Me encontraba en un bosque, como el que esta cerca de los dormitorios de la universidad, estaba corriendo por mi vida, no sabia a donde corría, solo tenia la gran necesidad de huir, me sentía en pánico, estaba muerta del susto con al respiración agitada, por más que quisiera no lograba ir más deprisa, ¡Venían por mi! ¿Por qué? Ya había pagado por todos mis pecados, ¿No era ya suficiente con todo lo que había sufrido?, tropecé con unas ramas o era un tronco pequeño y caí irremediablemente al suelo, raspándome las piernas, los brazos y las manos, la adrenalina del momento no me permitió sentir dolor, estaba aún en pijamas, se podía observar que estaba a punto de salir el sol, cuando estuve a punto de levantarme y alcé mi rostro, me encontré con esos ojos nuevamente y la mirada me envolvió,

-No temas -me dijo mientras me tendía la mano.
Hice ademán para tomarle la mano cuando escuche un grito en lo más profundo del bosque y… desperté.

    Estaba en mi habitación, con la respiración agitada a causa de la pesadilla de la que acababa de despertar, envuelta en sudor me deshice de la sabana y voltee a ver mi reloj de mesa que marcaba las 10, debido a que mi habitación estaba completamente a oscuras por la espectacular cortina metalizada en color morado que me había hecho mi maravillosa madre a sabiendas que me gustaba dormir a oscuras, no sabría decir si era de día o de noche, suspire me era inevitable pensar en ella al ver la cortina y ya casi no dolía pensar en ella, como extrañaba a mi madre, todo estaba muy confuso aún y ya empezaba a volverse difuso el sueño que acababa de tener, me lleve la mano a la cara y trate de pensar con un poco de claridad tratando de quitarme la pereza, por un instante me asuste ¡eran las 10!, si eran las 10am ¡tenía clases de seguro! De un salto me levante de la cama y fui hasta la ventana para mover la cortina y cerciorarme de la hora, lo que más me gustaba en la vida eran las clases y siempre había sido muy responsable en cuanto ellas, se podría decir que era una alumna modelo, le conseguía el equilibrio a la diversión y la responsabilidad; el alivio me lleno al ver que era de noche, entonces otro susto vino a mi mente, ¿que día era?, ¿que era lo último que recordaba?

     Ah empezaba a dolerme la cabeza y tenia una sed impresionante, el dolor quizás se debía a lo rápido que me había levantado de la cama por el susto que me había echado por la hora ¿y la sed? bueno era tarde y mi mente empezaba a hacer su trabajo, ya podía recordar con claridad, era sábado por la noche, ayer había sido la cerveceada de las muchachas, yo había llegado de madrugada a la habitación y a causa de que a Jacob se le había ocurrido la genial idea de venir a verme a esa hora, me había quedado despierta por más tiempo, lo que me dijo me había quitado el sueño por completo y me había puesto a cavilar mientras ordenaba un poco la habitación, me senté de nuevo en la cama y suspire, con que rapidez me había puesto el mundo de cabeza, pero claro faltaría muchísimo para que yo lo reconociera en voz alta, era muy terca y malcriada, toda la vida lo había sido y dudaba mucho que cambiara ahora, aun seguía sin entender algunas de las cosas que me había dicho Jacob la noche anterior o debería decir la mañana de hoy, guao máxime cuando me di cuenta que llevaba todo el día en la habitación y mi estomago gruño afirmando lo que acababa de pensar, voltee al lado de la cama ya que mi teléfono hizo un pitido, lo tome y me di cuenta que tenia varias llamadas perdidas y varios mensajes, claro no me habían podido despertar porque se encontraba en modo silencioso, revise los textos y eran mis amigas que preguntaban por mi, Dark me comento que iban al puerto en la ciudad y que me esperaban allá, iban a una fiesta, pensé en llegarme hasta allá después de todo también debía buscar comida, la verdad que moría de hambre, había otro texto de Jess y me preguntaba específicamente por Jacob supuse que ella era quien le había dicho cual era mi habitación, de las llamadas perdidas unas no tenían identificador y las otras era un numero que no conocía, no tenia ningún mensaje de voz así que pensé que no debía ser importante; me fui al armario y saque un jean y una franela, me vestí y me calce mis sandalias, tome mi bolso guarde el celular, las llaves y salí al estacionamiento.

     Me fui en mi auto hasta el puerto de la ciudad y efectivamente me encontré con una fiesta, no me fue difícil conseguir a los muchachos, quienes amablemente me guardaron un puesto para mi auto, todos me saludaron y me preguntaron donde me había metido en el día, les dije que estaba durmiendo y que el tiempo se me había ido de largo pero nadie pareció muy convencido con la respuesta, me di cuenta que mi corazón sufrió una desilusión cuando no ví allí a Jacob, en el camino iba pensando en la conversación de la mañana y quería aclarar algunos puntos, de echo si no fuese sido por el mensaje de Jess fuese empezado a creer que todo era mi imaginación, moví la cabeza tratando de sacar esos pensamientos de mi mente y suspire, mi estomago rápidamente se encargó de traerme devuelta a la realidad gruñendo y yo reí, la verdad si que tenia hambre, me disculpe con los chicos diciendo que iría en busca de que comer, empecé a caminar y entonces lo ví.

Antes de que yo pudiera reaccionar lo hizo mi cuerpo, el corazón me latía muy rápido y fuerte como queriendo salirse de mi pecho, sentí que dejaba de respirar porque mi corazón ya era muy grande y no cabía en mí pecho, ¿Qué rayos me había hecho Jacob? Estaba totalmente perdida por él. Pareció darse cuenta de mi presencia y volteo a verme, así abra sido de intensa mi mirada que lo hice voltear pensé con un poco de vergüenza y sentí como me sonrojaba, baje la mirada y me di cuenta que venia hacia mi, hasta ese instante no me había fijado que había dejado de caminar, voltee a verlo nuevamente y el venia a mi encuentro, sudaba frió y colapse por completo cuando me encontré con sus ojos, ¡Pero que ojos tan hermosos!!! Esos ojos marrón oscuro que desde que el instante en que los vi habían sido mi perdición, el pareció darse cuenta de mi sonrojo porque me sonrió de manera picara, se acerco a mi y me dio un beso en la mejilla

-Hola bonita.-dijo saludándome y me quede muda el sonrió nuevamente –lamento haberte incomodado anoche, bueno debería decir mejor esta mañana, no quería asustarte ni nada parecido.
 -No me has asustado, solo me tomaste por sorpresa y la verdad no me has dado el chance de saludarte.- el dije para tratar de ocultar cualquier cosa que pudieran transmitir mis ojos en ese momento
-¿A donde ibas?? Me pareció ver a tus amigas hacia allá. –me dijo señalando a la dirección de la que venia caminando.
-Si lo se, es que acabo de llegar y tengo un poco de hambre.-dije y me estomago rugió dándole una clara afirmación a lo que acababa de decir, agradecí a la música y al ruido que reinaba en el ambiente porque habría sido por demás embarazoso.
-¿Y a donde vas? ¿Te puedo acompañar?, digo para que no comas sola ya sabes.-Claro era todo un caballero, no era que precisamente quisiera estar conmigo pensé para mis adentros, pero algo debió ver en mi rostro porque se apresuro a decir. –Seria todo un placer para mí llevar a comer a tan hermosa dama.

No pude evitar sonrojarme y aún en la oscuridad de la noche pareció darse cuenta del hecho y sonrió picaramente al momento que pasaba el dorso de su mano por mi mejilla haciéndome sentir millones de sensaciones que creía que jamás volvería a tener, estaba tan alejada de cualquier relación de pareja en la que pudiera mi corazón estar vulnerable y este chico en solo 2 días ya había trastocado mi mundo entero!!! , tarde unos segundos en reaccionar y todo mi poder de autocontrol para hacerlo, finalmente le dije que claro que no había problema, me extendió su brazo para que lo tomara y me llevo a la calle mas abajo donde había un restaurante y mas adelante se veía el letrero de McDonald’s así que nos dirigimos allá, comí y el solo me acompaño alegando que no tenia hambre.

     Había tantas cosas en las que tenia que pensar, por mencionar una era lo que habíamos hablado la noche casi mañana de hoy, realmente no estaba segura de lo que me había dicho, había algo que calaba en mi memoria por salir, sabía que había algo que tenia que preguntar, pero rayos en serio que no recordaba, tal vez estaba muy cansada y mal alimentada, a pesar de ya haber comido, aunque claro no se podía considerar a McDonald’s una comida muy nutritiva y a pesar de haber dormido prácticamente todo el día me sentía muy cansada, ya basta!! Me reprimí a mi misma sacandome de mis pensamientos.

     Ya íbamos camino de vuelta a la fiesta en el puerto y aunque habíamos hablado eran solo de asuntos triviales, él hacia bromas muy divertidas, se puede decir que pase un muy buen rato, había pasado mucho tiempo desde que no me sentía así con algún chico, lejos de mi amigo Edward mi contacto con los chicos había sido netamente hormonal, nada mas allá; pero Jacob me había calado hondo y se sentía bien, no Bella, me decía una vocecita interior, y la verdad debería hacerle caso, no podía permitirme acercarme a alguien o que alguien se acercara a mi, no al menos sin decirle toda mi historia y estaba claro que si alguien la sabia saldría corriendo lo mas rápido posible sin detenerse siquiera en mirar atrás y no lo culparía por esa reacción, de hecho seria la reacción mas normal.

     Pero claro no podía yo decidir por los demás, aunque me daba demasiado pánico confesarle mi vida a un extraño, por ahora solo nos estábamos conociendo, ni siquiera una cita habíamos tenido, así que por ahora no iba a pensar más en eso, esta noche estaba en un fiesta con mis amigos y estaba al lado de este chico que me gustaba, decidí tratarlo como a otro chico mas, a pesar de su dedicada confesión de la noche anterior, no iba a pensar mas en eso hasta que fuese estrictamente necesario y fin del asunto.