Me encontraba en un bosque, no lo conocía pero a la vez me parecía tan familiar, estaba tirada en el suelo, hacia frío, ¿Debían venir por mí? ¿Qué era lo que estaba haciendo tirada en el suelo? Me levante con estas interrogantes en la cabeza, era un noche oscura sin luna, tal vez luna nueva, a mi alrededor no había mas que árboles y maleza, no lograba reconocer nada, no sabia donde estaba pero no estaba asustada, tenia la certeza de que estaba justo donde debía estar, por instinto empecé a avanzar en una dirección, nada, solo mas y mas árboles por doquier, luego de haber caminado un largo rato, finalmente encontré lo que buscaba, un lago enorme que se extendía a lo largo y ancho en todo su esplendor, este lago donde tantas veces había estado y que aun me parecía irreal, si tenia derecho a un final feliz; al borde del lago había una persona de pie, sonreí al verle, tan lindo como siempre, pareció darse cuenta de mi presencia, volteo y me sonrió extendiéndome su mano para que llegara hasta él, así lo hice, recorrí el poco espacio que nos separaba

-¿Por qué tardaste tanto? –me pregunto
-Lo siento –fue lo único que pude decir
-De todos modos eso ya no importa, ahora estas aquí conmigo, para siempre –Mi corazón de hincho tanto que parecía no poder permanecer dentro de mi pecho
-Para siempre –concluí y me beso en los labios dulcemente
-Mi Bella –dijo contra mis labios
-Mi Edward –respondí y poco a poco me desperté…

Estaba en la que correspondía ser mi habitación en la casa de campo de la familia de Edward, tenia una enorme sonrisa en mi rostro, había sido el mejor de los sueños, que manera tan perfecta de despertarse pensé, y claro esperaba que mi sueño se hiciera realidad, no recordaba como había llegado hasta la habitación, lo ultimo que recordaba era que me había quedado dormida en los brazos de Edward, mi amigo siempre portándose como todo un caballero, ¿Amigo? Creo que lo de amigos ya paso a ser algo mas me dijo una vocecita interior y la sonrisa en mis labios se intensifico, me voltee en la cama hasta la mesita para tomar el reloj, no sabia la hora pero no me quería mover de la cama, aunque la expectativa de encontrarme con Edward me daba la fuerza de voluntad necesaria, ¿Estaría el también esperándome? ¡Si! Me dije con emoción, estaba segura de que era así, la noche anterior había sido maravillosa, mi sonrisa se hacia cada vez mas grande si es que eso era posible, observe el reloj y eran las 11:00am, guao había dormido bastante, de un tirón me quite la sabana, me levante de la cama, tome mi paño y mis cosas de aseo personal para dirigirme al baño.

Me asee con calma y muy meticulosamente, cuidando todos los detalles, seque mi cabello un poco con el secador que había en el baño y fui a mi habitación para vestirme, me puse un short con una franelilla y mis acostumbradas sandalias, una vez estuve lista baje a la cocina, verlo allí sentado en la mesa con una taza de café y leyendo el periódico me inundo de alegría, no sabia exactamente porque pero me sentía tan bien conmigo misma, ya no me faltaba nada estaba completa, tenia una sonrisa pintada en el rostro, no podía dejar de sonreír estaba feliz, ¡Feliz! Grite para mis adentros y esto hizo que la risa saliera de mi boca, el sonido provoco que Edward se diera cuenta de mi presencia

-Buenos días señorita –dijo mientras se levantaba y se acercaba a mi, también con una hermosa sonrisa en sus labios
-Buenos días mi apuesto caballero –le respondí y él me beso, me perdí en ese beso, al separarnos ambos teníamos sonrisas en nuestros rostros y esto hizo que nos riéramos sonoramente, en el ambiente había una atmósfera de amor palpable, Edward me abrazo fuerte y mi corazón cantaba en mi pecho
-Tienes hambre –yo solo asentí con la cabeza –Muy bien entonces siéntate ya mismo te preparo un sándwich –y me llevo hasta la mesa para que me sentara
-No es necesario Edward yo me puedo preparar mi desayuno –dije mientras me sentaba con resignación
-Eso no lo pongo en duda, pero no me vas a quitar el placer de atenderte –dijo mientras me besaba en la frente, tomo una taza y la puso frente a mi –Puedes servirte el café –y me guiño un ojo, no pude evitar volver a sonreír

Ver a Edward cocinando era todo un espectáculo, si esta bien no era que preparaba una lasaña, pero no por eso dejaba de verse hermoso, perfecto, su cabello despeinado como siempre lo llevaba, su piel blanca perfecta y esa sonrisa tan contagiosa, finalmente puso el plato delante de mi, eso no era un sándwich normal, ese sándwich podía alimentar a un batallón

-Eso es mucho Edward –me queje
-Nada es mucho para mi niña linda, vamos deja de quejarte y come –era un caso perdido tratar de discutir con él así que empecé a comerme el enorme pan que tenia frente a mi

Desayune mientras él seguía leyendo el periódico y me miraba de a pocos ratos, termine de comer lo que pude del sándwich y el resto lo guarde en la nevera, “para mas tarde” le dije a Edward cuando me miro acusadoramente, él solo sonrió, se acerco a mi y me abrazo, ahora todo era tan diferente y tan igual a la vez, es decir, era solo Edward, la persona que mas me conocía en todo el mundo, pero sus abrazos ahora tenían un significado diferente, eran sus brazos pero los sentía tan diferentes sobre mi cuerpo, también me veía diferente, su mirada había cambiado, me veía con adoración y me imaginaba que mi mirada tenia que ser la misma, como siempre él era como un espejo para mi, seguíamos estando juntos pero ahora era diferente, ahora era mi pareja.

Entre Edward y yo nunca hicieron falta rellenar los silencios, podíamos entendernos aún sin las palabras, eso no había cambiado, era por eso que no necesitábamos conversar de la noche anterior de lo que había pasado, ni poner reglas o condiciones en la relación que estábamos empezando, todas esas cosas estaban tacitas entre nosotros, ahora éramos Edward y Bella, éramos pareja.

-¿Qué tal dormiste? –Dijo sacándome de mis pensamientos
-Bien, por cierto, gracias por llevarme hasta mi cama, la verdad no recuerdo en que momento me quede dormida
-Cuando quieras –dijo besándome nuevamente, nos fundimos en un beso apasionado

Así pasaron los días en casa de Edward, solo estábamos él y yo, no hacia falta más, ya ni recordaba a Jacob, no sentía la necesidad de encender mi celular y chequear si me había estado buscando, todo era perfecto tal y como estaba ahora, le había escrito un par de mail a mis amigas, contándole de mis perfectas vacaciones y de lo que me había pasado con el idiota de Jacob y todas mostraban asombro total por las dos noticias, pero se alegraban de que ya lo fuese superado y también súper contentas por mi nueva relación, también había llamado el hermano de Edward diciéndole que no iba a ir en las vacaciones a la casa y sus padres tampoco venían alegando que aún el sr. Carlisle tenia trabajo en el hospital.

Edward salía de vez en cuando a hacer las compras y en otras ocasiones iba yo, nos turnábamos, al igual que para cocinar y lavar los platos, estábamos en sincronía total, claro que con Edward siempre había sido así, es impresionante lo rápido que pasa el tiempo cuando estas entretenida y feliz, ya habían pasado 6 semanas desde que llegamos a su casa de campo, teníamos ya que devolvernos porque debíamos inscribirnos en la universidad y arreglar todos los asuntos correspondientes al caso, en tres semanas empezaría el nuevo semestre, otra vez la rutina de las clases, aunque claro ahora tenia a Edward literalmente hablando.

 El domingo de la sexta semana arreglamos las cosas para irnos a la mañana siguiente, primero llegaríamos a la casa de los padres de Edward y a la semana siguiente nos iríamos a nuestras respectivas universidades, los padres de Edward como siempre súper amables conmigo y se mostraron muy de acuerdo cuando Edward les dijo en contra de mi voluntad acerca de nuestra relación, no era que la quisiera mantener en secreto, sino que me daba pánico que luego cambiaran las cosas con ellos porque los consideraba mi familia, los quería muchísimo, claro que Edward me había dicho tonta por pensar que iban a cambiar de opinión respecto a mi por nuestra relación y gracias al cielo tuvo razón.

Llegamos a mi universidad, Edward iba detrás de mi en su auto para yo poder traerme el mío, me había costado un mundo poder convencerlo de esto, estaba empeñado en que nos viniéramos en su carro y después mandar a buscar el mío pero yo ya no le quería causar mas molestias, “No es una molestia Bella y lo sabes” había dicho y si lo sabia pero igual no quería abusar, en el camino venia pensando en todo lo que me había pasado en el semestre anterior, como había estado tan ciega para no ver a Edward que siempre estuvo frente a mi, aunque ahora eso ya no importaba, lo único que importaba era que él ahora estaba conmigo, en estas vacaciones empezó realmente mi vida pensé, me baje de mi auto y Edward se bajo para ayudarme con mis maletas, se acerco a mi en el estacionamiento y me abrazo

-Te extrañé –dijo a mi oído
-Yo también –le dije mientras el miraba el rostro con una me día sonrisa en mis labios, Edward se acerco a mi y me beso dulcemente

-¿Qué difícil fue para ti olvidarme no? –Dijo una voz cerca de nosotros, una voz tan conocida para mi, ¡No podía se posible! Como si fuese un reflejo me separe de Edward, pero el me abrazo por la cintura y me acerco a él dándole la cara a Jacob
-¿Y quien te crees para reclamarle algo a ella? Jacob Black–Esto no podía ser, trágame tierra pensé.

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Hola a tod@s quienes leen mi fic XD disculpen la demora pero he estado un poco ocupadita en la oficina =P, les debo decir que este es el capitulo final de este fic, espero que les haya gustado tanto como a mi me gusto escribirlo y compartirlo con ustedes =D, viene una segunda parte de esta historia la buscan en la sala cullen "LA ELECCION CORRECTA" es el titulo de la segunda parte de ASI EMPEZO, espero que les guste tanto o más que esta y me dejen tambien sus votos y comentarios. No esta de más pedirle que me comenten que les pareció el final de mi historia, me dejen sus coments y votos =D

Saludos

Kroana =D