Solo Humanos (+18)

Autor: nylevecullen
Género: + 18
Fecha Creación: 22/02/2010
Fecha Actualización: 04/05/2011
Finalizado: SI
Votos: 41
Comentarios: 123
Visitas: 170051
Capítulos: 36

Terminada

Un deseo envía a Bella de regreso en el tiempo al Chicago de 1918, y hacia un Edward humano. ¿Que pasara en este nuevo encuentro ?

 

 

Hola chicas, pues aqui está  una de mis historias favoritas, esta historia fue escrita por Amethyst Jackson, y Tatarata la tradujo.

 

Todo los personajes son de Stephenie Meyer

 

Espero que le guste como a mi jejejeje q la difrusteCool

aqui les dejo mi nuevo blog:http://nylevecullentwiling.blogspot.com/

cuenta en fanfition donde podra en contrar mi dos nueves historias :

http://www.fanfiction.net/u/2424336/Nyleve_Cullen

 

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 18: Mi nuevo trabajo ¡¡¡ agg

Conforme septiembre llegaba a toda prisa, Edward finalmente encontró un empleo. Esto tomó tiempo –los empleos de oficinista venían mucho más baratos de lo que Edward estaba dispuesto a aceptar como salario-, y al final, le tomó al padre de Edward pedir algunos favores y conceder otro pocos para que alguien le ofreciera trabajo a Edward.
Podía decir que él no estaba para nada complacido con la situación. Aunque nunca lo dijo, sabía que lo irritaba la idea de deberle a alguien algo. Ya estaba erizado por tener que ir a cócteles con su padre.
“…y la peor parte,” continuó despotricando mientras yo lo miraba juguetear con su corbata en su primera mañana en el trabajo, “es que no gano ni de cerca tanto como podría ganar haciendo algo más, y aún así tengo que estar ‘agradecido’ por la oportunidad porque es sólo un favor.”
Luché valientemente por mantener una cara seria, pues el podría verme en el espejo, sentándome sobre la cama detrás suyo - pero eventualmente se dio cuenta que me estaba sacudiendo de la risa y me miró con el ceño fruncido – lo que sólo me hizo reír más.
“Oh, Edward.” Me puse en pie y fui hacia él, alisando su chaleco. “Es sólo un trabajo, ¿recuerdas? Es sólo hasta que hayas satisfecho a tu padre, no para siempre. Y lo más importante, yo te esperaré. No tienes que ganar todo el dinero en el mundo de modo que puedas llevarme rápido al altar. Yo aún estaré aquí.”
Mis palabras de ánimo tuvieron el efecto deseado - la boca de Edward se torció en su involuntaria sonrisa, y sentí sus hombros relajarse bajo mis manos.
“Tal vez tu puedas esperar,” dijo, “pero estoy no seguro que yo pueda.”
“Sólo tendrás que recordar que la paciencia es una virtud,” dije, empinándome en la punta de mis dedos para besarlo. “Y yo soy, después de todo, la guardiana de tu virtud. Mejor que me escuches.”
Edward resopló, aunque mantuvo nuestros cuerpos cerca. “Estoy empezando a pensar que eres la guardiana de mi virtud más pésima que pude haber encontrado. Me encuentro a mi mismo en peligro a cada paso.”
“Un burro hablando de orejas,” dije, apuntándolo a él y luego a mí. “Ahora, creo que tienes aproximadamente 20 minutos. Mejor que empieces a moverte.”
A regañadientes se alejó y puso su chaqueta sobre sus hombros. Vestido como un verdadero hombre de negocios, si que se veía devastadoramente apuesto. Su chaqueta azul marino y pantalones resaltaban en perfecto contraste con su cobrizo cabello; un chaleco a rayas enfatizaba su delgado y sólido torso; y la corbata era como un moño sobre el hermoso paquete esperando para ser abierto. No estaba entusiasmada en que se fuera más de lo que él estaba.
“Te veré cuando llegue a casa,” suspiró, besándome una última vez.
“Estaré esperándote,” dije mientras lo seguía abajo hacia la puerta principal. Me lanzó una gran sonrisa sobre su hombro antes de salir a la calle.
Mientras los hombres no estaban, Elizabeth trató de enseñarme a tejer. Era increíblemente doméstico, y no estaba segura de que realmente me gustara. Nunca había sido muy buena con lo doméstico.
“No te preocupes, para mí tampoco fue por naturaleza,” dijo Elizabeth, luchando por no reírse del lío enmarañado que había hecho de mi hilo. De alguna forma había formado un montón de nudos en mi regazo en vez de una hilera de puntadas como se suponía tenía.
“Nunca he sido muy buena en esta clase de cosas,” suspiré, flexionando mis cansados dedos que habían pasado horas agarrando una aguja. “Tú sabes, cosas hábiles. Todo lo que puedo hacer es cocinar.”
“Bueno, esa es la importante,” rió Elizabeth. “A Edward no le importará que no puedas zurcir sus calcetines si está bien alimentado.”
Tartamudeé por mi sorpresa, a lo cual ella sonrió gentilmente. “Si, Bella, yo se. Edward me dijo que quería casarse contigo –pero aunque no me lo hubiera dicho, yo lo habría sabido. Puedo leer a mi hijo como a un libro abierto. Y es por eso que se que tu eres exactamente lo que él necesita. Estoy contenta de saber que él te tendrá cuidándolo.”
Mi garganta se sentía demasiado ajustada, haciendo difícil el respirar. ¿Se sentiría ella de la misma forma si supiera que yo estaba condenando a Edward al dejarlo permanecer en la ciudad? “Espero, espero poder,” dije finalmente, picoteando mi montón de tejidos fallidos.
“Se que podrás,” respondió Elizabeth, palmeando mi mano. “No me refiero tanto a físicamente… él es un chico, por lo que dudo que alguna vez olvide comer. Pero a veces se pierde tanto en su propia cabeza que no ve el cuadro completo. Y creo que tu eres la chica exacta para hacerlo ver.”
Mi sonrisa era un poquito llorosa, pero no pude evitarlo. Esta mujer era mejor de lo que alguna vez había soñado que la madre de Edward podría ser, y estaba siendo tan amable conmigo. Sería tan doloroso decirle adiós. “Gracias, de verdad. Por todo.”
“No hay nada por lo que agradecerme,” dijo Elizabeth. Estiró su mano y recogió mi torturado proyecto. “Creo que mejor nos rendimos con este.”
Acepté de todo corazón.
Cuando Edward regresó a casa, la expresión en su cara sugería que acababa de regresar de una zona de guerra. Estaba exhausto, y un poquito gruñón para empezar. Realmente no me importaba; comparado con uno de los estados de ánimo de mi Edward, este Edward era sólo sencillamente lindo.
Edward no me pidió permiso antes de escabullirse dentro de mi cuarto esa noche, y no podía culparlo. Sería ridículo, dado su obvio cansancio y la mueca en su cara, acusarlo de tener intenciones impuras.
“¿De verdad fue tan malo?” Le pregunté mientras dejaba caer su cabeza sobre mi hombro. Pasé mis dedos sin rumbo fijo por su cabello; eso siempre lo relajaba.
“Supongo que pudo haber sido mucho peor,” suspiró Edward. “No debería quejarme. Pero ese trabajo es tan tedioso, y parece que siempre estoy haciendo vueltas y aceptando órdenes. Preferiría estar haciendo una labor manual que desperdiciando mi poder mental en esta tontería.”
Bufé. “¿Qué clase de ley es?”
“De propiedad,” dijo Edward con desagrado. “Terriblemente aburrido. Debía haber demandado algo en la ley criminal. Al menos ahí había algunas buenas historias.”
“Tu serías un terrible abogado con pretensiones de superioridad moral,” me reí, imaginándome a Edward en un papel en La Ley y El Orden (Law and Order, el programa XD). Ningún jurado tendría una oportunidad contra sus poderes persuasivos.
“Discutiría, pero estoy demasiado cansado,” suspiró Edward, metiendo su cabeza en mi cuello. “¿Puedo simplemente esconderme en tu cama para siempre?”
“Podrías, pero tengo el presentimiento que alguien pensaría en buscarte aquí. Especialmente si yo me quedo contigo.”
“Hmm...” ya se estaba quedando dormido. Besé su frente y lo abracé con fuerza; la necesidad de protegerlo y de preocuparme por él surgió con fuerza en mi interior. Él era tan vulnerable, de las formas humanas y también en las formas que afectaban a mi Edward, aunque él trataba de esconderlas mucho más. Se me ocurrió que nunca había hecho tanto como pude para proteger a mi Edward –no de los peligros externos, sino de si mismo. Si regresaba… cuando regresara, eso cambiaría. Me haría cargo de él como él necesitaba, como él merecía.
Los días pasaron volando mientras yo caía en una fácil rutina. Edward me besaba de despedida cada mañana e iba a trabajar. Yo haría de todo lo que podía para ayudar en la casa –por muchas veces que Elizabeth insistiera en que no era necesario, y por muchas veces que Edward dijera que su padre no tenía nada contra mí, yo aún me sentía como una carga, y no quería darle a ninguno de ellos razón alguna para que cambiaran su opinión de mí. Por lo que ayudaba con la cocina y la limpieza, aún cuando Elizabeth trataba de convencerme que los sirvientes podían encargarse. Yo hacía recados, ayudaba en el jardín, e inclusive seguía luchando por tejer y coser, aunque no mejoré mucho.
______________________________________________________________________________________

otro capi xfinnnnnnnnnnn jejejejej no me lastimen se q le prometis actualiza diariamente pero no se pudo pero lo intetare ya q estoy trabajon con otra hjistoria pronto sabran de q se trata orita subo otro capi

Capítulo 17: Celo de mi yo humano pero xq si son mis recuerdos ¡¡¡¡ Capítulo 19: Una persona no muy grata

 


Capítulos

Capitulo 1: El deseo de cumpleaños Capitulo 2: el primer encuentro Capitulo 3: Que hacer ante esto?¡¡ Capitulo 4: Que hacer ante esto?¡¡ II Capitulo 5: Empezaron las pregunta y la mentiras Capitulo 6: Carlisle Capitulo 7: Mis recuerdos Capitulo 8: Nuevos dia, Nuevas cosas Capitulo 9: La fiesta I Capitulo 10: La fiesta II Capitulo 11: La charla y reencuetros Capitulo 12: Mis dudas y miedos Capitulo 13: Los cosejo de Carlisle y un pequeño incoveniente Capitulo 14: Ella todavia me ama ¡¡¡ Capitulo 15: Ven a nadar conmigo ¡¡¡¡ Capitulo 16: cambio el pasado y con el mi futuro? Capitulo 17: Celo de mi yo humano pero xq si son mis recuerdos ¡¡¡¡ Capitulo 18: Mi nuevo trabajo ¡¡¡ agg Capitulo 19: Una persona no muy grata Capitulo 20: Pregunta, preguntas y mas pregunta sin repuestas Capitulo 21: Empezado lo que se suponia que llegaria Capitulo 22: Tu eres mi fuerza Capitulo 23: Yo fui hecha para ser lo que sea que tu necesites Capitulo 24: No puedo perderla a ella tambien Capitulo 25: Lo siento. Juré que te haría mi esposa primero Capitulo 26: ¿Por qué tuve que venir aquí? ¿Por qué tenía que ver a estas personas de las que me había encariñado enfermarse e irse apagando? ¿Por qué tenía que verlo sufrir a él? Capitulo 27: se acerca el gran cambio Capitulo 28: ??No pienses,? ?sólo siente. Concéntrate en el aquí y ahora.? Capitulo 29: Tan impotente, incapaz de proteger a la única persona que más importaba Capitulo 30: él era casi invencible. Pero el chico en la cama era frágil, humano, y tan, pero tan?rompible Capitulo 31: ¡Usted debe! Usted debe hacer todo lo que esté en su poder. Lo que otros no pueden hacer, eso es lo que usted debe hacer por mi Edward¡ Capitulo 32: "¿E-estoy? muriendo?" No," dije rápidamente. "No, sólo cambiando. El dolor se irá, y estarás bien." Capitulo 33: Deseo poder regresar mi tiempo. Deseo poder regresar mi vida. Capitulo 34: "Invitacion" Capitulo 35: "Me siento? confundido y ambivalente. Agradecido. Celoso, Asustado." Capitulo 36: El comiezo de para toda la eternida (Epilogo)

 


 
14437818 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10756 usuarios