Solo Humanos (+18)

Autor: nylevecullen
Género: + 18
Fecha Creación: 22/02/2010
Fecha Actualización: 04/05/2011
Finalizado: SI
Votos: 41
Comentarios: 123
Visitas: 170016
Capítulos: 36

Terminada

Un deseo envía a Bella de regreso en el tiempo al Chicago de 1918, y hacia un Edward humano. ¿Que pasara en este nuevo encuentro ?

 

 

Hola chicas, pues aqui está  una de mis historias favoritas, esta historia fue escrita por Amethyst Jackson, y Tatarata la tradujo.

 

Todo los personajes son de Stephenie Meyer

 

Espero que le guste como a mi jejejeje q la difrusteCool

aqui les dejo mi nuevo blog:http://nylevecullentwiling.blogspot.com/

cuenta en fanfition donde podra en contrar mi dos nueves historias :

http://www.fanfiction.net/u/2424336/Nyleve_Cullen

 

 

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 26: ¿Por qué tuve que venir aquí? ¿Por qué tenía que ver a estas personas de las que me había encariñado enfermarse e irse apagando? ¿Por qué tenía que verlo sufrir a él?

la siguiente mañana desperté sola, aún enredada en las sábanas, aún completamente desnuda. Un momento de desorientación me tuvo estirando la mano buscando por Edward en algún lado de la cama hasta que vi la nota doblada sobre su almohada.
Bella,
Fui a visitar a mi madre. Sólo están dejando entrar familia directa por una hora al día; pensé que preferirías dormir que esperarme por ahí. Regresaré a las once.
Te amo,
Edward
P.D. Despertar estar mañana junto a ti fue celestial. Fue casi imposible irme.
Sonreí, volviendo a doblar la nota. Esperé encontrarlo igual de feliz cuando regresara, que la condición de su madre no hubiese empeorado. Con el tiempo, me salí de la cama, me lavé y me vestí. Hoy me sentía perezosa, saciada y mareada. Quizás estaba mal sentirme feliz en un momento como este, pero... ¿cómo podría no estarlo?
Bajé a la cocina y comencé a cocinar. Dudé que Edward hubiese comido algo antes de irse, sin Mary alrededor para cocinar. También tuve que preguntarme como estaba ella, si Edward pudo verla.
Estaba a medio terminar cuando la puerta del frente se abrió y se cerró de nuevo. La voz de Edward me llamó.
“¡En la cocina!” grité en la dirección general del vestíbulo. Segundos después él apareció en la puerta de la cocina. Sus fuertes y humanos pasos lo presidieron de forma agradable. Sonrió ampliamente ante la visión de comida.
“Eres una bendición, Bella.” Dijo, acercándose a donde estaba parada en la estufa y abrazándome por atrás. Su mentón descansaba con facilidad sobre mi hombro.
“¿Cómo está tu madre?” No creí que estuviera así de feliz si no hubiera mejorado, y estaba en lo cierto.
“Está mucho mejor,” dijo. Alivio inundaba su voz. “Su fiebre está lo suficiente baja que está lucida. Me habló todo el tiempo preguntándome por nosotros. Está preocupada que no estemos comiendo lo suficiente aquí. Creo que podría recuperarse, Bella.”
No lo miré, asustada de ver la esperanza en sus ojos. No podía arriesgarme a aplastarla. “Esas son noticias maravillosas. Te dije que ella era fuerte,” dije, infundiendo mi voz con tanto optimismo como pude.
“Creo que todo podría salir bien,” suspiró. “Puedo volver a trabajar pronto, y luego...luego podemos empezar nuestra vida juntos como se debe.”
Quise llorar, pero esa no era una opción. “La comida está hecha,” dije para distraerlo.
Edward me contó todo sobre su visita con su madre mientras comimos. Quise que tuviera razón, para que Elizabeth sobreviviera, pero también sabía por Carlisle que ella había durado más que su esposo, tratando de cuidar de su hijo… y eso quería decir que no estaba casi fuera de peligro.
“¿Viste a Mary?” pregunté, necesitando cambiar el sujeto de nuevo. No sabía cuanto más podría pretender por Edward.
“Ella está justo al lado de mi madre,” dijo mientras su cara cayó. “A ella no le está yendo tan bien.”
No se donde hubo espacio para más dolor, pero de alguna forma se empujó dentro. “Todo es tan horrible,” murmuré.
“Lo se,” dijo él con suavidad. “Pero recuerda lo que dijiste – todavía nos tenemos el uno al otro.”
“Cierto. Eso es lo importante,” acordé, forzando una sonrisa. De hecho, si nos teníamos el uno al otro – y con suerte, cuando esto hubiera terminado, yo regresaría a mi Edward -. Pero él no tendría el mismo lujo, y me sentí horriblemente culpable por ello, aún si allí no había nada que yo pudiera hacer para cambiarlo.
Aclaré mi garganta, tratando de ahuyentar el incómodo momento. “Entonces, ¿qué te gustaría hacer hoy?”
“De hecho,” sonrió con malicia, “estaba pensando en una siesta. Todavía estoy cansado por lo de anoche.”
Si pensé que finalmente había superado lo de sonrojarme, me probé equivocada. “Ciertamente no querría interponerme en el camino de más de tu sueño.”
Él se rió entre dientes. “Oh, pero yo definitivamente querría que lo hicieras.”
Hice un show de rodar mis ojos y me puse de pie para limpiar los platos. “¿Por qué no vas arriba y empiezas esa siesta? Quizás estés dormido cuando me una a ti, estarás menos tentado a dejarme interrumpir.”
“Muy bien,” se rió, alejando su silla de la mesa para pararse. “Pero no me culpes si no puedo dormir sin ti allí.”
Sonreí hasta que escuché sus pies sobre las escaleras, no fuera que se diera la vuelta y viera mi cara caer. Pero mientras lavaba los platos, usé los pocos preciosos minutos sola para dejar que las lágrimas fluyeran. ¿Por qué tuve que venir aquí? ¿Por qué tenía que ver a estas personas de las que me había encariñado enfermarse e irse apagando? ¿Por qué tenía que verlo sufrir a él? Ver la esperanza desaparecer de sus ojos con cada nuevo golpe, ¿sólo para emerger alegremente una vez más? ¿Por qué el destino forzó esto sobre mí?
Pero conforme meditaba sobre los dos meses que había pasado en el pasado, no me podía lamentar. Me habían concedido una oportunidad imposible –participar en una parte de la vida de Edward que pensé nunca conocería. Sin las extrañas consecuencias de mi deseo, nunca habría tenido la oportunidad de conocer a sus padres, nunca podría haber escuchado a su madre hablar su aprobación de mí. Nunca habría sabido él que odiaba los espárragos o que tenía un cómodo lugar secreto para el gato del vecino. No hubiera sabido que sus costillas eran cosquillosas o que sus ojos realmente eran de un extraordinario verde. Y con toda seguridad nunca habría sabido que el vampiro aún era en gran medida el muchacho.
Sin este viaje, comprendí, nunca habría sabido que amaba a Edward en cada una de sus formas, en cada época, en cada lugar. Tendría el cálido consuelo en lo profundo de mi pecho que mi transformación en vampiro no podría cambiar sus sentimientos por mí…porque no podría cambiar mí esencia.
No podría llevarse el alma que yo sabía, ahora más que nunca, Edward seguramente tenía – y tampoco se llevaría la mía.
Mi deseo había sido darle a Edward la clase de experiencias que él me había dado, pero finalmente entendí que yo había sido enviada con una lección por aprender.
La epifanía me llenó con una sensación de calma, de paz. Aunque no podría salvar a Edward de lo que estaba por venir sin hacer un daño irreparable en mi propio futuro, podría regresar a mi Edward con una nueva compresión. Podría entrar en la eternidad con los ojos bien abiertos e intentar llenar cada uno de los días de Edward con comodidad, paz y alegría.
De repente, me sentí lo bastante fuerte. Haría lo que fuera que los próximos días requirieran de mí, porque era importante. Todo era por él.
Sequé mis manos, lavé mi cara y subí las escaleras para unirme a Edward.
Fiel a su advertencia, todavía estaba despierto, aunque apenas. Su sonrisa era cariñosa y soñolienta mientras me deslizaba bajo los cobertores junto a él. El peso de sus brazos a mi alrededor se sentía como un ancla que evitaba que me fuera flotando demasiado lejos de la orilla.
Agotada por el torbellino de emociones, me quedé dormida fácilmente en su abrazo, con su esencia llenando mi cabeza y su pulso en mi oído.
Soñé que estaba con mi Edward vampiro de nuevo, de devuelta en mi pequeña cama en la casa de Charlie. Sus ojos eran rojos en este sueño, pero eso no me molestó. Mi subconsciente me dijo que había una buena razón.
“¡Te extrañé!” grité, pasando mis brazos alrededor de su cintura. Él se rió entre dientes, pasando sus dedos por mi cabello.
“Igualmente.”
“¿Por qué no hay ningún mueble?” pregunté, confundida cuando no vi las familiares formas de mi mecedora y mi escritorio.
“Tonta Bella. Estas soñando. Esas cosas no son importantes. Concéntrate en los detalles que si tienes.”
“No entiendo.” Estaba frustrada. Deberíamos estar besándonos para ahora.
“Mírame de cerca a mí, Bella,” murmuró, pasando sus manos de arriba hacia abajo por mis brazos y sobre las largas mangas…mangas que pertenecían a un vestido de 1918 que por alguna razón todavía llevaba. Volví a mirar a sus rojos ojos y entonces a su cuerpo. Comprendí el problema. También estaba vestido para 1918, con tirantes, mangas enrolladas hasta los codos. Fruncí el ceño. “¿Alice te disfrazó?”
“Es casi hora, Bella,” dijo, ignorando mi comentario. “Necesito que estés lista.”
“¿Lista para qué?” pregunté. Ya estaba ansiosa.
“No será fácil, pero debes hacer esto, Bella. Para asegurar nuestro futuro juntos.”
“¿Hacer qué?” pregunté desesperadamente, agarrando sus hombros. Lo que decía no tenía sentido.
“Por favor, Bella. Prométeme.”
“¡Edward, no se lo que me estás pidiendo!” Mis ojos comenzaron a humedecerse por la frustración.
Él sostuvo mi cara entre sus manos, mirándome intensamente a los ojos. “Tu sabes. Y recuerda, ¡debes!”
Edward me acercó a él, besándome con firmeza. Sus labios se sintieron extrañamente calientes, pero no tuve tiempo para examinar eso.
“Por favor…” su respiración fue como un susurro a través de mi cara, y entonces desperté, jadeando.
El cuarto estaba iluminado con el sol del atardecer, y estaba sola de nuevo. La ausencia de Edward me preocupó después de ese sueño. ¿Qué había querido decir, asegurar nuestro futuro? ¿Qué quería que hiciera? ¿Y por qué tenía los ojos rojos de un vampiro que bebe sangre humana? No había razón…excepto porque fuera un neófito, lo cual…
…lo cual era exactamente lo que era. Él estaba en lo correcto; yo si sabía, pero no pude comprenderlo en el sueño. Llevaba las ropas de esta época y tenía los ojos rojos porque acababa de ser cambiado. Y…quería que yo hiciera que eso pasara. Esa era la única conclusión posible .
No sabía si mi sueño era realmente un mensaje de Edward o simplemente mi propio subconsciente tratando de guiarme, pero en cualquier caso, era la única orientación que tenía, y esta me dijo que estuviera lista para dejar ir a Edward.
Un ruido sordo fuera del cuarto atrajo mi atención de regreso a la realidad. Salté fuera de la cama y fui al pasillo, luchando contra un sentimiento de terror todo el camino.
Encontré a Edward a medio camino bajo las escaleras, desplomado contra la pared. Sudor se formaba en su sien, su piel estaba sonrojada y sus ojos estaban cerrados. Puse una temblorosa mano en su frente, encontrándola caliente y húmeda. Sus ojos se abrieron para encontrar los míos, y estaban aterrados.
“No,” dije con voz ronca muy a mi pesar. Se fuerte, Bella. Él te necesita.
“Lo siento, Bella,” susurró.
“Silencio,” solté con voz temblorosa. “Va a estar bien. Voy a cuidar de ti. Espera aquí. Iré a conseguir ayuda.”
Sentí sus ojos sobre mí mientras corría a toda prisa bajo las escaleras hacia el teléfono. Aún era de día. Carlisle no estaría en el hospital aún.
Levanté el auricular y le marqué a la única persona que podría ayudarme ahora.

Capítulo 25: Lo siento. Juré que te haría mi esposa primero Capítulo 27: se acerca el gran cambio

 


Capítulos

Capitulo 1: El deseo de cumpleaños Capitulo 2: el primer encuentro Capitulo 3: Que hacer ante esto?¡¡ Capitulo 4: Que hacer ante esto?¡¡ II Capitulo 5: Empezaron las pregunta y la mentiras Capitulo 6: Carlisle Capitulo 7: Mis recuerdos Capitulo 8: Nuevos dia, Nuevas cosas Capitulo 9: La fiesta I Capitulo 10: La fiesta II Capitulo 11: La charla y reencuetros Capitulo 12: Mis dudas y miedos Capitulo 13: Los cosejo de Carlisle y un pequeño incoveniente Capitulo 14: Ella todavia me ama ¡¡¡ Capitulo 15: Ven a nadar conmigo ¡¡¡¡ Capitulo 16: cambio el pasado y con el mi futuro? Capitulo 17: Celo de mi yo humano pero xq si son mis recuerdos ¡¡¡¡ Capitulo 18: Mi nuevo trabajo ¡¡¡ agg Capitulo 19: Una persona no muy grata Capitulo 20: Pregunta, preguntas y mas pregunta sin repuestas Capitulo 21: Empezado lo que se suponia que llegaria Capitulo 22: Tu eres mi fuerza Capitulo 23: Yo fui hecha para ser lo que sea que tu necesites Capitulo 24: No puedo perderla a ella tambien Capitulo 25: Lo siento. Juré que te haría mi esposa primero Capitulo 26: ¿Por qué tuve que venir aquí? ¿Por qué tenía que ver a estas personas de las que me había encariñado enfermarse e irse apagando? ¿Por qué tenía que verlo sufrir a él? Capitulo 27: se acerca el gran cambio Capitulo 28: ??No pienses,? ?sólo siente. Concéntrate en el aquí y ahora.? Capitulo 29: Tan impotente, incapaz de proteger a la única persona que más importaba Capitulo 30: él era casi invencible. Pero el chico en la cama era frágil, humano, y tan, pero tan?rompible Capitulo 31: ¡Usted debe! Usted debe hacer todo lo que esté en su poder. Lo que otros no pueden hacer, eso es lo que usted debe hacer por mi Edward¡ Capitulo 32: "¿E-estoy? muriendo?" No," dije rápidamente. "No, sólo cambiando. El dolor se irá, y estarás bien." Capitulo 33: Deseo poder regresar mi tiempo. Deseo poder regresar mi vida. Capitulo 34: "Invitacion" Capitulo 35: "Me siento? confundido y ambivalente. Agradecido. Celoso, Asustado." Capitulo 36: El comiezo de para toda la eternida (Epilogo)

 


 
14437565 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10756 usuarios