No sabemos lo que resultara, pero lo vamos a intentar (+18)

Autor: nandir77
Género: Humor
Fecha Creación: 08/07/2010
Fecha Actualización: 05/10/2010
Finalizado: SI
Votos: 20
Comentarios: 48
Visitas: 68606
Capítulos: 18

Los Cullen deciden hacer una prueba... que sucedera si deciden beber alcohol??? pueden suceder muchas cosas a decir verdad... si no lo imaginan, pues entonces les recomiendo pasar... y leer

Esta historia fue la primera que escribi, es una historia de humor principalmente, aunque nunca deja de lado la relacion Edward/Bella... pasaran algunas cosas inesperadas entre ellos tambien... :)  les recomiendo que se den su tiempo, al principio comienza algo flojo, pero luego les aseguro que no se arrepentiran...  Espero que les guste, cariñosamente....

 

NANDIR77

 

FINALIZADO

+ Añadir a Favoritos
Leer Comentarios
 


Capítulo 17: Una muy sucia idea

Edward POV

La idea de Emmett era un tanto asquerosa, por no decir muy asquerosa, pero consideraba que los chuchos se lo estaban mereciendo.

Tuve que acudir a Carlisle, para conseguir la información necesaria para dar forma a la idea de Emmett, y que esta funcionara.

- Bien Carlisle – le dije, cuando nos acomodamos para hablar – ¿Finalmente pudiste averiguar la composición de esta supuesta… orina que estamos desechando?

- Si – contesto Carlisle – Con ayuda de Alice y Esme conseguí lo necesario…

Detuve a Carlisle con un además, para evitar que me comentara los detalles. No me interesaba saber cómo exactamente se había hecho de las muestras de orina. De todas formas terminaría enterándome cuando a laguna mente se le escapara.

- Bien- dijo Carlisle, solemne – la respuesta es simple: la composición es un 95% lo mismo que entro: es decir, alcohol.

- ¡Vaya! – dijo Emmett- ¿Estaré orinando escocés de 15 años? ¡Qué desperdicio!

- Bueno, principalmente es alcohol – contesto Carlisle

- Y el otro 5 %? – pregunte, curioso

- Buena pregunta – dijo Carlisle sonriendo – El otro porcentaje son principalmente fluidos propios… hormonas…

- ¿Olor? – pregunte

- 100% a vampiro – contesto Carlisle

Estupendo. Justo lo que deseaba escuchar.

- Y nos podrías decir algo sobre el ataque vomitivo de Jasper… no ha sido nada cool – le dijo Emmett, poniendo cara de asco

- Oh, bien, es sencillo también – contesto Carlisle – nuestros cuerpos son diferentes a los humanos, pero la idea principal es la misma… con la excepción de que nosotros no desechamos nada de lo que consumimos, como ellos… nosotros asimilamos todo. Entonces, al consumir alcohol, llega un punto que tal como a los humanos el organismo se satura… y debe buscar una forma de expulsar lo que no desea. Jasper bebió muy rápido y no dejo al alcohol avanzar por vías naturales, por lo que lo rechazo de golpe, resultando en vomito… el resto de nosotros lo bebimos un poco más lento, por lo que podemos deshacerlo… de otra forma…

- Oh vaya… nunca lo hubiese imaginado – dijo Emmett, embobado

- ¿En realidad entendiste algo de lo que Carlisle dijo? – le pregunte intrigado

- Bah, nada más simple- acoto Emmett- resumiendo, si tomas lento, lo orinas, si te excedes y lo haces muy rápido, lo vomitas… y si es lento y mesurado, pero en cantidad considerable… te emborrachas… ¡genial no? Lo que es claro es que no lo asimilamos a menos que bebamos muchísimo…

- No lo podría haber dicho mejor – dijo Carlisle, con una sonrisa orgullosa

- ¿Y entre tus notas no está que el alcohol haga crecer neuronas? – pregunte en tono de broma. Me resultaba increíble ver a Emmett con tanto nivel de comprensión

- No eres el único con cerebro acá – bufo Emmett

- Lo tendré en consideración – le dije

- ¿Y ahora que haremos…? Pregunto Emmett

- Ya me parecía que tu inteligencia era temporal – le musite, ganándome un puñetazo en el hombro – Esta bien, te explicare mejor…. Tu idea va bien, ya sabes, pero necesitaba saber que además de ser un tanto sucia, era humillante –

- ¿Quieres decir por lo del aroma?- pregunto Emmett. Bueno, que brillante, ya volvía a ser el mismo.

- Correcto. Fue tu idea orinar a los chuchos y lo haremos… aunque no sé en qué momento se me ocurrió aceptar – fruncí el ceño – pero quiero que no sea fácil que lo olviden… y quedaran con un persistente aroma floral a vampiro por muchos días… aunque intenten quitarlo… sobre todo si están en forma de lobo…

- ¡Vaya! Esa parte me gusto…. – grito Emmett, emocionado… ¿Y ya tienes deseos de vaciarte? – pregunto, con toda delicadeza

- No aun… le dije, recuerda que aun no lo he hecho… se me hace un poco extraño-

- Ya te lo dije- me contesto el – Solo déjalo fluir… piénsalo y sentirás que algo desciende…

Encontraba la sensación de lo más aterradora. No sabía cómo reaccionaría, pero con suerte seria solo algo normal. Recordaba esas necesidades tan humanas muy vagamente, pero eran tantos los años, que parecía no haberlo hecho nunca… De todas maneras, sería algo impagable de ver, si resultaba.

- Bien, creo que pronto ya podremos llevar a cabo el plan – dije, sintiendo algo extraño en el vientre – así es que te toca actuar Emmett… si es que puedes-

Mire a Rose. Solo esperaba que no matara a Emmett.

- Bien nena… lo siento, pero tengo que hacer esto por la familia… dijo Emmett, serio – eres tu o nosotros.

Vi como la cara de Rose pasaba del asombro a la más absoluta ira, todo en unos segundos. Lo próximo que vi fue a Emmett cargando a Rose sobre sus hombros, como si fuese un costal.

- Vamos a entregar a la bruja – dijo Emmett, dramático

- Adelante – dije yo

- ¡Qué demonios creen que hacen! – chillo Rose – ¡Suéltame idiota, o te arrepentirás por lo menos por los próximos mil años...! ¡Y eso va para ti también Edward… si no me suelta Emmett, hare leña de tu piano!

Yo solo reía. Por más que lo intentara, jamás se podría soltar de Emmett. Aunque no me hizo gracia lo del piano.

- Edward, Emmett ¡no! ¿Están locos? – grito Alice, siguiéndonos

- Edward – me recrimino Bella

- ¿Qué? le conteste – tu deberías estar de acuerdo… ¡querías sacarle los ojos!

- Pero yo no…. – balbuceo Bella, sin creérselo.

Me hubiese gustado calmarla y decirle que no iba a suceder nada, pero los chuchos deberían creerse el teatro o estábamos perdidos. Bueno, al menos Rose lo estaría…

Conseguimos abrir la precaria puerta que había puesto Emmett como reemplazo por la rota y salimos afuera. Allí estaban ellos, en forma de lobos. Perfecto.

- ¡Hey, Jacob, Sam! – grite, para llamar su atención

- ¡No te atrevas! – chillo Rose una vez mas

Vi como los lobos se erizaban ante mi llamado y un gran lobo negro y otro rojizo salían de entre las penumbras acercándose lentamente, zigzagueando. Le di una mirada a Emmett, quien asintió y me guiño un ojo.

"idiota" pensé para mis adentros.

Cuando estuvieron a unos 15 metros de nosotros, se detuvieron y gruñeron.

- No es lo que más deseamos, pero es ella o nosotros – les conteste, cuando preguntaron por nuestras intenciones mentalmente.

- ¡Juro que no te quedara nada completo si salgo de esta! – chillo Rosalie una vez más, pateando en el aire – ¡Suéltame Emmett, monigote!

- ¡Están locos, déjenla! – grito Alice a mis espaldas.

- Mmmm… yo creo que se lo merece… - indico Jasper

Todo estaba saliendo muy natural y los lobos se estaban convenciendo. Era una suerte que Alice no pudiese tener visiones con los lobos cerca, así ella también estaba sinceramente preocupada. El único sereno parecía ser Jasper, y eso que no le habíamos dicho nada. Tal vez notaba nuestros ánimos…

Pude sentir, muchos pensamientos de ira, desconcierto, preocupación y horror venir desde mi familia. Estaban convencidos. No se creían lo que veían, y esa era la idea.

Vi como los lobos se daban órdenes y pronto Jake desapareció entre las sombras, para volver al momento en forma humana, corriendo. Se detuvo a distancia prudente.

- Ya basta de sus cosas extrañas chupasangres – dijo Jacob- Queremos a la bruja, para que le quite el hechizo a Paul… desde que la beso esta como idiotizado. Y no queremos ningún otro sacrificio a ningún Dios murciélago ni nada parecido por acá… serán ampliados los puntos del tratado – dijo serio.

Yo me mordí el labio para no reír, mientras escuche hablar a Emmett.

- Si les entrego a Rosalie, no molestaran mas el espacio de los Cullen… y haremos borrón y cuenta nueva – dijo

- Es un trato – dijo Jacob - Pero la queremos, y no habrá inflexión en eso-

- ¿Qué harán con ella? – pregunte yo

- Eso no es de su incumbencia – dijo Jacob, cruzándose de brazos.

- Me parece justo – grito Emmett, dejando a Rosalie en el suelo.

- Me estas entregando a estos chuchos pervertidos? – pregunto Rosalie, ahora angustiada.

- Lo siento cielo, mejor tu que yo – le dijo Emmett.

- ¡Eres un desdichado maldito hijo de….! –

Vi como Jacob amarraba los brazos de Rosalie, le ponía una venda en la boca – Ella no se defendía, y pude ver la tristeza en sus ojos. Pobre, hasta me dio un poco de pena, pero en realidad no le sucedería nada. Sería solo un pequeño trago amargo, para una excelente venganza.

- ¡Yo no puedo ver esto! – chillo de pronto Emmett, sobreactuando, pero a nadie pareció importarle. Lo vi desaparecer por la puerta de entrada, hacia dentro de la casa.

- Iré a ver a Emmett, el no se siente nada bien – dije, desapareciendo también por la puerta. Al pasar le susurre rápidamente a Alice que tuviera confianza y no se moviera de la entrada de la casa.

Una vez dentro subimos rápidamente al techo de la casa por la puerta trasera, de la forma más sigilosa que pudimos. Es lo bueno de ser vampiro, si quieres nadie te nota.

Observe hacia abajo y vi a Jacob alejarse de Rosalie, probablemente para volver a transformarse. Tenían mas fuerza en forma lobuna y no iban a correr riesgos con un vampiro, aunque estuviese amarrada. Alice aprovecho de acercarse a Rose y le susurro algo al oído. Vi como Rosalie comenzó a buscarnos con la mirada, probablemente ya estaba advertida. La vi retroceder un poco hacia la entrada.

Pronto pudimos ver alrededor de 6 lobos enormes, que se acercaban sigilosos flanqueando a Rosalie y a la entrada de la casa. Dos por cada flanco y dos por el centro. Muy bien coordinados, comenzaron a acomodarse para ir avanzando. Me moví en el techo a una posición más ventajosa.

- Bien, ya estamos en posición – me susurró Emmett.

- Si – le asegure – ¿Como estas de munición?

- Bien… creo – contesto – ¿y tú?

- No lo sé – le dije – creo que algo podre hacer

De hecho no estaba seguro de nada, pero tampoco iba a dejar de intentarlo.

Al ver como Rosalie se acercaba a casa, los lobos tomaron mayor impulso, y al no ver a ninguno de nosotros, en su mente leía mayor confianza. Estaban tan ensimismados en hacerse de Rosalie que jamás sintieron que los observábamos desde el techo. Ahora estaban a menos de 10 metros de nosotros.

- Bien, todo va como lo habíamos previsto – musito Emmett- estuvo muy bien que bebiéramos mas…

- Solo cinco metros más – susurre expectante –

Los lobos dieron los últimos pasos, ya totalmente confiados, mientras Bell ay Alice chillaban por lo bajo, no sabía si era teatro o en realidad estaban asustadas, pero se veía muy real. Se notaba que no conocían de lo que eran capaces los Cullen

- Dos metros más – musite –

- Preparando armas – susurro Emmett

- Preparados –

- ¿Listos?-

Un metro más. Y estaban allí.

- ¡Fuera! – grite de pronto, abriéndome los broches del pantalón de una sola vez a velocidad del rayo y … dejando fluir como me dijo Emmett.

Me costó algunos segundos más que Emmett, pero finalmente resulto. Hice un perfecto blanco en la cabeza de los chuchos… bañados en orina de vampiro… muy olorosa por cierto. Vi como las chicas lanzaban gritos y risas, mientras bañábamos a los chuchos.

- ¡Ahí tienes idiota! – grito Emmett, apuntando a Paul – ¡Nadie le mira el trasero a mi mujer y sale indemne!

Yo reía sin parar, lo cual solo hacía que orinara mas… ¡demonios! ¿Cuánto había bebido?

Me dio un poco de pudor cuando vi a Bella mirándome, esto no era algo que hiciese todos los días, pero no podía detenerme, así que seguí… además la sensación de alivio era indescriptible…

Pronto los chuchos huyeron gruñendo y lanzando aullidos de indignación. Habían quedado estáticos, perplejos por la sorpresa, por lo que fue fácil apuntarles. Jake fue casualmente el más bañado, apunte directo a su melena rojiza, con algo de malicia a decir verdad. Pero cumplí con mi palabra: jamás lo toque.

Cuando por fin nos detuvimos, bajamos del techo con rapidez y al entrar a la casa, nos esperaban todos.

- ¡Tu grandísimo idiota ¡– corrió Rosalie a abrazar a Emmett

- ¡Son unos malditos cerdos! – chillo Alice – me encanta, aunque estén faltos de estilo…

- Edward, por Dios – chillo Bella, sin creérselo todavía. – Nunca te creí ca….

No la deje terminar. Le bese los labios como si fuesen mi propio oxigeno y estuviese ahogado. Esta noche la necesidad de Bella solo iba en aumento, no mermaba.

- Muy bien, buena lección a los lobos – grito Carlisle, emocionado.

- Pobrecillos, olerán a vampiro por semanas- rio Esme

- Se lo buscaron… por pervertidos – defendió Jasper

- Pobre Paul… ¿no habrá imprimado? – pregunto Bella, preocupada.

- No amor – le conteste riendo – Solo quedo algo consternado, pero se le pasara.

- Pobre Jacob – murmuro

Yo solo reí. Se lo tenía bien merecido el muy pulgoso.

Estábamos riendo todos muy felices, cuando oí casi como un grito, los pensamientos ponzoñosos de Jacob.

- ¡Maldito perro, que no se canse! – grite, exasperado

- ¿Qué sucede Edward? – me pregunto Bella

Lo pensé un poco. No estaba seguro de que fuera buena idea decirle lo que Jacob planeaba. Mejor solo trataba de detenerlo.

- Esperen – les dije, mientras desaparecí en el bosque.

No tarde demasiado en encontrarlo, ahora que olía "tan bien". Yo era más rápido que el felpudo, y aunque aun estaba algo mareado, pude quitarle la cinta con relativa facilidad, la cual pensaba mostrarle a Charlie. Que bajo caía Jacob a ratos… Quizás Bella no debiese enterarse.

Volví a casa, tratando de pasar inadvertido e ir a mi habitación a ocultar la cinta, pero Bella me descubría siempre, aun sin ser vampiro.

- ¿Qué es lo que me ocultas? – me pregunto

- Nada – conteste, tratando de ocultar la cinta sin mucho éxito

- Edward – el tono de su voz me advirtió

Vencido, le mostré la cinta. Ella ato cabos en segundos.

- ¡Jacob! - grito de pronto – ¡maldito perro pulgoso!

- Si – le conteste – pensaba en llevarle la cinta a Charlie, supongo que como venganza.

Bella se puso roja, no sabía si de vergüenza o furia, y creo que casi olvida respirar.

- Amor, respira – le dije acariciando su cabello – dale algo de crédito, al final no lo hizo.

- ¡Porque tú lo impediste! – grito – ¡es igual, que traidor!

- Estaba cegado Bella … deja de maldecirlo, al final te arrepentirás – le dije con suavidad

La abrace fuerte y me acompaño a mi habitación.

Guarde la cinta en un sitio muy seguro y me volví, dispuesto a llevarme a bella a casa.

- Vamos amor, te llevare a casa, es tardísimo…- me tropecé con la saliente de la cama gigante que había comprado con ella y caí sentado sobre la cama. Vaya, al parecer estaba más mareado de lo que creía.

- No creo que puedas conducir así – me susurro Bella, sentándose a mi costado – Además no creo que sea tan tarde

- No amor, en realidad des tarde – le susurré… mira, son casi las 3 de la madrugada… Charlie nos matara…

- Bueno, si ese es el caso – me contesto, acercándose un poco mas – preferiría que me matase por un buen motivo.

Pude ver la determinación en los ojos de Bella, mucho antes de poder reaccionar. El alcohol me había vuelto lento, y eso jugo en mi contra. No me di cuenta cuando Bella ya estaba sobre mí.

- Bella – trate inútilmente de resistirme, pero fui silenciado

- Calla – dijo ella besándome

- Mmm – alcance a decir, mientras las manos de Bella abrían torpemente los botones de mi camisa.

Sentí que debía levantarme y no pude, la cabeza o más bien toda la habitación me daba vueltas. No estaba seguro de tener fuerzas para negarme. Tampoco sabía si me sentía mareado por el alcohol o por Bella… o quizás por un poco por ambas cosas. Como fuera… me gustaba.

No pude evitar, porque no me di cuenta, cuando Bella se quito el sweater. Al verla recordé que no traía sujetador y el golpe de deseo me dejo casi aliento.

Ella serpenteo sobre mi torso desnudo, apretando sus pechos sobre mi fría piel, causándome espasmos y escalofríos. Juraría que comencé a sentir calor dentro de mí, aunque eso no fuese posible. Imágenes del anterior encuentro que habíamos tenido se agolparon en mi mente, causando estragos al nivel de mi entrepierna, mezclado con la sensación quemante de la piel de Bella sobre la mía…

Mis manos adquirieron vida propia, y a pesar de que mi mente en algún nivel se negaba a tocarla, parecía no ser escuchada. Atrape con premura sus senos divinos, que se me ofrecían como fruta madura. Tentadores. Ella se tenso ante mi toque y me regalo un quejido de placer.

Esto se ponía complicado. Quería parar y seguir a la vez, pero el alcohol me tenía idiotizado y mis ideas no cuadraban…

Pronto sentí que mi mente se derretía en una nube de deseo cuando Bella bajo sus labios por mi cuello, mordiendo, probablemente con cierta fuerza, produciéndome oleadas inesperadas de placer, que casi me dejan fuera de combate. Me sentí un tanto débil… y se me ocurrió una idea.

- Bella – susurre

- No – me dijo ella

- Escúchame por favor – le pedí, casi con un hilo de voz

Ella me miro algo molesta, expectante.

- El problema siempre soy yo- le dije – porque puedo dañarte. Pero he pensado que yo no hare nada. Dejare que hagas lo que desees de mí. Lo que quieras – enfaticé – Con la única condición de que yo no moveré un dedo. Solo me quedare aquí… y no te tocare… ¿puedes soportar eso? –

Ella sonrió satisfecha.

- Por supuesto que sí – dijo

Y por una vez, me solté y me deje llevar.

Sentí los tibios dedos de bella desnudarme, y también oí la tela de sus vestiduras al caer.

Mis músculos se tensaron ante la expectación. Pensé que lo mejor que podía hacer era evadirme un poco, para evitar perder el control ya bastante mermado. Así que cerré los ojos, para que el contacto visual no hiciera la situación as ardorosa de lo que por sí ya era.

Por un momento no sentí sonido alguno, ni sentí a Bella. Podía percibir que estaba en la habitación, pero la tensión me mortificaba. La quería cerca de mí. Pronto mis deseos fueron cumplidos, cuando una sensación ya conocida me atrapo cálidamente… Lance un gemido ronco. Bella me había atrapado con su boca, besándome a todo lo largo de mi erección, tocando y conociendo. Me sentí aun mas mareado si fuera posible y su nombre huyo reiteradamente de mis labios, en casi inaudibles susurros.

De pronto, ella huyo nuevamente, dejándome una vez más desolado. Me estaban dando ganas de mandar al demonio mi idea y atraparla bajo mi cuerpo para no dejarla ir más. Pero me controle y espere nuevamente.

Repentinamente, sentí un nuevo calor, y me rodeo un cálido aroma proveniente de ella, más envolvente aun que el de su propia sangre. El deseo llenaba el aire de la habitación, haciéndome sentir el desconocido e intoxicante aroma de la excitación mutua.

Bella se había situado sobre mí y se me escapo un quejido ahogado, al intuir lo que Bella pretendía. El calor de su sexo, estaba sobre mí. Podía sentir su humedad, y casi sin pensar y expectante, levante mis caderas, en busca del origen del calor apremiante. Sentí que los latidos y la respiración de Bella casi enloquecían, mientras sus manos se posaban sobre mi pecho . Aferre mis manos al colchón de mi cama estrujando para no soltarme, esperando, anhelando.

Y entonces, nos interrumpieron.

Capítulo 16: Ideas de Venganza Capítulo 18: Frustracion y Dicha

 
14439266 visitas C C L - Web no oficial de la saga Crepúsculo. Esta obra está bajo licencia de Creative Commons -
 10757 usuarios