a traves de tus ojos

Autor: darydeth
Género: + 18
Fecha Creación: 26/05/2011
Fecha Actualización: 03/01/2013
Finalizado: SI
Votos: 17
Comentarios: 17
Visitas: 45273
Capítulos: 20

 

Después de un terrible accidente, el mundo de Isabella Swan y todo lo que la rodea se convierte en una terrible oscuridad. Ella tendrá que aprender a ver el mundo de otra manera y lo lograra de la mano de un misterioso joven el cual guarda muchos secretos

 

 

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 9: PASION

CAPITULO 9: PASION

 


POV: Bella

Podía sentir en mi cuerpo una extraña combinación de fuego y hielo. El fuego que percibía a unos pocos metros y el intenso calor que recorría bajo mis manos. El hielo, que extrañamente me quemaba con cada caricia. Era raro sentir que todo el cuerpo de Edward fuera… tan helado, pero eso fue solo al principio. Cuando el comenzó a ayudarme, a que una a una, mis prendas fueran desapareciendo. Al contrario de mi, el se desvistió con una velocidad increíble. No sabia si era por la impaciencia de lo que íbamos a llevar acabo, aun con sus miedos y dudas, o porque no deseaba que tuviera una pulmonía.

En cuanto me acompaño bajo la gran cantidad de frazadas, mis brazos se enroscaron en su cuello y mi cuerpo se unió al suyo. Temblé de los pies a la cabeza con ese contacto a causa del frío. Pero todo cambio en segundos, porque en el momento en que mi cuerpo se amoldo al suyo, estalle en llamas. Una corriente eléctrica me atravesó por completo e inmediatamente busque sus labios. Me sentía enfebrecida por sus caricias y por la forma en que me tocaba.

Sus besos y roces eran gentiles y muy tiernos, por momentos demasiados para lo que yo necesitaba y exigía de el. A pesar de que el accediera a estar conmigo, no era difícil notar lo tenso que estaba. Sus movimientos eran mecánicos y con mucho cuidado. Sabia que a su lado yo solo era una frágil humana. Pero no porque se dejara llevar un poco el me mataría. Edward, no podría dañarme y confiaba en el.

-No tengas miedo, no me estas haciendo daño-murmure besando su cuello.

-Es algo que no puedo evitar Bella…

Tome una de sus manos y la guíe a esta uno de mis senos.

-Bella, déjame hacerlo a mi modo si?-jadeo presionando mi pecho.

-Mmm…lo...lo haces muy bien-asegure alentándolo para que continuara.

Quería que explorara todo mi cuerpo, como anhelaba conocer el suyo. A pesar de no poder ver como era el hombre que tenia junto a mi, podía sentirlo bajo mis manos, palpar cada sólido músculo y percibir cada contracción. Su esencia era de lo mas embriagadora, y amaba su perfume, simplemente el era único. Los sonidos que salían de su boca, ya sea gimiendo, soltando el aire de golpe y gruñendo cuando acariciaba su espalda, me decían que hacia un buen trabajo.

Su lengua helada me producía pequeños escalofríos por donde lamia, era una combinación de lo más placentera.

El recorrió con mucho cuidado mi mandíbula y bajo por mi cuello dándome besos mariposas que dejaban una especie de ardor a su paso.

-Como vamos-gimió contra piel.

-Muy bien- sonreí

-Ya sabes en lo que quedamos-advirtió bajando hasta uno de mis pechos.

-Si…

“Pero no te detengas, me encanta lo que haces”, agregue en mi mente.

Edward río contra mi seno, cuando iba a preguntarle que era tan gracioso, un jadeo se escapo de mi boca. El había tomado mi pezón con sus labios y su lengua lo lamia y envolvía una y otra vez.
Su boca se sentía perfecta en ese lugar. Quería que se quedara por horas haciéndome experimentar tanto placer en esa zona.

Mis manos acariciaron su piel fría pero increíblemente tersa. Su espalda se ondulo cuando su boca se ocupo de mi otro seno. Su torso se apoyaba ligeramente sobre el mío, y ese peso era exquisito de soportar. Poco a poco, el frío dejo de tener importancia.

-Eres tan cálida…nunca pensé que sintiera de esta forma-murmuro muy cerca de mi cara.

Su aliento choco contra mi rostro y me vi aturdida por un momento, todo lo que hacia a Edward me llamaba y lograba que quisiera pegarme a el, unirnos de miles de maneras posibles. Yo quería ser de el para siempre y que el fuera mío también.

-Bésame-gemí tocando sus mejillas

El gruño y su boca se poso sobre mis labios abiertos. La fría lengua de Edward me acaricio sin contemplaciones, abarcando todo el terreno posible. El me devoraba con este beso y mi cuerpo no tardaba en reaccionar.

Mi entre pierna palpitaba y de repente la sentía arder como nunca antes. Algo húmedo y cálido comenzó a juntarse y a desbordarse en esa zona.
En ese instante la mano de Edward descendía hasta mi vientre y se detuvo en mi ombligo, mientras hundía otra vez su cabeza en mi cuello. Continuo hasta más abajo y rozo con sus dedos mi vagina. Mis piernas se separaron y temblé cuando acaricio esa zona para luego retroceder hasta mi ombligo otra vez.

-Tócame-gemí no sabia si lo había dicho o pensado, pero de lo que tenia duda era que ese pequeño roce me había excitado.

De todas formas sus dedos helados jugaron nuevamente con los pliegues de mi vagina, llego a mi centro y uno de sus dedos se perdió en mi interior. Mi cuerpo se arqueo pegándome más a su torso.
El fuego allí, se calmo con los lentos círculos que daba al explorarme.

-Voy bien?-pregunto contra mi oído

-Muy bien…-jadee soltando el aire, cuando el introdujo otro dedo y luego los aparto de mi intimidad

Bien ahora podía entender porque Jacob y Renesmee se la pasaban haciendo esto. Realmente valía la pena experimentarlo.

Edward volvió reír otra vez y la curiosidad me había preguntar si se estaba riendo de mi, tal vez estaba haciendo algo mal.

-Eres hermosa Bella, lo mejor que tenido entre mis brazos-dijo cubriéndome con su cuerpo

“Lo mejor?” Claro el había tenido más mujeres antes que yo. Tal vez con Tania, ahora que sabia que no era su prima a lo mejor el…

-La única que he tocado y la ultima que tocare…-gruño besando mi vientre.

-Única?...acá…acaso tu nunca…

La frase se perdió cuando el mordisqueo mis caderas.

-Nunca he estado con nadie mas que contigo Bella, lo juro-beso mis muslos-Eres la única que ha llegado a mi muerto corazón.

-Tu corazón no esta muerto Edward…-dije mientras el ascendía otra vez por mi cuerpo-Y es difícil de creer lo que me dices….

-Porque?- inquirió besando mis pechos otra vez

-Porque…porque tu…tu eres hermoso-gemí enterrando mis dedos en su cabello.

-Puede que lo sea para ti, pero se lo que soy y no tengo derecho a estar haciendo esto-hablo en un tono apagado.

-Te amo…y me amas, claro que tienes derecho…soy tuya Edward.

-Mía?- repitió incrédulo.

-Tuya-repetí abrazándolo

Edward se acomodo entre mis piernas y su dura erección toco el punto exacto, donde quería sentirlo. No pude evitar mover mis caderas instándolo a que continuara.
Edward me beso con pasión y empujo uniendo nuestros cuerpos. El dolor fue insoportable y temblé respirando con dificultad.

-Lo siento, te estoy haciendo daño-mascullo tenso apartándose un poco.

-No, no Edward, se supone que tiene que ser así-jadee respirando de forma pesada.

-Te duele mucho puedo verlo.-discutió

-Quédate quieto, esta remitiendo-dije respirando profundamente otra vez.

Edward estaba tenso, inmóvil, mientras yo intentaba tranquilizarlo. Mis manos continuaron acariciando su espalda y trazando figuras con mis dedos.

Que el me cuidara de esta forma solo lograba que lo amara mas. El dolor fue menguando y otra oleada de humedad se alojo donde estábamos unidos.

-Relájate estoy bien-susurre besando su mandíbula.

Sentirlo dentro de mí le trajo vida a mi cuerpo. Me sentía estallar y todo lo que deseaba era que el me amara.

Sus caderas se movieron con mucha suavidad contra la mía. Cada roce nos unía mas y me fui adaptando a su cuerpo y el al mío. Su tensión desapareció segundos después y nos dedicamos a disfrutar del momento.

En ese instante suspire aliviada por que el se entregaba con la misma pasión que la mía. El complacía cada una de mis exigencias y sabia donde, como y cuando tocarme. La conexión era tal que me sentía totalmente expuesta, como si el fuera capaz de leerme cada pensamiento.

El placer que experimentaba por primera vez era impresionante, lo único que quería era que el momento no acabara jamás. Que Edward me hiciera el amor una y otra vez. Que este fuego que me quemaba por dentro no se esfumara nunca.

Escuchar la unión de sus gemidos con los míos, lograba excitarme mas. Sus besos y caricias dieron un giro de 180 grados, el cuidado y mi fragilidad había sido olvidada eso me complació, porque el gozo aumento. Sus embestidas me llenaban por completo y la fricción me hizo explotar en enorme éxtasis. Mi entrepierna palpito y se contrajo de placer.

Me sentía completa y feliz... el me había hecho la mujer mas amada y deseada

Cuando el deshizo nuestra unión cayo sobre mi, en lo único que pensé fue en abrazarlo darle pequeños besos en su frente.

-Te amo Bella

-Te dije que todo saldría bien…soy feliz Edward y también te amo.

Edward se acostó a mi lado y cubrió mi cuerpo con las frazadas. Abriéndome paso entre ellas, me acurruque junto a su cuerpo y descanse mi cabeza sobre su pecho.

-Te vas a enfermar Bella-susurro intentado alejarse de mi.

-No estoy bien…no te alejes, por favor-insistí apretándome mas a su lado.

Luego de ponerse una camisa me dejo que pudiera dormir junto a el. Sin duda la mejor forma de cerrar esta noche.



POV: Edward

Pronto amanecería, pensé observando los tenues rayos del sol en el firmamento. Bella aun dormía desnuda a mi lado, uno de sus brazos enlazado con fuerzas sobre mi pecho. Cada tanto podía percibir como temblaba, bajo las mantas, pero no había querido vestirse cuando se lo pedí, asegurando que estaba bien.

“Esta Bien, ella esta Bien…”
Era la frase que me repetía a mi mismo durante las últimas horas cuando me planteaba porque había accedido a estar con ella. Aun con su cuerpo envuelto con una gran cantidad de frazadas, no podía quitar de mi mente, el daño que le había echo, los moretones en su cuello, hombros y senos me recordaban el monstruo que era. Y lo más espeluznante de todo es que seguro abrían más por aparecer con el correr del tiempo.

Todavía no entendía por que en su rostro había una gran sonrisa, y porque cada vez que quería alejarla del maldito monstruo ella fruncía el ceño y se acurrucaba mas a mi.

“No puedes volver a tocarla”, “La próxima vez no serás tan afortunado”, me repetía lo que fuera que quedaba de mi conciencia.

Todo era una locura y lo que mas me carcomía era que lo había disfrutado. Si, había gozado hacerle el amor a Bella, conectar de esta forma nuestros cuerpos y por primera vez en más de cien años, conocer lo que era el verdadero calor.

-Edward…

Bella se removió otra vez y sus parpados se abrieron…la desilusión se asomo como siempre por unos breves momentos. Se me partía el corazón cada vez que esperaba que un poco de luz iluminara su vida.

Su mano palpo mi cuerpo buscando mi rostro. Cuando encontró mi mejilla, me regalo una pequeña sonrisa. Gire mi rostro bese su palma, aspirando el delicioso aroma de su piel.

-Buenos días-murmure contra sus dedos.

-Buenos días-dijo sonrojándose por completo al recordar la noche anterior.

El animal dentro de mí rugió y sin pensarlo cubrí su cuerpo con el suyo. Sus pensamientos y sensaciones fueron como una gran descarga de adrenalina, dentro de mí. Mi boca capturo la suya y en un beso abrazador. Quería detenerme, pero no podía mi cuerpo la necesitaba y ya tenia una enorme erección en mi entrepierna.

Bella gimió contra mi boca cuando bese su cuello y mi piel rozo la suya. Sin embargo me congele cuando puede ver su cuerpo. Había a apartado con mucha facilidad las frazadas que no me dejaban verla, pero fue como si la lujuria en mi se hubiera esfumado por arte de magia. Los moretones en todo su cuerpo se avían acentuados mas, tenía que apartar mis ojos de su cuerpo pero no podía.

-Que sucede?-pregunto respirando con dificultad.

Una de mis manos fue a su costilla y presiono con suavidad esa zona. Se torno blanca y volvió al púrpura cuando mis dedos abandonaron la presión. Bella tembló ante el contacto pero fue a causa del frío. Seguí presionando intento disimular mi escrutinio, con pequeños besos en cada herida.

-Como te sientes, estas bien?-pregunte entre dientes.

-Si, me siento bien?-dijo frunciendo el ceño.

Otra vez la cubrí, no soportaba ver lo que le había hecho. Sabía que no me mentía y que su cuerpo no le dolía. Pero tendría que hablar con Carlisle de todas formas, algo realmente incomodo, pero necesario si ella se sentía mal mas tarde.

-Será mejor que te vistas mi familia vendrá temprano.

Me parte de su lado para vestirme y buscar la ropa de Bella. Ella no quería cambiarse y deseaba que continuara con mi arranque de locura.

-Te pasa algo Edward…hice algo malo?

-No, mi amor todo esta bien-murmure acercándome a su lado- Solo no quiero que te enfermes por mis locuras-explique dándole un beso muy convincente.

No quería que ella se sintiera rechazada y herida por mis errores.

-Puedo darme una ducha?

-Mmm…creo que si, déjame comprobar que tenemos agua caliente.

Afortunadamente Esme se había ocupado de ese detalle, seguro que hoy terminarían de colocar la calefacción.
Tome una bata y se la entregue a Bella, mientras le buscaba una muda de ropa. Era invierno y su cuerpo estaría cubierto con una gran cantidad de prendas. Me avergonzaría que mi familia fuera testigo de lo que le había echo a su cuerpo.

Tome un conjunto de ropa interior, una camiseta mangas largas, un suéter, un Jean, calcetines gruesos y deje a mano una chaqueta abrigada para cuando saliera. Lleve todo esto, junto con los elementos de aseo y le indique a Bella donde estaba cada cosa.

-Cualquier cosa me llamas, para ayudarte. Estaré acomodando la habitación y prepare algo caliente para que desayunes.

-No te preocupes, ahora organizo cada cosa para que todo sea más fácil.

-Te ayudo?

-No Edward, puedo sola aunque no lo creas soy independiente en algunas cosas-dijo sonriendo.

-Claro...-no pude evitar abrazarla-Te amo Bella y perdóname

-Porque?

-Por todo-murmure entre dientes-Por lo de ayer y por...

-No tengo nada que perdonarte-musito besando mis labios- Soy feliz y te amo susurro antes de introducirse al baño.

Yo no estaba de acuerdo en eso. Ella debería pegarme con una barra de hierro forjado por haberla herido. Que no pudiera apreciar el enorme daño en su anatomía era lo que me tranquilizaba un poco. Ella sabría al fin que estar a mi lado era un error y no se como podría soportar que me odiara por eso.

“Basta deja de pensar en eso Edward” “Bella esta bien y…”

-¡Maldita sea, le dije Alice que no quería verla!

Mi teléfono sonó en el momento que bajaba a la sala.

“Lo siento no quiso escucharme”
Alice

“Yo me ocupo, podrías comprar
algunas masas para Bella?”

OK, en 15 minutos estaré allí.

Lo único que tuve agradecer, fue la oportuna idea de Tania de aguardar a unos metros de mi casa.

“Tengo que hablar contigo Edward, déjame explicarte, por favor”

Y yo no tengo ganas de escucharte, pensé saliendo a su encuentro.

-Espero seas breve, tengo que volver con Bella.

-Lo siento Edward yo no quise que...

-Se te olvida que leo el pensamiento Tania, se exactamente lo que piensas y lo que disfrutaste al decir esas mentiras para lastimar a Bella.

-Esta bien, es verdad…pero también es cierto gran parte de lo que ella escucho. Es una humana Edward, no es para ti, no puedes estar con ella.

La furia se apodero de mí, quien demonios se creía para opinar acerca de mi vida.

-A ti no te importa mis sentimientos, yo amo a Bella y es la persona que he elegido como mi compañera.

-Todo tu cuerpo huele a ella-dijo con asco

-No es tu asunto

-Dime aun vive?, cuantos huesos le has roto?-inquirió con una mueca en su rostro

-Lárgate, antes que pierda lo ultimo que me queda de paciencia?

Ella me miro con un profundo rencor detrás de sus ojos ámbar

“Porque quieres a esa insignificante humana?”, pensó con rencor.

-Eso a ti no te importa, pero si tienes tanta curiosidad, te lo diré…Bella hace que mi corazón muerto vuelva a latir, es la única capaz de sacar la humanidad que pensé había perdido, moriría y mataría por ella. Y sobre todo no permitiré que te le acerques otra vez, no volverás a lastimarla.

-La convertirás?

-No.

La conversación me estaba quitando la poca paciencia que a duras penas aun tenía.

-Y que pasara cuando envejezca?

-Vete Tania ya es suficiente.

-Porque te haces esto Edward?

-Porque te lo haces tu Tania?

-Yo te amo, lo sabes muy bien.

-No me amas, lo que pasa es no estas acostumbrada al rechazo.

-Eso no es cierto-gruño apretando los puños.

-Si, lo es Tania deja ya molestar a mi hermano. El es feliz con Bella y lo serán por mucho tiempo.-apunto Alice apareciendo a mi lado de repente.

-Si, hasta que ella se muera en un par de años o cuando su antiguo novio la encuentre. Tal vez alguien debería darle una pista para que se la lleve lejos.

Si no fuera por Alice que a duras penas logro derribarme, no se lo que le hubiera echo a Tania.

-Lárgate Tania antes de el te haga daño-le rugió mi hermana.

Por fortuna ella le hizo caso y se marcho en pocos segundos.

-Basta Edward, ella solo esta molesta y celosa.

Alice dejo que me levantara después de que comprobó que Tania estaba a varios kilómetros de mí.

-Puedes ver si Bella necesita algo, estaba tomando una ducha.-masculle entre dientes.

-Claro, estas bien?

-Si, estoy mas tranquilo.-mentí con la vista aun clavada por el lugar donde se había ido Tania.

Mi hermana me dejo solo sin antes advertirme que Carlisle y Esme ya se aproximaban. El resto de mis hermanos llegarían en la noche.
Aun estaba tenso por las últimas palabras de Tania, Alice no le había creído, pero yo pude ver que el rencor la cegaba y la idea de contactar a James para sacársela de su camino a Bella, no le desagradaba mucho.

Eso sin duda complicaba mucho las cosas.

 

Capítulo 8: PASIÓN Capítulo 10: Acercamiento

 
14443725 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10760 usuarios