MI RENDICIÓN

Autor: kdekrizia
Género: + 18
Fecha Creación: 14/08/2013
Fecha Actualización: 07/11/2014
Finalizado: NO
Votos: 47
Comentarios: 274
Visitas: 113042
Capítulos: 64

A veces el primer paso para tomar el control es rendirse.

Bajo el engañosamente suave exterior Bella Swan es una mujer que sabe exactamente lo que quiere. Un hombre fuerte que la tome sin preguntar, porque está dispuesta a darlo todo...

El policía de Dallas Edward Masen, está en una misión: encontrar el hombre que mató a su compañero y llevarlo ante la justicia. Hasta ahora, ha encontrado un vínculo entre el asesino y Bella, y si Edward ha de acercarse a ella para atrapar al asesino, que así sea.

Bella es dulce y femenina, todo lo que Edward necesita y desea en una mujer, pero sospecha que ella está jugando. De ninguna manera va a permitir que un hombre tenga la última palabra en su relación. ¿O sí?

Bella ve en Edward un hombre fuerte, dominante como ella necesita, pero él parece decidido a mantener a distancia. Entonces decide tomar el asunto en sus propias manos para demostrarle a él que no es un juego. Ella está dispuesta a entregarse al hombre correcto. A Edward le gustaría ser ese hombre. Pero la captura del asesino de su compañero tiene que ser su primera prioridad. Hasta que Bella se ve amenazada y Edward se da cuenta que va a hacer todo por protegerla.

BASADA EN SWEET SURRENDER DE MAYA BANKS

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 45: CAPITULO 45

 

Capítulo cuarenta y cinco

 

Esme salió de su camioneta y se fue corriendo al campo de béisbol, consciente de que llegaba tarde. Cuando dio la vuelta a la tribuna, examinó los asientos casi vacíos, vio a Rose mirar en su dirección y agitar el brazo. Bella también se volvió y le ofreció una sonrisa de saludo cuando Esme se dirigió hasta donde las mujeres se sentaban lejos de un puñado de personas sentadas en el lado opuesto.

—No estaba segura que fueras a hacerlo—dijo Bella, cuando Esme se dejó caer en el asiento de su lado.

— ¿Y perderme nuestro pasatiempos favorito de comernos con los ojos a hombres magníficos en pantalones cortos y camisetas sudorosas?—preguntó Esme con fingido horror.

—Amén, hermana—murmuró Rose mientras miraba al campo.

Los hombres que trabajaban con Bella en Swan and Sons Security jugaban en una mini liga de cuatro semanas de duración, o como decían los chicos, como vejestorios que vuelven a vivir sus días de gloria. Generalmente era una excusa para hacer el animal y beber mucha cerveza después.

—Nunca puedo entender quién es mi favorito—reflexionó Esme cuando vio a Jacob Swan y a Jasper Hale Hudson. — Tu hermano es muy caliente, Bella, pero también lo es Jasper.

— ¿Qué pasa con Emmett?—exigió Rose.

Esme sonrió abiertamente.

—Nada además que tú ya has meado sobre el tipo y le has marcado como tuyo.

Bella se atragantó con la risa hasta que Rose tuvo que darle unos golpes en la espalda.

— ¿Cuándo vas a hacer un movimiento sobre el hombre?—le preguntó Esme.

—No sé—se quejó Rose. — Él es… difícil.

—Intenta la desnudez—dijo Bella solemnemente. — Hace maravillas.

Era el turno de Esme de reírse.

—Dios, como si necesitáramos la imagen de la pequeña y dulce Bella con la afición que atrae a su hombre. Ya veo la forma que Edward te mira vestida. Ni siquiera quiero saber cómo te miraría desnuda.

Bella sonrió con serenidad y aplaudió con entusiasmo ya que Edward subió a batear.

—Shhh, a las dos. Es el turno de Edward.

Rose puso los ojos en blanco, pero obedeció.

Bella se levantó y chilló como una niña cuando Edward conectó un doble contra la pared del jardín central, llevando a casa a Jacob. A medida que se sentó de nuevo, Rose miró alrededor de Bella y miró fijamente a Esme.

—Todavía espero oír todos los detalles jugosos que dejé pasar el otro día.

— ¿Quieres decir que no has aporreado a la pobre Bella a muerte para extraer toda la mierda todavía?

Rose resopló.

—Puede parecer agradable, pero se parece a un maldito bulldog cuando se pone obstinada. Me informó que era tu historia para contar, pero no por ella.

—Vaya, gracias, Bella—dijo Esme dulcemente. — Aprecio eso.

—Shhh, Jasper va a batear.

—Ah, por el amor de Dios—dijo Rose cuando se puso en movimiento al otro lado de Esme.

—Bella, cielo, realmente no venimos aquí para mirar el juego. Venimos a cotillear y a comerlos con los ojos.

Se instaló al lado de Esme y tiró de su pelo rubio dorado sobre su hombro.

—Ahora, a lo interesante, Esme, y no excluyas nada o juro que tomaré represalias y los resultados no serán agradables.

— ¿No vas a dejarme disfrutar totalmente del paisaje, verdad?—dijo Esme con un suspiro indignado.

—Puedes mirarlos y hablar conmigo al mismo tiempo.

Esme hizo rodar sus ojos y luego se inclinó, y en voz baja relató la conversación que había tenido con Bella y su reunión posterior con Carlisle.

—Mierda santa—suspiró Rose. — Ahora esto es lo que yo llamo una sorpresa.

—No estoy segura de que me guste a dónde vas con eso—dijo Esme en tono seco.

—Entiendo los pedazos de fantasías, pero Esme, ¿una esclava sexual?—preguntó Rose con incredulidad.

— ¡Shhh!—silbó Esme. — Por el amor de Dios, prefiero que la mayor parte del área metropolitana de Houston no se entere de esto.

— ¿Realmente vas a hacerlo?—preguntó Rose en un tono más bajo.

Esme hizo una pausa por un minuto, y luego se volvió a su amiga.

—Sí, creo que lo haré.

—Wow. Tienes pelotas, chica. Me quitó totalmente el sombrero ante ti. Yo soy una mierda de gallina. Ni siquiera puedo conseguir el valor para invitar a Emmett a salir, y tú estás aquí trabajando en tus fantasías más oscuras.

Había un brillo triste en los ojos azules de Rose. La admiración sombreaba su expresión y un poco de envidia también.

—Si puedo hablar de esclavitud sexual durante el almuerzo con un tipo que parece un modelo de portada para GQ, entonces creo que tú deberías tener agallas para pedirle a Emmett que saliera contigo—dijo Esme.

—GQ, ¡eh! Ese es el amigo de Bella, ¿verdad?—Rose miró de reojo a Bella que mantenía los labios apretados fuertemente, mientras sus ojos brillaban de risa. — Creo que ha estado resistiéndose en nosotras. No sólo trabaja con una horda de tipos calientes, sino que ahora, ¿cultiva la amistad con calientes propietarios de clubs sexuales?

Bella dejó escapar un suspiro exagerado. Luego se levantó de un salto ya que Edward corrió a home.

—La muchacha tiene que aprender a compartir—se quejó Rose.

—Oye, te entregué en mano a Emmett. ¿Qué más quieres?—Exigió Bella cuando se dejó caer de nuevo al lado de Esme.

—Ella tiene su punto en eso, Rose—indicó Esme. — Lo llevó a ti cuando quiso perforar su oreja, y se enganchó a tus masajes.

Rose suspiró con tristeza.

—Apuesto que si te presentaras desnuda para darle el masaje, él te notaría—ofreció Bella.

—Hazle darse la vuelta—dijo Esme con una risita.

—No es un maldito perro—dijo Rosr enigmáticamente.

Bella murmuró una maldición cuando uno de sus chicos fue echado al principio, terminando su turno. Luego se volvió a Esme, su expresión era seria.

— ¿Estás segura de donde te estás metiendo, Esme? Quiero decir, ¿lo has pensado bien?

Esme inhaló bruscamente y asintió con la cabeza.

—Sí, es algo que quiero hacer. Y oye, no es que yo vaya a hacer un cambio importante de vida. Es una fantasía temporal. Si lo odio, la acabaré pronto y soñaré en algo diferente.

—Confío en Carlisle—dijo Bella. — Cuidará bien de ti, lo sé.

—Así, ¿cómo conoces a Carlisle de todos modos?—interrumpió Rose. — Parece que tiene que ser una jugosa historia.

Bella se sonrojó y echó un vistazo abajo, a sus manos.

—Sólo voy a decir que yo tenía unas fantasías propias, y Carlisle fue muy servicial en dirigir mi camino.

— ¡Fuera!—exclamó Rose mientras casi se abalanzaba sobre Bella. — ¿Edward conoces esto?

Bella se rió suavemente.

—Edward me sacó arrastrando del club de Carlisle, así que sí, lo sabe.

Esme tuvo un pequeño temblor.

—Muchacha, tienes toda la diversión. Lo que yo no daría por un hombre guapísimo para que fuera todo el macho para mí.

—Así que, bueno, ¿cuáles fueron esas fantasías tuyas, Bella?—pinchó Rose.

Bella se sonrojó otra vez.

—No eran muy diferentes a las de Esme, que es por la que la envié con Carlisle.

Rose arqueó una ceja y luego miró de Bella a Esme.

—No os hagáis ilusiones sobre mí, chicas. No tengo ni un hueso sumiso en mi cuerpo.

—No queremos convertirte, Rose—dijo Esme con una leve exasperación.

—Poseemos sólo nuestra sexualidad—dijo Bella firmemente.

Esme asintió con la cabeza.

—Exactamente.

—Bueno, maldita sea, quiero poseer la mía propia—murmuró Rose. — Tan pronto como tenga todo claro.

— ¿Quieres decir que en secreto eres una lesbiana?—bromeó Esme.

Rose le dio un codazo en el estómago.

—Muy graciosa. Una muchacha no puede ser más hetero de lo que soy yo. De hecho, creo que en mi fantasía podría tomar a Emmett y a sus compañeros.

Esme tosió y luego se echó a reír.

Los ojos de Rose se estrecharon.

—Oye, que no estaba bromeando.

—Venga ya, Rose. ¿Más de un tío? ¿Qué demonios harías con todos ellos?

—Ah, te sorprenderías. — murmuró Bella.

Tanto Rose como Esme volvieron bruscamente sus cabezas en dirección de ella, pero miraba fijamente el campo, con una suprema mirada inocente en su cara.

—Dime que no lo hiciste—dijo Rose en voz baja. — Por qué si lo hiciste, puedo destriparte por la envidia.

Bella solo sonrió y siguió mirando el juego.

—Maldita sea, lo hizo—dijo Esme. Siguió la mirada fija de Bella al campo donde los tíos se alineaban para darse apretones de mano. Luego miró de nuevo a Bella, cuyas mejillas estaban sombreadas delicadamente de rosa.

— ¿Con ellos?

—No con Emmett—gimió Rose. — Dime que no estuviste con Emmett.

— ¡Eeeww!—exclamó Bella. — Quiero decir, no es que no esté caliente, pero no, es como Jacob, por el amor de Dios.

— ¿Quién?—exigió Rose. — ¿Fue antes o después de Edward? Tuvo que ser antes. Edward no parece que sea el tío que aprecie que otro se lie con su mujer, es muy posesivo contigo.

La sonrisa de Bella se ensanchó.

—Bueno, tú me hiciste derramar las tripas, Bella—dijo Esme. — Ninguna retención es justa. Si yo puedo admitir que quiero ser el juguete sexual de un hombre, por el amor de Dios, entonces tú puedes decirnos al menos con quién tuviste un trío.

—Oh, Dios, ¿o fue más que un trío?—preguntó Rose en un estado de shock repentino. — ¿Cómo lo llamarías a eso de todos modos?

— ¿Un gang bang?—interrumpió Esme con sarcasmo.

—Eran sólo dos—dijo Bella en tono estrangulado. — ¡Dios mío!, ¿qué creéis que soy, una aspirante a estrella porno?

Rose saltó.

— ¿Qué dos?

—Edward y Jasper—masculló Bella.

Esme miró a su amiga con admiración renovada. La dulce y tímida Bella Swan, era claramente una pollita responsable de su destino sexual. De repente se sintió bien con su decisión de lanzarse hacia adelante con sus propios deseos, y la hizo sentirse aún mejor por haber compartido sus planes con sus amigas. La hizo sentirse no tan sola.

Rose hizo un ruido triste y puso una cara con un ceño fruncido exagerado.

—Estoy volviéndome loca de celos. Yo podría estar totalmente de acuerdo con un sándwich entre Jacob y Emmett.

Bella cerró los ojos.

—Rose, por favor. No necesito imágenes de ti y mi hermano grabadas en mis globos oculares. Dejemos esta conversación cuando todavía estamos en el reino de la decencia.

—Decencia—imitó Rose. — ¿Quién diablos quiere decencia? Quiero decadencia. Hedonismo. Está claro que es necesario introducir ese tipo, Carlisle.

Esme frunció el ceño.

—Aléjate de Carlisle.

Rose la miró con sorpresa.

—Envaina las garras, cielo. ¿Estás clavando una reclamación en el Sr. GQ?

Las mejillas de Esme se apretaron por la vergüenza. ¿En qué demonios estaba pensando? ¿Y por qué la irritó el hecho que Rose quisiera dar un golpe en Carlisle? No era como si Carlisle fuera algo de Esme. Él sólo era un conductor entre ella y cualquiera que fuera el hombre con el que terminara para su fantasía.

Sin embargo, la idea de la preciosa Rose agitando sus pestañas de esos magníficos ojos azules en Carlisle, le dio ganas de buscar objetos afilados.

—Puedes tenerle después de que haya hecho lo que tiene que hacer para mí—dijo Esme. — Hasta entonces, ¿por qué no dejas de fingir que eres tímida y vas a por Emmett? Actúas como si tuvieras un trasplante cerebral, por amor de Dios.

Rose frunció el ceño, pero Bella asintió con la cabeza de acuerdo, y dio un codazo a ella cuando los chicos se dirigían hacia ellas.

La pobre Rose, parecía tan esperanzada cuando Emmett se acercó, pero él y Jacob estaban metidos en una profunda conversación, y ninguno de ellos ni siquiera miró en su dirección, mientras iban hacia ellas, con las bolsas de deporte sobre sus hombros.

Jasper, por otra parte, estaba más que contento de pararse y coquetear. Y era un magnífico espécimen de hombre. Esme tuvo que admitir eso.

—Oye, muñequita—llamó Jasper a Bella.

Armada con el nuevo conocimiento de las aventuras sexuales de Bella con Jasper y Edward, Serena miró la interacción entre los tres con interés.

Para su sorpresa, actuaron con naturalidad. Edward alcanzó a Bella cuando salió de las gradas. Ella le sonrió y le dijo hola a Jasper, pero envolvió sus brazos alrededor del cuello de Edward cuando la levantó y la besó con un calor que Esme pudo sentir a varios metros de distancia.

Deja de ser una zorra celosa.

Bella se merecía ser feliz y merecía un hombre que adorara la tierra por la que pisaba.

Esme sólo quería eso también.

Jasper miró a Rose con interés no disimulado en su mirada, pero Rose miraba a Emmett alejarse con lo que sólo podía ser descrito como el aspecto de un cachorro al que hubieran dado una patada.

Esme se echó a reír y sacudió la cabeza, atrayendo una mirada curiosa tanto de Jasper como de Edward.

Ella sonrió con picardía y aceptó la mano extendida de Jasper. La ayudó a bajar el último escalón, y ella aterrizó en el suelo junto a él, Edward y Bella.

Rose ni siquiera miró la oferta de la mano de Jasper, cuando apartó su mirada de Emmett y finalmente bajó de las gradas para estar de pie con los demás.

— ¿A las damas les gustaría acompañarnos al Cattleman’s a tomar algo?—preguntó Jasper con una perezosa sonrisa.

Era encantador, esa sonrisa, pero por alguna razón, Esme estaba teniendo dificultades para deshacerse de los rasgos de Carlisle. Estaba atrapado en su mente y se negaba a salir.

—Sí, vamos a acercarnos todas. Será divertido—dijo Bella cuando Edward la metió a su lado, y envolvió un brazo alrededor de sus hombros.

—Yo voy a volver a casa—dijo Rose desanimada.

Bella movió la cabeza con desesperación, y ella y Esme intercambiaron miradas mientras Rose se alejaba.

— ¿Fue algo que dije?—preguntó Jasper, mientras metía su rebelde pelo  rubio oscuro detrás de su oreja.

Esme le sonrió y le palmeó cariñosamente en el brazo. Hmm, un brazo magnífico también.

—No, no eres tú. Ella está haciendo pucheros.

—Adoro cuando una mujer pone pucheros—dijo Jasper.

— Es la oportunidad para darles lo que quieren.

Bella se rió.

—Nunca deberías admitir eso, Jasper.

Él se encogió de hombros.

— ¿Qué puedo decir? Me encanta complacer a las mujeres.

—Hay algo que decir para satisfacer a una mujer hermosa—murmuró Edward cuando acarició con la nariz el oído de Bella.

—Oh, por el amor de Dios—dijo Esme con repugnancia. — ¿Ya os basta a los dos?

Jasper se rió y deslizó un brazo alrededor de los hombros de Esme. Ella se instaló contra su lado y disfrutó su calor y el poder que emanaba de él. Olía agradable incluso con el sudor que mojaba su camisa.

— ¿Por qué no tiramos a los tortolitos en una cuneta y nosotros volvemos a mi casa?—preguntó con una sonrisa malvada.

Esme sonrió. Era divertido y sexy como el infierno, pero por alguna razón, no la afectaba.

Una lástima también, porque sabía que sería impresionante en la cama.

Ella se inclinó sobre él y susurró en su oído.

—No podrías manejarme, cielo.

Su agarre se apretó alrededor de ella cuando su cuerpo se tensó contra el suyo. Él acarició su mejilla y volvió su cara para mirarla.

—Yo no estaría tan seguro de eso, muñequita.

Ella casi gimió. Dios, ella necesitaba follar de la peor manera.

—Tampoco seré usada como segundo mejor plato cuando la mujer que realmente deseabas se escapó de ti.

— ¿Qué mujer?—le preguntó inocentemente. — ¿Hay aquí alguna otra mujer, aparte de ti?

—Ejem—interrumpió Bella.

—Silencio, Bella, está a punto de acariciar mi ego—reprendió Esme.

—Yo acariciaría más que eso si me dejaras.

Esme se rió y luego se trasladó más cerca hasta que su cuerpo estuvo al ras con el suyo. No avergonzada en lo más mínimo, ella deslizó su mano hacia abajo por su cuerpo hasta que vigorosamente la ahuecó en su ingle.

—Cuando dejo a un hombre tomarme, esto sería porque esta tan duro por mí que está a punto explotar en sus pantalones—le susurró cerca del cuello de Jasper. — A pesar de lo halagadora que es tu oferta, al menos que tengas algunos problemas de tamaño serio en el departamento del pene, o sólo estemos hablando de oír tu soniquete habitual, es claro para mí que no lo haré por ti.

Con esto ella se apartó, guiñó un ojo con descaro en dirección a Bella, y agitó sus dedos en un adiós a ella, Edward y Jasper, y luego se fue, dejando a Jasper con la boca abierta como un idiota.

—Maldita sea, acabo de enamorarme—dijo Jasper en voz alta a Bella y Edward.

Esme se rió y siguió caminando.

Capítulo 44: CAPITULO 44 Capítulo 46: CAPITULO 46

 


Capítulos

Capitulo 1: CAPÍTULO 1 Capitulo 2: CAPÍTULO 2 Capitulo 3: CAPÍTULO 3 Capitulo 4: CAPÍTULO 4 Capitulo 5: CAPÍTULO 5 Capitulo 6: CAPÍTULO 6 Capitulo 7: CAPÍTULO 7 Capitulo 8: CAPÍTULO 8 Capitulo 9: CAPÍTULO 9 Capitulo 10: CAPÍTULO 10 Capitulo 11: CAPÍTULO 11 Capitulo 12: CAPÍTULO 12 Capitulo 13: CAPÍTULO 13 Capitulo 14: CAPÍTULO 14 Capitulo 15: CAPÍTULO 15 Capitulo 16: CAPÍTULO 16 Capitulo 17: CAPÍTULO 17 Capitulo 18: CAPÍTULO 18 Capitulo 19: CAPÍTULO 19 Capitulo 20: CAPÍTULO 20 Capitulo 21: CAPÍTULO 21 Capitulo 22: CAPÍTULO 22 Capitulo 23: CAPÍTULO 23 Capitulo 24: CAPÍTULO 24 Capitulo 25: CAPÍTULO 25 Capitulo 26: CAPÍTULO 26 Capitulo 27: CAPÍTULO 27 Capitulo 28: CAPÍTULO 28 Capitulo 29: CAPÍTULO 29 Capitulo 30: CAPÍTULO 30 Capitulo 31: CAPÍTULO 31 Capitulo 32: CAPÍTULO 32 Capitulo 33: CAPÍTULO 33 Capitulo 34: CAPÍTULO 34 Capitulo 35: CAPÍTULO 35 Capitulo 36: CAPÍTULO 36 Capitulo 37: CAPÍTULO 37 Capitulo 38: CAPÍTULO 38 Capitulo 39: CAPÍTULO 39 Capitulo 40: CAPÍTULO 40 Capitulo 41: CAPÍTULO 41 Capitulo 42: CAPITULO 42 Capitulo 43: CAPITULO 43 Capitulo 44: CAPITULO 44 Capitulo 45: CAPITULO 45 Capitulo 46: CAPITULO 46 Capitulo 47: CAPITULO 47 Capitulo 48: CAPITULO 48 Capitulo 49: CAPITULO 49 Capitulo 50: CAPITULO 50 Capitulo 51: CAPITULO 51 Capitulo 52: CAPITULO 52 Capitulo 53: CAPITULO 53 Capitulo 54: CAPITULO 54 Capitulo 55: CAPITULO 55 Capitulo 56: CAPITULO 56 Capitulo 57: CAPITULO 57 Capitulo 58: CAPÍTULO 58 Capitulo 59: CAPÍTULO 59 Capitulo 60: CAPÍTULO 60 Capitulo 61: CAPÍTULO 61 Capitulo 62: CAPÍTULO 62 Capitulo 63: CAPITULO 63 Capitulo 64: CAPÍTULO 64

 


 
14441039 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10758 usuarios