a traves de tus ojos

Autor: darydeth
Género: + 18
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 03/01/2013
Finalizado: SI
Votos: 17
Comentarios: 17
Visitas: 45287
Capítulos: 20

 

Después de un terrible accidente, el mundo de Isabella Swan y todo lo que la rodea se convierte en una terrible oscuridad. Ella tendrá que aprender a ver el mundo de otra manera y lo lograra de la mano de un misterioso joven el cual guarda muchos secretos

 

 

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 5: HISTORIAS ATERRADORAS E INCREIBLES

CAPITULO 5: HISTORIAS ATERRADORAS E INCREIBLES


POV: BELLA

-Pasa que ya no soy mas tú mejor amiga, porque ya haz conseguido tu reemplazo de segunda. Pero déjame decirte una cosa Bella, es tal Alice no es tan buena como yo-gruño Nessie a mi lado.

Suspire por quinta vez y tome mucho aire para armarme de paciencia. Hace dos horas que estábamos en unos de los mas concurridos y enormes parques de de la ciudad de Seattle. Renesme me torturaba con su discurso de “Mejor amiga ofendida y celosa”. Me ponía de muy mal humor, que después de haber accedido a acompañarla hasta aquí, aun continuara con su monologo.

Había cancelado mi salida con Alice y con Edward por acompañarla aquí. Este último, me había prometido enseñarme algunas melodías con las que había estado trabajando en este tiempo y eso sonaba muy bien. En Jacksonville había acudido a varios conciertos de la orquesta sinfónica del conservatorio. Amaba esos espectáculos y cuando no posees el sentido de la vista, puedes apreciar aun más aquellas melodías.

Por todo esto, y por salir a escondidas de Charlie y de su neurótico novio, que por estos días se había vuelto un maniático controlador, no entendía el motivo de su enfado.

-Odio cuando me prohíbes cosas!-grito Nessie un momento mas tarde

-Yo te prohíbo nada-dije a la defensiva.

-No tu Bella, hablo de Jacob-bufo dando grito exagerado

-Que sucede con Jake?-pregunte con cautela. Ya estaba sorda con tantos gritos que propinaba sin la menor provocacion.

-No me deja hacer nada…. Ayer quería venir con mis amigas del instituto aquí. Melissa dice que se inauguro una gran disco y que esta increíble.-respiro profundamente-.Invite a Jake, pero dijo que era peligroso que si ese extraño apa…

-Porque te callas?

-No importa Bella, son tonterías mías-gruño.

-Odio cuando haces eso!, tu y Jake siempre andan escondiendo cosas y no es nada agradable.

-Eso no es cierto-discutió molesta.

-No importa Ness, si no me tienes confianza o es algo privado, no me importa…mejor terminemos de disfrutar de lo que queda de este sol.

-Bella…yo…no te enojes.-me pidió mortificada

-Ya te dije que todo esta bien…aunque estés celosa de mi amistad con los Cullen, tu siempre serás mi amiga, eso no cambiara.-le asegure tomando su mano y dándole un ligero apretón

Media hora mas tarde, fuimos a un café en el centro de la ciudad. Ordenamos dos capuchinos y unas medias lunas con dulce de leche. Hablamos por un largo tiempo, como no lo habíamos hecho desde hace tiempo. Renesme en algún punto tenía razón, estos meses había pasado más tiempo con Alice que con ella. Sin embargo no lo hacia apropósito, Nessie y Jake pasaban tanto tiempo juntos y de forma demasiado cariñosa, que mucha veces me hacían sentir incomoda.
Como dicen por ahí tres a veces son multitud.

En medio de nuestra amena conversación, su teléfono sonaba sin cesar cada cinco minutos. Nessie se quejaba y no lo atendía, diciendo que no cedería como siempre a las imposiciones de Jacob. Lo malo no era la molesta canción que sonaba cada cinco minutos, lo verdaderamente irritante era escucha los reclamos de mi amiga hacia su controlador y celoso novio. Por suerte, por lo que podía escuchar, el lugar estaba repleto, y las demás voces lograban que la histeria de Ness pasara desapercibida.

Finalmente la convencí, para que atendiera de una vez por todas las malditas llamadas. A lo mejor era un asunto grave, Jake no era un neurótico porque tuviera ganas.

Nessie pidió otra ronda de capuchinos mientras se dirigía a contestar la llamada de Jacob a un lugar menos bullicioso. Esos dos definitivamente eran un caso perdido. Se peleaban, discutían, pero al final del día no soportaban estar separados. Por lo general, siempre era Jacob quien se rendía, pero Nessie tampoco se hacia rogar demasiado.

-Disculpe Srta., su amiga la necesita-dijo fuerte y claro la voz de un niño

Me exalte ante el repentino contacto de su mano helada sobre la mía. Además, ni siquiera me había percatado de su silencioso caminar.

-Como dices?

-Una joven de cabello broncíneo y ondulado. Me pidió que la llamara, al parecer se siente mal.

-Nessie?, que le sucede?-pregunte preocupada.

-Si ese es el nombre que me dio…la verdad no lo se, solo me pidió que la llevara con ella.-me aclaro tirando de mi mano.

-Soy ciega, necesito que me guíes por favor-dije extendiendo mi bastón, mientras me ponía de pie.

-Claro, Ud. sígame-respondió colocando mi mano sobre su hombro.

El niño me llevo por aquel local con mucha paciencia. Me pregunte que le habría pasado a Ness si estaba tan bien hace unos minutos. Rogaba para mi amiga se encontrar bien.

Maldita suerte la mía, ciega y en un lugar extraño. Charlie me mataría por alejarme de Forks sin avisarle.

En el exterior hacia mucho frío y el viento soplaba mas fuerte. El niño se detuvo a unos metros de la entrada al café. Cuando le pregunte si Nessie se hallaba cerca, unos fuertes brazos me envolvieron con fuerza y me metieron en lo que supuse era una camioneta.

Un escalofrío me recorrió la columna vertebral, cuando el miedo y el pánico se apoderaron de mí.

Gritar fue inútil, ya que primero cubrieron mi boca para luego amordazarme y atar mis manos y piernas con fuerza.

Conmigo había por lo menos dos personas. El hombre que me había tomado y una mujer que grito que manejaran rápido al viejo almacén.

Las lagrimas caían por mi mejilla mientras me arrinconaba en uno de los rincones de aquel vehiculo. No podía detener los fuertes sollozos y los temblores en mi cuerpo. Sin importar cuanto me gritaran que me tranquilizara, que no me iba a suceder nada.
Eran unos idiotas si creían que me tragaría ese embuste. Como hija de un policía, sabia muy bien como acababan los secuestros y este tipo de situación.

Cuando llegamos a nuestro destino, el hombre que me ato y amorzazo, sin mucha dificultad, me cargo sobre su hombro y me traslado con rapidez. Al parecer me tenían que dejar en un sótano y encerrarme hasta que vinieran por mí.
La pesadilla, sin dudas, recién comenzaba

Me arrojaron en una cama, soltaron mis piernas y muñecas y antes de sacarme la mordaza de la boca, me advirtieron que si gritaba no la pasaría nada bien.

Como si en estos momentos estuviera de maravillas?, reflexioné en tanto me acurrucaba contra la pared.

El tiempo perdía sentido en situaciones desesperadas como la que estaba viviendo. En realidad no se cuanto tiempo paso cuando la puerta al fin se abrió otra vez.

-Isabella Swan…siempre tan hermosa como siempre.-Dijo una voz que creí haber olvidado. Sonaba un poco distinta, pero la forma en que decía mi nombre logro que los malos recuerdos me atormentaran otra vez.

-James?

-Que bueno es saber que no me has olvidado.-añadió acariciando mi mejilla.

-Tu me trajiste aquí?-solloce

-Si. Espero no te hayan lastimado…demasiado-agrego usando un tono divertido

-Eres un maldito lunático-grite con furia a donde provenía el sonido de voz-. No sabes el terror que sentí cuando me introdujeron a esa camioneta. Como te atreves hacerme pasar por esto, eres un…

-Shss…deja de gritar- gruño cubriendo mi boca con sus gélidas manos.

La presión que ejercía era mas fuerte de lo necesaria y me hacia daño con sus dedos.

-Mmm...Hueles tan bien mi amor-susurro contra mi cuello.

“Mi amor…como se atrevía a llamarme así, después de lo que había hecho”

-Ahora te voy a soltar y espero seas una niña buena, de lo contrario….-Hizo una pausa y chasqueó con su lengua-No, no te gustara saberlo, así que no me provoques, sabes muy bien que la paciencia no es lo mío.-Aseguro sentándose a mi lado.

-Porque estoy aquí?-pregunte tratando de relajarme, pero era algo imposible con el a mi lado.

-Porque tengo planes para nosotros.

-De que hablas?

-Vas a estar conmigo-hizo una pausa para acercar su boca a mi oído-Para siempre…

Me estremecí cuando dijo esas palabras. “Acaso tenia planeado secuestrarme y continuar torturándome, hasta que se cansara de jugar conmigo?”

-No te pareció suficiente el haberme dejado ciega para el resto de mis días?-hable entre dientes apretando mis puños de pura frustración.

-Puedo curar tus ojos Bella-murmuro con mucha seguridad

-He visto a los mejores especialistas, no tienes porque engañarme con mentiras.-gruñi furiosa ante sus bajas artimañas.

-No hablo de médicos, hablo de algo mas poderoso, único ... Serás fuerte, rápida e inmortal.-dijo tomando mi mano para acariciarla, fingiendo amor- Sin mencionar que tendremos la eternidad para amarnos.

-Definitivamente perdiste la razón-dije apartando mi mano de la suya- Llévame de regreso ahora, mi amiga debe estar muy preocupada

-Hablas así por no puedes apreciarlo con tus ojos-grito alejándose enojado-. Pero cuando te convierta me lo agradecerás.

-Cuando me conviertas?

-Cuando seas un vampiro como yo

No pude evitar soltar una risa nerviosa, cuando se explico. No puedo creer que estuviera enamorado de un enfermo psicópata.

-Así que además de desquiciado, ahora eres bromista-dije entre risas que no tardaron en molestarlo.

Una brisa helada sacudió mis cabellos cuando sentí la presión en mi cuello. Mi cuerpo colgaba en el aire, mientras un fuerte brazo me sostenía sin dificultad alguna. Mis manos lucharon por deshacerse de la agonía por no poder respirar. Pero era una lucha inútil, yo era muy débil y sea lo que sea en lo que james se había convertido me asustaba demasiado.

-Cuida tus palabras, podría romperte el cuello con un solo movimiento y sin el menor esfuerzo-grito lleno de ira, para después abrir su mano y dejar que cayera en aquel viejo colchón.

Mi cuello me dolía demasiado mientras intentaba respirar, a la vez que tosía y mi cuerpo entero temblaba.

-No juegues conmigo Bella-mascullo entre dientes

-Te quiero, pero eso no quiere decir que no pueda hacerte daño.-me advirtió acariciando mi cabello con brusquedad.

Otra vez busque mi rincón y me acurruque en el.
Porque no terminaba esta pesadilla?, porque James no dejaba de torturar mi vida de una vez por todas?

-Deja de llorar!!-grito con furia y podría jurar que las paredes temblaron cuando hablo.

La puerta de metal se abrió con un golpe sordo

-Tenemos compañía James, tu tiempo se acabo-dijo una voz muy grave.

-Que rayos dices?, planee muy bien esto y se supone que todo estaba despejado Simon.

-No son los Cullen y cuando me contrataste, no mencionaste que los hijos de la luna estarían involucrados en esto.

“Los Cullen”

-Te pague y aun no la he convertido.-gruño James

-Ya cumplí con mi parte del trabajo y no tienes tiempo en transformarla o acaso piensas correr con ella mientras se retuerce de dolor?

-Maldita sea, estas seguro que son esas bestias?, hace cientos de años que no se sabe nada de eso.

-Son cuatro y en un minuto arribaran…adiós

La puerta volvio a crujir con fuerza.

-No puedes dejarme Simon!!-grito James arrogando algo contra una de las paredes.

-Tengo que sacarte de aquí, no se cuando tendré otra oportunidad-murmuraba furioso.

Todo el lugar se lleno de un ruido que no había escuchado jamás en una ciudad como esta. Gruñidos, aullidos y grandes pisadas de lo que se suponían eran de grandes animales. Se oían en los techos y por todo el edificio.
James me sostuvo en brazos con mucha fuerza, sentía que se movía frenético y estudiaba por donde huir conmigo. Por lo que escuchaba era algo imposible, con esos perros que venían por el. Su dialogo solitario era lo mas aterrador y espelúznate que escuche en años. Y eso que solo había oídos algunas historias de terror, pero solo en compañías de mis viejos amigos en Jacksonville.

James sopesaba la posibilidad de saltar conmigo por la ventana. Eso era algo desquiciado e irreal. Como lograría hacer algo así, estaba completamente loco y solo hablaba tonterías. y todas las estupideces que me dijo hace unos minutos…
Un vampiro?? Eso no era real, no existía. El solo estaba loco.
Si, tenía una fuerza extraña o sobrenatural. Pero tal vez estuviera drogándose o tomando esteroides. Todo era una absoluta y completa locura.

-Si se lastima con algún vidrio y su piel se desgarra no podré controlarme. Consumiré su deliciosa sangre por completo. No, no puedo hacer eso. Es mía y lo será por toda la eternidad- gruño antes de arrojarme otra vez sobre aquella cama.

La puerta fue abierta o sonó como la hubieran derribado. Un ensordecedor aullido lleno el cuarto y tuve que taparme mis oídos, mientras me acurrucaba en mi rincón.

-Pronto nos veremos Bella-grito James antes de que unos cristales crujieran y cayeran al piso.

Los gruñidos se intensificaron y las paredes temblaron cuando algo que presumí que era de gran tamaño choco contra ellas.
Ya no lo soportaba mas, mi cuerpo temblaba de forma frenética y los sollozos salían de mi garganta. Sabia que iba a morir y no era justo, no lo merecía. Porque a mi?

Unos brazos calidos me rodearon y luche contra ellos sin poder zafarme. No me matarían tan fácilmente.

-Bella soy Jake, tranquilízate, nadie te lastimara.

-Jacob?!- pregunte confundida

-Si soy yo, todo esta bien lo prometo.

Lo abrase con fuerza mientras liberaba todo mi temor y sufrimiento. Mi amigo me sostuvo con fuerza y acaricio mi espalda una y otra vez.

-Sácame de aquí, el quiere matarme y llevarme con el. No lo dejes, por favor!!-grite desesperada.

-No lo permitiré ahora estas a salvo… Vamos-dijo cargándome en sus brazos con un solo movimiento

-Donde están los animales, el dijo que venían aquí!, yo escuche algo..

-Shss…tranquila todo esta bien.-repetia muchas veces, como si fuera una niña pequeña.

Apoye mi cabeza sobre su amplio pecho, mientras dejaba que Jake cumpliera su promesa y me sacara de ese lugar. Afuera hacia mucho frío, pero no lo sufrí demasiado en brazos de mi amigo. Más voces se unieron a mí alrededor.

-Lo perdimos Jake-dijo un agitado Quil.

-Maldito chupasangre-gruño Jacob cuando el fuerte chirrido de un vehiculo sonó muy cerca nuestro.

-Bella!!-escuche gritar a Nessie frenética mientras me envolvía en su abrazo.

Después de volver a llorar con mi mejor amiga, subimos al auto de Jacob y nos pusimos en marcha de regreso a casa. Durante todo el camino Renesme y Jacob me torturaron con montones de preguntas, que no sabia como responder.
Tenia un fuerte dolor en mi cuello y en mis costillas, donde James me había apretado con fuerza. Nessie sonó muy afectada cuando me reviso. Apenas escuche cuando le decía a Jacob que tenia el cuerpo llenos de moretones. Apenas pude mantenerme conciente cinco minutos que caí desmayada en brazos de mi amiga.

Cuando llegamos, fui consiente que no nos hallábamos en mi casa. Nos dirigimos directamente a casa de Sam, donde todos mis amigos de reunieron para hablar con el. Emily, me preparo un te de hiervas extrañas para que me tranquilizara y paso un ungüento por mi cuello, para luego cubrirlo con una pañuelo. Por bien de Charlie, me recomendaron que no me lo quitara, ya que se preocuparía por mí. Afortunadamente no podía ver mi cuerpo y horrorizarme, como lo hicieron mis amigas. Pero lo que no ignoraba era el dolor que sentía en el.

Las preguntas regresaron, otra vez por parte de Jacob y ahora también de Sam. Querían saber todo sobre James y cualquier detalle que pudiera recordar sobre mi breve secuestro. Desde que desaparecí del café hasta que me hallaron en ese almacén habían pasado solo 45 minutos. No comprendía como había sido posible, pero yo estaba muy nerviosa e intranquila y por eso para mi fueron varias horas en vez de ese lapso tan corto.
Pero lo que no pasaba por alto era el echo de Jacob y sus amigos llegaran tan pronto después de que se comunicará con Nessie. Ese detalle no tenia ni pies ni cabeza. Algo me ocultaban, y estaba cansada de todas esas mentiras y secretos. Así que me puse firme en no continuar hablando hasta que no supiera a lo que me estaba enfrentando.
Mi negativa hizo que debatieran y llegaran a la conclusión que era necesario que supiera la verdad.

Desde niña acostumbraba a escuchar diversas historias. Algunas eran de princesas, otras de dragones o hadas. También me gustaban las de terror en compañía de mis amigos aquellos fin de semana en que acampábamos en el jardín de mi casa. Sin embargo todas eran “eso”, simples cuentos fantásticos que únicamente se podían leer en un libro o mirar en la televisión. Nunca tuve miedo, porque era conciente que la ficción y la realidad no se podían unir. No debes temer, ni escapar de lo que no existe.

Por tal motivo, era ilógico que creyera y confiara en las palabras de Sam y en todas las leyendas de la tribu Quileute que supuestamente eran verdaderas. Los lobos eran parte fundamental de la reserva, y se encargaban de protegernos y cuidarnos de los fríos o mas precisamente de esos asqueroso chupasangres, como Jacob no se cansaba de repetir.
Renesme aseguraba que cada palabra que escuchaba era autentica y que no me estaban jugando una broma de mal gusto. Mi vida corría peligro y por tal motivo debía ser consiente a lo que me enfrentaba, para que de esa forma la manada pudiera ayudarme.

Yo no hacia más que negar con mi cabeza, y repetir que eso no era autentico, que lo que mi cerebro trataba de procesar no existía. Eran cuentos, historias para asustar a los niños pequeños.

-Ok yo te lo mostrare, puedo controlar mi transformación con bastamente facilidad-escuche decir a Jake.

No dije nada, para mis todos estaban locos. Nessie permaneció a mi lado, mientras yo esperaba a que alguien me dijera que solo bromeaban. Pero de un momento a otro el suelo tembló. Fue como si algo pesado hubiera caído de repente a pocos metros de donde me encontraba sentada.

-Ve despacio Jake-escuche decir a Nessie.

Como respuesta obtuvo un pequeño aullido. Instintivamente temblé, al recordar el almacén y todos esos ruidos que volvieron frenético a James.

-Tranquila Bella, el no te hara daño.-dijo mi amiga tomando mi mano temblorosa.

-Ahora vas a acariciarlo-susurro

-Que! Que voy a tocar?!-dije escondiendo mi mano.

-Es Jacob en su forma lobuna, no te hara nada…no tengas miedo-susurro.

Algo húmedo toco mi otra mano. Era calido y mojado, como una enorme lengua. Temblé otra vez cuando Nessie aprovechado mi distracción tomo otra vez mi mano y la deposito sobre aquel pelaje suave y caliente. Mi amiga continúo desplazando mi mano sobre aquel enorme animal. No fue difícil darme cuenta de ello, a medida que mi cuerpo se estiraba para abracarlo de una punta a otra. Toque sus enormes orejas y su gran hocico. Accidentalmente sentí sus puntiagudos dientes y me encogí otra vez.

-Ja..Jake-balbucee confundida.

Sentí como lamia otra vez mi mano y Nessie me instaba a que lo tocara otra vez. A los segundo sentí como el suelo vibraba otra vez y de pronto el cuerpo que tenia bajo mis manos desapareció. Una piel suave y ardiente la sustituyo.

-Bueno Bella ahora nos crees?-pregunto Jacob divertido.

-Creo que si...-Susurre tocando su espalda.

-Bien ya es suficiente, no necesitas ir mas abajo Bella-dijo Nessie

Retire mi mano con brusquedad cuando comprendí a lo que se refería.

-Tápate Jacob, deja de ser exhibicionista-río Embry.

Luego de ser participe de toda esta locura y corroborar que no me engañaban. Vino la otra parte de la historia. Los Cullen. No sabia que rumbo tomaría su dialogo acerca de ellos. Lo que si era un hecho, era el profundo rencor que todos compartían hacia mis amigos. Sus enemigos por naturaleza.

-No pueden ser vampiros, eso no…-me detuve cuando diría que eso no existía.

Hace media hora mi amigo se había convertido o mutado en un gran lobo. Porque Alice o Edward no podían ser vampiros?

-Pero ellos nunca me han hecho daño-murmure

-Afirman ser distintos y se alimentan de animales, pero no todos son como ellos. La mayoría son sanguinarios, sin ningún aprecio por la vida humana. Tu ex pareja, el tal James es uno de ellos. Hace un par de años paso por aquí y mato a muchas personas en su camino. Y ahora te quiere a ti Bella, desea que seas un monstruo igual que el.-sentencio Sam.

-Es por eso que no queremos a los Cullen, y no nos gusta que te juntes con ellos. Su naturaleza siempre esta y quien dice que un buen día no puedan detenerse y matarte.-dijo Jacob

Un profundo dolor se junto en mi corazón. Me dolía pensar en esa posibilidad. No quería alejarme de mis amigos. Alice, Esme, Carlisle, y todos se portaron muy bien este y ultimo tiempo. Y Edward…hasta el ya me había aceptado y había confesado que quería ser mi amigo. Porque me tendría que alejar de ellos ahora?

-Quiero ir a casa-susurre

Jacob y Nessie regresaron conmigo. Los amigos de Jacob iban a vigilar mi casa y a cuidar de mí, siempre y cuando yo cooperara y me alegara de los Cullen. No pude ocultar mi malestar a Charlie, quien dijo que me veía cansada y triste. Nessie solo menciono que estábamos agotadas por nuestro repentino paseo y luego se quedo conmigo en mi cuarto hasta que me quede dormida.

Las pesadillas, como siempre pasaba cada vez que James irrumpía en mi vida, no se hicieron esperar y a mitad de la noche desperté sudorosa y muerta de miedo.
Que pasaría si James, venia por mí. Que le sucedería a Charlie? A Nessie o Sue?. Moriría algunos de mis amigos por mi culpa?.

-Puedo entrar?!

Me asuste cuando su voz me tomo desprevenida.

-Que haces aquí?

-Vine a hablar contigo Bella.

-Entonces me dirás la verdad, sobre porque tu y tu familia me engañaron.

-Si.

-Pasa Edward o prefieres que te llame vampiro?

Capítulo 4: UN GRAN DOLOR Capítulo 6: NO ME APARTES DE TU LADO

 
14444229 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10761 usuarios