CORAZÓN IMPREDECIBLE (+18)

Autor: Isabella_256
Género: Romance
Fecha Creación: 30/11/2012
Fecha Actualización: 18/12/2015
Finalizado: SI
Votos: 30
Comentarios: 97
Visitas: 110330
Capítulos: 24

Se conocieron de forma accidental, su amistad se forjó con el tiempo y se enamoraron sin darse cuenta.

El corazón al igual que el amor son impredecibles... ¿Lograran Edward y Bella superar todos los obstáculos y alcanzar la felicidad...

 

Los personajes son propiedad de Stephanie Meyer pero la historia es escrita por mi y es producto de mi loca imaginación por favor no publicar en esta página o en cualquier otra sin mi autorización.

Las invito a pasar por mi nueva historia

SIEMPRE TUYA (+18)

 

Además les invito a pasar por mi fic (Dando clic en el título del fic)

AMOR POR CONTRATO (+18) (En proceso)

LlLlllllLL

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 14: Sorpresas

Hola chicas millón gracias por sus comentarios, son lo máximo chicas las amo. Este capítulo va dedicado a mis fieles amigas que leen y comentan cada semana PRINCESAVESPA, EC07, GINNADECULLEN y sobre todo para ti NOE para que se te levante el ánimo y dejes de preocuparte aunque sea un momentito con mis locuras jajaja. Bueno no las canso más y aquí les dejo el capítulo así que disfrútenlo….

 

Hace dos días fue la graduación de Edward y hoy sería mi graduación, papá se había excusado hace varias semanas porque la fecha de mi graduación coincidía con una conferencia sobre seguridad en Washington a al que tenía que asistir de forma obligatoria y mamá anoche, Phil sufrió un accidente estando fuera de la ciudad, estaba supervisando la reparación de un acuario y resbaló fracturándose una pierna así que mamá tuvo que viajar para estar con él ya que en esa condición dependía por completo de ella.

Estaba frente al espejo revisando mi vestuario (cortesía de Alice) era un sencillo vestido corto ajustado, sin mangas de color azul oscuro y tacones negros clásicos, me maquillé un poco y alisé mi cabello para dejarlo suelto.

El timbre sonó y corrí a abrir rápidamente con una sonrisa en los labios que se borró al ver quien estaba tras la puerta y es que no contaba con la visita de aquella persona.

– Hola Bella.

– ¿Que haces aquí Jacob?

– Te ves realmente hermosa – dijo recorriéndome descaradamente con la mirada.

– Te hice una pregunta y la repito ¿Qué haces aquí? – dije claramente molesta por su inoportuna visita.

– Yo solo venía a felicitarte y saber si me permitirías acompañarte.

– ¿Acaso estás demente? – dije muy enojada.

– ¿No me invitas a pasar? – preguntó como si nada.

– No, así que si no se te ofrece nada más ya te puedes ir – le contesté manteniendo la puerta abierta pero el ignorándome por completo entró.

– Vamos Bella por los viejos tiempos, además hace mucho tiempo que no veo a tus padres.

– Mira no se que mosca te pico pero te pido que te vayas ahora mismo, además mis padres no vendrán y sabes muy bien que nunca fuiste del agrado de mi padre desconfiaba de ti y estaba en lo cierto.

– Con más razón permíteme estar ahí contigo, no quiero que estés sola en tu graduación – dijo intentando acariciar mi rostro con su mano pero quedándose en el aire ya que yo retiré mi rostro bruscamente.

– No seas idiota Jacob sabes de sobra que mis padres y yo no hemos sido precisamente inseparables y también sabes que tengo a otras personas que se preocupan por mi y que estarán apoyándome el día de hoy, así que gracias pero no gracias.

– ¿Te refieres al imbécil de Edward verdad?

– Si, entre otras personas y no lo llames así – dije a punto de estallar.

– ¿Entonces prefieres que él te acompañe hoy? ¿Prefieres estar con él que conmigo? – dijo totalmente incrédulo ¿Como podía ser tan idiota?

– Espera déjame pensarlo… – dije sarcásticamente

– Claro que sí.

– ¿Entonces es cierto lo que todos dicen? Es cierto que ¿ese idiota y tu están juntos? – preguntó lleno de ira.

– No tengo por que darte explicaciones todo lo que teníamos que hablar ya lo hablamos y te dejé muy en claro que tu infidelidad solo sirvió para aclararlo todo, para darme cuenta de que lo nuestro era un error que yo no te amaba en verdad y por obvias razones tu a mi tampoco y respondiendo a tu pregunta, si, Edward y yo somos novios.

Por la expresión de su rostro era claro que eso lo tomó por sorpresa y lo dejó sin palabras.

– Jacob por favor no me hagas las cosas más difíciles a pesar de lo que me hiciste yo aun te tengo mucho cariño no termines de arruinarlo todo.

– ¿Que es lo que ocurre contigo Bella? Hace tres semanas que terminamos y ya estás con él, acaso no te das cuenta de que el siempre ha estado enamorado de ti y solo estaba esperando el momento justo para separarnos.

– Por supuesto que me ama, no lo culpes de nuestros propios errores y sobre todo de los tuyos, se hombre y al menos admítelos – dije mirándolo a los ojos.

– No puedo creerlo Bella… te enamoraste de él, me dejaste por él no por lo de Leah y te atreviste a reclamarme – dijo completamente indignado.

– La que no puede creerlo soy yo, ya deja de culpar a los demás y asume tu parte de culpa en todo esto, porque tú siempre supiste que si algo no toleraba era el engaño y decidiste seguir adelante con Leah y quien sabe con cuantas más – le dije completamente enojada.

– No Bella tú no puedes haberte olvidado tan rápido de mi – y en un rápido movimiento me tomo del brazo y tiró de mi hasta dejarme aprisionada entre sus brazos.

– Jacob suéltame ya que me lastimas – dije desesperada por la fuerza con la que me apretaba.

– No Bella ahora mismo te voy a demostrar que es a mí a quien aun amas – dijo apretándome aun más haciendo que mis intentos por soltarme sean inútiles.

– Jake no… – grité cuando vi sus intenciones pero sus labios sobre los míos me silenciaron bruscamente.

– ¿Qué no oíste? Te dijo que no – dijo Edward quien entraba furioso.

Jacob me soltó de inmediato sobresaltándose por la furiosa voz de Edward.

– No te metas Cullen esto es entre Bella y yo.

– ¿Acaso no sabes lo que es no?

– Ella aun me ama solo está confundida y todo esto es por tu culpa que le has llenado la cabeza en mi contra.

– Bella es demasiado inteligente como para que alguien pueda manipularla y después del tiempo que pasaron juntos deberías saberlo bien, ella es una mujer no solamente hermosa sino también inteligente, noble, valiente y honesta, cualquier hombre sería más que feliz de tenerla a su lado, fuiste tú quien decidió engañarla, la perdiste asúmelo de una vez por todas y déjala en paz, que no te das cuenta de lo mucho que la lastimas hoy es su graduación y no solo la estás retrasando sino que estás arruinando su día – dijo logrando que mi corazón intentara saltar en mi pecho al escuchar la forma en se expresaba de mi.

– De acuerdo me iré para no incomodar a Bella pero esto no se queda así tu eres mía Bella y siempre lo serás – dijo dirigiéndose a mi – y tú lo sabes bien Cullen ella aun me ama y no voy a dejar de luchar por ella – continuó.

– Mira Black no tengo por qué decirte esto pero prefiero dejártelo en claro de una vez por todas, amo a Bella y ella me ama a mí y lucharé siempre por verla feliz y sonriendo, pero lucharé aun más para que esa felicidad sea a mi lado, me esforzaré por ser el último hombre en su vida y no me iré a menos que ella me lo pida.

– De acuerdo Cullen entonces si quieres guerra tendremos guerra – dijo y Edward lo observo fríamente hasta que salió del apartamento para luego acercarse a mí rápidamente con sus brazos extendidos y yo me refugié en ellos sin dudarlo.

– ¿Está bien cielo? – dijo tomando mi rostro entre sus manos.

– Si es solo que me tomó por sorpresa te juro que yo no sé que hacía aquí ni de donde sacó la estúpida idea de que yo lo amo, en verdad… - sus labios sobre los míos me silenciaron moviéndose de forma insistente pero dulce a la vez.

– Te amo Bella no tienes que explicarme nada confío en ti plenamente – dijo antes de besarme nuevamente.

– Y yo te amo a ti no sabes cuánto – dije contra sus labios.

– Te ves hermosa – susurró en mi oído y continuó besando mi cuello.

– Edward… me encantaría seguir pero… ya es muy tarde – dije jadeando.

– Tienes razón si seguimos llegaremos tarde y no quiero que eso suceda es tu día y luego te tengo una sorpresa preparada.

– ¿De que se trata?

– Si te lo digo ya no será sorpresa – dijo con una sonrisa pícara en sus labios.

Después de retocarme un poco el peinado y el maquillaje coloqué la espantosa toga doblada sobre mi brazo, tomé el birrete y salimos.

Al llegar al salón de actos donde se realizaría la ceremonia me despedí de Edward para tomar mi lugar, los maestros empezaron a organizarnos por orden alfabético con cierta dificultad.

Después del aburrido discurso de apertura y el atropellado discurso de uno de los estudiantes, empezó la entrega de títulos, al llegar mi turno de pasar a recogerlo mi corazón casi estallaba de alegría al ver a todos mis amigos aplaudiendo entusiasmados Alice y Jasper, Ángela y Ben, Emmet y Rosalie incluso Carlisle y Esme, y sobre todo la persona más importante para mi Edward.

La ceremonia terminó y todos empezaron a felicitarme me sentía tan feliz y afortunada de tener a Edward, sus maravillosos padres y nuestros amigos apoyándome que por primera vez sentía que mi vida era perfecta tal y como estaba.

Para celebrar salimos en busca de comida italiana, mi favorita, pasamos un día estupendo entre risas y bromas, después de más besos y abrazos nos despedimos de todos.

Edward me dejo en el apartamento de Rosalie para darme una ducha y cambiarme de ropa opte por un vestido corto beige de finas tiritas entallado en el busto y en corte A, cuando el sol empezaba a caer Edward llegó a recogerme.

Una vez en el auto de Edward la curiosidad me superó y pregunté.

– ¿A donde vamos?

– Ya te lo dije es una sorpresa así que por favor ponte esto y no hagas trampa – dijo tendiéndome un antifaz negro con bordes rojos.

– Edward sabes bien que no me gustan las sorpresas – dije refunfuñando con el antifaz en mi mano.

– Por favor compláceme – dijo mirándome tiernamente ¿Quién puede resistirse a esa mirada tan dulce? Así que obedecí y me lo puse.

Al cabo de un rato que me pareció eterno debido a mi impaciencia sentí que el auto se detenía, Edward bajo cerró su puerta, fue hasta la mía y la abrió tuve la intención de quitarme el antifaz pero él me lo impidió.

– No aun no – dijo tomando mis manos.

Caminamos un rato hasta subir a un ascensor y luego otro rato más por lo que parecía un corredor, hasta que Edward se detuvo y abrió la puerta, la cerró y me abrazó por detrás.

– Ya te lo puedes quitar – susurró en mi oído y me quedé sin palabras cuando lo hice.

Estábamos en una suite enorme con un hermoso juego de comedor y unos muebles color negro que resaltaban en el color blanco de la habitación, las ventanas llegaban del suelo al techo, ofreciendo una inmejorable vista del horizonte de rascacielos de la ciudad cuyas luces empezaban a encenderse.

Caminamos hacia la habitación donde había una cama matrimonial enorme con un corazón formado por pétalos de rosas rojas que resaltaban sobre la ropa de cama blanca, al fondo junto a uno de los ventanales un sillón negro con una pequeña mesita sobre la que descansaba un imponente arreglos de rosas rojas cuidadosamente ordenadas.

Había una mesa en una de las esquinas de la habitación adornada con otro arreglo de rosas en el centro, sobre una charola de plata habían muchas fresas, duraznos, uvas blancas, rosadas, y una hielera con champagne.

– ¿Y bien que te parece? – dijo Edward abrazándome por la espalda.

– Edward todo es tan… hermoso – dije prácticamente sin aliento.

– Me alegra que te guste – susurró en mi oído me di la vuelta para poder besar sus labios suavemente. Fuimos hasta la mesa y el retiró mi silla para que me sentara, sirvió champagne en dos copas y me dio una.

– Por ti – dijo chocando su copa con la mía.

– Te amo – le dije mirándolo a los ojos.

– Y yo a ti amor – dijo y se inclinó para darme un corto beso.

– Bella se que nuestra relación solo lleva unas cuantas semanas y para muchos tal vez sea demasiado pronto pero llevo amándote en silencio desde que te conocí, sufriendo la tortura de tenerte cerca y a la vez tan lejos, así que sé que mi vida no tiene ningún sentido si tu no estás conmigo, por lo que me gustaría saber sí… – dijo mientras se ponía de pie y se arrodillaba frente a mi sacando una cajita negra de terciopelo de su bolsillo y de inmediato el pulso se me disparó.

– ¿Isabella Swan me concederías el placer de compartir el resto de tu vida conmigo? – continuó abriendo la cajita y dejando al descubierto un hermoso anillo con la banda de oro blanco y un diamante cuadrado que no quería ni imaginar cuanto le había costado, sencillo pero simplemente perfecto.

– ¿Entonces que dices? Yo entiendo si para ti es muy rápido necesitas pensarlo – dijo con algo de nerviosismo en su voz, pero yo estaba tan perdida en mis emociones que ni siquiera recordaba como hablar.

– Si… acepto – logré decir en un susurro y con lágrimas en mis ojos.

Tomó mi mano y me colocó el anillo y me atrajo hacia su cuerpo besándome suavemente acariciando mi espalda y aunque lo hacia por encima del vestido mi piel empezaba a arder.

Caminamos despacio y sin despegar nuestros labios hasta la enorme cama donde en donde Edward me recostó suavemente y luego se recostó sobre mi sosteniendo su propio peso para que yo apenas lo sintiera continuó besando mis labios con la misma suavidad, esta vez no había prisa queríamos sentirnos y amarnos lentamente con la satisfacción de saber que teníamos toda una vida para continuar amándonos.

Sus dulces labios se deslizaron besando mi mejilla y mi mandíbula hasta llegar a mi cuello dejando besos húmedos a su paso mientras sus manos acariciaban mi cintura, bajando por mis caderas hasta llegar a mis muslos para luego perderse bajo mi vestido arrancando un gemido de mi garganta cuando alcanzó su objetivo, apartó mi ropa interior y empezó a acariciarme.

Sus dedos se introdujeron en mí haciéndome perder el control y la cordura hasta que alcance un placentero orgasmo.

Aun con la respiración entrecortada empecé a desabrochar los botones de su camisa y con su ayuda la deslicé por sus brazos dejando al descubierto su bien formado torso.

Sus manos no se quedaron quietas y me quitaron mi vestido rápidamente dejándome solo con el conjunto beige de lencería, regresó a mis labios mientras sus manos acariciaban mis senos por encima de la tela, de inmediato deslizó las manos por mi espalda para desabrocharlo y lanzarlo a algún extremo de la habitación remplazando las caricias de sus manos por su boca.

Sus labios devoraban mis senos enloqueciéndome con sus caricias, los abandonó para continuar besando todo a su paso hasta llegar a la única prenda que llevaba puesta y la quitó con sus dientes haciéndome gemir ante lo erótico de su actuar.

Sentir sus besos sobre intimidad lograba hacer que mi cuerpo y mi mente se sumergieran en un mar de sensaciones del que no quería salir, su lengua me torturaba lentamente hasta que ya no pude más.

– Por favor Edward – dije jadeando.

– ¿Dime que es lo que quieres? Quiero escucharlo – dijo con la voz ronca por la excitación mientras introducía dos de sus dedos en mi.

– A ti eso es lo que quiero, hazme el amor por favor – dije completamente extasiada.

– Tus deseos son órdenes para mí – dijo mientras se alejaba para sacar un condón de su bolsillo, se quito el resto de su ropa para luego unirse a mi moviéndose lentamente, con profundas y placenteras estocadas, hasta que el deseo nos sobrepasó y sus embestidas se volvieron frenéticas envolviéndonos a ambos al mismo tiempo en un potente orgasmo.

Continuamos amándonos hasta que el cansancio nos venció con la sensación de que aquella noche era mágica y con la satisfacción de que teníamos toda la vida para seguir amándonos y pronto nos uniríamos de todas las maneras humanamente posibles.

 

*******************************************************

 

Hola chicas espero que les haya gustado este capítulo porque yo disfruté mucho el escribirlo porque como siempre lo hice con mucho cariño para mis adoradas lectoras. Porfa déjenme sus votos y comentarios siiiii, porfa comenten que me encanta saber su opinión sobre el rumbo de la historia. Bueno chicas las dejo pero nos vemos el próximo sábado, besitosssss…

 

 

Capítulo 13: La Fiesta Capítulo 15: Planes

 
14437976 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10756 usuarios