Capítulo 5.

La noche antes del gran día 

— Creo que me iré a recostar… Alice no quiere que mi rostro muestre dos enormes ojeras , no combinan con el blanco…— le dije a Charlie despidiéndome para retirarme a mi habitación, donde Edward me esperaba 

— Bells, ¿tienes un segundo?— dijo mi padre desde la sala, entonces baje la escalera con cautela, Charlie no era un hombre de palabras y estos momentos nos ponían nerviosos a los dos… 

— Hey papa, ¿Cómo ha ido el trabajo?— pregunte por cortesía, el tomo el control remoto y apagó el televisor, entonces señalo el sillón para que lo acompañara

— Tranquilo Bella, no más ataques, no más osos gigantes…¿Cómo ha ido tu día?, ¿has visto a Reneé?— preguntó el también tratando de alargar un poco la conversación, sabía que mi madre no era su punto favorito en las conversaciones pero ahora que ella había regresado por unos días para la boda, era un tema común 

— Todo el día, me ha preguntado varias veces por ti, todo está bien…sabes cómo se vuelve con las compras y Esme, realmente han encajado— le dije , mi madre se había unido a la de Edward y ahora se la pasaban todo el día ultimando aquellos detalles en los que Alice daba oportunidad, tenía más derechos sobre mi propia ceremonia que yo…— y bien…aquí estamos— dije nerviosa

— Si… veras, yo solo quiero que…, sabes que no se me da bien esto… — dijo nervioso, me hizo recordar la ocasión en la que pregunto por mi vida sexual…una conversación casi tan incómoda como la que tendríamos ahora…—mañana sé que no tendré tiempo para hablar contigo y tu estarás tan ocupada como para hacerle caso a tu viejo…

— Papa no…— iba a interrumpir

— Vale, supongamos que lo tienes, pero quizá me dé pena decirlo frente a todos—dijo el — Bella, solo quiero que sepas, que estos años que te tuve aquí…han sido los mejores en mucho tiempo y por mucho, que…te extrañare niña, ¡vaya que sí!,  y sobretodo…que siempre estaré ahí para ti ¿entiendes?, no importa si un monstruo quiere salir de tu armario, yo te protegeré como cuando eras niña…

— Papa… no existen los monstruos…

— lo sé Bella pero lo que quiero decir es…

— Te entiendo papa— le dije interrumpiéndolo entonces hice algo que ninguno de los dos esperaba, me acerque y le abrace casi con dolor, no podía prometerle que lo vería de hoy en adelante, que yo haría lo mismo por él, porque yo no estaría para él, lo mejor para él sería que no me viese jamás, por su seguridad… 

— Te quiero hija— me dijo al oído y me estrecho como jamás lo había hecho, sentí como un nudo se formaba en su garganta, y como el que yo tenía me impedía contestarle 

— Yo también, siempre lo haré, no lo olvides— le dije y trate de soltarme del abrazo, tras un minuto en el que no me soltaba , el me libero entonces tosió incómodo y se giró para que no viera las lágrimas que ya había visto— no tienes por qué avergonzarte, te quiero papa— le dije besando su cabeza con cuidado y subí a mi habitación, él no me detuvo 

Edward POV 

Esperaba en su habitación, contaba cada una de las  motas que se dibujaban en el techo, contando los segundos para verla, me dirigí hacia su escritorio donde descansaba su vieja computadora , dentro de un cajón estaba su álbum fotográfico,  sentí una especie de orgullo y alegría el darme cuenta que mis fotografías ocupaban la mayoría del álbum, repasé en aquellas que tomamos cuando apenas nos conocimos,  su mirada y sus mejillas enrojecidas serian algo que extrañaría de mi Bella, vi como una parte de ese álbum estaba desgastada y reparada un par de veces, eran aquellas fotos que yo mismo arranque y después ella arreglo cuando cometí uno de los errores más grandes de mi existencia…dejarla, jamás lo volvería a hacer, jamás pondría en riesgo nuestras vidas, eso era una promesa, por eso mismo había aceptado a su pequeña demanda, fui lo suficientemente egoísta como para quererla siempre a mi lado, no importaba la forma, yo siempre la amaría, ella sería mi Bella por siempre y desde mañana seria oficial, no podía negarlo…seria el día más feliz de mi existencia

Escuche sus pasos subiendo por lo escalones y como corría hacia la habitación, entró, cerró la puerta con cuidado y se giró hacia mí, gruesas lagrimas recorrían su  rostro, entonces antes de que me levantara a abrazarla ella corrió a mis brazos y se acomodó en mi pecho con su rostro escondido en mi cuello, había escuchado su conversación con Charlie , sabia lo mucho que le dolía despedirse de él y por primera vez me quede sin palabras, no sabía cómo hacer menos doloroso este momento sin prometer cosas que tal vez no podrían ser posibles, así que con mi mano libre que no estaba estrechando su cuerpo , comencé a acariciar su cabello y comencé a cantarle al oído, esperando que eso la hiciera sentir mejor

Después de un rato, su llanto comenzó a disminuir y su respiración se hizo más acompasada, entonces se giró un poco para verme a los ojos 

— No creí que fuera tan difícil…le extrañare Edward— dijo ella y entonces volvió a esconder su rostro en mi pecho 

— Lo sé Bella, lo se…

— Lamento haber arruinado tu camisa— dijo ella acomodándose a mi lado, soltando el abrazo pero sosteniendo mi mano   

— ¿estas segura de esto?, ya sabes que podríamos esperar unos años…

— Vamos…no esperas que cambie de parecer una noche antes de la boda ¿cierto?— pregunto ella sonriendo levemente— porque no lo hare, estoy nerviosa y lo voy a extrañar, pero quiero estar contigo Edward, siempre… y por muy extraño que esto suene… quiero que sea oficial, y sé que cuando lo extrañe más, tu estarás conmigo haciendo que pierda la cabeza y lo único que desee es estar a tu lado…como ahora— dijo ella sujetándome con fuerza 

— Quisiera ser mas de ayuda — le dije 

— No es necesario…eres todo lo que necesito— dije 

— Te am…— iba a decir pero no me dio oportunidad , unió sus labios a los míos e incluso yo, un vampiro olvide donde me encontraba solo me concentre en la textura de sus labios y en el poder necesario para detenerme si las cosas se ponían algo…descontroladas

— Yo también te amo— dijo ella separándose lo suficiente para decirlo y se abrazó a mi pecho una vez más, entonces una vibración en mi pantalón distrajo nuestra atención, ella levantó una ceja y sonrió con sus mejillas encendidas 

— Alice… — le dije sacando mi celular , ella se separó lo suficiente como para permitirme hablar y se recostó en la almohada a un lado de mi rostro, no separe mis ojos de los suyos mientras contestaba  

— ¿Edward? , dime que estas de camino a casa… son las 11:55 y se supone que no debes de ver a la novia en el día de la boda, ¡vamos! , es de mala suerte, y mañana todo tiene que ser perfecto…— dijo el pequeño duende que tenía por hermana 

— ¿Alice, sabes que no es tu boda verdad?, además me quedan cinco minutos…deja de molestar… 

— Cuatro minutos — dijo ella— y si no vienes ahora tendré que arrastrar tu… — comenzó ella otra vez pero yo aleje la bocina de mi mano, aunque aún la escuchaba, entonces Bella levantó su mano pidiéndome el teléfono mientras sonreía, no me negué y pase a Bella la bocina 

— ¿Alice? ,  déjalo en paz, esta…ocupado— dijo Bella finalizando la conversación entonces escuche silencio en la bocina, pero Alice seguía ahí—  y ¿Alice?

— Si,  Bella — respondió mi hermana menor, algo molesta pero resignada

— Ya va para allá, no tardara mucho lo prometo… descansa, o haz lo que tengan que hacer los vampiros a estas horas, no quiero ver a mi dama de honor descompuesta…no se vería muy bien , además tienes mucho trabajo, tendrás que hacerme parecer uno de ustedes, no quiero resaltar… — dijo Bella sonriendo mientras su mano libre reposaba en mi rostro

— ¡Oh claro que resaltaras!, Alice Cullen ¡jamás!... jamás falla en asuntos de la moda, descansa Bella, no quiero ojeras mañana… — dijo Alice emocionada y colgó la bocina 

— Tienes que irte— me dijo ella acercándose a besarme

— No quieres que me vaya…— le dije seguro de mí mismo y la sujete con fuerza, atrayéndola

— No, pero quiero que Alice se sienta tranquila mañana… — me dijo entre besos 

— Siempre preocupándote por los demás…— le dije

— Así es como soy… soy un paquete , Bella Swan, tómalo o déjalo, tú decides…— dijo ella

— Me gusta cómo suena pero…prefiero Bella Cullen…no lo sé, suena…perfecto — dije, entonces ella se separó de mi sonriendo 

— Isabella Cullen… ¿no suena tan mal cierto? , vamos, si seguimos así no dejare que te vayas…— me dijo y se levantó abriendo la ventana

— ¿Señora Cullen , está usted corriéndome?— le dije 

— Claro que no Señor Cullen, pero si no se va ahora mañana puede que no llegue la señora Cullen a tiempo a su compromiso 

— Eso estaría muy mal…— le dije acercándome para besarla una última vez 

— Muy mal…—dijo ella, entonces antes de que mis labios tocaran los suyos salí por la ventana, ella suspiró violentamente y abrió los ojos, deje escapar un sonrisa y cuando iba a unos veinte metros de la casa la escuche decir un leve “te amo” sabía que la escuchaba

— Te amo…— respondí mientras me alejaba , sentía que mi pecho se llenaba de algo parecido al orgullo, algo tan cálido y tan fuerte que ni siquiera podía explicarlo, algo que no había experimentado en una vida de frialdad hasta que la conocí…

Corrí de camino a casa, sentía el viento como jamás lo había sentido, sentía libertad, sentía felicidad, sentía que…olía a perro mojado

Continuará...