Cuerpos Distintos, La Misma Alma

Autor: Twilight_Cullen
Género: Sobrenatural
Fecha Creación: 13/03/2011
Fecha Actualización: 06/04/2012
Finalizado: SI
Votos: 15
Comentarios: 64
Visitas: 42021
Capítulos: 20

Bella muere en un accidente de coche, pero solo su cuerpo, por que su alma sigue viva. Se convierte en fantasma. Pero ¿Qué será capaz de hacer para volver a ser humana? ¿Qué será capaz de hacer para volver a estar de nuevo con Edward? 

Hola, esta es mi nueva historia, espero que os guste mucho, creo que así sera, por que sinceramente este es el tipo de historias que me gustan leer a mi, creo que os va a gustar y no os dejara indiferentes ;)

Nota de la autora: EL FIC NO PUEDE SER PUBLICADO EN OTRA PAGINA SIN AVISO PREVIO A LA AUTORA NI SIN MI PERMISO Y PORFAVOR NO COPIEN LOS CAPITULOS EN SUS FANFIC. GRACIAS


ESTE MISMO FIC EN FACEBOOK:

http://www.facebook.com/media/set/?set=a.210637499028726.49632.187122234713586&type=1


 

 

 

Y en Blog, gracias a Reina_dark y RbBlack:

http://escritoraeterna.blogspot.com/search/label/Cuerpos%20distintos%20la%20

misma%20alma 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 2: Deseando volver a ser humana

Capitulo 2: Deseando volver a ser humana

 

“A veces no nos damos cuenta de lo mucho que queremos a una persona hasta que se ha ido, es entonces cuando desearíamos con todas nuestras fuerzas que volviera para demostrárselo”

 

 

Podría decirse que esa fue la noche mas larga de mi vida si es que pudiera considerarse lo que tenía ahora como vida. Edward se pasó llorando toda la noche estirado en su cama y yo a su lado sin que él se diera cuenta sollozando. Eran las 10 am cuando se oyeron unos leves golpecitos.

 

- Edward, ¿puedo pasar? – dijo Esme asomando por la puerta de su habitación.

 

- Claro, pasa mama – dijo el secándose las lagrimas de las mejillas mientras se sentaba en su cama.

 

- Ayer no subimos por que no queríamos molestarte, ya sabes… - dijo Esme. Edward bajo la mirada. – Supongo que no hace falta preguntar como te encuentras – Edward no contestó – Llamamos a los padres de Bella ayer por la noche – el corazón me dio un vuelco, aun que ya no latía… - les dimos el péseme y les preguntamos el día del enterramiento – izo una pequeña pausa y luego dijo – Es hoy, a las once y media

 

Edward asintió

 

- Esta bien, me iré preparando – dijo

 

- Vale – dijo Esme mientras se levantaba para irse

 

Edward se levanto y empezó a irse hasta el baño para darse una ducha, así que yo aproveche para ir a ver a mis padres.

 

Me dirigí hacia mi casa o mejor dicho mi antigua casa, tenia miedo de ver a mis padres de nuevo y esperar su reacción con lo mal que lo estaban pasando, pero tarde o temprano tendría que hacerlo y ya era hora.

 

Me detuve al llegar a la puerta principal. Con miedo por ver como estarían mis padres. No quería verlos, no de esa manera, pero ya que no podía reconfortarlos, al menos me merecía el dolor que eso me iba a causar por lo mal que lo estaban pasando por mi culpa.

 

Me adelante y atravesé la puerta principal. Avance por el pasillo hasta llegar al comedor. Allí se encontraban mis padres, sentados en el sofá abrazados, llorando y los dos vestidos de negro.

 

No aguante ver esa imagen y me derrumbe en el suelo al verlos así.

 

Me estuve así durante minutos, talvez horas no lo se, pero sabia que lo merecía, por el dolor que les estaba causando por mi culpa.

 

Al fin se levantaron, aún llorando. Mire mi reloj y vi que eran las once y cuarto.

 

Ya era casi la hora de mi enterramiento.

 

Me levante del suelo, mire por ultima vez a mis padres antes de salir de allí y corrí hacia casa de Edward.

 

Cuando llegué ya estaban saliendo todos por la puerta principal. Los mire mientras subían al coche negro que los llevaba hasta el cementerio.

 

No los seguí, no quería ver a todas las personas que me amaban llorando destrozadas por mí.

 

Me quede mirando como se marchaban y cuando desaparecieron de mi vista me dirigí hacia el prado donde había pasado muchas veces con Edward.

 

 

Flashback:

 

- ¿Donde vamos? – le pregunté.

 

Era un sábado por la tarde y estábamos andando entre los árboles del bosque. Edward me tenía cogida de la mano y me conducía por el pequeño sendero que se podía ver con dificultad delante nuestro.

 

- Lo veras cuando lleguemos – me contestó él

 

No dijimos nada mas, hasta que al cabo de unos cinco minutos pude ver como el paisaje lleno de árboles de delante nuestro se iba despejando a medida que avanzábamos, hasta que al fin pude ver un hermoso prado de flores. Era verde con flores moradas, de entre los árboles se colaban pequeños rallos de sol que hacían centellar la hierba húmeda del suelo al igual que los árboles que tenían una ligera capa de musgo.

 

Me quedé con la boca abierta al verlo, nunca había visto un prado tan hermoso, parecía sacado de un cuento de hadas, parecía irreal.

 

Al ver que no decía nada Edward dijo:

 

- ¿Qué te parece? ¿te gusta?

 

- Edward es hermoso, ¿Cómo lo encontraste? – le preguntes con curiosidad mirándolo todo

 

- Cuando tenia siete años, un día, mi padre nos trajo de excursión a mis hermanos y a mí, pero yo me desvié del camino y fui a parar aquí, me maravillé al verlo pero conseguí mantenerlo en secreto y volver con mi familia antes de que ellos lo encontraran, era como mi pequeño secreto – izo una pequeña risita melancólica - y cada día que nos traían de nuevo me volvía a escapar para estar aquí a solas, pero ahora que te he encontrado quiero compartirlo con tigo.

 

- Gracias – le dije con una sonrisa.

 

Nos sentamos en el suelo húmedo, lleno de flores mientras él me besaba.

 

Fin del flashback

 

No pude evitar soltar un pequeño sollozo al recordar esa y las demás tardes que pasábamos juntos en ese hermoso prado.

 

Al llegar me senté en medio del prado con las piernas alrededor de mis brazos y mi cabeza entre mis rodillas.

 

- Cuanto desearía volver a ser humana para volver a estar con él y la demás gente que me quería, pero sobre todo por estar con él – pensé

 

- Puedes volver – dijo una voz a lo lejos, entre los árboles.

 

Di un saltito del susto y solté mis piernas decidiendo si ponerme de pie o quedarme sentada. Escudriñé los ojos y pude ver una figura oscura, se podía ver que era un chico.

 

De repente el chico desapareció para volver a aparecer en frente mío. Me puse de pié de un salto.

 

- ¿Quién eres? ¿Cómo lo has hecho? – le pregunté asustada

 

- Me llamo Jacob, y soy como tu – me dijo

 

- ¿Cómo yo? – pregunté confusa sin entender a que se refería

 

- Si ya sabes, un fantasma – dijo poniendo mala cara al pronunciar la palabra “fantasma”.

 

- ¿Pero como lo has hecho?- le volví a preguntar

 

- ¿el que? ¿Esto? – dijo desapareciendo y volviendo a aparecer

 

 Yo di un respingo y el sonrió ante esa acción.

 

- Vaya, veo que eres nueva ¿Cuándo moriste? – me preguntó

 

- Ayer, en un accidente de coche – dije

 

- ¿Cómo te llamas? ¿Cuántos años tienes? –

 

- Me llamo Bella, bueno Isabella, pero no me gusta mi nombre y todos me llaman Bella y tengo dieciocho años ¿Cuántos tienes tu? – le pregunté

 

- Ja – soltó – Te sorprenderías demasiado

 

- Da igual, quiero saberlo – le dije

 

- Nací en 1705 – me explicó

 

Me quede con la boca abierta, no me esperaba que fuera tan… mayor.

 

- Jajajaja, ya te dije que te sorprenderías, además ¿no te habían dicho que los fantasmas eran inmortales? Jajajaja – se rió

 

- ¿Pero como lo haces? Lo de desaparecer y leer mi mente – le pregunté de nuevo

 

- Es fácil, pero los nuevos necesitan mucha concentración – me explicó

 

- ¿Y como puedo hacerlo? – le pregunté

 

- Solo debes concentrarte, pensar en el lugar que quieres ir e imaginar que estas allí – me dijo

 

- ¿Y ya esta? ¿Así de fácil? – le pregunté

 

Él asintió

 

- ¿Y lo de leer mi mente? Si tú puedes leer la mía ¿Yo puedo leer la tuya? – le pregunté

 

Él volvió a asentir

 

- ¿Cómo? – le volví a preguntar

 

- No creo que tú puedas aún, eres demasiado joven y necesitas demasiada concentración. Además, normal mente esa capacidad aparece después del tiempo límite – dijo

 

- ¿El tiempo límite? ¿Qué significa eso?  - le pregunté

 

- ¿Te acuerdas cuando he aparecido?, tu estabas pensando en cuanto desearías volver a ser humana y yo te he dicho que podrías – me dijo.

 

- Sí, ¿es eso cierto? ¿Puedo volver a ser humana? – le pregunté con verdadera curiosidad y esperanza

 

- Sí, pero solo hasta el tiempo límite. Eso significa que hasta un cierto tiempo puedes buscar un cuerpo en el cual poder meterte para volver a ser humana, pero si no lo consigues en ese tiempo límite te quedaras así para siempre. – me explicó

 

Me dio un escalofrío ante esa idea

 

- ¿Cómo lo puedo hacer? Lo de buscar un cuerpo… - le pregunte

 

- Debes concentrarte mucho y buscar a alguien que esté en peligro, alomejor acaba muriéndose, entonces debes meterte dentro de su cuerpo, solo podrás hacerlo en los primeros segundos, si lo consigues podrás seguir viviendo como humana en ese cuerpo. – me explicó

 

- Vale – le dije cerrando los ojos

 

- No es fácil…

 

- Shh!! – protesté

 

El soltó una risita. Entonces oí sus pasos alejándose.

 

- No te vayas – le dije abriendo los ojos – necesito que me digas que debo hacer cuando lo encuentre

 

- Estaré por aquí, cuando vea que lo has encontrado volveré – me explicó

 

Asentí y volví a cerrar los ojos estirándome en la hierba

 

Me pasé horas intentando encontrar a alguien. Veía a gente con sus familias paseando, en la playa, en sus casas… pero ninguna corría peligro

 

Se estaba haciendo de noche cuando localicé a dos chicas en medio de la montaña. La montaña estaba dentro de un orfanato, un orfanato de las afueras de Seattle. La casa del orfanato se podía ver a unos metros de distancia, quedaba justo delante del bosque. En la puerta principal de barrotes había un enorme cartel de hierro que anunciaba “Seattle orphanage” (Orfanato de Seattle). Una de las chicas se balanceaba por el borde de un barranco mientras la otra iba hablándole, deberían tener mas o menos mi edad. De repente una mujer, que aparentaba ser la cocinera por sus ropas salio de la casa y chilló:

 

- ¡Danna, Eveline! ¡Estamos llamándoos para cenar!

 

De repente la chica que se balanceaba dio un salto del susto, perdió el equilibrio y calló hacia el barranco

 

- ¡Eveline! – chillaron la mujer y la otra chica a la vez

 

- Jacob – chillé yo mientras abría los ojos y me ponía de pié

 

- Bien, ahora concéntrate muy bien e imagina que estas en aquel lugar – me dijo

 

Volví a cerrar los ojos y puse mi máxima concentración. De repente algo cambió a mí alrededor, abrí los ojos y vi asombrada como la chica seguía bajando barranco abajo, hasta que una piedra la aturo a mis pies.

 

- ¿Jacob? – le llamé

 

- Espera, se ha dado un golpe en la cabeza, espera a que su alma salga y cuando lo haga métete tú – me explicó

 

- ¿Pero donde estas? – le pregunté

 

- Yo sigo en el prado, pero ahora eso no importa

 

Me quedé callada, esperando. Al cabo de unos segundos, el alma de la chica se encontraba a mi lado. Nos quedamos mirándonos.

 

- Ahora métete – me dijo Jacob

 

Yo seguía mirando a la chica

 

- Métete, no esperes mi consentimiento, métete, así por lo menos mi cuerpo no abra muerto – me dijo con una pequeña sonrisa amistosa

 

Yo se la devolví y me adentré en su cuerpo.

 

 

 

 

 

Holaaaa!! :D

 

¿Os ha gustado el segundo capi? Eso espero :P

 

Por favor votad y comentad

 

Hasta el próximo capi :D

Capítulo 1: El accidente que cambió mi vida Capítulo 3: Renacer

 
14439689 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10757 usuarios