a traves de tus ojos

Autor: darydeth
Género: + 18
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 03/01/2013
Finalizado: SI
Votos: 17
Comentarios: 17
Visitas: 45278
Capítulos: 20

 

Después de un terrible accidente, el mundo de Isabella Swan y todo lo que la rodea se convierte en una terrible oscuridad. Ella tendrá que aprender a ver el mundo de otra manera y lo lograra de la mano de un misterioso joven el cual guarda muchos secretos

 

 

 

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Capítulo 11: DESICIONES

hola chic@s disculpen la tardansa espero que les guste aqui les dejodos capis nuevos 

CAPITULO 11: DESICIONES

POV: EDWARD

“La vas a lastimar otra vez”, “eres un monstruo”, “detente”

Esos pensamientos me atormentaban mientras cubría el frágil cuerpo de Bella con el mío. Aun cuando quería alejarme no podía hacerlo o no quería llevarlo a cabo. El calor de su anatomía calentaba la mía, como nunca en los más cien años de existencia, podía haber creído que pasaría. Tanta suavidad contra mi frío cuerpo, era indescriptible. Deseaba a Bella a niveles difíciles de controlar y con una fuerza arrolladora. La amaba…todo se reducía a eso.

La sola idea de convertirla en alguien como yo me enfermaba y me hacia odiarme por causar ese loco anhelo en ella.

“transformarla?”, ni que fuera tan fácil como ella pensaba.

-N no…no es justo-gimió hundiendo sus uñas en mi espalda.

-Te hago daño?-pregunte intentando descifrar sus confusos pensamientos. Era común en Bella, confundirme con lo rápido que trabajaba su mente cuando estaba excitada.

-No…solo me…me molesta que quieras distraerme apropósito.

Bien, la sutileza había quedado a un lado en el momento en que había arrancado su ropa y la mía.

-Habla con migo Edward-susurro acariciando mi rostro.

-Se lo que me vas a pedir Bella y no puedo-dije con la voz increíblemente tensa.

-Porque?

Porque?, ni siquiera tendría que preguntarme los motivos.

Me aparte a regañadientes de su cuerpo. Quería hacer pedazos algo y liberar la rabia que llevada dentro, destrozar algo seria una buena idea necesitaba descargar la frustración y mi enojo.

-Quiero estar contigo para siempre-murmuro con timidez.

Lo peor era que yo quería lo mismo y deseaba transformarla y comportarme de forma más egoísta, con ella.

Con un suspiro me senté contra el respaldar de la cama. Bella, me imito, temblando ligeramente y abrazándose a si misma. Era un idiota ella se estaba pasando frío, en tanto yo perdía tiempo con mi enojo. Me incorpore y subí la calefacción del cuarto, tome una frazada del suelo y regrese al colchón, para adoptar la misma posición.

-Ven aquí amor-dije sentándola en mi regazo, cubriéndola con la manta.

La dolorosa erección que se hallaba en mi entrepierna tendría que esperar un poco, pensé notando el contacto de nuestros cuerpos desnudos.

-Te amo Edward-musito un poco enojada contra mi pecho.

-También yo, por eso me cuesta mucho tan solo pensar en quitarte algo tan importante como tu alma.

-Hablas en serio?, eso es tan anticuado…yo solo quiero estar contigo para siempre. Dejar de ser una carga para ti y para todos los que me rodean-gruño acariciando mi pecho.

-No seas ridícula Bella, te he repetido mil veces que no eres una carga para mi. Amo cuidarte y estar pendiente del más mínimo deseo, de cada cosa que te haga falta. Estar contigo es el mayor regalo que me ha dado la vida.

-No lo soy…no soy tonta Edward. Crees que no me doy cuenta que te pones un freno para no lastimarme cuando me besas o me acaricias. Hace unos minutos, fue la primera vez que te sentí libre, que te dejabas llevar. Me besabas de forma frenética y sin tanto cuidado…me gusto que fuera así.

-Bella no sabes lo que dices yo…

Ahora fue ella la que me sorprendió al acallar mis quejas con un beso. Gimió muy fuerte cuando su lengua se encontró en un baile desenfrenado con la mía. Sus manos fueron a mis cabellos y se perdieron en suaves círculos en mi cabeza. Las mías viajaron a su espalda desnuda y la apretaron con fuerza contra mi torso.

-Quiero que no tengas miedo al hacerme el amor-dijo mordiendo mi labio inferior.

Quise decirle que se equivocaba, pero ella se dispuso a besar mi cuello como jamás lo había echo antes. Aun con su mente echa un lío, sabia perfectamente, lo que proponía. Ella estaba utilizando las mismas herramientas, de las cuales me había aprovechado yo hace unos minutos.

“Cuando había perdido el control de la situación”

-Por favor Edward, cámbiame-suplico tomando el lóbulo de mi oreja con sus dientes-Todo será mas fácil, cuando no sea tan frágil, lo se…-gimió contra mi cuello

-No lo sabes…yo si-masculle entre dientes.

-Voy a morir, envejeceré o me enfermare… quizás no tenga tanta suerte y James me mate.

“Como podía ser tan cruel conmigo. Sus palabras eran peor que cualquier dolor que hubiera expresado alguna vez”.

-No vuelvas a decir eso-pronuncie cada palabra con lentitud mientras sostenía su rostro entre mis manos.

No imaginaba un sufrimiento tan insoportable y profundo como el de perder a mi Bella. Todo había cobrado sentido a mí alrededor cuando ella apareció en mi camino. Ahora cuando miraba sus ojos apagados, comprendía que era tiempo de tomar la decisión más importante para los dos. Una que odiaba y amaba a ala vez.

-Que pasara con nosotros Edward?-pregunto apoyando su frente con la mía

-Te amare toda la eternidad-susurre acariciando su cabello

-Eso significa que me querrás aun cuando ya no este?

Cerré mis ojos y me imagine por unos segundos no tenerla así a mi lado, no poder tocar su cálida piel, oler ese aroma dulce que me trastornaba, nunca mas hacerle el amor y escuchar como disfrutaba entre mis brazos.

-No podría vivir sin ti y soy muy egoísta por querer vivir siglos a tu lado. Así que aun con mis miedos e ideas según tu anticuadas,…te Transf... te transformare-dije con dificultad.

Bella me beso y me abrazo pegándose a mi cuerpo. Luego las lagrimas descendieron por sus ojos del color del chocolate, de forma desconsolada.

“Acaso no era lo que tanto deseaba?”

-Porque lloras ahora Bella, no era eso que querías?

-Si, estoy feliz… pero también quiero que tú lo seas

-Lo soy si tu lo eres-murmure besando su mejilla

- Creo que tendremos que trabajar en esa felicidad, porque tu voz no me convence demasiado.

¿Como podía ser feliz con transformarla?

-Y que propones?-pregunte olisqueando su cuello de forma juguetona. Tendría que distraerla de nuevo.

-Mmm…sorpréndeme

Si había algo que me volvía completamente loco, era el dulce aroma de Bella. Era demasiado atrayente, dulce y desde que habíamos echo el amor por primera vez, algo afrodisíaco.

Con mucha facilidad, la tome por su cintura, elevándola para acomodarla a horcadas sobre mi cadera. Bella gimió cuando nuestras pelvis se encontraron. Su excitación se hizo presente con esa humedad y aroma particular que caracterizaba. Su boca se deslizo por mi torso, regalándome los besos más dulces y sensuales. Mi mente ya me abandonaba y viajaba a rumbos descocidos, en tanto preciosa humana titubeaba sobre los próximos movimientos.

Ella era la mujer más hermosa y sensual que había conocido. Cada sonido de placer que salía de su boca, era una descarga dolorosa para mi entre pierna. Tenia que poseerla ya mismo, no soportaría demasiado sin sentirla completamente. Además, mi familia no se ausentaría por mucho tiempo.

Tome uno de los pezones de Bella y estimule su punto de placer en lentos círculos, a la vez que succionaba su pecho. Poco a poco los pliegues de su vagina se fueron humedeciendo completamente, palpitando con el más mínimo contacto de mis dedos. Tomándola por sus caderas, ubique mi miembro en su centro. Me deslicé con suavidad en su interior, llenándola completamente y escuchando como jadeaba complacida al recibirme.

-Te amo-murmure tomando su boca con urgencia

Bella gimió mientras nuestras bocas se fusionaban hambrientas. Comencé a mover sus caderas en movimientos ascendentes y descendentes, adentrándome más en cada penetración. Su aliento se mezclo con el mío a medida que repetía la acción. Amaba su cuerpo, su piel, su cabello…valió la pena cada año, cada década de soledad, por encontrarla al fin

-Estoy bien…no te reprimas-murmuro besando mi piel.

-No lo hago-mentí intensificando los movimientos

Bella no sabia lo que me pedía. Si por un minuto intentara seguir mis instintos ella podría salir lastimada de gravedad. Lo que le hacia en estos momentos, no era ni la mitad de lo que en verdad quería llevar a cabo. A duras penas mantenía un control de mi cuerpo, y debo decir que me costaba demasiado refrenarme.

Pronto llegaría al límite y necesitaba descargar esa energía. Tome las manos de Bella y las lleve a mis hombros. Sus uñas se clavaron en mi dura piel, cuando atravesó su orgasmo. Segundos después me uní a ella, en el placer mas increíble que podría existir, ni siquiera cuando bebía sangre me sentía tan satisfecho.
Mis manos se aferraron al colchón, desgarrándolo, mientras mis caderas se elevaban por si solas con tremendo goce. Continúe moviéndome unos momentos mas, mientras Bella recargaba su cabeza en mi pecho. El hermoso latido de su corazón, fue todo lo que escuche con atención, en tanto mi propio placer se consumía poco a poco.

“Pronto seré como tu y no tendrás que preocuparte por mi”

No entendía porque se sentía tan feliz, de ser como yo. Creo que me costaría llegar a comprenderlo algún día. Ahora lo único que me reconfortaba, era que no la había herido y otra vez había salido ilesa de nuestro encuentro. En el fondo esperaba que los moretones, fueran menos que la última vez.

-Mmm…gracias Edward, no sabes cuanto te amo-aseguro abrazándome con fuerza.

-Lo se amor, y el echo que me aceptes y quieras unir tu vida a mi para siempre me lo confirma-dije acariciando su espalda desnuda.

-Cuando me trasformarás?-pregunto inquietándome un poco.

-Ya acepte Bella, solo dame un respiro y disfrutemos de este momento, por favor

-Solo quiero saber si será pronto?

-Después que nos casemos-asegure acomodando unos mechones rebeldes detrás de sus orejas.

-Me estas pidiendo matrimonio?-pregunto sorprendida

-Si, hubiera querido que fuera de otra forma, mas romántico y especial, no lo se darte un anillo. Pero nada entre nosotros ha sido fácil y no quiero perder más tiempo. Que dices?

-Que es una buena de cerrar con broche de oro lo que acabamos de hacer-sonrío besando mi nariz-Y ya quiero ser una Cullen mas…quiero ser tu mujer para siempre, para toda la eternidad.

-Bella…ya eres mía, solo mía… para siempre-puntualice dándole un gran beso que sellara nuestro pacto de amor.



Bella descansaba agotada en el, ahora arruinado colchón. Varios resortes se habían salido y casi había arrancado gran parte de el, cuando atravesé aquel éxtasis maravilloso.

“Edward te necesitamos en la sala”-Pidió la voz mental de Alice.

Me incorpore de la cama, fui por mi ropa y tome un pequeña ducha. Mi familia ya se encaminaba de regreso a casa, luego de proteger nuestras tierras. Toda la noche habían estado patrullando a varios kilómetros a la redonda. James estaba cerca, pero aun no había tomado ninguna decisión. Sin embargo eso no significaba que me quedara tranquilo. Emmett y Jasper habían seguido el efluvio de dos extraños vampiros, lo que nos puso alerta en las últimas horas.

-Que novedad hay?-pregunte cuando baje a su encuentro

-No muchas, las visiones ahora son borrosas y algo inestables-bufo Alice molesta.

-No es buena idea que el chucho y su compañera vengan aquí, en estos momentos-gruño Rosalie.

-Son los amigos Bella, Rose. Ella ha estado muy triste y con ellos se va a distraer

“Edward, no creo que haya estado muy triste hace unas horas… Te sacrificas bien distrayéndola con tus métodos particulares”

Un pequeño rugido broto de mi pecho, cuando termine de oír en mi cabeza, los incómodos pensamientos de Emmett.

-Cállate-Gruñí concentrándome en las imágenes mentales de nuestros invitados.

Los intrusos eran una pareja. La mujer era una morena de escasa estatura, con cabellos broncíneos y lacios. El hombre era tan robusto como Emmett, de una tez muy blanca y cabellos rubios rizados. Nunca los había visto antes, en todos mis años de cruzarme con muchos de nuestra especie.

-Buscaban a Bella?

-Parecían estudiar la zona y cuando se percataron de nuestra presencia desaparecieron rápidamente.-indico Jasper

-A lo mejor solo eran extraños y los atemorizo que fuéramos mucho-dijo Esme

-No lo creo, de lo contrario se hubieran detenido cuando intentamos hablar con ellos.-contradijo Carlisle.

Por un momento en sus pensamientos pude ver algo de confusión.

-Crees que pueden tener algún don?

-No lo se, si Eleazar hubiera estado allí, lo sabríamos con seguridad.

Eso no me gustaba nada. Sabía que muchos vampiros portaban de facultades letales y peligrosas para nosotros. Lo mejor seria buscar refugio en otra parte. Pero donde podíamos huir?. Me estaba cansando el juego de James, lo que quería era cortarle la cabeza de una vez por todas.

Días después…

-No no iras Bella, quiero que te quedes aquí segura. Alice y Jasper irán por Jacob y Renesmee-masculle entre dientes

Me iba a volver loco, si no dejaba de ser tan testaruda, comprometiendo su seguridad. A toda costa quería ir a recibir a sus amigos al aeropuerto y darles la sorpresa. La sola idea de exponerla, hasta que no acabáramos con el maldito monstruo que quería hacerle daño, me trastornaba.

-Por favor Edward…compláceme-murmuro haciendo un falso puchero.

No sabía si reírme o gritar por sus intentos de convencerme. Era tan transparente que leía a la perfección cada uno de sus actos. Además de que en mi mente ella me gritaba cada uno de sus pensamientos.

-Es peligroso-asegure sosteniendo su rostro entre mis manos.

-Dijiste que los extraños no habían aparecido y Alice no ha visto nada últimamente.

-Tu misma lo estas diciendo, Alice no puede ver mucho con tu amigo cerca, sabes que los licántropos interfieren en las premoniciones. Eso nos quita ventajas.

-Solo serán un par de horas-insistió rodeando mi cuello con sus manos

-No

-Porqué?

-Te lo dije Bella no quiero que te pase nada y …

-Bésame-exigió tomándome por sorpresa

-Que?

-Quiero que me beses-repitió insistente


Pose mis labios en los suyos con cautela, esperando su reacción e intentando leer su propósito. Bella sonrío contra mi boca y gimió pegando su torso al mío. Su dulce cavidad se abrió a la mía dándole la bienvenida a mi lengua en un beso que subió de intensidad en segundos. Me olvide de la discusión y me deje llevar por su sabor y la melodía de sus jadeos, mezclados con los latidos de su corazón.
Amaba con todo mi ser a mi frágil y cálida humana. Ella era todo lo que podía desear y querer en esta existencia. Solo Bella importaba, solo ella.

-Me dejaras ir?-jadeo intensificando el movimientos de sus labios.

-Bella yo no…- sus dedos jalaron mi cabello y se pego mas a mi torso. Percibí sus endurecidos pezones y el olor de su excitación cuando se pego más a mi pecho. Me estaba volviendo loco.

-Di que si-gruño impaciente.

Ok, era un maldito vampiro enamorado que no podía negarle nada a la mujer que amaba.

-Esta bien-respondí entre dientes.

Bella sonrío contra mi boca de forma triunfante antes de separarse.

-Tramposa-dije intentando sonar enfadado.

-Vamos se hace tarde-respondió abrazándome con fuerza.

Suspire resignado y tome las malditas llaves de mi coche.
Alice y Jasper nos seguirían detrás, para intentar tranquilizarme, sobre lo que iba a hacer. Si, era un vampiro impulsivo y controlador con la seguridad de Bella, pero no iba a cambiar nunca eso.

Solo me apaciguaba un poco ver la enorme sonrisa en su rostro cuando emprendimos el viaje al aeropuerto. Me tenía hipnotizado con sus pensamientos, se sentía muy emocionada por ver a Jacob y a su mejor amiga. Por un breve momento percibí una punzada de celos, al saber cuan importantes eran ellos en su vida.

-Bien, lo bueno de todo esto es que estas muy contenta.

-Si, extraño mucho a Renesmee y Jacob. Además ahora tengo muchas noticias para compartir con ellos.

Me sentí orgulloso y feliz con sus pensamientos. Contaba los días para que se llevara a cabo lo que pasaba por su cabecita

-Así como cuales?-insistí simulando desconcierto

-Nuestro casamiento, los preparativos y todas esas cosas que emocionan a las mujeres-aseguro sonrojándose.

-Te amo-dije robándole un beso


“! Edward… ¡”


El llamado de atención llego muy tarde. Algo impacto con fuerza sobre el capo del automóvil y el vehículo se sacudió. Apenas tuve tiempo de cubrir el cuerpo de Bella con el mío, mientras el auto giraba y rebotaba descontrolado.
Los gritos de Bella, resonaron dentro del vehículo cuando este al fin se detuvo. De forma frenética desgarre una de las puertas y arranque el cinturón de seguridad de Bella, para liberarla de allí.

El tanque de gasolina estaba roto y el líquido inflamable se iba esparciendo bajo de nosotros. Cuando estuvimos fuera me di cuenta que ella estaba bien, solo un poco perdida y desorientada pero no lastimada por fortuna.

-Que sucedió?

-Nada, todo esta bien-mentí viendo como la pareja de vampiros que hace días nos había espiado luchaba con Alice y Jasper.

No sabia que hacer, no podía dejar a Bella sola, mientras ayudaba a mis hermanos.

-Sabias que esto iba a pasar tarde o temprano-gruño James a unos cuantos metros de nosotros.

Bella se aferro a mí en cuanto escucho su voz. Temblaba de forma descontrolada por miedo a que se la llevara.

-El no te hará daño, no se lo permitiré-masculle intentando tranquilizarla.

-No hagas promesas que no puedes cumplir Cullen.

-Thomas, ya sabes lo que tienes que hacer.

Un vampiro apareció entre las sombras. El maldito había transformado a un niño, quien estaba más aterrorizado y confuso que Bella. Como fue capaz de llevar a cabo un acto tan macabro?.

-Ahora todo volverá a su lugar como tiene que ser- dijo antes de saltar sobre mi.

Apenas tuve tiempo de apartar a Bella del camino, mientras me disponía a interceptar el golpe de James. Caímos con un fuerte golpe sobre la carretera cubierta de nieve. Mis hermanos continuaban luchando con lo pareja de vampiros, ellos eran muy hábiles y usaban sus dones para confundirlos. Mis ojos se abrieron cuando Alice se volvió en contra de Jasper. Ella estaba confundida y no lo veía con claridad.

James me propino un fuerte golpe en mi abdomen, alejándome unos cuantos metros de Bella. Ella gritaba, mientras el niño la sujetaba y colocaba algo en su boca. Con una furia descontrolada, me abalance hasta ellos, pero alguien me lo impido con un fuerte golpe.

-Te dije que lo lamentarías- gruño Tanya contemplando a Bella con odio

-Niño termina el trabajo-le ordeno

James, me sostuvo por mi cuello inmovilizando mi cuerpo.

-Despídete de tu Bella- dijo en mi oído

El joven vampiro, sin ninguna complicación tomo a la mujer que amaba en brazos y corrió por el bosque, perdiéndose entre la naturaleza.

 

Capítulo 10: Acercamiento Capítulo 12: DESESPERADO

 
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