Me encontraba en un bosque, como el que esta cerca de los dormitorios de la universidad, estaba corriendo, no huía, iba en busca de algo, sabia que algo debía ver, no sabia exactamente que era, pero iba en su búsqueda desenfrenadamente, corría cada vez mas fuerte, hasta que vislumbre a dos personas delante de mi y me detuve en seco; era una pareja y se verían muy enamorados, él la veía con adoración y ella lo veía con devoción, se notaba desde lejos, esto me hizo sonreír y me acerque a ellos caminando, quería preguntarles, no entendía… Pero cuando llegue… se besaban apasionadamente, me quería morir, mi corazón sufrió un dolor inmenso, no podía creer, no podía ser posible que él… ¡él me quería a mí! Me lo había dicho muchas de veces, yo le creía yo confiaba en él… ¿Por qué? Quería preguntar, pero no encontraba mi voz, se alejaban de mi, ¡NO! Yo debía alcanzarles, él… ¡él me debía una explicación! Corrí tras de ellos, pero resbale y caí, al alzar la vista para levantarme un rostro tan conocido para mi estaba allí, tendiéndome la mano para ayudarme, estaba allí para mi, me perdí en sus ojos verdes que tanta confianza me daban, tome su mano y… me desperté. Desperté agitada mientras mi amigo me consolaba

-Tranquila Bella, no pasa nada, solo ha sido un sueño –Yo me aferre a él y lo abrace mas fuerte
-No te vayas, ¡prométeme que siempre estarás conmigo! –le dije a Edward, que solo me miro con dolor en sus ojos, sabia que la situación era imposible
-Bella, ya lo hablamos debes entender que… por el momento... eso no es posible… -Yo lloraba aún a causa del sueño, de la pesadilla que acababa de tener, era horrible, había sido tan real

Pero la vida continua, si así es, aunque a veces parezca mentira el tiempo pasa, no tiene piedad alguna e irremediablemente tenemos que seguir con nuestras vidas y con las responsabilidades que hay en ellas, esa noche dormí en los brazos de mi amigo, pero a la mañana siguiente volví a mi triste y cruda realidad, a pesar de no haberlo dicho en palabras había preferido a mi novio por encima de mi amigo, suspire, habían muchas cosas en las que tenia que pensar y la verdad no tenia ganas de socializar con nadie, agradecí que iba bien en las materias y tenia mis clases al día, debido a esto podía faltar el día de hoy, de igual modo era poco probable que dieran materia nueva, me fui directamente a mi habitación, me acosté en la cama y me puse nuevamente a llorar, la situación era un asco.

No sabia que rayos hacer, pero la verdad era que ya lo había hecho… Edward había sido muy claro respecto a Jacob y yo… yo, suspire, y llore, llore hasta que nuevamente me dormí…

Cuando me desperté estaba cansadísima, pero debía ir a ver a mi novio, estar sola no me hacia bien; además necesitaba comer algo, así que tome mis cosas y salí de mi habitación hasta su universidad, de camino me compre un café (no me apetecía mas nada) lo llame y Jacob se ofreció a venir a mi universidad, pero le dije que no que ya iba en camino a la suya que iba hasta su habitación, me dijo que no estaba allí que había ido al puerto pero que ya iba de regreso, que lo esperara en el estacionamiento y así lo hice, no tenia ánimos de discutir con mas nadie por mucho tiempo.

Estaba distraída sentada dentro de mi auto cuando Jacob me sorprendió, me asuste muchísimo, mi mente distaba mucho de ese lugar, en cuanto lo vi tome mi suéter, las llaves y me baje del auto, me abrace a mi novio y caminamos así hasta su habitación, era claro por la cara que él tenia que me veía fatal, la verdad era que no me había visto en el espejo.

-¿Qué tienes Bella? –me dijo cuando ya estábamos en su habitación.
-…- ¿Podía decirle lo que me pasaba? Claro que puedes decirle Bella, él es tu novio me dije a mi misma
-Entonces cielo, me tienes preocupado, por teléfono te escuchabas… algo tienes Bella, por favor me lo vas a decir o tengo que adivinarlo
-Yo, yo… -di un largo suspiro –Hable ayer con Edward
-Oh eso es… Me parece perfecto, digo es bueno que fueras a hablar con él -¿Qué? Jacob siempre me sorprendía pensé que se enojaría conmigo
-Si pero, no sirvió de mucho –Al parecer se me habían agotado las lagrimas, aunque la tristeza no había bajado ni un ápice.
-Bueno pero lo intentaste que es lo importante ¿o no?
-Si… – No quería darle mayores detalles y él no pregunto

Esa noche me quede con él, casi no hablamos yo no quería hablar y él simplemente se limito a permanecer a mi lado, ya al día siguiente si fui a clases, esa noche había decidido que era suficiente, tenia que ponerle un fin a tanto dolor auto inflingido en mi vida y aprovechar mas bien de las pocas cosas buenas que me daba, ya la semana siguiente tenia los parciales finales, serian las vacaciones y tenia que pensar que iba a hacer con ese tiempo libre, siempre lo pasaba con Edward pero lamentablemente ya él no estaba a mi lado, así que tenia que seguir adelante así es la vida, y la vida continua.

Pasaron los días y todo continuo igual, el tiempo me paso volando, el semestre por fin había terminado, esta noche como era la costumbre había una fiesta para celebrarlo, todos asistían y claro era muy especial para las personas que terminaban la universidad, era su ultimo día como estudiantes, ya había quedado con Jacob que nos veríamos en mi universidad en la noche, yo quería estar con mis amigas en esta fiesta era muy importante para ellas y para mi también, me recordaba que solo me faltaba un semestre a mi para terminar mi carrera, estaba sumamente feliz por mis amigas, también tenia la ilusión de ver a Edward en la fiesta de hoy, aunque conociéndolo sabia que se iba a quedar hasta tarde en su habitación arreglando todo para irse y muy probablemente viniera tarde.

Quede con Jess en irnos juntas, todos los graduandos se habían reunido desde temprano y nosotras llegaríamos mas tarde, cuando llegamos en efecto así era, había una alegría palpable en el ambiente y era casi de noche, fuimos por unas bebidas y nos unimos a la celebración, la estábamos pasando muy bien pero me hacia falta mi novio, no se cuanto tiempo había pasado pero me parecía una eternidad, tampoco ayudaba mucho que las muchachas a cada rato me preguntaran por él,  así que después de varios tragos decidí súper impulsivamente ir a buscar a Jacob sin decirle a nadie, le daría una sorpresa a mi novio y si tenia suerte no estaría su compañero de cuarto en la habitación.

Me fui en mi auto y estaba sumamente agitada, tal vez se debía a la cantidad de licor que había en mi organismo o a la expectativa de tener a Jacob nuevamente a solas conmigo; lo cierto era que iba súper excitada, al llegar al estacionamiento de su universidad me reía conmigo misma, definitivamente era el licor, subí hasta su dormitorio y aun me quedaba un poco de cerveza en mi vaso, TOC TOC toque la puerta, se escuchaba ruido en la habitación tal vez Jacob no estaba sino su compañero y por lo que se escuchaba no estaba solo

-Un momento –me dijeron y pareció que era Jacob…

Espere hasta que me abrieran, no espere mucho y mayor sorpresa me lleve cuando la puerta me la abrió mi novio, inmediatamente me le lance encima y lo bese, pero su respuesta me confundió no era lo que yo esperaba

-Eh… ¿Qué haces aquí? -¿Qué? O sea, que parecía que estaba haciendo
-Pues vine a buscarte tonto –le dije mientras le besaba otra vez y fue cuando me di cuenta de que Jacob estaba medio desnudo, solo tenia una sabana mal puesta en la cintura que se agarraba con una mano y en la otra tenia dinero, no se exactamente que pensé pero mil cosas diferentes pasaron por mi mente en un segundo -¿Por qué no me dejas entrar?
-Eh… Yo… -titubeaba -¿No quedamos en que nos veríamos en tu universidad?
-Si pero te estabas tardando y… -Porque rayos no me hacia entrar, pero realmente yo no quería saber la respuesta, en ese instante escuche la voz de una mujer y venia de la habitación
-“¿Por qué tardas? Entra que la pizza se va a enfriar “–dijo aquella voz y yo quede en shock

Instintivamente abrí la puerta, lo empuje, lo empuje a él y a la puerta, la imagen que vi no se me iba a olvidar jamás, era una mujer hermosa porque no admitirlo, estaba también medio tapada con una sabana sobre la cama del que se suponía era mi novio, había sido una idiota, no ese calificativo no era suficiente, mi amigo siempre había tenido razón y yo por tonta no le quise creer, el vaso que tenia en la mano se cayo del asombro y no estoy segura de si Jacob decía algo porque no podía escuchar nada, mis oídos zumbaban y lo único que quería era salir corriendo de allí, Jacob me tomo del brazo y me sacudí para que me soltara.

-¡Déjame en paz! ¡No quiero volver a verte! –Le grite a la cara y me fui corriendo lo mas rápido que pude de allí.
-¡Bella! –creo haber escuchado que me llamaba y sobre mis mejillas rodaban las lagrimas