Lamento la tardanza , intentare avanzar un poco mas rapido pero no garantizo mucho cada vez duermo menos y salgo mas tarde del trabajo...

un abrazo a todos y gracias por leerlo,  gracias por todos sus correos y mensajes alentandome a seguir con la historia, gracias a eso es que la sigo escribiendo ^^ 

Capitulo 10

Refugio 

Phoebs POV

— ¿Dónde estamos? — pregunté a un Michael que me llevaba por diferentes callejones sin aparente salida, era la ciudad lo sabía pero donde estábamos exactamente, lo ignoraba completamente

— Pronto lo sabrás, no es tan malo como el vecindario— dijo el mientras pateaba un gran basurero que se comprimió contra la pared sin esfuerzo alguno haciendo mucho ruido, las ratas escaparon como pudieron, yo solo hice una mueca de asco y el sonrió

— ¿No tan malo? — pregunte

— Bueno…al menos no hay roedores— dijo el mientras nos deteníamos abruptamente frente a un edificio que se veía abandonado, justo en el centro de la ciudad, era como un callejón olvidado por la civilización, pero…había algo diferente en el— pronto lo veras— dijo el mientras levantaba un ladrillo al lado del marco de la entrada, un dispositivo se abrió y un teclado apareció frente a él, inmediatamente tecleo una serie extensa de números que pude recordar con exactitud

— ¿Este es tu hogar?...¿has vivido aquí todo el tiempo? — pregunte

— Te dije que me mantenía cerca, además no me agrada el sol, el que estuviera cerca no era en esencia literal— dijo el mientras la puerta destartalada se abría dejando paso a una compuerta de apariencia moderna cubierta de un metal aparentemente blanco que no hacia ningún ruido al abrirse —adelante, primero las damas—dijo el cediéndome el paso, en cuanto entre, las paredes blancas hicieron que los vellos de la nuca se me erizaran, un escalofrió me recorrió trayendo malos recuerdos de mi infancia, unos cuantos muebles negros eran lo único que destacaba del blanco que sofocaba la habitación

— ¿Y bien que te parece?, no es la gran cosa pero…vivo cómodo— dijo él

— ¿no te dan escalofríos solo de entrar aquí? — le dije mientras caminaba tocando ligeramente las paredes con las puntas de mis dedos—las paredes son…¿Cómo puedes vivir asi?, los recuerdos son…

— No son del todo felices la verdad…pero

— Pero…— dije esperando su respuesta ya que se había volteado de repente dándome la espalda, comenzó a caminar hacia la ventana

— …es lo único que recuerdo de cuando estábamos juntos— dijo el 

— ¿hablas en serio?, ¿el blanco te recuerda a mí? — pregunte casi sonriendo claramente sarcástica— lo único que me hace recordar estas paredes es claramente…la peor etapa de mi vida…—le dije

— Vaya…tu sí que eres directa— dijo el sonriendo mientras se acomodaba en un sillón

— Sabes que no hablo de ti…—le dije sintiéndome un poco mal por su reacción 

— ¿Por qué te quejas tanto? — preguntó después de unos minutos

— ¡¿porque?!, ¿es que necesito aclarártelo? — le dije molesta

— Nadie jamás se ha preocupado por nosotros más que ellos, si…nos usaron y quizá nuestra infancia fue un infierno pero…después de que te fuiste las cosas cambiaron, jamás volví a ser maltratado, incluso podía salir si así lo hubiese querido , ellos me dijeron cosas…me enseñaron cosas… siempre estuvieron ahí cuando los que quería me iban abandonando, primero mis padres o eso que llaman los humanos, después tu…para mi ellos son mi familia, ¿es que no lo entiendes?, ellos se preocupan por mi casi tanto como lo hacen por ti…ellos solo quieren el bien—dijo el con el monologo casi memorizado

— ¿Si tanto se preocuparon por ti porque me alejaron de ti? — le pregunte— ¿Por qué continúan vigilándote como si fueses su esclavo, ¿o es que lo eres por voluntad, si es que conoces esa palabra?, dime Michael ¿te enseñaron a tomar tus propias decisiones? — le dije molesta levantándome hasta quedar frente a el

— Ellos…me cuidan y me advirtieron de tu falta de compromiso…—dijo el nervioso

— ¿Falta de compromiso? Así le llaman ahora a la libertad Michael? — le dije dándole la espalda— me equivoque…realmente no tengo nada por que luchar aquí…— le dije y camine hacia la puerta

— Vete entonces, vete otra vez— dijo el molesto también y se levantó hasta quedar detrás de mí— abandóname…

— Lo dices como si fuese sencillo para mi…el abandonarte

— ¿es que acaso no lo es?...no sería la primera vez que lo haces y no veo lagrimas que demuestren lo contrario…al contrario, te ves más feliz de lo que jamás te había visto…—dijo el cabizbajo, una gota cayo lentamente por el dorso de su nariz e inmediatamente escondió su rostro girándose

— Michael…no es como parece

— Claro…

— No, no lo es…eres mi mejor amigo, siempre fuiste algo más para mí que solo “el otro chico de blanco” , cuando me fui…no podía pensar en otra cosa más que en regresar otra vez aunque sea solo para verte, aunque eso significara regresar al mismísimo infierno

— Nunca regresaste

— ¿Hubiera eso cambiado las cosas? —  pregunte el solo levantó sus hombros—Michael, la verdad es…que no cambiaría nada lo que ha pasado en estos últimos años, pero…jamás , jamás olvidaría todo lo que hiciste por mí, y jamás…dejaría de extrañarte

— Bien…ahora soy patético— dijo el dejándose caer sobre el sillón , prendió un cigarrillo y se lo llevo a la boca, su aspecto realmente era triste para observar, me acerque y tome el cigarrillo de sus manos y lo aplaste contra mi mano…el no dijo nada, me sentía mal, no porque le tuviese lastima…sino que me sentía culpable por verle de esa manera, por ver cómo le habían negado la oportunidad de ser…feliz y como yo jamás había regresado esa felicidad que él me había brindado en esos tiempos oscuros…

— ¿Qué podría hacer para hacerte comprender lo que es la felicidad, la verdadera felicidad? —le dije poniendo mis manos a ambos lados de su rostro, el sonrió tristemente y giro su rostro, pero lo obligue a regresar su vista a la mía y el no opuso resistencia 

— Tú lo sabes…— dijo él— se perfectamente lo que quiero…y se cuan imposible es obtenerlo— me dijo sonriendo sin soltar mi mirada, yo sabía lo que el sentía por mi…había leído su mente más de una vez y siempre intente bloquear el sentimiento, trataba de recordarme a mí misma lo que él era para mí desde pequeños…era como un hermano…pero no físicamente y él no pensaba lo mismo, el solo me seguía el juego ahora que habíamos crecido en llamarme “hermana” aun cuando nuestra sangre fuese completamente diferente…aun sabiendo lo que sentía por mi…solo para protegerme

— ¿No hay…imposibles, cierto? —le dije sin soltar su mirada, mi corazón latía a mil por hora, sabía que no era correcto lo que hacía, yo no quería estar con él, no podía…él era tan…diferente

— No, no los hay— dijo el poniendo sus manos sobre las mías y atrayéndome hacia su rostro, estábamos tan cerca que cerré mis ojos…—Azrael—dijo el un milímetro antes de que se unieran nuestros labios…entonces desperté de mi ensimismamiento y suspire alejándome

— Mi nombre es Phoebs— le dije, escuche un suspiro de su parte

— Soy un idiota…— lo escuche maldecir 

— No, solo estas un poco…descabezado— le dije sonriendo y me senté a su lado recargando mi cabeza en su hombro…el paso un brazo por mis hombros y beso mi frente

— ¿Así que…no hay nada imposible? — dijo el sonriendo, yo levante un poco mi cabeza para verlo y él me guiño el ojo

— No, pero tendrías que esforzarte un poco mas

— Procurare hacerlo, ahora descansa, te ves cansada— dijo el volviendo a acomodarse para recibirme en su pecho

— ¿Sabes que hay una familia de vampiros que nos está buscando justo ahora?

— Que vengan…Jamás dejaría que te lastimaran

— Eso no es lo que me preocupa— le dije, en teoría jamás podrían derrotarme—solo no quiero…

— ¿atraerlos a mí?...¿tanto te preocupa?, ¿la semi humana? — dijo él

— Ness es…diferente, si tan solo…

— Sabes que eso no pasara, se cuál es mi misión y esto…— dijo estrechándome con su brazo—…esto no cambia mi destino

— Por ahora no quiero hablar de eso ¿bien? — le dije dejando caer de nuevo mi rostro en su hombro , deje que uno de mis brazos se pasara por su pecho y lo estreche, él sonrió

— Por ahora hay…tregua— dijo el acercándose a mi rostro— descansa ahora que nadie nos encontrara en este lugar, somos puntos ciegos para ellos…— dijo él y deje que mis parpados se cerraran con confianza por primera vez en su palabra, sabiendo que esta vez el haría algo anteponiéndome a mi sobre…ellos