Solo Humanos (+18)

Autor: nylevecullen
Género: + 18
Fecha Creación: 22/02/2010
Fecha Actualización: 04/05/2011
Finalizado: SI
Votos: 41
Comentarios: 123
Visitas: 170047
Capítulos: 36

Terminada

Un deseo envía a Bella de regreso en el tiempo al Chicago de 1918, y hacia un Edward humano. ¿Que pasara en este nuevo encuentro ?

 

 

Hola chicas, pues aqui está  una de mis historias favoritas, esta historia fue escrita por Amethyst Jackson, y Tatarata la tradujo.

 

Todo los personajes son de Stephenie Meyer

 

Espero que le guste como a mi jejejeje q la difrusteCool

aqui les dejo mi nuevo blog:http://nylevecullentwiling.blogspot.com/

cuenta en fanfition donde podra en contrar mi dos nueves historias :

http://www.fanfiction.net/u/2424336/Nyleve_Cullen

 

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 35: "Me siento? confundido y ambivalente. Agradecido. Celoso, Asustado."

 

No había esperado que nada cambiara. Había asumido que abriría mis ojos hacia el mismo paisaje de Chicago que había estado mirando todo este tiempo. Y aún así, cuando abrí mis ojos esta vez, no estaba en Chicago. No estaba afuera. Estaba en un cuarto, un cuarto muy familiar, con una larga mesa con ocho asientos alrededor.

La mesa del comedor de los Cullen. Y yo estaba sentada al final de ella, justo donde me había ido.

Salté del asiento antes que la idea se hubiera registrado completamente y fui corriendo a la sala. "¡Edward!" Grité. "¡Edward!"

Antes que pudiera comenzar a temer que se hubieran ido en mi ausencia, él estaba delante de mí, despeinado, tenso y hermoso. Me lancé a sus brazos cuando él me alzó y me aferró a su pecho, donde estaba feliz de quedarme.

"¡Oh, Edward! Edward, estaba tan asustada; no sabía lo que debía hacer, lo que tú querrías…" balbuceé, otra vez reducida a lágrimas mientras enterraba mi cabeza en su hombro. Él no pareció escuchar mucho de nada, sólo continuó murmurando una y otra vez, "gracias a Dios, gracias a Dios…"

En segundos, el cuarto se llenó con la familia Cullen. Los escuché a todos, sus chillidos de alivio, sus caricias de recibimiento – podrían haberme abrazado si Edward hubiera mostrado alguna intención de soltarme. Por ahora, estaba demasiado embelesado para prestarles atención.

"Vamos a darles un poco de tiempo, ¿si?" escuché la voz de Carlisle decir sobre el murmullo, acallando el cuarto al instante. Edward tomó eso como su pista para movernos escaleras arriba, al cuarto que por un largo tiempo había sido tanto mío como suyo.

"Regresaste," suspiró en mi cabello mientras abría la puerta y la cerraba con un patada tras de sí. "Regresaste a mí…"

"Estaba tan asustada de que no pudiera," sorbí mis mocos, contenta de que me abrazara por cuanto se negara a bajarme. "No supe como…"

"¿Cómo regresaste?" preguntó mientras por fin me ubicaba en el borde de la cama. Él no se alejó, permaneciendo a mi lado. "No pude ver esa parte."

"Pedí otro deseo," dije, incapaz de quitar mis ojos de su cara. "Supongo que eso fue lo que lo hizo… o tal vez fue que simplemente había terminado allí y el deseo que hice disparó algo… no se. Un momento estaba allí y el siguiente estaba de regreso en la sala…. ¿qué quieres decir con que no pudiste ver esa parte?"

Edward parecía incapaz de no tocarme conforme sus dedos trazaban los contornos de mi cara y mi cuello. "Cada momento que estuviste en mi pasado, nuevos recuerdos se formaron –no reemplazando a los originales, sino creando una nueva capa-. Vi todo hasta el punto en que atrapé la gripe… entonces todo se puso negro."

Mi respiración se me quedó a medias. "Entonces, sabes todo lo que pasó."

"Si," asintió lentamente. Esperé que a dijera más, pero no ofreció nada, y sus ojos tampoco regalaban información."

"¿Cómo... cómo te sientes sobre todo ello?" le pregunté, insegura. Se sentía como si aún me quisiera, me amara, pero temí tomar algo por garantizado.

Frunció el ceño pensativamente, mirándome fijamente con los ojos dorados. "Me siento… confundido y ambivalente*. Agradecido. Celoso, Asustado."

"¿Asustado?" Esa me sorprendió. ¿De qué tenía que tener miedo él?

Sus manos cayeron lejos de mí mientras él agachaba la mirada. "Si, asustado. Mientras pude ver todo, no tenía forma de saber con seguridad cómo te sentías, cuanto de lo que decías era verdad… no podía estar seguro si aún ibas a querer regresar a mí, sabiendo… sabiendo lo que pudo haber sido."

Sacudí mi cabeza en incredulidad. "¿Pensaste que yo querría quedarme? Edward… yo te amo. Cada parte de ti –pasado, presente y futuro. Lo que yo quiero no ha cambiado en absoluto. No me conformaré por nada menos que una eternidad contigo."

Sus ojos regresaron de manera esperanzada hacia mí. "Es sólo… no pude evitar temer que me preferirías humano. Que querrías tener la vida y la familia que ahora no te puedo ofrecer, y que lo encontrarías... físicamente preferible…"

Me reí fuerte por el alivio. Él no me odiaba; había estado aquí sumiéndose en sus propias inseguridades. "Oh, vampiro tontito. ¿A caso no sabes que no has cambiado nada?"

"Esperaría que hubieran habido algunos cambios en casi 90 años," dijo sarcásticamente.

"Unos pocos," acepté mientras me deslizaba más cerca, "pero todas las cosas que importan están iguales. ¿De verdad pensaste que yo dejaría ir todo lo que tengo aquí así de fácil? ¿Qué todo lo que hemos sobrevivido hasta este punto sería para nada?"

"No sabía qué pensar," admitió. Sus dedos pasando gentilmente por mi cabello. "No tenía forma de preguntarte."

"Lo siento," suspiré, recostando mi cabeza en su hombro. "Debe haber sido espantoso para ti, ver eso por meses y no saber…"

"De hecho", corrigió, "sólo fueron unos pocos días para mí."

Parpadeé, mirando sus divertidos ojos. "Pero estuve en el pasado por más de dos meses."

"Por mis cálculos, cada día que estuviste allá duró una hora para mí. Estuviste perdida por un poco menos de tres días."

Me quedé con la boca abierta. "Bueno… supongo que eso está bien, entonces…"

"Creo que está bien," suspiró, jalándome contra él. "No podría haber visto eso por meses…"

"¿De verdad fue tan malo?" pregunté, abrazándolo tan fuerte como podía.

Dudó. "No se como describirlo. Estaba... celoso de mi mismo. Estaba viendo mis propios recuerdos, pero todos eran nuevos para mí –no sentí como si ya hubiera experimentado esas cosas y las estuviera volviendo a vivir. Se sintió como si las experimentara por completo a través de alguien más… y cuando vi a mi yo pasado enamorándose de ti, besándote, tocándote… quise ser yo, aunque, técnicamente… lo era."

Hice una mueca. "Me preocupé, al principio, que te estuviera….traicionando, de alguna manera. Pero… entre más tiempo estaba en el pasado, más sentía como que estaba contigo. Ya no puedo hacer la separación en mi mente."

"Está bien," dijo. "Ahora que se como te sientes, lo que estabas pensando… ya no estoy asustado."

"Me alegra," suspiré. "Estoy tan aliviada."

"¿Aliviada? ¿De qué estaba asustada?"

"Que tu me odiaras por no cambiar el pasado cuando tuve la oportunidad. Por no salvarte de enfermarte y convertirte en un vampiro…"

Él besó mi sien, sonriendo. "¿Quién es el tonto ahora? ¿Qué acaso no sabes que nunca me hubieras convencido de cambiar mis planes? Además, no querría nada cambiado. Debí habértelo dicho hace mucho tiempo, pero tu presencia en mi vida cambió todo. Estoy feliz de haber sido cambiado, tan sólo por la oportunidad de conocerte… y ahora, saber que estaba siendo conservado para una época cuando pudiera estar contigo de nuevo… eso arma el rompecabezas perfectamente.

"Estoy asombrada de no haber cambiado nada... temí que regresaría y encontraría mi futuro entero destruido."

"Cambiaste cosas en pequeñas maneras," dijo. "La historia es levemente diferente, pero sólo de mi lado. No recordé mucho después de mi transformación, sólo tu cara y que te amaba. Carlisle se guardó en su mente muy cuidadosamente cada pensamiento de ti, no fuera que me revelara el futuro. Cuando te conocí, después que la sed de sangre había pasado un tanto, me di cuenta que tenías la misma cara que la chica que yo había amado… no supe que hacer con ello. Me dio más razón que nunca para tratar de estarme lejos de ti, aunque -¿cómo podría arrastrarte dentro de mi mundo? Cuando sucumbí ante la tentación, no me atreví a decir nada – era lo bastante extraño para ti el aceptarme por lo que era. No estaba apunto de decirte que te había conocido en 1918."

Fruncí el ceño. "Pero entonces, ¿no debiste haber entendido lo que pasó cuando desaparecí?"

Edward se encogió. "Ahí es donde se pone un poco enmarañado, porque aún tengo recuerdos sobrepuestos hasta el punto donde regresas. Pero aún así estaba bastante preocupado – podía haber sabido dónde estabas, pero de todas formas no tenía manera de saber con seguridad que estarías a salvo o que regresarías."

"Estoy contenta de estar de regreso," murmuré, tratando de acurrucarme más dentro de su abrazo. "No me arrepiento de la experiencia –he aprendido tanto de ella-. Pero dio miedo, no saber lo que me pasaría o cómo podría cambiar las cosas."

"¿No estás nada triste?" preguntó. Tomó mi mano izquierda y miró deliberadamente el anillo de compromiso de zafiros aún sobre mi dedo.

"No por mí, no," respondí mientras movía el anillo a mi mano derecha y sacaba los otros anillos de mi bolsillo, poniéndolos de regreso en sus lugar correcto. "Estoy triste porque no pude darte lo que querías de inmediato – Estoy triste porque tuviste que esperar tanto por mí. Pero si algo, estar en el pasado sólo me hizo amarte más, viendo cuanto de tu humanidad aún esta ahí, aún después de todo por lo que has pasado. Entiendo mucho más ahora, y estoy lista. Estoy lista para una eternidad contigo."

"Te amo," suspiró, pasando sus labios sobre cada una de mis manos –ambas llevando sus anillos. Luego puso sus manos a cada lado de mi cara y besó mis labios. Me derretí, hundiéndome felizmente dentro de la familiar sensación. Era bueno besarlo de nuevo sin secretos o miedos dando volteretas en mi cabeza. Ahora éramos sólo Edward y yo, como debería ser.

"No te detengas," me quejé mientras se alejó, agarrando sus hombros. "Ha sido tanto tiempo para mí. Quiero sentirte aquí conmigo."

"No quiero detenerme," dijo en voz baja. Sus ojos eran como caramelo derretido mientras ociosamente acariciaba mi mejilla, mirándome fijamente como si tratara de memorizar mi rostro. "Aún tres días sin ti es muchísimo."

Caímos como uno sobre la cama conforme nuestros labios se volvían a encontrar. Saboreé su frío aliento e impecable y suave piel mientras nos besábamos con lentitud, ambos dejándonos llevar por el momento como hojas flotando con la corriente. Su cuerpo se sostuvo fuerte y pesado sobre mí, protectivo y posesivo.

Estiré mis manos hacia él, metiéndolas bajo su camisa conforme mis labios se aferraban a los suyos. Su suave murmullo de placer hormigueó mi piel. "Tócame" rogué, aunque subía mis manos por su espalda, dándole palmadas a la marmórea piel.

Sus manos respondieron mi pedido, metiéndose bajo mi falda para presionar mis muslos. Su frío roce sobre mi piel se sintió como una bienvenida. Casi me pongo a llorar de alegría.

"Más, por favor," suspiré, arqueando mi cuerpo hacia el suyo. "Quítalo."

Edward me sorprendió al jalarme a una posición sentada y con rapidez se movió detrás de mí para soltar los botones. Separó la prenda lentamente y luego la empujó suavemente fuera de mis brazos, dejando un camino de suaves besos mientras tanto. Me derretí contra él, mareada con deseo, y sus brazos me abrazaron desde atrás.

"¿Tienes alguna idea de lo que me hace el desvestirte cuando estás usando esta ropa?" Habló bajo en mi oído. "Me siento como un torpe adolescente de nuevo."

"Eras bastante bueno como un torpe adolescente," remarqué, mi respiración se dificultó cuando sus dedos siguieron la pizca de escote que mi ropa interior revelaba.

"Realmente estoy agradecido, sabes," dijo mientras movía alrededor para mirarme a la cara. "Por todo lo que me diste yendo al pasado." Sus ojos no tenían límite, gentiles y sinceros. No pude evitar tocar su cara, acariciar la dura línea de su quijada.

"Te amo tanto," dije, las palabras saliendo de manera espontánea. "Creo que no te lo digo lo suficiente. Me parece tan obvio."

Entonces me volvió a halar hacía él, rozando besos contra mis labios, a través de mi cara y bajo mi cuello. "Oh, mi Isabella," murmuró, todavía atrayendo nuestros cuerpos más cerca. "¿Cómo pude vivir un día sin ti?"

Me colgué a él, dejándolo levantarme para empujar el vestido de mis caderas. Aproveché el momento para abrir los botones de su camisa. Fue una sensación dulce el jalarla de sus hombros y poner mis manos sobre la amplia extensión de piel ahora expuesta. Suspiró en profunda satisfacción, aún dejando sus adictivos besos sobre mis hombros.

"Edward," rogué, "quiero más…"

Él parecía leer mis deseos como palabras de una página, junto con mi impaciencia. No podía evitarlo – había estado casi 3 meses sin él, meses de ansiedad constante y quería perderme en él ahora, para recuperar la sensación de suprema felicidad y paz que venía con hacerle el amor a Edward.

Con cuidado, levantó mi camisón, desnudando mi pecho a su mirada. Me tocó de modo reverente, con delicadeza y laboriosamente trazando las curvas de mis senos con sus largo y agraciados dedos. Temblé, mareada por la sensación. Lo sentí alejarse de mí, y cuando abrí mis ojos, vi que había removido su ropa. Absorbí la vista, demasiada perfección para mis mortales ojos. Quizás cuando fuera como él, podría asimilarlo todo de una – pero lo dudé.

Estiré mi mano hacia él, y regresó a mi, juntando nuestros cuerpos. Me estremecí ante el electrizante roce de nuestras pieles, ya sintiendo corrientes de placer corriendo a través de mí ante el simple contacto. Seguramente nadie más se había sentido jamás así; seguramente nadie jamás había tenido tal conexión con otra persona antes…

Nuestros ojos se encontraron, y entonces él me estaba bajando hacia la cama, presionando mi cuerpo contra el suyo. Esperé sin aliento como sus manos seguían un camino bajo mi cuerpo, pasando como fantasmas sobre mis senos y mi cintura antes de ubicarse sobre las cintas de mis brazas. Las soltó con facilidad, rápidos elegantes movimientos de sus dedos y alejó la ropa interior, dejándonos a ambos desnudos.

Sus caderas se ubicaron entre mis muslos, sus ojos estuvieron todo el tiempo enfocados en mí, diciendo todo que allí simplemente no había palabras que decir. Sentí su manos subir por mi muslo y luego deslizarse entre mis piernas, separando mis labios y acariciando delicadamente.

Gimoteé su nombre y agarré sus hombros. Sus ojos se centraron en los míos, y eso fue todo lo que le tomó saber que estaba lista. Mi nombre salió de sus hermosos labios mientras empujaba en mi interior, aún cuando yo gemía en respuesta sin poder hacer nada.

Se sintió tan bien tenerlo en mi interior de nuevo, sentir hasta mis huesos que era mío y que por siempre sería así. Casi pude ver los años estirándose frente a nosotros, una eternidad de felicidad.

Edward se alejó, luego se volvió a meter lenta, tortuosamente. Sus brazos parecían temblar con el esfuerzo que le tomaba contenerse, y aunque hacerle el amor a Edward todavía era la mejor cosa que jamás había sentido, deseaba el tiempo cuando él no tuviera que contenerse conmigo.

Se adentró en mi una vez más y perdí la habilidad de concentrarme en nada que no fueran sus ardientes ojos y las sensaciones arrasando bajo mi piel. Él era tan, tan hermoso que siempre me quitaba el aliento – la forma en que su mentón se apretaba, sus dedos se doblaban en las sábanas, su innecesaria respiración era irregular, sus ojos se cerranan por el placer… y yo tenía el privilegio de saber que yo era la única que siempre lo veía así, la única que siempre lo haría.

Y las cosas que me hacía sentir estaban más allá de comparación. Conforme nuestros cuerpos se movieron juntos, calor se disparó a través de mis nervios, a través de mi sangre, y no pude recibir suficiente. Me mareó, hizo que mi cabeza girara, y tuve que sostenerme fuerte de Edward para mantenerme a flote.

Edward comenzó a moverse más rápido cuando notó que yo estaba cerca y traté de asimilar todo – la insoportable fricción donde estábamos unidos, el escalofriante roce de su piel contra la mía, sus respiración sobre mi cuello mientras sus cabeza caía hacia mi hombro, sus labios moviéndose contra mi piel mientras susurraba mi nombre-. Cambió su ángulo justo lo suficiente de modo que rozaba mi clítoris mientras se movía, y ese pequeño cambio fue todo lo que tomó para hacerme explotar.

La calidez y el placer se liberaron como un río que sale disparado de una represa rota e inundó mi cuerpo. Cada nervio y músculo reaccionó, compartiendo la dicha, y mientras yo me tensaba alrededor de Edward, él gritó mi nombre y se me unió.

Ambos estábamos sacudiéndonos todavía cuando el se movió fuera de mi y me jaló hacia sus brazos. Mi mente estaba nublada, pero de alguna manera él pensó en tirar las mantas sobre nosotros – aunque noté que se las había arreglado para abrir algunos agujeros en las sábanas bajo nosotros. Bostecé profundamente para mi pesar mientras me ubicaba dentro del abrazo de Edward y mis ojos se cerraron involuntariamente. Lo sentí reírse entre dientes.

"No has dormido correctamente en varios días, ¿verdad? Deberías descansar ahora."

"Mmm… pero los otros van a querer saber sobre ello… y todavía hay más sobre lo cual hablar…" a pesar de mis protestas, sentí que me quedaba dormida.

"Eso puede esperar. Tenemos le eternidad, después de todo."

Sonreí. "Eso me recuerda. Quiero que me cambies pronto."

Por primera vez, no se tensó ante la mención de ello. "Cuando sea que estés lista."

"No será mucho," le prometí a él y a mi misa. "Sólo necesito hacer unas pocas cosa antes…"

"Entonces también estaré listo," dijo, depositando un beso sobre mi cabeza.

Esa fue la promesa más hermosa que él jamás me había hecho, y sabía que la cumpliría.

_______________________________________________________

!!!hola¡¡¡¡ si ya se que me quiere secuestar amodarza y dejarme con un bonito lazo rojo en la puerta del castillo vulturies pero x plis pido piedad aunq se q no la merezco x haber dejado tanta intriga durante tanto tiempo pero es q ya lo unico q falta es el epilogo y ya fin aunq se q eso tampoco me justifica pero como dice lo bueno se hace esperar jejejejeje bueno y sagdesco tos su comentario y votos de verdad bueno no la fatidi mas co mi nota espero q les guste bye

P.D Ambivalente* es : (de ambivalencia) Estado de ánimo, transitorio o permanente, en el que coexisten dos emociones o sentimientos opuestos, como el amor y el odio

Capítulo 34: "Invitacion" Capítulo 36: El comiezo de para toda la eternida (Epilogo)

 


Capítulos

Capitulo 1: El deseo de cumpleaños Capitulo 2: el primer encuentro Capitulo 3: Que hacer ante esto?¡¡ Capitulo 4: Que hacer ante esto?¡¡ II Capitulo 5: Empezaron las pregunta y la mentiras Capitulo 6: Carlisle Capitulo 7: Mis recuerdos Capitulo 8: Nuevos dia, Nuevas cosas Capitulo 9: La fiesta I Capitulo 10: La fiesta II Capitulo 11: La charla y reencuetros Capitulo 12: Mis dudas y miedos Capitulo 13: Los cosejo de Carlisle y un pequeño incoveniente Capitulo 14: Ella todavia me ama ¡¡¡ Capitulo 15: Ven a nadar conmigo ¡¡¡¡ Capitulo 16: cambio el pasado y con el mi futuro? Capitulo 17: Celo de mi yo humano pero xq si son mis recuerdos ¡¡¡¡ Capitulo 18: Mi nuevo trabajo ¡¡¡ agg Capitulo 19: Una persona no muy grata Capitulo 20: Pregunta, preguntas y mas pregunta sin repuestas Capitulo 21: Empezado lo que se suponia que llegaria Capitulo 22: Tu eres mi fuerza Capitulo 23: Yo fui hecha para ser lo que sea que tu necesites Capitulo 24: No puedo perderla a ella tambien Capitulo 25: Lo siento. Juré que te haría mi esposa primero Capitulo 26: ¿Por qué tuve que venir aquí? ¿Por qué tenía que ver a estas personas de las que me había encariñado enfermarse e irse apagando? ¿Por qué tenía que verlo sufrir a él? Capitulo 27: se acerca el gran cambio Capitulo 28: ??No pienses,? ?sólo siente. Concéntrate en el aquí y ahora.? Capitulo 29: Tan impotente, incapaz de proteger a la única persona que más importaba Capitulo 30: él era casi invencible. Pero el chico en la cama era frágil, humano, y tan, pero tan?rompible Capitulo 31: ¡Usted debe! Usted debe hacer todo lo que esté en su poder. Lo que otros no pueden hacer, eso es lo que usted debe hacer por mi Edward¡ Capitulo 32: "¿E-estoy? muriendo?" No," dije rápidamente. "No, sólo cambiando. El dolor se irá, y estarás bien." Capitulo 33: Deseo poder regresar mi tiempo. Deseo poder regresar mi vida. Capitulo 34: "Invitacion" Capitulo 35: "Me siento? confundido y ambivalente. Agradecido. Celoso, Asustado." Capitulo 36: El comiezo de para toda la eternida (Epilogo)

 


 
14437794 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10756 usuarios