Capítulo 14. Revelación
Bella POV
Cuando desperté gracias un rayo de sol que se colaba entre las grietas y se enfocaba sobre mi ojo, la cabeza me daba vueltas, inmediatamente lleve mi mano a donde creí me había lastimado, esperaba que no hubiera sangre, lo menos que necesitaba era un aderezo especial para que decidieran cambiar de opinión y convertirme en la cena, agite mi cabeza un par de veces tratando de despertar completamente, si bien el rayo de sol me había despertado , una vez que abrí los ojos reparé en que era la única fuente de luz que había en la habitación, el moho estaba cubriendo las paredes de roca negra, desalineadas en casi su totalidad, por lo menos habían pasado un par de siglos desde que se había construido, o al menos eso supuse, asustada me acerque a la esquina tratando de ubicarme con las manos y la única luz, por suerte llegue a parar en una especie de cama y me senté apoyándome en la pared, junte mis rodillas y las abrace con mis brazos descansando mi cabeza sobre ellos, me sentía hambrienta pero más que nada me sentía…sola, después de unos minutos la luz se fue haciendo un poco más grande y me di cuenta que una de las paredes daba con otra habitación, me levanté con esfuerzo y me asome entre las rendijas, si la luz en el pequeño cubo en el que me encontraba era poca, en esta otra habitación era escaza, casi nula
— ¿Hola?— pregunté tontamente, tal vez solo era el hecho de quisiese probar que después de todo aun podía hablar, no espere una respuesta, hasta que escuche el sonido de unas cadenas, había alguien ahí…y si estaba encadenado, quizá no era tan buena idea iniciar una conversación
— ¿Bella?— respondió una voz que yo conocía y anhelaba escuchar desde hace días, solo que al poner atención me fije que faltaba ese tono cantarín, alegre…ahora era pesado y débil, me pegue a la rejilla y traté de ver entre la oscuridad— ¡Dios! Bella, lo han logrado… te han capturado— dijo ella
— Alice…¿estás bien?, ¿Qué te han hecho?
— No te preocupes por mi Bella, ¿Cómo estás tú?— dijo ella y escuche el sonido de las cadenas
— Estoy…bien, ¿Por qué estamos aquí Alice? —pregunté de inmediato, si alguien lo sabía y podía brindarme esa información era ella — ¿Alice?— pregunté al no escuchar sonido alguno, me acerque más a la rejilla y note que mi rostro pasaba entre ellas, con un poco de suerte quizá pudiera alcanzarle
— No Bella, detente…no puedo soportarlo— dijo ella con una voz oscura casi ronca, me extrañe de su actitud y le hice caso, me aleje de la rejilla — gracias…tu aroma…es demasiado fuerte— explicó ella— aléjate un poco, no sé qué tan fuertes sean estas cadenas, las han fabricado especialmente para nosotros, pero…no podría confiarme, intentare acercarme— dijo ella y escuche el crujir de las cadenas, no estaba preparada para lo que vi, su rostro apenas tocado por la escasa luz estaba acabado, no lastimado, era como si no se hubiese alimentado en meses, sus ojos estaban tan oscuros como la noche y un halo de ojeras les rodeaba, su cara tenía un corte pronunciado en la mejilla, ¿Por qué no había sanado?, su ropa desgastada y sus brazos apenas y se movían con energía
— ¿Qué te han hecho Alice?— le dije y me acerque, inmediatamente me arrepentí al ver su rostro contorsionado por el dolor y la necesitad juntas
— Estoy bien Bella, ellos…solo se divierten, me he reusado a alimentarme como ellos lo hacen, parece que les divierte asesinar a las personas que rechazo… pero no soy tan fuerte, si no me alimento pronto… — dijo ella pensativa
— No Alice, saldremos de aquí, no sé lo que quieren pero por alguna razón tienen la orden de no lastimarme, estaremos bien, tal vez solo sea un malentendido — le dije y una sonrisa se formó en su rostro haciéndola ver más débil de lo que se veía ahora
— No Bella, el futuro no pinta bien, cada vez me cuesta más enfocarme, pero no es lo que piensas, no…no nos necesitan a nosotras, somos…reemplazables, por lo visto no tienes ni la menor idea del porque estás aquí, ¿cierto? — dijo ella, interpreto mi silencio y suspiró— será mejor que te sientes Bella, esto no será sencillo de entender, ni yo misma lo entiendo…
— ¿Alice?
— ¿Bella cuando fue tu último periodo?— dijo ella, y la pregunta me sorprendió, olvide la pena que me produjo su pregunta y comencé a recordar… — Tienes un mes de retraso y ni siquiera te diste cuenta, por lo visto pasaste una excelente luna de miel, como para olvidarlo… — dijo ella asomando una sonrisa, la primera sincera y cálida
— Fue magnifica— le respondí sonriendo—pero… Alice , ¿qué tiene que ver eso con lo que pasa ahora?, ahora soy tan importante que mis cambios hormonales son de importancia a la realeza de los vampiros…— dije sarcástica
— Oh Bella, veo que no has puesto atención a las clases de biología…— dijo ella girando los ojos, trate de descubrir lo que trataba de decirme— Piensa Bella, ¿mareos?, ¿nauseas?, ¿estas cansada todo el tiempo? Y ni que decir de tu apetito… — dijo ella, ¿Cómo sabía que estaba enferma?...bah! era una vidente…¡claro que lo sabía!, un segundo después mi cabeza se puso a trabajar a mil por hora…mareos, náuseas, retraso… no, no me gustaba el camino que llevaba esto… automáticamente mi mano se desplazó a mi vientre…— finalmente… creí que tendría que explicar la historia de la cigüeña…
— No…
— Es difícil de entender, lo se…
— No… puede ser, ¿cómo?
— Veras Bella cuando dos personas se unen…
— ¡Vamos Alice!, no bromees claro que se cómo…pero ¿Cómo es posible?, yo no puedo estar…em-em…
— Embarazada Bella, tendrás un bebe— terminó por mí ya que la palabra no salía de mi boca a pesar de que se repetía constantemente en mis pensamientos del momento, ahora entendía porque me pidió que me sentara, me aplaudí por hacerle caso, perdí toda la fuerza de mis extremidades y me apoye en la pared más cercana— y el punto es que…nadie sabe cómo es que fue posible Bella, por eso estas aquí… he estado pensando…— comenzó ella , pero apenas y podía escucharla, la revelación más grande de mi vida estaba ocurriendo a mis pies…mejor dicho dentro de mi vientre, yo no podía ser madre, jamás me planté la idea, jamás estuve preparada y mucho menos ahora, la sola idea me atemorizaba más que cualquiera de los Volturi…más que todos unidos para ser sincera, ¿Qué haría yo con un…un..hi-hijo?, una pequeña personita tan hermosa como Edward que me necesitara más que nada en el mundo… ok , la idea de un pequeño Edward en mis brazos no sonaba nada aterradora, una enorme ola de calidez inundo mi pecho como si de repente estuviera lista para recibir lo que viniese— ¿Bella me estas escuchando?— señalo Alice sacándome de mis pensamientos
— Lo siento…estoy un poco… asustada aquí, dame un segundo…bufff… un bebe— dije finalmente diciendo la palabra en voz alta
— Bella, no sabemos si es…un bebe exactamente, no sabemos lo que produce una mezcla de genes tan compleja como la de un vampiro a la de un humano… los resultados podrían ser… no los esperados
— Alice, nada, nada que viene de Edward, puede ser no hermoso, todo estará bien
— …
— ¿Qué pasa?
— ¿Qué diablos ha pasado con tu actitud?, jamás vi venir esa fase tuya… Bella estoy preocupada por ti…no sé si esa cosa puede dañarte
— ¿cosa?— dije irritada
— bien…bebe, ¿mejor?—dijo ella sonriendo, no pude negarme a su sonrisa y me levanté, de un momento a otro la conmoción había sido ocupada por un extraño sentimiento de suficiencia, como algo mas allá de la felicidad
— Mucho mejor… ¿puedes escucharlo?— pregunté
— ¿escucharlo?—preguntó ella
— Ya sabes, ustedes escuchan a kilómetros a distancia, supongo que escuchar su corazón no sería un problema… solo quiero saber si está bien— dije sonrojada
— Ahora que lo preguntas…ahí está, no es tan fuerte como el tuyo…¡wow!
— ¿qué?, ¿Qué pasa Alice?— pregunte preocupada
— Es como escuchar un colibrí, ¡vaya! que late rápido ese corazón… — dijo ella maravillada, su mirada parecía haber adquirido un brillo nuevo, como si la oscuridad comenzara a ceder… la noticia de que el pequeño dentro de mí se encontraba bien me hizo saltar de alegría…al menos mentalmente, no me sentía cómoda aun mostrando esta nueva faceta frente a todos, aunque no pude evitar que mi mano se pasara por mi vientre y lo acariciara con ternura, ni tampoco la enorme sonrisa que eso me provocaba, de repente levante mi rostro, y observar el lugar donde me encontraba, la situación en la que estaba, simplemente oscureció mi felicidad— ¿Bella?
— No sé qué va a pasar Alice… que puedo ofrecerle a este niño si estoy atrapada en este lugar…extraño a Edward, desearía que estuviera a mi lado…lejos de aquí, muy lejos…— dije tal y como fluyo mi pensamiento, algunas lágrimas cayeron involuntariamente de mis ojos
— Bella…de alguna manera las cosas tienen que salir bien, ellos por el momento no quieren dañarte, querrán experimentar pero apenas lo suficiente para no causarte daño, no temas, ya nos preocuparemos después, ahora…regresa esa Bella positiva, casi logras hacerme olvidar el lugar en el que estoy…— dijo ella asomándose — Edward no querría verte así de triste, tienes que estar bien para darle la noticia…
— … ¿crees que le volveré a ver?—pregunté
— Estoy segura de eso— dijo ella sonriendo
— Bella, un placer tener a una invitada tan especial entre nosotros— escuche una voz decir, cuando me gire vi el rostro de Aro frente a mí, inmediatamente me pegue a la pared y mis manos se dirigieron a mi vientre protegiéndolo
— No puedes hacerme daño— le dije
— Pero pequeña Bella, ¿porque querría yo hacerte daño? — dijo el pasando sus ojos por mi cuerpo hasta que se detuvo en mis manos— oh…veo que ya te has enterado — dijo él juntando sus manos como aplaudiendo — Felicidades Bella, aún no sabemos cómo es que este milagro ha sido posible pero no te preocupes, pronto lo averiguaremos y nos aseguraremos que estén bien los dos— dijo él y dio un paso hacia mí , las cadenas de Alice se escucharon mientras trataba de moverse para ayudarme— no , no mi dulce Alice , no te esfuerces demasiado, tu energía es muy valiosa, al no querer alimentarte temo por tu vida, por favor detente, no lograras nada— dijo Aro negando con la cabeza , Alice siseó y detuvo el forcejeo — ahora, Bella, vendrás conmigo, necesitas alimentarte supongo, veras…tenemos a alguien que quiere conocerte, tu cuidador…por así decirlo , está ansioso de ver cómo está la pequeña creatura— dijo Aro a unos centímetros de mi rostro— tenemos que mudarte, aun no entiendo como esperan que te sientas bien en este frio lugar, debes estar incomoda ¿cierto?— dijo conservando su frivolidad, me ofreció una mano que vi con rencor, pero entonces señalo a Alice con la mirada… era una amenaza, entonces tomé su mano
— Espera…conoceré a esta persona que dices, y hare lo que me pidan, pero necesito algo a cambio — le dije — un par de cosas de hecho
— Dilo Bella, ahora eres nuestra prioridad— dijo él sonriente, no sabía si me daba más asco y terror verlo molesto o al sonreír de esa manera
— La primera, quiero que Alice este conmigo, y quiero que la alimenten…no con su dieta, con la que ella está acostumbrada, y la segunda, necesito que prometas que los tres estaremos bien…
— Bella, pero si esas son tres cosas…me temo que…— comenzó él pero al ver mi rostro decidió cambiar sus palabras— bien… lo tienes, pero debo decirte que la seguridad de tus amigos depende de…tu comportamiento ¿entiendes?— dijo él , yo asentí con la cabeza
Pasaron las horas, me acomodaron en una habitación y me cambiaron de ropas, me había dado un baño y había ingerido los alimentos que habían llevado, mi apetito había aumentado considerablemente, no deje ni una miga en la charola, aun no tenía noticias de Alice y eso no me dejaba pensar con claridad, entonces escuche la puerta
— ¡Bella!— gritó Alice quien era seguida por dos guardias, su aspecto había cambiado considerablemente, de la lesión en su rostro solo quedaba una pequeña marca y sus ojos habían regresado a su color ámbar habitual, corrió hacia mis brazos y me estrecho con fuerza al mismo tiempo que yo lo hacia
— Alice, te ves mejor, me alegro realmente— le dije y me solté tratando de tomar un poco de aire , observé a los guardias que veían la escena indiferentes — salgan de aquí, su presencia no es necesaria — dije y con sorpresa ninguno puso objeción, salieron de la habitación
— En unos minutos vendrán para llevarte con el doctor, será mejor que no pongas resistencia— dijo uno de ellos antes de salir , le mande una mirada de rabia y este desapareció en el marco de la puerta
— Es extraño…— dijo Alice y al ver mi confusión ella continuo— parece que todos te obedecen, incluso Aro a accedido a tus demandas, estoy intentando ver el futuro pero aun no tengo la energía necesaria, hay algo que no me deja pensar claramente…— dijo Alice
— Mientras duré esta obediencia estaré feliz con eso, no necesitamos más problemas por ahora… — le dije
…
Esperamos hasta que llego una comitiva para llevarme hacia donde comenzarían a revisarme, las náuseas y los demás malestares parecían haber comenzado a disminuir, y algo que me sorprendió fue la especie de protuberancia que ahora había en mi vientre y que no había percibido en los días pasados…
A Alice no le fue permitido acompañarme, le dije que estaría bien y eso la tranquilizo un poco, cuando finalmente conocí a esta persona me percaté de un detalle esencial…era otro humano, su piel era oscura, la bata que traía puesta resaltaba con su piel, era doctor, un doctor humano, el hecho de que fuese como yo me hizo sentir menos ansiedad. Cuando me reviso, comenzó a hacer cientos de preguntas, y supe que sabía más de los vampiros de lo que aparentaba, sentí pena por la emoción que sentía al hablar de ellos, como si les adorara por ser creaturas tan complejas, me recordó a Carlisle hablando de humanos, sentí pena porque quizá estos a quien adoraba terminarían con su existencia, aun cuando les hubiese ayudado. Cuando la sesión termino, él se despidió amablemente, si había sacado provecho de lo que me había preguntado, no lo supe, el solo se dedicaba a hacer anotaciones en su carpeta de archivos que por cierto llevaba mi nombre con letras enormes, cuando regrese con Alice ella me esperaba reclinada en la cama, inmediatamente se puso de pie y comenzó a preguntar también, entre emocionada y hambrienta por información, yo ya no podía hablar más, estaba exhausta y en cuanto me senté en la cama ya no supe de mi…
…
Continuará...
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