Toque mi pecho descubierto y mi pulso se elevo notablemente. El sonido de mas ropa desgarrándose fue lo capto mi atención. Claro, hasta que su cuerpo helado cubrió el mío y comenzó a besarme sin la meno intención de detenerse…

 

Capítulo 9: PASION Capítulo 11: DESICIONES

 
14443823 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10760 usuarios