No sabemos lo que resultara, pero lo vamos a intentar (+18)

Autor: nandir77
Género: Humor
Fecha Creación: 08/07/2010
Fecha Actualización: 05/10/2010
Finalizado: SI
Votos: 20
Comentarios: 48
Visitas: 68603
Capítulos: 18

Los Cullen deciden hacer una prueba... que sucedera si deciden beber alcohol??? pueden suceder muchas cosas a decir verdad... si no lo imaginan, pues entonces les recomiendo pasar... y leer

Esta historia fue la primera que escribi, es una historia de humor principalmente, aunque nunca deja de lado la relacion Edward/Bella... pasaran algunas cosas inesperadas entre ellos tambien... :)  les recomiendo que se den su tiempo, al principio comienza algo flojo, pero luego les aseguro que no se arrepentiran...  Espero que les guste, cariñosamente....

 

NANDIR77

 

FINALIZADO

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Capítulo 10: Sucesos Fisiologicos Inesperados

Capitulo X "Sucesos Fisiológicos Inesperados"

Edward POV

Todavía me sentía asombrado por lo que me había contado Jake, antes de que terminara por perder el sentido sobre el sillón de Esme.

Yo ya sabía lo que le había ocurrido a Emmett, pero lo encontraba increíble y necesitaba escucharlo de la misma fuente. Mientras esperábamos la respuesta de Emmett, observe a mi querido "amigo" Jacob, recostado en el sillón. Apenas si cabía en él, y tenía hecho un ovillo el sweater de Alice. La cabeza enorme le colgaba sin vida, lo mismo que la lengua y las patas delanteras.

Por ahora, soñaba y al parecer, no iba a despertar aun Que chocante resultaba la imagen, un lobo descomunal durmiendo en el salón de los Cullen. Francamente de antología. Que dirían los Vulturi si vieran esto.

Me senté cerca de Bella, alrededor de la mesa, dispuesto a escuchar el interesante relato. Aun me sentía bastante mareado, así que lo hice todo con lentitud, para evitar caerme o algo peor. Se sentía extraño, pero era diferente y eso lo hacía divertido.

Mire a Bella, quien me sonreía. Se veía feliz. Creo que la encontraba más hermosa que la última vez que la observe… ¿Seria eso posible?

Mi ojos volaron por sus labios, el cuello hermoso… el deseo era casi imparable en este nuevo estado, que hacía que me olvidase de la mayor parte de mis inhibiciones… me daban unas ganas apremiantes de tomarla, llevármela a mi habitación y hacerle el amor así como ella me lo había pedido en otras ocasiones, para demostrarle que yo estaba tan deseoso como ella… Pero bueno, algo de cordura me quedaba aun como para no hacerlo.

Me dispuse a ponerle atención al relato de Emmett. El mas ansioso por escuchar lo que tenía que decir era Carlisle, que de por sí ya estaba extasiado con toda la nueva información. El no podía creer que nos afectara el alcohol y podía oír claramente como sus pensamientos divagaban sobre diversas posibilidades de probar con diferentes cosas… a veces Carlisle no tenia freno.

- Emmett, te escuchamos – decía Carlisle, con su notebook encendido y dispuesto a absorber todo lo que se le informara.

- Bueno – comenzó Emmett inquieto – es que yo estaba feliz acá conversando y bebiendo unos tragos, cuando sentí algo muy extraño – dijo, avergonzado – y no sabía lo que era… en realidad no lo recordaba… hasta que lo tuve que recordar a la fuerza – explico

Nadie entendía una palabra, excepto yo. Esperaba ver la reacción del resto cuando supieran…

- Emmett, escúpelo ya – le dije, impaciente

- Está bien… ¡pero si esto sale de las paredes de esta casa, los voy a matar! – dijo casi gritando y levantando un puño, en señal de advertencia – El punto es que es… demasiado vergonzoso… - Emmett suspiro - Yo no sabía que sucedía y no me di cuenta hasta que era tarde… yo… ¡me orine encima! ¡Pero solo un poco! –

Todos estaban entre espantados y asombrados. Yo era el único que me reía, imaginando la cara que tendría Emmett al descubrir que tenía una fuga entre sus pantalones. El ambiente era adornado por los ronquidos de Jacob, que ahora estaba de espaldas, con el vientre hacia arriba y babeando a más no poder.

- ¡Digan algo! – dijo Emmett preocupado

- No es posible – murmuro Jasper

- Pero eso ya no lo hacemos – dijo Alice – Que extraño… ¿que se sentirá? ¡Casi no lo recuerdo!

- ¿Te hiciste encima? – preguntaba Rosalie – ¿Es que acaso eres un bebe…? ¡cómo no ibas a recordar que tu cosa sirve para algo más que perversiones!

- Rose, solo fue un poco… ¿ves? – dijo Emmett, mostrando los pantalones mojados- Luego ya me acorde como se hacía… - trato de disculparse Emmett

- No sé si venderán pañales para vampiros – me burle, aun riéndome

- Cállate tu, pervertido – me rugió Rosalie furiosa

- Hey, no es mi culpa que tengas a un bebe por esposo… -

- Mejor ni sigas… - gruño Emmett

Carlisle se puso de pie, pasándose la mano por el rubio cabello

- Chicos, esto es interesantísimo, ¿no lo ven? Si Emmett pudo hacer algo así quizás… pueda suceder algo similar con el resto de nuestro cuerpo… Pero lo más importante es que no creo que le ocurra solo a Emmett… yo creo que es probable que nos suceda a todos… y tenemos que estar preparados –

De acuerdo: No me esperaba esto.

- ¿Crees que todos estaremos … eliminando fluidos por allí?- le dije, algo alterado

- Sería bueno, para que ocuparas tu cosa en algo productivo – me soltó Rosalie

- Al menos yo me la puedo encontrar… ¿encuentras tú la de Emmett? – le conteste furioso.

- Chicos, chicos, calma – dijo Carlisle – necesitare algo muy importante. Cuando a alguno de Uds. le suceda algo similar a lo de Emmett… es decir, sienta que desea "evacuar, como creo que pasara – remarco - necesito que me entreguen una muestra-

- ¿¡Que! – dijimos todos a la vez. Ni yo me lo vi venir.

- ¿Qué, no saben lo que es una muestra?- nos dijo Carlisle, hurgando en su maletín, mientras conseguía encontrar cinco frasquitos plásticos transparentes, que nos tendió a cada uno.

Yo quede mirando el frasco con el ceño fruncido… si esto era una broma, era de bastante mal gusto.

- ¿Estás loco? – rugió Rosalie – no me sentare sobre un frasco plástico para orinar en el…

- Si lo harás, si deseas seguir siendo dueña de tu auto – amenazo Esme desde la cocina – Además todos me deban algo y lo harán, si no quieren que recuerde que mataron mi alfombra, le harán caso a su padre –

- Pero Esme- se quejo Rosalie- es… ¡asqueroso!

- Bueno – intervino Carlisle - aun existe la posibilidad de que esto le haya ocurrido a Emmett solamente… pero si lo analizan un poco, resulta lógico: Uds. han incorporado a su sistema algo que no asimilan, que directamente el cuerpo deja pasar y no absorbe, por lo cual es lógico que siga el camino que debió seguir y luego se elimine en la forma que lo hizo – observo a Emmett – al no absorberse, como lo haría normalmente, no tiene otra salida…

- Pero Carlisle – le rebatí, algo más interesado en el tema – si el cuerpo no lo absorbe, no es lógico que nos estemos sintiendo mareados y ebrios… -

Carlisle me sonrió, feliz de que alguien más se interesara en el tema.

- He pensado en eso – me dijo – y es precisamente por este motivo que requiero de una muestra… así podría saber la composición de esa "orina" si puede llamársele así, y ver si fue metabolizada, lo cual realmente dudo, o, si es como yo pienso, exactamente lo mismo que entro.-

Lo mire asombrado. Vaya que si había pensado en todo esto.

- Es decir – continuo – yo creo que si al final se emborracharon un poco ha sido porque la cantidad ingerida fue tan alta, que una pequeña cantidad de alcohol probablemente fu asimilada casi por osmosis (*) por lo que esa pequeña cantidad causo los estragos en nuestros cuerpos, creados para asimilar nada más que sangre. Bueno, es una teoría, pero quisiera ratificarla con la muestra que les pedí… y creo que si es como yo pienso, deberíamos eliminar si o si todo eso del cuerpo.-

La lógica de Carlisle tenía sentido. Pero no me podía imaginar utilizando el baño, y mucho menos tratando de apuntarle a un diminuto frasco. En mi época no había baños como los de ahora, y apenas había tenido que entrar a ello. No es que no supiera cómo se usaban, pero nunca había tenido que llegar a la práctica.

Mire a mis hermanos. Todos tenían el rostro descompuesto y Bella era la única alegre… claro, ella estaba acostumbrada a usar el sanitario. Yo creo que la situación la divertía. Me hubiese gustado saber que pensaba en ese momento.

- Bueno, creo que no tenemos opción – dije, ya resignado.

- No es tan terrible – dijo Emmett – claro, una vez que entiendes lo que pasa, porque francamente yo ni me acordaba como apuntar –

Todos nos reímos ante las palabras de Emmett.

- En realidad va a ser extraño, por decir lo menos … hace siglos que no recordaba esa parte de ser humanos – dijo Alice

- Ahora que estamos avisados, espero que no tengamos "accidentes" como el de Emmett – rio Jasper

- Ríete, pero si hubieses sentido lo que yo, probablemente te habrías orinado por completo –

- No lo creo – le contesto Jas – mi manguera es más larga… quizás solo fue asunto de tamaño y por eso…

- ¡Idiota! – gruño Emmett, molesto.

Todos comenzamos a reír. El clima estaba más relajado. Mire a Bella, que estaba extrañamente silenciosa. Acerque mi mano a su cabello y lo acaricie, despacio. Me devolvió una mirada dulce, pero lo que hizo me descoloco del todo.

Sentí su mano en mi muslo, bajo la mesa, y me devolvió una sonrisa sexy.

Yo pegue un brinco del asombro.

¿Qué mosca te ha picado Edward? – pregunto Emmett.

- Lo siento, creo que me dio algo… quizás sea mi hora de ir al baño – mentí

- Bien, si es así ten tu frasco a mano – me dijo Carlisle – me dices si necesitas ayuda

- Olvídalo – le dije – en todo caso creo que fue falsa alarma

Bella lanzo una risita y siguió en su labor sin detenerse. Sentía como su mano subía peligrosamente, haciendo que mi piel se erizara, me atragantara y tosiera, tratando de evitar que notaran mi nerviosismo repentino.

Bella no sería capaz… ¿o sí? Mi mente no conectaba del todo y comencé ponerme tenso, ella estaba peligrosamente cerca de mi entrepierna y mi respiración se acelero a pesar de no necesitar oxigeno.

Sentía que la cabeza me daba vueltas, mientras el deseo aumentaba, sentía como la presión aumentaba entre mis piernas.

Me aferre al borde de la mesa, apretando los dientes. Mire de reojo a Bella. Estaba serena, pero tenía una sonrisa pintada en los labios. Me estaba haciendo pagar por algo, eso era seguro. Yo apenas y podía moverme, estaba clavado a la silla y sonreía estúpidamente ante la conversación intrascendente para mí, del resto de mi familia. No sé qué cara tendría, pero no pase desapercibido.

- Edward, ¿estás seguro que no te sucede nada? – me pregunto Esme preocupada

- Estoy perfectamente – dije, casi con un hilo de voz

Bella dibujaba formas en mi muslo, ascendiendo, apretando y luego descendiendo otra vez, para acercarse a mi sexo y huir de nuevo, justo cuando creía que me tocaría. Me tenia desesperado. Sus uñas arañaron sobre la tela, haciéndome temblar de pies a cabeza. La tensión me estaba matando y no podía hacer nada por detener esta tortura sin ser descubiertos. Y creo que no quería detenerla.

De pronto, su mano dejo de tocarme, pero volvió en seguida con mayor determinación, y sin aviso previo, se apoderó de mi miembro por sobre el pantalón.

Casi lance un grito, pero logre acallarlo mordiéndome la mano. Cerré los ojos enfervorizado sin creer lo que estaba pasando. Mis dientes dolían sobre mi propia piel, pero no me importo. Bella comenzó a acariciar toda la extensión de mi erección y sentí que el pantalón me iba a explotar cuando la mire de reojo y vi como entreabría los labios, dejando salir un leve suspiro de placer contenido. Mi sexo le respondía, deseoso de profundizar mas allá de una caricia, y no comprendí como no habíamos hecho algo así antes. Probablemente por mi culpa, yo era quien siempre frenaba todo… ¡Que idiota!

Sus caricias se volvieron más demandantes, haciéndome gemir bajito, mientras trataba de que no lo notaran. Creo que casi me arranco yo mismo la mano, mis piernas temblaban y cerré los ojos, más mareado aun de lo que recordaba, debido al mar de sensaciones que me embargaban.

- Dios Bella, vas a arrepentirte de esto – murmure despacio, para que solo ella lo oyera-, aunque mi voz temblaba.

Ella lanzo un suspiro y se acerco a mí

- Ahora ya sé que no eres nada de pequeño – me susurró, apretándome nuevamente.

Creí que iba a perder el sentido ahí mismo. Sentí que estaba a punto de reventar. Exhale con desesperación, mientras el borde de la mesa que tenia apresado cedió ante mi presión, con un crujido seco.

Esme lanzo un grito ahogado y me miro con ojos de furia.

- ¡Edward Cullen has roto mi mesa!- me grito

Pero yo fui más rápido y volé escaleras arriba, antes de que Esme me arrancara la cabeza. Si me hubiese quedado un segundo más habría explotado en las manos de mi Bella… Sentía mi cuerpo arder, como si me estuviera quemando por dentro.

Me encerré en el cuarto de baño, y me acerque al lavamanos, con la respiración acelerada, aunque mis pulmones no necesitaran aire. Me mire al espejo y desconocí esos ojos, oscurecidos por el deseo. Abrí la llave del agua y me humedecí el rostro, buscando en vano calmarme. ¡Demonios! Esme me iba a matar por el desastre de su mesa. Me volví a mirar. Tenía el rostro un poco más sereno, pero mis ojos me mostraron que lo único más sereno era mi rostro, porque el resto de mi cuerpo me juagaba una mala pasada: mi erección no cedía, y tenía un bulto imponente que amenazaba con hacer saltar los broches del pantalón.

Por Dios, no recordaba haberme visto tan grande. Trate en vano de pensar en cualquier cosa que me bajara la "emoción", pero resultaba inútil.

Aun podía sentir el tacto de Bella sobre mi piel. ¿Qué podía hacer? No podía salir así afuera, todos lo notarían… Y vaya que se notaba. Me molestaba la entrepierna y no había forma de disimular.

- ¿Edward estas bien? – preguntaba Carlisle, golpeando la puerta

- ¿Te hiciste encima hermano? – preguntaba Emmett

- ¡Me debes una mesa, aunque estés orinándote!- Esa era Esme

- ¡Hijo, espera… necesito una muestra!… ¿puedes abrir? –

Estupendo. Lo único que me faltaba. Toda mi familia reunida afuera del baño.

- Lárguense, estoy bien – gruñí con impotencia

- Edward, tienes que hacer adentro del frasquito – chillaba Alice

- ¡Dios! Necesito privacidad – les grite – ¿podrían dejarme tranquilo?

- Recibe el frasquito Ed – gritaba Emmett

- ¡Hijo tengo que pasar, en el nombre de la ciencia!- grito Carlisle tratando de abrir

- ¡No! – le grite yo, tomando una toalla para taparme

Pero era tarde. Esa era la maldición de tener una familia vampiro. Los cerrojos no servían de nada.

Yo me aleje de la puerta hasta la esquina más alejada, huyendo de los ojos intrusos.

- ¿Qué rayos hacen acá? Esto es violación a la intimidad… ¡fuera todos! – grite

- ¿Porque te estás tapando?- pregunto Alice

Maldita duendecillo, no podía ser más irritante.

- ¿Ven lo que les decía? ¡Es imposible no orinarse encima…! ¡Edward también se mojo!

- ¡No! – grite, y me arrepentí en seguida – ¡Sí!, es decir… -

- Arruinaste la muestra –

- Tienes que sacarte esa ropa y cambiarte – sentencio Esme, tirando de mi toalla

- ¡No! – grite con un dejo de pánico en mi voz- ¡Yo lo hago!-

De pronto no solo Esme tiraba de la toalla, también Alice y Hasta Rosalie

Esto estaba condenadamente mal.

Aferre la toalla lo más fuerte que pude, hasta que oí el crujido de la tela al despedazarse. Estaba atrapado. Sentí como la tela cayó al piso y el silencio reino en el cuarto de baño.


*Osmosis: Se define ósmosis como una difusión pasiva, caracterizada por el paso del agua o disolvente, a través de la membrana semipermeable, desde la solución más diluida a la más concentrada.

Capítulo 9: Alcolobizado Capítulo 11: Sorpresas y mas sorpresas

 
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