No sabemos lo que resultara, pero lo vamos a intentar (+18)

Autor: nandir77
Género: Humor
Fecha Creación: 08/07/2010
Fecha Actualización: 05/10/2010
Finalizado: SI
Votos: 20
Comentarios: 48
Visitas: 68613
Capítulos: 18

Los Cullen deciden hacer una prueba... que sucedera si deciden beber alcohol??? pueden suceder muchas cosas a decir verdad... si no lo imaginan, pues entonces les recomiendo pasar... y leer

Esta historia fue la primera que escribi, es una historia de humor principalmente, aunque nunca deja de lado la relacion Edward/Bella... pasaran algunas cosas inesperadas entre ellos tambien... :)  les recomiendo que se den su tiempo, al principio comienza algo flojo, pero luego les aseguro que no se arrepentiran...  Espero que les guste, cariñosamente....

 

NANDIR77

 

FINALIZADO

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Capítulo 13: Esto no puede estar pasando

Bella POV

No entendía nada de lo que sucedía, y no me ayudaba mucho el hecho de que Edward y Rosalie entraran en su pelea mental hablándose a medias. No era la única que estaba colgada, de hecho todos nos mirábamos extrañadísimos. Y fue aun pero cuando vi como suplicaba Edward… si hace unos minutos teníamos todo en nuestras manos, ahora se había dado vuelta todo absolutamente… ¿Qué cosa podría hacer Rosalie que Edward no pudiese detener? Esto me olía raro. Y fue peor cuando Rosalie se dirigió a mí con una pregunta que me erizo los cabellos.

- Bella – me dijo casi sonriendo - solo quisiera saber una cosa… ¿Qué hicieron Uds. exactamente en el baño hace un rato?

La pregunta me pillo desprevenida y creo que sentí como la cara se me ponía morada de vergüenza. Ella no podía saberlo ¿o sí?… además era su palabra contra la nuestra… que mas daba, si había que pelear… Pero ¿no estaría poniéndome a prueba a ver si soltaba algo?… no iba a caer en ese juego tonto si eso era lo que buscaba.

Mire a Edward confundida tratando de encontrar apoyo, pero el parecía tanto más aterrado que yo y tenía la mirada fija en Rosalie. Se me apretó el estómago. ¿Tan terrible era?

- Nada – mentí finalmente – Al menos nada que a ti te importe – dije sacando valor no sé de dónde.

- ¿Estás completamente segura de eso? – me pregunto acercándose a mí y me dio un poco de miedo.

Volví a mirar a Edward y ahora ya estaba más sereno, pero no me miraba. Parecía avergonzado y no decía palabra alguna.

- Si – conteste al ver que Edward parecía estatua

- Bien- dijo acercándose a nosotros – entonces… ¿te conto Edward que le tengo miedo a las ratas?

Ahora sí que no entendía nada. Qué demonios tenían que ver en todo esto las ratas. Bueno a mí tampoco me gustaban, pero no tenía lógica lo que me preguntaba. Esta vez Edward me miro y se acerco a mi lado. Se aferro a mí y me susurro muy despacio. "lo siento".

Si seguían así seguro terminaba en el loquero.

- No- le conteste casi gruñendo – no me dijo nada así…. ¿Podrías llegar al punto? - le pregunte irritada.

- Claro – me dijo – y se puso enfrente de Edward.

Edward se tenso y me apretó la mano. Espere expectante a que Rosalie lanzara su veneno. Sea lo que sea, no podía ser bueno.

- Bueno – prosiguió - le tengo miedo… no miedo exactamente si nomas bien asco, repulsión… -vi como arrugaba el rostro – no sé porque siempre ha sido así. Hubo un tiempo atrás que estaba convencida de que había ratas en el baño. Hasta las oía, pero nadie me apoyo en eso – le dio una mirada furiosa a Emmett- me decían que no era posible, pero yo estaba convencida… así que para probar que mi teoría era acertada, instale una cámara de video… en el baño.

De pronto, todo encajo y sentí que las piernas me temblaban. Cámara. Video. Baño. Edward y yo, en el suelo

- Oh Dios – fue lo único que pude susurrar, mientras me ponía blanca como el papel. Creo que yo me veía más pálida que Edward. Me aferre a su brazo y casi caigo, pero el mismo me sujeto y lo impidió.

- Exactamente – dijo Rosalie – Yo tengo los registros de esa cámara. Así que, como no han hecho nada, no les importara que veamos la cinta ahora… - dijo alargando su brazo, donde llevaba la cinta de video en cuestión.

- ¡No! – gritamos tanto Edward como yo a la vez. Me invadió la vergüenza.

- Vaya, entonces… ¿es que hay algo que no podamos ver?

Maldita y mil veces maldita. Ya me estaba hartando de la pesadez espontanea de Rosalie. Yo nunca le había hecho nada, pero parecía odiarme sin medida.

- Di que es lo que quieres – gruño Edward, hablando por primera vez – Ya te lo dije, lo que sea, lo tendrás.

- ¿Qué se siente ser el atrapado hermanito? – pregunto Rosalie, maquiavélica

- ¿Edward y Bella hicieron una peli triple X? – pregunto Emmett asombrado - Ni a mí se me había ocurrido eso-

- Cállate estúpido – le asesto Alice

- No le veo la gracia… Rosalie como siempre, pasándose – farfullo Jasper, tan molesto como nosotros.

- Si quieres las fotografías…- intente argumentar, pero ella movió la cabeza negando

- No me interesan las fotografías. Sé muy bien que aunque nos pase las fotos y la cámara, las guardara para cualquier ocasión posterior. Lo conozco – dijo mirando con rabia a Edward – Así que hay que jugar con las mismas cartas. Les devuelvo la cinta si me dan el notebook, la cámara, las copias y también… el Volvo.

- ¿Qué? – dijimos todos a la vez, incrédulos

- Vaya, jaque mate – dijo Carlisle con una risita tonta – Mi hija es un demonio - rio – Edward, hijo, creo que estas jodido

- Carlisle – amenazo Esme – si sigues con esa bocota sucia el jodido vas a ser tu –

- Si mi amor –

Edward no podía creer lo que había escuchado. Y estaba furioso. Lo veía apretar la mandíbula y empuñar las manos, mientras se esforzaba por no arrancarle la cabeza a Rosalie. Me hubiese encantado que no se dominara, por una vez.

- Dijiste lo que sea – murmuro Rose, con una sonrisa suficiente

- Dios mío, mi esposa es diabólica – se reía Emmett, asombrado

- No creo que seas capaz de mostrar la cinta – murmuro Edward.

- ¿Es lo que crees? – dijo ella alzando las cejas – en realidad quizás no importe mucho si la vemos nosotros, pero… ¿qué opinaría Charlie?

Allí se me cayo la cara. Dale el Volvo, la casa, o lo que quiera, pero si Charlie veía esa cinta, me mataba. Me aferre a Edward casi desesperada. Bruja infernal, Barbie venida a menos… escoba con peluca rubia…. Maldita vampiro. No sabía de qué formas insultarla mentalmente. Deberían haberle tirado a ella el avispero en vez de a Esme. Debería haberle volado la sonrisa de un piñazo. Estúpida pinturita, le quitaría la sonrisa de un puñetazo, si no me rompiera la mano.

- Lo hare – susurro Edward finalmente, notando mi angustia – Pero la cinta ahora mismo y sabré si tienes una copia.

- ¡No haría eso! – dijo Rose, fingiendo estar ofendida – ¿Quién crees que soy?

- ¿Rose, tenemos auto nuevo? – grito Emmett, emocionado

- ¡Cállate Emmett! – gritamos todos juntos

- Y por favor vístete – le chillo Alice

- Uf, que sensibles – se quejo Emmett, todavía medio desnudo

- Las llaves por favor – dijo Rosalie, tendiendo su mano.

Mire a Edward y en su cara se veía el más atroz de los sufrimientos. Se notaba que adoraba a su auto, y le estaba costando hacer esto. Me entro una pena atroz. El no tenía porque pagar solo por esto, mal que mal nos habíamos portado "mal" los dos. Mire a todos lados, en busca de ayuda… pero nada podría hacer… hasta que de pronto, mis ojos se posaron en los oscuros de Jacob…

Todavía estaba en forma de lobo y había estado muy atento a la conversación. Miraba a Rosalie con evidente odio y a mí con cara triste. A pesar de todo el pobre aun estaba de mi lado. Le di una tímida sonrisa y vi como abrió el hocico levemente haciendo un chasquido. Nadie le prestó atención, pero hubiese jurado que Jake… ¿me guiño un ojo?

Luego todo paso de repente y no pude ver en que momento fue que Jacob arrebato la cinta de video de las manos de Rosalie, que estaba más concentrada en recibir las llaves del Volvo que en cualquier otra cosa. Lo último que vi fue a Jacob desapareciendo a toda carrera por la puerta principal, con la cinta de video en el hocico.

Edward capto todo con rapidez vampírica y en dos segundos había retirado las llaves que casi tocaban la palma de Rosalie, guardándolas de nuevo en su bolsillo.

- ¡Matanga! – grito de pronto Edward y corrió habitación arriba, llevándome casi en volandas.

- ¡Maldito chucho descerebrado! – chillaba Rosalie en el primer piso – ¡Cuando lo encuentre lo voy a castrar!

- Rosalie ya, reconoce que perdiste – reía Alice

- ¡No te rías enana infernal!… ¡estuve a punto de tener el Volvo de Edward!

- Las cosas no se consiguen con malas artes, deberías saberlo – la previno Jasper

- Tu cállate soldado enfermizo y frustrado –

- ¡No le grites a mi esposo, lesbiana sucia y pervertida!

- ¡Duende alcohólica!

- ¡Mira quién habla…!

Los gritos eran insoportables y Carlisle solo reía, mientras seguía bebiendo sin detenerse aun contra los intentos de Esme de quitarle la botella.

Emmett aplaudía divertido, mientras trataba a duras penas de vestirse.

Edward me había llevado a su habitación, y me sentaba en la suave y amplia cama.

- Cuanto lo siento amor – me decía arrodillándose ante mí. Todo esto es mi culpa, debí recordar lo maligna que resulta ser Rose a veces… no lo recordé y te avergoncé…-

- No lo has hecho – le tranquilice- Al final nunca reconocimos nada, solo aceptamos el trato… y al final Jacob se llevo la cinta…-

- Es verdad - dijo de pronto Edward- ¡la cinta! debo recuperarla – me dijo mirándome con cariño - ¿Me podrías esperar un momento…?

- Claro - le dije - No te tardes

- Volveré antes de que me extrañes – me dijo, desapareciendo por la ventana de su habitación

Me quede allí, atontada de tantos acontecimientos extravagantes. Esta noche iba a ser por lejos la más inolvidable de todas. Increíble

Estaba cavilando cuando oí unos pasos afuera de la habitación de Edward. ¿Sería que ya habría vuelto?

Me dirigí contenta a la entrada, feliz de abrazar a Edward… pero Edward no estaba. Allí estaba ¿Jacob?

- Hey Bells – dijo con una amplia sonrisa

- Jake – ¡has vuelto! – grite emocionada… ¡y ya eres tú mismo de nuevo!

- Si, ya me estaba cansando de andar a cuatro patas – dijo riendo – pero no quiero contarte el dolor de cabeza infernal que tengo…

- Eso suele suceder cuando te pasas de copas – le sermonee

- Dile eso a tu chupasangres – me dijo- por culpa suya termine hecho un guiñapo y no podía transformarme – se quejo

- No le culpes a él – le reñí – tú eras quien bebía como enajenado… no se que querías demostrar…

- Vale, vale – me dijo apretándose la cabeza… lo que quieras, pero no me grites por favor-

- ¿Y Edward? -le pregunte de pronto, recordando

- No lo sé, pensé que estarías aquí con el – me contesto

- Salió a buscarte, por lo de la cinta -

- Pues no lo vi… entre por la cocina, para evitar a la rubia loca- dijo - En todo caso, no te preocupes por la cinta, la enterré. Y dudo que alguien la pueda encontrar.

- Bueno, gracias – le dije, algo mas aliviada

- No deberías andar haciendo ese tipo de cosas Bells – Me dijo algo molesto – aunque no creo que hayas hecho mucho, todavía sigues viva – me lanzo, riendo

- Calla tu bocota Jake, no es tu problema -

- Vaya genio – dijo mirándome - Bueno, tranquila, ya aparecerá tu garrapata -

- Qué extraño… quizás vuelva pronto – dije, algo nerviosa

- Hey aun llevas mi regalo – dijo Jake, tomado mi pulsera – y también el de la sanguijuela – bufo, al ver el corazón

- Ambos regalos me gustan- le corte – así que está bien para mí – dije jugando con el dije que colgaba.

Fue en esas cuando se me escurrió de la muñeca, quizás le había abierto sin querer el broche. Me apresure a recogerla, cuando de pasada vi, con vergüenza que Jacob llevaba el cierre de su pantalón abierto.

- Jacob – dije, algo avergonzada y aun arrodillada.- Súbete el cierre por favor-

- Ops, perdón Bells – dijo, algo avergonzado

Luego, todo paso de repente, y no supe cómo me vi metida en el feroz lio. Escuche a Edward, llamarme desde el primer piso y me puse de pie con rapidez, al mismo tiempo que Jake se subía el cierre… ¡Horror! Mi pelo había quedado cazado del cierre de Jacob, mientras yo trataba inútilmente de forcejear para salirme de la incómoda posición.

- Jake, suéltame- grite casi sofocada por la desesperación

- Que quieres que haga… ¿tiro?

- ¡Ay, idiota me vas a dejar sin pelo! – chille, adolorida

- Por favor Bella, no te muevas tanto… - suplicaba Jacob, tomándome de la cabeza y tratando de zafarse

- Que haces, así no – bufe, tratando de ponerme de pie, lo cual era imposible –

- Por Dios Bells, necesitamos una tijera o algo… habrá que cortar el pelo o te lo terminaras arrancando…

- ¡Ay! – chille cuando Jacob se movió – no me cortaras el cabello –

- ¿Qué quieres que hagamos? – que nos quedemos así… por mi está bien, pero no creo que esto le agrade a tu sanguijuela

- ¿Edward? - y de pronto un frio me recorrió la espalda – Oh Dios, mío, no… Jacob, una tijera…

- ¿Dónde? – me dijo, tratando de moverse lo menos posible

- Yo que se… ¿quizás en el baño? – dije despacio

- Desde abajo se escuchaban aun los gritos furiosos de Alice y Rosalie que seguían peleando... Hasta Esme se había unido a la riña.

- ¿Bella? – volví a escuchar, desde abajo a Edward…-¿todo bien?-

- Si – le grite a duras penas – estoy bien… tu trata de parar esa riña por favor – "por Dios que no suba"- pensé desesperada

- Dudo que me escuchen – oí decir a Edward

- Jake – le susurré – ¡las malditas tijeras!

- Pues tenemos que movernos juntos – me dijo, también susurrando

- No podemos ir al baño, Edward nos vera – le susurre – vamos a su habitación

- Estás loca, yo no entro allí ni muerto – dijo tirando un poco

- ¡Ouch! Jake, te voy a golpear ya sabes donde si sigues moviéndote – le grite

- Bueno, lo siento, es muy… extraño… dijo con una risita.

- Imbécil – le gruñí, tomándome de sus pantalones

- ¿Y si me los quito? – me pregunto de pronto

- ¡Quedarías desnudo! – casi grite – ¿estás loco?

- Bueno, eso o las tijeras que no sabemos donde están. Tú eliges

- ¡Maldición! – bufe desesperada

Esto estaba muy mal. Demasiado. Lo que hiciera iba a terminar en un escándalo y lo peor era que no tenía como demonios explicarle a Edward que me encontraba con la cabeza pegada a la entrepierna de Jake y había sido sin querer. Solo esperaba que la suerte estuviera de mi lado y no se le ocurriera subir. Al menos no todavía.

- Mmmm, Bells, podrías dejar de moverte – dijo Jacob, con una voz que no me gusto nada.

- Si se te ocurre algo sucio chucho, te voy a cortar lo que tengas – le chille furiosa

- Lo siento, estas tan cerca de mi… bueno, tu sabes.

- Por Dios, ya basta, solo tratemos de bajar el cierre – dije, casi histérica.

Jake comenzó a forcejear, mientras yo me aferre a sus piernas para no caer. La espalda me dolía de manera atroz por la posición forzada y me sentía mareada y muy avergonzada. Cuando por fin sentí que el cierre empezó a ceder, sentí un gruñido atronador a mis espaldas.

- Ay Dios mío – dije – estoy muerta

La situación era más que embarazosa. Allí estaba yo, agachada frente a Jacob, pegada a su entrepierna, con el pelo revuelto tomada de sus piernas y Jacob afirmando mi cabeza. Eso debía de verse muy, pero muy mal. Y Edward estaba allí. Podía sentir como un gruñido sordo comenzaba a hacer temblar la cada entera.

Jacob lanzo una risita nerviosa

- Hey chupasangres – dijo con aire de superioridad - ¿podrías darnos un poco de intimidad?

- ¡Isabella Marie Swan!-grito Edward con una voz que le desconocí del todo- ¿Me puedes decir qué demonios haces pegada a la entrepierna de este perro sarnoso?

Dios mío, tierra trágame.

Capítulo 12: Atrapame si puedes Capítulo 14: Celos Vampíricos

 
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