No hizo falta nada más
Fue tan suficiente verlo en tu mirada
Clara como cristal
Me enseñaste a ver la luz
Cuando dentro de mi alma se apagaban
Mis ganas de continuar
Como si me conocieras de otra vida
 Vas antecediendo todos mis instintos
Sin medida
Nadie mas que tu
Sabe adivinar a donde voy
Nadie pudo descubrir lo que yo realmente soy
Nadie más que tú me ha sembrado paz en mi interior
Hizo renacer mi fe
Para ver más allá del sol
(Nadie más que tú - Ricky Martin)

Subimos tomados de la mano, ya sentía las piernas fallar, cuando entramos en la habitación mi corazón sonaba tan fuerte que mi oídos parecían estar tapados por su sonido. Edward por otro lado parecía estar muy cómodo con la situación, entro y se lanzo sobre la cama, tomo el control del televisor y lo encendió, yo me quede parada prácticamente en la puerta sin saber muy bien que hacer. Edward se dio cuenta y me miro significativamente

-¿No estabas cansada? –Asentí con la cabeza, nerviosa de que mi voz fallara y camine con paso lento hasta la cama, la bordee y me senté del otro lado, lejos de Edward, él se termino de arreglar sobre la cama, se quito los zapatos y arreglo una de las almohadas debajo de su cabeza. ¿Por qué estaba tan asustada y nerviosa?, Edward volvió a mirarme -¿Qué vamos a ver? –Pregunto, o no se daba cuenta o se hacia el tonto, porque era imposible no ver lo nerviosa que estaba.
-Lo que tú quieras – Respondí sonrojándome
-Ven acá – Dijo abriéndome sus brazos, instintivamente me envolví con ellos, mi cabeza sobre su pecho, escuchaba los latidos rítmicos de su corazón.

Nos quedamos así por un largo rato, poco a poco mi respiración se hizo regular, acompasada al ritmo de la de Edward, no supe en que momento me quede dormida, solo fui conciente de que todo a mi alrededor dejo de importar, debían haber pasado un par de horas cuando Edward me despertó, era el momento de regresar a la universidad o como yo pensé a la realidad, no me quería alejar de Edward, era como si estando sola no fuese ser capaz de seguir estando cuerda, quería quedarme para siempre al lado de Edward, tenia que hallar una manera de pasar con él esta noche también.

-¿Te preocupa algo Bella? –Como si tuviera que preguntarlo
-No – Mentí
-Vamos, ya dímelo, me has tenido todo el día con la incertidumbre
-No es nada Edward, en serio –Me miro significativamente y tras un largo suspiro finalmente le dije –Estoy asustada, preocupada –Me miro con mil interrogantes en el rostro, era claro que no me estaba explicando bien, suspire de nuevo y continué –No se si pueda soportar estar sin ti de nuevo
-¡Bella! –Me dijo tomando mi rostro entre sus manos –Jamás, escúchame bien, jamás te dejare, siempre estarás a mi lado Bella, eres lo mas importante de mi vida y espero pasar el resto de ella contigo… Te Amo –Sentencio y me beso con suavidad, mientras nuestros labios se unían a un ritmo nuevo y conocido, moviéndose incesantes, sintiéndose libres y llenos de vida de nuevo

Y allí estaba yo, en el lugar al que pertenecía y al que no pensaba dejar nunca jamás…

Los padres de Edward nos despidieron y nosotros agarramos la carretera, Edward manejaba y nuestras manos iban entrelazadas; y nos mirábamos con adoración, lo amaba mas que a nada en el mundo, lo amaba mas que a mi misma, después de todas las cosas que nos habían pasado este semestre, no me quedaba la mas mínima duda de eso, Edward era la persona con la que quería pasar el resto de mi vida. Finalmente estaba en paz, podía respirar y sentir el aire en mis pulmones, estaba conciente de mis obligaciones y tenia muy claro todas las cosas que tenia que hacer.

Entramos a los caminos de la universidad y por supuesto Edward me iba a dejar en mi habitación, a pesar de mi resolución de que se quedara conmigo no dije nada, nos despedimos en medio de besos y abrazos y muchos te quiero, te extrañé, hasta que me fui a mi habitación, iba caminando entre las nubes, tanto que el mundo a mi alrededor pudo haber sufrido un armagedon y yo no lo habría notado; como era de esperarse no tienes alegría sin tu respectiva cantidad de infelicidad, aunque para el caso sonara extremista, simplemente Jacob estaba de pie a la puerta de mi habitación y por primera en mucho tiempo no sentí rabia, no me sentí confundida, no me sentí atraída hacia él, trate de descifrar dentro de mi lo que sentía y lo único que pude entender era que no sentía “Nada”, no había ni un solo sentimiento hacia él.

Termine de recorrer el espacio tratando de que mi rostro no reflejara absolutamente nada, después de todo, no había nada que reflejar; llegue y me detuve frente a él

-Hola Jacob –Le salude con toda naturalidad, no como su fuésemos viejos amigos sino como lo que era “un conocido”
-Hola – dijo en tono sobrio
-¿Qué quieres? –No pensaba andarme por las ramas
-Hablar contigo… Por ultima vez –Que dramático pensé, había cambiado demasiado hasta podía hacer bromas de él.
-De acuerdo –Dije, mejor terminar con esto de una vez por todas, estaba totalmente segura de poder hablar con severidad y claridad con él.

Pase a mi habitación y lo deje afuera, no lo invite a pasar y él no lo hizo por si solo; estaba claro que las cosas habían cambiado ya no lo veía igual y él tenia que darse cuenta de eso, era increíble, era algo que jamás me habría imaginado siquiera de pensarlo, decían el tiempo lo cura todo, pero no me sentía curada, me sentía mas bien como si esa herida no fuese pasado jamás, deje mis cosas sobre la cama, tome las llaves y mi celular para salir nuevamente.

-Vamos a las mesitas – Le dije, seria bueno terminar en donde habíamos empezado. Él no dijo nada y caminamos en silencio, me senté en el primer lugar vacío que encontré. –Muy bien Jacob, espero que en esta ocasión sepas hablar –Me miro con asombro y se sentó frente a mi.
-Me voy Bella –No entendí lo que dijo así que espere a que terminara de hablar –Lo que quiero decir es que, en lo que terminen las clases –O sea un mes –Me voy del país, he conseguido empleo en el exterior, estoy sumamente ocupado con los preparativos y por eso no había podido comunicarme contigo antes –Había algo diferente en él, en el modo de hablar, algo había cambiado profundamente en Jacob –Claro, también esta el hecho de tu aversión hacia mi, justificada, lo se. Simplemente no quería dejar las cosas tan mal contigo Bella, no vengo a pedirte una oportunidad, se bien que no la tengo ni la merezco. –Me dejo más que sorprendida todo lo que dijo, casi no podía hablar, pero de alguna manera encontré mi voz
-Me alegro por ti –Dije –Es decir, por tu viaje
-Gracias –Dijo –Se que no tengo derecho a pedirte esto, pero debo hacerlo al menos una vez mas… Lo siento Bella, lo siento muchísimo, de verdad que… no hay nada de lo que me arrepienta mas en mi vida que el haberte hecho daño. –Se notaba sincero, ya su daño no me afectaba como antes, ya había encontrado mi alma gemela así que quise que él pudiera de verdad encontrar la suya
-El pasado es pasado Jacob, dejemos las cosas atrás, no te voy a decir que seremos amigos porque la verdad es que no lo quiero, no podría confiar en ti, pero al menos espero que sepas que yo te he perdonado –Me sorprendieron la verdad de mis palabras y en mi mente y corazón resonó el amor “Edward”
-Es mas de lo que pudiera esperar Bella, Gracias, sin duda es mucho mas de lo que merezco de tu parte –Ahora entendía lo que veía diferente en él, Jacob había madurado, se le notaba
-Bueno, ya me tengo que ir –Le dije, estaba completamente cansada, el fin de semana había sido de locos, todo había cambiado tanto o mas bien todo había vuelto a ser como debía ser…
-Esta bien, te agradezco todo Bella, agradezco enormemente que hayas estado en mi vida… Tal vez el destino vuelva a reunirnos una vez más… -No supe como responder a eso así que no lo hice

Hicimos el camino de regreso y me conseguí con la mirada de Jessica quien me escrutaba con sus ojos, me esperaba a la entrada del edificio de los dormitorios, me despedí de Jacob con un hasta luego bastante cordial y él me miro con añoranza, simplemente no repare en eso, ya todo había quedado aclarado entre nosotros así que no valía la pena siquiera analizar el porque de su mirada, seguí mi camino hasta quedar con Jess frente a mi.

-Hola – La salude
-Ahora mismo me explicas Bella Swan ¿Dónde te has metido el fin de semana? Y ¿Qué demonios hacías con Jacob Black? –Expreso mientras veía con mucha rabia al lugar donde supuse seguiría caminando Jacob, suspire, era obvio que Jess estaba mal interpretando todo.
-Vamos a mi habitación, allí hablaremos

Acto seguido subimos hacia mi habitación pero resulto que mi compañera ya había llegado así que nos fuimos a la suya que, afortunadamente estaba vacía

-Muy bien, cuéntamelo todo Bella –Dijo sentándose en su cama, estaba sumamente ansiosa
-Jess – Le dije –Estuve en casa de Edward –Observe como los ojos de mi amiga se habrían como platos y mil preguntas pasaban por su mente –Soy nuevamente su novia – Continué, antes de que ella pudiera interrumpirme, y así me adentre en contarle rápidamente todo lo que había pasado en estos dos días y le conté también la conversación que acababa de tener con Jacob
-Es… increíble – Por fin pudo decir algo –De verdad Bella me alegro mucho por ti, ya era hora de que tomaras de nuevo el rumbo de tu vida, en serio no puedo expresar con palabras lo feliz que me siento

Ella también me comento que había empezado a salir con Mike, esto me dejo atónita, ¿Cómo era posible? ¿En que momento había pasado? No estaba segura, pero mi amiga se veía considerablemente feliz, así que no pude hacer otra cosa que alegrarme por ella. Así se nos hizo muy tarde y yo estaba mas cansada aun, exhausta y feliz me fui a mi habitación con la certeza de que los días venideros no estarían mas que llenos de cosas buenas…