De vuelta a la universidad, de regreso a la rutina de las clases, ¡Que rápido pasaron las vacaciones! La familia de Edward era sumamente adorable, me hacían sentir parte de su familia y todos la pasamos súper chévere, sin embargo seguía pensando que Edward se comportaba de un modo extraño conmigo pero cuando le preguntaba me decía que era mi imaginación y que nada le pasaba, con Jacob hable mucho por teléfono y también hicimos unas cuantas video llamadas, me enseño por la webcam un regalo que me tenia que no pude saber que era porque estaba totalmente envuelto (me dijo que me lo daría al vernos después de las vacaciones), un sueter que le habían regalado sus padres y un reloj que le dio su hermana, me hizo prometerle también que saldría con él un fin de semana entero; estaba muy nerviosa por esa salida pero ya no tenia dudas acerca de Jacob, estaba muy feliz y todo a mi alrededor parecía cambiar con mi nueva aura de felicidad, todo iba perfecto.

Así pasaron los meses y todo se había vuelto casi rutinario pero no monótono, seguía feliz, cada día que pasaba lo que sentía por Jacob crecía en mi corazón, el seguía súper atento y detallista como en los primeros días, hubo muchas salidas, muchos paseos, regalos. Todo era perfecto, no había otro calificativo para describir mi vida: tenía mis clases, tenia a Jacob, estaban mis amigas y Edward… suspire, Edward en todos estos meses se portaba más extraño cada día y distante conmigo, no lo culpo la verdad, no recordaba la ultima vez que habíamos peleado, de hecho si mi memoria no me fallaba no habíamos peleado jamás, hasta este día…

Edward había venido hasta mi universidad para verme, llevaba tiempo mostrándose extraño, y ponía malas caras cuando le hablaba de Jacob o cuando nos veía juntos, no entendía bien porque hacia eso, pero lo conocía lo suficiente como para que su intento de ocultármelo no bastara, hasta que finalmente me dijo los motivos de su comportamiento

-Bella debo hablar contigo –Me dijo casi de manera solemne, eso me tenso mucho
-Ok dime Edward, sabes que puedes decirme cualquier cosa
-Ahora no, debemos hablar en privado, te veo en tu habitación esta noche.

Esas palabras bastaron para que me pasara todo el día carcomiéndome en la incertidumbre de aquello que Edward quería hablar conmigo, finalmente después de un día que se me hizo eterno estábamos en mi habitación sentados frente a frente

-Bella quiero que entiendas que eres muy importante para mi, que jamás bajo ninguna circunstancia te haría daño, eres la mujer mas fuerte y valiente que conozco… -Yo solo asentía con la cabeza sin emitir palabra, no entendía a donde quería llegar –Debes entender Bella que sino estuviera completamente seguro de esto no te lo diría
-¿? -¿Seguro de que? Pensé, no conseguí formular la pregunta en voz alta
-He visto… He visto a Jacob con otra mujer –Yo solo lo mire significativamente, mi cerebro se negaba a procesar esa información
-…

Pasaron los minutos y ninguno emitió palabra, yo solo lo miraba a los ojos y veía a mi amigo preocupado por mí, su mirada era sincera, sabía en lo más profundo de mí ser que no me mentía, pero me negaba a creerle, ¡No podía ser cierto! Me repetí una y otra vez, dolía, dolía mucho siquiera pensar en la posibilidad de que eso pudiera ser cierto, “Jacob con otra” me obligue a pensar y mi corazón se partió en mil pedazos, instintivamente me abrace a mi misma y las lagrimas empezaron a caer sobre mi rostro, sentí cuando Edward se me acerco y no se porque reaccione así, lo empuje con todas mis fuerzas y le pegue repetidamente en el pecho

-Vete, ¡Lárgate! ¡Eres un mentiroso! ¡No quiero volver a verte jamás! ¡No te creo!

Edward trataba aun de acercarse a mí y yo seguía con el mismo comportamiento

-¿Es que no quieres que yo sea feliz? ¡Solo porque tú no eres feliz, ¿Los demás no podemos serlo?!

Le gritaba a la cara una y otra vez, estaba muy mal, dolía mucho, el mundo se derrumbaba a mis pies, ¡No puede ser cierto! Seguía pensando

-¡Vete! ¿Es que ahora aparte de mentiroso eres sordo? ¿No me escuchas? ¡Que te vayas!

Seguía golpeándolo en el pecho y mis lagrimas parecían no tener fin, pero no me dijo nada, no me respondió a ninguno de mis insultos, ni trato de tranquilizarme, solo me veía a los ojos y en ellos veía reflejado mi dolor, Edward de verdad me quería pero estaba demasiado herida en ese momento

-Ok así que quieres quedarte, pues quédate, pero ya no eres bienvenido aquí.

Le dije del modo más irónico y tajante que mi dolor me permitió, claro que no era yo la que realmente hablaba, era el sufrimiento por la traición, por una nueva perdida, estaba demasiado unida a Jacob y dolía infinidades, era ya tarde pero necesitaba aclarar esto con Jacob, ¿Para que estar sufriendo en la incertidumbre? No estaba totalmente segura de aquello que me dijo Edward, ¿Por qué Edward te mentiría? Me decía una vocecita interior, pero la callé,  ¡Eso no podía ser cierto! ¡No era cierto! Y Jacob me lo tendría que confirmar, así que me compuse un poco, tome mi celular y le marqué a Jacob, mientras Edward me veía expectante

-Hola –dije con la voz pastosa a causa del llanto
-¿Bella? ¿Estás bien? ¿Qué te pasa? –Me dijo y sonó claramente angustiado y eso me alivio, ¿vez que le importas?, el te quiere, eso no puede ser cierto me dije a mi misma
-La verdad no estoy muy bien, me gustaría hablar contigo
-Seguro, ¿en donde estas?
-En mi habitación, ¿puedes venir?
-ok ya voy saliendo para allá, te quiero
-Yo también –le dije, tranque la llamada y nuevamente empecé a llorar ¿Es que las lágrimas no se acabarían nunca? Y el dolor, el dolor destrozaba todo mi ser, alce la vista y vi a Edward aun de pie viéndome

-¿Qué es lo que haces aún tú aquí? ¿No he sido suficientemente clara contigo? Tienes que irte, como debes haber escuchado viene MI NOVIO y quiero hablar con él a solas
-¿No te da curiosidad saber porque tu novio sigue aún despierto a estas horas de la noche? –fue lo único que contesto señalándose su reloj en la muñeca

No lo había pensado, no era tan tarde ¿o si? Aun tenia mi celular en la mano y vi la hora, decía que eran las 2:00am, guao máxime, si que había estado llorando y ¿Jacob que hacia despierto a esta hora? Negué con la cabeza e inmediatamente desterré esos pensamientos, no había ni un ápice de mentira en el rostro de Edward, solo había las mas pura y sincera preocupación por mi, Edward se dio cuenta de mi debate interior

-Además no pienso dejarte sola con ese tipo –dijo torciendo el gesto con clara desaprobación -lo lamento Bella y podrás decir lo que quieras pero yo te quiero más de lo que tu puedas imaginar y aquí me quedo a tu lado, siempre…

Pero yo estaba llena de ira y el dolor que no bajaba ni un poquito no me permitía pensar con claridad, Jacob llego sumamente rápido o al menos eso me pareció, estaba demasiado aturdida como para darme cuenta del tiempo, TOC TOC toco la puerta y me apresure a abrirle, ya había dejado de llorar pero se notaba en mis ojos hinchados todo lo que había llorado, al entrar me abrazo y me dio un beso en el cabello, se dio cuenta de la presencia de Edward y lo miro de un modo extraño ¿Lo miro con rabia? Quizás era porque atribuía mis lágrimas a su presencia pensé

-Mi cielo, cuéntame ¿que te pasa? –Le seguía lanzado miradas acusadoras a Edward a las que Edward respondía de igual modo o ¿su mirada decía mas “Te lo dije”?
-Hay un asunto que debemos aclarar
-¿Debemos?
-Si tu y yo
-Ok, ¿que quieres que aclaremos?
-¿Estas saliendo con otra? –le solté a la primera, tenia dos opciones o me terminaba de morir en mi dolor o dejaba ya el sufrimiento en falso
-¿Qué? ¿Qué yo que? ¿De donde sacas eso Bella?
-No es relevante por el momento, y no se responde con una pregunta
-¿Debo saber quien me esta calumniando? Se perfectamente que tu sabes que eso es imposible, yo te quiero solo a ti. –Me lo dijo mirándome fijamente a los ojos y me hundí en su mirada, aun como si fuera el primer día su mirada me hacia desfallecer

Y una vez mas volvieron las lagrimas a mi rostro, Jacob me abrazo fuerte

-Dime bonita, ¿Quién te dijo semejante mentira?

Y esta pregunta me hizo recordar la presencia de Edward en la habitación, estaba tan callado tan inmóvil, me lleno una nueva ira, me separe bruscamente del abrazo de mi novio y me lance sobre mi supuesto amigo, nuevamente pegándole esta vez con mas fuerza, ¡como se había atrevido a decir semejante mentira! Él mejor que nadie sabía todo lo que yo sentía por Jacob y lo importante que se había vuelto en mi vida, “Celos” me dijo una vocecita interior, lo negué, no podían ser celos, nosotros éramos amigos…

-¡Mentiroso! ¡Eres un mentiroso! ¿Cómo te atreviste? ¿Cómo fuiste capaz de hacerme esto? ¿A mi? ¿Pensé que me querías?
-No te he mentido jamás Bella
-¿Pensé que eras mi amigo? –Dije con repulsión –Pero no puedo ser amiga de alguien que me quiere hacer daño –le dije mientras me alejaba de él y me secaba el rostro con el dorso de mi mano
-Jamás ha sido mi intención hacerte daño Bella, soy tu amigo y siempre lo seré, aunque tu no lo quieras yo voy a estar aquí para ti, porque entre cielo y tierra no hay nada oculto, yo no soy quien te ha mentido –dijo mirando con cara de odio a Jacob, que no emitió comentario alguno según me dijo después en cita textual: “el es tu amigo Bella, eras tu quién tenia que decidir que hacer” –Por hoy solo me iré, y puedes buscarme cuando quieras, yo siempre estaré para ti –y se encamino hacia la puerta para salir de la habitación.

¿Cómo podía hablar tan tranquilamente? En ningún momento se altero, yo estaba muy abrumada por todo, habían sido demasiadas emociones fuertes en una sola noche, lo vi caminando hacia la puerta de la habitación mientras le lanzaba claras miradas de odio a Jacob quien tenia una expresión extraña, ¿como de sarcasmo? Y una sonrisa que decía “Es mía”, en serio no estoy segura quizás me lo imagine, había sido un día extremadamente largo…