CORAZÓN IMPREDECIBLE (+18)

Autor: Isabella_256
Género: Romance
Fecha Creación: 30/11/2012
Fecha Actualización: 18/12/2015
Finalizado: SI
Votos: 30
Comentarios: 97
Visitas: 113894
Capítulos: 24

Se conocieron de forma accidental, su amistad se forjó con el tiempo y se enamoraron sin darse cuenta.

El corazón al igual que el amor son impredecibles... ¿Lograran Edward y Bella superar todos los obstáculos y alcanzar la felicidad...

 

Los personajes son propiedad de Stephanie Meyer pero la historia es escrita por mi y es producto de mi loca imaginación por favor no publicar en esta página o en cualquier otra sin mi autorización.

Las invito a pasar por mi nueva historia

SIEMPRE TUYA (+18)

 

Además les invito a pasar por mi fic (Dando clic en el título del fic)

AMOR POR CONTRATO (+18) (En proceso)

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Capítulo 20: Perdonando

Me desperté sintiéndome algo desorientada con la luz que se filtraba ante los enormes ventanales y recordé en donde estaba, Edward y yo habíamos decidido quedarnos dos días más en Forks así que ayer al medio día nos trasladamos a la bellísima casa de campo propiedad de los Cullen con el propósito de tener algo de tiempo a solas para relajarnos un poco antes de volver y así aprovecharíamos para visitar a mi padre.

Me encontraba en la habitación de Edward pero él no estaba por ninguna parte, recogí su camisa que estaba junto a la cama y me la puse, fui hasta el baño, lave mis dientes, me tiré agua en el rostro para terminar de despertarme y salí de la habitación en su búsqueda.

Baje las escaleras y percibí un delicioso aroma proveniente de la cocina, sin pensarlo dos veces me precipité hacia allá y allí estaba él frente a la cocina preparando pancakes luciendo de lo más sexy y deseable con el pantalón de su pijama y una ajustada camiseta desatando nuevamente mis hormonas que debido al embarazo se encontraban completamente desenfrenadas.

Me detuve en el marco de la puerta para contemplar su perfecta anatomía y la manera en que sus músculos se flexionaban con cada uno de sus movimientos hasta que sacó el último pancake del sartén y se dio vuelta otorgándome una enorme y muy sexy sonrisa.

Sin poderlo evitar me acerqué rápidamente hacia él y estampé mis labios contra los suyos besándolo de manera febril, apasionada, absorbiendo su aroma embriagador, sus labios correspondieron de inmediato con el mismo entusiasmo, mis manos se perdieron bajo su camiseta tomandola por el borde inferior hasta quitarsela de un tiron, separándonos únicamente en busca de aire.

– Buenos días – dijo contra mis labios.

– Buenos días – respondí con la respiración entrecortada.

– Me encanta tu forma de dar los buenos días – dijo con su voz cargada de deseo.

– Lo siento pero creo que las hormonas del embarazo empiezan a causar estragos en mi – dije completamente sonrojada.

– No te disculpes, al contrario voy a amar… y disfrutar… tus hormonas… el tiempo… que duren… – dijo entre beso y beso.

– Esa idea… me resulta muy… atractiva – respondí completamente desconcentrada por sus labios deslizándose en mi cuello.

– Creo que ya te lo había dicho pero me encanta como te quedan mis camisas, es un deleite total verte con ellas – dijo mientras sus manos se deslizaban por mis muslos y se perdían debajo de su camisa.

– No lo creo me encanta como está camisa se ajusta a tus músculos – dije con mi respiración completamente errática sintiendo como mi cuerpo entero se estremecía bajo su tacto.

– No tienes idea de lo que dices, te ves completamente deseable con esa camisa pero me sentiré mejor aun cuando te la quite – dijo respirando pesadamente.

Me tomó entre sus brazos, me llevó hasta la sala y me depositó suavemente sobre el sofá recostándose sobre mí con mucho cuidado para que yo no soportara su peso.

Continuó besando mis labios cada vez con más pasión a la vez que sus hábiles manos desabrochaban uno a uno los botones de la camisa depositando besos húmedos en la piel que se descubría al desabrochar cada botón haciendo que mi cuerpo entero vibrara debido a la anticipación.

Abrió por completo su camisa la cual yo llevaba puesta dejándome completamente expuesta ante su mirada cargada de deseo se inclinó besando cariñosamente mi vientre para luego continuar besando mi piel hasta llegar a mis senos besandolos y tirando de mis pezones suavemente logrando que un gemido escapara de lo más profundo de mi garganta.

Toda mi cuerpo ardía lo sentía en cada centímetro de mi piel no sabía si eran mis hormonas alocadas o la satisfacción de tenerlo entre mis brazos disfrutando de sus caricias después de haber pasado varios días pensando que lo había perdido para siempre pero definitivamente cada caricia era como beber agua cuando se está sediento, mi cuerpo lo necesitaba y clamaba por él.

Sus labios se deslizaban por mi cuello besando, lamiendo y mordiedo suavemente mi sencible piel mientras su mano acariciaba la parte interior de mis muslos hasta llegar a mi intimidad introduciendo dos de sus dedos en mi interior moviendolos suavemente haciéndome arder en deseo con sus lentas caricias.

Mi respiración entrecortada y mis gémidos le hicieron entender cuanto lo necesita, me sonrió con su mirada llena de satisfacción al ver el estado en el que me encontraba debido a sus caricias.

Se puso de pie y se quitó el resto de su ropa deleitandome con su cuerpo desnudo, se pocisionó sobre mi y se hundió en mi moviendose lenta y profundamente.

La habitación se lleno de nuestros gemidos mientras disfrutabamos de nuestras caricias y de nuestros cuerpos unidos trasnformandose en uno solo sumergidos en un mar de sensaciones, disfrutando de nuestro amor a plenitud.

Sus embestidas se aceleraron al igual que nuestras respiraciones logrando que mi cuerpo empezara a convulsionar entre sus brazos hasta que unos segundo más tarde un placentero y potente orgasmo nos envolvió al mismo tiempo.

Se recostó en el amplio sofá y me acomodó en su pecho besándome sobre mi cabello mientras yo aspiraba el delicioso aroma de su pecho desnudo.

Nos quedamos allí recostados disfrutando de un cómodo silencio hasta que para mi vergüenza mi estómago rugió ruidosamente.

– Creo que es hora de desayunar – dijo Edward sonriendome.

– Lo lamentó pero hoy tengo mucha hambre – dije a manera de disculpa.

– Ven – dijo tendiéndome la mano para ayudarme a ponerme de pie.

Nos vestimos rápidamente, en un instante ya estabamos desayunando y por primera vez la comida de mi plato desaparecía más rápido que la de Edward quien me miraba divertido al verme comer de esa manera.

– No me veas así – le dije señalándolo.

– Lo lamento pero luces adorable jamás te había visto comer así – dijo sonriendome dulcemente.

– En unos meses cuando tenga un vientre enorme y haya subido de peso no opinaras lo mismo – dije antes de dar un sorbo de delicioso jugo de naranja.

– No seas tonta Bella – dijo acercandose a mi y levantándome para sentarme en su regazo.

– Nada puede hacer que dejé de amarte y mucho me nos el hecho de ver a mi hijo crecer dentro de ti – dijo mientras acariciaba mi vientre

– Me has hecho el hombre más feliz del mundo – continuó antes de que sus labios besaran los mios con extrema dulzura.

– ¿A que hora quieres ir a ver a tu padre? – preguntó levantandose y dejándome en mi lugar.

– Creo que en la tarde, aun no tengo ganas de salir me siento un poco cansada – dije contestando a su pregunta y no me percaté de lo que él estaba haciendo hasta que fue demasiado tarde.

Cuando me dí cuenta colocó su taza de café en frente de mi y al igual que el día anterior mi estómago dio un vuelco revolviéndose, por completo y obligandome a correr hasta el baño más cercano, al instante Edward estaba junto a mi sosteniendo mi cabello mientras vomitaba.

– Fuera de aquí no quiero que veas esto – dije con dificultad antes que mi estómago rechazara lo poco que quedaba en él obligandome a vomitarlo todo ruidosamente.

– Claro que no… estamos juntos en esto, no se te olvide – dijo acariciando mi frente.

Cuando sentí que lo había vomitado todo me sente en el piso del baño y recosté mi rostro en la fría pared del baño y Edward se sentó junto a mi tomando mi mano entre las suyas.

– Talvez deberíamos ir al hospital – dijo y en su voz noté su preocupación.

– Tranquilo Edward creo que es normal – dije para tranquilizarlo.

– ¿Te sucede muy amenudo? – preguntó aun preocupado.

– Desde hace un par de días, al llegar a New York haré una cita con una ginecóloga. Tal vez tu madre me pueda recomendar una.

– Seguro que si se pondrá como loca cuando le demos la noticia – dijo sonriendome.

– Y ya me imagino a Alice saqueando las tiendas de New York y arrastrandome en el proceso – ambos reímos ante aquel pensamiento.

Pese a mi malestar nos quedamos allí tirados en el suelo riendo hablando sobre nuestros planes y la llegada del bebé.

 

 

*************

– Ya quedate quieta Bella no vas a confesar un crimen solo visitaremos a tu padre – me dijo Edward mientras giraba hacia la calle de Charlie en el auto que Carlisle conservaba en la casa de Forks.

– Sabes que las cosas con él nunca han sido sencillas, además le di la noticia de la boda por teléfono así que si tiene alguna opinión negativa ten por seguro que hoy me la hará saber – dije aun muy nerviosa.

– Sabes que no tienes que decirle hoy lo del bebé si aun no estás lista ¿verdad? – yo solo asentí.

– Tranquila, aquí estoy si te sirve de consuelo – dijo sonriendo mientras se estacionaba frente a la casa de Charlie asiendome sonreir a mi también y después de depositar un casto beso en mis labios nos encaminamos hacia la puerta.

– Hola chicos pasen – dijo mi padre de manera cortez junto a la puerta.

– Hola papá – dije besando su mejilla.

– Señor Swan – dijo Edward a manera de saludo.

Después de un rato de plática y de pensar una y mil veces si decirle a no sobre el bebé me decidi a decircelo.

– Papá tenemos algo que decirte – dije nerviosamente.

– Soy todo oídos – dijo mi padre algo ansioso.

– Vas a ser abuelo – le solté de repente.

Para aunmentar mi nerviosismo no decía nada pero cuando el color de su rostro se estabilizo volvió a hablar.

– ¿Entoces a esto se debe la boda? – pregunto intentando sonar calmado y fallando en su intento.

– Con todo respeto señor Swan amo a su hija y le pedí que se casara conmigo el día de su graduación cuando aun no sabíamos nada del embarazo, nuestra desición de casarnos fue basada en lo que sentimos el uno por el otro y en cuanto a nuestro hijo solo logra que nuestra felicidad sea completa – dijo Edward con sequedad.

– Es verdad papá apenas me enteré que estaba embarazada hace dos días – dije mirandolo a los ojos y al parecer me creyó porque su mirada se suavisó.

– Lo siento Bella es solo que no quiero que sufras por una desición precipitada como nos pasó a tu madre y a mi – dijo algo incomódo.

Yo por mi parte no salía de mi asombro era la primera vez que mi padre me expresaba sus sentimientos y su preocupación por mi felicidad, Edward conocía bien la situacion así que prefirío otorgarnos algo de privacidad.

– Creo que les daré unos minutos a solas – dijo antes de retirarse.

– Papá agradezco tu preocupación por mi pero amo a Edward, estoy segura de que él también me ama de la misma manera y de que seremos muy felices juntos – dije completamente segura de mis palabras.

– Perdon hija – dijo bajando la mirada.

– ¿Perdón porque papá? – dije completamente dsconcertada.

– Por alejarme tanto de ti deliberadamente – dijo mientras se ponía de pie y se sentaba junto a mi.

– Hija se que no estuve presente en tu vida cuando era necesario pero perdí a tu madre y con ella a ti y temía que si me permitía acercarme demasiado a ti también te perdería sin darme cuenta del daño que te hacía al intentar protegerme.

– Intentas decirme que todos estos años fuiste indeferente conmigo porque tenías miedo – dije apenas dando crédito de lo acababa de escuchar.

– Así fue y lo siento mucho, pero si me lo permites me gustaría estar presente en la vida de mi nieto.

– Claro que si papá – dije abarazandolo.

 

**************

– Me alegro mucho de que tu padre y tu hayan arreglado las cosas – dijo desde la cama mientras yo continuaba deambulando en la habitación.

– Si igual yo y prometió estar al pendiente del bebé cuando nazca – dije acariciando mi vientre.

– Ven aquí – dijo atrayéndome hacia su pecho donde me sentía como en casa.

– Duerme necesitas descansar mañana regresaremos y no quiero que te sientas mal en el avión.

– Tienes razón mañana será un largo día.

– Te amo – susurró en mi oído.

– Y yo te amo a tí – respondí sintiendo mis párpados cada vez más pesados.

– Todavía me parece un sueño que estes aquí y ser tan feliz – murmuré al borde de la inconsciencia.

– Pero aquí estoy disrutando de tenerte a mi lado y aquí estaré en la mañana, te amo – surruró contra mis labios dejando un casto beso en ellos.

Entre sus brazos y con esas hermosas palabras me sumí en un sueño profundo y tranquilo lleno de hermosas imágenes de nuestro futuro juntos.

 

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Hola chicas y chicos siento muchísimo no haber subido el capítulo el día sábado como lo había planeado pero tuve algunos inconvenientes personales y con la compu pero aquí está el capi y espero que sea de su agrado. Saluditos para PRINCESAVESPA, GINNADECULLEN siempre fieles con sus comentarios, a NOE que siempre me brinda su apoyo y a mi marido HANSVULTUTI_85 por solucionarme el problema con la compu… te amo mi vida. Ah por cierto les recomiendo pasarse por el fic de HANSVULTURI_85 se llama LA DAMA Y EL VAGABUNDO (+18). Porfa dejenme sus votos y comentarios ya saben que me encanta conocer su opinión y siempre estoy abierta a sugerencias. Cuidense mucho, nos vemos el sábado. Besitooosss….

 

 

Capítulo 19: Reencuentro Capítulo 21: Felicidad

 
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