Al final no recuerdo muy bien como me quede dormida en los brazos de mi novio, y pasamos todo el día siguiente juntos, no volvimos a hablar de lo sucedido en la noche anterior y todo parecía ser mas bien un sueño, mejor dicho una pesadilla y un terrible mal entendido, Edward… suspire nuevamente, ¿como había podido perder mi amistad de ese modo? Aunque luego todo había vuelto a la normalidad y me sentía sumamente feliz, en el fondo de mi ser me hacia mucha falta mi amigo, sobre todo en las noches solas en mi habitación, pensaba mucho en Edward, ¡Rayos! ¿Por qué tenia que ser tan terca y obstinada? Yo era quien lo había corrido y le había dicho mil cosas feas, a las que él respondió con un simple “Búscame cuando quieras, siempre estaré aquí” y lo sabia, lo sabia con cada célula de mi cuerpo que cuando lo buscara él iba a estar allí para mi, sin mayores explicaciones, sin tantas disculpas ni aclaraciones, éramos muy unidos ¡¿Cómo rayos había permitido que sucediera esto?! Peor aun, ¿Cómo había permitido que durara tanto?

Había ya pasado un tiempo desde esa discusión, y si, la vida continúa, el tiempo sigue andando, no se detiene. Tenia a Jacob a mi lado que era el apoyo que me hacia seguir adelante, pero no me sentía completa, debía arreglar la situación, me daba pánico comentarlo de nuevo con mi novio porque en las ultimas ocasiones ponía malas caras cuando hablaba de Edward, así que me reservaba entonces esos sentimientos solo para mi, casi como en aquella época, la época del accidente cuando la vida me cambio por completo y conocí a Edward, él me había apoyado siempre en todo, estábamos tan sincronizados, entre nosotros no hacían faltas las palabras para entendernos y jamás habíamos peleado, excepto aquella noche; no se si era el remordimiento por lo que paso con Edward que me hacia ver fantasmas, pero a veces, sentía extraño a Jacob, sin embargo me repetía a mi misma nuevamente que no él no podía estar saliendo con otra, Jacob me trataba igual que siempre, me daba regalos y era súper atento conmigo, tal vez era la duda que me quedaba de aquella noche, en realidad no lo sabia.

Hoy era una de esas noches en la que los recuerdos afloraban de mi mente y me hacían una mala jugada, estaba sola en mi habitación recostada en mi cama viendo al techo, estaba divagando no tenia sueño y tenia el celular en las manos, como casi todas las noches posteriores a la discusión, esperaba una llamada o un mensaje de Edward, y todos los días lo esperaba en vano, porque nunca llegaban, honestamente debía ser yo quien lo buscara, pero no perdía la esperanza de que él también me extrañara a mi, “terca” me dije una vez mas, me di la vuelta y coloque el celular en la mesita, resignada deje vagar mi mente esperando a que me llegara el sueño, mi mente me hizo una mala jugada y empecé a recordar el día en que le conté todo mi pasado a Edward…

Estábamos en mi universidad, sentados en la grama lejos de todo el mundo, ya llevaba algún tiempo viendo a Edward y éramos muy buenos amigos, casi ya había salido del sopor en el que vivía y mucho se lo debía a él, de hecho toda mi mejoría se debía a Edward, era mi “Angel Guardián”, ya había tomado la decisión de contarle que era lo que me tenia tan triste, que era lo que me había pasado, no se lo había dicho a nadie, pero Edward me daba esa confianza que tanto me hacia falta y la verdad era que necesitaba expresarlo o me iba a terminar de volver loca…

-Lo que te voy a decir no se lo he dicho a nadie y debes jurarme que jamás bajo ninguna circunstancia lo vas a repetir –Edward asintió con la cabeza, inspire aire para darme fuerzas, esto no iba a ser fácil de contar

-Como ya sabes yo no tengo familia, mis padres murieron en un accidente automovilístico el verano antes de que yo entrara a la universidad, lo que no te he contado, es que yo soy la culpable de que ellos murieran, yo soy la responsable de ese accidente…

Sin saber muy bien como ya las lagrimas se estaban asomando a mis ojos…

-¡Mamá ya basta! –le dije una vez mas – ¿Es que no lo entiendes?
-Hija por favor, no seas tan dura con tu padre, lo único que el quiere es lo mejor para ti
-Si claro y lo mejor según él es que pase mis vacaciones metida en la montaña ¿Haciendo que? ¿Admirando el paisaje?
-Sabes bien que todos los años hacemos este viaje Bella
-Y tu sabes bien que todos los años voy, pero sabes que mamá, este año no pienso ir, ¡no quiero!
-Te entiendo mi bebe, pero cuando acabe el verano ya te vas a la universidad y no te tendremos a diario en la casa –decía mi madre en tono conciliador
-Mamá ya no soy una bebe, y precisamente ese es mi punto, ya crecí, quiero ser independiente, valerme por mi misma, este verano debo trabajar, sabes que necesito el dinero para la universidad
-No Bella tú no tienes porque trabajar, sabes bien que tu padre y yo te daremos todo el dinero que necesites
-Pero es que yo no quiero, ¿No has escuchado todo lo que te he dicho?
-Si Bella, que si ya creciste, que quieres ser independiente, pero no nos puedes negar a nosotros la posibilidad de brindarte cuanto este a nuestro alcance
-Mama ya es suficiente con que me paguen la universidad, además debo ahorrar dinero para mis gastos, para cualquier imprevisto…
-Nosotros te lo daremos
-¡Pero es que no quiero!

La discusión parecía no tener fin, yo mantendría mi postura, muy valida por demás, y ella no iba a cambiar de opinión, ella estaba haciendo las de árbitro entre mi papa y yo, porque él no era tan calmado, ni por asomo, para completar el cuadro yo había heredado su carácter fuerte y testarudo. Mi mamá me dijo que lo pensara con la almohada, estaba segura de que yo me iba a dar cuenta de que lo mejor era permitir su ayuda e irme de vacaciones con ellos. La verdad es que esas vacaciones eran lo máximo, me fascinaba acampar con mis padres, era maravilloso estar entre la naturaleza y desconectarse de todo por unos días, pero no este verano, este verano tenia que trabajar, ya me iría a la universidad y necesitaba el dinero, bueno esta bien no lo necesitaba pero tampoco quería que mis padres gastaran todos sus ahorros en mi educación, no me parecía correcto.

A la mañana siguiente se suponía que nos iríamos, yo por su puesto no había arreglado mis maletas, estaba totalmente decidida a no ir, ya había conseguido trabajo en una de las tiendas del pueblo y empezaría ese día, durante el desayuno fue la discusión…

-¡Les dije que no voy! ¡Mamá explícale!
-Por favor cálmense los dos –trataba de calmarnos mi mamá
-¡Te dije que vas Bella!, ¡no te lo estoy preguntando!, es que crees que como ya eres adulta puedes hacer lo que quieras, pues no señorita, ¡no es así!, ¡en esta casa se hace lo que yo digo! –gritaba mi papá
-Lo lamento mucho papá, ¡Pero ya conseguí empleo! Y comienzo hoy, ya di mi palabra y no pienso faltar
-Te dije que NO, ¡Ve a tu habitación y arma tu maleta!, salimos en dos horas
-No es necesario que se griten, estamos todos aquí –hacia el esfuerzo de tranquilizarnos, pero no funcionaba
-No pienso armar nada, me voy al trabajo –dije mientras me paraba de la mesa y me dirigía a la puerta de la casa, mi mama me miraba con los ojos muy abiertos del asombro
-¿Así entonces son las cosas no? –Dijo mi papá levantándose de la mesa –Entonces resulta que quieres trabajar para costear tus gastos universitarios ¿o no? Muy bien si eso es lo que quieres eso es lo que tendrás, siempre te lo he dado todo, todo cuanto he podido, porque no darte esto también –Mi padre seguía aun gritando, pero esa ultima frase me hizo parar en seco a mitad de camino hacia la puerta e inmediatamente me di la vuelta para verle la cara, la tenia tan roja como un tomate a causa de la rabia que tenia, ya se le pasara me repetía en mi mente –Si sales por esa puerta puedes olvidarte de tu fondo universitario, si te vas a tu “trabajo” esta bien, pero trabaja bastante para que puedas costearte la universidad
-Richard, que es lo que estas diciendo –hablo mi mama antes de que yo pudiera siquiera emitir algún sonido
-Bueno Bella no que quiere ser adulta e independiente, entonces que aprenda de verdad el valor de esas palabras –yo aun no podía creerlo, no podía ser cierto, mi mamá no lo permitiría ¿o si? Pero era demasiado testaruda como para dar mi brazo a torcer, quizás mi papá tuviera razón y tenia que aprender de verdad el significado de esas palabras
-¿Richard que estas diciendo? Sabes bien que en realidad no es lo que quieres decir –yo estaba aun sin poder hablar, y lo único que hice fue darme otra vez la vuelta, seguí caminando hasta la puerta y me fui

Inmediatamente cuando salí comencé a llorar, pero ya no había marcha atrás, ya había tomado mi decisión, ya luego abría tiempo para aclarar la situación, sin embargo me equivoque, esa fue la ultima vez que vi a mis padres, ese era el ultimo recuerdo que tenia de ellos, mi mamá con el corazón en las manos tratando de calmar la discusión que tenia con mi papá y mi papá molesto conmigo por la decisión que había tomado, en la tarde cuando regrese a casa no estaban, en mi habitación había una nota de mi madre que decía que se habían ido de campamento como todos los años esta vez con una variante, yo no estaba con ellos.

Al día siguiente me levante temprano y nuevamente me fui a trabajar, a mitad de la tarde recibí la noticia, llegaron a buscarme a la tienda donde estaba trabajando

-Con la señorita Bella Swan por favor –y mi compañera señalaba en mi dirección, entonces los oficiales se acercaron a donde yo estaba –Buenas tardes señorita lamentamos molestarla
-No se preocupe, ¿dígame para que me busca?
-Me temo que le tengo malas noticias
-¿Malas noticias? ¿A que se refiere?
-Ha ocurrido un accidente
-Disculpe no lo entiendo, ¿podría explicarse por favor?
-Lo lamento mucho, hubo un accidente en la carretera y hemos encontrado el carro de sus padres
-¿?
- Al parecer se atravesó un venado, el auto al tratar de esquivarlo se fue por la montaña hacia abajo –Escuchaba que me hablaba a lo lejos, me costaba procesar esa información, accidente, el auto de papá pensaba y entonces reaccione
-¡Mis padres! ¿Como están ellos? ¿Donde están?
-…
-No, no, ¡NO!
-Mi más sentido pésame señorita
-NOOOOOO…

¿Como paso esto? Es mi culpa me repetía una y otra vez, si tal vez no fuese peleado con papá, si el no fuese estado molesto cuando iba manejando en la carretera, el fuese estado más atento, pero no, era tan terca que tenia que haberlo molestado, mis padres murieron y todo fue mi culpa, me quede sola en el mundo y quizás era mi castigo, y así era, mi castigo seria estar sola…


Edward escucho muy atento toda la historia, sin interrumpirme en ningún momento, sin juzgarme, trato de ayudarme explicándome que solo había sido un accidente, un terrible accidente, pero nada de lo que dijera iba a hacer que dejara de sentirme culpable, lo sabia, sabia que era un monstruo y solo esperaba que no me fuera a dejar sola, porque no lo iba a soportar, Edward pacientemente seco mis lagrimas y se quedo a mi lado hasta que me tranquilice, y no sólo ese día sino todos los días siguió estando en mi vida, comenzamos a salir a fiestas y a irnos en las vacaciones a casa de su familia, hacíamos prácticamente todo juntos, nos volvimos mejores amigos, éramos confidentes, Edward lo sabia todo de mi, nunca nos ocultamos nada, Arg. ¿Cómo había sido tan estúpida? ¡Edward jamás podría haberme mentido!

No era que creyera que era cierto lo que me había dicho, no yo confiaba plenamente en Jacob, pero ciertamente Edward creía que eso era verdad y por eso me lo había dicho “sino estuviera completamente seguro de esto no te lo diría” me dijo aquella noche, esta situación no podía seguir así, estaba por acabar el semestre y no podía dejar las cosas así con mi amigo. Ya había tomado mi decisión, mañana buscaría a mi amigo para hablar con él.