Parte II
Vísperas de Navidad…
Jacob POV
— Definitivamente no debí de haber probado ese maldito pescado— dijo Leah saliendo del baño, era la tercera vez que vomitaba lo poco que había comido, le rogué por visitar a un médico pero ella se negó, dijo que solo era una intoxicación por alimentos y que se pasaría pronto, aunque ya llevaba más de dos semanas…
— Leah, odio verte así sin poder hacer nada para ayudarte, déjame llevarte con un médico— le dije mientras ella se sentaba junto a mí en el sillón
— De verdad ya me siento mucho mejor— dijo tratando de formar una sonrisa pero su rostro cansado no lo fingió muy bien, se apoyó en mi hombro mientras me sujetaba con uno de sus brazos, yo negué con la cabeza
— Iremos y no hay vuelta atrás, me preocupas Leah, te ves cansada, ¿Que no entiendes lo mucho que me importas? — le dije levantando su mentón pero una vez más cansada por las noches interrumpidas por el vómito ella se quedó dormida en mi brazos, besé su frente y la recosté a mi lado
Pasaron varias horas antes de que diera alguna señal de despertar, no quise interrumpirla así que prendí la televisión y baje el volumen para no despertarla, cuando finalmente despertó no podía negar que se veía mucho mejor, ya no se veía verde por lo menos…, no insistí en lo del médico sabiendo que quizá solo era cansancio….
— Tal vez deberíamos cancelar el viaje— le dije
— ¿por mí?, ¡bah! Jake estoy bien, en serio me siento mucho mejor, mientras no haya en la cena algún producto del mar sé que podré sobrevivir — dijo sonriendo
— Leah nada me importa más que tu ¿entiendes?, podría cancelar todo y quedarnos aquí por las fiestas, no soy muy buen cocinero pero prometo hacer algo decente para ti — le dije
— Pero…quiero ir— dijo ella apenada como una pequeña niña, yo solo sonreí
La tarde paso sin más incidentes, Leah durmió el resto de la tarde y finalmente despertó hasta el día siguiente. Tomamos la línea que iba directamente hasta Juneau, los boletos un regalo anticipado por parte de las sanguijuelas, Charlie y Reneé iban con nosotros, ambos con sus respectivas parejas, bueno Sue supuestamente venia para acompañar a Leah, un buen pretexto para pasar el tiempo con Charlie, Seth iba leyendo un par de filas atrás, el chico sí que estaba trastornado con la escuela.
Después de ocho horas de vuelo y un par de horas entre transbordar, llegamos a Juneau, si Forks era un lugar frio y húmedo…bueno Juneau no se quedaba atrás incluso Leah tuvo que pedirme una chaqueta, su piel se sentía extrañamente fría, ahí fue cuando comencé a preocuparme…
— Estoy bien Jake solo tengo algo de frio, con este clima hasta a nosotros nos afecta— dijo ella temblando un poco, toqué su frente y no sentía que tuviese fiebre o algo por estilo, y no entendía como es que ella sintiera el clima, yo ni siquiera temblaba un poco, no quise asustarla y solo le pase un brazo por los hombros tratando de brindarle un poco de calor
— ¡Ahí están!— gritó Seth tomando las maletas y comenzando a correr hacia un grupo de gente…Los Cullen o al menos Alice, Edward y Bella quienes nos saludaban con un movimiento de manos, caminamos hacia ellos.
— Hola Bells— salude cuando Reneé y Charlie ya habían repartido abrazos a todos ellos, no solté a Leah ni un segundo, sentía que se congelaría— ¿podemos irnos ya?, Leah parece no sentirse muy bien— le dije mentalmente esperando que me escuchara
— Vamos a casa deben de estar congelándose— dijo ella y sintió sonriendo en mi dirección, le agradecí mentalmente y subimos rápidamente a una camioneta que nos esperaba estacionada justo afuera del aeropuerto, era extraño ver a Bella después de tantos meses y que no hubiera cambiado ni siquiera un poco, por más que trataba de “disfrazarse” como un humano, había algo que simplemente la delata, bueno al menos ante mis ojos, Charlie y Reneé no parecieron notar nada fuera de lo normal…humanos, los vampiros pasan frente a sus narices y ni siquiera lo notan.
— ¿Dónde está Nessie?— pregunté una vez dentro del coche en movimiento
— Renesme, está en casa con el clima no quisimos arriesgarnos— respondió ella y se giró al frente, entonces escuche su voz dentro de mi cabeza, era extraño, quería pedirle que no lo hiciera pero después de todo ya me comenzaba a acostumbrar — ¿Qué pasa con Leah?, no se ve muy bien, ¿necesitas ayuda?—preguntó en pensamiento, y simuló bastante bien que nadie notara nuestra conversación
— Lleva días enferma, no quiere hacerme caso, sé que necesita ayuda y comienzo a desesperarme Bella, no quiero perderla… ¿Crees que Carlisle pueda ayudarla?— le pregunté continuando nuestra conversación privada
— No tienes por qué preocuparte Carlisle es la persona más capacitada para ayudarla y estará encantado de cooperar— me dijo
Llegamos a la nueva casa de los Cullen, una zona no tan alejada de la ciudad como en Forks, parecía que aquí encajaban, más de la mitad de la población tenía su piel igual de pálida que ellos, bajamos de la camioneta y en cuanto entramos una pequeña figura corrió ágilmente hacia mí, eso no lo esperaba, tome a Renesme del suelo y la levanté, soltó una risita y me abrazo con fuerza, Leah a mi lado trato de sonreír al ver el rostro de la pequeña, la baje con cuidado y me agache a su nivel
— ¡Wow Nessie!, ¡vaya que has crecido!— le dije dándole unas palmaditas en la cabeza, cuando levanté mi rostro y vi al grupo de adultos que nos veían entre felices y una Bella molesta— ¿y ahora que hice?— le dije levantando una ceja, algunos se rieron por mi pregunta y el berrinche de Bella que se veía venir
— Es Re-nes-me, no Nessie, vamos Jake, todos comienzan a llamarla así, ¡incluso me ha pasado un par de veces!
— ¡Pero le gusta Bella!— le dije sonriendo y me gire a Nessie— ¿No es cierto Nessie?— y la niña de apenas un año y medio pareció entenderlo a la perfección pues asintió sonriendo — ¿lo ves?— dije hacia Bella, ella solo negó con su cabeza pero la sonrisa en su rostro al ver la inhibición de la pequeña hacia nuestro grupo suavizo su gesto
Todos comenzaron a saludarla, mientras nos instalábamos y los Cullen nos recibían decidí que era el momento apropiado para hablar con el doc. Un breve asentimiento de Bella me aseguró que era el momento apropiado, Leah estaba en la habitación que nos habían asignado por el fin de semana, entonces me acerqué a Carlisle
— Jacob me alegro que estén aquí, Esme está encantada de recibirlos en casa— dijo el estrechando mi hombro, trate de sonreír pero el noto mi preocupación en el rostro — ¿pasa algo?— preguntó, yo asentí y comencé a caminar escaleras arriba, el me siguió unos pasos detrás
— Es Leah, ella no está comiendo, todo lo que prueba por muy pequeño que sea lo regresa, el vómito cada vez está peor, temo que se deshidrate si sigue así… — le dije serio
— ¿hay algo más?
— Ha habido cosas…cambios extraños que ella no ha notado pero yo sí, son sutiles, la mayoría no me preocupaban como su tendencia a dormir más de lo que debía, creí que era por las noches que no dormía a causa del vomito, pero hoy…hoy paso algo que definitivamente me dice que algo va muy mal, ella…tenia frio doc., tenía frio…¿lo entiende?— pregunté cabizbajo y algo desesperado al no tener respuesta a lo que se me planteaba en frente, entonces sentí su mano en mi hombro
— Vamos Jake, todo estará bien, ¿puedes llevarme con ella?— me dijo, yo asentí suspirando, esto…no le gustaría a Leah para nada
— Vale doc, solo deme un segundo, Leah estaba renuente incluso de ver a un médico humano, no sé qué pueda pasar si…
— …si alguien como yo la trata— termino mi frase, yo asentí brevemente— tranquilo, ve y dile, si le parece que sea un humano el que la vea, conozco a varios médicos competentes en esta ciudad, lo importante es que ella este bien— respondió
Camine hacia la recamara, la puerta estaba entreabierta y como lo supuse Leah estaba encerrada una vez más dentro del baño vomitando lo poco que había consumido en el desayuno, me acerque a la puerta y recargue mi frente frustrado, di un par de toques a la puerta, no hubo respuesta
— Leah… Carlisle está afuera, deja que te ayude…por favor Leah, abre la puerta— le dije cansado, para mi sorpresa no pasaron más de veinte segundos cuando la puerta se abrió y una Leah más “recuperada” salía del baño — ¿Cómo te sientes?— pregunte acercándola a mí, bese su frente, y después su nariz hasta llegar a sus labios, ella no opuso resistencia, incluso sentí que deseaba estar más cerca de mí, le sonreí y me aparte un segundo
— Pff… me siento mejor Jake…ven acá— dijo ella atrayéndome con sus brazos, una ligera sonrisa en su rostro, la besé una vez más pero entonces me separé y llame al doctor que esperaba afuera, ella me gruño en broma…o al menos eso esperaba y se cruzó de brazos, saludo con un leve asentimiento al doctor, y apenas iba a salir de la habitación cuando vi el rostro de Leah entendí que si la dejaba a solas con él probablemente no vería la luz de otro día… ella se aseguraría de eso, sonreí y me acerque tomando su mano
— Jacob dice que no te has sentido bien últimamente Leah, ¿Cuánto tiempo llevas así?— pregunto él doctor adoptando una posee muy acorde al interrogatorio, ya no era el padre de las sanguijuelas solamente, era un doctor con experiencia tratando de ayudar a Leah
— …un, un par de semanas, quizá un poco más…mire no quiero ser grosera, en serio ya me siento mucho mejor, se lo mucho que Jake se preocupa por mí, pero en serio no hay necesidad de todo esto— respondió Leah dándome una mirada de recelo
— Claro Leah, te entiendo perfectamente, pero…por el bien de Jacob— dijo Carlisle sonriendo —...¿podríamos comprobarlo?, no tardare mucho, lo prometo— dijo el doctor, Leah se giró hacia mí y yo simplemente vocalice un “por favor”
— Bien…si te hace sentir más tranquilo…— dijo ella— ¿Qué tengo que hacer?
El doctor sonrió y después de desaparecer un par de segundos, regresó con un maletín, puso algunos aparatos a Leah y finalmente como dijo él, unos minutos más tarde el quitaba el termómetro de su oído, lo observó maravillado y se giró hacia mí, con ese rostro que solo podía denotar sorpresa
— Esto es…inesperado, Leah durante el tiempo que nos unimos como equipo para derrotar al ejercito de neófitos de Victoria, me tome la libertad de estudiarlos un poco más, tengo que admitir que su especie me parece…fascinante— dijo él con la mirada algo perdida— a lo que voy es…tome varios datos de sus características como la velocidad de su corazón, la resistencia de su piel y huesos, la forma en la que reaccionan sus cuerpos a los medicamentos…pero sobre todo, su temperatura, para un simple humano su temperatura significaría estar hirviendo en fiebre…— dijo él observando el termómetro
— Y bien…¿es una infección?— preguntó Leah, el doctor negó con la cabeza— siento escalofríos y a veces siento que la temperatura aumenta en la habitación— termino ella de decir
— Leah aún no puedo saber qué pasa con tu organismo, pero algo está pasando, vean esto— dijo él señalando los dígitos del pequeño termómetro, una vez que lo vimos me pidió permiso de ponerlo en mi propia oreja y tomo la temperatura, volvió a ponerlo frente a nosotros— ¿ven la diferencia?— preguntó él, los dígitos habían disminuido por lo menos un par de grados con Leah
— ¿estoy…fría?— preguntó Leah desconcertada
— No Leah, estas…normal, es la temperatura de cualquier humano— dijo él, ambos nos miramos confundidos, ¿porque?
— ¿Cuándo fue la última vez que entraste en fase?— preguntó el doctor, mi mente se movió rápido y contesté antes que ella
— No desde que regresamos…no ha habido la necesidad de hacerlo, los chicos aun nos gusta vigilar los alrededores una vez a la semana, pero ella no nos acompaña… — respondí
— ¿Ya no soy parte de la manada?, ¿soy…humana otra vez?— preguntó Leah y se apoyó en mis brazos, casi dejando caer todo su peso…
— No encuentro otro motivo, ¿podrías intentar entrar en fase ahora que estamos aquí?— preguntó Carlisle, Leah asintió y cerro sus ojos tomando un poco de aire y haciendo que me soltara un poco dio un par de pasos al frente—…si te importa ¿podríamos intentarlo afuera?, me temo que la habitación no está diseñada para tal acción, lo siento Esme ama cada centímetro de este hogar— respondió sonriendo él, tome a Leah de la mano y salimos al patio trasero con cautela, afuera nos esperaban algunos de los Cullen, la enana por ejemplo estaba sentada junto a Jasper en un tronco, supuse que los demás estarían dentro con Bella y la pequeña…mejor, Charlie y Reneé no podrían ver esto
Pasaron unos segundos y Leah comenzó de nuevo, cerro sus ojos y puso sus manos en puños, le di un espacio para que se transformara, pero conforme pasaban los segundos una línea tensa se dibujaba en su frente y sus puños se cerraban con más fuerza…después de algunos minutos ella se relajó abriendo sus brazos, se giró hacia mi sorprendida, probablemente mí mismo rostro de fascinación, se lanzó a mis brazos y cuando creí que estaba llorando en realidad estaba sonriendo, si, había lágrimas en su rostro pero eran lágrimas de felicidad…sabia lo mucho que ella intentaba adaptarse al principio por ser uno de nosotros, y lo mucho que deseaba que eso jamás le hubiera pasado…ella quería ser humana y aquí estaba el regalo prometido.
— Jake, ha pasado…finalmente ha pasado— dijo ella sonriendo, por un segundo mi mente se llenó de pensamientos que vinieron solos…me vi cincuenta años adelante poniendo un ramo de rosas sobre su cuerpo inerte y visiblemente afectado por los años…no es que la dejase de amar con todo mi ser…pero la dejaba ir, no…no, yo no podría con esto, la necesitaba como el oxígeno que ahora mismo respiraba, ella sintió mi ansiedad y se alejó un poco de mi rostro— ¿Qué pasa Jake?— dijo ella relajando un poco su agarre y su sonrisa desapareciendo por un segundo, no deje que mis preocupaciones alejaran esa felicidad por ahora…ya habría tiempo para discutirlo, para encontrar una solución…yo tendría que ser humano una vez más, lo deseaba más que nunca…era mi destino estar a su lado por el resto de nuestras vidas, si la de uno terminaba la otra se iba con él
— Algo sorprendido es todo— le dije sonriendo y la bese, ella recupero su sonrisa y se giró hacia él doctor
— Entonces ¿es solo eso?, supongo que ser humano otra vez afecta todos mis sentidos por eso me he enfermado…— dijo ella en su dirección
— Creo que haré unos análisis más si no te importa, hay algo que llama mi atención pero no estoy seguro si estoy en lo correcto o no— dijo Carlisle, ella en su pleno momento de euforia asintió, Carlisle tomo unas muestras de sangre y se despidió de la familia llevando las muestras consigo al hospital…
Las horas pasaron y finalmente la cena comenzó, Leah se veía hermosa con un vestido perla que resaltaba el brillo de sus ojos, solo esperábamos al doctor Carlisle, Leah se disculpó ante todos por provocar la demora del inicio de la cena pero todos le hicieron saber que no había problema alguno…era extraño, de un momento a otro las cosas no parecían tener explicación, Leah una vez más era humana, envejecía a cada segundo mientras yo estaba detenido, me giré hacia Seth que despreocupado se alimentaba con toda confianza sin que Esme le dijera algo sobre sus modales, cuando nuestras miradas se conectaron él sonrió, ¿sonreiría igual si dejara de ser un lobo?, ¿si por alguna razón ya no pudiese transformarse nunca más?…de repente me vi pensando en las probabilidades de que eso pasase…y me sorprendió darme cuenta que cuando pensaba en él en realidad pensaba en mi propia persona, si, amaba a Leah y la necesitaba a mi lado, aun si tenía que renunciar a mi parte mitológica pero…eso no significara que no me dolía dejar esa parte de mi atrás…el siquiera imaginármelo me hacía temblar un poco
— Tranquilo Jake, comienzas a preocupar a Leah con tu actitud, ¿Qué pasa?— dijo Bella en mi mente al otro lado de la mesa, justo frente a mí, me gire a Nessie un segundo que descansaba en los brazos de Bella agotada por el día tan complejo de emociones que había tenido, me sentí justamente como ella, agotado…
— Ya sabes cuales son mis temores Bella— suspiré y le dije en pensamiento
— Todo estará bien Jake— dijo ella y entonces sentí una onda de calidez— le he pedido a Jasper que ayude un poco con tu humor…por Leah, solo esta noche, ¿está bien?— pegunto en mi mente, yo solo asentí, entonces levanté mi rostro y observé que Bella y algunos Cullen se giraban hacia la puerta, escuche el coche del Doc estacionándose
— ¿Qué pasa?— preguntó Charlie en voz baja observando a la puerta y un segundo después entro Carlisle, Charlie se giró hacia los demás sorprendido— vaya que buen oído tienen, me parece que me estoy quedando sordo, no lo escuche llegar— dijo él, pero mi rostro y mi atención estaba en la cara de Bella, que lucía extrañamente sorprendida
— ¿Qué pasa Bella?, ya sabes lo que pasa con Leah, eras mala mintiendo como humana y no has cambiado mucho ahora, vamos dime…¿algo va mal con ella?— pregunte, no, le grite en mi cabeza esperando que me escuchará
— Lo mejor será esperar a que termine la cena, tranquilo, no puedo decir mucho, no me corresponde— dijo ella en mi mente, escondiendo su rostro en Renesme
La cena paso sin más retrasos, Esme nos agradeció la visita mientras Carlisle proponía un brindis en nuestro honor, no supe cómo es que Charlie no notaba que ninguno estaba probando alimento, Seth parecía haber aprovechado y se alimentó por mí y por los Cullen, cuando finalmente todos habíamos “terminado” nuestros alimentos, o por lo menos había pasado el tiempo considerado para hacerlo, Carlisle se disculpó un segundo y nos llamó a Leah y a mí a su pequeña biblioteca, los demás no preguntaron mucho y comenzaron a platicar de cosas que habían pasado en estos años, yo rápidamente me levanté tirando un poco de la copa de vino que tenía frente a mi sin probar si quiera, me sonrojé y comencé a limpiar de forma torpe, estaba nervioso… la rubia Rosalie me observó finalmente con algo de empatía y tomo su servilleta ayudándome a arreglar el pequeño desastre
— yo me encargo— dijo ella, yo asentí agradecido y entonces Leah que ya estaba levantada me ofreció su mano, la estreche y caminamos detrás del doctor hasta llegar a la biblioteca, tenía miedo…en mi momento de egoísmo creí que el problema era solo el que Leah fuese humana…pero, ¿y si era algo más?, y si estaba en realidad enferma y eso la había obligado a dejar su parte lobuna… ¿y si yo no podría ayudarle?
— Sera mejor que se sienten— dijo el doctor cerrando la puerta de la biblioteca, Leah tomo asiento a mi lado y yo esperé de pie, Carlisle se acercó frente a Leah y saco de su saco un pequeño sobre
— Los resultados tardaron un poco, pero necesitaba corroborar el resultado, lamento haber tardado— dijo él
— ¡Diablos Doc!, ¿podría decirnos de una vez que pasa a Leah?, no puede pasarle nada malo, dígame que está bien…— le dije algo alterado, sentí las manos de Leah estirar un poco de mi propio saco distrayendo mi atención
— Esto…no será fácil de digerir chicos, pero creo que de algún modo esto es una bendición…un milagro para ustedes y espero que lo tomen como tal — dijo el doctor serio
— Entonces… ¿ella está bien?— suspire aliviado
— Ellos están perfectamente Jacob— respondió Carlisle
— ¿Ellos?— pregunté, sentí la mano de Leah cerrarse en la mía, y me gire hacia ella, no se movía, sus ojos abiertos como platos
— Es lo que creo que…— comenzó Leah
— Enhorabuena chicos— respondió el doctor interrumpiéndola— serán papas
¿Lo había imaginado?, ¿estaba soñando?, claro que había escuchado con claridad las palabras que salían de la boca de Carlisle pero…no podía ser cierto, yo no podía tener hijos, nosotros no podíamos, ¿Cuántas veces consolé a Leah tratando de devolverla a la realidad? Tratando de hacerle ver que no podíamos tenerlos, pero…era posible, Leah ya no era humana, ni siquiera sabía cuánto tiempo tenía en esa condición, ¿3 semanas?...en definitiva, esas últimas tres semanas habíamos estado juntos, en esas tres semanas todo podía ser posible…
— ¿Jacob?— escuche la voz de Leah, entonces mi mirada se fue enfocando poco a poco, su rostro preocupado frente a mí fue lo primero que vi con claridad— di algo Jake, ¿estás bien?— pregunto ella, yo tome algo de aire y tome su rostro con mis manos, me dolía tanto verla así de preocupada en lo que probablemente sería el día más feliz de su vida y lo estaba arruinando
— Te amo…les amo— le dije, ella sonrió y yo me acerque a besarla, finalmente sentí sus brazos rodear mi cuello y estrecharme con fuerza, una sonrisa se escapaba de sus labios, fue en ese momento cuando todo encajo, sentir su aliento en mi cuello cada vez que sonreía y sentir sus lágrimas de felicidad empapar mi camisa…eso era suficiente para mí, no más dudas, sabía lo que era correcto y no podía esperar a que pasará.
Continuará
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