Cuerpos Distintos, La Misma Alma

Autor: Twilight_Cullen
Género: Sobrenatural
Fecha Creación: 13/03/2011
Fecha Actualización: 06/04/2012
Finalizado: SI
Votos: 15
Comentarios: 64
Visitas: 42018
Capítulos: 20

Bella muere en un accidente de coche, pero solo su cuerpo, por que su alma sigue viva. Se convierte en fantasma. Pero ¿Qué será capaz de hacer para volver a ser humana? ¿Qué será capaz de hacer para volver a estar de nuevo con Edward? 

Hola, esta es mi nueva historia, espero que os guste mucho, creo que así sera, por que sinceramente este es el tipo de historias que me gustan leer a mi, creo que os va a gustar y no os dejara indiferentes ;)

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misma%20alma 

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Capítulo 18: Una visita inesperada

Capítulo 17: Una visita inesperada

 

Ya habían pasado dos semanas desde que se había arreglado todo. Nos esperamos una semana más después de que Edward se enterara para que volvieran Alice y Jasper de su luna de miel. Entonces se lo contamos al resto de los Cullen.

 

Al principio se lo tomaron como Edward, Alice un poco mejor, pero ¿Quién los podía culpar?  

 

Al cabo de dos días me invitaron a cenar en su casa para poder hablar mas tranquilamente y a partir de entonces todo se fue tranquilizando más. 

 

Esa tarde había quedado con Edward para ir al cine a ver una película. Eran las once de la mañana, estaba desayunando – ese día me desperté tarde - cuando llamaron a la puerta.

 

Me levanté extrañada, ya que no esperaba visitas hasta la tarde. En cuanto abrí la puerta alguien se me tiró encima. Miré extrañada y me quedé helada al ver a Nicholas delante de mí, evidentemente la chica que me estaba abrazando era Danna.

 

- Dios cuanto tiempo Eveline, te he echado de menos – dijo Danna deshaciendo el abrazo.

 

- Hola Eveline, al fin te vemos de nuevo – dijo Nicholas sonriendo

 

Me quedé sin habla pero al final tuve que contestar con lo primero que se me vino a la cabeza.

 

- Chicos, ¿Qué estáis haciendo aquí?

 

- ¿Es que no te alegras de vernos? – preguntó Danna sonriendo a medias

 

- Si claro que si, solo que ha sido una sorpresa, no os esperaba. ¿Cómo habéis sabido donde vivía? - pregunté intrigada

 

- Les pedimos a los del orfanato que nos dieran tu dirección – dijo Nicholas

 

- Oh! Claro. Pasad – dije apartándome a un lado.

 

En cuanto entraron cerré la puerta. Dejaron las chaquetas en el perchero de la entrada y luego entraron hacia el pequeño salón.

 

- Wow, tu casa esta bastante bien, deberías ver la nuestra – dijo Danna mirando a Nicholas y los dos sonrieron.

 

- ¿Compartís casa? – pregunté extrañada

 

Ellos asintieron pero no dijeron nada más y siguieron observando todo el salón.

Entonces me acorde que esa misma tarde había quedado con Edward.

 

- Esto, debo hacer una llamada, en seguida vuelvo. – me disculpé. - Sentaos si queréis.

 

- Esta bien – dijo Danna

 

Me dirigí hacia mi habitación, cogí mi móvil y empecé a marcar. Al cabo de tres pitidos contestó.

 

- ¿Diga?

 

- Hola Edward, soy yo. Creo que tenemos un pequeño cambio de planes – dije lo suficientemente bajo como para que no me escucharan desde el salón.

 

- ¿A que te refieres? – preguntó

 

- ¿Te acuerdas de Nicholas y Danna? ¿Los amigos que te conté que había echo en el orfanato?

 

- Ajá

 

- Pues acaban de llegar a mi casa. Los del internado le dieron mi dirección. – le expliqué - Quiero contarles ya todo lo que paso, no quiero mentirles más. Se lo diré hoy mismo. Siento que cancelemos lo que teníamos previsto.

 

- No te preocupes, lo podemos dejara para otro día. – dijo - ¿Quieres que esté allí cuando se lo cuentes?

 

- Sí, por favor. Bueno si tú quieres…

 

- Si, me parece bien. ¿A que hora voy  a tu casa?

 

- ¿Te parece bien a la una aproximadamente? – le pregunté yo.

 

- Sí, a esa hora estaré allí

 

- Esta bien, adiós – me despedí antes de colgar

 

- Adiós

 

Volví a dejar el móvil encima de la mesita de noche, donde lo había encontrado, y me dirigí hacia el salón. Al llegar vi a Nicholas y Danna hablando sentados en el sofá. En cuanto me vieron se giraron para mirarme.

 

- Chicos, ¿queréis quedaros a comer hoy? – les pregunté

 

- ¿No molestaremos? – dijo Nicholas

 

- No, claro que no, así hablamos de todo lo que hemos hecho hasta ahora – dije sonriendo, aun que en realidad mi interior no reflejaba felicidad, sabiendo lo que les iba a contar.

 

- De acuerdo – dijo Danna sonriendo

 

Me acerqué a ellos y me senté en el sofá.

 

- Bueno, contarme que habéis echo durante este tiempo

 

Vi como Danna empezaba a ponerse nerviosa, pero no comprendí por que.

 

- Bueno, hace aproximadamente una semana salimos del internado. – Contestó Nicholas por ella - Hemos estado atareados preparando todo la casa, ya que Danna salió antes que yo, pero nosotros queríamos compartir casa, así que tuvimos que firmar algunos papeles antes de que yo me fuera.

 

- ¿Por qué queríais compartir casa? – pregunté extrañada

 

Ellos dos se miraron y vi como Danna enrojeció.

 

- Después de que tú te fueras, Danna y yo… empezamos a salir – Dijo Nicholas

 

Eso me cogió con la guardia baja. La verdad no me lo esperaba.

 

- Vaya, ¿en serio? – dije

 

- Sí, cuando te fuiste Danna empezó a sentirse sola, ya que siempre habíais estado las dos juntas, así que empezamos a pasar mas rato juntos, y poco a poco nos fuimos haciendo mas amigos, solo que al cabo de un tiempo nos dimos cuanta que queríamos mas que eso – dijo Nicholas sonriendo y cogiendo a Danna de la mano.

 

- Vaya, bueno me alegro por vosotros, aun que no me lo esperaba – dije sonriendo

 

- Gracias – dijo Nicholas

 

- Y tu Eveline, ¿no has encontrado a nadie especial hasta ahora? – preguntó esta vez Danna.

 

Mi corazón se acelero.

 

- Bueno, la verdad es que si – dije bajando la mirada avergonzada

 

- ¡¿En serio?! Cuéntanos – casi gritó Danna

 

- ¿Qué quieres que te cuente? - le pregunté

 

- No lo se, lo que sea. ¿Cómo se llama? ¿Cuántos años tiene? ¿Cómo os conocisteis?

 

- Bueno, se llama Edward, y tiene la misma edad que nosotras, y lo conocí… Bueno su padre es el jefe del lugar donde trabajo. En realidad los dos son abogados y yo soy una de sus secretarias, hay otra chica que trabaja conmigo. – no había mentido en nada ¿cierto?

 

- ¡Cuanto me alegro!, ¿Cuándo lo podremos conocer? – volvió a preguntar Danna.

 

- Bueno en realidad lo he invitado a comer, así que llegara a la una más o menos

 

- ¿En serio? ¿Quieres que te ayude a preparar la comida? – dijo Danna

 

- Como quieras, eres tú la invitada – dije sonriéndole

 

- Ah, no te preocupes. En el orfanato no nos dejaban cocinar a nosotras por que siempre nos daban la comida servida, solo nos dieron unas cuantas clases hace tiempo, y ahora que puedo cocinar yo, he descubierto que se me da bastante bien.

 

- Genial entonces, vamos – dije levantándome. Ella me siguió. – Nicholas puedes ver la televisión o lo que tú quieras.

 

- Bueno, a mi no se me da bien cocinar pero no quiero quedarme de brazos cruzados sin hacer nada, pero puedo preparar la mesa mientras tanto – dijo él

 

- Esta bien, como quieras – dije yo

 

Danna y yo nos pusimos a cocinar lo poco que tenia en la nevera, ya que no esperaba invitados, mientras seguíamos hablando. A las doce, casi la una, ya habíamos terminado, cuando llamaron a la puerta.

 

- Debe ser Edward, ya voy yo – dije. Me apresuré hacia la puerta, empezando a ponerme nerviosa.

 

Efectivamente era él. Cuando abrí la puerta su sonrisa me tranquilizo un poco.

 

- Hola – le dije devolviéndole la sonrisa

 

- Hola amor – contestó él y después me beso

 

- Vamos, te los presentaré – le dije

 

Él envolvió mi cintura con uno de sus brazos y fuimos juntos hacia el salón. Me desplacé con pasos lentos, sabia que pronto debería decirle a Danna y Nicholas mi secreto, y eso me asustaba, aun que lo hubiera echo ya varias veces. Ambos estaban esperándonos con una sonrisa en el salón.

 

- Chicos este es Edward – les dije con voz temblorosa

 

- Hola, encantado de conoceros – dijo el sonriendo amistosamente

 

- Edward, estos son Danna y Nicholas – le dije

 

- Hola – dijeron los dos a la vez

 

Después de eso fuimos a comer, nos pusimos en la pequeña mesa de comedor. Edward se sentó a mi lado y Danna y Nicholas enfrente.

 

- Edward, Eveline dice que os conocisteis en el trabajo – dijo Danna mientras comíamos

 

- Sí, así es – mintió él

 

- Bueno me alegro por los dos, pareces un bueno chico. Tanto Eveline como yo nos merecíamos a alguien en nuestras vidas, aparte de a nosotras mismas, y parece que salir del orfanato nos hico bien. – dijo Danna sonriendo y mirándonos a los dos. Ella no tenía ninguna duda de que yo era Eveline, se lo tenía que decir en cuanto antes

 

- Danna… - dije casi en un susurro inaudible

 

- ¿Qué? – preguntó ella

 

De repente se hizo un silencio incomodo en el que solo se oían los cubiertos y los platos.

 

- Hay algo que debo deciros a los dos, a Nicholas y a ti – de repente los dos dejaron de comer y se me quedaron mirando, lo que hizo que mis nervios aumentaran.

 

- ¿Que es?

 

¡Dios! ¡¿Como rayos se suponía que debía a empezar a decir algo así?! No es como si hubiera un libro sobre como decir a tu supuesta mejor amiga que su verdadera mejor amiga murió hace meses y que la persona con la que esta hablando ahora mismo y con la que ha estado hablando durante hace meses en realidad no la conoce de nada. Esto no podía acabar bien de ninguna de las maneras…

 

- ¿Recuerdas cuando… cuando tuve ese accidente, cuando me caí por el barranco?

 

Ella frunció el ceño molesta

 

- ¿Por que me lo recuerdas? Sabes que no me gusta…

 

- Lo se pero… - mi voz temblaba tanto que apenas podía hablar. Edward me cogió la mano. Respiré hondo y solté:- NosoyEveline

 

- ¿Qué? – preguntaron Nicholas y Danna a la vez

 

- Que… No-o soy… Eveline  - tartamudeé

 

- ¿Qué tonterías estas diciendo? Pues claro que eres Eveline, ¿quien ibas a ser si no? – resopló Danna

 

- No, no soy Eveline. Cuando caí… quiero decir, cuando Eveline cayó por el acantilado… ella murió.

 

- Esto no tiene ninguna gracia – dijo ahora Danna realmente enfadada

 

- No es ninguna broma

 

- ¡¿PERO QUE DEMONIOS ESTAS DICIENDO?! ¡¿ES QUE TE HAS VUELTO LOCA?! ¡¿Qué te has bebido?! ¿Ehh? ¡¿Estas en una secta o algo así?! – gritó Danna levantándose de su silla

 

- ¡Claro que no! Estoy diciendo toda la verdad, por favor, se que es difícil pero escúchame.

 

- ¡¿Porque demonios debería escuchar a una loca?! – evidentemente no me hizo caso y se quedo de pie gritándome

 

- ¡Oye no hace falta que me hables así! – dije yo

 

- ¿Y como debería hablarte? Te hablo como te mereces, por que estas loca. No se lo que te ha pasado desde que te fuiste del orfanato pero definitivamente estas loca. Vámonos Nicholas

 

- Vale esta bien, creo que deberíais tranquilizaros las dos – dijo él

 

- No tengo por que tranquilizarme, no tengo nada mas que escuchar, solo quiero irme a casa – contestó Danna

 

- Vale, esto es el colmo ¡Siéntate! – le dije y me levanté para irme hacia el baño. Cuando llegue rebusqué entre los cajones hasta que encontré un espejo pequeño. Lo cogí y volví hacia el salón, donde seguían los tres como los había dejado. – Observad esto – les dije a Nicholas y a Danna. Me puse entre los dos y puse el espejo delante de mi rostro para que viera mi antiguo yo, quien realmente era. Observé como a los dos se les ponían los ojos como platos al verlo. Danna se retiró de mi lado.

 

- Vale retiro lo dicho, no estas loca, ¡ERES UNA BRUJA! O ambas cosas quien sabe… Ahora si vámonos Nicholas, antes de que nos haga algo o vete a saber tu que – dijo dirigiéndose a toda prisa hacia la entrada. Cogió sus cosas, abrió la puerta y se fue - ¡Venga Nicholas! –gritó desde la escalera. Él la siguió, pero antes de irse nos dirigió una mirada de disculpa a Edward y a mí. La verdad no entendía por que, si alguien tenía que disculparse aquí, esa era yo.

 

Nicholas imitó a Danna, cogió sus cosas y cerró la puerta al salir.

 


Capítulo 17: Soluciones Capítulo 19: ¿Vivir contigo?

 
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