Claro que las cosas muy rara vez suceden como lo planeas, a la mañana siguiente me despertó mi teléfono celular, era una llamada de mi novio, lo sabia por la música que sonaba, me costo todo mi esfuerzo y fuerza de voluntad moverme para tomar el celular, estaba muy cansada de tanto haber estado recordando la noche anterior y las lagrimas también habían hecho su trabajo, como a la tercera llamada fue que pude contestar, por lo general Jacob me dejaba dormir hasta tarde, más siendo fin de semana, así que debía querer algo importante

-Aló –Conteste aún prácticamente dormida
-Buenos días mi bella durmiente, he de suponer que dejaste ya todo arreglado anoche ¿verdad? -¿Qué? ¿Arreglado, anoche? ¿De que habla? Pensaba mientras fruncía el ceño y bostecé sonoramente –Ay Bella no te habrás desvelado anoche ¿o si? Mira que te paso buscando en dos horas

Y fue como si en mi cabeza algo hiciera clic y encajara todo perfectamente, este fin de semana era mi viaje con Jacob, el que le había prometido en Diciembre y lo había pospuesto hasta el cansancio, nos iríamos a una cabaña que él había rentado, con un clima de montaña lejos de la civilización, un fin de semana solo para nosotros antes de que acabara el semestre, que seria exactamente en dos semanas y por eso el viaje ya no se podía dejar para otra fecha, no era que no quisiera estar a solas con mi novio sino que todo tiene que suceder a su debido tiempo, sobre todo si las cosas van en serio.

-Eh si claro ya arme el bolso –Mentí
-Aja y tu dices que yo te creo –dijo riéndose, estaba de muy buen humor -seguro se te olvido, a veces pareciera que te abstraes del mundo Bella en serio
-Ok lo siento, si se me paso, pero ya me acomodo rápido y me vienes a buscar ¿Vale?
-Si mi niña linda. Ya yo sabía que eso iba a pasar por eso te llame temprano, bueno nos vemos entonces, te paso un mensajito cuando te vaya a buscar. Un beso
-Okis besitos

Y tranque el celular, ¡Pero que día había elegido para ir a buscar a Edward!, claramente lo tendría que posponer y en la semana debía sacar el tiempo para verlo, pero ahora estos dos días debía evitar a como de lugar pensar en él y no mencionarlo, suspire, esperaba pronto poder solucionar la situación con mi amigo, me levante de la cama y me dispuse a arreglar mi bolso para este fin de semana, que en realidad implicaba el día y la noche de hoy y medio día de mañana ya que teníamos que devolvernos a la universidad, pero era bueno salir de la rutina y también pasar un merecido tiempo a solas con mi novio.

Me arregle lo mas rápido que pude y afortunadamente estaba lista cuando Jacob vino por mi, me ayudo a bajar mi bolso y nos fuimos en su auto, estaba sumamente nerviosa y no entendía porque, bueno si sabia cual era el porque de mi nerviosismo pero no lo entendía, quizás era porque en mis antiguas relaciones no había puesto mi corazón, Jacob sin embargo en poco tiempo había entrado en él sin previo aviso poniendo mi mundo de cabeza, dándome un poco de esperanza para tener felicidad en mi vida. Me sobresalte cuando puso su mano sobre la mía sacándome de mis pensamientos

-Bella ¿Qué tienes? –Me dijo riéndose –Te noto extraña, ¿Es que no querías venir?
-No, no es eso –Me apresure a corregirlo –La verdad no me pasa nada, estoy bien –Mentí
-Ok si tu lo dices yo te creo –dijo dándome un suave beso en mi mano

El resto del camino fue en silencio, no dijimos nada solo escuchábamos la música del reproductor, Jacob como siempre cariñoso conmigo, me besaba la mano, me acariciaba el rostro y mi cabello, no tenia dudas acerca de mi novio, pero me tenia preocupada mi amigo, a pesar de mi resolución de no pensar el él, era complicado. Al llegar a la cabaña me quede sin aliento, era el lugar mas bonito que había visto, pequeño y acogedor a la vez

-¿Te gusta princesa? –Me dijo Jacob mientras me tomaba de la cintura y me acercaba a él para darme un dulce beso en los labios
-Eh… Si, esta… es preciosa Jacob
-Sabía que te gustaría, la rente especialmente para ti, para nosotros –Y me beso apasionadamente

Yo me sentí tan abrumada con todo, jamás nadie había tenido conmigo un gesto como este. Entramos y desempacamos, yo estaba muerta de hambre, había un pequeño pueblo a unos 20 o 30 minutos de donde estábamos y Jacob se fue a buscar comida mientras yo me terminaba de instalar, agradecí al cielo que me dejara sola por un momento, necesitaba organizar mis ideas.

Estaba aterrada y seguí sin entender el porque, es decir, no iba a ser esta la primera vez que estuviera con un chico y aunque Jacob no lo había dicho explícitamente la verdad es que no hacia falta, ya éramos adultos, a punto de finalizar nuestras carreras universitarias, y yo confiaba en Jacob ¿o no? Pero a pesar de esa confianza no le había contado todo acerca de mis padres, sabia que era necesario decírselo, pero ¿seria este el mejor momento? Había acaso un buen momento para contar algo como eso, ¿Qué pensaría Jacob de mi después que le dijera la verdad? ¿Seguiría estando a mi lado o saldría corriendo de mí? Esto era lo que me tenía aterrada, pero no sabia si hablar de ello o no.

Estaba muy estresada así que fui a darme una ducha caliente, salí del baño mucho mas relajada, había decidido no arruinar la noche de hoy con mi triste historia y en vez de eso decidí vivir el presente que me regalaba la vida, esta noche iba a ser muy especial, me puse un vestido blanco sencillo de tiritas que me llegaba hasta un poco mas arriba de las rodillas con unas sandalias que le hacían juego, me deje el cabello suelto y con un gancho me lo recogí un poco de lado

-Bella ya llegue, ¿en donde estas?
-Me estoy vistiendo, ya salgo –le grite desde la habitación
-WOW –Me dijo al verme
-¿Qué? –Pregunte alarmada
-Estas… Hermosísima Bella.
-Gracias –dije sonrojada mientras bajaba mi mirada al suelo.

 Jacob se acerco a mí y puso su dedo debajo de mi barbilla alzándome así el rostro para que lo viera, me derretí una vez mas en su mirada, era impresionante el modo en que este chico me hacia sentir, millares de sensaciones había en todo mi cuerpo, mi piel ardía con pasión allí en donde él me tocara, me miro fijamente a los ojos y luego me dio un dulce beso en los labios que lentamente fue intensificando y haciéndolo mas profundo, como si fuese un acto reflejo mis manos se posaron sobre su cuello y se movían deseosas sobre él, aferrándolo a mi cuerpo, acercándolo aún mas a mi, y sintiendo como mi sangre ardía a través de mis venas con la pasión del momento. Yo tuve que separarme de sus labios (en contra de mi voluntad debo decir) para poder respirar, el en cambio siguió el beso a través de mi cuello lentamente hasta llegar nuevamente a mis labios que beso suavemente, mi respiración estaba cada vez mas agitada, yo continuaba moviendo mis manos sobre él sintiéndolo completamente mío, finalmente él detuvo el beso pero no nos separamos, seguíamos abrazados tratando ambos de controlar nuestras respiraciones

-Te quiero –le dije.
-Eres la mujer más importante de mi vida

A pesar del momento, yo aun moría de hambre así que comimos hablando de trivialidades y haciendo bromas, luego nos sentamos frente de la chimenea que Jacob había encendido, estábamos abrazados observando el fuego y las chispas que producía la madera al quemarse, Jacob había traído vino tinto el cual bebíamos de unas copas de cristal muy hermosas, había una mesa pequeña en medio de la sala y tenia en ella un florero adornado con muchas rosas rojas, en el ambiente se respiraba el amor y la pasión

-Gracias –me dijo en un momento
-¿Por?
-Por ser parte de mi vida, Bella no soy perfecto pero te juro que he tratado de hacer las cosas bien por ti, para ti, para nosotros… Eres la mujer más hermosa que conozco en muchos aspectos, te quiero a mi lado… siempre

Y lo bese, lo bese con amor, con pasión, con deseo y el me beso de igual modo, mi sangre latía fuerte en mis venas, la sentía hasta en mis oídos, mi piel ardía y allí donde me tocaba se intensificaba el sentir, mi corazón iba desbocado y mi respiración ya era irregular, mi cuerpo parecía actuar por si mismo lejos de las ordenes que mi mente pudiera mandarle, estaba allí con él, mas cerca que nunca, tan real e irreal a la vez, me voltee por completo y lo mire fijamente a los ojos, eran los ojos mas hermosos que jamás había visto y ardían de pasión, brillaban de deseo por mi…

Esta vez fue él quien empezó a besarme y yo me deje llevar por completo, me erguí sobre él y me miro confundido, no pude evitar sonreírle picaramente y me quite el vestido lentamente arrojándolo al suelo, el me vio y me detallo, le gustaba lo que veía porque también esbozo una sonrisa picara, me alzo en brazos para depositarme suavemente sobre la alfombra en frente de la chimenea, esto ocasiono que las copas cayeran con lo poco que les quedaba de vino y ambos nos reímos con complicidad, como quien atrapa a un niño haciendo una travesura, lentamente me coloco sobre la alfombra y me observo allí por unos instantes con la sonrisa aun en sus labios y se deshizo de su camisa arrojándola lejos, Dios era lo mas hermoso que había visto jamás, su piel tostada y su abdomen me incitaban a querer tenerlo mas cerca de mi, continuaron los besos, las caricias... lentamente  nuestros cuerpos se fundieron en uno solo, completamente acoplados… se sentía mas que bien…