A la mañana siguiente me despertaron los rayos del sol que entraban a la habitación, abrí los ojos y allí estaba mi novio observándome, tenia una sonrisa de oreja a oreja se veía completamente feliz, radiante, no pude evitar sonreírme, puesto que yo también estaba feliz, quizás no tan radiante pensé cuando me acorde de mi cabello que de seguro estaría totalmente despeinado y tendría lagañas en los ojos, como si se tratase de un acto reflejo mis manos fueron hasta mi rostro y a mi cabello, esto por algún motivo le pareció gracioso a mi novio que empezó a reírse sonoramente, yo lo mire con cara de pocos amigos

-No seas tonta Bella, sigues estando tan linda como siempre –me dijo dándome un dulce beso en los labios –Buenos días mi cielo, ¿Qué tal has dormido? ¿Tienes hambre?

Me había perdido en ese beso y necesite concentrarme para responder a sus preguntas, ¿Cómo dormí? Súper bien o sea, amanecí a su lado que mas se puede pedir ¿Tenia hambre? La verdad es que no mucha pero si me apetecía un café y darme una ducha, así que levantándome de la cama le dije

-Me voy a dar un baño, y pues dormí genial –le dije mientras tomaba la sabana de la cama y me enrollaba en ella, en ese momento Jacob se acerco a mi me detuvo por el brazo y me beso, aún tenia la sonrisa en el rostro
-Ok entonces voy a preparar el desayuno –me dijo mientras yo entraba al baño, ahora que empezaba a recordar, no estaba muy segura de cómo había llegado hasta la cama, sonreí para mi misma, anoche había sido una de las mejores noches de mi vida, al menos hasta el momento.

Salí del baño y hasta la habitación llegaba el olor del café y pan tostado, esta vez me puse simplemente un short de mezclilla con una camiseta a juego y mis sandalias, mientras mi cabello me lo recogí en una cola, cuando llegue a la cocina la escena me conmovió muchísimo, allí estaba mi novio esperándome con una taza de café en la mano que me dio mientras me besaba tiernamente, en la mesa estaba puesto el desayuno, Jacob preparo unos sándwiches y había también jugo de naranja, no pude evitar una risa tonta y lo mire fijamente mientras le decía sinceramente

-Gracias, todo esto es… -No tenia palabras para describirlo
-Todo esto es para ti –Me dijo mientras me abrazaba y me besaba apasionadamente

Rompimos el beso y seguíamos abrazados tratando de controlar nuestras respiraciones, aun me sorprendía la facilidad con la que Jacob me hacia escapar del mundo y encontrarme solo con él, en esos momentos cuando me tocaba o me miraba fijamente me perdía irremediablemente en su presencia y todo a mi alrededor dejaba de existir, al menos por esos pequeños instantes.

-Ven vamos a desayunar antes de que se enfríen los panes –dijo mientras me tomaba de la cintura y me llevaba hasta la mesa.

Desayunamos en medio de bromas y comentarios por parte de Jacob que me hacían sonrojar, él estaba de muy buen humor y claro yo también. Mas tarde arreglamos otra vez los bolsos y nos fuimos de regreso a la universidad. En el camino de regreso íbamos escuchando música y cantándola a todo pulmón, nos sentíamos bien y eso era lo que importaba.

Ya cuando íbamos entrando a la carretera que nos dirigía a mi universidad me entro una nostalgia difícil de describir, a pesar de que había pasado todo el fin de semana con él no quería dejarlo ir, nada más de pensar estar lejos de él, me daba un vacío en el estomago y mi corazón se encogía en mi pecho, pero no me quedaba otra opción, tenia que arreglar un montón de cosas en mi habitación y ponerme al día con las clases, esta sería la ultima semana de clases, la semana siguiente tocaban los parciales finales, así que a regañadientes cuando llegamos subí a mi habitación, Jacob me acompaño para ayudarme con la maleta y se despidió de mi rápidamente, yo suspire, pero seguramente él también tenia un montón de cosas que arreglar, además mientras estuvimos en la cabaña lo llamo mucho un muchacho que según Jacob le daba clases de tutoría y estaba al pendiente para preparar el material para los exámenes finales, así que irremediablemente volvimos a la realidad, aunque una parte de mi todavía seguía en el cielo.

Parte de esa realidad implicaba a mi mejor amigo Edward, me senté en la cama y me lleve las manos a la cabeza, suspire, era prácticamente imposible no pensar en él, estando sola o estando con Jacob, podría estar en medio de una multitud y aun así extrañaría a mi angel personal, era confuso porque a pesar de todo lo que sentía por Jacob estando con él pensaba mucho en mi amigo, pero cuando estaba con Edward era capaz de abstraerme del mundo y no pensar en nada ni en nadie mas solo existíamos mi amigo y yo, quizás es porque son cariños diferentes pensé, tal vez eso sea normal después de todo Edward te conoce mejor que nadie me dije a mi misma como si tratara de convencerme de algo.

A paso lento pero decidido deshice el bolso, arregle mi habitación, revise las asignaciones en las materias y así se me fue lo que quedaba de día, ya en la noche nuevamente mi mente hacia de las suyas, jugaba conmigo, seguía pensando en Edward y en la noche que discutimos, hacia todo el esfuerzo posible por comprender porque me dijo esas cosas y aun no llegaba a una conclusión que me satisficiera por completo, ya cuando el sueño me estaba venciendo decidí que iría al día siguiente a verlo, iría directamente hasta su universidad y aclararía la situación, no podía seguir así con Edward.

Revise nuevamente mi celular con la esperanza de ver un mensaje suyo y una vez mas fue en vano, esto me hizo recordar a mi novio que no me había escrito desde que llegamos pensé frunciendo el ceño, ¡Oh vamos Bella! me regañe, tu tampoco le has pasado un mensaje desde que llegaste, seguramente estaba tan ocupado como lo estabas tu, pero yo no le había escrito porque toda mi mente la ocupaba Edward ¿o no?… Con ese pensamiento me quede dormida…

El día siguiente transcurrió como cualquier otro, fui a mis clases, vi a mis amigas quienes querían saber todos los detalles de mi fin de semana, hable con Jacob por teléfono, toda la rutina normal con una diferencia, había una atmósfera de amor a mi alrededor con una leve de tristeza, se me hacia imposible no pensar en mi amigo cada vez que me sentía bien, ¿él estaría tan preocupado como yo? ¿Me extrañaría? Pensaba que si, pero como saberlo, la verdad lo había herido mucho, de igual modo me enteraría de eso esta noche, estaba indecisa en decirle o no a Jacob que iría a hablar con Edward, no se porque pero algo en mi interior me prevenía de que le dijera que iba a su universidad, aunque pensándolo bien, habían sido muy pocas las veces que el me había llevado allí, la mayor parte del tiempo él venia a la mía, ¿Era que en serio me ocultaba algo? Sacudí nuevamente la cabeza tratando de sacar esos pensamientos de mi mente, No me dije una vez mas, es simplemente que como todo caballero va hasta donde esta la dama no al contrario.

Ya pasada la hora de la jornada de clases me dispuse a ir a la habitación de Edward, esperaba que estuviera allí, no quería llamarlo o pasarle un mensaje para así evitar que se negara a verme, ¿Seria Edward capaz de negarse a hablar conmigo? No, no, él me lo dijo, que siempre iba a estar allí, que lo buscara y eso era exactamente lo que iba a hacer. Además solo habían pasado unas semanas, no era mucho tiempo ¿o si? ¡Basta ya Bella! Lo vas a ver, enfrentas tus errores y situación solventada, ¿En realidad seria tan sencillo? Suspire, eso no lo sabia pero esperaba que así fuera. Llegue a su habitación y toque la puerta, la suerte estaba de mi lado, puesto que fue él quien me abrió

-Hola
-Hola –me respondió, ¡Rayos! Pensaba que seria más cómodo