Beth estaba vestida y sujetando su cabello en la parte superior de su cabeza cuando Bells volvió a reunirse con ella . Los cachorros correteaban alrededor de sus pies .
"Le dije que Angela que bajaríamos a los cachorros para sacarlos afuera por unos minutos ", le comentó Beth, acabando con su peinado.
"Buena idea". Bells alzó tres de los perritos , y luego esperó que su hermana Emmette a los otros tres.
"Son adorables, verdad ?" Beth se rió, ya que todos trataron de subirse por su pecho para lamerle la cara mientras ella seguía a Bells por el pasillo .
“ Si ," Bells acordó , empezando a bajar las escaleras. Fue en el anteúltimo escalón cuando un grito de Beth la hizo mirar hacia atrás. Con las manos llenas de cachorros, Beth no había podido alzar el borde de su falda mientras bajaba las escaleras. Su pie aparentemente se había enredado en sus faldas y ahora estaba tambaleándose en el escalón .
Bajando los tres cachorros que llevaba , Bells retrocedió en las escaleras, al mismo tiempo que Beth soltaba sus tres cachorros e intentaba agarrarse a algo para no caerse. Bells llegó justo a tiempo para captúrar a Beth, y las dos cayeron se tambalearon . Gruñendo Bells dio un paso atrás pero su pie se apoyó sobre el aire, la nada. Gritando , Bells se estrelló contra el suelo ...
a los pies de Cullen .
"¿Estás bien?” él preguntó arrodillándose a su lado de ellas pero su atención se centró en Beth quien se movía para salir de encima de su hermano.
“ Si ", le aseguró Beth rápidamente y , luego, se dirigió a su gemelo. "Oh, Bells. ¿Estás bien? No te has lastimado , verdad? Lo siento mucho. Gracias por ayudarme . No te has lastimado , verdad "
"Estoy bien," Bells murmuró con una mueca, y se forzó a sentarse. "No hagas tanto alboroto. ¿Qué pasó con los cachorros? No los aplastamos , verdad? "
Todos miraron a su alrededor ahora y vieron el hall vacío.
"¿Dónde ... " . La pregunta de Cullen murió con un insulto grosero , gritos y un portazo que venía de la cocina.
"Oh, Dios ", murmuró Bells, saltando a sus pies y corriendo por el pasillo con Beth con Cullen siguiendola . En el segundo en que Bells abrió la puerta de la cocina , seis cachorros salieron corriendo y gritando por el pasillo. El cocinero fue el siguiente en atravesar la puerta, casi derribando a Bells mientras pasaba . Estaba púrpura de furia y llevaba una cuchilla en la mano, e iba maldiciendo mientras perseguía a los criminales de cuatro patas.
Agarrándose a la puerta para mantener el equilibrio, Bells observó como Angela pasaba corriendo, seguida por Felix.
"Lo siento, mi lord . Todo fue por mi culpa. Oí un grito en el pasillo y salí de la cocina para ver que pasaba, pero cuando abrí la puerta,
los perros entraron corriendo cocinero trató de patearlos , se cayó y desparramó el desayuno por todos lados . Luego él agarró la cuchilla y comenzó a correrlos antes que Felix o yo pudiéramos hacer algo para detenerlo. " Angela dio esa explicación mientras ella y Felix pasaban delante de Bells, quien dio una mirada al desastre que había en la cocina . Luego se sumó a la persecución del furioso cocinero. Ella lo encontró en el salón, persiguiendo a los cachorros por los sofás y agitando su cuchilla como un loco.
"Cocinero !" Cullen gritó , llegando detrás de Bells.
El hombre se detúvo inmediatamente, furioso, pero su expresión se compuso mientras giraba para hacer frente a su amo.
"Han arruinado el desayuno! Esos perros son una molestia. Yo no voy a soportarlos bajo el mismo techo . " Haciendo una pausa, él estableció muy firmemente.
"O se van ellos ... o me voy yo!"
"¡Oh!" Beth gritó, girando para darle una mirada de suplica a Cullen mientras su gemela agarraba a los cachorros para luego mirar a Cullen con la misma mirada de suplica.
Frunciendo el ceño , Cullen miró a Bells y luego al cocinero. "Es un ultimátúm? Entonces usted se va, cocinero ", él anunció con firmeza, obteniendo un grito conmocionado del hombre como respuesta.
"Pero, mi lord , le he servido fielmente hace muchos años."
"Me ha servido durante muchos años, punto ", Cullen replicó secamente . "Usted ha sido el peor cocinero que he tenido. La única razón por la cual lo soporté todo este tiempo fue porque yo no estaba aquí con la frecuencia suficiente como para ocuparme de contratar un sustitúto. Y si vamos a decir la verdad, sus comidas son sosas, generalmente las sirve frías, y no son apropiadas como para servírselas a mis invitados. Es evidente para mí que no sabe realizar su trabajo. Que tenga un buen día . "
Bells miró con los ojos muy abiertos como el hombre máscullaba brevemente, y luego desaparecía por el pasillo.
Sintió una breve puntada de culpa hasta que vio un
Destello de satisfacción en los ojos de Felix cuando que el cocinero se marchaba . Bells comenzó a relajarse. El un cocinero tenía un carácter podrido. Y había tratado horriblemente a todo el personal. Eso era lo mejor.
Extendiendo de la falda como un si fuese cesto, Angela empezó a colocar a los cachorros en ella, y Bells fue rápidamente a ayudarla.
"Lo siento mucho , sir ", murmuró la criada , sosteniendo los dos cachorro que Bells había juntado . “ Todo es mi culpa ".
"No, no lo es," Bells le aseguró a la muchacha con firmeza.
"Bells tiene razón", anunció Beth, recogiendo el último cachorro y uniéndose a ellos.
"Me parece que ese cocinero es un hombre desagradable. Además, él no habría arruinado el desayuno si no hubiese tratado de patear a estas preciosas criatúras. Túvo lo que se merecía. En realidad sus comidas eran muy sosas. Cullen conseguirá un cocinero mejor . "
Todos ellos miraron hacia la puerta donde Cullen había estado parado , pero él ya se había retirado en silencio . El ruido en la puerta de entrada hizo que Bells girase para mirar la ventana a tiempo de verlo subirse al carruaje. Cuando volvió su vista de nuevo a la sala, Angela ya se había ido, llevándose a los cachorros con ella.
" Era Cullen quien se iba ?" Beth preguntó .
“ Si ," dijo Bells y luego se dirigió hacia la puerta.
"¿A dónde vas?"
Haciendo una pausa en la puerta, ella miró a su alrededor para estar segura de que nadie las escuchaba, entonces respondió: "Este parece el momento perfecto para realizar la tarea de la que hablamos . "
"El señor Silverpot?" Beth susurró. "¿Quieres que vaya con tigo ?"
Bells dudó y , luego, sacudió la cabeza. "Te ves agotada ¿Por qué no vuelves a la cama y descansas un poco más ? No voy a tardar mucho ".
Bells miró desde su ventana como Cullen ayudaba a Beth a entrar en el carruaje. Esperó hasta que el vehículo se pusiese en marcha antes de cerrar la cortina y revisar de nuevo la bolsa de monedas que el Señor Silverpot le había dado esa tarde . La transacción había salido sin inconvenientes.
Ella había alquilado un carruaje para llevarla hasta la tienda del joyero, había sido recibido afectúosamente como "Bells",
y le habían pagado mucho más de lo que esperaba.
Agradeciendo al hombre, Bells se había dirigido directamente a la casa para encontrar a Beth recibiendo la visita de Emmett Mccarty en el salón. Cullen había llegado casi después que ella y los había llevado a almorzar afuera. Fue después del almuerzo, mientras habían estado paseando por el parque, que Bells había comenzado a quejarse de cansancio. Cuando habían regresado a la casa, Bells había anunciado que estaba demásiado cansado como para asistir a la fiesta de esa noche. Tal como era de esperar Cullen se ofreció para escoltar a Beth y , luego,
Bells había huido a su habitación . Más tarde Beth se había reunido con ella.
Bells había pasado el resto del tiempo entre ese momento y ahora ayudando a Beth para prepararse para la fiesta y convenciendo a su gemela que todo estaría bien . Y que no saldría herida
de esa misión. Bells tenía intención de poder convencer al chantajista de que las dejara en paz, al menos hasta que las dos hubiesen encontrado maridos y estúviesen seguras . Bells le había prometido a Beth que sería cuidadosa.
Ahora, se repetía eso mismo a sí misma, mientras se escapaba subrepticiamente de la casa de Cullen y alquilaba un carruaje.
Bells se bajó del carruaje varias calles más adelante, le pagó al cochero y , luego, miró a su alrededor un poco nerviosa. No estaba exactamente en una buena zona de Londres.
La calle estaba mal iluminada, la gente que caminaba por allí no era muy agradable.
Metiendo su mano en el bolsillo, ella apretó la bolsa con monedas, enderezó los hombros, y palpó el filo de su arma . Las instrucciones decían que debía ir a un callejón que quedaba cerca del establecimiento de una tal Madame Claude. Bells había pedido al cochero bajarse una cuadra antes de ese punto para poder estúdiar la zona.
No deseaba entrar en un callejón oscuro sola y había tenido la esperanza de esa caminata iba a tranquilizarla.
Pero no se había tranquilizado. Una mirada a los hombres
mal vestidos que estaban allí y el estado decrépito de las tiendas por las que pasaba la puso extremadamente nerviosa.
Llegó a la tienda de Madame Claude, que quedaba en la boca del callejón y vaciló . Estaba muy oscuro ahí. Y había un olor muy desagradable .
Mordiéndose el labio, Bells miró la oscuridad nerviosamente, y luego tomó una profunda respiración, enderezó sus hombros, y se metió en el callejón. La primera cosa que la abrumó fue el olor. Olía como si algún animal se hubiese metido en el callejón oscuro y hubiese muerto. Cubriéndose la nariz , ella siguió adelante espiando cuidadosamente las sombras, tratando de asegurarse que
que nadie podía salir desde atrás y asaltarla.
"¡Apúrate, ,mierda". Abrió los ojos tratando de distinguir algo en el muro negro que se enfrentaba. Pudo ver una forma más oscura en las sombras cuando la voz dijo impacientemente. "Vamos. Vamos. No tenemos toda la noche. "
Tragando en seco, ella dio varios pasos hacia la forma y , luego hizo una pausa con cautela
"¿Eres tú?"
No había duda de su impaciencia. "¿Quién más podría ser, Isabella? Ahora dame el maldito dinero ".
Bells frunció la frente ante de su nombre que muy pocas personas usaban. "¿Cómo sé que no me vas a pedir más? O que no nos vas a traicionar ? "
"No hay modo de saberlo. Tienes que correr el riesgo".
Bells frunció el ceño. Sonaba como una persona educada. Alguien de la nobleza. Un caballero, ella adivinó, a pesar del chantaje y a pedir de que estaba obligando a una dama a reunirse con él en ese callejón. Probablemente era uno de los amigos de su
tío . Eso era preocupante. Lo último que ella y Beth necesitaban era que alguien informáse a su tío de su paradero. Ella estaba tratando de sacarle una promesa de que no iba a hacerlo cuando el chantajista de repente se escondió en las sombras
de nuevo, susurrando airadamente, "Te dije que vinieses sola".
"Lo hice", dijo Bells con cierta sorpresa.
"Bells! ¿Eres tú ?"
Jadeando , Bells giró hacia la boca del callejón, reconociendo la figura de Cullen inmediatamente. "¿Qué estás haciendo aquí?" ella gritó alarmada .
"No des vuelta las cosas, ¿qué estás haciendo aquí?" él replicó , entrando en el callejón y yendo hacia ella. "Se supone que deberías estar en casa descansando".
"Sácalo de aquí", el chantajista dijo apretando los dientes detrás de ella.
"Diablos ! Este callejón huele a mierda ... ". Haciendo una pausa, Cullen sacó un pañuelo de su bolsillo, se tapó la nariz, y siguió adelante.
" Vete !" la voz de la oscuridad dijo apretando los dientes , dándole a Bells un empujón hacia adelante.
Cullen la agarró por el cuello y luego la llevó arrastrando
Hasta la salida callejón. "Esto es deplorable. Escondiéndote en los callejones. ¿Qué hiciste? Me viste siguiéndote y te escondiste aquí para tratar de perderme? "
"Por supuesto que no," Bells replicó, librándose de su asimiento antes de darse vuelta para observarlo . "¿Y por qué estabas haciendo siguiéndome?"
"Tratando de que no te metas en problemás."
"Yo no estoy en problemás".
Un poco elegante bufido fue su única respuesta.
"Mi lord ," Bells respondió entre dientes . "Yo soy un adulto... eh ... un hombre. No necesito un guardián ".
"Estoy totalmente de acuerdo, si no fuera por tú hermana, dejaría que arruines tú vida ".
"Qué tiene que ver mi hermana con esto?"
"Realmente crees que te permitiría jugarte el dinero de tú herencia ?"
Cuando el muchacho dejó de caminar para observarlo perplejamente , Cullen también se detúvo. " Estúve con el señor Silverpot esta tarde, Bells. Sé acerca de las joyas que vendiste. No sé si Elizabeth sabe lo que estabas tramando , por eso quería enfrentar esta sitúación nosotros dos solos, pero no túve la oportúnidad de hablarte antes. Cuando dijiste que te sentías cansado y que deseabas quedarte descansando esta noche, decidí que nuestra conversación no podía esperar hasta mañana ".
Bells arqueó una ceja. "¿Qué te hizo cambiar de idea?"
"Elizabeth". .
Bells se puso rígida . "Beth te dijo ... "
“ No . No. Pero ella era tan distraída y ansiosa en el camino hacia la fiesta que yo me dí cuenta que algo estaba mal. Me apresuré a volver a casa justo a tiempo para verte subir al carruaje. Hice que mi cochero te siguiera. Tan pronto como vi que te bajabas, me
di cuenta de cual era tú plan , y no te lo permitiré. "
"Permitirme qué exactamente?” Bells preguntó curiosamente.
"No te permitiré jugarte el dinero que es túyo y de Elizabeth ", él replicó con impaciencia. "Ahora dámelo".
"Jugarme el dinero?" murmuró ella con desconcierto, ignorando la mano extendida esperando recibir las monedas. "¿Cómo has llegado a la conclusión de que jugarme el dinero era mi intención? "
Cullen lanzó un suspiro de exasperación. "Bells, hiciste que el cochero te deje fuera en frente de una sala de juegos de azar ".
"¿Hice eso ?” Bells preguntó sorprendida . Bells no había prestando atención al lugar donde había sido dejada, pues había estado demásiado ocupada viendo a la gente que pasaba por la calle.
"Sabes muy bien que eso fue lo que hiciste", Cullen replicó . "Pero no entraste al salón".
"Debiste haber el visto mi carruaje cuando te bajaste ",é l dijo con un
encogimiento de hombros.
" Si ... . Debo haber ... ". Una lenta sonrisa empezó a mostrarse en su cara. La explicación de los juegos de azar era preferible a la verdad, y aunque no iba a poder pagarle al chantajista esa noche, sin duda iban a arreglar otro encuentro. Ese canalla no podía responsabilizarle el fracaso de esa noche. Especialmente porque seguramente había escuchado cada palabra de la discusión entre ella y Cullen.
‘ Bien , me has descubierto ", Bells confesó con impaciencia. "Supongo que la pasión por los juegos de azar corre en mi sangre .Por suerte me detúviste a tiempo ... Ahora, vamos a irnos . " Agarrándolo por el brazo, ella lo instó a avanzar hacia boca del
el callejón, ansiosa por escapar de ese ambiente horrible.
"Un momento ... ". Cullen se detúvo.
"¿Qué pasa?" Ella lo miró con cautela y vio su mano extendida.
"El dinero".
"Oh". Sus labios se apretaron con disgusto. "No hay necesidad de eso. No voy a apostar el dinero ".
"Dame el dinero, Bells", Cullen repitió con firmeza y Bells se movió impacientemente .
"Ese dinero es mío, Cullen."
" Túyo y de Beth . Si fuese totalmente túyo , te permitiría apostar ese dinero . Pero es túyo y de Elizabeth. Ahora, dame el dinero ".
Sus dientes se apretaron con frustración. "Voy a dárselo a Beth."
" Yo voy a dárselo a Beth." Él estiró la mano hasta casi tocar el pecho fajado de Bells .
Bells lo miró resentimiento, pero dejó caer la bolsa de monedas en su mano.
"¿Podemos irnos ahora?"
"No todavía", él anunció con calma, haciéndola detener cuando Bells giraba para salir del callejón. Abriendo la bolsa ,
Cullen tomó un par de monedas y se las entregó a Bells, y luego guardó la bolsa en su bolsillo.
"¿Para qué es esto ?" ella preguntó secamente .
"Para que lo uses en las apuestas . Como estabas tan determinado a ir a ese salón, yo te voy a llevar ".
Y luego añadió " Es todo lo que vas a jugar.
Una vez que pierdas esas monedas, se acabaron las apuestas. Sólo espero que esto te enseñe que tontería son los juegos de azar y realmente espero poder disuadirte de dilapidar tú herencia de esa manera. "
Bells lo miró azorada cuando él se volvió y salió del callejón , luego, se apresuró a caminar detrás de él. "Me vas a llevar a una sala de juegos de azar? "
"Si, aunque eso vaya en contra de mis sentido común".
Bells suspiró ante esa noticia. No le había pagado al chantajista, por lo que aún tenía que seguir preocupándose por eso . Y Peor aún, Cullen había confiscado el dinero y ahora tendría que reemplazarlo. Evidentemente, el señor Silverpot no era confiable para mantener la boca cerrada, por lo que tendría que buscarse otro joyero. Y eso era arriesgado. El nuevo joyero podría estafarla con el precio de la cotización de las joyas. Había estado tensa y ansiosa
desde que había recibido la carta del chantajista y , luego, aterrorizada y nerviosa por la escapada de esa noche , y simplemente no se hallaba de ánimo para ir a una sala de juegos de azar esa noche. Pero difícilmente podría negarse y no hacer que Cullen desconfiase, entonces tendría que complacerlo y acompañarlo a la sala de juegos.
Cullen hizo una pausa repentinamente y Bells miró para ver que habían caminado por la cuadra donde ella se había bajado y ahora estaban en la entrada de la sala de juegos . El paso de ellos
estaba bloqueado por un hombre grande, calvo y musculoso. Con los brazos cruzados en su pecho , le estaba sacudiendo la cabeza a una mujer alta vestida con ropas de mala calidad, pero limpias, que estaba parada delante de él , tenía de la mano a un niño pequeño y de la otra mano a una
niña . "No puedes entrar, te digo".
"Pero ... " la mujer comenzó a argumentar desesperadamente, hizo una pausa cuando se dio cuenta que él ya no estaba prestándole atención y le lanzaba un vistazo a Cullen y a Bells.
" Buenas Noches", caballeros ", él murmuró abriendo la puerta, y luego giró hacia a la mujer y sus hijos indicándoles que se corriesen para despejar el camino. "Entren y les deseo buena suerte a ambos ".
Cullen asintió y entró . Bells, azorada porque esa mujer pretendía llevar a sus hijos a ese lugar, lo siguió a un ritmo más lento, su mirada se detúvo para ver las lagrimás que corrían por la cara de la mujer, y las expresiones de agotamiento y
hambre en las caras de los niños. Ellos deberían haber estado en su hogar y en la cama, no parados fuera de una casa de juegos de azar, mientras su madre rogaba por ingresar. El juego y las apuestas realmente son una enfermedad, ella pensó sombríamente mientras el portero cerraba la puerta firmemente detrás de ellos. Y era una enfermedad que ella no deseaba adquirir.
Suspirando con esa sensación de depresión repentina, Bells se contempló la sala . Estaba muy iluminada. Había velas y faroles colocados sobre todas las superficies, eso creaba humo que se sumaba al humo de los cigarros de los clientes .
"¿Por qué hay tanta luz aquí?” ella preguntó mientras espiaba a los jugadores y a las mujeres de la habitación.
"Para reducir las posibilidades de hacer trampa".
"Oh!". Había por lo menos veinte grados más de temperatúra allí dentro de lo que hacía afuera. Entre el humos, las velas y el calor humano , ella decidió, la sala de
juegos se parecía al infierno.
"Ven". Cullen fue hacia el extremo más lejano de la habitación y Bells lo siguió con un mueca. En verdad, ella hubiese preferido darse vuelta y dejar ese lugar . Entre la experiencia con su tío
y la escena que había visto en la puerta, había perdido cualquier deseo de jugar, y ya había visto lo suficiente como para satisfacer su curiosidad. Los jugadores parecían estar compuestos por dos clases de hombres, quienes jugaban y apostaban con la indiferencia, y los que rondaban las mesas con una especie de desesperación.
Sólo había una clase de mujer y Bells las definió como “ baratas”, mujeres peinadas, vestidas y maquilladas para hacer que los jugadores hiciesen apuestas más grandes. Ellas rondaban a los ganadores y no se acercaban a los perdedores.
"Vamos a intentar “Rummy” 'en primer lugar, o “Descarte”? "
Bells arrugó la nariz ante la mención de los juegos de cartas. A continuación, vio una mesa donde varios hombres estaban jugando a los dados, y eso atrajo su atención . " Creo que prefiero ese juego ".
" Ese juego se llama ’Peligro’" Cuando ella asintió con cabeza, él se dirigió su silencio hacia la mesa.
Peligro parecía un juego relativamente simple. El hombre tiraba dos dados , y tenía la posibilidad de lanzar otro dado r en función de los resultados obtenidos en el primer lanzamiento . Parecía que un puntaje menores a cinco y superior a nueve te hacían perder, mientras que si sumabas cinco o nueve podías tirar el dado de nuevo. Si tenía la suerte suficiente de sacar el mismo puntaje una vez más, ganabas . Una vez que había entendido todo eso , Bells dirigió su atención a los jugadores.
El hombre actúalmente en posesión de los dados, los lanzó con un aire aburrido de despreocupación.
Eso, sumado a su ropa costosa y las joyas llevaba, le dijo a Bells que eso sólo se trataba de un entretenimiento para él y que las monedas apostadas no significaban nada. El perdió y le pasó los dados a otro hombre.
El nuevo jugador era completamente diferente . Su concentración era intensa y su expresión desesperada mientras él
Apretaba los dados contra su pecho. Después de mover los labios en una plegaria silenciosa, él los lanzó sobre la mesa, casi suspirando de alivio cuando su puntaje fue nueve.
Una sonrisa esperanzada se curvó en sus labios mientras aceptaba las felicitaciones de los demás sentados en la mesa y escuchaba como ellos hacían sus apuestas y , luego él volvió a tomar los dados . La tensión lo invadió de nuevo, y el jugador repitió el ritúal anterior. Esa vez su plegaria no túvo respuesta. Su segunda tirada sumó tres puntos. Con los hombros caídos, él pagó a quienes habían apostado y , luego le pasó los dados
al hombre sentado a su izquierda.
Su pérdida no detúvo el juego, Bells notó frunciendo el ceño, cuando un momento más tarde el hombre hacía una nueva apuesta .
Bells miraba los dados como si fuesen una serpiente hasta que Cullen le dio un codazo impaciente y le susurró , "Adelante. Querías jugar este juego".
Suspirando, Bells aceptó los dados que le ofrecieron , los lanzó inmediatamente , e hizo una mueca cuando obtúvo un cuatro y un dos.
"Seis", murmuró Cullen, frunciendo el ceño con irritación.
Bells supuso que él tenía la esperanza de que ella perdería enseguida. Ella casi había esperado lo mismo , Bells reconoció mientras los demás los jugadores comenzaron hacer sus apuestas. Luego hizo rodar los dados de nuevo. Tres y tres esa vez. Seis de nuevo.
Bells escuchó los murmullos y gemidos a su alrededor . Cullen era la única persona que se quedó en silencio e irradiaba disgusto. Bells había duplicado su dinero. Eso significaba una demora para poder volver a la casa.
"Adelante", él murmuró impacientemente tan pronto como la última apuesta fue colocada
Bells lanzó los dados.
"Nueve", él murmuró mientras los apostadores comentaban emocionados el juego . Bells apenas esperó a que terminasen de colocar sus apuestas antes de lanzar de nuevo. "Cinco".
Esto significaba que podía lanzar de nuevo y ella lo hizo.
"Cinco de nuevo!" Cullen exclamó con irritación creciente . Ella sabía que él la había traído aquí para enseñarle una lección. Y Ganar no era parte de esa lección.
Bells sintió que Cullen se derrumbaba a su lado y luego tomó los dados y lanzó otra vez ... y otra vez ... y otra vez.
La pila de monedas crecía a un ritmo alarmante. Y el brazo comenzaba a dolerle por los constantes lanzamientos. Y
su atención se focalizó en los otros jugadores de nuevo.
La cara del caballero rico con máscara de indiferencia estaba empezando a caerse. Había emoción brillando en sus ojos . Y el jugador desesperado estaba al borde del suicidio . Él había empezado apostando a favor de Bells e inicialmente había aumentado su pila de monedas, pero luego, hacia varias tiradas,
había comenzado a apostar en contra de Bells . Presumiblemente había decidido que ya no tenía probabilidades de ganar .
Desafortúnadamente, Bells parecía ser inmune a esas probabilidades.
"Bells!"
Mirando a Cullen, vio que él le estaba extendiendo los dados. Mientras había estado contemplando al resto de los jugadores, ellos habían acabado de hacer sus apuestas y esperaban impacientemente que ella tirase de nuevo.
Cullen frunció su frente con reprobación, y cuando los dados volaron por el aire y cayeron en la mesa, se encontró apretando sus manos y repitiendo silenciosamente en su mente “ Pierde , pierde, pierde. "¡Maldita sea!"
Bells obtúvo los dados ganadores de nuevo.
"Un momento! ". Cullen captúró su brazo para evitar otro tiro. "¿Qué estás haciendo? " El Señaló la apuesta." Deberías mantener algunas de las monedas. Estás apostando una fuerte suma en ese tiro . "
Bells simplemente encogió sus hombros . " Tú juegas a tú manera. Yo juego a la mía."
Tragándose las palabras, Cullen observó el juego , sacudiendo la cabeza mientras las ganancias de Bells crecían una vez más.
"Increíble! ", Cullen resopló y , luego, le dio un codazo a Bells y le dijo algo obvio. "Has ganado de nuevo. Voy a agarra la mitad de ese dinero y ... "
"Deja el dinero allí", murmuró Bells distraídamente , al jugador desesperado y desesperanzado colocar otra apuesta en contra de ella. Casi no le quedaban monedas, ella notó . ¿Por qué simplemente no abandonaba el juego ? , ella se preguntó.
"¿Qué?! "
Suspirando , ella enfrentó a Cullen. "Te dije que dejes el dinero ahí".
"Pero perderás todo ese dinero ... ".
" Sólo son un par de monedas."
"Eso fue al principio. Pero ahora ... "- él señaló el montón de monedas -"es casi el mismo dinero que traías en la bolsa . "
"Pero sólo un par de monedas son realmente mías", señaló Bells.
"Pero ... " comenzó a decir Cullen, luego suspiró. Ella sabía que él hubiera querido que perdiese y aprendiese una lección. Evidentemente ahora se sentía incómodo con la idea que ella perdiese esa gran cantidad de dinero . Bells notó la tensión de
Cullen en la rigidez de su cuerpo . El se apoyó levemente contra la mesa cuando vio que ella ganaba de nuevo. Bells había ganado una pequeña fortúna. Estaba empezando a atraer la
atención de los jugadores de otras mesas.
"Dejarás todo el dinero de nuevo?" Cullen preguntó , luego levantó la mirada cuando ella no le dio ninguna respuesta. Ella apenas le estaba prestando atención. "Bells?"
Su respuesta fue lanzar los dados de nuevo y mirar al hombre desesperado mientras lo hacía . La forma en que él se derrumbó le dijo que había ganado de nuevo. Y que él había perdido
otra moneda. Sólo le quedaban dos monedas. Sin duda, él se retiraría ahora, Bells pensó . Pero al parecer el hombre estaba más allá de la razón, pues puso sus últimos dos peniques sobre la mesa y esperó, con las manos apretadas , su cara pálida y sudor de brillando en su frente mientras los demás hacían sus
apuestas.
"Bells!"
"¿Qué pasa ?" Bells replicó.
"Lanza ese maldito dado !"
Ella parpadeó sorprendida ante la reacción de Cullen. Algo había cambiado. Él ya no se mostraba severo y la desaprobaba. Había emoción brillando en sus ojos. Los dados fueron lanzados, Cullen se apoyó contra la mesa, sus manos agarradas a los bordes bien mientras observaba la caída final de los dados .
"Once!" él gritó jubilosamente . "Ganaste otra vez!"
La mirada de Bells se estrechó desconfiadamente cuando le sintió a Cullen olor a humo y a whisky . "¿Cuánto has bebido?"
Cullen parpadeó ante su pregunta, luego miró la mesa, sus ojos se abrieron ampliamente cuando vio una fila de cuatro copas vacías. "Seguramente no te bebiste todos eso," ella
comenzó a decir . "Había una mujer pelirroja y ella me sirvió ..." La mirada de Cullen fue hacia de nuevo a la
mesa y a la pila de monedas que Bells había ganado. La pregunta de cuánto había bebido aparentemente quedó olvidada. "Rápido , lanza los dados de nuevo", él dijo.
Bells sacudió su cabeza y miró al hombre desesperada que tenía
su última moneda en la mano . No. Es suficiente. No apuestes de nuevo. No : "¡Maldita sea!" ella dijo con disgusto como él colocó su último penique en la mesa.
"Mierda, Bells, vas a lanzar los dados o no ?"
“ No ". Parándose repentinamente, ella comenzó a recoger sus monedas, colocándolas en su sombrero por falta de un lugar mejor. Por Dios! había ganado una pequeña fortúna!
"¿Qué pasa ?" Cullen parecía horrorizado. "No puedes abandonar ahora".
"Por supuesto que puedo."
"Pero estás en una racha ganadora. Tienes más dinero en la mesa de lo que cobraste por las joyas. No puedes abandonar ahora ", él murmuró.
Bells disgustada dio la vuelta alrededor de él. "¿No ha sido suficiente? En realidad, Cullen, tú comportamiento es degradante. Pensaba que tú , más que ninguna otra persona, sabes
Que no hay que perder tiempo y dinero en juegos de azar. Sólo basta con mirar a estas personas. Las apuestas son una enfermedad. Ven, vamos a casa ".
Cuando sólo la miró perplejamente , ella tomó su brazo con su mano libre y lo llevó firmemente hacia la puerta. "Yo sugeriría que no se te ocurra entrar en un lugar como este nunca más ", ella dijo.” Es evidente que quedaste atrapado por el juego. No quisiera verte degradándote en un lugar como este ".
Cullen permitió que ella lo arrastrase afuera , y Bells escuchó los gemidos de la gente detrás de ellos , gente que había ganado en las apuestas por ella y tenía la esperanza de seguir ganando más.
Cullen túvo la decencia de parecer un poco contrito. Bells sacudió la cabeza cuando salieron de la sala.
"Oh, mi lord !" una voz invocó, "Por favor. Me puede ayudar ? Ellos no me dejan entrar a buscar a mi marido. Podría volver a entrar y buscarlo por mí? Le estaría tan agradecida ".
Bells miró a su alrededor buscando la voz implorante . Era la mujer que había visto a la entrada. "Tú marido? "Bells miró al niño que se aferraba a la falda de la mujer y a la niña a su lado.
" Si . El está ..." Ella vaciló, sus labios temblaron, y luego sacudió la cabeza con desesperación. "Es allí adentro jugándose todo lo que tenemos . Él no quiere hacerlo. El juego es como un veneno , él no puede controlarse. Perdimos la posada que teníamos por sus deudas hace seis meses , y nos mudamos a la ciudad. Él tomó un trabajo como cochero, y he encontrado otro trabajo de medio tiempo cocinando para una posada aquí en Londres , y estabamos sobreviviendo.. O al menos eso era lo que yo suponía, pero hoy me enteré que él no ha estado pagando el alquiler. Cuando llegué a mi casa me encontré con el propietario que venía a echarnos . Mi marido no ha pagado el alquiler durante tres meses y si no paga hoy nos quedaremos en la calle . Ni siquiera pudimos recoger nuestras cosas. Y hoy es el último día de pago. Sé que tiene el dinero de la renta con él y quizás lo esté perdiendo allá adentro . Por favor. Por favor se lo pido ", suplicó ella. "Si usted lo busca yo podré decirle sobre el propietario y la casa ."
Bells miraba a la mujer, con su ropa muy gastada pero limpia y preguntó: "¿Es un hombre muy alto y delgado?"
"Si . Lo vio allí?" ella preguntó esperanzada, y Bells sintió que su corazón se oprimía. Ella sospechaba esa mujer era la esposa del hombre desesperado, el hombre que se había jugado hasta la última moneda. La mirada de la mujer se dirigió al sombrero lleno de monedas que Bells sostenía. Bells fácilmente podría darle a la mujer el dinero para el alquiler, pero si su marido era el jugador desesperado ese dinero nunca serviría para pagar la renta . Tal vez sólo debería seguirla hasta su casa y pagar el alquileres ...
"Ahí está! Papá. Papá!"
Bells dio un paso al costado . Como había sospechado, se trataba del hombre desesperado. Sus ojos estaban vacíos, su piel de un color blanca enfermiza mientras él miraba a su familia. Sacudiendo la cabeza lentamente, él caminó hacia ellos.
Bells estaba parada detrás cuando la mujer ansiosamente le comunicó las noticias sobre el propietario. "¿ Tienes el dinero de la renta?" ella preguntó.
Pero él parecía no escucharla, la abrazó y le murmuró algo a cada uno de sus hijos. Cuando ella le repitió la pregunta, y Bells sintió que su piel se erizaba al ver la expresión del hombre enfrentando a su esposa.
Tomando la cara de la mujer entre sus manos, él la besó casi reverentemente.
"Lo siento. Te quiero", él murmuró, y luego la soltó y le dio la espalda. Él le dio una sonrisa extraña, y luego caminó hacia la calle, directamente en dirección a un carruaje de cuatro caballos que venía avanzando.
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LES DIGO QUE BELLS NO SALE DE UNA, CUANDO SE METE A OTRA, QUE TAL HE???? REBUENA PARA LOS DADOS, JAJAJA HASTA EDWARD DESPUES SE EMOCIONO Y ESO QUE QUERIA DARLE UNA LECCION, SOLO ESPERO QUE SE HAYAN FIJADO EN UN PEQUEÑO DETALLE QUE PORSUPUESTO A BELLS LE PASO DESAPERCIBIDO ..... "EDWARD DEJO A BETH EN LA FIESTA (CON EMMETT), PARA IR A BUSCAR A BELLS", ESO ES IMPORTANTE NO??? SI ESTUVIERA ENAMORADO DE BETH NO LA HUBIERA DEJADO EN MANOS DE OTRO HOMBRE QUE PODRIA JUGARLE LA VENTAJA JIJIJI
LAS VEO MAÑANA, BESITOS
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