Capítulo 8: Conociéndonos mejor

POV Edward

Nos encontrábamos en la habitación de Alice, ella acababa de salir. Eveline y yo nos quedamos en silencio unos cuantos minutos hasta que ella se decidió a hablar.

- No quiero molestar, en serio – dijo

- ¿Eveline, cuantas veces te tengo que decir que no molestas? – le pregunté haciendo una sonrisa. Ella se sonrojó y otra vez mas me recordó a Bella – Oh vaya – dije sorprendido

- ¿Que pasa? – preguntó ella

- Nada, solo que haces cosas que me recuerdan mucho a una persona que quería mucho – dijo bajando la mirada

- Lo siento

- ¿Por qué? – dije levantando la mirada otra vez.

- Te estoy haciendo recordar a ella y eso te pone triste, yo… - intentó disculpase

- No pasa nada, ya se me pasara, es solo que la añoro, ella… murió hace poco – dije, y una lagrima silenciosa se deslizo por mis mejillas

- Yo… lo siento – dijo.

De pronto sentí como envolvió mi cuello con sus brazos y apoyó mi cabeza en mi hombro. Me quede helado ante ese abrazo inesperado, pero algo izo que le   devolviera el abrazo. Enterré mi cara en mi pelo. Sollocé y lloré como un niño pequeño, pero eso no me importó en ese momento y sentí como ella acababa haciendo lo mismo, pero no entendía por que ella también lloraba.

Poco a poco la fui soltando. Nuestros rostros quedaron a pocos centímetros, nos miramos fijamente y luego poco a poco fuimos cerrando nuestros ojos y fuimos acercando nuestros labios lentamente. Ella volvió a envolver mi cuello con sus brazos. Nuestros labios se unieron en un simple roce. Hasta sus besos me recordaban a Bella, ¿que tenia esa chica que me hacia recordar tanto a Bella? Poco a poco, fui apartándome de ella. ¿Que estaba haciendo? Ni siquiera sabía por que ice eso, yo la acababa de conocer pero ella tenia algo tan potente… Poco a poco nos fuimos separando, bajando las miradas pensativos. Ninguno de los dos dijo nada después de eso hasta que ella decidió hablar. 

- Yo… lo siento – dijo ella

- Esto no debería de haber pasado – dije yo

- Lo siento de veras, mejor me voy – dijo dejando el pijama encima de la cama de Alice

- No, no hace falta, ha sido un mal entendido, nada más. Ven te enseñare la habitación donde dormirás hoy – dije saliendo por la puerta hacia el pasillo. – Esta es la habitación de los invitados – dije una vez delante - mi habitación esta justo al lado y el baño es ese de allí – dije señalando-lo – si necesitas algo solo tienes que decírmelo.

Bajé las escaleras casi sin consciencia, toda la que tenia estaba en los pensamientos que me embargaban ahora. ¿Como podía haber llegado a pasar eso?

- Edward ¿te encuentras bien? – preguntó Alice. Ni siquiera me había dado cuenta de que ya había llegado al salón.

- Emm… si – dije yo – ¿Donde esta Jasper? – le pregunté al no verlo por ningún lado del salón

- Se ha ido a su habitación, Edward ¿Quién es esa chica? Nunca nos habías hablado de ella.

- No lo se, no se quien es – dije sentándome en el sofá a su lado

- ¿Cómo que no sabes quien es?

- Pues eso que no se quien es, solo la he visto un par de veces, una en el bosque y la otra ahora aquí fuera, y como empezó a llover le dije que pasara dentro, no la iba a dejar afuera.

- Bueno una cosa es dejarla pasar por que esta lloviendo, pero otra muy diferente es dejar que se quede a dormir en nuestra casa. ¡Rayos Edward! No la conoces de nada.

- Ya lo se Alice pero algo en ella me recuerda a… - no me dejo terminar

- Oh no, no digas que te recuerda a Bella y por eso la dejaste quedarse, creo que te estas obsesionando con ella, ¿cuando veras que ella se ha ido?

- Alice, no estoy obsesionado, solo mírale la mirada, esa mirada, es exactamente la misma, es imposible que no te hayas dado cuenta – le dije molesto

- Bueno si, la verdad yo también lo pensé, pero no solo por eso tienes que dejar que se quede, esto es una casa Edward, nuestra casa, no un hogar para indigentes.

- ¡No me puedo creer que hayas dicho eso, ella no es ningún indigente, simplemente no tenia con que volver a casa y esta lloviendo a cantaros. ¡¿Que querías que por la carretera tuviéramos un accidente como el de Bella y muriésemos?! – le grité. Esa situación no me hacia nada feliz, ¿por que tubo que tener ese maldito accidenté?, ¿por que no podía estar a mi lado, ahora, viva?, ¿Por qué?

- Yo… Edward siento lo que dije, creo que me pase, lo siento – dijo Alice

- No te preocupes, es solo que la añoro demasiado, no sabes cuanto desearía que estuviera aquí conmigo Alice – le dije calmándome

- Tranquilo, ya veras como pasara – dijo ella

- Iré a descansar, hasta mañana – le dije levantándome del sofá

- Hasta mañana – se limitó a decir ella

Los leves rayos del sol que se colaban entre medio de las cortinas de la ventana de mi habitación, anunciaban que esa seria una mañana fría y mojada tras la tormenta de ayer pero soleada. Me levante de la cama, me di una ducha rápida y me vestí. Me disponía a bajar las escaleras cuando oí unas risas provinentes de la cocina.

- Hola hermano dormilón, ¿Cómo amaneciste? – preguntó Alice riendo

Estaba perplejo de ver a Eveline y Alice riendo como si se conocieran de toda la vida después de toda la charla que me dio Alice la pasada noche. Cuando Eveline me vio, su sonrisa disminuyo.

- Eh… bien

El resto del desayuno paso silencioso para mi, no dije nada, solo observaba como Alice y Eveline hablaban amistosamente como si nada.

- Espérame en el coche, ya voy para allá – le dije a Eveline cuando terminamos de comer y me disponía a dejarla en su casa.

Ella asintió y empezó a andar hacia la puerta principal con la cabeza gacha

- ¿Que pasa? – le pregunté a Alice

- ¿A que te refieres? – preguntó ella extrañada

- A que ayer por la noche ella no te gustaba y ahora os comportáis como si fuerais amigas de toda la vida  

- Me di cuenta de que ella no es mala persona, estuve reflexionando ayer por la noche y me di cuenta que alo mejor tengamos una nueva amiga – dijo ella con una sonrisa amistosa

- Gracias Alice

- ¿Por que? – preguntó ella con el ceño fruncido

- Por aceptarla

- Ah, entonces de nada, es un placer – dijo ella riéndose

Yo le respondí con una sonrisa y salí afuera

El camino paso silencioso, ninguno de los dos dijo nada hasta que llegamos a la ciudad y Eveline tubo que indicarme como llegar a su casa.

- Es aquí – dijo ella señalando un edificio viejo y con grietas en la fachada

- ¿Vives aquí? – dije mirando hacia los edificios sorprendido, se veían muy viejos

- Sí – dijo ella con una voz casi inaudible – de echo no he pasado ni un día entero aquí ya que llegué ayer y me pase la noche en tu casa así que…

Nos quedamos unos momentos en silencio hasta que ella decidió hablar

- ¿Quieres subir?

- No se si debería, tengo que volver a casa – le dije

- Solo será un rato – dijo ella

- Esta bien – dije yo apagando el motor del coche. Creo que habían quedado claros mis sentimientos anoche para que no se volviera a repetir.

La entrada estaba mucho peor de lo que aparentaba la fachada.  Subimos hasta su puerta, ella la abrió y pude ver que el interior no mejoraba mucho del resto del edificio.

- Vaya… - dije observando la desastrosa casa

- Se que no es la mejor casa del mundo, pero es lo que me han dado y ahora mismo no tengo suficiente dinero para mudarme a otra – dijo ella cerrando la puerta después de que entrara yo

- Supongo que no tienes trabajo ¿no? – le pregunté

- No, ¿Quieres agua? Es lo único que tengo de beber

- Sí por favor – le pedí

Ella se dirigió a lo que parecía ser la cocina y yo me senté en el sofá. Fuera empezaba a caer una leve llovizna que poco a poco fue aumentando, algo muy común en el estado de Washington. Ella había dicho que no tenia trabajo, pero necesitaría uno, mi padre acababa de perder a su secretaria ya que esta estaba embarazada y estaba buscando una nueva, le podía proponer a Eveline.

- Toma – dijo ella dándome uno de los dos vasos de agua que llevaba en las manos

- Gracias – dije cogiéndolo y dando un sorbo

- De nada – dijo ella sentándose en el otro sofá que estaba delante mío

- Oye, había pensado, que como no tenias trabajo… veras mi padre es abogado y hace poco se quedo sin secretaria ya que quedo embarazada y estaba pensado en que le podía sugerir a mi padre que tu fueras su nueva secretaria – le expliqué

- Eso seria genial Edward, ¿en serio lo arias por mi? – dijo ella con una sonrisa

- Claro, ¿Por qué no? – dije yo respondiéndole a la sonrisa

- Muchísimas gracias Edward – dijo ella levantándose para abrazarme

- De nada – dije devolviéndole el abrazo

Ella se soltó y volvió a sentarse

- Ya te diré algo cuando me lo confirme

- Vale – dijo ella – oye, por cierto, vi que en tu casa solo estabais tu, Alice y Jasper, ¿donde estaban tus padres? ¿O es que vivís solos?

- No, mi padre estaba en un viaje de negocios y mi madre lo acompañó, tengo otro hermano que se fue con su novia Rosalie a estudiar a Canadá  y Jasper no es mi hermano, es el novio de Alice, de echo de aquí poco se casaran

- ¿En serio? – dijo ella, realmente parecía sorprendida

- Sí – contesté

- Pues me alegra mucho oír eso, deberíais habérmelo dicho antes, los hubiera felicitado

- No te preocupes, ya los felicitare yo de tu parte – le dije

- Vale

- Ya se esta haciendo tarde, debería irme – dije levantandome

- ¿Ya te vas tan pronto? – dijo ella

- Sí, debo hacer unos cuantos recados

- De acuerdo, aprovechare para instalarme e ir a comprar comida, no tengo nada – dijo ella soplando

- Eso está bien, bueno hasta otra

- Adiós – dijo ella abriéndome la puerta

Estaba a punto de cerrar la puerta cuando me acorde de algo

- Espera, ¿Puedes darme tu móvil? – le pregunté

- Eh… Claro – dijo ella

Cuando nos dimos los móviles nos despedimos definitivamente.

- Bueno ahora si, adiós

- Adiós – contestó ella y después cerró la puerta.

Hola!!!!

Por fin lo terminé, aleluya

Espero que os guste y siento la espera pero como eran las ultimas semanas del instituto se me acumularon muchas cosas, creo que de ahora en adelante podré actualizar mas a menudo.

Hasta el próximo capítulo, y dejad los comentarios y votos ;)