Mi pasión (+18)

Autor: mariu
Género: + 18
Fecha Creación: 13/03/2010
Fecha Actualización: 11/12/2011
Finalizado: SI
Votos: 44
Comentarios: 137
Visitas: 177415
Capítulos: 42

 

(FINALIZADO) Bella es una muy conocida escritora. Pero esconde otra de sus pasiones. Sin siquiera imaginárselo una noche la intriga de un desconocido cambia su destino y la lleva a conocer el amor.

 

mis otros fic:

 LA ESPOSA.

http://lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=1185

 

 

y la continuacion de este fic se llama: Las pasiones

 

http://www.lunanuevameyer.com/sala-cullen?id_relato=1401

 

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Capítulo 7: Extraña relación

 

-Bella ¿Tu no tenias algo con Edward?- preguntó viendo el periódico

-Alice te dije que no. Y ¿Por qué lo preguntas ahora? Tenías días sin tocar en tema-

-Pues míralo tu misma- Me tendió el periódico y vi el encabezado de la noticia

 

Famoso músico Edward Cullen hace publica su relación con una extraña desconocida Tanya Denalí

 

-¿Tanya?- Grité furiosa –Esto no puede ser posible- dije tratando de convencerme a mí misma. Tanya es una de las “acompañantes nocturnas” del bar donde Alice y yo solemos bailar.

-A mi también me parece muy extraño Bella. Ellos no se conocían. Yo he compartido mucho con esa familia y a el jamás lo vi interesado en alguien. Bueno…- Se calló

-Bueno ¿que?- pregunté

-No lo se Bella. El te mira extraño. Yo de verdad llegué a pensar que tenían algo-

-Pues ya ves que no es así- exclamé furiosa.

 

No podía creer que Edward y Tanya tuvieran una relación. Ella se le vendía a cualquier otro todas las noches. ¿Cómo podría a el gustarle eso? Sentí rabia, celos, tristeza, decepción. Tenía muchos sentimientos revueltos en mi interior. A pesar de que me sentía impotente quería ver a Edward por última vez. Tenerlo cerca. Esa noche lo llamé. No sería Isabella Swan solo sería otra extraña desconocida la cual no resultó ser suficiente interesante para el. Tocó a mi timbre a las 8 en punto. En su cara podía distinguir la pena, el dolor y el desvelo. Me dolió verlo de esa manera. Quería preguntarle que lo tenía así. Pero no. Aquella noche la dolida era yo y no le iba a revelar mi identidad a un hombre que no estaba interesado en mí. A pesar de eso él si me interesaba. Lo quería conmigo y mentiría al decir que no me gustaría que fuera mi nombre el de la noticia. Cuando entró empecé a besarlo sin preocuparme en obtener una respuesta de su parte. Empecé a besarlo con todo lo extraño que sentía por el. Con todas esas cosas que pasaban recorriendo mi cuerpo cuando lo tocaba, pero el no hizo lo que esperé. Respondió a mi beso con las mismas ganas que yo. Con pasión, deseo y lujuria. Nos tumbamos en el sofá y empezamos a despojarnos de nuestra ropa. Besé todo su pecho, su cuello, su cara. Guardando el sabor de su piel en mi mente. Silenciosas lágrimas caían por mi rostro delatando mi pena y dolor. De pronto él agarró el control. Tocó mi cuerpo como si conociera cada milímetro de él. En sus labios sentí su necesidad y me alegró que fuera igual de fuerte que la mía. Me acostó en el mueble. Alzó mis piernas depositándolas en sus hombros y me penetró lento. Poco a poco el movimiento fue haciéndose mas rápido. Agarraba mis caderas con fuerzas. Como si fuera a irme. El placer inundaba cada parte de mi ser. Mi cuerpo reconocía al suyo. Él besaba mis piernas mientras me embestía. Sus gemidos junto con los míos inundaban toda la sala. Dándole el sonido con el cual me gustaría terminar todas las noches que queden de mi vida. Mi cuerpo se tensó al sentir el orgasmo cerca. Él aumentó la velocidad y acabó conmigo. Repartió besos por mi barriga hasta llegar a mi cara y luego besó mis labios con un sentimiento que por un momento me confundió. Después de estar un rato acostados en el sofá me paré, me puse su camisa y me fui a la cocina por algo para cenar. Preparé algo rápido y comimos en silencio. Esa noche todos los espacios de mi casa fueron muy útiles. Edward me hizo suya de todas las maneras posibles y en cada rincón. En el baño, la cocina, el comedor, el estudio, nos complacimos toda la noche hasta llegar a mi cuarto donde en mi cama me hizo la mujer mas feliz y deseada. A altas horas de la madrugada me quedé dormida en sus brazos. Aspirando su olor y deseando ser la mujer con la que se duerma todas las noches. Me despertó el sonido del teléfono. Giré mi mano a la mesita de noche y contesté. Era una editorial. Me proponía un buen contrato por publicar un libro que hablara de mi vida. Decidí pensarlo y darle respuesta luego. Me giré al otro lado esperando encontrar a mi Dios a mi lado pero no estaba. En su lugar había un espacio vacío. Una almohada sin usarse, una cobija que arropaba un solo cuerpo ¡el mío! Una cama desordenada producto de la mejor noche de mi vida pero sin el calor que dos cuerpos amándose. Una extraña sensación recorrió mi cuerpo y las lágrimas se me salieron al comprender que ese Dios no era mío. Era ajeno y yo simplemente era otra desconocida sin la misma suerte de la que ahora está a su lado.

 

Me di un baño y fui a la cocina por algo para desayunar. Al pasar por la sala me encontré algo en la mesita de centro. Una rosa azul y un papel con una caligrafía impecable la cual me daba un mensaje:

 

 Me gustaría haber hecho las cosas bien. Lamentablemente ya no puedo retroceder el tiempo. Perdóname por el daño causado. De verdad LO SIENTO.

Atte: Desconocido del bar.

Por cierto esta noche también estuvo espectacular. Jamás podría confundir tu cuerpo.

 

 

Sentí como el alma se me escapaba del cuerpo al empezar a leer la nota pero al leer la ultima línea una sonrisa se pintó en mi cara y por mi mente pasaron todas las imágenes de nuestro primer encuentro en la despedida de soltero de Emmett. Le dije a Ángela que lo metiera en la habitación para que el pensara que sería ella quien lo complacería. Lo vendó ya que yo no quería que viera mis ojos. Y en la mañana al despertar le diera mi mensaje (estuvo espectacular). Por un momento pensé que tenía todo el derecho de irse mientras yo dormía. Exactamente fue eso lo que yo hice la primera vez que toqué el cielo con él. “Lo que es igual no es trampa Bella” me dije. Guardé la nota y coloqué aquella hermosa rosa azul en mi mesita de noche. Me pareció extraño que fuera azul y no roja. Tradicionalmente se deja un ramo completo de color rojo pero la simple unidad tenía un sentimiento diferente y un significado que algún día iba a averiguar.

 

Esa mañana comprendí que yo, Isabella Swan amaba con toda mi alma y corazón a Edward Cullen

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Chicas (Ale y Clau) gracias por sus comentarios y por su tiempo para leer mi fic. Es muy importante para mi. Significa mucho. Espero y sigan comentando para poder seguir escribiendo. Nos vemos en el proximo capi. Se le kiere. Besitos (K)

 

Capítulo 6: Los Cullen Capítulo 8: La boda

 
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