La Elección Correcta

Autor: kroana
Género: Drama
Fecha Creación: 04/02/2010
Fecha Actualización: 10/07/2011
Finalizado: SI
Votos: 14
Comentarios: 57
Visitas: 32625
Capítulos: 23

Realmente alguien puede decirme cual es la elección correcta, ¡Siquiera existe!, cuando tienes varias opciones y te decides por una no estas dejando ir a la otra, ¿Y si era la otra la que debías elegir? ¿Cómo realmente puedes saberlo?


Bella se debate entre el amor del que una vez fue su mejor amigo y el del que fue su novio, su amor su ilusión y la engañó? ¿Puede Bella tomar la decisión correcta?

TERMINADO

***************

Chic@s lo prometido es deuda jejeje, acá les dejo otra historia, espero que les guste y me dejen sus tan apreciados comentarios y sus votos XD

Esta es la continuación de ASI EMPEZO, pero también la pueden leer de manera independiente =D


Kroana =D

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 16: Finalmente Encontré mi Camino

-No es lo que estas pensando –Solté lo primero que se me vino a la mente, el peor de todos los clichés posibles, mientras me alejaba automáticamente de Mike
-¿Qué se supone que estoy pensando Bella? ¿Qué estas haciendo?
-Yo nada, de verdad, nada. ¡Mike dile!
–Necesitaba defenderme, no había pasado nada, bueno si estuvo a punto de pasar y Mike quería que pasara, me arrepentí inmediatamente de haber pedido su colaboración en el asunto.
-Es cierto Edward, no pasa nada –Recobre el aliento al escuchar las palabras de Mike –De hecho yo ya me iba –Voltee a verlo y se veía triste, ¿Decepcionado? Lo que no podía poner en duda era su acto de caballerosidad, jamás llegaría a conocerlo del todo pensé mientras lo vi caminar.
-No entiendo –Edward llamo nuevamente mi atención
-Fue solo… No es nada Edward ya te lo dije y también te lo dijo Mike… No sé qué mas puedo decirte
-Dime que me quieres
-¿Cómo puedes dudarlo? Sabes que te quiero
–Dije sintiéndome una perfecta idiota, bajando la mirada tras mi sonrojo, en ese momento Edward me abrazo y me sentí tan reconfortada, lo extrañaba mucho más de lo que creía.
-También te quiero Bella…
-Perdóname, de verdad lo lamento mucho, yo no tengo suficientes excusas, pero ahora las cosas están bastante claras Edward…
-Pero él me interrumpió colocando su frío dedo sobre mis labios, callándolos, mi corazón latía desbocado por su contacto, el mundo a mí alrededor dejo de existir, en ese instante solo estábamos Edward y yo.
-No hacen falta aclaraciones, yo también me he comportado como un idiota, debí entenderte mas, no estabas en una situación sencilla, sabia muy bien cuando empezamos que acababas de romper con… -Torció el gesto, como si le costara demasiado decir su nombre – él, -termino la oración –Así que basta de tantas culpas y reproches, mas bien continuemos donde lo dejamos Bella, después de todo eres mi mejor amiga ¿O no? - ¡¿Amiga?! Mi corazón sufrió un terrible dolor, parecía partirse en mil pedazos, yo tenia la ilusión, yo pensaba que…
-Si es cierto –Alcance a decir con un enorme nudo en mi garganta
-¿No es eso lo que tu quieres? -¿Qué podía contestarle? Ya las lagrimas corrían lentamente por mis mejillas, y me sentía tan cansada, de repente el ruido de la música retumbaba demasiado fuerte en mi cabeza, fui conciente de nuevo de las personas que estaban a nuestro alrededor y por mas que deseaba que lo que escuche de sus labios fuese sido producto de imaginación, no era así, era absolutamente real –No llores mi cielo –Me consolaba
-Estoy bien –Mentí
-No es cierto, tu no lo estas y yo tampoco lo estoy –Tomo mi rostro entre sus manos y me obligo a verlo a la cara –Te he extrañado, no sabes cuanto, no tienes idea de cómo han sido mis días sin ti, he estado sin rumbo, mi vida eres tu Bella y lo ultimo que quiero es que estés triste, vine hoy decido a que seas feliz, a darte lo que quieras, así que puedes tomar de mi lo que quieras o no tomar nada, siempre y cuando estés bien yo también lo estaré -¿Qué era lo que trataba de decirme?
-Me parece que no te sigo la idea Edward –Exprese algo confusa, mientras me limpiaba las lagrimas que no de salir de mis ojos
-Lo que trato de decirte Bella, y se que puede sonar redundante, es que estoy aquí para ti y siempre estaré
-Yo no quiero solo tu amistad
–Me atreví a decir, ¿Qué mas podía perder? Si ahora mismo no tenia nada, Edward me miro fijamente a los ojos, esos ojos azules tan hermosos como el mar, tan cristalinos, tan sinceros, se acerco a mi rostro con lentitud, tenia sus labios a escasos centímetros de los míos, poso su frente sobre la mía, y no dejaba de verme a los ojos.
-No creo que eso sea una buena idea ahora Bella –Dijo inundándome con su dulce aliento, inhale concentrándome en su aroma, ya se me hacia difícil pensar con claridad.
-¿Por qué?
-De verdad necesitas que te lo aclare
–Lo mire con rabia –Ok, no te molestes –Dijo y me sonrío, la recordaba perfectamente y me hacia muchísima falta - Primero que has estado tomando, sí, quizás no estas ebria pero no me puedes negar que hay licor en tu organismo; segundo acabas de ver a… él besándose con otra chica – ¿O sea que me estaba espiando? Lo mire acusadoramente –Por lo tanto, no creo que sea muy buena idea que tomes esa decisión en este momento, mejor seamos amigos esta noche Bella –Peor es nada pensé, pero la verdad que tenia razón, como no iba a dudar de mis sentimientos
-De acuerdo –Dije y las lágrimas ya habían remitido casi por completo, solo estaba sollozando, me termine de secar el rostro y me enderecé –Esta bien –Concluí
-Muy bien, entonces ahora señorita me permite esta pieza –Dijo como siempre hablando como todo un caballero, sonreí casi involuntariamente y mil recuerdos pasaron por mi mente
-Por supuesto –Conteste aun sollozando
-Vamos no estés triste, solo disfrutemos de la noche –Yo simplemente asentí.

Edward me tomo de la mano y caminamos hacia donde estaban las personas bailando, como siempre encajamos a la perfección y bailamos con una sincronía única, como dos piezas de un mismo puzzle; allí estábamos Edward y yo, como si nada fuese pasado, pero claro solo en apariencia, habían pasado muchas cosas que no podíamos pasar por alto, tal vez solo esta noche, solo por esta noche seriamos solo nosotros dos.

Pasaron un par de canciones y Edward me dejo con las chicas (Angela y Jess) mientras él iba por unos tragos para nosotros, en la cara de las muchachas habían miles de interrogantes y sabrá Dios que decía mi rostro en ese momento, pero se perfectamente como me sentía, estaba totalmente abrumada, como cientos de emociones diferentes, tristeza, alegría, esperanza, nostalgia, confusión, claridad, feliz, estaba en paz, aunque fuera en apariencia; aunque fuera solo por esta noche me sentía bien, no tenia ni idea de cuanto tiempo iba a durar, hasta donde sabia era solo por esta noche, así que la disfrutaría al máximo y por nada en el mundo la echaría a perder.

-¡Bella! ¡Cuéntanos! Edward ¿Qué pasa?
-No lo sé 
–Conteste con honestidad –Es todo tan extraño, no lo sé, sólo espero que no se acabe –Dije en un suspiro
-Me alegro mucho Bella, ya era momento de que enderezaras tu vida –Dijo Angela y me sorprendió mucho puesto que la conocía de hacia poco tiempo; esa chica era mas perceptiva de lo que pensaba
-Es cierto Bella, y es ¡Genial! –Lo dijo separando cada letra, dándole mayor énfasis a la palabra
-¡Lo sé! –Dije y todas sonreímos a la vez
-¿Qué es tan divertido? –Dijo Edward y yo me voltee, me ofreció el trago y me abrazo con ternura, se sentía mejor que bien; ese momento era como si nada fuese pasado, como si Jacob no fuese existido jamás, como si no me fuese enamorado de mi amigo y seguíamos nuestras vidas, del modo en que se suponía debían haber seguido, solo éramos Edward y Bella.

 Muy sabia debió ser la persona que expreso “Nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde”, palabras mas acertadas y ahora conocía el significado en carne propia, ya había pasado por ello pero me prometí justo ahora; que no me volvería a pasar o al menos trataría de evitarlo; y ahora que Edward estaba a mi lado, bajo ningún concepto iba a permitir que se fuera de nuevo de mi vida.


Estaba a la mitad de un bosque, en el suelo, había nevado y todo estaba sumamente frío, me abrace a mi misma mientras observaba a mi alrededor; todo estaba oscuro, a través de las ramas de los altos árboles se colaba la tenue luz de la luna, me levante con algo de torpeza, seguía con los brazos pegados a mi pecho, cuando mis ojos se acostumbraron a la oscuridad que reinaba vislumbre dos caminos que tenia a frente a mi, uno era mas oscuro que la noche, se veía tenebroso; pero la curiosidad me hacia ir hacia él, quería ver que había allí, era como una especie de magnetismo que me atraía, el otro camino era el polo opuesto, lleno de luz, de vida, totalmente predecible y aburrido; prefería la emoción de lo incierto a lo aburrido de lo conocido.

De repente aparecieron dos personas al principio de cada uno de los caminos, ambos caminos pertenecían al mismo bosque, pero eran tan diferentes, así como las personas que estaban en ellos, cada una representaban exactamente lo mismo que el camino en el que estaban; y ambas esperaban por mí, ahora debía decidir, debía decidir que camino iba a tomar, el incierto o el conocido, el peligro o la seguridad, Jacob o Edward, la verdad era que ya sabia que hacer, ya tenia mi decisión tomada, desde mucho antes de ser conciente de ella, ya sabia cual era mi dirección, así que con paso firme me acerque hasta él, quien me miraba con felicidad, sus ojos tan hermosos y sinceros como siempre, no pude evitar sonreír también, con mi corazón tan lleno de alegría, rebosante de felicidad.

-¿Por qué tardaste tanto? –me pregunto
-Lo siento –Le respondí –Pero ahora ya encontré mi camino y no pienso desviarme de nuevo
-Le doy gracias al cielo por ello, finalmente estas aquí conmigo
-Y tú estas aquí para mí
-Para siempre
-Por siempre
–Concluí y me desperté.

Me desperté en mi cama angustiada, solo había sido un sueño, el sueño mas real que había tenido en mucho tiempo, de hecho no recordaba la última vez que había soñado, la última vez que había podido dormir con tranquilidad; estaba algo desconcertada así que me moví en la cama para buscar mi celular, pero me encontré con la ultima persona que me hubiera imaginado ver, claro al menos no en sueños, mi rostro debió expresar todas las dudas y preguntas que en ese momento me pasaron por la mente; lo primero que hice fue llevarme las manos a mi ojos y luego a mi cabello, tratando de aplacar la maraña que debía tener

-Buenos días
–Me dijo yo no pude emitir palabra –Estas tan linda como siempre, además no es esta la primera vez que te veo al despertar –Era cierto, no era la primera vez que veía así, pero nuestra relación era ahora tan confusa, yo estaba tan desconcertada… mi mente se empezaba a aclarar
-Bueno días –Finalmente hable con una media sonrisa, le había rogado que pasara la noche conmigo, estaba sumamente ebria la noche anterior, pero él era Edward, era mi amigo tal como lo había expresado él mismo, pero por algún motivo me sentía apenada.
-Estaba esperando a que despertaras, ya me debo ir –Ahora que lo analizaba estaba sentado y vestido, con un vaso de café en la mano, como siempre se dio cuenta de mi escrutinio –Tienes el tuyo en la mesa –Señaló con la cabeza a mi vaso de café –Y también te traje algo de comer, en fin… -Dijo mientras se paraba –Ya es tarde así que…
-¿Tienes algún compromiso?
–Solté la pregunta de golpe sin pensarla, arrepintiéndome en el acto, si tenia un compromiso, sobre todo si ese compromiso se trataba de una chica no me quería enterar, pero ya era algo tarde
-Eh… Si Bella –Mi corazón quedo reducido al tamaño de una pasa, di la vuelta en la cama dándole la espalda para ocultar mi rostro y el dolor que debía haber en él, me quite la sabana y me levante para tomar la taza de café, me senté nuevamente en la cama, de espaldas a él.
-Bueno, que tengas un buen día –Dije al ver que no iba a decir nada mas, de repente el ambiente se había puesto tenso, o quizás la única que tenia tensión era yo
-Solo voy a casa de mis padres, hay una reunión para conocer a la familia de Jasper el novio de Alice, no se si recuerdas que están comprometidos –Alice, Jasper la familia de Edward, esa familia que estuvo tan cerca de ser mi familia, que en algún momento me hicieron sentir parte de su familia, ahora todo parecía tan lejano
-Si claro que me acuerdo –Voltee a verlo
-Puedes venir conmigo, ¿Si quieres? –Me ofreció –Aunque es algo familiar, ya sabes de seguro es aburrido y monótono, o sea, si no quieres venir te entiendo –Estaba de pie al lado de la puerta con una mano en la manilla
-Si quiero –Dije con una nota de desesperación en mi voz
-Eso es bueno, es decir, te espero –Se le notaba la alegría al escuchar mi respuesta
-Dame 10 minutos y estoy lista –Dije mientras me levantaba y como un tornado recorría la habitación en busca de mis cosas para ir al baño. Ahora todo iba tal y como debía ser…

Capítulo 15: ¿Hasta Cuándo? Capítulo 17: Tratando de Ordenar Todo

 
14456547 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10769 usuarios