a traves de tus ojos

Autor: darydeth
Género: + 18
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 03/01/2013
Finalizado: SI
Votos: 17
Comentarios: 17
Visitas: 45272
Capítulos: 20

 

Después de un terrible accidente, el mundo de Isabella Swan y todo lo que la rodea se convierte en una terrible oscuridad. Ella tendrá que aprender a ver el mundo de otra manera y lo lograra de la mano de un misterioso joven el cual guarda muchos secretos

 

 

 

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Capítulo 2: FAMILIA CULLEN

CAPITULO 2: FAMILIA CULLEN

POV: BELLA

Desperté con un fuerte dolor de cabeza y tenia unas ganas repentinas de vomitar. Como siempre todo se encontraba oscuro a mí alrededor. A pesar de que ya hace tiempo que convivía con la penumbra, nunca me acostumbraba a ella. Digamos que solo intentaba soportarla y trataba de tomar las cosas con calma.

Estaba desorientada, los olores a mi alrededor no eran para nada familiares. En un segundo miles de sensaciones acudieron a mí. Recordé el río, el agua que entraba en mis pulmones para hacer estragos en ellos y quitarme el poco aire que intentaba retener.
Palpe con mis manos a mí alrededor, en busca de algo que me pudiera decir en donde rayos estaba. Me encontraba en una cómoda cama, las frazadas que estaban colocadas bajo mi cuerpo eran muy suaves, al igual que la gran almohada en donde se apoyaba mi cabeza.
Mis vaqueros y mi camisa, habían sido reemplazados por lo que supuse era un vestido y una chaqueta.
Estaba muerta?.No sabia bien la respuesta. A lo mejor me encontraba en un hospital, pero la verdad no olía como a uno. Había pasado bastante tiempo en ellos coma para poder diferenciarlos por su particular aroma.

Con lentitud intente sentarme en la orilla de la cama. Mis pies tocaron el frío suelo, mientras con mis manos tanteaban a mi alredor. Como de costumbre cuando no conocía bien lo que me rodeaba, accidentalmente tire algo al suelo.

-Así que ya despertarte -dijo una voz cantarina

-Don..donde estoy?-pregunte asustada.

-Tranquila, estas en un lugar seguro.. Yo soy Alice-murmuro la joven tocando mi hombro

-Que paso?, en que lugar me encuentro realmente?

-Perdón debes estar muy confundida. Tuviste un pequeño accidente en el río, tragaste mucha agua y si no fuera por mi hermano que se encontraba cerca, las cosas hubieran sido muy diferentes-explico con un tono muy relajado.

Su hermano?, no recordaba que alguien me hubiera sacado del río. Ni tampoco como había llegado a este lugar, sea donde sea en el que me encontraba

-Estoy en un hospital Alice?

-No. estas en mi casa, nuestro padre es el Dr. del pueblo, por eso mi hermano te trajo aquí.

Unos pasos apenas perceptibles se escucharon a mí alrededor.

-Veo que la bella durmiente al fin recobro el conocimiento-murmuro otra bella voz, pero esta vez era masculina.

-El es mi padre Carlisle-dijo Alice

-Hola mi nombre es Bella, gracias por haberme salvado.-murmure en un tono un poco agudo

-Bueno el héroe es mi hijo Edward, pero el no se encuentra aquí.-dijo el doctor en tono tan amable como el de Alice.

-Espero que no falte oportunidad, me gustaría agradecerle en alguna ocasión.-de pronto me pregunte cuanto tiempo llevaría inconciente- Perdón…me pueden decir que hora es?

-Es casi medianoche-menciono el Dr. Carlisle.

-Cielos..mi padre debe estar muy preocupado. Debo irme, donde?.. Alice están cerca mis zapatillas.-pregunte un poco nerviosa. Odiaba sentirme de esta manera, tan vulnerable y perdida.

-Espera Bella, antes quiero examinarte. Tengo estar seguro que te encuentras bien.-insistió el Dr. Carlisle tocando mi hombro, de forma gentil tal como lo había echo Alice.

-Estoy bien, no tienen porque preocuparse. Pero necesito que mi padre lo sepa también.

-Quien es tu padre?, tienes algún numero telefónico?

-Mi padre es el jefe de la Policía Charlie Swan.

Escuche unos pasos que revoloteaban en el cuarto.

-No te preocupes Bella ahora le hablo y le explico todo para que este tranquilo.-me aseguro Alice


Charlie Swan tranquilo al enterarse que su hija casi se muere ahogada. Ni en otra vida eso pasaría.


-Espera es que..no quiero que.. el no debe saber nada del accidente por favor.- Si mi padre se enteraba adiós libertad.

-Porque?-dijo Alice

-Soy ciega. No quiero pensar como reaccionara si sabe esto.-susurre muy angustiada seguro tendría a todo el pueblo buscándome como un loco.

Le explique a ambos que si mi padre se enterara de esto, probablemente permanecería encerrada entre cuatro paredes con tal que no le sucediera nada a su hija.

Mas tarde el Dr Carlisle, que era una persona muy amable, me hizo todos los controles de rutinas para comprobar que estaba en perfectas condiciones para irme a casa. Me estremecí con el contacto se su piel sobre la mía, ya que era muy fría.

Alice era muy dulce y me ayudo con todo lo que necesitaba. Fue la que se encargo de cambiar mi ropa estropeada. Todo lo que llevaba puesto era de ella, me sentía un poco incomoda con esas prendas. La verdad temía arruinarlas con mi torpeza. El vestido y la chaqueta tenían un aroma particular muy dulce y embriagador.

Pronto descubrí que el mismo aroma envolvía tanto al Dr como al resto de la familia. Cuando baje las escaleras en brazos de Carlisle, otras voces se escuchaban en la residencia. La casa olía muy bien. Deduje que estaba decorada con una gran cantidad de flores.

-Hola yo soy Esme-murmuro otra voz femenina, la cual guardaba el mismo tono delicado que Alice. En verdad esta era una familia muy particular.

-Hola soy Isabella, pero pueden llamarme Bella.-sonreí tímidamente

-Me alegra que estés bien Bella. Todos nos preocupamos en cuanto Edward te trajo.

-Gracias, es una pena que no se encuentre, estoy en deuda con el.Y también siento mucho preocuparlos y ser una molestia

- No vuelvas a decir eso, estamos encantados en poder brindarte nuestra ayuda y no te preocupes que nosotros le haremos llegar tu agradecimiento a Edward.

Aun cuando trate de ser cortes, no dejaba de pensar en mi padre y el resto de mi familia. Seguro estarían muy preocupados por mi desaparición repentina. Sin embargo me tranquilice un poco cuando Alice hablo con ellos y les dijo que me encontró en el bosque.

La historia que inventamos fue que me aleje mucho de mi casa y me extravíe. Ella me encontró bajo la lluvia y me trajo a su casa para que pudiera resguardarme y tranquilizarme del pequeño susto que me había llevado. Mas tarde cuando se secara mi ropa, ella me acompañaría de regreso.

Charlie estaba histérico cuando hable con el, lo primero que reprocho fue que debía haberle avisado antes. Mentí y dije que perdí mi celular y que en casa de los Cullen, las líneas telefónicas no funcionaban bien. Por supuesto el no me creyó mucho que digamos. Afortunadamente Carlisle hablo con el, lo tranquilizo diciéndole que estaba un poco nerviosa por todo y el no me dejaba marchar hasta que me tranquilizara.

Esme era la persona más encantadora de este planeta. Alice me cayó muy bien desde un principio. Luego conoci al resto de los Cullen. Emmet es el bromista de la familia. Jasper es más reservado y hablaba poco y Rosalie no hablo mucho. En realidad solo me dijo un hola y se disculpo alegando que tenía muchas cosas importantes que hacer.

Una hora más tarde me dirigía de vuelta a mi casa. Ya tenía otra vez mi ropa, pero en una bolsa llevaba la que Alice me había prestado incluidos un par de zapatos. Según ella ahora eran míos ya que me quedaban perfectamente. Es por demás aclarar que no pude rechazar el regalo, resulto ser una personita muy persistente, de esas que siempre se salen con la suya.

Papa me abrazo muy fuerte enguanto atravesé la puerta. Su reacción fue un tanto exagerada, pero no pude evitar corresponder a su abrazo. Después de todo había vuelto a nacer, no se si estuviera viva si el destino no intervenía de esa forma.

Mi nueva amiga no pudo librarse de también de todos los agradecimientos de mi padre. Ya era muy tarde y Sue, Charlie y Nessie se fueron a dormir, después de un día cargado de tension.

-Gracias Alice otra vez-dije cuando la acompañe a la puerta.

-No tienes ni que mencionarlo Bella, espero nos veamos otra vez

-Será un placer, ya te considero una amiga si es que tú también lo deseas.

-Por supuesto, ya tengo tu teléfono cualquier cosa hablamos.

-Si. Pero quisiera si tu hermano regresa..no se… tengo que agradecerle

-Veré que puedo hacer-dijo antes de marcharse.

Esa noche volví a tener esa maldita pesadilla del accidente. Pero fue algo diferente. Después de chocar en el auto de James, una extraña sombra se acercaba a mi y me decía al oído que me iba a cuidar siempre. No tendría que tener miedo otra vez, el seria mi protector.

****
Cuando desperté en la mañana, mi cuerpo me dolía un poco. Supongo que al relajarse los músculos completamente, ahora me pasaban factura correspondiente por todos los golpes. Me molestaban mi codo izquierdo y mis piernas.

Eran las 9:15 hs de la mañana. Me desperece un poco y fui a mi baño a asearme. En cuanto salí al pasillo unos murmullos captaron mi atención.

-Porque demonios Bella estaba en casa de los Cullen?. Charlie tendría que haber ido a buscarla urgente-dijo Jacob usando un tono nada amable.

-Sabes muy bien Jake que mi tío desconoce todo ese mundo sobrenatural-susurro Nessie

Mundo sobrenatural?, a que se refería Nessie con eso, me preguntaba mientras trataba de no hacer ruido y porque a Jakob no le gustan los Cullen

-Tienes que estar atenta y no dejar que Bella se vuelva a cruzar con esa gente nunca-mascullo Jacob entre dientes

-Y que se supone que le diga?.. yo no puedo prohibirle nada sin darle un motivo

-Lo se.. Pero es por su propio bien, además si esa Cullen ya estuvo aquí anoche, ya me imagino que pasara si se hacen amigas..

-Ya jake dejemos de hablar de eso, por que no aprovechamos que estamos solos y subimos un rato a mi cuarto-murmuro Nessie cambiando totalmente el tono de su voz.

Ya era evidente que las cosas entre esos dos cambiarían en segundos.

-Es importante Ness, no los quiero cerca de ti sabes bien lo que son-murmuro Jacob.

-Mmm insisto vamos a mi cuarto..Levántate de esa silla

Unos ruidosos besos siguieron a continuación, seguido de un movimiento de sillas y un golpe sordo sobre la mesa.

-Hey.. no vamos a hacerlo sobre la mesa-se quejo jadeante Nessie.

-La última vez no te quejaste-escuche a un Jacob un poco jadeante

-Bella esta en su cuarto no seas tonto, no deseo que escuche todo esto.-susurro renesme

-Ok solo déjame darte un par de besos más.. y sabes una cosa, me encanta como te ves en esta posición.

-Jake basta vamos a mi habitacion ahora.

Ese era mi pie para regresar al cuarto, ya que no quería ser una entrometida.

A los segundos escuche los ruidos de las escaleras y las ruidosas risas de Renesme.

-Atrápame si puedes lobo-dijo Ness entre risas.

-Espero que Charlie y Sue tarden si no quieres quedarte viuda antes de tiempo-le aclaro Jake corriendo también para alcanzarla.

La verdad no deseaba quedarme en casa para escuchar a la feliz parejita mientras hacían sus cositas. Con lo que ya había presenciado era más que suficiente.

Tome mi bastón y uno de mis libros preferidos y salí en silencio nuevamente.

-Te atrape-se escucho en el primer piso

-Mmm que miedo-respondió Nessie

-Ya te he dicho que te amo?-susurro Jacob

A continuación una de las puertas del piso superior dio un golpe sordo. Camine hasta la heladera y tome una manzana. Luego me dirigí afuera y camine hasta la parte trasera de la casa.

Ya cerca del bosque me senté a comer mi desayuno. Desde pequeña que venia a esta parte trasera de la casa. Aun sin mi visión, podía guiarme perfectamente con facilidad, siempre cuando contara mis pasos.

Recordé la extraña charle entre la pareja de enamorados. No entendía nada de su conversación y me extrañaba que a Jacob y a Nessie no les gustaran los Cullen. Esa familia era muy amable y el tono de sus voces era sincero, no encontré falsedad en su actitud para conmigo.

Definitivamente esos dos estaban locos. Si eran un par de locos, locos y enamorados. Jacob era sincero cuando le decía a Renesme que la amaba y me alegraba mucho por ella. El era una buena persona y estaba segura que ella no podía haber tenido más suerte.

En mi pecho sentía una gran punzada de dolor al recordar las muchas ocasiones en que James había repetido las mismas palabras. Claro que la diferencia era notable, el no sentía por mi el amor que decía profesar. Sus palabras eran vacías y carentes de significado. Lastima que hizo falta que me quedara ciega para darme cuenta de esto.

Aun tenia presente la mañana que desperté en el hospital. Había estado una semana en coma, y en cuanto mis ojos se abrieron a la oscuridad lo primero que quería saber, era si el estaba bien. Afortunadamente mi madre se encontraba a mi lado y me aseguro que solo había sufrido heridas leves.

Estuve un mes en una cama recuperándome de mis fracturas y de los daños internos. Prácticamente era un milagro que me encontrara con vida. Por lo menos eso decían todos los médicos encargados de mi recuperación.

Los días, semanas y meses pasaron y James ni siquiera apareció para verme. Cuando no tuve esperanzas de que el se presentara, el apareció. Tres meses después del accidente me encontraba en el parque con Ángela, una de mis mejores amigas del instituto. Ella como siempre era muy oportuna y sabia cuando tres eran multitud, asi que nos dejo solos.
Por un momento no sabia que decir. Sentía mucha rabia y alegría por volver a verlo, en realidad por escuchar su voz, ya ni eso me quedaba, a partir de ahora tendría solo el recuerdo de su rostro en mi mente.

Había practicado muchas veces lo que le diría si alguna vez nos encontrábamos. Pero no pude formular palabra alguna en cuanto el se sentó a mi lado.

No quiso saber como estaba, ni como me sentía. El solo se encargo de aclarar que todo había sido mi culpa, que si yo no hubiera sido tan inmadura, no me hubiera pasado todo eso. El no tendría porque haber tomado aquella noche si yo no lo hubiera rechazado. Que no tendría que haberle hecho perder el tiempo conmigo, que necesitaba una verdadera mujer a su lado y no una niña tonta que tenia miedo de hacer el amor con su novio.
Termino de acabar con mi corazón diciendo que las cosas pasan por algo, y esto quería decir que no tenían que estar juntos. Mucho menos ahora en la condición en la que me encontraba, el no se ocuparía de cuidar a nadie. Después de escuchar cada palabra se marcho dejándome sola con todo el dolor que nunca jamás creí poder haber sentido.

A partir de entonces me encerré en mi misma, jamás permitiría que nadie se sacrificara por mí. Con el tiempo me aleje de mis amigos y termine los estudios en casa, no salía a ninguna parte y solo me refugiaba en mi cuarto, en mis cosas. A pesar de todo mama no se dio por vencida y con su esfuerzo y tenacidad logro que asistiera a una institución para ciegos y que hiciera algunas pocas amistades.

Mi psicóloga la Dra. Parker, al igual que mis maestros y compañeros, se encargaron de enseñarme a ver el mundo con los resto de mi sentidos. Descubrí que podía hacer muchas cosas y sobre todo podía valerme por mi misma, sin depender de nadie como tanto temía.

Pensé que la resignación había llegado a mí pero no era así, solo me engañaba como siempre.

Todavía anhelo lo que he perdido, anhelo enamorarme y que me acepten como soy, aun cuando veo ese deseo es inalcanzable. Lo mejor era dejar esos pensamientos a un lado y tratar de seguir con mi vida.

Mientras me ponía de pie, inspire profundamente llenado mis pulmones con el aire puro del bosque. El viento se encargaba de mover las ramas de los árboles y algunas hojas caían sobre mi cabeza.

Caminando entre los arbustos, un ruido llamo mi atención. Estaba segura que alguien estaba muy cerca.

-Nessie?, Jake?

No.Ellos deberían estar muy ocupados en estos momentos pensé.

Otra vez escuche el crujir de una rama, pero esta vez era muy cerca.

Tome mis cosas del suelo rápidamente mientras el gran maullido de un gato capto mi atención. Pero este no era un gato, era una especie de rugido, esto era algo más grande.

-Quédate quieta-me ordeno una hermosa voz masculina.

Con mi corazón latiendo a mil por hora le hice caso a esa voz y permanecí en la misma posición. Los ruidos del animal fueron acallados unos minutos mas tarde. De pronto todo se torno en silencio, hasta el viento se había detenido.

-Estas bien?-pregunto la misma voz

-Ssi, Eso creo..que era eso?

-Era un puma, pero ya me encargue de el

-Se fue?

-Algo así-murmuro tranquilamente.

Algo asi?, que clase de respuesta es esa, cuando un animal como ese puede destrozarte en segundos.

-Quien eres?-pregunte mientras me agachaba y tanteaba a mi alrededor buscando mi libro.

-Soy Edward Cullen-susurro mientras sus frías manos colocaban mi libro sobre las mías.

Capítulo 1: UN NUEVO COMIENZO Capítulo 3: OBRA DEL DESTINO

 
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